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PELÍCULA

María Montessori: “Una vida dedicada a los niños”


Estudiante: Paula Geraldo Contreras

La película comienza desde la novedosa


premisa que María Montessori es la primera
mujer en ingresar a dicha facultad de medicina
en el año 1892.

Es impresionante la discriminación y menos


cavo que existe por los profesionales
masculinos hacia la presencia de María en la
facultad, recibe burlas, ofensas y desprecios por
ser del género femenino y dedicarse a la
medicina, se provoca un machismo que
podemos considerar, que, pese al progreso,
sigue ocurriendo.

En el transcurso de la primera parte de la


película podemos observar que María se
interesa por la clase de psiquiatría, en dicha
clase el profesor manifiesta la importancia de
considerar al paciente como un ser humano, al
cual se debe respetar desde dicho principio y ser
tratado con dignidad, bajo esa premisa, la entonces estudiante María Montessori se interesa en
el área, donde se motiva a participar de un proyecto de internado que consiste en el estudio de
niños y niñas con deficiencias mentales de diferentes edades que residen en un centro
psiquiátrico de la ciudad. Dentro del lugar nota pacientes adultos con diferentes conductas,
algunos muy agresivos y otros más serenos, por lo que le consulta al profesor por ellos a lo que
éste responde que aquellas personas que mantienen, dentro de todo, el equilibrio. Son personas
que en su niñez fueron tratados con amor y respeto, en una familia atenta a su cuidado y
condición.

Del grupo de niños y niñas objetos de estudio, nota que no son tratados con respeto
manifestando su molestia, por lo que el profesor le propone a María Montessori que trabaje con
los infantes del grupo, ya que ella opinaba que ellos necesitaban “ser educados más que
tratados”. Al ver muchos de los participantes aburridos, sentados y sin nada con lo que
interactuar, en un día de lluvia, María decide sacarlos a experimentarla, sintiéndola en todos sus
aspectos, preguntándole que sienten.
Es interesante mencionar que ella
considera al carpintero como un asesor
didáctico, ya que tenía en mente la
maravillosa idea de formar el abecedario
de madera. Con este material, los niños y
niñas los conocían a través de los
sentidos, como mencionaba “los
sentidos son los que abren la puerta a su
inteligencia”. Al paso del tiempo, con
este material el niño Luiggi escribió su
nombre “María”, es allí donde ella
comprueba la importancia de este material, y que los niños y niñas han aprendido a conocer las
letras, escribir y leer a través de ello. Mostrándoselos a los otros profesionales para que puedan
reaccionar a su método. Me gustó bastante la importancia que existe en llamar a cada niño y
niña por su nombre, de tal modo se sienten más integrados y es una manera de respetar su
independencia e identidad. Situaciones personales dolorosas y la potente convicción llevan a
María a dejar la clínica para dedicarse a la pedagogía y la enseñanza, convirtiéndose en una
docente universitaria reconocida con fama internacional por su destacado método.

María es invitada a hacerse cargo de “casa de


los niños”, centro educativo creado para
niños y niñas de escasos recursos que
residían en ese lugar lleno de delincuencia,
alcohol y prostitución. Al ingresar no está de
acuerdo con el mobiliario escolarizado,
indica que la organización del espacio es
esencial para su método pedagógico.
Menciona que los niños “son como un libro
en blanco donde nosotras seremos las
primeras en escribir”, esta frase me gustó
mucho ya que expresa la importancia y responsabilidad de nuestra labor de guía en la vida de
estos seres humanos. Observa que los niños y niñas juegan y se divierten con el material didáctico
confeccionado, de tal modo ellos aprenden y generan experiencias y conocimientos a través
del juego. Pese a las dificultades, tanto personales como sociales, la Doctora Montessori logra
formar la dichosa casa con la ayuda de la comunidad, en la creación de muebles adaptados a su
altura, de material didáctico y de utensilios u objetos propios del método.

En la película observamos la importancia en las tareas de vida práctica, con el lavado de vajillas
los niños y niñas construyen conocimiento con el método de la autocorrección, ellos aprenden
solos que se están equivocando.
Me entristece la historia de amor que vivió María
con el profesor Montessano, desde su embarazo
clandestino a lo infeliz que fue al perder a su hijo
por culpa del machismo y adulto-centrismo que
no permitieron que viviera junto a Mario, y la
represión de todo lo que le pudo haber
transmitido desde su método y que no pudo
hacer. Ese niño fue arrebatado y puesto en una
familia que no velaba por su integridad, que no lo
trataba con amor y María Montessori notó eso en más de una ocasión. A través de la película viví
junto con María la pena en cada escena que se transmitía su injusto sufrimiento. Fue tratada con
el látigo del machismo propio de la época, donde una mujer debía ser sumisa y adorar la imagen
masculina, sin embargo, ella optó por ser una mujer luchadora en todos los aspectos de su vida
logrando ser una persona reconocida, proclamada y admirada.
Cabe mencionar que Mario se entera de que es hijo de la Dra. Montessori cuando es joven, y
decide irse con ella. Por tanto, María transformó su tristeza en coraje para sacar adelante a otros
niños y niñas a los que sí podía ayudar y tener cerca, a los que sí podía brindar amor.

Pese a recibir malos tratos y malos comentarios que recibe por parte del ministerio y la
implementación de otro método educativo diferente al suyo, María Montessori insiste en
transmitir su método pedagógico, que ha logrado reconocimiento internacional y transversal a
clases sociales, alrededor del mundo. En su viaje a Norteamérica, donde se instala en San
Francisco el año 1925 comienza a enseñar su método, obteniendo reconocimiento y admiración.

Admiro profundamente a María Montessori,


una mujer ejemplar y una profesional
intachable, que entregó su vida a la
formación de seres humanos integrales,
independientes y llenos de amor, que se
convierten en un aporte para la sociedad y
viven en armonía consigo mismo y la
comunidad. La Dra. Montessori sufrió en piel
el desprecio, el abandono, la tristeza y el
machismo, sin embargo, su obra magistral vive hasta hoy, cada día más presente y volviéndose
fundamental para la educación de nuestros niños y niñas.

“Debemos ayudar al niño a actuar por sí solo. A querer por sí solo. A pensar por sí solo.
El niño que encierra en sí el secreto de nuestra naturaleza debe convertirse en nuestro maestro.”

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