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8247-D-2010 – Proyecto de resolución.

PRORROGA DEL PERIODO PARLAMENTARIO 128 DE SESIONES ORDINARIAS DEL CONGRESO DE


LA NACION HASTA EL 28 DE FEBRERO DE 2011.

17/11/2010

La Cámara de Diputados de la Nación


RESUELVE:

CONVOCATORIA A SESIONES DE PRORROGA


DEL CONGRESO DE LA NACION
Conforme al artículo 63 de la Constitución Nacional
1°.- Prorrogase el Período Parlamentario 128° de Sesiones Ordinarias del
Congreso de la Nación, hasta el 28 de Febrero de 2011, según lo establecido
en el artículo 63 "in fine" de la constitución nacional.
2°.- Invítase al Honorable Senado de la Nación a proceder en igual sentido,
aprobando la presente resolución conjunta:

Fundamentos:

La Cámara de Diputados de la Nación


RESUELVE:

Los tiempos políticos que vive el país, de la mano de un Poder Ejecutivo que
pretende gobernar por decreto y que amenaza administrar sin dar posibilidad
a que el Congreso de la Nación apruebe el Presupuesto General de Gastos y
Recursos para el ejercicio 2011, hace imperioso proceder a la prórroga del
período ordinario de sesiones.
Es urgente e imperioso proceder en este sentido pues sería la primera vez que
un gobierno democrático, no convoca a sesiones extraordinarias o de
prórroga, cuando durante el período ordinario de sesiones no se ha
completado el trámite de sanción de la ley de leyes.
Además sería la primera vez que un gobierno democrático renuncia a tener un
presupuesto votado por el Congreso de la Nación desde la adopción de la ley
de administración financiera, que vino a poner orden en la administración de
las finanzas públicas, lo que equivale a un grave retroceso en materia de
institucionalidad.
Este proceder no es nuevo y se ha repetido mediante un practica sistemática
del parte del oficialismo de bloqueo a la actividad legislativo e incluye una
larga agenda de asuntos pendientes que deben ser tratados por los plenarios
de ambas cámaras del Congreso. Se trata de una práctica instalada por el
gobierno desde que asumió el poder y así lo hemos puesto de manifiesto en
reiteradas oportunidades, por medio de iniciativas de igual tenor. Resulta
claro que con esos procedimientos el gobierno no logra robustecer el
presidencialismo, ni solamente debilitar el rol del Congreso, como resulta
notorio, instaurando el cesarismo como sistema. Ese cesarismo no sólo se ha
incrementado con el uso abusivo de los decretos de necesidad y urgencia con
fuerza de ley.
En consecuencia de lo expuesto, no resulta posible que se produzca ninguna
interrupción en las sesiones del Congreso, porque además, debemos tener en
cuenta que el Congreso no sólo "controla" cuando consigue mayorías
necesarias para sancionar leyes, para hacer pedidos de informes o para llamar
al recinto de sus Cámaras a los ministros del Ejecutivo: también controla
cuando las minorías parlamentarias denuncian excesos y promueven reuniones
en minoría, haciendo del Parlamento la insustituible caja de resonancia que
mira todo el país a la hora de saber qué es lo que está pasando.
Se impone por ello, señor presidente, la prórroga de las sesiones del Congreso
de la Nación, alternativa que está explícitamente prevista en el artículo 63 de
la Constitución Nacional, sin que ese texto autorice a interpretar, como la
práctica o jurisprudencia parlamentaria parece haberlo entendido, que sólo el
Poder Ejecutivo puede disponer dicha prórroga. Ello no es admisible desde el
punto de vista gramatical, porque la intervención necesaria del Presidente de
la Nación sólo está dispuesta para las sesiones extraordinarias; de lo contrario
no se comprendería por que el artículo 63 ha separado los respectivos párrafos
que se refieren a las dos convocatorias: debe entenderse, en consecuencia,
que la prórroga de las sesiones del Congreso puede disponerse, en forma
indistinta, tanto por el Presidente de la Nación o por decisión de aquel
cuerpo.
Si bien la doctrina ha discutido la competencia del Congreso para prorrogar
sus sesiones, dicha discusión se ha vinculando más a la costumbre o práctica
de no usar dicha atribución por parte de ese Poder del Estado que en
argumentos favorables a una retracción de poder del "Parlamento". En efecto,
nada menos que Joaquín V. González ha sostenido que "Aunque la
Constitución Nacional nada dice en términos precisos y no tergiversables sobre
la facultad del Congreso para prorrogar por si mismo sus sesiones, y aunque la
construcción de los artículos 55 y 86 inciso 12 no excluye verdaderamente tal
facultad al acordarla al Poder Ejecutivo, se ha hecho sólo costumbre
acordarla sólo a éste" (Manual de la Constitución Argentina, página 375); y
Sánchez Viamonte va aún más allá, porque no sólo defiende enfáticamente la
potestad de prórroga de las Cámaras del Congreso, sino que entiende que ese
es el pensamiento implícito del propio Joaquín V. González (Manual de
Derecho Constitucional, Pág. 265). De la misma opinión participan Bielsa
(Derecho Constitucional, Pág. 482), Bidart Campos (Derecho Constitucional
del Poder Tomo I), Carlos M. Bidegain (El Congreso de los Estados Unidos,
Depalma) y Humberto Quiroga Lavié (Derecho Constitucional, Depalma, 1985).
Esa ha sido también la posición del ex diputado Jorge Reinaldo Vanossi hecha
pública en el trabajo publicado en la "Revista del Colegio de Abogados de la
Ciudad de Buenos Aires", año 1982, N° 2, y que ha sido autor de iniciativas
legislativas en este sentido que hemos acompañado con nuestra firma cunado
integró nuestro bloque parlamentario.
En consecuencia, siguiendo los fundamentos oportunamente presentados, y de
las razones expuestas para no correr el riesgo de convertir al Congreso en un
convidado de piedra de nuestro sistema constitucional, tan necesario de
consolidarse, y de no verlo debilitado, es que pongo a consideración de la H.
Cámara el siguiente proyecto de resolución conjunta de ambas Cámaras, con
el objeto de convocar al Congreso a sesiones de prórroga a partir del 1° de
Diciembre próximo.
Se elige la opción de la resolución conjunta de ambas Cámaras porque la
atribución que se ejerce es de carácter exclusivo y de carácter interno del
Congreso de la Nación y, por lo tanto, no corresponde que sea promulgada por
el Poder Ejecutivo; no existiendo tampoco la posibilidad de que ella sea
vetada por dicho Departamento de Estado en los términos del artículo 83 de la
Constitución Nacional, no siéndoles aplicables a ella el trámite legislativo
previsto en los artículos 77 y 84 de la Constitución Nacional.

Firmante

GRIBAUDO, CHRISTIAN ALEJANDRO BUENOS AIRES PRO

MAJDALANI, SILVIA CRISTINA BUENOS AIRES PRO

PINEDO, FEDERICO CIUDAD de BUENOS AIRES PRO

MARTINEZ, SOLEDAD BUENOS AIRES PRO

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