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NECESIDADES NUTRICIONALES DURANTE

EL EMBARAZO

Viviana Araneda Ch.


Unidad de Nutrición, Depto. Pediatría y C.Infantil, Facultad de Medicina

El ser humano para mantener el estado nutricional en equilibrio, debe recibir


una alimentación capaz de satisfacer las necesidades nutricionales. El embarazo es un
estado fisiológico que demanda para el organismo materno una cantidad importante de
energía y nutrientes, ya que desde que el óvulo es fecundado por el espermio se inician una
serie de adaptaciones fisiológicas en las que están involucrados directa o indirectamente los
factores nutricionales. Además de cubrir las necesidades nutritivas propias, el organismo
materno debe obtener energía para crecimiento del feto y la formación de nuevas
estructuras maternas como placenta, útero, glándulas mamarias y sangre.

Durante la gestación se modifican los requerimientos de energía, proteínas,


vitaminas y minerales. En cuanto la mujer queda embarazada se producen cambios en su
organismo cuyo objeto es prepararlo para conseguir un crecimiento y desarrollo fetales
óptimos, asociándose a esto un aumento de los requerimientos de energía y nutrientes. Los
movimientos fetales intrauterinos también consumen energía. La desnutrición materna
pregestacional o durante el embarazo se asocia a un mayor riesgo de morbimortalidad
infantil, en tanto que la obesidad también constituye un factor de riesgo al aumentar
algunas patologías del embarazo, la proporción de niños macrosómicos y distosias y
complicaciones del parto.

Si la dieta no aporta energía y nutrientes en cantidad necesarias, serán


captados de las reservas maternas intentando preservar al máximo el crecimiento y
desarrollo fetal. Pequeños desequilibrios energéticos pueden quedar parcialmente
compensados, sin riesgo significativo para la salud materno fetal. Aportes energéticos
superiores a los requerimientos ocasionan acumulación de grasa de reserva, mientras que
aportes inferiores obligan a la movilización de grasa de reserva.

Los déficit de micronutrientes en cuanto a la utilización de las reservas,


cursan sistemáticamente con un período asintomático, incluso desde el punto de vista
bioquímico. El organismo trata de mantener constantes los niveles tisulares de la mayoría
de los nutrientes, permitiendo aportes diferentes de un día a otro.

Los cambios fisiológicos que se producen en el embarazo estimulan algunas


respuestas homeostáticas como: Utilización de las reservas corporales, aplicable a la
mayoría de las vitaminas y minerales; incremento de la absorción del nutriente, por ejemplo
calcio, hierro, zinc, magnesio, cobre y carotenos; disminución de la excreción urinaria de
sodio, calcio y riboflavina. Sin embargo, la utilización y la tasa de recambio de la mayoría
de los nutrientes se encuentra probablemente incrementada durante el embarazo. Otro
problema es el del estado de las reservas de vitaminas y minerales cuando la mujer inicia el
embarazo, en ocasiones es posible que deban ser utilizadas completamente durante la
gestación y otras veces el embarazo se produce con las reservas muy disminuidas.
AJUSTES FISIOLÓGICOS DURANTE LA GESTACIÓN
Los ajustes que tienen lugar durante la gestación están destinados a aportar
nutrientes y soportar el feto que se desarrolla en el útero.
1. Incremento del hambre y la sed, necesario para cubrir los mayores requerimientos
nutricionales.
2. Ganancia de peso, que oscila entre los 10 y 12,5 kg en embarazos normales. Estos
cambios de peso deben mantenerse dentro de una variabilidad normal de cualquier
embarazo, ya que aumentos mayores o menores a los normales constituyen un riesgo de
morbilidad y mortalidad especialmente para el nuevo ser.
El aumento correspondiente al feto, placenta y líquido amniótico representa entre 4,5
kg y 5 kg; otro componente que aumenta es la grasa materna de depósito que alcanza un
valor de 3 a 4 kg. El sentido fisiológico de esta grasa de depósito es asegurar la lactancia,
que sucederá a la gestación, permitiendo por una parte una reserva energética que cubriría
las demandas maternas en caso de posibles deficiencias en el aporte alimenticio, y por otra,
aseguraría la formación de leche que tiene un componente graso importante.
3. Disminución de la motilidad gastrointestinal y relajación del cardias. Estos
cambios posiblemente influyen en la aparición de pirosis, vómitos y estreñimiento tan
comunes en las mujeres gestantes. Es aconsejable para el caso de la pirosis que la
masticación sea adecuada, comer lentamente y evitar acostarse después de las comidas.
4. Aumento del consumo de oxígeno debido al metabolismo del feto, de la placenta
y de las mamas, para ello la embarazada aumenta la ventilación pulmonar aumentando el
volumen de aire inspirado. Además, el útero en crecimiento empuja al diafragma
dificultando la respiración.
5. Cambios metabólicos, entre los que destacan aumento del metabolismo basal, en
ocasiones alteración de la tolerancia a la glucosa, produciéndose la denominada diabetes
gestacional.
6. Incremento de la utilización de nutrientes, como consecuencia del aumento en la
absorción de muchos nutrientes y/o del descenso en la excreción de los mismos.
7. Modificaciones del metabolismo, que se ha de adaptar a las necesidades
originadas por el feto y a los cambios de composición del organismo materno. Así, el
metabolismo es de tipo anabólico acumulando proteína, grasa y calcio para su uso en fases
posteriores.
8. El útero provoca una hipertrofia de sus células aumentando de tamaño 17 veces
debido a la progesterona. En el último trimestre del embarazo acontece una elongación de
las fibras endometriales para facilitar la salida del feto. La altura del útero debe aumentar
unos cuatro centímetros cada mes. Si aumenta más nos indicará que se está gestando un
macrosoma. Si aumenta menos, podría desarrollarse un retraso en el crecimiento
intrauterino que podría deberse a una falta de nutrientes.
9. Los ovarios durante la gestación dejan de ovular, pero los folículos pueden
secretar una pequeña cantidad de estrógeno, aunque no el suficiente para madurar.
10. En las vías altas del aparato respiratorio, debido a los estrógenos se produce un
edema de las mucosas y una congestión pulmonar.
11. El diafragma sube unos cuatro centímetros y esto provoca que al final del
embarazo se tenga dificultad para respirar. Esto se conoce como disnea de la embarazada.
12. El rendimiento del sistema renal se ve disminuido, pues a pesar de haber
aumentado la capacidad de reabsorción del riñón, éste aumento no es suficiente para
reabsorber la cantidad de componentes de la sangre que le llega, la cual ha aumentado
debido a un aumento del volumen sanguíneo.
13. El aparato urinario también presenta cambios, relacionados con una relajación
de la musculatura, la cual facilita la aparición de infecciones urinarias. Presentan
polaquiuria (es la micción con intervalos breves de tiempo sin aumento del volumen de
producción diaria de orina) como consecuencia de las hormonas y/o al final de la
gestación, debido a la presión ejercida por el útero grávido sobre la vejiga.
14. En el aparato circulatorio se produce un aumento del volumen sanguíneo
causado principalmente por el plasma y minoritariamente por las formas sólidas de la
sangre, es decir, por las células sanguíneas (hematies, glóbulos blancos). Esto provoca una
anemia fisiológica del embarazo o hemodilución. La presión arterial se debe mantener en
los niveles normales, aunque puede producirse el llamado síndrome de hipotensión supina.
Éste es debido a la presión que realiza el feto sobre la vena cava que tiene por detrás de él
y provoca el corte del retorno venoso. Se manifiesta con mareos, taquicardia, sudor, en
mujeres que están en posición de decúbito supino. Se soluciona a través de la posición de
decúbito lateral.

• La aparición de edemas durante el embarazo es frecuente y está asociada a la


aparición de hipertensión arterial durante el embarazo.

• En las extremidades inferiores hay una presión debida a una compresión de la


vascularización pélvica provocando várices y hemorroides.

ADAPTACIONES EN EL METABOLISMO MATERNO:

El embarazo produce cambios importantes en el metabolismo para lograr un


aporte adecuado y continuado de glucosa y aminoácidos desde la madre hacia el feto y
aumentar los depósitos de lípidos maternos durante los primeros meses de la gestación, para
cubrir las necesidades de energía al final del embarazo y la lactancia. La causa de los
cambios metabólicos es la acción hormonal, particularmente el aumento de las hormonas
esteroidales, la función del lactógeno placentario humano y las modificaciones en la
secreción de insulina y glucagón. Durante la primera mitad de la gestación existe una fase
anabólica, que se caracteriza por un aumento de la capacidad materna para almacenar
proteínas y energía en forma de grasa, cuando las necesidades fetales son aún relativamente
pequeñas; durante este periodo la glucosa es el principal nutriente metabólico materno. La
fase catabólica ocurre durante la segunda mitad de la gestación. Durante este periodo la
madre utiliza como combustible energético la grasa en lugar de la glucosa, que en estado
prandial procede de la dieta, mientras que en estado de ayuno se origina a partir de la
movilización de los depósitos de tejido adiposo.

METABOLISMO DE LOS NUTRIENTES DURANTE LA GESTACIÓN

a) Proteínas: Como las proteínas constituyen la base estructural de los nuevos tejidos, los
ajustes hormonales que favorecen la síntesis de tejidos también tienden a producir
retención de nitrógeno que en parte se debe a que disminuye la excreción urinaria.

b) Lípidos: El tipo de grasa dietética que ingiere la embarazada es de gran importancia, ya


que durante el período de organogénesis fetal existe una elevada demanda de ácidos
grasos esenciales que son indispensables para la síntesis de fosfolípidos de membranas
celulares, prostaglandinas, prostaciclinas y tromboxanos que son muy importantes
especialmente en la estructuración del sistema nervioso central, ya que el periodo
principal de división celular es prenatal. La dieta deberá contener las familias de los
ácidos linoleico y linolénico, que son esenciales para el niño. La grasa materna
adquirida durante la gestación contribuye a la producción de leche durante los primeros
cien días de la lactancia.

c) Hidratos de Carbono: El embarazo es un estado de tolerancia disminuida a los


hidratos de carbono, más intensa en la segunda mitad de la gestación (estado
diabetógeno). Después de una carga oral de glucosa, la glicemia es más alta y el pick
máximo aparece más tarde en comparación con la primera mitad de la gestación o en la
mujer no embarazada. La resistencia a la insulina que existe en el embarazo humano se
debe a la acción del lactógeno placentario, éste estimula la lipolisis, con liberación de
AGL y glicerol y reducción de la utilización de glucosa por los tejidos maternos, que
usan las grasas como fuente de energía; la glucosa es destinada al feto, ya que ésta es su
principal fuente de energía.
ESTIMACIÓN DE NECESIDADES

La determinación de necesidades nutricionales considera:

a) La necesidad fisiológica: Aquella propia de la mujer, que si es adulta, serán


los necesarios para mantención y si es adolescente deberá tomarse en cuenta
además de las necesidades de mantención, las propias de la edad.

b) La necesidad específica: Aquella resultante del crecimiento y desarrollo del


producto y los cambios experimentados por la madre, como aumento del
volumen sanguíneo y crecimiento de los órganos de la reproducción.

Es importante señalar, que las necesidades nutricionales en el embarazo, no son


necesariamente la suma de los requerimientos fisiológicos y específicos, ya que por
ejemplo, la necesidad adicional del embarazo puede compensarse por una actividad física
disminuida, cada embarazada debe ser considerada en forma individual.

Factores que influyen sobre los requerimientos calóricos y de nutrientes y la


necesidad de suplementación

Los factores que pueden incrementar las necesidades de nutrientes por sobre las
demandas habituales del embarazo son:

1. Mal estado nutricional previo


2. Gestación múltiple
3. Embarazos muy seguidos (intervalo reproductivo
corto)
4. Embarazo en la adolescente
5. Nivel de actividad física elevado de forma continuada.
6. Algunos estados patológicos como malabsorción y
diabetes.
7. Fumadoras y consumidoras habituales de alcohol.
8. Ingesta de antibióticos y fenitoína, entre otros.
9. Consumidoras de drogas ilegales.

ENERGÍA:

La energía adicional durante el embarazo protege o respalda el gasto


metabólico originado por:
- Crecimiento de órganos maternos
- Incremento de grasa como reserva de energía
- Síntesis de nuevos tejidos fetales y placentarios.

A. Necesidad Fisiológica: Se calcula sumando el consumo energético en reposo más el


consumo por ejercicio físico.

1. Ecuaciones para calcular tasa de metabolismo basal a partir del peso corporal:

a) Mujeres: 10 – 18 años = 12,2 (P) + 746


18 – 30 años = 14,7 (P) + 496
30 – 60 años = 8,7 (P) + 829

b) Agregar consumo por ejercicio físico:

Actividad ligera = 1,4


(75% sentada o de pie – 25% de pie o moviéndose)
Actividad moderada = 1,56
(25% sentada o de pie – 75% de pie o moviéndose)
Actividad pesada = 1,64
(40% sentada o de pie – 60% en actividad pesada)

B. Energía suplementaria requerida durante el embarazo:

La necesidad adicional de energía, para una embarazada con estado


nutricional normal se consideraba alrededor de 300 Kcal diarias. Estudios recientes,
demuestran que con frecuencia disminuye la actividad física durante el embarazo y el gasto
energético por este factor. A la vez, existen mecanismos de adaptación que determinan una
mejor utilización de la energía consumida.

Un comité de expertos propuso en 1996, un incremento de sólo 110 Kcal los


dos primeros trimestres del embarazo y de 150 – 200 Kcal, durante el último trimestre, en
mujeres con estado nutricional normal. En mujeres enflaquecidas, las necesidades de
energía se incrementan en 230 Kcal., en el 2° trimestre y en 500 Kcal. para el tercer
trimestre.

1er. Trimestre 2° Trimestre 3er. Trimestre

Emb. Normal 110 Kcal 110 Kcal 150 – 200 Kcal


Emb. Enflaquecida 230 Kcal 230 Kcal 500 Kcal.
Emb. Gemelar 300 300 300 Prom. 3000
cal/día
Emb. Obesa Restricción calórica máxima de 1.800 Kcal / día.
Fuente: Guías de alimentación para la mujer. Burrows, Castillo, Atalah y Uauy.2001.

PROTEÍNAS:
Los aminoácidos derivados de la proteína de la dieta son necesarios para la
síntesis proteica relacionada con expansión del útero, mamas, fluido extracelular materno,
así como la síntesis proteica del compartimento feto placentario.

La necesidad adicional de proteínas durante el embarazo se estima en 10


gramos diarios, cantidad que se puede satisfacer con 2 tazas de leche adicionales. De
acuerdo a los patrones alimentarios de la población chilena, las proteínas no representan un
nutriente crítico y en general son adecuadamente cubiertas por la alimentación.

GRASAS:
El tipo de grasa dietética que ingiere la embarazada, es de gran importancia,
ya que durante el período de organogénesis fetal, existe una elevada demanda de ácidos
grasos esenciales. Los ácidos grasos linoleico y alfa linolénico (esenciales para el feto)
atraviesan fácilmente la barrera placentaria, no así, el resto de los ácidos grasos que se
sintetiza a partir de la glucosa.

Las grasas deben aportar no más del 30% del VCT y mínimo 20%. Es
importante incluir ácidos grasos esenciales de la familia omega 6 presentes en aceites
vegetales (maíz, maravilla, pepa de uva) y de la familia omega 3 que se encuentran en
aceites de soya, raps y en el pescado, almendras y nueces. Estos ácidos grasos son
fundamentales para el buen funcionamiento del sistema útero-placentario, el desarrollo del
sistema nervioso y la retina del feto durante el embarazo y del niño durante la lactancia. La
cantidad de grasa se calcula según: 0,8 a 1,0 g. por Kg. de peso aceptable o 30% de la
molécula calórica. La calidad se distribuye 1: 1: 1. Estas proporciones de los ácidos grasos
promueven la salud cardiovascular, reducción de los niveles de colesterol sanguíneo,
previene enfermedades crónicas y mantienen un balance omega 6:3 concordantes con las
necesidades del feto y la madre.
H. de C.:
Una hipoglicemia relativa se produce en las primeras catorce semanas de
gestación relacionada tal vez, al aumento de la concentración de estrógenos plasmáticos.
Los estrógenos parecen aumentar la utilización de la glucosa materna y promueven los
depósitos de grasa y proteína. Este efecto, puede acrecentarse con el aumento de la
concentración de progesterona. El ayuno prolongado promueve la cetonuria y aumento de
la lipolisis, seguida por el aumento de la utilización de aac. en el proceso de
neoglucogénesis. La baja concentración de glucosa plasmática materna en el primer
trimestre del embarazo, lleva a una secreción disminuída de insulina pancreática, por lo
menos durante el ayuno. Durante el primer trimestre del embarazo, existe un aumento de la
secreción de insulina estimulada, lo que sugiere que el páncreas, está preparado para
responder a la creciente demanda de insulina que se produce después de la vigésima
semana de gestación y que continúa hasta el término del embarazo; por ello no es
aconsejable que la mujer restrinja su alimentación y baje de peso durante el embarazo, ya
que esta condición predispone a la cetonuria y a la lipolisis.

Los H. de C. aportan energía importante en la alimentación, no existe ninguno que


sea esencial para el organismo, se calculan por completación. La cantidad de sacarosa debe
limitarse a la recomendada para la alimentación saludable al igual que la fibra. Se debe
aportar una ingesta mínima de 160 grs. de H. de C. para evitar la cetosis de ayuno
(aunque se trate de pacientes obesas y sedentarias) reduciendo la sacarosa y otros azúcares
con índice glicémico alto.

MINERALES:

Hierro:
Las necesidades de hierro se duplican durante el embarazo, ya que se utiliza
para la formación de hemoglobina materna y fetal. El feto asegura su producción de Hb
captando todo el hierro necesario de la madre. La ingesta recomendada de hierro durante el
embarazo se estima en 27 a 30 mg. de hierro al día según DRI 2001. Las demandas de la
madre son muy elevadas, por lo que el hierro de la alimentación es insuficiente y debe ser
aportado en forma medicamentosa (30 mg. día en forma de sulfato ferroso como dosis de
prevención y 60 mg. como dosis de tratamiento). Las principales fuentes de hierro son las
carnes, leguminosas, semillas, algunos vegetales, pan y cereales fortificados. La leche
Purita fortificada con hierro y zinc que distribuye actualmente el PNAC, es insuficiente
para cubrir las necesidades de estos minerales.

Los requerimientos de hierro para una mujer en edad fértil se han estimado
en 1,4 mg/día, la mitad es utilizado para reemplazar las pérdidas menstruales. Sin embargo
hay mujeres en edad fértil que pueden requerir hasta 2,8 mg. dependiendo de las pérdidas
menstruales y en las adolescentes se debe cubrir las necesidades para crecimiento. Durante
el 1er. trimestre del embarazo los requerimientos son bajos debido al cese de la
menstruación. A las 16 semanas de gestación el volumen sanguíneo materno y la masa
eritrocitaria se expanden aumentando los requerimientos. Durante el 2° y 3er. trimestres
son necesarios cerca de 5,6 mg. de hierro absorbido por día, o sea 4 veces más que en
mujeres no embarazadas. Una dieta equilibrada igual determina un déficit de 400 a 500
mgs. por la diferencia entre los requerimientos y las cantidades absorbidas durante el
embarazo razón por la cual debe ser suplementada.

Calcio:
El metabolismo del calcio se modifica durante el embarazo en respuesta a la
acción hormonal. El lactógeno placentario humano aumenta la movilización ósea, durante
la gestación; los estrógenos inhiben la absorción ósea, lo que provoca una liberación
compensadora de hormona paratiroidea, que mantiene los niveles de calcio sérico a la vez
que aumenta la absorción intestinal y disminuye la excreción urinaria; también aumenta la
secreción de calcitonina, que inhibe la reabsorción ósea excesiva. El efecto neto, es un
aumento progresivo del balance positivo de calcio, siempre que el ingreso de calcio y
vitamina D sea adecuado. El aumento de la absorción intestinal y el balance positivo
comienzan en el primer trimestre. Durante este periodo existe una acumulación materna
de calcio, ya que las necesidades fetales son mínimas.
Es posible que el calcio depositado en el sistema óseo materno al comienzo
de la gestación sea transferido al feto durante el último trimestre. La calcificación del
esqueleto cartilaginoso fetal, comienza alrededor de la octava semana de gestación. El 80%
del calcio fetal se deposita durante el último trimestre de la gestación, cuando el
crecimiento del esqueleto fetal es máximo y comienza la formación de los dientes.

La suplementación corresponde a + 400 mg. como necesidad específica más


los 800 a 1000mgs. que son la necesidad fisiológica, da un total de 1.200 a 1400mgs.
durante el embarazo, equivalente a 1 litro de leche al día (100 ml de leche contiene 125 mg.
de calcio). Se debe evitar el consumo de café, tabaco y alcohol que pueden afectar
adversamente el metabolismo del calcio. La suplementación de calcio puede ser necesaria
en mujeres que ingieren pocos productos lácteos, pero ésta debe ser indicada por un
médico.

Zinc:
También presenta una baja ingesta en la población chilena y su déficit se ha
asociado a BPN y parto prematuro. Las principales fuentes de zinc son mariscos, carnes,
lácteos, huevos, cereales integrales y pescados.

VITAMINAS:

En las mujeres embarazadas que reciben una alimentación equilibrada, es


raro encontrar un estado real de deficiencia, ya que éstas se encuentran en cantidades
suficientes en la alimentación.
Durante el embarazo los niveles de vitaminas hidrosolubles disminuyen en la
circulación materna y aumentan en la fetal. Las necesidades están aumentadas, pero la
dieta equilibrada durante el embarazo cubrirá estas necesidades extras.

Vitamina C:
Es necesario considerar la importancia de esta vitamina en la absorción de
hierro. Durante el embarazo se recomiendan 100 mg . día.

Ácido fólico:
Las necesidades aumentan durante el embarazo. La folacina es una coenzima
esencial del metabolismo de purinas y pirimidinas y es requerido especialmente durante el
crecimiento de los tejidos y en la eritropoyesis.

Las necesidades de ácido fólico se duplican durante el embarazo de 400 a


600 mcg. Además se ha demostrado que el consumo de ácido fólico en cantidades
adecuadas durante el periodo periconcepcional, desde dos meses antes del embarazo y los
primeros dos meses de gestación, disminuye en más de 70% el riesgo de tener un hijo con
un defecto del tubo neural (anencefalia y espina bífida).

Durante el desarrollo embrionario del SNC, la formación y cierre del tubo


neural ocurre entre los 15 y 28 días después de la concepción (está completamente
formado, en el momento en que se sospecha el embarazo) por lo cual cualquier medida
preventiva que se quiera aplicar en estos casos debe ser realizada antes de la concepción.

Se ha recomendado el uso periconcepcional de ácido fólico en dosis de 0,4


mg. al día a todas las mujeres con posibilidad de embarazo, ya que al aumentar el consumo
de alimentos ricos en ácido fólico, se debería aumentar varias veces el consumo diario,
situación que no es posible.

Las características de la población chilena han permitido determinar que la


mejor forma de aumentar su consumo en las mujeres en edad fértil es la fortificación de
alimentos de consumo masivo. Se eligió la harina como el alimento a fortificar, la que es
obligatoria a partir del 1º de enero del año 2000. Las principales fuentes de ácido fólico son
hígado, leguminosas, maní, espinaca, betarraga cruda y palta.
En relación a la vitamina B12 existe información que su concentración media
en suero tiende a ser baja en las mujeres fumadoras (se necesita para detoxicar el cianuro).

La alimentación equilibrada para la embarazada cubre las necesidades de


vitaminas liposolubles.

Sal:
Se estima que la cantidad máxima recomendada es de 2000 mg. de sodio al día,
que equivale a 5 g. de sal. Durante el embarazo se recomienda reducir el consumo de sal si
éste es excesivo. El consumo exagerado de sal puede incrementar la excreción de calcio en
la orina.

SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS Y MINERALES

Una alimentación balanceada, de acuerdo a las recomendaciones de las guías


alimentarias, permite cubrir todas las necesidades nutricionales, a excepción del hierro.
Las necesidades de ácido fólico son difíciles de cubrir, pero no sería necesario el uso de
suplementos, en la medida en que se cumpla las normas de fortificación de la harina de
panificación. ( 100 grs. de pan aportan 198 mcg. de ácido fólico). No sería necesario el uso
de suplementos en forma rutinaria, puede en cambio ser una medida útil en poblaciones de
bajos ingresos o cuando la dieta es poco variada.

En el embarazo en la adolescente se retiene parte de los nutrientes para sus


propias necesidades a expensas del feto, por lo que, la ingesta de hierro, zinc, calcio,
folatos, vitamina B6 y A, suele estar bajo las recomendaciones, por lo cual, es importante
privilegiar la dieta y usarse suplementos si la dieta no aporta la cantidad necesaria o las
reservas son bajas.

SÍNTOMAS GASTRO INTESTINALES DURANTE EL EMBARAZO

Náuseas y vómitos:
Esta condición está fuertemente ligada a cambios hormonales y no
tiene causas bien conocidas. Se experimentan principalmente en el 1er. trimestre del
embarazo; en estados severos (hiperemésis gravídica) presentan riesgos de deshidratación,
desequilibrios electrolíticos, alteraciones metabólicas y pérdida de peso, que deben ser
tratados a menudo en hospitalización. Se indica alimentación en pequeñas porciones,
fraccionamiento, eliminar alimentos cuyo olor sea repulsivo para la embarazada, evitar
grasas y frituras, usar alimentos lácteos de bajo contenido graso, beber líquidos entre
comidas (no junto con la comida), mantenerse descansada.

Gastritis, reflujo gastroesofágico y pirosis:


Estos síntomas están determinados por efectos hormonales que
disminuyen el vaciamiento gástrico y la presión del esfínter gastroesofágico. En el tercer
trimestre, el tamaño del útero y el desplazamiento del estómago pueden hacer reaparecer o
agravar estos síntomas. Evitar los alimentos ácidos que aumentan el dolor (salsas, vinagre,
té, café), llenar el estómago con el fin de disminuir el exceso de secreciones gástricas,
pequeños volúmenes, más frecuentemente, alimentos con bajo contenido graso, comer
lentamente, masticar bien, evitar bebidas gaseosas, alimentos condimentados.

Constipación :
Esta condición, está ligada a cambios fisiológicos asociados con el
embarazo y a patrones de alimentación bajos en fibra y agua (relajación del tracto
gastrointestinal, disminución de la motilidad intestinal, aumento del tiempo de tránsito de
desechos por el colon). También contribuye la compresión uterina sobre el colon, la
disminución de la actividad física y uso de suplementos de hierro. Deben utilizarse
alimentos ricos en fibra insoluble que actúa reteniendo agua, aumentando el volumen de los
alimentos ingeridos, contribuyendo a equilibrar la saciedad y previniendo un consumo
excesivo de alimentos. También se deben utilizar líquidos y ejercicio moderado según
indicación médica. La fibra se asocia a claros beneficios como reducir el riesgo de
enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y mejorando el tránsito intestinal;
pero se debe tener en cuenta que el abuso en el consumo de ella puede producir
disminución en la absorción de hierro, calcio, magnesio, zinc y otros minerales.

Consideraciones generales al prescribir la alimentación de una embarazada

- La cafeína puede alterar la frecuencia cardiaca y la respiración del feto, por lo cual es
ideal evitarla.

- Preferir alimentos con alta densidad de nutrientes y evitar alimentos que aporten sólo
calorías (bebidas, golosinas)

- La fibra se comporta como antioxidante reduciendo el riesgo de carcinogénesis, pero su


abuso puede producir disminución en la absorción de hierro, calcio, magnesio y zinc.

- Los ácidos grasos monoinsaturados (paltas, aceitunas, aceite de oliva, y raps) elevan el
HDL y el ácido linoleico (aceite vegetal, como maravilla, pepa de uva y maíz)
disminuyen el nivel de colesterol total y LDL.

- Se recomienda disminuir el consumo de sal durante el embarazo si ésta es excesiva.

- Al prescribir alimentos ricos en hierro, considerar la biodisponibilidad de sus distintas


fuentes. Carnes, pescados y mariscos poseen hierro de alta absorción, independiente de
la combinación de alimentos. Cereales, leguminosas, verduras y frutas poseen hierro
con una absorción de alrededor de 3% e influenciada por la combinación de alimentos.
Inhibidores: Taninos, fitatos, calcio, fibra.
Facilitadores: Vitamina C y las proteínas.

- Las verduras y frutas frescas crudas son buenos aportadores de ácido fólico, pero la
cocción destruye un 50 a 80% de él.

- Los productos lácteos mientras más descremado es el producto, más cantidad de calcio
tiene.

- Especial preocupación debe haber con la exposición con metales pesados (plomo,
cadmio, mercurio), arsénico, subproductos organoclorados que se generan a partir de la
desinfección del agua, pesticidas que contaminan los alimentos y algunos agentes
microbiológicos como el toxoplasma y la listeria.
Consideraciones sobre el efecto del alcohol, fármacos y tabaco en la gestación
El alcohol es conocido que afecta la absorción, metabolismo y excreción de varios
nutrientes, particularmente zinc, magnesio, cobre, hierro, por lo que su consumo puede
afectar los niveles de estos elementos durante la gestación pudiendo comprometer el estado
nutricional de la mujer. La toxicidad del alcohol puede ser responsable de accidentes
obstétricos, de abortos entre otros.
El alcohol atraviesa la placenta y el riesgo de la aparición del síndrome alcohólico
fetal (SAF) es más elevado de lo deseable. Este síndrome es responsable de mortalidad
perinatal y de que los niños presenten al nacimiento hipotrofia, malformaciones faciales,
cardíacas y de los miembros, así como alteraciones del sistema nervioso central con
posterior retraso del desarrollo tanto físico como psíquico.
Las dosis diarias de alcohol responsables de producir tales efectos no están claras,
aunque estudios actuales se refieren a cifras por encima de 30 g de alcohol puro. La
evidencia epidemiológica obliga actualmente a desaconsejar muy seriamente la ingesta de
alcohol durante el embarazo.
También el consumo de fármacos durante la gestación puede tener efectos adversos
sobre el feto, ya que la mayoría de ellos atraviesan la barrera placentaria. La embarazada
sólo debe consumirlos bajo cuidadosa prescripción médica.
El consumo de tabaco durante el embarazo se ha demostrado que enlentece el
desarrollo del feto y se relaciona con nacimientos de niños de bajo peso, siendo por tanto
aconsejable evitarlo completamente.

Necesidades nutricionales durante la lactancia

La lactancia es el período de la vida de la mujer en que se producen los mayores


requerimientos nutricionales. El costo de la producción de leche en la lactancia es como
promedio de 650 – 700 Kcal / día. Sin embargo se recomienda un suplemento de sólo 500
Kcal/día, de forma que al cabo de 6 meses de lactancia se haya consumido la grasa de
reserva acumulada durante el embarazo. Proteínas se requieren 15 g. extras diariamente que
equivalen a 2 tazas de leche y 100 g. de pan.
Se deben cubrir especialmente los ácidos grasos esenciales de la serie omega 3
que son necesarios para el desarrollo del tejido cerebral y de la retina del recién nacido, la
biodisponibilidad depende del aporte externo a través de la leche materna. Las
recomendaciones de líquidos son lo que cada madre necesite sin forzar ingestas
aumentadas. Los consumos habituales fluctúan alrededor de 1,5 a 2,0 litros /día, que puede
lograrse a través de leche, jugos de fruta natural, infusiones de hierbas o agua pura.

BIBLIOGRAFÍA

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2. R. González L; E. Fabre G. “Nutrición y Dietética durante el embarazo”, editorial


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4. Atalah E.,Castillo C.,Castro R. Gráfica para Evaluación Nutricional de la mujer


embarazada. Minsal. 2004.

5. Mahan L.K.,Escote-Stump S. “ Nutrición y Dietoterapia de Krause”.9º Edición.


Editorial Interamericana, Mc Graw- Hill. México.1998.

6. Sánchez M., López M. “Nutrición en situaciones fisiológicas”. En Nutrición y


Dietética aplicada. Fundación Universitaria Iberoamericana FUNIBER. España.
2004.

ANEXO: Deben consultar además el Documento completo de “INTERVENCION


NUTRICIONAL A TRAVES DEL CICLO VITAL PARA LA PREVENCION DE
OBESIDAD Y OTRAS ENFERMEDADES CRONICAS NO TRANSMISIBLES” en
www. Minsal.cl. Nutrición. Objetivos Unidad de Nutrición. Enlaces relacionados.

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