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Pentecostés-B
don de comprender el
12 junio-2011
iglesiasmeilan@gmail.co
m
Evangelio y poder conocer y
estimar a Jesucristo y, así,
poder seguirlo mejor
Ahora apunto aquello que descubro
de JESÚS y de los otras personajes,
Y vuelvo a mirar la vida, los
la BUENA NOTICIA que
HECHOS vividos, las
escucho...veo
PERSONAS de mi entorno...
Y tomo conciencia del don del
desde el evangelio ¿veo?
Espíritu que he recibido. Y que
Leo/leemos el texto. ¿Qué experiencias he tenido
Jesucristo me ha hecho discípulo
Después contemplo y subrayo. de “ver” al Señor en las
y me ha hecho apóstol,
diversas presencias que el
enviándome a otras personas para
Espíritu Santo nos ofrece?
hacerles presente su proyecto. ¿A
¿Qué testigos de discípulo–
quien me envía? ¿Cómo respondo
apóstol he encontrado?
a la misión que se me
encomienda?
Jn 20,19-23
19
En la tarde de aquel día, el primero de la
semana, y estando los discípulos con las puertas
cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se
puso en medio y les dijo: «¡La paz esté con
vosotros!». 20 Y les enseñó las manos y el
costado. Los discípulos se llenaron de alegría al
ver al Señor. 21 Él repitió: «¡La paz esté con
vosotros! Como el Padre me envió a mí, así os
envío yo a vosotros». 22 Después sopló sobre
ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. 23 A
quienes perdonéis los pecados, les serán
perdonados; a quienes se los retengáis, les serán
retenidos». (Si lo hacemos en grupo, lo puedo
(Si lo hacemos en grupo, lo puedo compartir) compartir)
No acabo (no acabamos, si lo hacemos en grupo) sin estos dos pasos
Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a Plegaria. Diálogo con Jesucristo Resucitado, que trae-propone
través de este Evangelio y compromiso el mandato de amor a sus seguidores-testigos ...
AL VIENTO DE TU ESPIRITU
Al viento de tu Espiritu,
que animó y ordenó, desde el inicio, Al viento de tu Espíritu,
la creación toda que se llevó en Pentecostés los prejuicios y los
e infundió aliento de vida miedos,
en todos los seres, y abrió de par en par las puertas del cenáculo,
nos colocamos, Señor. para que toda comunidad cristiana
fuera siempre sensible al mundo,
Al viento de tu Espiritu, libre en su palabra,
que guió a tus profetas y mensajeros, coherente en su testimonio
y a todo tu pueblo, e invencible en su esperanza,
por los ambiguos caminos de la historia, nos abrimos, Señor.
nos aventuramos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
Al viento de tu Espiritu, que se lleva, hoy, los nuevos miedos de la Iglesia,
que penetró y remansó en el corazón que sacrifica en ella todo poder que no sea
y vientre de María de Nazaret, servicio
hacieéndola portadora de vida y esperanza, y la purifica con la pobreza y el martirio,
vivimos, Señor. nos reunimos, Sañor.
En cierta ocasión, los colores comenzaron a pelearse. Cada uno quería ser el más
importante.
El verde alegaba que era el color de la vida y la esperanza, y el más repartido en la
naturaleza.
El azul reivindicaba ser el color del agua y del cielo, del mar y de la paz.
El amarillo decía ser el color de la alegría, del sol y de la vitalidad.
El naranja pretendía ser el color de la salud, de la vitamina y de la fuerza.
El rojo subrayaba su fuerza y su valor, su pasión y su fuego.
El púrpura subrayó que era el color de la nobleza y del poder.
El añil hacía notar que era el color del silencio, de la reflexión, de la oración y del
pensamiento profundo.
La lluvia observó la disputa e intervino con su fuerza. Los colores se acurrucaron entre sí y
se fundieron en uno.
Cuando cesó la lluvia, se desplegaron en forma de arco iris y todos y cada uno de ellos lució
su belleza y se dieron cuenta de la belleza del conjunto.
(Historia hindú, En R. Berzosa,
Parábolas para un nueva evangelización,
Monte Carmelo 234)