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UMBERTO JARA EL SENDERO DEL TERROR S Planeta Umberto Jara. ‘Es extitor, priodista y abogado. Eseudi6 en la Universidad Catblica del Perd, donde se graduié en Letras y Derecho y luego se desempefié como catedrético en la Facultad de Derecho. Ha ejercido el periodismo en prensa gréfica, radio y ‘elevisin realizando coberturas sobre terrorism, natcotréfico y campatias clectorales. Ha sido editor de las revistas Debate y Semana Ezonémiea del Grupo Apoyo (1988-1990), editor de la revista culcural Ei Suplemenzo (1990-1992), editor general del diario Bxpreso (1991-1992), director del programa televisivo,Penoniana (1993- 1996) y director del quincenario Gero (2006). Ha ejercido también el periodismo depottivo dirigiendo lis coberturs de los Mundiales ‘de Fitbol Estados Unidos 94 (Panameticana “Televisién) y Feancia 93 (América Televisién) y el semanario deportivo Once (1997-2000), Ha publicado el libro de crénicas Con ojos de restiga (1997) y los libros de petiodismo de investigacién, jo por ojo, ka veriladera bistoria del Grupo Colina (2003, 2017); Historia de dos aventureros (2005, 2017), Seeretos det timel (2007) y Morir dos veces (2016). Sus libros han sido publicados en Peri, ‘Argentina, Colombia y Chile. Actualmente, se desempefia como Consultor en Estrategias Corporativas Legales y Comunicacionales. Onros libres de Umberto © publicados en Planeta La corrupcion del Caso Edita Guerr SECRETOS DEL TUNEL La historia de los wehenes del MRTA en la embajada del Japon 090 POROJO Laverdadera historia “+ del Grupo Colina | HISTORIA DE DOS Toledo y Karp, la politica como engatio © Planeta Abimael Guzman Reinoso es un hombre que el pais tiene presente desde hace décadas, pero equién es en realidad? Poco o nada se sabe de su compleja nifiez y adolescencia, de su oculta intencién de convertirse en oficial de Infanteria del ejército peruano, de sus tres viajes ala China maoista, de su vida en Ayacucho y los largos dieciocho afios que tardé en formar Sendero Luminoso. La vida de su primera esposa, Augusta La Torre Carrasco, camarada Norah, ha estado cubierta de unmisterio atin mayor. Sin embargo fue quien formé la despiadada milicia femenina senderista y el sanguinario organismo Socorro Popular. En este libro se develan diversos enigmas sobre élla; él principal: esta mujer fue quien encabez6 los arrasamientos de haciendas y poblados y dirigié los ‘asesinatos selectivos y los coches bomba, Un manusctito biogtéfico de mas de 400 paginas escrito por el propio cabecilla terrorista,testimonios directos de quienes conocieron a Abimael Guzmin y ‘Augusta La Torre y visitas a los escenarios donde nacié Sendero Luminoso han servido para que Umberto Jara entregue la exhaustiva investigacién que contiene Abimae, el sendero del terror, wa libro Fundamental para conocer por qué surgié el terrorism en el Peri. i Abimael Este liso no poe sor roproducdo, total ni parialmente, sin previo permis escrito de edt. Todos los darecnos reservados Abinae! (©2017, Umberto Jara Disoio de portada: Danita Navarro (Correceién: Rubén Siva Diagramacién: 8-mad Fotograta ‘Abimae! Gueman Reynoso Foto Carnot) Harvard Act Museums/FoggMuseum, Transfer “omthe David Rockefeller Center forLatin ‘Amerean Studies, Hanard Unversity, Estella BogradBodslyFundforLatn American ‘At and Caltre and Gustavo E. Brlembourg Memarai Fund, 2012.133 CCopyghts Photo: ImagingDepariment © President and Felows of Harvard College La etal no asume ninguna respeasaiktad por el contenido del presente taba peredsticn e ievestigacion respect, siendo el Euloreltrco respenate par la veracidad de las sfrmacones y/o ‘omentaries vertios en esta obra, © 2017, Editorial Planeta Pert S. A Av, Sanla Cruz No 244, San Isc, Lima, Pers vw etorallaneta.com pe Premera eccén: agosto 2017 “eae: 6,000 ejemplres ISBN: 978-612-319-188-7 Regio ce Projecto Editorial 3160131170075 Hetho e! Depdsto Legal en itioteca Naconal del Pent N° 2017-08786 Impreso en Corporacién Grtica Navarele S.A. Carotera Carval 759 (km 2) Santa Arita Lina, Pei, agosto 2017 UMBERTO JARA ABIMAEL EL SENDERO DEL TERROR S Planeta A Olga y Humberto, gue tansitaron con centerezael valle de sombre de ets tempos. A mis compateros del colegio Salesian San Juan Bosco y a mis amigos, en Ayacucho, que sas ls aos felices enfrentarom lor pervertor satis del tevorisme. AGRADECIMIENTOS Tave el privilegio de conocer en mis afios juveniles a Felipe Ortiz. de Zevallos y la enorme suerte de aprender trabajando con él en afios duros de terrorismo e hiperinglacién. Me ensefié muchas cosas importantes, entre ellas a tratar de entender el Pert reparando en sus matices. Su intervencién fue fundamen- tal para la publicacién de mi primer libro de investigacién en el 2003 y, esta ver, con este arduo libro, FOZ, siempre solidario y sgeneroso, me permitié llegar a destino. Mi hermano Carlos Jara Flores fue fundamental para que estas péginas hayan sido posibles. Con enorme paciencia y te- sén me ayudé en laboriosas tarcas de investigacién, cl cin de material, revisién de textos, ademés, de intcligentes aportes, A Rafael Aguilar, Gianfranco Castagnola, Luis Cieza de Len y Carlo Reyes Cestti gracias una vez mas. A Marfa Fernanda Castillo de Planera Grupo Editorial, por- que aiin existe alguien en cuya palabra se puede confiar y por- ‘que su respaldo e insistencia fueron fundamentales. Ala paciencia de mi editor Rubén Silva, erudo en sus crii- «as, como debe ser, exigente para mejorar el texto y preciso en sus acotaciones, A Carlos Sotomayor Wendorf, Sengo Pérez, Danitza Nava- 110, Rafaella Castagnola, Antonio Sam, Marcela Jara y Neli Ar- ‘mas, cada uno sabe por qué. Aviat “Tras mis varios viajes a Ayacucho, le debo especial gratitud @ quienes colaboraton generosamente con sus recuerdos y docu- mentos, en especial a Tatiana Pérez Garcfa Blisquez. por permi- tirme molestar duros recuerdos suyos; a Arturo Tineo Cabrera, por sus recuerdos precisos y su buen humor; a Carlos Valdez Medina, por su apoyo incondicional, a Rolando Séez, Edwin ‘Vasquez del Villar, ivan Alarcén Sierra y José Luis Guciérrez. Y a quienes no puedo nombrar; les alcanzo en silencio mi grativud. INDICE Una historia personal (a modo de prélogo) Siempre un forascero El inevitable destino Una boda sin Dios Convertiré en fuego tu esperanza El idolo fatal de Abimael: Mao Bella como una hoguera Somos los iniciadores Las llaves del infierno 13 23 35 7 93 9 145 175 191 UNA HISTORIA PERSONAL (a Mopo DE pR6LoGo) Los momentos que consideramos historicos para wna sociedad o los instantes singulares para una persona no suelen tener un anuncio pico, simplemente suceden y les damas otra dimension una vee que han ocurrido, cuando tomamos conciencia de sus efectos, de su influencia. Es verdad que existen acontecimientos que van anun- ciando la magnitud que pueden llegar a tener pero, incluso ellos, en su origen, tienen la textura de lo usual, de lo cotidiano Fn uno de sus libros mds atractivos, Momentos estelares de la humanidad, ef clebre ensayisea Stefan Zweig se refiere a un hombre que vivia, en la ciudad de Ziirich, en la casa del zapatero remen- din del barrio. Lo describe ast: «Lo que saben de dl os inguilinas de la casa es que no es muy bablador. ¥ poco mds. Que es rusoy que su nombre resulta dificil de pronunciar.(...) no dispone de grandes riquezas, ni esd metido en ningiin negocio lucrative, lo sabe la patrona por las frugales comidas y el gastado guardarropa de la pa- 1eja, Ese pequeno hombre bajo y corpulento es tan poco llamativo y vive tan disereramente como le es posibles, De pronto, en marzo de 1917, ese vecino desaparece y Zaveig anota: cel hombre que antes de «ayer atin vivia en casa del zapatero remendn (...)dirige ou primer ddiscurso al pueblo. Las calles tiemblan. Y pronto empiezan los diez Ammen dias que conmocionaron al mundo». Era Vladimir Illich Ulianov, cl camarada Lenin, el ideblago en el inicio de la revolucién que abria de implantar el comunismo en Rusia. He recordado este pasaje porque en Ayacucho, hacia el ato de 1972, un eatedritico de la universidad San Cristobal de Huaman- ga vivla junto a su esposa en el segundo piso de una casa ubicada en la calle San Martin n.° 216, justo frente a la casa en la que yo vivia con mis padres, mis dos hermanos y un pastor alemdn saltim- bang Fl vecino se lamaba Abimael Guzmdn y atraia nuestra aten- cién por su profunda seriedad. Vestido siempre con un terno bolga- do caminaba minando al vacio o al piso como si estuviese pensando en algo muy distante, No saludaba ni le bablaba a nadie. Nos parecia un hombre mayor aungue, en realidad, tenia 38 aris. En ‘cambio, su esposa, Augusta La Torre, era dstinta, Delgada, atenta, susaba vestidos sencillosy. cuando salta al baleén con su figura de muchacha bonita, no ensendiamos por qué siendo tan joven (26 atios)vivta con ese hombre extra Un dia mi hermana Marcela, que era una nina inguiera, y su amiga Teresa subieron al piso donde habitaba la extraia pareja ‘por la casualidad de ayudar aun simpdtico muchacho que necesi- taba subir unos paguetes con espléndidas chirimoyas. Ena Boris, el hermano de Augusta, que solia vsitarla cuando venta a la ciudad desde la hacienda que su familia tenia en Iribamba, Huanta. Fie dia, a la hora del almuerzo, Marcela conté que los vecinos de en- frente weran pobres» porque no tenian cocina, solo un hornilla que entonces se nombraba por su marca: Primus; no tenian cama sino un colchén en el piso y todo su mobiliario era wna mesita con una maquina de escribir, tes sills y wn pegueto ropero. Mi madre di- rigié la mirada a mi padre y dijo und frase que, para nososrs, fue _ Uno utsroni nensonat (x 4000 bt 461060) sun enigma: «Viven asi porque los comunistas viven a salto de matan 1». com buen iono, nos dijeron que deblanos tener cuidado en no ir a casa de gente gue no conaciamos; pero algo floé en el ambiente y sentimos que habia algo mas, algo extraio. Lo supimos semanas més tarde cuando la calle se alborots con la presencia dela policia, no los uniformados sino los dela Policia de Investigaciones que vestan como civilesy eran temidos por ser «los PIP que trabajaban en Seguridad del Estado», Vimos que se leva barn al profesor Guzman esposado, en pijamay sin zapatos mieneras su esposa Augusta iba deers lewando una muda de ropa y una fra ada. Aprendimos otra palabra, redada: haba ocurrido una gran redada en la ciudad y staban detenidos profisores de la universidad _y otros dirigentes y milisantes comuniaas. La dueria de la casa le cancell. a Guzmén el contrato de alguiler y nos lo cruzdbamos, de cuando en vee, en la Plaza de Armas cuando thamos al colegio. Tiempo después, Abimael y Augusta desaparecieron de la ciudad. Otro personaje fimiliar pero de distinso talante era el rector de 4a universidad que apadrinaba a Abimael Guzman y le dio carta aabierca para el adoctrinamiento en las aulat. Se Uamaba Efrain Morote Best, Era flaco como un lapiz, ceremoniowo al saludar, con sun bigotito euidadosamente acicalado y una corbata pajarita po- pularmense llamada michi. Solta conversar con mi padre porgue se conocian desde las aulas de la universidad San Antonio Abad del Cusco y porque al er rector de la universidad era un personaje notable en la ciudad. Morote Bess —padre de Osman, aios mds tarde dirigemte pri cipal de Sendero Luminoso, y de Katia, luego casada con el diri- gente senderista Julio Casanova— tenia el bienestar de wna casa de campo en la quebrada de Totorilla, a las afenas de la ciudad, con acceso por una carretera propia y con una tranguera para evitar Auiwar, las vistas de extras. El predio era un hermoso lugar de descanso, rodeado de verdor,atiosos drboles, eaballos dicles y habia el rumor cde que alli se creunian los comunistas dela universidads, En casa, mis padres solian ironizar refiriéndose a Morote como el comsunista de costumbres burguesas que les ensehiaba marxismo a sus srabaja- doves. Asi de cotidiano fue el tiempo en que se fue tefiendo la fatal uurdimbre senderista, En la Plaza de Armas, junto a los diarios na- cionales, se vendia Pekin informa, el vocero del comunismo chino, libros y folleos de Mars, Lenin, Mao y el difindido manual de Georges Politzer que enseiaba el abc de la dialéctica marxista. Co- rnoctamos a los catedrisicas que solian viajar a la China goberna- da por Mao Tietung —Hildebrando Perez Huarancea, que habria de partcipar en la ferox matanza de Lucanamarca, fue a casa venderle un jarrin chino a mi madre—; vefamos las marchas que organizaban; y ya cerca a 1980, empexaban a preacuparnos las descomunales disputas en la universidad que culminaban en medio de bombas lacrimégenas lanzadas por la policia para controlar los desmanes, Pero, al fin.y al cabo, en la apacible ciudad de Huaman- ga, no pasaban de ser clos excesos de los universitarios» En medio de exe aparense normalidad, nadie podia vislumbrar que se estaba gestando una organizacin terrorista como Sendero Luminoso que terminarta causando la muerte de decenas de miles de personas y habria de destruir la economia del pats con un costo equivalente a la inmensa deuda externa peruanc. Por qué interesa lo escrito en los pdrrafos anteriores? Por una razén dramatica, Un gran sector de peruanos—en especial aquellos aque se supone tienen formaciin— han decidido enfrascarse en la guerra civil de las redes sociales denigniindose unos a otros por pasio- nes sin futuro; y ocupados en gaillarse likes, posts y tits cargados 6 _ Ura msrona masonas ( wove ve rabuoco) Por qué interesa lo escrito en los pdrrafos anteriores? Por una razén dramdtica. Un gran sector de peruanos —en especial aquellos gue se supone tienen formacién— han decidido enfrascarse en la guerra civil de las redes sociales denignindose unos a otras por pasiones sin futuro; y ocupados en gasillarse likes, posts y ruts cargados de excar- nnio, creen que la realidad ocurre en esa burbuija artificial y mien- tras tanto en las calles e cumplen los veinticinco afos de la captura del cabecilla sendersta Abimael Guzmdn Reinoso en medio de una enorme huelga magisterial, y nadie recuerda un dato sombrio: el senderismo, en sus inicio, logré infiloarse en un seetor del magis- terio y siere meses antes de su levantamiento ocurrié una huelga de maestros que duré 118 dias, desde el 4 de junio al 30 de septiembre de 1979, Dos décadasy media después se ouelven a escuchar nom- bres que se creian antiguos: Sendero Luminoso, Patria Roja, Puka Llacta (Terra roja). Cuando no se hace caso a las alertas, cuando todo parece cotidiano, se van gestando malestares sociales que un dia terminan expresindose con las formas que existen cuando la ppaciencia de los desplazados se agota, aH En este libro, el lector hallard un retrato de Abimael Guzmén Rei- nnoso desde el dia de su nacimiento hasta el aio de 1980, que nos permite mostrar las claves que lo levaron a convertinse en el lider de una agrapaciin tan violensa como Sendero Luminoso, Junto a 41 se presenta, por vez primera, (a historia de su primena esposa, Augusta La Torre Carrasco, la camarada Norah, desde una perspec- tiva que siempre fue soslayada: el rol fundamental que tuvo en la formacién y en el accionar militar del senderismo. Sin la prevencia ‘Annas de esta mujer, Guzmdn jamds habria podido Uevar adelante su ) lucha armada» A partir de las vidas de estos dos personajes se narra cémo, de 1962 a 1980, se formé Sendero Luminoso y por qué surgi en Aya- eucho y en una universidad. La informacién ha sido obtenida sras una investigacin de cua so ats que permitié acceder a fuentes de primera mano. En primer lugar, un manuscrito de més de 400 pdginas en el cual el propio Abimael Guzidn relata episodios personales de su rnitez, adolescencia y adultes; de su vida politica —sus viajes a China y su admiracién profunda por Mao—y todas las tareas que, junto a Augusta La Tarr, desarrollaron a lo largo de dieciocho avos ‘para dar nacimiento a Sendero Luminoso x fnalmente, las razones por las que decidib iniciar su «guerra popular» Realict diversos viajes a los lugares que sirven de escenario a los hhechos quse se relatan en el libro, Ademés de buscar tstimonias, la Jfinalidad también fue tener una mirada directa gue permita con- “frontar los aios antiguos con los dias actuales. Al viajar por Aya- cucho (Huamanga, Huanta, Chuschi, Vileashuaman, Vischongo, Pomacocha y el valle del réo Pampas); Arequipa (EL Arenal, Mo- endo y Arequipa); y Cusco (Sicuant) uno siente cudn frigil es nuestro pats y cudn miterables son los gobernantes enriquecides por corrupcién. Una fuente valiosa de informactén han sido los testimonios de ‘personas que tuvieron trato personal con las personajes de esta in- vestigacién. Arturo Tineo Cabrera, cuya formacién intelectual y conocimiento real de la historia ayacuchana, permitieron charlas enriquecedoras sobre todo par la cireunstancia de baber sido primo de Augusta La Torre con quien tuvo trata cercano desde la niviex y asta el momento en que ella se casd con Guzmdn UUs sistonianeasone 0 stono ne pmb.) Otro testimonio importante corresponde al periodista Carlos Valdez Medina, dueto de una visién amplia por haber sido amigo de la familia La Torre, luego companero universitario de Augusta y irigense en el Frente Estudiantil Revolucionario cuando las fururos Uderes de Sendero empezaban sus tareas y, mds tarde, cuando ex- pplotaron los aias més duros del senderismo, un destacado y valiente corresponsal de guerra. Las conversaciones con catedrdticos y alumnos que estuvieron en 1a universidad San Cristobal de Huamanga entre los arios 1962- 1980 permitieron armar un contexto de esos atios; destaco la serena vision de Carlos Valen, afincado en la ciudad y en la universidad desde los ahos sesenta y duetio de una valiosa calidad intelectual Finalmente, hay informacién que proviene de documentos pu- blicades por milisances de Sendero Luminoso; material revisado en La biblioteca de la Universidad San Cristobal de Huamange y en La hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Pert. También fueron consulsados diversos libros que estén citados en el texto y, en especial, los trabajos de Carlos luén Degregori y Ponciano del Pino, dos estn- diosos realmente seriosy acertados en su aproximacién al fendmeno senderista. En lo personal, me fue de enorme usilidad el haber vivido en Huamanga, la eapital de Ayacucho, los primeros diecitis aos de ‘mi vida, Una parte de esos aos coincidieron con el periado en que Abimnael Guzman Reinoso y Augusta La Torre Carrasco fueron -gestando la formacién de Sendero Luminoso (1962-1980). Lego segui vinculado a mi ciudad visitindola cada aio hasta 1985, afas en que brutales acciones senderstas se mezclaban con el violento actuar del eército. Esta circunstancia de vida me permitié incor- ‘porar experiencias sobre episodios oruciales, conocer a varios de los ‘protagonistas, culsivar la amistad de testigns privilegiadas, acceder Anas a historias, suftir el dolor por la muerte de amigos y entender la dificil experiencia de la emignaci6n. WW Hace veinticinco aos, el 12 de septiembre de 1992, la captura de Abimael Guzmdn y su ciipula marci el inicio de la recomsiruccin de sun Pers devastado. Sin embargo, veinticinco aos después existen dos nuevas generaciones de peruanos para los cuales esa fecha no significa (casi) nada y, por su parte, muchos de los que vivieron los cruensos episodios terrorists consideran que es wna historia archivada. No se percibe con claridad que en el pais siguen vigentes los combustibles del malestar social: la pésima distribuciin de la ri- qweza que acensia ta pobreza, la falta de atencién del Estado a la poblacién mds necesitada, la ineptitud o el temor para aplicar ppolttcas pitblicas, la ausencia de institucionalidad y una gran masa de jévenes con expectativas que empiezan a frustrare. En suma, no se ha legado a entender que la violencia se engen- dra cuando la pobreza termina desesperando a los que la padecen. Umberto Jara Ayacucho, septiembre de 2017 Es calamidad de estos tiempos que ls locos fen a los ceges. Winutam SHAKESPEARE Esto ha pasado y, por lo tanto, puede volver a pasar Primo Levi SIEMPRE UN FORASTERO ua Un dia seré demasiado tarde, y entonces no se sentid ni de agus ni de alld. Se sentra forastero en todas partes, 1 50 6s peor que estar muerto Gaprter Garcia MARQuez Suearas 0 worasreRo A979 KILOMETROS AL SUR DE LIMA, en el n.” 300 de una avenida llamada Independenci con los materiales de la zona: quincha, adobe y madera. Tiene existe una casa construida hace un siglo un techo protegido con barro y una leve inclinacién para escu- rir el agua de las gardias tenues que la mojan en los inviernos. Sus paredes estén tefiidas con un linguido color amarillo y sus dos puertas y dos ventanas, siempre cerradas, en el dia y en la noche, tienen el color marrén prieto de los atatides. Aunque est ubicada en el centro mismo del pueblito, frente a la diminuta plaza, tiene encima la decrépita penumbra del tiempo, Sobre la oscura puerta principal cuelga un largo tubo fluorescente que nadie enciende y, asl, en las noches, parece un fantasma del pequefio poblado. Su antiguo propietario ya no existe y sus actuales poscedores la mantienen intacta. Una leyenda urbana cuenta que el hijo del fallecido duetio habria ordenado conser- varla tal cual fue edificada, la habitan, con un mi jetta o no la leyenda, quienes hoy saben explicar, han preferido construir su vivienda sobre el patio) que existia al fondo y no prefieren ignorarla, No les genera ningiin orgullo; mas bien les hhan tocado ni un adobe de la vieja casa. Las gentes de la | ‘convoca liigubres recuerdos. Por eso, los vecinos més antiguos 25 Aainaes cuando algtin visitante curioso pregunta por ella, dicen, con ono apagado, en voz tenue: «Es la casa de Abimael», «a El pucblito se llama suarenta minu- tos de la ciudad de Mollendo y se desdobla a ambos lados de la Panamericana Sut. A mano derecha estin los modestos campos de cultivo del valle del rfo Tambo y, a mano izquierda, sobre una leve Loma, las calles con sencillasviviendas. Lo habitan poco més de 2500 pobladores que viven de los cultivos de arroz, cebollas y ajos. Atienden la mesa hogarefta con la pesca de consumo 2 cargo de pacientes cordeleras de peftascos y orilla, laboriosos tecolectores de mariscos y une que o1ro pescador que, en bores de vieja madera, se aventura 2 las frias aguas del océano Pacifico. En la desembocadura del rio Tambo, que anege los campos de y , se afanan los 8 obligados a trabajar de noche lumbrando las, es ppara distinguie el lomo bri- llante de los camarones, La suma de todos estos oficios provee el pan de cada dia a esa comunidad de la costa sur del Peri. Para sus gentes amables, serenas y laboriosas, solo existe el recuerdo sombrio de la casa de Abimae! Guzmén. Pero, en reali- dad, el dato no ¢s certero vor iaialaae Valdivia de Alvarez tiene una precisién guardada en su memoria, Es una anciana moradora del lugac, nacida el 30 de septiembre de 1930 —cua- 110 afios antes que Guzman y con quien, en la adolescencia, compartié un mismo techo en la ciudad de Arequipa—". Ella, sentada en una banca de la tinica plaza de El Arenal, sostiene quel or el comerciante Abi in Silva, pero en ella suemén Reinoso k Reinoso Cervantes, lo alum- ‘ iudad de . No le falta razén porque 1 Bnevis en El Arenal, 6 de ocube, 2032. 6 Stamens ux Fomssrato ¢l propio Abimae! prfécciona el ancguo recuerdo: oN el 3 de diciembre de-1934, en el puerto de Mollendo, para mds sefias, provincia endiente de Arequipa con bandera, himno e historia propios, parte entra- fable de este Peri y su pueblo del cual soy hijon’, Aquel 3 de diciembre fue lunes ya las ces dela tarde, ‘ tuna joven muchacha arequipefia de veinticuatto afios de eda alumbré a Rubén Manuel Abimael Guzmén Reinoso asistida por la comadrona Isabel Inca en una casa de la calle Villegas n.* 71 del barrio de La Aguadita, en la ciudad de Mollendo, y, aunque cl futuro oficio del nifo seria el de proveedor de violen- cia y muerte, alguien, a quien le era imposible saberlo, le dio en bautizo la ironia de un 1 que, en hebreo, significa « >. La Aguadita es un malecén de apenas cien metros de exten- sién que da a una pequefta quebrada que termina en el mat y cuyo subsuelo contiene aguas termales de origen inexplicable porque fluyen casi a orillas de las frfas aguas marinas. A inicios del siglo pasado, se construyeron pozas termales cubiertas por hhabitaciones de madera, que atin se mantienen, para recibir a los ancianos en busca de alivio para sus dolencias. Don Héctor Valdivia Aizcorbe, vecino de ochenta y un afios de edad que llegé al lugar shuyendo de una travesura» y se quedé para siempre «por otra travesura con una muchacha del barrio» vive frente al malecén en la calle Melgar 392, y todos los atardece- 18s, abrigado con una bufenda, sale a tomar el aire, a mizar el paisaje de siempre y 2 fumar parsimoniosos cigarrillos que tiene prohibidos encender en casa. El recuerda la comerfa de enfermos porque «llegaban a las cuatro de la mafiana, iluminados con velas 2 Abimael Guamsin Reino, De Pao y Lert, Maro al sic, Lim, 200, pig, 27 2 Anna y tenfan que presentar un certificado médico para ingresar a las pozas», pero, al igual que varios de los viejos vecinos, dice no recordar el rastro de Abimael Guzmén, Es cierto, Ese rastro no existe porque Guzmén estuvo en La ‘Aguadita apenas los, arios para la recuperacién de su madre; después volvi de , dofia Esther Cervantes de Zanabria, una mujer alta y de contex- tura gruesa dedicada el dia entero a su oficio de costurera para sostener la crianza de Berenice y sus otras dos hijas, Orfelina y Yolanda, Para dosia Esther, el nacimiento de su nieto Abimael no fue una noticia de jtibilo porque, ademés de la preocupa- cién por el sustento, la familia tenia que aftontar el inclemente cestigina de aquel tiempo mojigato porque el nifio que su hija Berenice trajo en brazos dias antes de la Navidad de 1934, era producto de una relaci6n furci i i na; entonces, para el Cédigo Civil era u 105 para el rumor de las gentes, un hijo natural; y para quienes pre- ferian las palabras crudas, un bastardo, en un tiempo en que la bastardia, por mandato de un puritanismo implacable, era un estigma social, la marca de un pecado, Ja vergiienza para una familia. Bl padre —que recién accedié a ‘paeincaal és del nacimiento segin consta que ae se nh maemo jiftez Alvarez, era el contador de confianza de don Benito tun préspero latifundista dueso de las haciendas El Arenal, FE] Boquerdn y La Pascana, que sumaba a su riqueza agricola los ingresos de su ingenio arrocero en cuyas instalaciones se procesaba todo el arroz producido en el valle gracias a que tuvo la pionera idea de instalar la primera piladora de arroz en toda la regién sus. Summons vw gonaste20 Asentado en esa prosperidad, con la condicién privilegiada de ser el contador encargado de llevar las finanzas de un hombre rico, Guzmén Silva logré convertise en un comerciante acomo- dado con "epee ion las en el valle deTambo, en el puerto de Mollendo y iad de Arequipa. Sus holgados ingresos le permitieron coscearse su mayor afici los placeres de la cama. Asi, =< ag RENEE seeienetitrasons om las Bere Reno ‘rvantes, una sencilla mollendina que habfa culminado con esfuerzo sus estudios escolares y a a cual conocié a los veintidés afios y convirtié en madre a los veinticuatro. En la casa de la av. Independencia a.” 300, en estaba uno de los negoci oe res, utensilios de casa, implementos de trabajo agricola, de pesca y todo articulo nece- sario para atender las necesidades de un hogar o un oficio, Alli donde muchos creen que pasé su nifiexel futuro lider terrorista, cen realidad vivi6 una mujer que afios més tarde seria fundamen- tal en su vida. Con la memoria nitida de los ancianos para los recuerdos mas antiguos, dofia Blanca Valdivia de Alvarez, mirando la puerta principal de la casa, rememora que en el afio de 1936 «dos afios después del nacimiento de Abimacl, y al volver de un. viaje, su padre apatecié en estas calles con una mujer extranjera al lado, Era la que no vino sola, taia una hija jovencita fo que ademis de local comercial era vivienda. ‘Todos erefan que el interés cra por la sefiora, pero resulté que el contador Guzman estaba pren- dado de la jovencita, Se llamaba Laura, laquita, de pelo castafio y ojos claros. Les dio todo, a ella y a su madre, y después se casé con la muchacha. Esa muchacha era Laura Jorquera Gomez. » Amite EN LOS PRIMEROS ASOS, Pmme anes case surgido del amor ocasional, pero después ubicé a Berenice « en el cercano puerto de Molendo ysasi, Abimael so pudo asistir ala tinica escuelica de la ciudad, cerca al hospital, en la avenida Iquitos. «El aula de mis primeros garabatos tenia una imagen del Nifio Jestis de Praga —ha escrito —y la maestra un guardapolvo celester?, Esa macs- tra cuyo nombre nadie tiene registrado, lo adiested en la lectura y escritura y, sobre todo, lo entrend en el igraia sin presagiat, que muchos afios después, cuando la policia habria de incautarle macabros cuadernos llenos de apuntes, la escrituta de su alumno conservaria la aa asa en lineas simétticas, ordenadas con pulcritud sobre el papel. Los afios infantles de Abimael Guzmén Reinoso en las calles del puerto de Mollendo no han dejado vestigos de amistades ni recuerdos, Incluso, el propio personaje, ya adulto y en prisién, ‘cuando hubo de referirse asus afios escolareseligid no un recuerdo infantil sino una remembranza bélica: «De esos tiempos lo més grabado en mi es un radio antiguo de caja de madera, el locutor anunciando la invasién a Polonia y la gente hablando de guerra»*, Era septiembre de 1939 y esa vieja radio anunciaba la «Operacién Fall Weiss», conocida como la invasién de la Alemania nazi a territorio polaco, el detonante de la Segunda Guetta Mundial en Europa y el inicio de las monstruosidades del nazismo. Al afio siguiente, Guzman inicié el que seria el 0, Su madre se embarcé con él en el ren cde mas de 800 kildmetros que le cambié el paisaje marino pot 3 Wile, pig 28 4 Maem. 30 Stowe Ux ronasrana Jas cumbres andinas a 3500 metros de altitud. La ciudad de Sicuani, en las primeras décadas del siglo XX, era una ciudad de comerciantes impulsada por inmigrantes &rabés llegados de ‘Argentina atraidos por el auge del comercio lanero cn la regién, Estos mercadetes se establecieron en la zona e introdujeron las costumbres de su estirpe: las facilidades de pago como herramientas para ganar clients. Al inicio, esos artificios para ellos tan naturales como sus pobladas barbas, incomodaron profundamente en las ciudades donde se instalaban y en Sicuani el encono llegé a ser tan profundo que los comerciantes locales exigian la expulsién de los laboriosos ‘arabes. Pero el desacuerdo de costumbres fue finalmente supe- tado y los nativos, convencidos de las utilidades de la tebaja y el crédito, adoptaron esos nuevos usos del quehacer econdmico de la mano de esos extrarios hombres de narices grandes, oracio- nes extrafias y peculiar manera de hablar el castellano, quienes, ademés, tavieron la gracia adicional de aprender el quechua y ‘ofrecer regalos a los campesinos, con lo cual terminaron inte- grindose a la comunidad Berenice Reinoso, junto a su de edad, se twaslad6 a Sicuani ese afio de 1940, atraida por las promesas de un paléstitio que conocié en el puerto de Mollendo. «Fue mi primer encuentro co: —ha escrito Guzmén— la regién de nuestra patria que he aprendido a amar mds y/admirar. All{ estudié on otra escuela estatal, cercana al estadio, pasando el puente sobre el rfo Vileanota. Conoci las ferias, el negocio de la lana, el campesinado indigena y algo del mundo serrano segura- mente se adentré en min‘. 5 Ver Cosnalbn, Arms: Dest, Mons Salinas, Compendia de Hive Feonimicw ke er, Banco Cave de Reser dl PrSTIED, Lin, 2071 pgs 7778, © Abimael Guzasa Reino, Deputy kn op. cty pig 28 3 Antunes, Escuvieron poco menos de dos aiios porque, 2 inicios de 1942, la relacién entre Berenice Reinoso y el comerciante de Sicuani empezé a sucumbir por la presencia del nifio. «Nunca supimos cémo se llamaba ese hombre —acora dofia Blanca Valdivia— porque a la abuela Esther, que a m{ me cosia vesti- ditos y mandiles, no le gustaba hablar del asunto; solo supimos que era comerciante arabe y no aceptaba al nifio Abimael y si alguien metfa el tema queriendo saber més cosas sobre sti nieto ella se molestaba y se vengaba negindose a coserle ninguna ropa ala chismosa preguntona, de verdad». Ente las brumas de ese tiempo escondido, un dato minimo parece dar una leve pista sobre aquel érabe que se negé a asumir el papel de padrastro, En un texto autobiogréfico escrito por Guzmén aparece este pérrafo: «Mi nombre completo es Manuel Rubén Abimael Guzman Reinoso, conforme reza la partida de nacimiento del Registro Provincial de Islay; y no esta de més reiterarlo, pues a alguien se le ocurtié y difundié que mi nom- bre verdadero era Ismael, y que por inquina politica antidrabe lo cambié»”. Mas allé de la probable inquina, lo cierto es que el desencuentro con el comerciante palestino dio lugar al anun- cio de un nuevo viaje para el nifio Abimael, y madre ¢ hijo se embarcaron en el ene rag Picker fevers cons- truida gracias al provechoso delirio del inglés Henry Mciggs que se atrevié a tender durmientes y rieles en agrestes parajes de las sierras de Cusco y Arequipa con un ejército de veinte mil obretos reclutados entre nativos peruanos, bolivianos, chilenos yuna cuota de esclavos culies. Partieron de Sicuani hacia Arequipa y, desde esta ciudad, a bordo de un Sinnibus caletero, tardaron tres dias en llegar al F Widem, pag 27 2 Stewene tn Fonasraac . Fue un viaje que trazé una linea final con su primera infancia porque Guzman nunca més retornaria a las calles de Mollendo. Berenice lo acompaiié apenas un par de meses. En realidad, habia elegido Chimbote no para iniciar una nueva vida junto a su hijo sino porque all vivia el abuelo del nifio y i a «a Sicuani ya sin la causa del conficto que impedta su relacién con el comerciante arabe, Asi ocurrid y Guzmdn recuerda que su madre, una tarde, en el htimedo puerto de Chimbore, le pidié que aprendiese a cuidarse: «Hijo mio, cuida al hijo de cu madre; eres quien mejor puede hacerlos', Lo abrazé y se des- pidié. Abimael tenia e. En el Chimbote del aio de 1942, solo existia una escuela ‘estatal de educacién primaria para varones, el Centro Escolar 313, pero nadie se ocupé de matricularlo y el nifio, a su libre albedrio, encontré un refugio con que le ensefié a descifrar el laberinto de manecillas y ‘mindsculos tornillos. Estuvo dos aiios en el puerto pesquero y ‘nuevamente, sin preguntas ni adioses, tuvo que enfrentarse a una nueva y obligada excursién, Esta vez el destino era otro puerto, el tercero en su vida de infante sin raices. Attibé al Callao a vient amide pane Cae que los adultos no aceptaban darle un cobijo permanente. Et estas travesias de abandono filé perdiendo los vineulos afecti- ez y se qued6 sin el aprendizaje de Ja amistad; por eso, ya adulto, 3 solo camatadas de pattido; y, décadas més tarde, ya condenado a reclusién perpetua, Guzmén habria de recordar de manera muy 3 Tele, pig. 28 cconcisa sus afios de desarraigo al escribir lacnico: «Una serie de desplazamientos por distintos puntos del pais que, obviamente, implicaron cambio de ambiente, hogates y relaciones”, EI traslado al Callao fue a pedido de su madre para que Guzman pudiese estudiar, pero es probable que ella descono- ciera la condicién bajo la cual fue recibido en su nuevo destino porque sus desconocidos familiares ‘empleado doméstico. Tenfa diez afios de edad, En una antigua casona ubicada en el Jirén Moctezumna 790, atin hoy funciona el Instituto Educative n.° 5006, Alberto Secada Sotomayor, fundado en 1925 bajo el lema «Dios, Patria y Estudio», En esas aulas, en 1944, Abimael Guzman reinicié. su edlucacién escolar, Sostiene haber sido un destacado alumno pero los archivos con sus notas estin extraviados y no es posible saber con certeza si efectivamente lo fue, mds atin, cuando la prueba que aporta es apenas un impreciso y distante recuerdo: «Si los premios son un indice, cabe recordar que en el Alberto Secada, al terminar primaria, recibi una libreta de ahortos, si ‘mal no recuerdo, del Banco Popular», Su vida signada por la ausencia de raices volvié a enfren- tarlo con otto giro. En 1948, al cumplir catorce afios de edad, tuvo que abandonat Ie calma de la pequefia escuela para ingre- sar al tumulto del Colegio Nacional Dos dé Mayo, institucién que més tarde se convirrié en una Gran Unidad Escolar del mismo nombre y en la cual, una década después del paso de Guzmén, estudiarfa, en sombria coincidencia, un futuro colega de estropicios: Victor Polay Campos, el cabeclla det > Wem: 10 Tbidsm pig, 29 ” Sterne on Fonasre4o miento Revolucionatio Tiipac Amaru (MRTA); ambos, ‘Guzmén y Polay, en la década de 1980, habrian de compartir el oficio de terroriseas. Su ingreso a las aulas del Dos de Mayo fue otro cambio drdstico en su vida porque en el barrio chalaco de Chucuito, Abimmael era apenas nia que habia vivido en tres pequefias ciudades de provincia y, de pronto, tenia que vvérselas con muchachos vocingleros, diestros en los cédigos de en las que el adolescente provin- iano descubria, sumido en el desconcierto, pequefios mundos y ‘costumbres ajenas. Fue una experiencia tan intensa que, décadas més tarde, en una sesién de la Comisién de la Verdad, Guzman se permiié, frence a extrafios, la licencia de un breve recuerdo personal: «Todas esas cosas fueron impresionandome: los autos, las propagandas, los periédicos; yo vivia en otro mundo»'" Pero el asombro y Ia curiosidad ante la gran ciudad tenia como contraparte la rutina de su oficio obligatorio en la casa: trapear pisos, lavar utensilios y prendas, ocuparse de encargos. Mientras su vida transcurrfa tironeada por dos mundos —el de las calles tuna noche Jo invadié un dolor repentino que se mantuvo sin tregua a lo largo de la madrugada hasta dejarlo desfalleciente en el inicio del dia. Los habitantes de la casa al notar que no habia realizado sus labores antes de marcharse al colegio, lo hallaron en su habitacién empapado en sudor de fiebre, lo acomodaron en un taxi y en el hospital ptiblico Daniel Alcides Carrién le salvaron la vida con una que habia explotado para convertirse en una peritonitis fatal. Habla cumplide quince afios. TT) Archive Comisiia de lx Verdad, Senin del 28 de mayo de 2002, caste 75. 8 Ania. Enronces una prima de su padre, conmovida por su precaria situacién, intercedié para que el muchacho sea recibido en Arequipa, en la casa paterna, y nuevamente, Abimael Guzmén, privado de raices y afectos, tuvo ante si otro viaje, uno més, Mucho tiempo después, en el afio 2009, ya recluido en su pri- sién de cadena perpetua, habria de referirse a la huella que le imprimieron sus peregrinajes y 1a experiencia de no pertenecer meatier «Pienso que, pese a tener sus desventajas como todo en la vida, sirvié a forjarme en una miltiple y diversifi- cada experiencia, y a desarrollar en mi una tendencia, que con el tiempo se acentuarfa, a vivit voleado al mundo y sus proble- mas y no centrado en husgar los entresijos de mi almas'?. En esta frase radica una de Guzmén. Quienes lo conocieron en distintas etapas de su vida coinciden, de manera undnime, en sefialar como rasgo notorio ‘Afinal de cuentas, «no hurgar en los entresijos del alma» significa clausurar la revisién de sentimientos impo- nniendo un cepo de silencio a las emociones; significa optar por la duceza emocional para evitar el asedio de las heridas propias. ‘Cuando terminé la convalecencia de su operacién el mucha- cho parti6, desde el Callao hacia Arequipa, una noche de febrero de 1949 «en el entonces tren de las siete». Sus anteriores viajes habian sido travesias de un nifio desconcertado que no sabia a dénde iba ni por qué legaba, pero, esta vez, el mozuelo era ‘consciente de que iba a encontratse, por vez primera, con el des- conocido que embarazé a su madre quince afios atrés. Cuando llegé a la casona ubicada en la calle Bjercicios 370 —hoy la calle Alvarez Thomas que desemboca en la Plaza de Armas— TZ Abimaal Gunman Reino, De pa y la op. et pig. 28 36 Sumerns us sonasran0 golpeé el amplio portén de madera con la aldaba de bronce y una ctiada lo invit6 a pasar. En la sala principal, una década y media después de su nacimiento, tuvo ante si Era un hombre de frente amplia, con el rostro abun- dante en mofletes, dspero y autoritario, Lo habia ”; peto, en realidad, més que una fiase fervorosa es tun sombrio trazo del espiritu de Guzmén porque aquel hom- bre sLourasumba deri nina nena icador que aniquilé 2 millones de personas enviéndolas a campos de concentracién y presidios, ordenando fusilamientos y asesina- cos; habia sido también el aucor del programa que impuso la sustitucién de las granjas de propiedad individual por gran- jas colectivas, un irracional experimento agricola que termind jocasionando una hambruna tan insondable y bérbara que «los t Su acceso a fa militancia comunista fo inicié en la admi- »", Ese individuo admirado desde el alma 125” Comin de Ia Verd, ssn del 2 de mayo de 2002, ete 75, 26 Abitmal Gund Reinoso, Deputy hint, op et, p35. 27 sEnveoviata del siglo {28 Ver Rober Service, Selim Une big Sigla XX1, Mads, 2006, a Ama por Guzmdn —que sustiuyé su apellido Dzhugashvili por ef apelativo SBiliR, hombre de acero— haba resumido aquella ‘espantosa desventura con una despiadada frase: = ALIGUAL QUE EL DESCUBRIMIENTO dea militancia comunista, el ingreso al mundo Universitario fue para Guzmén el hallazgo de un espacio que jamds habja imaginado: «...) las ideas bullian, los debates y discusiones eran pan cotidiano y la politica lacia en todas partes. Conferencias, charlas ¢ interminables conversacio- nes sobre mil y un temas; cientos de jévenes, hombres y mujeres, parecfan haber descubierto ef arte de hablar y pensar y que al uunisono hubieran roto un largo voto de silencio impuesto>”, En esta evocacién de Guzman asoma otra de sus claves vitals: ces. Precisa y concisa, la frase «aun largo voto de silencio impuesto» retrata lo que habia ocu- rrido en su vida hasta antes del feliz descubrimiento del mundo universitario, En efecto, Guzmén habia habitado en um silén- cn la medida en que estuvo obligado a acatar las decisiones de terceros. El silencio le habfa asegurado la sobrevi- vencia, pero lo habfa privado de todo lo demas; y, de pronto, las ee ‘que expresaban al at que qui mm decir o sentir, un mundo muy distinto al silencio gris de su vida. Era imposible que no se viera cautivado, Fue la universidad el P Racca Tetineanrcan ame es 30 Abimael Guzman Reinoso, De puto yl, op it pi. 33. “ Stewens un FonastEK \ . Por eleccién propia su destino quedé atado 2 los clausttos universitarios desde los cuales empezaria 4 onganizar sus aspiraciones personales, sus proyectos profe- sionales, sus objetivos politicos y también su delirio final: la construceién, desde una universidad, del movimiento que terminaria convirtiendo la vida cotidiana de los peruanos en ‘una sangrienta pesadilla. Su juvenil entusiasmo universitario tiene también un sello de reivindicacién, Fue en la Universidad Nacional San Agustin de ‘Arequipa donde pudo estrenar la autoestima que habia logrado reconstruit a partir de la bondad solidaria de su madre postiza, | Universicaria “Testimonios de esa época lo recuerdan no con el estilo de un dirigente combativo sino con los gestos y formas de quien, ‘ocupa un cargo desde la solemnidad y el protocolos también lo desctiben como ansioso por iniciarse en las lecturas de Marx, Engels, Lenin y Stalin, En efecto, fue el propio Guzman, ya adulto mayor, quien recordé que, al inicio, su afin por cono- cer las lecciones del comunismo le » pero, al menos, existian alumnos «que tenfan sus ideas y que obviamente las comentaban, Ast fui conociendo algunas ideas y leyendo algu- 1nos libros. ‘También fue generosa la universidad en proveerle aquello que la vida no le habia otorgado y, esta vee, como un guitio de recompensa, el destino lo puso en contacto con alguien 51 Comin dela Vedad, secon de 28 de mayo de 2002, caste 75 9 dispuesto a prestarle atencién al silencioso muchacho para dale un cauce a sus inguietudes. Fue un catedrético de la universi- dad San Agustin el que se convirtié en su mentor, Se Ilamaba habia nacido el 29 de septiem- bre de 1920; y criado con esfuerzo por su madre Rosa, logré sortear con tesén los escollos de la pobreza con el tinico recurso aque tenia: su inteligencia, Estudid en la Escuela’ Normal Mufioz [Néjar y logré 2 los dieciséisafios el titulo de profesor normalista que lo habilit para ejercer como un modesto docente escolar. Asi conocié el sacrificio del magisterio ejerciendo en pobres y pequefios poblados de Pain hasta lograr su objetivo de conse- guir una plaza de maestro ent Arequipa para poder ingresar @ la Sania) pls Gran Padre San Agustin. Se pagg los estudios universitarios trabajando como «docente de ceducacién secundaria que salia de impartir clases cortiendo por ios bordos de las chacras para no llegar tarde a tomar clases en la universidad>™. Logré obtener el grado sumiia eum laude de wom’ durante més de medio siglo fue catedré- tico wen las aulas universitarias de Sam Agustin, en Arequipas y Nacional Mayor de San Marcos, Federico Villarreal, (Cayetano Heredia, Sati Martin de Porres ¢ Inca 2 oe Lima, asi como en las escuelas superiores y en los centros de de todos los institutos militares y de policia»”*. Fue este catedritico, Miguel Angel Rodriguez Rivas, quien condujo las lecturas manxistas de Abimael Guzman y lo intro- dujo también en el interés por la filosofia, en especial en los cscritos de Inmaniiel Kant y fue por esa influencia que Guzman, 32 in memoriam Miguel Angel Rodeiguce Rivae,cexo publicado por su hijo Mic fuel Angel Rodsiguer Sosa el 15 de agosto del 2012, beepslesserihd com! 18011029886 35/ln Memoriam Migucl Angel-Rodrigaer Rivas 33 idem. so Shonen wi vonasias0 luego de obtener el bachilleraro cn leyes presentando la tesis «BL Estado democricco-busgués», se maticulé en la diminuta Facultad de Filosofia —su promocién tuvo apenas tes alunos: Aly dos compafieras que venian de la Facultad de Educaciin— y se gradué con una tess que titulé » en cuyas 178 péginas desarrolla una teoria de dificil comprensién destinada a «demostrar la insostenibilidad de la posicién idealista subjetiva de Kant sobre el espacio; y en con- tratio reafirmar la posicién flos6fica marxista del espacio como manifestacién de la materia en movimiento. En un texto escrito por el periodista inglés Simén Strong se reat al mcr de Ahinaslcomo distin Hs que estaba en su puesto ela afiana por creer que dormir demasiado debilitaba las neuro- inas. Iiiflexible y autoritario, tenfa un ansia mistica por la verdad. [Sus clases eran ceatrales y eruditas;cautivaban y subyugaban>”, [Puc este maestro —que pensaba que los hombres eran superiores a los Angeles porque éstos solo podian ser buenos mientras que los hombres tenian por igual inficrno y cielo—" el que ¢jercié las influencias que calaron hondo en el discipulo, Le descubrié la filosofia, una disciplina que para Abimael significé hallar «la ‘que late en todas las acciones»”” ys en simulténeo, lo interné, en un viaje sin retorno, por la senda de los libros mayores de Ja doctrina comunista. Acaso por el amparo protector que hallé en su mentor, Abimael Guzmin consideré las lecciones de Miguel Angel Rodriguez 5H Te pas oper grado de Bahl ari Bakekihd Natal on tun de cou one BL [35 Simon Strong. Sender Lumina ef mevtvents subverts kel de mand, Vers Reporang, Lima 1992, pig 25. {36 ln mesnoviam Miguel Angel Rodguee Rivas 237 Abimae! Guzmin Reinoso, De pute y etre op. ct pg 34, Fn | Aamace como el pétreo cimiento sobre el cual habria de construir su fururo fanatismo. Les euentos infantiles que ningiin padre le fi fueron sustituidos por la afectuosa cer- cania de aquel maestro y guia que lo embarcé en la travesia por las incitantes paginas de El Manifiesto del partido Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels y otros textos fundamentales. Pero el vinculo entre maestro y disefpulo no se limit6 a los intereses académicos también compartian alegres incursiones al que, en febrero de 1956, inauguraron los esposos Segundo Quico Torres y Domitila Rivera en la calle Pera 109, a pocas cuadras de la universidad San Agustin. En ese local, el maestro Rodriguez y sus contertulios tenian al fondo un ambiente privado para sus celebraciones y este dato es la primera mencién que existe respecto de una que Abimael Guzmén cultivarfa en los afios siguientes y hasta su captura, El profesor Rodriguez tuvo una larga vida‘ Fallecié en Lima a los 92 afios un 13 de agosto de 2012 y sus longevos dias le per- mitieron ver las acciones terroristas desplegadas por el alumno que le habia dedicado su tesis de grado en filosofia con esta frase: «A mi maestro y dilecto amigo». AL CONCLUIR SUS ESTUDIOS, ABIMAEL GuzMAN REYNoso encontté una plaza como amaniiénse én el Estudio del abogado Julio Gémez de laTorre, pero era apenas un trabajo alimentario porque su real aspiracién era dedicarse a la docencia universita- fia, conversacién al marxismo y, ademds, carecia de formacién en otras areas como la literatura o la historia. Guzmdn consideré su fallida integracién como un rechazo de «los ambienteselicistas 2 | acogida porque vinculaba, de manera obsesiva, todo tema de Siewone ws vorasreRo de la intelectualidad arequipefia» y, en este punto, alguna razén tenia. En una ciudad de catedréticos con produccién biblio- sgifica propia, intelectuales con intereses variados, abogados ilustres, destacados politicos en el parlamento nacional, era muy dificil que pudiese tener cabida un hombre cuya tinica obsesién eran Stalin, Marx y Lenin, interés politico lo lev6 a participar en «las luchas en la Facultad de Sociologia; en realidad, fueron operativos de intriga para —— . con el perverso argumento de la depuracién para mejorar la ensefianza. Al final, en el inicio del verano de 1962, Guzman perdié ef empleo. «Yo estuve en la lucha, en ella patticipé en la depuracién de algunos profesores para mejorar la ensefianza. Participé en un congreso, triunfamos en nuestros objetivos pero (...) me quedé fuera. A ralz de eso me presenté para postular en Ayacucho», El diltimo dia de 52, se despidié de su madre adoptiva la sefiora ee la tinica casa donde lo hhabian albergado con afecto y emprendié, una ver més, otro viaje de desarraigo. En cuanto a la sefiora Jorquera, més alld de alguna leyenda urbana, nadie sabe las reacciones que pudo haber tenido cuando, dieciocho afios después de su partida, aquel hijo postizo empez6 a ejercer su. mortal oficio de tert0- rista; tampoco se sabe cudl habrd sido el sentimiento suyo el dia ‘en que vio, en la television y en los diaries, al muchacho que acogié para darle una mejor vida, convertido en un adulro con 138 Conisiin dela Verdad,sesidn del 28 de myo de 2002, ate 75 33 Anne traje de presidiario mientras un pai su captura. Dofia Jorquera 6 a los 76 afos. Esté sepul lon San Benito C, fila 4, nicho 570 del Cementerio General de Arequipa y, junto a la placa de cemento que lleva stu nombre, no existe ni una flor ni el rastro de alguna visita. 6 3Zp- EL INEVITABLE DESTINO Deniro de nosotros existe que mo tee Hombre 10 es lo que realmente somos. José Saramaco Bx mavreasus pesrne EL DIARIO QUE EN UNA CALLE DE AREQUIPA tuvo en sus manos Abimael Guzmén Reinoso, un dia de febrero de 1962, fue la primera cerilla con que habria de encender el fuego terrorista ieciocho afios més tarde. Un hombre que en un dia cualquiera lee un aviso en un diario es una nimiedad, sin embargo, aque- lla ver, esa simpleza, en realidad, activé un destino pavoroso que nadie podta descifrar. Cuando ef hombre termind su lec- tura y cerré el diario, se habla empezado modificar la vida de millones de peruanos, incluso la de aquellos que atin no habfan nacido. 2 Cristdbal de Huamanga, en Ayacucho, y Guzmdn, que habia perdido su puesto en la universidad San Agustin, envié su hoja de vida sin mayor esperanza. La respuesta que le dieron en 1962 recién la revelarfa en 1993 cuando el azar, que siempre manejé su vida, lo puso frente a un paisano suyo en el presidio de la isle San Lorenzo. Alli, Abimael le confesé al arequipesio Viadimiro Montesinos que se sorprendié al recibir la noticia de que habia sido aceptado como catedritico de Historia de Ja Filosofia y que esa fue la tnica razén por la que llegé a radicar en Ayacucho y si bien pensé quedatse apenas ft afio, 0 Asia se fue quedando por haberse enamorado de AugustalLa Torre Carrasco”. Su salida de Arequipa obedecié, ademas del desempleo, a Jaysoledad que 1o empezaba a envolver por su obstinacién en dedicarse pot sobre todas las cosas a la caren politica. Se iba que- dando solo porque wcamaradas que despuntaban eran ganados por los puestos, el ejercicio profesional y las posibilidades de ascenso social, olvidande el Partido. Era, pues, necesario pat- tit; es real, hay momentos en que se siente estar de més y los otros, aunque no lo digan, hacen sentir que les estorbas y echas sombtas, por eso: una nueva realidad y mejor siendo serrana, ganarse la vida, dejar que el tiempo eranscurriera y proseguir en el empefio: marxismo, partido, revolucién. Recibj la comunica- cin: nombrado profesor a dedicacién exclusiva a prueba por un aio; hice maletas, una y marché. El Partido no tuvo que ver en «sto, salvo extenderme credencial: “El camarada Alvaro es ..."; mi nombre de batalla entoncess. Ellunes 2 de abril de 1962,*' Rubén Manuel Abimael Guzmin Reinoso, , con veintisiete afios de edad, arribé: a la ciudad de Huamanga. «En noche de intensa lluvia, Hegué a mi nueva ciudad de residencia: Ayacucho. Una vez mis, pero tras argos afios, llegaba donde no conocia a nadie con excepcién del doctor Armando Barreda Delgado, mi profesor de Filosofia en con él habia enviado mis documentos para postular a tuna citedra de Filosofia y Psicologia en la Universidad Nacional San Cristébal de Huamangay, «Me presenté al doctor Alvaro 39. Vindimivo Moncinos Tower, Sin Sender, alerts tmprna, op. cit pig 187, 40 Manunsto de Abin! Guin, 41 Laprecin en lich cortesponde al esimonio de Gurnin ane la Comisiin de 1a Verda, ssn dl 28 de mayo de 2002, sete 75. 42. Manusrto de Abimael Guzmin, 0 | EL imewrmaaue pestise Villavicencio Whitcenburg a cuyas 6rdencs trabajé en Educacién, este me presenté al doctor REEDS. quien disi- gia Ciencias Sociales; con ellos desarrollé buena amistad en esa primera estadia como profesor hasta febrero de 1965. Y ambos, | luego, me llevaron ante el doctor Efrain Morote Best de cuyo despacho dependta nuestra actividad universtarin® «{Cudnto ganaba? Seis mil soles“; era, para mi, un buen sueldo, Como refe- rencia, para mejor comprensién, por pensién pagaba quinientos soles: desayuno, almuerzo y comida, “esas afios; claro esté la comida solo se servia hasta las ocho de la noche y para ir al cine habia que comer antes, 0 i al tinico lugar donde se podia hacerlo después: La Colmena y servirse un chu- rrasco con papas y huevo fiito, mas pan, té o café por dice soles, Xinico plato que preparaban a esa hora. Vivia en al jirén Bellido, un cuarto amoblado que alquilé a la sefiora quien enconces era dueria del cine Caceres, uno de los dos que habia en Ayacucho en aquellos tiempos. Postetiormente vivi en el jinn Asamblean®, Los APURADOS DESPACHOS DE PRENSA de los afos del terror, no se detenfan a precisar el nombre de la ciudad capital de la regién. y de tanto hacerlo impusieron el nombre Ayacucho como siné- nimo de Huamanga, En realidad, la ciudad de Huamanga es la capital del departamento de Ayacucho, una de las localida- des més antiguas del Peri, fundada por orden del conquistador Francisco Pizarro el 9 de enero de 1539 bajo el nombre de San Juan de la Fromera, La eligicron porque ademés de beh clima con un @ Waniscrvo de Abimael Grama, 44 Encl ao de 196, ssl sles equvalan a USS 23.88 (po de cambio S26. por lar Ese onto acuazado al so 2017 equiv au suelda de USS 180 senses 45 Manuserico de Ablael Guam, cde-camino entre Lima y Cusco, estacién ideal para Ia pausa de las twopas, comerciantes y viajeros que peregrinaban entre Lima y el Cusco. Durante el imperio incaico habia jugado el mismo papel: comarca de descanso en los desplazamientos del Inca. Con el virreinato, San Juan de la Frontera mudé su nombre al de Huamanga y obtuvo filgor econémico al convertirse en la ciudad de descanso de los mineros que venian con el oro de las minas de Potos{ y los mercantes que acarreaban el mercurio extraido en los yacimientos de Huancavelica. Entonces surgie- ron las haciendas en los campos y, en la ciudad, bellas casonas con patios, huertos, portales y balcones coloniales, junto a ‘numerosas joy sc mantienen treinta y tres de las tantas que mandaron edificar los tocados por la riqueza como un tri- buto para persuadir a un Dios que les anunciaba que era mas fécil que un camello pase por el ojo de una aguja antes que un rico acceda al reino de los cielos. El auge econémico impulsé el crecimiento de la ciudad y aquellos que ostentaban citulos de atistécratas y los otros que ‘necesitaron un centro de estu- dios en el cual formar a sus hijos. Asi, el 3 de julio de 1677, el obispo de la didcesis, don Cristébal de Castilla y Zamora, fund6 con refrendo del rey Carlos II de Espafta y Bula Pontificia del papa Inocencio XI.“* ‘La universidad estuvo en funciones durante dos siglos hasta que fue clausurada en 1886 tras el descalabro del pais en Ia Guerra del Pacifico. Después, siglo y medio més tarde, el 3 [6 Ta voraciin a San Cristal avo dre react com el ovigen dea ciudad fe an lida pars acogereldesnso dels homes que parchaban po: os eartinos tenia (qu lepiraSan Ctl queen el sara clstano, esl pan de ls viajes, ee EL inevrnante nesravo de ile dl 19595 48 seb con el nombre de Universidad ( Nacional de San Cristébal de Huamanga y con 228 alumnos matriculados en las carreras de agricultura, mineria, educacién. y humanidades. Para lograr la reapertura fue vital el impulso de una Comisién de Gobierno y Organizacién najesde la cultura peruana: los historiadores Barrenechea, Luis Valedrcel y el escritor José Maria Arguedas. En sus primetos tres afios la universidad, bajo el rectorado del jurista Fernando Romero Pintado, tuvo una magnifica némina de catedriticos: los esctitores julio, Ramm Ribeyro, Oswaldo y Miguel Gutiérrez; los poctas Antonio Cisneros y los historiadores Juan José Vega y Luis Guillermo Lumbreras; el socidlogo Luis Millones; el director de teatro el pintor Barique Camino Brent; el antropé- logo holandés ‘Tom Ziidema y un cientifico australiano, John -Barls, que aprendié a cantar huaynos en quechua y vivia en una iglesia abandonada. Perojeny1962 cl plaitelidejcavedréticos se/empea6 a mar=) char porque su recién electo rector, Efrain Morore Best, decidié torcer el rumbo de la universidad. Logré acceder al cargo tras ser electo por una Asamblea Universitaria conformada por pro- fesores y alumnos, en la cual tuvo un papel crucial el apoyo del Frence Estudiantil Revoluicionatio (FER), una organizacién ] formada por militantes de la Juventud del Partido Comunista de Ayacucho, El propio Guzman admite que «la eleccién fue cn medio de candente lucha politica que repercutié en toda la ciudad, pues la universidad estaba intimamente ligada a la colectividads*. Esta afirmacién significa que los estudiantes “1 < ‘Avan presionaron y hostigaron a los rivales con aeciones violentas Morote Best anuncié como objetivo convertirala Universidad San Crist6bal de Huamanga en un centro de estudios orientado = peer zona y a ottos venidos de provincias cercanas, Pero se trataba de un discurso oficial, Io cierto es que decris habia tun proyecto politico, el d i h cual las tareas proselitistas estuviesen por encima de la forma- cién profesional con la finalidad de crear una masa estudiantil marxista capaz de impulsar «una revolucién popular para traer abajo el Estado burgués explotador de los pobres». El rector Morore —uno de cuyos hijos, Osman Morote Barrionuevo, se convertiria en uno de los cabecillas de Sendero Luminoso— empeaé a desactivar al magnifico plantel de docen- tes para reemplazarlo con profesores de bajo nivel intelectual y alto grado de politizacién procedentes, en su mayoria, de la Escuela Normal Enrique Guzman y Valle, conocida como La ‘Cantuta, Pusieron la mira en la jén porque concentraba al que pro- venfan de las zonas mas pobres de Ayacucho, Huancavelica y Apurimac y la eligieron, sobre todo, por una finalidad sinies- tra: si concientizaban a los fucuros maestros estos se encargarfan de inocular 2 los escolares las ideas marxistas para formar una umasa revolucionaria». Fue a ese contingente que se sumé, en abril de 1962, Abimael Guzman Reinoso y apenas dos afios des- pués de su incorporacién ocupé el cpm l> Bésico de Estudios Generales, luego accedié a la posicién clave de jefe personal y pasé a tener una marcada influencia en Ja Facultad de Educacién, «Sern precisamente estos docentes Ex inavraate pasrIno conocidos como. los que impulsarfan en 1964, la creacién de los 3 Ayalav*, entidades escolares creadas bajo el pretexto de que los estudiantes de Educacién necesitaban colegios en los cua- les realizar sus pricticas preprofesionales, En realidad, existié detrs la perversa estrateyia de capt eSlates paras fines “politicos. Asi, «el fruro de esta labor proselitsta fue la forma- cién det i , que posteriormente permite la articulacién de una federacién de estudiantes secundarios denominada FUESA, que posterior- mente tendria una importante participacién en los sucesos de Iv, Hsta es una de las explicaciones a la presencia de adolescentes en las huestes del senderismo.«Este primer contacto inicia una larga relacién entre la Universidad de Huamanga y le Cantuta, que permitiré el flujo de docentes entre los «60 y 70, relacién que serd utilizada més tarde por el Partido Comunista Peruano-Sendero Luminoso (PCP-SL) para su expansién politica en Lima, Entre el grupo de “cantuteros” que llega 2 Huamanga se encuentra el profesor de teatro Victor en la Universidad La Cantuca y posteriormente en la década de los ochenta seria uno de los principales dirigentes de Socorro Popular en Lima, organismo de apoyo al trabajo politico-militar del PCP-SL>*, De esta manera, desde su posicién primero como Director de la Facultad de Letras y luego como rector, Efrain Morote Best —que estuvo vinculado a Ia universidad San Cristébal 48 Informe Comasidn dele Ved, 2.18. ly Universidad Nacional Son Criss de Hluamanga. pig. 576 49 Eder. 50 idem nme iu - que cul rian afios mas tarde en la eclosién del barbaro movi- miento terrorista Sendero Luminoso. Era un hombre de pequefia estatura, contextura delgada, nariz. prominente y un cuidado bigote, dueiio de maneras corteses y una inquietud intelectual que lo Ilevé a tener formacidn en disci- plinas como la historia, el derecho, la sociologia y la antropologia. ‘Nacié en Huamanga el 8 de julio de 1921 y se crio en el campo. donde vivi6 «en estrecho contacto con esos campesinos pauperi- zados; en tal medida estrecho, que mi primera lengua resulia Ser eliquechuia y no el espafiol en el que habitualmente se comunican mis padres y hermanos».*" A esa lengua aiiadié después el espaol, «elinglésy el fianoss ademds de tres profesiones logradas entre los afios 1945 y 1955: bachiller en Humanidades y doctor en Historia por la Universidad San Antonio de Abad del Cusco; bachiller en Derecho por la Universidad Nacional de Arequipa y Abogado por Ja Universidad Nacional de"Trujillo. Luego, ya sin titulos, enfocé sus intereses en la Antropologia y la Sociologia hasta convertirse en uno de los principales escudiosos del folklore peruano con invita- ciones y conferencias en diversas universidades de Sudamérica, los Estados Unidos de Norteamérica, Europa y Asia. Jo conocié ef afio 1957 en una expe- dicién al Amazonas relatada en un pequefio y notable libro ( scwlado Historia seoreta de una novela, en cuyas paginas traza ‘un expresivo retrato de Morote Best y da buenas luces sobre su personalidad: ‘Durante dos afios Morote hs la selva en condiciones muy difciles. Acompafado a veces por ia recortido pricticamente toda tun gula y a veces solo, emonté en canca los ios amazSnicos, 51 iain Mowore Bet, Paley Unvenided,Pdvor axel, Lima, 1990, pig. 12 “ | | I | | | f | Ex ievrancs paseo

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