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FACULTAD DE ANTROPOLOGÍA
Licenciatura en Arqueología
TESIS
PRESENTA:
Gabriela Serrano Rojas
Director:
Dr. Javier O. Ruiz Gordillo
Primero que todo agradezco a Dios por permitirme dar este enorme paso en mi
vida, por haberme dejado concluir la licenciatura y este trabajo con éxito.
A mis padres Víctor A. Serrano Guzmán y Caridad Rojas Carrasco por
apoyarme desde el momento de elegir la carrera de Arqueología, por brindarme la
oportunidad de estudiar, que con su esfuerzo económico, físico y emocional pude
lograrlo, gracias porque nunca me hizo falta nada, por sus maravillosos consejos,
palabras alentadoras y sobre todo por la confianza brindada. Gracias por sus
noches de oraciones y por estar siempre a mi lado, este logro es también de
ustedes.
A mi hermana, Grisell Serrano Rojas por solventar parte de mis gastos los
últimos años de mi carrera, por tu carácter fuerte que muchas veces me hiciste ver
la realidad de la cosas, por ser mi dualidad complementaria.
A mi hermano Víctor A. Serrano Rojas quien sin duda alguna fue la
inspiración durante mi carrera y de este trabajo; la fuerza que me hacia levantarme
en momentos que sentía no poder, quien me hizo falta cada uno de mis días, con
quien reía a larga distancia y compartía tristezas, por ser mi mejor cómplice y
amigo, gracias por tu siempre apoyo entusiasta.
A mis abuelos paternos Gregorio Serrano y Carmen Camas, tanto por su
apoyo económico en mis viajes universitarios, por la impresión final de este trabajo
y demás apoyos brindados durante mi carrera. Para Mis abuelos maternos Mario
Rojas y Agrícola Carrasco, por estar siempre en sus oraciones y por preocuparse
por mi bienestar cada uno de mis días. Gracias abuelitos porque siempre
estuvieron a mi lado con sus consejos, abrazos y palabras de ánimo
A cada uno de mis tíos y primos por recibir de ellos palabras deseosas de
éxito, especialmente a mi Tía Adriana Serrano y Ernesto Enríquez por confiar en
mí, por aludir a mi persona con orgullo, por su apoyo económico en ocasiones y
por compartir conmigo este logro; aquí esta lo prometido.
Para dos personas sumamente importantes y especiales desde mí llegada
a Xalapa, quienes formaron parte de mi carrera desde el inicio; mis dos mejores
amigas: Susana Partida Alcaráz y Elena Galia Gallardo. A ti Sury por esas
comidas compartidas, por las tardes lluviosas de Xalapa acompañadas de un café,
por los 4 años de vivir a tu lado. Galia; porque las prácticas de campo sin ti no
hubieran sido iguales, por nuestros ataques de risa singulares, a las dos por sus
abrazos, por estar conmigo cuando sentía que caía, por dejarme formar parte de
ustedes y de su apreciable familia, por sus alegrías, tristezas y porque pasamos
momentos y aventuras inolvidables.
Agradezco infinitamente a la Psicóloga María Elena Gutiérrez, quien vió por
mí como parte de su familia, por abrirme las puertas de su casa cuando lo
necesitaba, por cuidarme como una hija en mis enfermedades, por escuchar de
ella siempre palabras confortadoras.
Con respeto, admiración y agradecimiento para el Director de este trabajo,
Dr. Javier Omar Ruiz Gordillo por permitirme ser parte de su conocimiento, por su
tiempo y esfuerzo dedicado, por haber aceptado ser parte de esta investigación,
quien sin su apoyo esto no se hubiera logrado. A la Dra. Yamile Lira López,
asesora y lectora del mismo, por la dedicación en cada una de las páginas, por su
tiempo prestado a este trabajo, y sobre todo por su exigencia para el mismo.
Quiero agradecer de igual manera al Mtro. Omar Melo Martínez, por aceptar
ser parte del equipo como lector y sinodal, gracias por tomarse el tiempo
necesario para que se llevara a cabo.
A las personas magnificas que conocí en la Facultad de Antropología
durante mi estancia, por sus apoyos académicos, las inolvidables prácticas de
campo con ustedes, con quienes también compartí risas, abrazos, lagrimas,
aventuras, viajes y también maravillosas fiestas, sin duda alguna grandes amigos
importantes en mi vida; Dulce P. Martínez (Tuchis), Marisela Guzmán
(Maricumbias), Carlos A. Fernández (Pelos), Raymundo Ramírez (Rays), Yunuen
Valles (Joje), Meztly Dehonor (Mez), Mauricio D. Cuevas (Petro), Pablo Martínez
(Pablini), Jose de J. Palmeros (PepeChango), Isaac Nieto (Negris), y Josué
Mendoza (Furcio).
Agradezco al “proyecto arqueológico API_ALT” por las dos temporadas de
campo como participante y servicio social dentro del mismo; a su director el Dr.
Gustavo Ramírez, por dejarme ser parte de su equipo, proyecto del cual obtuve
conocimientos prácticos en arqueología. A los arqueólogos Tonantzin Silva y
Víctor Valdovinos por ayudarme internamente en este proyecto.
En especial al arqueólogo Sixto Rodríguez Rosas, por su apoyo
incondicional, por compartir sus conocimientos conmigo, y su sincera amistad.
Gracias a cada uno de mis maestros por sus clases brindadas durante la carrera,
por su apoyo en mis trabajos finales, y sus conocimientos dejados en mí.
PROPUESTA DE RESTAURACIÓN DEL JUEGO DE
PELOTA Y DIFUSION DEL SITIO ARQUEOLÓGICO DE
CUYUXQUIHUI, PAPANTLA, VERACRUZ.
INDICE
INTRODUCCIÓN ------------------------------------------------------------------------------------ 6
Planteamiento del problema --------------------------------------------------------------- 9
Justificación -----------------------------------------------------------------------------------12
Objetivos ---------------------------------------------------------------------------------------16
Capítulo I
ANTECEDENTES ----------------------------------------------------------------------------------19
Capítulo II
EL SITIO
2.1 Ubicación geográfica-------------------------------------------------------------------22
2.2 Accesos al sitio --------------------------------------------------------------------------26
2.3 Etimología---------------------------------------------------------------------------------28
2.4 Hidrografía y clima----------------------------------------------------------------------29
2.5 Suelos y geología -----------------------------------------------------------------------30
2.6 Flora y fauna -----------------------------------------------------------------------------30
2.7 Infraestructura de servicios ----------------------------------------------------------35
2.8 Evolución demográfica en el municipio de Papantla--------------------------36
Capítulo III
EL SITIO ARQUEOLOGICO
3.1 Antecedentes históricos -------------------------------------------------------------38
3.2 Antecedentes de investigación en el sitio -------------------------------------40
3.3 Distribución del asentamiento y la arquitectura de Cuyuxquihui ---------43
3.4 Los materiales arqueológicos -----------------------------------------------------65
1
Capítulo IV
EL JUEGO DE PELOTA EN MESOAMERICA Y VERACRUZ
4.1 El juego de pelota en Mesoamérica----------------------------------------------73
4.2 El juego de pelota en Veracruz ----------------------------------------------------81
4.3 El juego de pelota de Cuyuxquihui -----------------------------------------------87
Capitulo V
MARCO TEORICO -------------------------------------------------------------------------------- 92
Capítulo VI
METODOLOGIA
6.1 Metodología -------------------------------------------------------------------------- 102
6.2 Elaborar un proyecto de propuesta de investigación que
incluya las acciones de restauración. ---------------------------------------------- 102
6.3 Aprobación del proyecto ---------------------------------------------------------- 104
6.4 Presupuesto -------------------------------------------------------------------------- 105
6.5 La intervención en el juego de pelota de Cuyuxquihui -------------------- 106
6.5.1 Personal a contratar ------------------------------------------------------------ 116
6.5.2 Material ------------------------------------------------------------------------------ 117
6.5.3 Propuesta de conservación del juego de Pelota ------------------------- 119
Capítulo VII
LA DIFUSIÓN
7.1 Acceso natural del área cívico-religiosa hacia el juego de pelota ----- 121
7.2 Acceso natural de la comunidad hacía el juego de pelota --------------- 122
7.3 Las cédulas informativas --------------------------------------------------------- 123
2
Capítulo VIII
EL SENTIDO SOCIAL DE LA INTERVENCION
8.1 Integración comunitaria con el patrimonio cultural ------------------------- 131
Capítulo IX
COMENTARIOS FINALES--------------------------------------------------------------------- 135
3
INDICE DE FIGURAS
Figura 3 Detalle del acceso desde Paso del Correo a la zona arqueológica, sin
escala, imagen a partir de Google satelital.--------------------------------------------------27
Figura 8 Vista de la esquina noreste del Edificio II; este es uno de los edificios
que más deterioros presenta. --------------------------------------------------------------------52
Figura 9 Fachada norte del Edificio III; se observan tres etapas constructivas y la
presencia de pintura mural en forma de círculos en color rojo sobre el tablero
corrido de oriente a poniente del edificio original. ------------------------------------------54
4
Figura 11 Monolito sobre el edificio III en el que no se ha hallado huella alguna
de grabado o pintura, sin embargo es posible que fuese la base sobre la cual se
colocaban aditamentos religiosos. -------------------------------------------------------------57
Figura 12 Edificio IV, esta estructura yace ahora adosada al cerro como
producto del derrumbe del acantilado de arena sobre buena parte del
asentamiento. ----------------------------------------------------------------------------------------58
Figura 17 Juego de pelota entre los Edificios 13 y 14, al fondo el edificio 16, sitio
arqueológico Tajín. ---------------------------------------------------------------------------------83
Figura 18 Tablero Noroeste del juego de pelota Sur, sitio arqueológico Tajín---85
5
INTRODUCCION
1
El término Mesoamérica fue propuesto, en 1943, por Paul Kirchhoff, aun cuando habían ideas
anteriores al respecto, como las sustentadas por Clark Wissler y Eduardo Seler. Mesoamérica es
una gran área definida en términos ontológicos aunque pluriétnica y lingüísticamente diversa.
Mantiene, sin embargo, características que le dan cierta unidad y sustancialmente diferentes a
Aridamérica. Tales características son, principalmente, la agricultura como base económica, uso de
dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), ausencia de metalurgia, sacrificios con fines
religiosos, cultivo del cacao, construcciones piramidales, entre otras.
2
Sobre la palabra, el doctor Alfredo López Austin, citado en Revista Mexicana de Arqueología, Vol.
XVIII – Núm. 104, pág. 8 menciona que “se trata de lo que se conoce como anacoluto, es decir,
cuando no hay concordancia de género en una palabra compuesta, por ello la manera correcta de
referirse a esa área cultural es Aridamérica”.
6
Monumentos y Zonas Arqueológicas (DRPMZA) del INAH, varía desde un sencillo
montículo de tierra, hasta grandes conjuntos compuestos por construcciones
insertas en un urbanismo que fue estructurándose a lo largo del desarrollo
histórico prehispánico.
Para el visitante, uno de los rasgos más interesantes y observables de las
culturas prehispánicas es, precisamente la arquitectura. Estamos familiarizados
con su presencia en el paisaje, la sobriedad o bien la elegancia de su forma y
decoración, sus grandes volúmenes y la calidad de sus materiales constructivos;
sin embargo, en la arqueología mexicana la arquitectura expuesta al público
visitante, representa tan solo una pequeña parte de todo el legado cultural del
México antiguo, y ésta, la arquitectura que el visitante observa es, usualmente,
aquella relacionada con el poder tanto civil como religioso, es decir, es poca la
arquitectura relacionada con casas habitación u obras de infraestructura que ha
sido restaurada. No ha sido considerada relevante por la mayoría de los
investigadores hasta hace algunas décadas.
En este sentido, a la par que la restauración ha sido enfocada a edificios
suntuosos o más relevantes, ha sucedido lo mismo con el estudio de las culturas
prehispánicas. Ejemplo de ello son las tierras costeras del Golfo de México, que
hoy forman parte del territorio que ocupan los estados de Veracruz, Tamaulipas y
Tabasco, en donde se desarrollaron tres grandes culturas: la Olmeca al sur del
actual Estado de Veracruz; la de los pueblos del Totonacapan3 que habitaron la
zona costera central; y la cultura Huasteca que se asentó en una extensa región
que se ubica al norte del Estado de Veracruz y llega hasta la Sierra Madre Oriental
y el Estado de Tamaulipas. Se ha privilegiado la investigación de lo Olmeca y lo
Totonaca sobre lo Huasteca hoy en día.
3
El Totonacapan se considera, espacialmente, comprendido por el río Cazones al norte, por el río
Huitzilapan al sur, aunque anteriormente lo era el río Cotaxtla, al este lo limita el Golfo de México y
al oeste la Sierra Norte de Puebla, en lugares como Huitzila; de ahí Pahuatlán, Acaxochitlán y
Zacatlán, de ahí a Jalacingo y Atzalán. El arqueólogo Alfonso Medellín Zenil (1976) creía que los
límites al sur eran producto de una contracción del territorio totonaco.
7
Sin embargo, no fueron las únicas culturas que ocuparon el suelo que hoy
se conoce como territorio veracruzano. Otomíes, Nahuas y Toltecas, entre otros
grupos se asentaron también en la Costa del Golfo de Veracruz y crearon su
propia arquitectura o bien, como se observa con asentamientos Nahuas y
Otomíes, se apropiaron de la existente y la modificaron imprimiendo algunas
características particulares, como se hace referencia páginas adelante en nuestro
estudio de Cuyuxquihui.
Así pues, en el vasto territorio de México existen zonas arqueológicas en un
número muy importante que rebasa los 150,000 sitios,4 aun cuando a la fecha,
únicamente se encuentran abiertas al público menos de 176 asentamientos
prehispánicos; casi todos ellos han sido trabajados en su aspecto monumental,
algunos de estos sitios atraen a visitantes en gran número. Entre ellas, las más
visitadas son Teotihuacán, Chichén Itzá, Uxmal, Palenque, Monte Albán, Tajín,
Tula, Templo Mayor y Xochicalco.
Por otra parte, en el territorio Veracruzano las zonas arqueológicas más
conocidas son Tajín, Cempoala, Quiahuiztlan, Filobobos y Castillo de Teayo,
aunque encontramos también otros asentamientos prehispánicos, quizás no con
una arquitectura sobresaliente pero si con un desarrollo cultural interesante como
el de Higueras, San Lorenzo Tenochtitlán, Cuauhtochco, Zapotal I, Cuyuxquihui,
Las Limas, Tres Zapotes, Toxpan, Aparicio, Oceloapan.
Otros están en proceso de estudio, como Cacahuatengo, Idolos, Tuzapan,
Paxil, por mencionar algunos. Uno de estos sitios, pequeño, con arquitectura y con
presencia de tres grupos culturales coexistiendo en algún momento es el de
Cuyuxquihui, situado en el municipio de Papantla de Olarte Veracruz, Estado de
Veracruz, en el Totonacapan septentrional; aunque no tuvo una importancia
relevante como El Tajín, formó parte del desarrollo cultural de la región en una
fecha más reciente que éste, del cual dista pocas decenas de kilómetros.
4
La Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas (DRPMZA) del INAH,
por ley, la encargada del inventario nacional en esta materia, tiene un registro de aproximadamente
150,000 sitios, aunque considera que dicha cantidad puede ascender hasta cerca de los 400,000.
8
En este sentido, este trabajo aborda precisamente la propuesta de
restauración del juego de pelota y difusión del sitio arqueológico de Cuyuxquihui,
Papantla, Veracruz.
Como sitio pequeño, aislado de las rutas normales de turismo y del escaso
financiamiento para investigación y conservación otorgado al sitio, Cuyuxquihui
dista mucho de tener un panorama cultural completo del grupo que habitó ese
espacio, pues en este sentido, en las cortas temporadas de campo realizadas,
solo se ha investigado la parte norte y centro del sitio, continuando los trabajos
arqueológicos para las áreas consideradas habitacionales, terrazas, plazas entre
otras hacía el sur y poniente.
9
prehispánica como, al igual que durante el siglo XX, se manifestaron diversos
“estilos” que permiten ubicar, aproximadamente, la época de construcción de
algunas estructuras o edificios.
A cerca de 30 años de haberse iniciado los primeros trabajos en el sitio
arqueológico de Cuyuxquihui, en los cuales se contó con el pleno apoyo de la
comunidad, de instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH) y el Instituto Nacional Indigenista (INI), ésta zona recibe cada vez un mayor
número de visitantes debido a la promoción en la red de internet, visitantes que
requieren de información científica sobre el sitio y el entorno, además de servicios,
no obstante que esta zona arqueológica es una de las pocas abiertas al público en
la cual no se cobra cuota de acceso.
A la fecha el asentamiento prehispánico de Cuyuxquihui cuenta con dos
custodios del Instituto Nacional de Antropología e Historia para la conservación y
protección del sitio, lo cual, comparativamente con algunas otros en el Estado de
Veracruz, como Quiahuiztlan o el Zapotal I, en donde tres o más custodios
mantienen una área abierta al público menor, Cuyuxquihui, por consiguiente,
requiere de mayor número de custodios.
Por su parte, ha sido una constante de los visitantes y habitantes cercanos
al sitio arqueológico la petición de continuidad de las investigaciones y la
restauración así como tener una mayor información sobre el lugar. Derivado de lo
anterior se pretende realizar una restauración del juego de pelota, contando
previamente con la autorización del Consejo de Arqueología y se ajustará a las
Disposiciones Reglamentarias para la Investigación Arqueológica en México,
contemplando acciones previas a la intervención, como son la descripción
arquitectónica del sitio en general y del elemento específico, levantamiento
topográfico, levantamiento fotográfico, entre otros.
El juego de pelota al estar ubicado aproximadamente a 800 metros al sur de
la zona nuclear, hasta hoy la única área abierta al público, presenta algunos
problemas derivados de visitas irrestrictas, por lo que consideramos posible que,
mediante trabajos de investigación y conservación, se coadyuve en la protección y
10
difusión de los contenidos del sitio arqueológico al presentar el elemento expuesto
a la visita.
El área abierta a la fecha al público son aproximadamente 4 de las 20
hectáreas que tiene delimitada la zona arqueológica. La difusión, vía Internet de
Cuyuxquihui, también ha generado una solicitud de los visitantes nacionales e
internacionales a disfrutar de una mayor aproximación a todos los espacios,
incluyendo otros edificios, y la apertura de senderos para contemplar la vegetación
y fauna, así como del asentamiento en lo general y el medio en el que se
encuentra localizado, por lo cual es necesario abrir esta estructura ubicada en el
extremo opuesto al área liberada actualmente y que tuvo una presencia
fundamental en el desarrollo de las culturas prehispánicas. Lo cual conlleva a
ubicar este proyecto, estas nuevas rutas de visita conjuntamente con información
relativa al sitio.
En este sentido, el juego de pelota de la zona arqueológica de Cuyuxquihui
posee en mediano estado de conservación, una estructura conformada por cuatro
elementos arquitectónicos: dos plataformas, el espacio entre las plataformas que
constituye la cancha y un pequeño altar vinculado arquitectónicamente con el
juego de pelota.
No es la única estructura sin restaurar, pues, en sus poco más de 20
hectáreas, solo se encuentra liberado un 50 % de los edificios con los que cuenta
el sitio. Los no liberados están diseminados por toda la ladera del cerro, algunos,
de acuerdo a las excavaciones realizadas por Ruíz Gordillo (2004) cubiertos por
gruesa capa de arena producto de deslaves del acantilado.
Es por ello que el interés es amplio en dar a conocer a la comunidad de
Cuyuxquihui, a la comunidad arqueológica y el público en general interesada en la
zona, otra parte aun “desconocida” de Cuyuxquihui: el juego de pelota, como
elemento arquitectónico de un asentamiento.
El juego de pelota, al encontrarse retirado hoy en día y con un difícil acceso
ha pasado desapercibido por la mayoría de los visitantes, salvo por aquellos que
buscan una visita alternativa en la cual transiten por veredas y antiguos cultivos de
11
vainilla. Por ello la comunidad de Cuyuxquihui, participantes activos de la
conservación y difusión de su patrimonio cultural, han propuesto construir una vía
segura de acceso, desde su comunidad, compartiendo al mismo tiempo la vista
natural que el sitio proporciona, lo cual redundaría en una comunicación
intrínseca entre el área cívico-religiosa al norte del asentamiento, con el propio
juego de pelota, al sur. Esto conduce a una necesidad de información básica y
científica plasmada en cédulas informativas en cada uno de los edificios
arquitectónicos y elementos naturales a destacar así como de senderos seguros al
visitante.
La ausencia de investigaciones en esa área, así como de levantamientos
topográficos y el estudio de los materiales arqueológicos contextualizados, resulta
del mayor interés y necesidad para poder realizar trabajos de conservación y
liberación de ese elemento arquitectónico.
La difusión por su parte será el resultado de trabajos previos que ayudarán
a que el sitio sea conocido en el ámbito arqueológico y científico. Es,
sucintamente, hacer visibles los objetivos y resultados llevados a cabo, con la
confianza de que coadyuvarán en la conservación en el marco de un proceso
mediante el cual las comunidades asignan un significado a algo que, en el mejor
de los casos, pueden entender como su pasado remoto y reciente a la vez.
Justificación
13
Se justifica esta intervención toda vez que, de acuerdo a la carta de Atenas
de 1931, en su primer inciso, menciona que:
14
la problemática de protección y vigilancia de las más de 20 hectáreas en que está
localizado el sitio arqueológico, y al interés y participación de la comunidad
indígena por contar con un sitio arqueológico y un espacio de preservación
natural, para disfrute de la propia comunidad, de los poblados vecinos y del
público en general lo que ha derivado en que Cuyuxquihui sea uno de los pocos
sitios arqueológicos abiertos al público en que no se cobra cuota de acceso y se
ha privilegiado el medio natural sobre el cultural.
La participación comunitaria es un factor importante para tomar en cuenta la
conservación y protección. Pues existe la relación de los habitantes no solo como
espectadores del desarrollo histórico de este pueblo prehispánico, sino también
como conservadores cercanos al patrimonio cultural como parte de su vida
cotidiana.
Así pues, esta investigación resulta relevante debido a la connotación de
conservar para proteger, en el marco de proporcionar al visitante seguridad en el
acceso, información científica accesible a todo público, plasmadas en cédulas
interpretativas, resultado de las investigaciones, así como permitir al visitante
acercarse a la naturaleza de uno de los pocos espacios protegidos física y
legalmente como áreas naturales que a la fecha existen en la región, además de
observar la arquitectura y el manejo del espacio en lugares, hasta ahora, no
abiertos al público.
Cabe mencionar que de acuerdo al capítulo I de la Ley Federal de
Monumentos y Zonas Arqueológicos, artísticos e Históricos de 1972, en el Artículo
2º se indica que “Es de utilidad pública, la investigación, conservación,
restauración y recuperación de los monumentos arqueológicos, artísticos e
históricos y de las zonas de monumentos”.
A pesar de que actualmente el sitio mantiene visitas constantes e interés
por un turismo nacional e internacional, el interés particular de la comunidad en la
conservación, protección y difusión del sitio les ha llevado a plantear el
establecimiento de una ruta de visita alterna con el disfrute del entorno natural, lo
15
cual conlleva a ubicar este proyecto, estas nuevas rutas de visita conjuntamente
con información relativa al sitio.
En la parte sur de la zona arqueológica denominada del juego de pelota,
encontramos este elemento arquitectónico prehispánico en un estado bueno de
conservación, aunque cubierto de tierra y vegetación. Esta estructura no ha sido
intervenida por lo que aún se ignoran aspectos relativos a su forma, sistema
constructivo, materiales empleados, e incluso función entre otros.
La restauración del juego de pelota, coadyuvará a mantener en buen estado
el área al ser un espacio abierto a la visita controlada en horarios ya establecidos
para todo el sitio, permitiendo disminuir los problemas de deterioro por visitas
irrestrictas y deterioros por causas naturales. Por lo que aportará una mejor
visualización del desarrollo cultural de esa ciudad prehispánica y elementos para
su protección legal.
Conjuntamente con la restauración del juego de pelota, el establecimiento
de rutas alternas de visita y la elaboración de cédulas informativas del sitio,
elementos arquitectónicos y el entorno, contribuirá a la mejor conservación,
protección y divulgación de la zona arqueológica vinculada a la protección y
conservación del medio.
Objetivos
Presentar una propuesta para la restauración del juego de pelota del sitio
arqueológico de Cuyuxquihui, ubicado en el municipio de Papantla,
Veracruz, basada en la investigación necesaria para llevar a cabo la
intervención, y sustentada en la información recabada a la fecha
(levantamiento topográfico, fotográfico, arquitectónico, etcétera) y
16
siguiendo los principios mencionados en la Carta de Venecia de 1964 a
los cuales México está suscrito.
Presentar una propuesta de difusión del asentamiento prehispánico:
senderos interpretativos, áreas de observación y descanso, cédulas
interpretativas e informativas, que permitan al visitante conocer mejor este
sitio y sumarse a la protección y conservación del mismo.
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servicios, así como información del municipio y la evolución demográfica en el
mismo.
El capítulo III remite a los antecedentes históricos y de investigación en el
sitio, la distribución y arquitectura, así como a los materiales arqueológicos
presentes en el sitio de acuerdo a la bibliografía existente hasta el momento.
El capítulo IV trata sobre el juego de pelota en Mesoamérica, en Veracruz y
al de Cuyuxquihui, objeto éste último de nuestro trabajo.
El marco teórico está comprendido en el capítulo V, en tanto que la
metodología es abordada en el capítulo VI en donde presentamos la propuesta de
proyecto, presupuesto, la intervención, el personal a contratar, material y
propuesta de conservación del juego de pelota de Cuyuxquihui.
La difusión está incluida en el capítulo VII donde se plantea el acceso
natural desde el área cívico religiosa hacía el juego de pelota y el acceso desde la
comunidad hacía el juego de pelota, además de presentar las cédulas informativas
propuestas para su inclusión en el recorrido.
Lo anterior condujo a plantear un capítulo VIII en el cual se perfila el sentido
social de la intervención en la zona arqueológica, tomando en cuenta que la
comunidad ha sido puntero en la apropiación del patrimonio cultural en el Estado
de Veracruz.
El capítulo IX comprende los comentarios finales. Al final de este trabajo se
indica la bibliografía empleada.
Las fotografías empleadas en el trabajo fueron tomadas y editadas por la
autora de esta tesis.
18
Capítulo I
ANTECEDENTES
5
Comunicación personal, por la Custodio, Sra. Gregoria García; Cuyuxquihui, febrero 2010.
20
Francisco de la Maza por el Instituto Nacional de Antropología e Historia toda vez
que la participación de hombres y mujeres en la conservación del sitio
arqueológico sobrepasó el ámbito local y condujo a un reagrupamiento de toda la
población en torno a metas conjuntas, de tal manera que, a pocos años de
iniciados los trabajos, se observa un cambio en la comunidad de Cuyuxquihui:
reordenamiento de lotes, introducción de energía eléctrica, sentido de identidad
étnica con lo cual vuelven a ser formados grupos de danzantes, artesanos y, por
supuesto, continuar su participación en la protección ya no solo de las estructuras
prehispánicas sino del entorno natural, propiciando así un resurgimiento de la flora
y la fauna local que, hoy en día, constituye una reserva natural.
21
Capítulo II
EL SITIO
22
El Tajín
23
De acuerdo a la carta topográfica F14D76 editada por INEGI, el municipio
de Papantla tiene una superficie de 1,199.26 kilómetros cuadrados, lo cual
representa el 1.65 por ciento del total del Estado. Limita al norte con el municipio
de Cazones, al sur con el estado de Puebla, al este con Tecolutla y Gutiérrez
Zamora, al oeste con Poza Rica, Coatzintla y Espinal, al noreste con Tihuatlán y al
sureste con Martínez de la Torre (figura 2).
Políticamente el municipio de Papantla de Olarte6 se divide en 187
congregaciones, entre las más importantes se encuentran: Adolfo Ruiz Cortínez,
Arroyo Colorado, Belisario Domínguez, Tajín, Paso del Correo, El Cedro, La
Concha, Cuyuxquihui y Pueblillo.
A esta parte de Veracruz se le ha llamado Totonacapan, aludiendo a una de
las culturas prehispánicas más importantes que la habitaron y cuyos
descendientes viven en la actualidad, mayoritariamente, en este Estado. Al igual
que la Huasteca. La región es parte de la gran planicie costera del golfo. Por el
lado sur esta planicie se reduce en lo ancho y se observa un paisaje compuesto
por lomeríos, los cuales se hacen más numerosos y un poco más quebrados
conforme se localizan al poniente.
Cuyuxquihui está ubicado en un espacio que, hoy en día, constituye un
relicto natural en muchos kilómetros a la redonda; la visita al sitio no es
únicamente por su arquitectura o historia prehispánica sino por la asociación entre
el patrimonio cultural y natural que es posible observar solamente en pocos sitios.
En este contexto Cuyuxquihui es un asentamiento pequeño, carente de
espectacularidad arquitectónica, a la que estamos acostumbrados en sitios
6
La cabecera municipal del municipio de Papantla es la ciudad de Papantla de Olarte, la cual era
conocida durante la época colonial como Santa María de Papantla hasta el 20 de agosto de 1910
en que le es dada la categoría de ciudad y, a los pocos meses, el 20 de diciembre de ese año,
como justo homenaje, a la ciudad le es agregado el nombre de Olarte. Lo anterior fue bastante
inusual, aún tratándose de una ciudad mayoritariamente indígena pues, ese año era inicio de la
Revolución Mexicana y se le rendía tributo a un indígena totonaco, héroe de la independencia,
nacido en la comunidad de Cuyuxquihui, Papantla, Veracruz.
24
prehispánicos, sin embargo posee otras cualidades que la hacen singular a la
arqueología del estado de Veracruz.
25
2.2 Accesos al sitio
26
Figura 3. Detalle del acceso desde Paso del Correo a la zona arqueológica, sin escala,
imagen a partir de imagen satelital de Google.
27
2.3 Etimología
7
Ruíz Gordillo J. Omar; comunicación personal, julio 27 de 2009, considera este origen como el
original, toda vez que en el sitio se encuentra un árbol cuya caparazón es semejante al de un
armadillo, además de que han sido hallados algunas esculturas con la representación de este
animal, abundante en el sitio.
28
2.4 Hidrografía y clima
Los suelos son regados por pequeños ríos que derivan del Tecolutla, el cual nace
en la Sierra de Puebla y descarga sus aguas en la barra del mismo nombre, así
como también el Rio Texistepec. Estos ríos son lentos lo cual los hace navegables
en algunos trechos. De hecho, la comunidad de Paso del Correo es un
asentamiento prehispánico y colonial, reminiscencia del paso de mercancías que,
venían desde la Sierra Norte de Puebla hacía la región de Papantla con rumbo a
la desembocadura del río Tecolutla. En la región existen arroyos tributarios como
el Tlahuanapa, Santa Águeda y Poza Verde.
En un plano más local, al interior del sitio se encuentran dos cuerpos de
agua: un manantial en la parte norte del sitio y otro al centro, un pequeño arroyo
cruza por el medio de la ciudad prehispánica, entre la zona nuclear y el juego de
pelota.
El clima regional (según la clasificación de Köppen) es tropical tipo
senegalés (AWA) con lluvias todo el año8, y la precipitación anual registrada para
esta zona es de 1000 mm cúbicos.
La temperatura varía de 9 a 40 ºC, con una media anual que oscila de 20ºC
a 25º. Las lluvias son abundantes9 en el verano y en los comienzos de otoño, así
como en el invierno por la influencia de los nortes que regularmente provocan
pocos daños.
8
Secretaría de Programación y Presupuesto, 1981.
9
Información proporcionada por el encargado de la estación meteorológica ubicada en Puente El
Remolino el 14 de agosto de 2009.
29
2.5. Suelos y geología
Por su parte la tierra de esta región es de tipo “feozem”, los cuales son
suelos con igual o mayor fertilidad que los vertisoles, ricos en materia orgánica,
de textura media, buen drenaje y ventilación en general que son, además, poco
profundos, casi siempre pedregosos y muy inestables, restringiendo por ello su
uso en la agricultura permanente, pudiéndose utilizar en el cultivo de pastos,
aunque se recomienda mantenerlos con vegetación permanente (Archivo Histórico
de localidades; INEGI, noviembre 3 de 2009).
En cuanto a su geología, los afloramientos más extensos corresponden a
rocas sedimentarias detríticas del Terciario, depositadas en la Cuenca Tampico-
Misantla. Las rocas más antiguas en esta región son las del Cretácico Superior, en
tanto que las más recientes son depósitos de suelos, formados por materiales
detríticos derivados de las rocas preexistentes (Archivo Histórico de localidades;
INEGI, noviembre 7 de 2009).
Si bien hasta algunas décadas antes la región del norte del Estado de Veracruz
podía considerarse una enorme extensión de aproximadamente seis mil kilómetros
cuadrados, con una planicie costera y pequeñas elevaciones, una observación
más detallada de ésta área permite identificar una vasta región donde el paisaje
alterna potreros de gran extensión, selva tropical, sabana arbórea en la cual
abundan los izotes (yucca elephantipes) y huizaches (Acacia farnesiana), así
como bóvedas vegetales espesas donde, normalmente, hay que abrir el camino
pasando debajo de árboles viejos de los cuales cuelgan majestuosamente los
paxtles (Bromeliaceaessp) (Archivo histórico de localidades; INEGI, 3 noviembre
2009).
30
Cuyuxquihui se localiza en la parte media de una montaña, dentro de una
pequeña cuenca exorreica, ocupada por lomeríos que descienden de nivel.
Aunque son pocas las zonas arqueológicas que cuentan con una extensa
vegetación, Cuyuxquihui mantiene por contraparte, ecosistemas en el que
coexisten un Bosque tipo Subtropical Perennifolio, formada por especies de
árboles como el jonote, laurel, palo mulato, cedro, con otros correspondientes a
Selva Mediana Subperennifolia en donde podemos observar ceiba, copalillo,
jaboncillo y algunas variedades de la familia de las leguminosas (tabla 1).
Si bien en las 20.218 hectáreas cohabitan libremente una flora y fauna rica,
abundante y variada, que se ha ido incrementando a partir de que este lugar se ha
vuelto un reducto de la antigua montaña, es notorio que hay una ausencia de un
inventario realizado por expertos.
Ruiz Gordillo (1987) menciona e identifica en la zona plantas silvestres que
se encuentran aunque no necesariamente de manera abundante:
31
Nombre Común Nombre científico
Anona de monte anona sclerodermaSaff; anonaceae
Barbasco Dioscorea composita Hemsl; Dioscoreáceas
32
Nombre común Nombre científico
33
En mamíferos y aves encontramos:
34
2.7 Infraestructura de servicios
El municipio de Papantla ha sido punto nodal hacía otros destinos turísticos debido
a la promoción, en los últimos años, internacional, que ha tenido el evento
denominado “Cumbre Tajín” que inició en 1999. A partir de entonces, Papantla ha
estado inmerso en distintos debates y discusiones en torno a quién es el
beneficiario de la existencia de una zona arqueológica como lo es Tajín. Han
sobresalido dos grandes grupos: los prestadores de servicios de Poza Rica y los
de Papantla. El pueblo indígena de la región de Papantla ha sido beneficiado en
cuanto a la creación, en los últimos años, de una universidad y distribución de
becas.
Sin embargo a la fecha, no han sido de utilidad para todos el turismo y sus
beneficios, pues se observa una ausencia total de planes y proyectos turísticos
que sean dirigidos no únicamente al Tajín, sino a otros sitios de interés natural y
cultural, como el mismo Cuyuxquihui, espacios ecológicos, festividades indígenas,
rutas alternativas de visitas para observación de aves, mariposas, orquídeas, entre
otras, y de actividades como senderismo, espeleología, etcétera.
La ciudad de Papantla cuenta con una débil infraestructura de servicios,
aunque el pequeño comercio es extenso, representado principalmente por dos
centros comerciales de posicionados en el ámbito nacional, cuatro
supermercados, farmacias, carnicerías, panaderías, entre otros. Los servicios
hoteleros son mínimos, contando en el municipio con seis hoteles, un motel y
nueve restaurantes.
El municipio recibe la señal de estaciones radiodifusoras de AM y FM,
también se recibe la señal de televisión y cuenta con televisión por cable. Así
mismo circulan medios impresos.
Se cuenta con servicio telefónico por marcación automática en la cabecera
y en 72 localidades, así como con telefonía rural; además 63 oficinas postales y
una de telégrafos. Cuenta con servicio de terminal de autotransporte de pasajeros
de primera y segunda clase.
35
El municipio tiene 118 Kilómetros de carretera asfaltada y aproximadamente
536 Kilómetros de carreteras de terracería transitables en todo tiempo, aunque la
calidad de algunas de ellas no sea buena, como la que comunica Papantla con la
playa de Tenextepec.
Cuyuxquihui por su parte mantiene aproximadamente 1.9 kilómetros de
camino de terracería, con pendientes y depresiones, el cual comunica con la
desviación a la carretera asfaltada Pueblillo - Paso del correo - Papantla, también
obtiene servicios básicos como energía eléctrica, señal de radio y televisión, agua
potable, además de servicio de educación preescolar, primaria, secundaria y tele
bachillerato.
36
existen 4,262 unidades de producción rural con actividad forestal, de las que 120
se dedican a productos maderables.
La ganadería tiene una superficie de 73,719 hectáreas, en donde se ubican
7,516 unidades de producción rural con actividad de cría y explotación de
animales. El 68% del territorio municipal es dedicado a la agricultura, un 11% a la
ganadería, un 13% a viviendas, un 4% al comercio y el 4% restante se destina a
oficinas y espacios públicos (Archivo Histórico de Localidades; INEGI, 20
Septiembre 2009).
De acuerdo al Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica
(SNIEG); las estadísticas generales que existen en el municipio de Papantla,
Veracruz desde el año de 1900 se tiene para la comunidad de Cuyuxquihui un
total de 233 habitantes, de los cuales corresponden 106 a hombres y 127 mujeres
(Censo Nacional, INEGI, 2005), para el último censo en la localidad de
Cuyuxquihui, en el año del 2005, la población fue de 613 habitantes, de éstos 316
son hombres y 297 mujeres. El total de viviendas es de 141, todas habitadas por
familias normalmente consistentes en padre, madre e hijos. De estas casas 110
cuentan con piso de tierra y 31 viviendas poseen piso firme, ya sea cemento,
madera o mosaico.
37
CAPITULO III
EL SITIO ARQUEOLOGICO
Durante el Clásico,10 el área del Golfo mantuvo estrecha relación con el resto de
Mesoamérica, prioritariamente con ciudades como Teotihuacan, pues de ésta se
exportaban valiosos bienes, aunado a su función como ciudad, tuvo una gran
importancia como paso comercial o como base de enclaves. Ejemplo de ellos
tenemos préstamos iconográficos como Huehueteotl (dios del fuego), elementos
arquitectónicos como el talud-tablero y talud invertido en buena parte del
Totonacapan septentrional en sitios como el Tajín, Paxil, Cempoala, y el propio
Cuyuxquihui (López Austin y López Luján: 1996).
En la historia del área del Golfo de México durante el periodo Posclásico
mesoamericano, fueron dos los pueblos que se destacaron históricamente en esta
parte del Estado de Veracruz: el huasteco y el totonaco.
Sobre el pueblo huasteco se considera que tenían una gran antigüedad en
el extremo norte del territorio.
Entre la multiplicidad étnica de las tierras de la costa hacia el posclásico,
hasta los años del 600 al 900, el hoy territorio Veracruzano fue ocupado por los
denominados totonacas y, solo después, según Melgarejo Vivanco (2008), lo
comenzaron a ocupar los Olmecas históricos.
Otros grupos culturales arribaron en épocas mucho más recientes. Algunos
de ellos, como los Otomíes y los Nahuas, de acuerdo a López Austin y López
Luján (1996) llegaron del Centro de México escapando de las turbulencias propias
que trajo el posclásico, tales como sequías, guerras, imposición de tributos, entre
otros.
10
Se debe mencionar que si bien el periodo clásico puede ubicarse entre el 200 y 900 d.C., ésta
puede variar en cada área cultural.
38
En un ámbito regional, de acuerdo a los estudios arqueológicos, se ha
concluido que tras la caída del Tajín, no surge ciudad alguna que desempeñe un
papel rector de tal dimensión en este territorio. De acuerdo a las investigaciones
en Tajín realizadas por Brüggemann (1995), recorrió las fechas a épocas más
tardías, al considerar que el florecimiento del sitio se dio entre los siglos VII y XII, y
que después de un siglo de decadencia, la ciudad fue abandonada.
Wilkerson, de acuerdo a López Austin y López Luján (1996), atribuye la
caída de Tajín a una intrusión de grupos extranjeros de distintas etnias;
posiblemente muchos de los sitios de la región habrían sido abandonados y así
llegaron a refugiarse en lugares fortificados dentro de las montañas.
Entre los asentamientos principales del llamado Totonacapan, en un mismo
horizonte cronológico o cercano con Cuyuxquihui se encuentran Cempoala, Paxil,
Oceloapan, Tuzapan, Idolos, Vega de la Peña, etcétera. En un contexto próximo
temporal y espacial inmediatamente posterior al Tajín, se observa el surgimiento
de algunos asentamientos como Cuyuxquihui, que retoman, sin ser continuidad
del Tajín, algunos elementos, entre ellos la greca.
Estas ciudades, y la probable sociedad totonaca que las habitó, fueron
hacia sus últimas épocas, fuertemente estratificadas y profundamente religiosa.
De tal manera que, a la llegada a la región de grupos venidos allende el mar, los
españoles encontraron dividido el territorio en una serie de pequeños señoríos
locales, casi todos ellos controlados por la Triple Alianza, de acuerdo a Ruiz
Gordillo (1987).
Existen algunos documentos, referencias escritas acerca de las
ocupaciones militaristas de la Triple Alianza en la Costa del Golfo en general.
Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1985) por ejemplo, explica que durante el gobierno
de Netzahualcóyotl se realizaron acciones bélicas contra Tolantzinco, y la sierra
de Totonacapan, por lo que, dada la presencia abrupta de materiales del altiplano
en los estratos culturales de Cuyuxquihui, ésta no debió ser la excepción, toda vez
que el desarrollo cultural de este sitio transcurrió en forma similar a la de otros
contemporáneos.
39
…. Pelearon con los nuestros como valientes guerreros y estuvieron
mas de media hora que los de a caballo y escopeteros y ballesteros y
los indios mexicanos no les podían hacer retraer ni apartar asi…. Una
cosa tenían estos indios: que ya que les llevaban de vencida, se
retornaban a rehacer y aguardaron tres veces en la pelea, lo cual pocas
veces se ha visto acaecer entre estas gentes… (Bernal Díaz del
Castillo: 1983).
40
La investigación de Cuyuxquihui inicia en la década de de los ochentas, y
durante estos últimos años han sido identificados otros asentamientos muy
cercanos como el de Paso del Correo, Reforma, Allende, Pueblillo, entre otros,
derivados de inspecciones y denuncias al INAH en su delegación Veracruz por
afectaciones a estructuras en tanto otros sitios han sido identificados durante
proyectos de investigación de acuerdo a Ruíz (1985, 1986, 2007). Algunos
asentamientos, como el de Tuzapan, remiten su arquitectura a la de Cuyuxquihui.
En la obra de Chavero (1980) hallamos la ilustración de un edificio similar al
edificio principal de Cuyuxquihui.
Sobresale por otro lado, en el aspecto social, la comunidad indígena
totonaca de Cuyuxquihui, quien se interesa por su patrimonio cultural, aunque con
ideas sesgadas hacía un falso aforo turístico a la zona arqueológica y la propia
comunidad.
Los habitantes de Cuyuxquihui, en el año de 1975, plantean ante el Consejo
Nacional de pueblos indígenas, celebrada en la ciudad de Pátzcuaro Michoacán,
el interés de que sea investigada y protegida la zona arqueológica que se
encuentra dentro de su ejido ya que: “veíamos como venían gente extraña a
excavar y llevarse lo que encontraban” (CFD, 1985).
En 1981 el instituto Nacional Indigenista les orienta y llevan a cabo la
solicitud hacia el Instituto Nacional de Antropología e Historia, iniciando así una
relación de trabajo en la cual se cristaliza un proyecto en ese mismo año, bajo la
dirección del arqueólogo Ruiz Gordillo y la participación de la comunidad en forma
de faenas, cercado, chapeo continuo, vigilancia, etcétera. Posteriormente, en el
año de 1983 se lleva a cabo otra temporada de campo en la cual se hace un
levantamiento topográfico del sitio, el primero que ahí se realiza, se consolidan
algunos elementos deteriorados y se obtienen datos significativos sobre la cultura
del grupo que habitó la zona arqueológica (Ruiz Gordillo, 1987). Como hemos
indicado anteriormente ésta es la primera investigación sobre la zona arqueológica
por lo cual esta es la fuente bibliográfica principal y más detallada para la
propuesta de restauración del juego de pelota ubicado en Cuyuxquihui.
41
En el año de 1985 plantean al INAH y al INI, la solicitud de asesoría para la
creación de un museo local que les permitía concentrar y exponer los objetos
arqueológicos e históricos, así como utilizar su propia historia como vínculo entre
su pasado y presente indígena (Ruiz Gordillo, 1987).
Durante asambleas en las que participan dichos institutos se va definiendo
lo que se deseaba expresar en el museo, lo cual finalmente, converge en la
construcción del local en la comunidad, cuyo diseño es propuesto y aceptado por
la comunidad quienes se avocan a su construcción.
El museo local, lleva el nombre de Serafín Olarte (héroe Independentista
nacido en Cuyuxquihui y cuya acción bélica se desarrolla en la región; el apellido
de este héroe acompaña al nombre de la ciudad: Papantla de Olarte) y fue
inaugurado el día 22 de junio de 1985, acto al que asistieron aproximadamente
1,500 personas y al cual se le dio amplia publicidad en un nivel regional (Ruiz
Gordillo, 1987).
Durante el año de 1985 se lleva acabo otra corta temporada de campo, la
3ª. En la que, al igual que las anteriores, el Instituto Nacional de Antropología e
Historia facilitó equipo de trabajo, personal y recursos económicos para el
desarrollo del mismo. Importante ha sido también el apoyo del Instituto Nacional
Indigenista a través de su centro coordinador Indigenista de Morgadal quienes ha
colaborado indistintamente al proporcionar recursos económicos y apoyos (Ruiz
Gordillo, 1987).
Para enero de 1986 dentro del proyecto enviado al Consejo de arqueología
se planteó la necesidad de realizar algunas excavaciones menores, pozos
estratigráficos en diversas partes del sitio que permitiera tener una idea de la
posible temporalidad ocupacional del sitio y detectar los cambios culturales del
mismo. Así pues se llevó a cabo la IV temporada de campo dirigida de igual
manera por el arqueólogo Ruiz Gordillo. Se contó con el apoyo de estudiantes de
arqueología de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, y del
maestro Juan Sánchez Bonilla, investigador del Instituto de Antropología de la
mencionada universidad.
42
Cabe resaltar la constante ayuda por parte de las instituciones del INI, INAH
y por supuesto de la misma comunidad de Cuyuxquihui para llevar a cabo la
investigación, conservación, protección y sobre todo, difusión de esta zona
arqueológica, entendida por la gente de la región como su patrimonio cultural. La
comunidad por su parte, desde 1981, destina un día de faena al mes para
mantenimiento de la zona arqueológica y habitualmente toman el sitio como área
de paseo y visitas escolares.
Durante estos años los resultados se hacen patentes en un levantamiento
topográfico del sitio, aunque parcial, al considerarse parte de la zona como
reserva ecológica; además de la consolidación de tres estructuras y elementos
arquitectónicos aislados, excavación de pozos estratigráficos que han ofrecido
mayor información sobre la cultura de Cuyuxquihui, descubrimiento de pintura
mural, etcétera, así como conferencias a un nivel básico en escuelas primarias en
la región, publicación de artículos sobre la importancia de la protección del
patrimonio cultural (Ruiz Gordillo, 1987).
11
Tuzapan, en el Municipio de Coyutla, Veracruz, se encuentra a 40.72 km. A 283° de
Cuyuxquihui. Tuzapan, fue un importante asentamiento prehispánico, ubicado en la Mesa de León,
de difícil acceso, controlado y defendido por una muralla que rodea toda la ciudad. Se considera,
tentativamente, que surge hacía el 900 d.C.
43
Debemos de recordar que las investigaciones en Cuyuxquihui indican una
ocupación cercana al año 1200 d.C. posiblemente surgido después del abandono
de El Tajín. En tanto y, como posible respuesta a una hipótesis sobre el abandono
de Tajín debido a inundaciones (Ruiz Gordillo, comunicación personal, octubre de
2009), la gente que elige este espacio lo hace de acuerdo a las necesidades en
ese momento, aun cuando posteriormente a la elección del espacio, sea
ampliamente modificado mediante nivelaciones a partir de excavaciones hasta
lograr una superficie plana y utilizar ese mismo material para relleno, esto es,
terracear el espacio. Este sistema constructivo fue utilizado también en Tajín
Chico, en la zona arqueológica de Tajín, donde se observa una serie de
nivelaciones que van ascendiendo y conformado pequeñas plazas, unidas
mediante escalinatas que permiten ascender hasta la Plaza del Tajín Chico en
torno a la cual se encuentran varios edificios, y sirve a la vez para otra nivelación
que conduce hacía el Edificio de las Columnas.
De ahí que se advierta una diferencia de altura entre la zona norte y la zona
central del sitio, lo cual fue aprovechado para adecuar una serie de pequeñas
plazuelas, terrazas e inclusive un patio hundido en el cual desplantan pequeñas
plataformas habitacionales al noroeste del edificio principal.
De esta manera, la explanada sobre la cual se asentó parte del pueblo
prehispánico es de 25 hectáreas aproximadamente, con pequeños accidentes
topográficos que los constructores no supieron vencer, como lo es el arroyo entre
el juego de pelota y la zona nuclear. No obstante hubo un buen aprovechamiento
del espacio. Tiene una forma natural alargada en el eje mayor orientado norte-sur,
como muchos de los sitios prehispánicos conocidos hasta ahora, aunque en el
caso de Cuyuxquihui, fue derivado de la conformación de la explanada, esto se
observa en la poligonal del sitio (figura 4).
Se hace patente el aprovechamiento de las formaciones naturales, pues los
constructores se valieron de ello para modificarlo y adaptarlo a un mejor propósito
de ocupación para edificios ceremoniales, así como para lugares habitacionales,
entre otros usos. Aunque siempre regidos por cierta protección, en este caso
44
hacía el oriente que estuvo restringido la ampliación del asentamiento por la
presencia del acantilado que la limita. Hacía el poniente si bien es accesible por
una pendiente bastante inclinada, se llegan a detectar pequeñas elevaciones y
concentraciones de material arqueológico que indican actividad humana a lo largo
de la pendiente al poniente del asentamiento (figuras 5 y 6).
Los constructores eligieron el sitio para erigir su ciudad debido a esos
elementos naturales únicos en buena parte de la región, además de una cercanía
al río Tecolutla que les proporcionó un dominio visual de la llanura que riega el río
generando suelos ricos en nutrientes y aptos para la agricultura. No se debe
perder de vista las posibilidades defensivas debido al difícil acceso y el
aprovechamiento de la quebrada naturaleza por dos de sus lados, el oriente y
poniente.
Al interior del sitio se observa la presencia de varios manantiales a lo cual
aunaron diferentes obras hidráulicas, tales como pequeños muros que captaban el
agua de la plaza y la conducían hasta determinados lugares. Se encuentra
también un brocal, a la fecha destruida, del cual se obtenía agua hasta hace
algunos años.
La plaza principal es una nivelación delimitada por el acantilado al oriente,
por un muro en talud al norte y poniente y por una elevación natural hacia el sur; la
superficie aproximada de la plaza es de veinte y ocho mil metros cuadrados, en la
cual se localizan cinco edificios principales y pequeños elementos arquitectónicos,
entre ellos un altar circular, al centro de la plaza y otro al pie de la escalinata del
Edificio I.
En cuanto a sistemas constructivos, se advierte un empleo de diferentes
calidades en los materiales, sobresaliendo la diferencia en cuanto a su selección a
partir de un mismo tamaño y careado de la piedra, a las que se unió con
cementantes y después se recubrió con grueso estucado y, finalmente pintura.
El conjunto principal se encuentra en la parte más elevada del
asentamiento; en torno a una plaza se ubican cinco edificios cuya escalinata está
orientada hacia la plaza. El Edificio I o principal se encuentra del lado poniente y
45
su escalinata sobre el oriente, está aislado aunque en excavaciones realizadas en
torno a él se han hallado elementos menores como altares.
Los edificios tienen etapas constructivas anteriores y, durante los procesos
de restauración, siguiendo las normas firmadas por México en cuanto a la
restauración del patrimonio cultural, se han dejado “testigos” de las etapas
constructivas anteriores. A estos testigos se les llama también “ventanas
arqueológicas”.
46
Figura 5. Poligonal realizada por La Dirección de Registro de Monumentos y Zonas
Arqueológicos del INAH, México, 1986.
47
Figura 6. Detalle del levantamiento topográfico realizado en 1986.
48
Edificio principal o “I”
49
.
Figura 7. Fachada este del Edifico I ó Edificio Principal.
50
Edificio II o Sur
51
Figura 8. Vista de la esquina noreste del Edificio II; este es uno de los edificios que más
deterioros presenta.
52
Edificio III
53
Figura 9. Fachada norte del Edificio III; se observan tres etapas constructivas y la
presencia de pintura mural en forma de círculos en color rojo sobre el tablero corrido de
oriente a poniente del edificio original.
54
Una segunda etapa cubrió parcialmente la primera mediante la construcción
de tres escalinatas: una central que cubrió la original y dos más, una a cada
extremo de la fachada; con esta modificación en la cual las gradas sobresalen
ahora del nivel del talud es cubierta la escalinata central así como todo el tablero
y, por consiguiente los motivos pictóricos en una última etapa; a estas escalinatas
se les flanquea con alfardas y finalmente es cubierto todo el frente del talud -
tablero. Esta última etapa está relacionada con la presencia y ocupación de gente
venida del altiplano como lo demuestran los materiales arqueológicos analizados,
producto de la excavación del edificio (Ruiz Gordillo, 1987: 51) (figura 10).
En los aplanados de estuco se pueden observar una mala calidad de
materiales y sistemas constructivos. No se observa ya la búsqueda de materiales
careados, ahora lo que se busca es el volumen, modificar la fachada y caracterizar
una nueva etapa.
55
Figura 10. Etapas constructivas definidas tanto en su diseño arquitectónico como en el
tipo de acabado más burdo durante la tercera etapa de edificación.
56
Sobre la plataforma de este edificio se localiza un monolito el cual Ruíz
Gordillo considera que es un bloque que no llegó a ser utilizado o bien, si su
ubicación es en el centro, se trata de la base sobre la cual la población
representaba actos religiosos, dando una advocación de deidad a la piedra. Esto
resulta interesante, el que fueran, posiblemente, colocados aditamentos sobre el
monolito. Actualmente este bloque pétreo se encuentra reintegrado al lugar en que
fue hallado en excavación en 1985 (figura 11).
Figura 11. Monolito sobre el edificio III en el que no se ha hallado huella alguna de
grabado o pintura, sin embargo es posible que fuese la base sobre la cual se colocaban
aditamentos religiosos.
57
Edificio IV y V o Dos Unidos
A estos edificios se les nombra los “Dos Unidos” debido a que comparten un muro
de sillería en la parte posterior, la cual está adosada al Cerro Blanco. Los unidos
son edificios de tres cuerpos sobrepuestos que constan básicamente de los
mismos elementos arquitectónicos: talud – entrecalle – talud – entrecalle – talud –
tablero – piso superior (figuras 12 y 13). La altura de uno de ellos, el número V es
menor aunque ambos comparten similar técnica constructiva: núcleo de tierra
arenosa, revestimiento de piedra laja semicareada y en ocasiones roma,
recubrimiento de grueso estucado (Ruiz Gordillo, 1987).
Figura 12. Edificio IV, esta estructura yace ahora adosada al cerro como producto del
derrumbe del acantilado de arena sobre buena parte del asentamiento.
58
Figura 13. Edificio V, de forma y materiales similares al Edificio IV, comparten su
estructura en la base, no obstante, cada uno pareciera ser independiente de la otra
estructura.
59
En los límites al sur del asentamiento encontramos las últimas estructuras
de Cuyuxquihui, las cuales son un juego de pelota y un altar cercano; sobre el
juego de pelota únicamente mencionamos por el momento que se trata de un
elemento en forma de “I” latina o doble “T” cuya cancha mide 73 metros de largo
por 4 metros de ancho en su parte central, las dos cabeceras tiene un ancho de
10.5 metros, los muros que forman el juego de pelota tiene una altura vertical de
2.25 en promedio y son en forma de talud aunque bastante vertical (figuras 14, 15
y 16).
60
Figura 14. Juego de pelota. Vista central hacia la parte norte, actualmente se encuentra
cubierto de vegetación.
61
Figura 15. Juego de pelota, muro lateral de la parte oeste recubierto de materia orgánica.
62
Figura 16. Juego de pelota, parte superior del muro oeste.
64
que conformaron las terrazas, plataformas, plazas. Algunas de las cuales, merced
al trabajo agrícola actual, se han transformado en suaves pendientes. Es lógico
pensar que si los habitantes construyeron sobre un cerro, tenían el control visual
del valle, controlando los accesos al sitio.
Durante la exploración en diferentes épocas del año, no se han encontrado
indicadores de arquitectura militar en superficie, es decir, no se han detectado
nada que pudiera ser una construcción con fines militares. No existen datos que
indiquen algún tipo de guarniciones, plataformas elevadas o miradores, altos muro
que pudieran imposibilitar en un momento dado algún posible asalto, así como
tampoco fosos, silos que permitieran hacer acopio de granos en caso de ser
atacados y sitiados, como tampoco existen grandes superficies que permitan el
cultivo al interior del sitio, etcétera. Sin embargo, persiste la idea de no dejar a un
lado que no se ha excavado aun el asentamiento en forma extensiva para poder
asegurar la total inexistencia de construcciones militares, no obstante
arquitectónicamente no se hallan, hasta el momento, elementos arquitectónicos
asociados a fines militares.
66
Los 16 tipos cerámicos clasificados, fueron divididos en tres grupos
principales que son (tabla 4):
67
Cada grupo estuvo formado de los siguientes tipos (tabla 5):
68
La cerámica Anaranjada fina policroma, según Medellín Zenil (1955) está
representado por vasos cilíndricos en general, copas con soporte de pedestal y
cajetes trípodes. Los motivos decorativos están pintados en color blanco y sus
contornos los remarcan gruesas líneas negras y rojas.
La cerámica negro sobre anaranjado en todos los casos se trata de platos
profundos semiplanos con paredes levantadas convexas que tiene un adorno
convencional negro sobre anaranjado que sirve para hacer sobresalir el dibujo.
Esta cerámica ha sido también localizada en Morelos-Paxil, localidad del municipio
de Misantla, Veracruz de acuerdo a García Payón (1947) y Ruíz Gordillo (1992).
Marquina (1951) menciona que para la segunda fase de El Tajín,
lógicamente correspondientes a los estratos medios, se reflejan rasgos
teotihuacanos tan marcados como en la primera etapa del sitio pero ya con una
tendencia hacia una propia evolución y vigorosa con la influencia de la cultura
Huaxteca como lo demuestran las excavaciones de Ekholm y Du Solier en
Pánuco, en donde existen tipos cerámicos de color negro con decoración
esgrafiada o inciso muy semejante a la cerámica existente de Tajín.
69
Como parte del desarrollo de Cuyuxquihui analizaremos su relación con El
Tajín como centro rector de esta área, toda vez que alguna cerámica reportada
para Cuyuxquihui la encontramos en El Tajín. El estudio de la cerámica de El
Tajín se inicia en 1937, cuando W. Du Solier realiza las primeras excavaciones
estratigráficas para intentar hacer una reconstrucción de la cronología del sitio a
través de la cerámica (Lira, 1990). Trabajos y excavaciones continuaron con
diferentes investigadores.
Para el año de 1984 la Dra. Yamile Lira realiza excavaciones estratigráficas
y clasificación de la cerámica dentro del “Proyecto Tajín”, y divide en 4 grupos
cerámicos. Lo que conduce a establecer y/o proponer una cronología cerámica.
De esta manera queda entendido el inicio y caída de El Tajín (800-900 d.C. al 900-
1200 d.C.) lo cual; fue relativamente corto. De manera generalizada la
manufactura de la cerámica se tiene de la siguiente manera (tabla 6):
70
Cronología cerámica Tipos cerámicos
Café burda
Negruzca burda
Rojiza arenosa, burda
Baño blanco, burda
Rojo sobre crema o blanco, burda
71
En este sentido podemos decir que, de las pastas existentes, entre estas las finas,
domésticas y burdas en El Tajín, posiblemente coincidan con algunas de
Cuyuxquihui, tales como: Rojo, negro y blanco fina sobre crema, naranja fina,
negro sobre rojo y café-negruzca entre otras, pues varia en el “nombre” o
“terminología” que el investigador le dé.
72
CAPITULO IV
74
para impedir que la pelota cayese allí y el juego se perdiese. Por
superstición plantaban por fuera del tlachtli palmas silvestres y ciertos
árboles que dan unos coloridos y todas las paredes a la redonda tenían
almenas o ídolos de piedra, puestos á trechos, y lo alto de ellas, se
henchía de gente para ver el juego. En medio de estas paredes se
ponían dos discos de piedra agujereados, el uno frente al otro, y servía
uno de ellos para los jugadores de una banda y el otro para los
jugadores de la opuesta, pues los que primero metían la pelota por su
disco ganaba el juego. En el suelo y debajo de las dos piedras, había
una raya negra ó verde hecha con ciertas hierbas y de esa raya había
de pasar siempre la pelota.
75
El padre dominico Diego Durán (1967) quien vivió en la Nueva España
entre los años 1545 al 1588 describió las canchas en esta manera:
“La altura de las paredes eran entre dos y tres metros y medio de alto,
extendiéndose alrededor. Por las costumbres nativas, plantaban palmas
y árboles que soltaban semilla roja, cual madera era suave y ligera, las
paredes del rededor eran decoradas con murales o estatuas de piedra.
La cancha se llenaba la arena cuando jugaban los reyes”.
76
que en la actualidad en la comunidad de Suchilquitongo Oaxaca se siga
practicando el juego de pelota de esta forma.
“Pues si ver jugar a la pelota con las manos a los de la nuestra nación nos da
tanto contento y espanto de ver la destreza y ligereza con que algunos la
juegan…” Duran, (1967).
2.- Con bastón, mazo o palo, fue otra forma de jugar –el bastón como
prolongación del brazo- para golpear la pelota. Se han localizado objetos tallados
en basalto y otras piedras duras en forma de media luna, conocidos como
“yuguitos” que probablemente hayan servido para golpear la pelota al estar atados
en la mano empuñada de los jugadores. Estos objetos originalmente pudieron
haber sido de madera o cuero, y aun cuando no está muy definida su área de
distribución, si se sabe de su existencia.
No es casualidad que en la actualidad pueda observarse esta actividad
jugada con un palo. Pues este interesante juego se practica en el actual Estado de
Sinaloa (Villa Unión, El Habal, El Chilillo, La Palma, Puerto de las Canoas) de tal
manera que conserva uno de los rasgos más originales del juego de pelota
prehispánico (Víctor Inzú 1994).
77
4.- Con las caderas; esta es la forma mejor documentada y seguramente la
más popular, en que se realizaba golpeando la pelota. Después de lo revisado en
las fuentes escritas, iconografía, y demás podemos mencionar que la pelota podía
pegársele con cualquier parte del cuerpo, sea rodillas, pies, manos, espalda,
etcétera; más sin embargo la única parte del cuerpo con la que podía anotársele o
cruzarla por aquellos anotadores, eran con las caderas.
Había quien lo jugase con un cabo a otro, sin hacer falta ninguna, solo
con las asentaderas, sin que pudiese llegar a ella con la mano, ni pie, ni
con pantorrilla ni brazo, estando tan sobre aviso, así los de una parte,
como los de la otra, para no dejarla parar, que era cosa maravillosa …
(Duran,1967).
78
Se habla mucho de las reglas o advertencias, pero realmente solo podemos
basarnos en las fuentes escritas, al respecto López Austin (1967) escribe: “el
juego consistía en arrojar la pelota tratando de que está rebasara la pared
del tlachtli o cancha, que pegara en la pared contraria, que los adversarios
perdieran el bote y cesara así el movimiento de la bola”.
Continuando con las crónicas, sabemos que las pelotas con las que se
ayudaban eran de hule, obtenido de un árbol el cual fue descrito por Clavijero
(1979) de la siguiente manera:
Hoy sabemos que este Ulcuáhuitl de los nahuas o árbol del hule,
corresponde a las Castilla elástica Cerv., especie nativa de lugares húmedos que
no sobrepasan la altitud de 600 metros msnm, principalmente en los estados de
Campeche, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla,
Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán
(Macazaga,1985), se puede constatar que efectivamente hablamos en su mayoría
79
de Estados de tierras calientes con vegetación abundante y tierras sumamente
fértiles.
El juego de pelota parece indicar que concluía con un sacrificio humano, lo
que no se sabe es si el sacrificio era para el ganador o el perdedor; lo cual más
que un sacrificio puede considerarse que representaba un honor rendir muerte
para sus dioses y así proveerlos de sangre. Al decir de quien ganaba y quien
perdía, de los “castigos” o “ganancias”, a través de las crónicas escritas se cree
que estas culturas practicaban el sacrifico humano a quien ganaba.
Así pues, uno de los elementos sustanciales de mayor trascendencia dentro
del juego de pelota, empleado hasta el siglo XVI, fue el sacrificio por decapitación.
O degollamiento como parece observarse en el tablero noreste del Juego de
Pelota Sur del Tajín. Así lo muestran escenas de los relieves que se encuentran
en edificios del juego de pelota en diversas regiones del México prehispánico, al
igual que las pinturas de los códices y las tradiciones recogidas en los textos
(Castro-Leal, 1992).
La iconografía de cada cultura presenta variantes también, pero existe una
unidad que da al juego cierto significado esencial en Mesoamérica, por ejemplo,
de las representaciones pictóricas y talladas se tiene que, en el Altiplano,
concretamente en Teotihuacán están representados en los murales de Tepantitla,
personajes golpeando la pelota con garrote o inclusive pateándola; muchas han
sido las explicaciones que a lo largo de la historia se ha dado a esta práctica, la
realidad es que aparece en la totalidad de las culturas del México prehispánico; ya
sea en códices, edificios y tradiciones orales o escritas.
80
la lucha de contrarios, el movimiento solar, lo vinculan con el sostenimiento del
cosmos a través del sacrificio, la vida y la muerte.
82
Figura 17. Juego de Pelota entre los edificios 13 y 14, al fondo el edificio 16, El Tajín.
Es por ello que el juego de pelota sur del Tajín, se mantiene cierto interés
en consecuencia de sus tableros, por lo que continúa siendo objeto de estudio. El
patio tiene una longitud de 60 metros y una distancia entre sus paramentos
verticales de 10 metros; los muros que lo limitan estaban revestidos de piedra y en
cada uno de los extremos y al centro de ellos se encuentra un tablero formado por
cuatro grandes bloques de piedra profusamente ornamentados.
En estos tableros aparecen diferentes escenas colocadas entre dos fajas
horizontales, decoradas con serpientes muy estilizadas y que probablemente
representan la Tierra y el Cielo. En uno de los lados aparece, en cada uno de ellos
un dios con máscara, gran tocado de plumas y el cuerpo descarnado, presidiendo
la escena, que en un caso es un sacrificio humano presenciando por un personaje
sentado; la figura de un dios desciende sobre el sacrificado. En otra de las
83
escenas que se observan en el relieve, un personaje de pie entre otros dos
sentados en lujosos asientos, recibe un haz de flechas que uno ellos le entrega.
En otro tablero se representa un águila y, por último, en el otro, que es muy
semejante al tablero encontrado al pie del edificio II, están hablando dos
personajes que parecen llevar la indumentaria de los jugadores de pelota, y al lado
de cada uno de ellos, hay una figura que los acompaña, una de ellas con una
máscara de coyote (Marquina, 1951), Wilkerson (1987), Piña Chan y Castillo
(1999).
En este tablero puede observarse una escena con cinco personajes, de los
cuales tres, de la parte central, se encuentran ataviados con yugos en la cintura.
El personaje que se encuentra recostado está siendo sacrificado por el personaje
de la derecha con un cuchillo al mismo tiempo que está sostenido de la mano por
el personaje del lado izquierdo. El personaje sacrificado es devorado por un
personaje descarnado que asciende de la parte superior del tablero. Hacia el
extremo de la izquierda se observa un personaje descarnado “Mictlantecuhtli” dios
de la muerte, descendiendo de una vasija. Por su parte el personaje de la derecha
se encuentra sentado en el asiento divino “tecpátl” con el pie derecho sobre el
izquierdo y sosteniendo al mismo tiempo el bastón de mando, el cual nos indica un
alto rango social, posiblemente un sacerdote (figura 18).
Por otra parte, dentro de las estructuras de los juegos de pelota hay otros
tipos de escultura que pueden ser considerados como altares monolíticos, los
cuales aparecen en las esquinas de las banquetas de la cancha, por lo general,
representando asociaciones con dicho juego, entre ellas algunos que se asemejan
a monstruos de la tierra.
Existen también decoraciones agregadas a los juegos de pelota. Ejemplo
de ello se observan tableros con escenas bajo relieve, relacionados con el culto a
la deidad tutelar Quetzalcóatl.
84
Figura 18. Tablero Noroeste del juego de Pelota Sur; el Tajín.
86
Cuyuxquihui también cuenta con este elemento cívico-religioso presente en
Mesoamérica que hemos descrito anteriormente: el juego de pelota.
Se localiza precisamente en la parte sur, en el extremo del asentamiento
prehispánico representado en un complejo religioso aislado de la zona nuclear,
pues con esto se entiende que Cuyuxquihui participó en un fuerte quehacer
ceremonial, toda vez que está inherente su distanciamiento de la ubicación de los
edificios más elaborados y de los espacios como su plaza principal, el área
habitacional, etcétera, fuera de contexto, aunque próximo al juego de pelota se
han hallado fragmentos correspondiente a un yugo (Información presente en el
Museo Comunitario Serafín Olarte, de Cuyuxquihui, Veracruz).
87
Figura 19. Ubicación del juego de pelota en la poligonal.
88
Durante subsecuentes trabajos de investigación en el sitio se ha buscado
algún elemento que permita corroborar una función defensiva del sitio, como lo
podían ser miradores u observatorios en la parte superior del acantilado y por lo
tanto, el juego de pelota, adquiriría otro sentido.
No se ha encontrado ningún elemento de este tipo hasta el momento, aun
cuando si se ha detectado arquitectura menor tales como altares y plataformas,
aun cuando cubiertas por la arena que se ha volcado sobre ellas y de las cuales
no se ha podido retirar totalmente durante los diferentes proyectos.
De ahí que el juego de pelota sea, a la fecha, una estructura de la cual
únicamente podemos inferir algunas cualidades y calidades, toda vez que yace
parcialmente bajo una gruesa capa de arena.
Sabemos que está constituido por dos plataformas orientadas de oriente a
poniente y un patio hundido que constituye la “cancha” propiamente dicha. La
forma del elemento arquitectónico es en forma de “ I “ latina o “doble T” en la cual,
cada una de las plataformas, su paramento o muro central es totalmente vertical y
no se observan relieves en aquellas partes visibles o que no está cubierta por
vegetación o arena (figura 20).
Se observa una forma definida de cancha rectangular con dos cabezales en
los extremos oriente y poniente, con una cancha de no más de 9 metros al inicio
de los muros verticales o paramento y una extensión que quizá alcance los 70
metros de largo.
En algunos lugares se llega a observar claramente los muros verticales y
están constituidos por piedras en muro de sillería (Ruíz Gordillo, comunicación
personal, 2009) y con una altura máxima de 2 metros. No se aprecia estuco, aun
cuando debió de haberlo tenido pues son abundantes los fragmentos de estos
aplanados en las proximidades. Debe recordarse que toda esta zona fue área
agrícola antes de su descubrimiento.
Hay un elemento muy próximo y que tuvo una relación indiscutible con el
juego de pelota: un pequeño altar en donde, durante los trabajos de 1985 se
descubrió pintura mural con motivos geométricos en los pequeños muros
89
inclinados en talud. Esta pintura, en color rojo y azul recuerda, indudablemente, la
forma de las grecas de los edificios del Tajín, por lo cual se considera que debe de
haber una relación entre ambos sitios y que a la fecha no ha sido totalmente
abordada.
En este lugar se excavaron durante la temporada 1985 algunos pozos como
se indica en la sección de materiales de esta tesis, sin embargo la continuidad de
la investigación es un tema que se aborda en la propuesta de estudio de
Cuyuxquihui.
90
Figura 20. Detalle del levantamiento topográfico realizado en 1986.
91
CAPITULO V
MARCO TEORICO
92
como para el beneficio económico de la nación. Radica también en la profusión de
este patrimonio cultural. Tan solo en patrimonio cultural prehispánico, el INAH,
conjuntamente con otras instituciones, entre ellas la Universidad Veracruzana, han
inscrito en la Dirección de Registro Arqueológico una cantidad aproximada de
141,000 sitios arqueológicos.12
La conciencia de la pluralidad de nuestra cultura es la base de nuestra
concepción del patrimonio cultural, plasmada en la definición y el uso social del
patrimonio y reflejada en la legislación vigente consagrada a su protección y
cuidado. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e
Históricos de 1972 está basada en una definición cronológica de los bienes
pertenecientes a nuestro patrimonio, que comprende épocas prehispánicas
(monumentos arqueológicos: bienes muebles e inmuebles producidos por las
culturas anteriores al establecimiento de la hispánica, así como los restos
humanos, de flora y de fauna relacionados con ellas), colonial y decimonónica
(monumentos históricos: inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, así como
documentos y expedientes, documentos originales manuscritos y colecciones
científicas y técnicas del mismo periodo) y del siglo XX (monumentos artísticos:
bienes muebles e inmuebles con valor estético relevante pertenecientes a este
siglo).
Los documentos internacionales, algunos de los cuales ha signado México,
incluyen en primer lugar los dos textos que pueden considerarse como
antecedentes más sólidos tanto en materia de conservación y restauración de
monumentos, los cuales son la carta de Atenas de 1931 y como materia de
protección del patrimonio cultural la convención de Haya de 1954, los cuales se
toman en cuenta en trabajos arqueológicos.
12
El INAH tiene un total de 141,720 sitios arqueológicos e históricos registrados hasta el 15 de
enero de 2009, de acuerdo a informes dados a Notimex en el cual se menciona que, tan solo en el
año 2008, se registraron 32 nuevos sitios.http://www.e-
mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_2d614_not718_tiene_mexico_ junio 8 de 2009.
93
En este sentido se considera esencial que cualquier trabajo de carácter
práctico-científico como la conservación y restauración de los monumentos, se
aplique teniendo en cuenta su propia cultura, sus propias tradiciones e intereses.
La Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de
Monumentos de Conjuntos Histórico-Artísticos, redactada en Venecia, Italia,
durante el II Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos
Históricos, en 1964 y reconocida por ICOMOS en 1965; la Carta de Venecia, es
conocida también como Carta del Restauro y es hoy en día, el documento más
citado al plantear actividades de restauración en proyectos de la arqueología
mexicana.
Uno de los artículos más importantes es el siguiente, pues no debemos
olvidar que en México, al igual que en todo el mundo, se han llevado a cabo
auténticas “reconstrucciones” alejadas del respeto al monumento:
95
En muchos países no existe incluso hoy día la figura de una institución
central, normativa y coordinadora de los esfuerzos nacionales, capaz de
frenar el tráfico de piezas arqueológicas, ayudar a mitigar el saqueo o
„poner en valor‟, es decir, restaurar y equipar sitios arqueológicos para
la visita junto con la promoción de museos.
Hay naciones (cuando menos dos, Ecuador y Paraguay) que hasta la
fecha carecen de programas de formación profesional en arqueología, y
en muchos lugares ésta se practica de manera privada; es la llamada
arqueología „de contrato‟, que en términos generales ha resultado lesiva
para el patrimonio y ha evitado que se consoliden tanto una
infraestructura de investigación y conservación como los recursos
humanos requeridos para operarla.”
Por tal motivo, añade el investigador, puedo decir, sin miedo a
equivocarme, que México está mucho muy por delante prácticamente
de toda Latinoamérica en este terreno, e invariablemente ha sido
modelo a seguir”.
98
no comprendemos totalmente la función que tuvieron en el devenir de los pueblos
indígenas mesoamericanos.
El juego de pelota mesoamericano tiene en el Totonacapan un exponente
de gran importancia: el juego de pelota sur del Tajín, y aún en el norte,
principalmente. Cada uno de ellos contiene relieves de alusivos a acciones
terrenales y religiosas. La mayoría de los juegos de pelota del Tajín se encuentran
en la parte central del sitio, en tanto que, el de Cuyuxquihui se encuentra
desvinculado del área central, a centenares al sur de la zona nuclear.
Cuando este patrimonio está en medio de un patrimonio natural, como lo
está en Cuyuxquihui, entonces la arquitectura, la zona arqueológica y la
naturaleza tendríamos que considerarla como un museo abierto al público, donde
se valoren los testigos materiales del hombre y la naturaleza.
99
IV. Hacer del conocimiento de las autoridades cualquier exploración,
obra o actividad que no esté autorizada por el instituto
competente.
V. Realizar las actividades afines a las anteriores que autorice el
instituto competente.
La difusión, por otra parte, no puede desligarse del objetivo pues debe
recordarse que las funciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia son
la investigación, conservación, protección y difusión del Patrimonio Cultural de
México y, Cuyuxquihui es una de las 13 zonas arqueológicas abiertas al público en
el Estado de Veracruz.
Sin embargo no puede, de ninguna forma, generalizarse la difusión, aun
cuando si normarse la forma de presentarla al público.
Si anteriormente la difusión consistió, en las zonas arqueológicas, en el
mejor de los casos en letreros de lámina o madera con el croquis del sitio y
grandes letras con el nombre del sitio, señales burdas indicando la ruta a seguir,
placas de lámina o cemento con señales, entre ellas huellas de pie, indicando la
prohibición de acceder, etcétera. Durante los últimos años se ha llevado a cabo
13
Comunicación personal del Arqlgo. Omar Ruíz en enero de 2010, respecto a las obras de la
compañía GPS de transeptos y posteriores explosiones relacionadas con la búsqueda y
exploración de mantos de petróleo en dentro de la Zona Arqueológica y suspendidas por él en
octubre de 2009.
100
una reestructuración de la difusión, de las cuales las señales presentes en Tajín
son de los últimos exponentes.
Hoy en día se ha creado en el INAH una oficina encargada de normar las
señales en las zonas arqueológicas, su nombre: Dirección de Operación de Sitios,
la cual, además de la señalética, lleva a cabo funciones de dar seguimiento a los
planes de manejo y operatividad de los sitios.
En este punto, debemos indicar que la señalética tiende a ser interpretativa
más que descriptiva.
101
CAPITULO VI
METODOLOGIA
6.1 Metodología
14
Aprobada y signada por la entonces Directora del INAH Ma. Teresa González Franco, en la
ciudad de México el 2 de junio de 1994 y vigente a la fecha.
102
• Reconocimiento sistemático de superficie, terrestre o subacuático, con o
sin recolección de materiales arqueológicos, utilizando o no los medios que la
tecnología moderna brinda.
• Excavaciones que impliquen la remoción controlada de estratos de
cualquier tipo, con el fin de obtener los materiales arqueológicos incluidos y
determinar las relaciones naturales, culturales, espaciales y temporales de ellos.
• Estudio, consolidación, conservación y mantenimiento de bienes
inmuebles arqueológicos, e inmuebles por destino y su entorno cultural y natural.
• Estudio de bienes muebles arqueológicos, hallados en exploraciones
arqueológicas o depositadas en laboratorios, bodegas, museos, colecciones y
lugares análogos.
El proyecto en cuestión, de acuerdo al Artículo 9, habrá de incluir los
siguientes aspectos:
• Planteamiento general de la investigación.
• Análisis de antecedentes, basado en bibliografía y cartografía adecuadas
al proyecto, así como en informaciones conexas.
• Planteamientos particulares de la investigación: causas y relevancias para
la arqueología nacional.
• Duración total del proyecto especificando metodología, técnicas y
sistemas que se emplearan en la investigación: programa general de aplicación y
desarrollo; responsabilidad frente a los bienes inmuebles que puedan ser
afectados, así como el compromiso de entrega de los productos finales de la
investigación.
• Calendario de la temporada, incluyendo el de la investigación de campo,
el de los análisis de materiales y de la información conexa, el de preparación de
informes al Instituto Nacional de Antropología e Historia, y la entrega de los
documentos y materiales arqueológicos.
• Personal que tomará parte en el proyecto.
Se incluirá el curriculum vitae de los profesionistas, pasantes y estudiantes
de carreras profesionales y técnicas afines al desarrollo del proyecto. El
103
responsable del mismo presentará copias de legalizadas de los grados
académicos respectivos. El empleo de resultados para elaborar tesis será
notificado al Consejo de Arqueología.
• El proyecto incluirá las actividades, derechos y obligaciones de cada uno
de los participantes.
• Presupuesto detallado del proyecto especificando las erogaciones
previstas para cada uno de los renglones contemplados en la investigación. Los
proyectos extranjeros, nacionales o ajenos al Instituto Nacional de Antropología e
Historia deberán presentar el documento, dado por la institución o instituciones
otorgantes del presupuesto, en el que se responsabilicen de la parte económica.
104
6.4 Presupuesto
15
Realizados bajo la dirección del Mtro. Omar Melo el primero y bajo la Dirección de la Dra. Yamile
Lira López el segundo junto con la UNAM.
105
6.5 La Intervención en el juego de pelota de Cuyuxquihui
Desmonte
El desmonte consistirá en el retiro de vegetación, toda vez que no sea dañando
el medio con el que Cuyuxquihui cuenta, por lo que los árboles que no sean
absolutamente necesario su retiro permanecerán en el lugar en que se
encuentran. El monte alto, hierbas y otras como raíces se retirarán en forma
manual, es decir físicamente. Con machete para no dañar material arqueológico o
alguna estructura cercana. Debe indicarse que, se emplearán substancias
químicas de ser necesario.
Levantamiento fotográfico
Actualmente es mucho más sencillo y económico llevar el registro de trabajo
mediante el empleo de cámaras digitales, no debe confundirse la toma de
imágenes abundante y desordenada con un registro efectivo. Deben de buscarse
puntos que permitan panorámicas del elemento o estructura desde donde habrán
de enfocarse las fotografías para contar con un registro de avance. Esto no es
excluyente de toma específica de determinados puntos.
Debe, además, de llevarse un registro (archivo) diario de las fotos,
conteniendo número de imagen, punto desde donde se obtuvo, fecha, entre otros
datos tales como el objetivo, hora.
Lo anterior no implica que todas y cada una de las imágenes habrá de
imprimirse, sino deberán ser integradas al expediente y al archivo técnico que se
envíe al INAH.
106
Establecimiento de retícula
Se establecerá una retícula, marcada físicamente mediante cuerda nylon, cuyos
cuadros serán de 100 metros de lado y lado, orientado de sur a norte. Esta retícula
será insertada en el plano que contiene la poligonal mediante el empleo de GPS.
Cada cuadro de 10000 metros cuadrados será, a su vez, dividida en unidades de
10 x 10 metros, éstas a su vez se nombraran alfabéticamente seguida de un
número, ejemplo; (cuadro A1, A2, B1, B2, etc.). Tomando las letras de sur a norte
y los números de oriente a poniente (figura 21).
En cada una de las esquinas de las unidades de 10 x 10 metros se colocará
un poste con indicador de nivel cero para, de este punto, tener un mismo nivel en
todas las unidades menores de excavación que será de 4 metros cuadrados o las
de las calas de un metro de ancho. Las estacas o postes deberán de ser revisados
diariamente pues tienden a moverse.
A
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
107
Plano o levantamiento topográfico
El levantamiento topográfico debe ser realizado lógicamente mediante los
aparatos de medición topográfica como nivel o teodolito, cinta métrica, etcétera.
Se delimitará el elemento arquitectónico y las curvas de nivel con ayuda de
tránsito y demás herramientas necesarias. Debemos puntualizar que el empleo de
geoposicionador satelital (GPS) es bueno y facilita el empleo, sin embargo no llega
a sustituir todavía el empleo del tránsito cuando se requiere de precisión en los
levantamientos.
108
así como otras herramientas necesarias que permitan exponer el edificio sin
dañarlo a la vez que recuperando toda evidencia cultural.
Excavación estratigráfica
La excavación, de la cual las calas forman parte de ésta, será llevada a cabo
conjuntamente con la liberación del elemento mencionado anteriormente, pues
esta ayudará a obtener mejores datos arqueológicos, que serán de suma
importancia para el resto de la investigación. La excavación en este caso se
realizará excavando por capas culturales con apoyo de niveles métricos de 20
centímetros que nos permitan un mejor control de los materiales. La tierra que se
saque de los niveles excavados se transportara en una carretilla hacia un espacio
determinado para cribarla, pues es posible que los objetos pequeños no sean
visibles para el arqueólogo.
El azolve resultante de la liberación de la estructura será depositado en
algún área del sitio que no genere daños posteriormente, aunque esta parte de la
liberación se ha constituido en un problema no únicamente en Cuyuxquihui sino en
casi todos los sitios arqueológicos, el espacio para depositar material de azolve.
109
El registro arqueológico
Como se sabe el registro arqueológico pasa por diferentes fases, el dibujo,
fotografía, diario de campo y en ocasiones video. El dibujo por ejemplo, se divide
en dibujo de planta, dibujo de perfil y dibujo de alzado. Es recomendable realizar
dibujos desde otros ángulos, es decir, en perspectiva pues apoyan a entender y
representar el edificio para el público no especializado. En este caso; solo se
utilizara el dibujo de planta cuando sean localizados los elementos del juego de
pelota, incluidos los arranques o remates, cajas de depósito, lugares donde pudo
haber estado inserto un objeto, etcétera. Para el registro de los elementos
primarios en el proceso de excavación (entierros, objetos especiales, diagnósticos,
etcétera) será registrado detalladamente. Cada dibujo será realizado en hojas
milimétricas en escala mejor adecuada, los cuales se trasladan a hojas de papel
albanene y entintados con los datos de liberación.
La fotografía se tomará al inicio de la liberación, con los datos base como;
nombre del sitio, número de cala, fecha y el nombre de quien excava escritos
sobre una pizarra visiblemente y señalizada hacia al norte con una flecha.
El material arqueológico obtenido de la liberación será guardado en bolsas
de nylon de acuerdo a la cala correspondiente y separada de acuerdo al material,
ya sea cerámico, lítico u óseo. Se trasladaran las bolsas selladas al laboratorio y
etiquetado de la siguiente manera:
Sitio: fecha:
Cala:
Material:
Excavó:
110
Consolidación de elementos
Integración y Reintegración
Diaz-Berrio (1976) menciona que la integración no es más que aquella necesidad
de introducir cualquier elemento, lo que sucede muy frecuentemente, para unir las
partes propias de la estructura desmembrada.
De esta manera de ser necesaria se llevará a cabo la reintegración e
integración de materiales en las diferentes partes que presentan desprendimientos
y partes carentes del material arqueológico, basándose siempre en la forma
original y estructural con el fin de restaurarlo lo más apegado al dato, sin dejar a
un lado el contexto, deberán de ser señaladas las partes agregadas para
diferenciar los materiales originales de los modernos, mediante la utilización de
materiales variables tales como achurados, piedrecillas o rejoneos, etcétera.
111
La reintegración recibe también el nombre de anastilosis el cual consiste en
la recolección en un sitio de las partes desplazadas o caídas de un monumento y
colocarlas en su lugar original. Obviamente, la posibilidad de llevar a cabo una
anastilosis está condicionada a que se encuentren las partes originales y que se
conozca la parte exacta en el conjunto (Molina Montes, 1975). Es decir; se debe
identificar plenamente dónde es posible realizar la acción mencionada ya, lo cual,
en la arqueología mesoamericana no siempre es posible.
Recimentación
Se plantea realizar un calzado parcial de los cimientos, si alguna de las partes de
la estructura se encuentra socavadas, e incluso si existen secciones donde se ha
perdido la hilada inferior de piedra toda vez que el sistema constructivo
prehispánico rara vez empleó cimientos como los conocemos actualmente, y en
Cuyuxquihui cada elemento de cada estructura funciona independientemente del
elemento, aunque cohesionadas o consolidadas por su amarre o sistema de muro
en sillar.
Entre los materiales a utilizar para integrar los desplantes perdidos si es que
existen, éstos serán consolidados con mezcla de cal, arena, estuco molido (que se
obtiene de fragmentos fuera de contexto y, lamentablemente abundante debido a
la erosión que la ha desprendido de los edificios). La unión de las piedras deberá
señalarse con un rajueleado discreto, el cual fue aplicado, por primera vez en
México, en la zona arqueológica del Tajín por García Payón hacía los años
cincuenta.
112
Consolidación de grietas y fisuras
El tratamiento para las grietas y fisuras comprende antes que nada la limpieza de
las partes afectadas, dejando las áreas libres de polvo y de vegetación parasitaria
que afectan y dañan al monumento (si es posible, lavar) (Fernández, 2002).
Posteriormente se aplica una mezcla de cal y arena, acorde a los materiales
originales utilizados; en su defecto se utiliza una argamasa elaborada a partir de
cal, arena, estuco molido en un 33% para cada uno. La carga mínima de estuco
molido, otorga una textura similar a los aplanados originales y permite una
compactación y dilatación relativamente homogénea a los elementos originales.
Esta mezcla ha tenido resultados favorables en la restauración en sitios como
Tajín, Cuajilote y Vega de la Peña, porque permite la traspiración desde el interior.
Una vez disueltos los elementos se aplica directamente la mezcla sobre las
fisuras, cuya superficie debe estar previamente limpia. Debe tenerse en cuenta
que el sellado o aparejo de todas las fisuras existentes, no debe ser en forma
general, ya que ello puede ocasionar a largo plazo la acumulación excesiva de
líquidos internos en el monumento, provocando el reblandecimiento y la expansión
del núcleo, y por consiguiente el desfase o desprendimiento de los elementos
arquitectónicos y materiales constitutivos del inmueble. Además, será conveniente
identificar este aparejo con un ligero remetimiento, con relación a la superficie
original.
113
La eliminación de carbonatos y sales puede utilizarse por dos medios, una
corresponde a un método manual, y la otra se basa en medios y materiales
químicos.
No en todos los casos se deben utilizar las mismas técnicas y materiales de
intervención, ya que al intervenir un área con esta patología, se deben analizar
diferentes factores, entre los que se encuentran el medio ambiente como se
mencionaba anteriormente, los materiales constructivos y el grado de afectación.
Para lograr la remoción de los carbonatos se pueden utilizar diferentes
compuestos químicos; por ejemplo se puede emplear el acido clorhídrico
neutralizando con la mezcla de amoniaco y agua. Otra solución puede ser la
aplicación de pequeñas compresas de dos centímetros cúbicos de agua caliente o
fría y posteriormente de alcohol. La aparición de manchas y cristales suele ser
provocada por la expulsión de soluciones a la superficie, y a menudo ocurre en
ambientes que tienen cambios drásticos de temperatura y humedad, por ello, este
síntoma puede ser recurrente y requiere tratamientos periódicos. La cantidad
recurrente será la necesaria al deterioro de la estructura (Fernández, 2002).
El trabajo antes mencionado debe efectuarse idealmente por personal
capacitado y preparado para tal actividad, ya que se deben conocer métodos,
técnicas y herramientas a utilizar.
114
Análisis cerámico
El análisis cerámico será realizado sobre los materiales arqueológicos obtenidos
de la excavación y de aquellos materiales encontrados en superficie. Al momento
de que el material arqueológico llegue al laboratorio, será lavado cuidadosamente
dentro de una cubeta con agua pues de esta manera no se desperdicia mucha
agua. Se utilizarán esponjas suaves por seguridad a no destruir algún tipo de
pintura. En ocasiones se acude al cepillo dental como herramienta de lavado; en
este caso se recurrirá solo en materiales gruesos o burdos que se encuentren
cubiertos plenamente de tierra y que tampoco puedan ser dañados. Después de
haber sido secado naturalmente, es necesario marcar cada uno de los tiestos
cerámicos con la clave denominada para el proyecto, ejemplo:
CUYX JP K8 2010
Donde:
CUYX Cuyuxquihui
JP Juego de Pelota
K8 Cuadro
2010 año de intervención
El marcado debe ser realizado con tinta china negra en la parte de adentro
y hacia una esquina de la pieza o tiesto cerámico sin estropearlo.
El material lítico se divide en lítica tallada y lítica pulida. La lítica tallada es
aquella que se conoce como material de obsidiana, sílex o pedernal. La lítica
pulida es aquella piedra que se encuentra modificada parcial o totalmente con el
fin de manufacturar artefactos o esculturas. En estos materiales se llevará el
mismo procedimiento de lavado, secado y marcado. En este caso cambiará el
color de tinta negro a blanco, cubierto de algún esmalte transparente con el fin de
cubrir la clave del proyecto, pues estos materiales son un poco expensos a que se
borre la información.
115
El análisis cerámico se llevara a cabo de acuerdo a los objetivos del
proyecto ya mencionados en los primeros aparatados, a manera conveniente de
recabar mejores datos y apoyados en clasificaciones ya realizadas para el sitio de
los materiales arqueológicos.
Personal de apoyo
10 Ayudantes generales (peones) que se encarguen de retirar la tierra
procedente de las excavaciones estratigráficas.
2 Personas auxiliares en la restauración del juego de pelota.
2 Asistentes durante el análisis de material, encargado de lavar,
marcar y guardar el material arqueológico.
116
6.5.2 Material
1 Tránsito
1 GPS
Brújula tipo bronton
2 carretillas de llanta de hule
2 picos
2 picoletas
2 palas
2 cribadores de cuadro de 1 cm2 y de ½ cm2
4 cucharillas de 4” y 2 cucharillas de 6”
6 cubetas
cuerda nylon amarilla o roja
Hilo de cáñamo para trazar los pozos
8 Niveles de hilo de aluminio preferentemente
4 brochas de 6”
4 brochas de 2”
4 brochas de ½ pulgada
Bolsas de plástico
Etiquetas blancas
117
Material necesario para el análisis cerámico y lítico:
118
6.5.3 Propuesta de conservación del juego de Pelota
119
En las partes de la estructura y elementos arquitectónicos próximos que
presenten la existencia de hierbas y plantas, presencia de humedad y de cambios
estéticos y arquitectónicos, se plantea realizar el retiro manual, manteniendo el
cuidado necesario para la estructura. En este caso debemos tener en cuenta que
las hierbas se arrancan de raíz, ya que de no ser así, su crecimiento se da con
facilidad. Después de haber eliminado la presencia de flora mediante una técnica
manual, es recomendable limpiar el área y continuar con el relleno del orificio
dejado, mediante una integración de materiales constructivos de cal y arena, para
prevenir y evitar de una vez por todas las filtraciones hacia el interior o exterior del
juego de pelota.
Algunos investigadores proponen la eliminación de fauna nociva, la cual no
es más que la erradicación de animales, sobre todo de grandes colonias de
animales como hormigas, abejas e, incluso, áreas de cobijo de ganado vacuno, o
de porquerizas. Aunque también se hace alusión a la presencia y eliminación de
roedores. En un criterio la eliminación de fauna nociva puede ser discutible, pues
finalmente, la fauna es propia del lugar y aunque ocasione daños a los edificios
arquitectónicos no deberíamos excluirlos de tal manera, tan solo controlar la
presencia de éstos y evitar algún acercamiento a los basamentos, quizás con
alguna red electrificada en el caso de fauna mayor como ganado vacuno.
Una vez eliminada la presencia de animales se resuelve el problema que
ocasionan los desechos orgánicos como el excremento de la fauna, que es uno de
los agentes que propician la presencia de insectos y genera alteraciones químicas
en los componentes de los materiales (Fernández, 2002).
120
CAPITULO VII
LA DIFUSION
16
Ruiz Gordillo, comunicación personal, noviembre de 2009, Facultad de Antropología de la U.V.
Xalapa, Ver.
121
El sendero desde la zona nuclear seguirá el trazo natural de la explanada
en el punto que inicia la pendiente hacía el río Tecolutla, lo cual permitirá, por un
lado, observar el paisaje y compartir la visión de la arquitectura por otro.
Se pretende hacer un aplanado del sendero con grava, pues como se
mencionaba antes, el sitio cuenta con algunos desniveles por lo que también será
cubierto de grava aunque no nivelado. Es bueno pensar en colocar barandales
naturales, posiblemente de carrizo, con el fin de cuidar la integridad del visitante y
tener al mismo tiempo una buena visión atrayente.
Este camino contará también con las cédulas que se requieran, por lo
general en este primer camino serán informativas y temáticas, en el siguiente
apartado se detalla la función de cada una.
122
7.3 Cédulas informativas
En este sentido los criterios generales para la redacción de las cedulas serán las
siguientes:
Se aplicará un vocabulario sencillo, claro y apropiado para un rango de
edades y personas.
Se aplicará información concreta y visual correspondida con lo que el
visitante pueda observar desde su ubicación.
La información de cada cédula se ordenará de lo particular a lo general.
Los párrafos serán cortos a manera que se desarrolle una sola idea.
El material debe ser resistente al intemperismo tal como; acero inoxidable
con un color y letra visible.
El tamaño o medidas del material para su descripción va a depender de
cada tema de las cédulas.
123
Las señalizaciones de las cédulas de Cuyuxquihui serán las siguientes (figura 22):
Conmemorativa
Introductoria
Temática
Informativa
De cierre
124
Informativa: en realidad será aplicada toda vez que se remite únicamente a
indicar, mediante signos, tales como flechas, círculos cruzados por una línea
indicando prohibiciones de paso, así como lo concerniente al lugar: sanitarios, no
acceder, pendiente, áreas de descanso, estacionamiento, horarios, etcétera.
Una muy importante en el sitio, dada su cualidad de zona eco arqueológica
es informar al visitante que se está expuesto a encontrar animales considerados
venenosos, por lo cual se sugiere no apartarse de senderos.
Conmemorativa
CUYUXQUIHUI
Zona Eco-arqueológica
INAH
Comunidad indígena de
Cuyuxquihui
125
Introductoria
Tajín
Cuyuxquihui
Cempoala
Teotihuacán
126
Edificio I
Edificio II
Edificio III
127
Edificio IV y V
Vainilla:
128
Restrictiva o informativa
E WC
Protéjase , respetándolos
De cierre
129
1 conmemorativa Acceso carretera 1,2
2 Informativa
3 Temática ecológica 13
4 Temática arqueológica 3,4,
5 Temática Edificio I
10 Temática ecológica
Temática Juego de
11
Pelota
12 Informativa
13 De cierre
11,1
2
1,2
Acceso comunidad de Cuyuxquihui
130
CAPITULO VIII
17
Comunicación personal de la Custodio, Sra. Gregoria García; Cuyuxquihui, enero 2010.
18
Comunicación personal, José Cortés, Agente Municipal de Cuyuxquihui, enero de 2010.
132
Cuyuxquihui a la zona arqueológica tiene, por si misma y para ellos, un sentido
social que se ve acrecentado por la participación de ellos en la decisión de
espacios en los cuales se establecen paradores de difusión, aun cuando la
comunidad, enfocada a los de tipo ecológico, paisajístico, de flora y fauna, dejando
a los arqueólogos la decisión de elegir qué espacios arqueológicos pueden ser
susceptibles para ello.
Actualmente y bajo la perspectiva de obtener beneficios, no necesariamente
económicos derivados del “boom” que ha traído consigo el evento denominado
Cumbre Tajín, este “comité de ruinas” y la comunidad toda, plantean la apertura
del sendero para visitantes, un sendero que tendría una extensión aproximada de
3 kilómetros y que permitiría al visitante conocer diferentes aspectos de una
comunidad indígena y el patrimonio natural y cultural.
La orientación social que este proyecto tiene no es frecuente pues hay, casi
siempre, dos alternativas: las zonas arqueológicas se desligan de la comunidad
sustentante o vecina, o bien la comunidad no permite la investigación y
conservación de dicha zona arqueológica.
Pero, en nuestro caso hay una tercera alternativa en la cual quedan a salvo
los intereses de las instituciones y de la misma comunidad: el que cada una
participe con lo suyo sin menoscabo de una interacción en pro del patrimonio
natural y cultural.
El sentido social de los proyectos normalmente se han ido alejando cada
vez más de las comunidades indígenas o bien son intervenidos para una elite, así,
vemos sitios arqueológicos a los cuales hay que pagar determinada cantidad para
poder acceder a ellos, independientemente del acceso al sitio mismo, como
sucede con la zona arqueológica de Ixcareth, el cual es, por supuesto, una zona
arqueológica alejada de la posibilidad de visita, por razones económicas de
cualquier familia media de México.
En otros lugares, como en el cercano Tajín se observa que, si bien la
comunidad considera suyo el patrimonio cultural, éste en realidad, está
secuestrado por intereses personales de los custodios: únicos beneficiarios de
133
esta identidad indígena que proclaman oponiéndose a la Cumbre Tajín en tanto
obtienen beneficios económicos por participar en dicho evento, de acuerdo al
sentir de comerciantes ambulantes fuera de la zona arqueológica.
Es aquí en donde la comunidad de Cuyuxquihui aporta su experiencia en la
organización y obtención de beneficios, no necesariamente económicos, sino
sociales y de estatus en una competencia con otras comunidades.
De esta manera, ¿quién si no ellos conocen la tierra en que antiguos
pobladores del Totonacapan edificaron Cuyuxquihui? ¿Quién, si no ellos,
identifican recursos naturales de los cuales han vivido durante décadas?, conocen
los lugares seguros por los cuales transitar y llevar a punto seguro a los visitantes,
etcétera.
El sentido social de este proyecto a realizar en Cuyuxquihui no pretende
competir en cuanto a número de edificios liberados, toda vez que son pocos en
realidad los que ahí se encuentran, así como tampoco pretende constituirse en el
punto central de arribo de visitantes nacionales y extranjeros sino en ser un punto
en el cual el visitante se encuentre inmerso entre la obra de la naturaleza y la obra
del hombre, apoyado por senderos lógicos, seguros, interpretativos y que
redunden en una identidad reforzada no sólo por su origen indígena sino por su
capacidad de rescatar antiguas costumbres como la faena o mano vuelta en bien
de la sociedad. Aunque, en este caso, la sociedad sea la comunidad de
Cuyuxquihui en un ámbito local.
134
CAPITULO IX
COMENTARIOS FINALES
135
Desde que las sociedades del México antiguo evolucionaron de nómadas a
sociedades sedentarias, los lugares que eran visitados periódicamente se
convirtieron en edificaciones permanentes ubicadas en el núcleo de los
asentamientos, y en muchos sentidos con el paso del tiempo se volvieron en el
centro de la vida misma.
Pues de ser así, debemos tener en cuenta y hacer conciencia que una
estructura arqueológica es el resultado de complejos sistemas de organización
social que sin duda alguna se rigieron mediante los procedimientos constructivos
necesarios para así obtener necesidades satisfactorias en escala colectiva como
lo vemos en plataformas, plazas drenajes, espacios públicos, pirámides,
adoratorios o templos.
En primer punto hay que hacer referencia a la geología como proveedora
de material primario para las construcciones arquitectónicas pues de cierta
manera sin ello y la fuerza humana no hubiese sido posible tan magnífica
arquitectura. Debemos tomar en cuenta también el contexto ecológico, la
abundancia o escasez del líquido vital: el agua, el relieve del terreno, la fertilidad
del suelo, etcétera que los constructores tomarían en cuenta para su actividad
productiva de magnificas edificaciones.
Entre diferentes edificaciones, tanto de carácter habitacional, ceremonial,
político y social, encontramos el tan mencionado juego de pelota que no deja de
ser sorprendente por sus variaciones constructivas; fue sumamente atractivo e
importante entre los pueblos que habitaron Mesoamérica en tiempos
prehispánicos. Tan es así que ha logrado sobrevivir en algunos puntos de nuestro
país, aunque ya sin todas las implicaciones religiosas, económicas, sociales y aun
políticas que en aquel tiempo pudiera haber tenido.
En una entrevista19 se menciona que; actualmente siguen practicando el
juego de pelota que más que verlo como un rito sagrado son compromisos que se
19
El juego de pelota Mixteca, entrevista a Misael, habitante de Cuchilquitongo, Oaxaca, por Varinia
del Ángel y Gabriela León.
136
hace con otro comunidad a manera de entrenamiento que a su vez mantiene viva
esta tradición. Ahora no se apuestan vidas o sacrificios, pues lo que se gana es
dinero que va de los 100 pesos moneda mexicana a 1000 pesos. Para los
actuales habitantes de Oaxaca se trata de una actividad muy importante y se
esfuerzan mucho porque no se pierda como tradición. El juego de pelota Mixteca
no es algo del pasado. Muchas familias lo practican y están orgullosas de
participar en un deporte antiguo que no ha dejado de evolucionar.
137
finalizar esta práctica. Considero que fue esta cultura al sur de Veracruz quien
difundió a las demás sociedades prehispánicas quienes más adelante se
encargaron de estilizarlo, pues si bien es cierto; las canchas alzadas en piedra y
con más detalles son ubicadas en un periodo clásico y precisamente al centro del
Estado como lo vemos en El Tajín.
Por su parte Cuyuxquihui zona arqueológica de la cual deriva esta
investigación, comparte arquitectura típica del centro de Veracruz o al menos lo
que hasta ahora conocemos como ello, dado a sus materiales constructivos como
la piedra laja, edificios rectangulares, compuesta de tres a más cuerpos,
escalinatas y alfardas hace suponer que continuó con este estilo arquitectónico
hasta el Posclásico tardío. Es decir, no considero el sitio arqueológico de
Cuyuxquihui como un sitio de civilización heterogénea sin ideologías concretas
pues también plantearía que Cuyuxquihui debido a sus características
arquitectónicas, cerámicas, estilísticas, etcétera, es un sitio por lo que conocemos
hasta ahora, de características totonacas, con influencia y prestamos de la cultura
Huaxteca, Azteca y posiblemente Tolteca, debido a algunos elementos
arquitectónicos como el talud-tablero y cerámica encontrados hasta el momento.
Las características de estos monumentos arqueológicos proporcionan
información no sólo sobre las creencias de un grupo en particular que habitó
Cuyuxquihui, sino, que también arroja luz sobre conocimientos arquitectónicos y
de ingeniería. Nos indican además una complejidad social, pues es obvio que
levantarlas requería de la participación de grandes organizaciones humanas y
pueblos completos.
Así pues; Cuyuxquihui aunque tienen diferentes formas, las estructuras
hasta ahora liberadas y expuestas al público presentan ciertas características
básicas. A pesar de no ser edificios tan elevados fueron erigidos sobre
basamentos y cuerpos que se van acopiando uno sobre otro, dándoles una forma
característica; así como las escalinatas que conducen hacia el templo definidas
por amplias alfardas y rematadas por cubos. Es necesario tener en cuenta que la
mayoría de los cuerpos que ahora observamos son el resultado de diferentes
138
etapas constructivas, es decir; la pirámide que se observa actualmente, conserva
en su interior a otras más antiguas de las cuales, en restauración arquitectónica,
deben de dejarse “testigos”, lo cual se ha realizado hasta ahora en Cuyuxquihui y
se aplicará en el juego de pelota.
Es difícil concluir con pocos datos previos a la investigación presente, y con
lo hasta ahora teóricamente recabado y de acuerdo a los materiales encontrados
en temporadas de campo pasadas, podemos mencionar que Cuyuxquihui fue un
sitio arqueológico erigido en el posclásico mesoamericano, posiblemente después
de la caída de Tajín, hacía el año1200 d.C. En base a la cerámica datada es obvio
suponer que este sitio, Cuyuxquihui, mantuvo contacto directo con la Huasteca
debido a su cercanía geográfica e indudable comercio mantenido, pues nos
encontramos con tipos cerámicos provenientes de esta zona. Sin dejar aún lado la
relación con sitios ubicados en el propio centro del Estado de Veracruz como;
Yohualichan, Paxil-Morelos, Filobobos, Morgadal, Castillo de Teayo entre otros.
De acuerdo a la arquitectura y que no se han realizado excavaciones
extensivas, resulta realmente complicado conocer con exactitud las relaciones
espaciales arquitectónicas y urbanísticas que prevalecieron en algún sitio
arqueológico cuando aún no todos los edificios han sido intervenidos mucho
menos cuando no se cuenta con otras investigaciones anteriores ni posteriores a
las del arqueólogo Ruiz Gordillo, pues distintos interesados solo hacen mención
del sitio con un carácter descriptivo y no netamente científico. Sobre los muros de
contención algunos investigadores han querido ver un tipo de arquitectura militar
dentro de Cuyuxquihui. No estamos de acuerdo debido a que hasta ahora no se
han encontrado murallas como tales, emplazamientos protegidos, fortalezas o
guarniciones, silos, amplios campos de cultivo, etcétera. Se toma en cuenta
también la topografía del sitio, pues este cuenta con una visión amplia desde
arriba hacia el valle por lo que era muy fácil tener el control de las personas que se
dirigían hacia Cuyuxquihui, sin dejar a un lado también el difícil acceso debido a la
naturaleza de la región, es más bien un sitio arqueológico con defensas naturales
más que militares como algunos otros afirman.
139
En el aspecto social, sabemos que la mayor riqueza que puede tener una
comunidad es su identidad como resultado de su cultura, en este sentido las
creencias, costumbres, la lengua, experiencias y rasgos físicos forman parte de
cada individuo. Además del conocimiento que los practicantes de cualquier cultura
tienen del medio que los rodea y la forma en la que se adaptan al mismo. Las
formas de satisfacer sus necesidades individuales y colectivas son particulares.
Los totonacos actuales asentados en la comunidad de Cuyuxquihui, comprenden
este acontecer y mantienen en su sociedad una buena parte preocupada por
preservar uno de los aspectos fundamentales de su cultura; como lo son sus
restos arqueológicos, sus costumbres, sin dejar a un lado su lengua totonaca,
factor determinante de la comunicación y transmisión de la cultura. Así, las
culturas y sociedades poseen conocimientos, experiencias, valores y materiales
arqueológicos que han logrado conservar en su devenir histórico, es por ello que
los individuos que las conforman tienen la misión de, transmitir y salvaguardar esta
herencia cultural para contribuir en el desarrollo de las nuevas generaciones
En este sentido, y ligado a la restauración del juego de pelota ubicado en la
zona arqueológica de Cuyuxquihui, Veracruz; ayudará a mantener un
conocimiento científico del sitio arqueológico en cuanto a estilo arquitectónico,
temporalidad y demás. Para llevar a cabo una propuesta de restauración en este
caso del juego de pelota localizado en el sitio arqueológico de Cuyuxquihui es
necesario tomar en cuenta en primera instancia los objetivos generales y
particulares del proyecto y la autorización del Consejo de Arqueología en México,
sin dejar a un lado la intervención valiosa de la comunidad del sitio investigado. De
acuerdo a ello hemos propuesto una metodología la cual se adecua a las
necesidades del mismo, aquellas que sin dañar los basamentos arquitectónicos
nos ayude a recabar la mayor información arqueológica para que al final se den a
conocer en carácter científico.
La difusión por su parte es aquel resultado científico de la investigación
arqueológica previa del sitio, la cual es relevante para las generaciones futuras
que se interesen en este sitio tanto arqueológicamente como antropológica y
140
ecológicamente hablando, debido a que son pocas las comunidades que se
interesan y forman parte de su pasado prehispánico. A pesar de su belleza
natural, de su interés científico y de la experiencia que sobre los efectos de
inundación y abandono puede obtenerse, el sitio es poco conocido y no por la
poca validez como sitio prehispánicos sino más bien por el poco conocimiento que
se tiene de él en cuanto a su ubicación y demás elementos, y a pesar de que la
investigación no se pretende para una derrama turística; para los habitantes de la
comunidad en ocasiones dejara recursos monetarios.
Como parte de la difusión del sitio arqueológico de Cuyuxquihui, la
realización de accesos naturales propuestos, se formuló con el único interés de
tener comunicada la zona nuclear del sitio, el juego de pelota y la comunidad;
pues si bien es cierto en descripciones anteriores, casualmente el juego de pelota
se encuentra en medio de estas dos áreas a 800 metros aproximadamente de
cada una.
Finalmente debemos indicar que esta es una propuesta de trabajo que será
llevada a cabo durante el primer trimestre del año 2011 con apoyo del INAH y del
Gobierno del Estado de Veracruz. Es, pues, una propuesta viable de aplicación del
trabajo recepcional.
141
BIBLIOGRAFIA
CASTILLO PEÑA, Patricia y Román Piña Chan, Tajín, la ciudad del dios
huracán. Fondo de Cultura Económica, México, 1999.
142
CHANFON OLMOS, Carlos, Fundamentos teóricos de la restauración,
Universidad Nacional Autónoma de México, Faculta de Arquitectura; México, 1988.
143
GANDARA, Manuel, La arqueología oficial mexicana: causas y efectos.
Instituto Nacional de Antropología e Historia; México, 1992.
144
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volumen VIII, artículos y notas publicadas en el número 44 de los meses de julio –
agosto, México, 2000. Pp. 36-41.
145
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Gobierno de Veracruz, Xalapa, Veracruz, México, 1960.
146
RUIZ GORDILLO, J. Omar, “La apropiación de la cultura por comunidades
indígenas: Cuyuxquihui un caso en desarrollo”, en Miscelánea Veracruzana,
Editorial INAH, serie CUADERNOS DE TRABAJO, Centro Regional Veracruz,
Número 8, México, 1991. Pp. 53- 61.
147
___y Jesús Javier Bonilla Palmeros, “Las tablillas con relieve de
Quetzalcóatl Tlahuizcalpantecuhtli de Cuyuxquihui, Ver” en Miscelánea
Veracruzana, Editorial, INAH, serie CUADERNOS DE TRABAJO, Centro Regional
de Veracruz, Número 8, México, 1991. Pp. 35-43.
148
Documentos:
149
COMITÉ DE FOMENTO Y DESARROLLO DE LAS CULTURAS AUTOCTONAS
DE CUYUXQUIHUI
150