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TRATADO DE PROYECTAR

En el texto el autor menciona las posibilidades que tiene el hombre para realizar
varias cosas en su vida las cuales pueden estar determinadas por el ambiente,
pero él a diferencia de los demás animales tiene la posibilidad de
autodeterminarse gracias a su libertad y a su inteligencia creadora, que van
surgiendo a medida que el hombre ve en la realidad diversas posibilidades
pensadas en las que puede inventar y operar de cierta manera, lo que da como
resultado un proyecto, el cual es para el autor una irrealidad pensada a la que el
hombre entrega el control de sus conductas, es así como todas operaciones
mentales y acciones del hombre son sometidas a ese proyecto, entorno al cual
empieza a funcionar también su inteligencia; pues el autor expresa que los
proyectos transfiguran las operaciones mentales, las cuales transforman,
enriquecen y amplían la realidad, es así como el sujeto inteligente dirige su
conducta mediante proyectos, y esto le permite acceder a una libertad creadora.

¿Qué es lo que hace que un proyecto sea creador?

El autor describe que un proyecto debe ser libre, ser diferente a los demás, es
decir único, propio de cada quien, un proyecto en el que, según el autor, aleje al
sujeto de su “zona de desarrollo previsible”, un proyecto que esté
simultáneamente dentro y fuera de él; fuera en el sentido de que pueda ser
alcanzable por el sujeto, que lo atraiga desde lo lejos, que no sea rutinario ya que
de esto dependerá, su vuelo creador; pues al formular un proyecto inventivo
situamos la meta en un problemático y remoto lugar al que nos atraemos, describe
el autor. La clave está en realizar proyectos novedosos, nunca antes vistos, para
ello es importante dejarse sugestionar con irrealidades; por eso en el texto se
define un proyecto creador como un proyecto común lanzado desde fuera de su
“zona desarrollo próximo”, fuera de lo fácil y de lo cerca que se pueda realizar; hay
que tener en cuenta que lo novedoso y lo excepcional no dependen de las
operaciones mentales, si no la forma en cómo éstas operan en la realidad para dar
marcha a proyectos novedosos que están incitados por un fin.
La realización de una actividad o de una obra se llevan a cabo gracias a una idea
que se genera inicialmente, la cual ponemos en marcha, mediante un plan,
muchas veces sin objetivo definido, pero que cuenta con una intencionalidad.
Esto se hace posible gracias a que vamos creando ideas las cuales surgen a
medida que vamos ejercitando nuestra mente en ésta actividad, lo cual va
surgiendo automáticamente, y de ésta manera todo va fluyendo en relación con lo
que se quiere hacer, lo que se quiere lograr, tal vez en un inicio sin tener algo
concreto, pero que va adquiriendo forma gracias a las operaciones que ejerce
nuestra inteligencia, encontrándole así un sentido a las cosas que nos rodean, y
observando cosas que solo el sujeto puede encontrar en lo que le va sucediendo.

El autor llama tema indigente a la creación artística que no ha sido concluida, pues
no sabe con exactitud acerca de ella, dice que es una solución a un problema que
no está especificado sólo hasta cuando éste va siendo resuelto, y hasta cuando
este convertido en obra.

Cada sujeto ejecuta diversos proyectos, para los cuales requiere información que
le llega mediante su mirada proyectante, que se produce cada vez que le
encuentra un significado a las cosas y las toma para la realización de sus
proyectos, es lo que el autor denomina como “estro” lo que toma el significado de
inspiración, poder creativo del artista. El autor plantea que la realidad se muestra
sugerente, lo cual despierta la potencialidad creadora del sujeto, viendo en la
realidad posibilidades que no tienen que ver con ellas en si, si no con su
subjetividad, es decir, ve lo que es visto ante los ojos de los demás como algo
común como algo en lo que están puestas sus expectativas.

Se puede decir, que el ser humano se deja guiar por aquello que lo impulsa a
crear, y lo saca de su rutina; de acuerdo con el texto en un comienzo tiene una
vaga idea del proyecto, pero ésta lo motiva para la realización del objetivo que
quiere lograr, hacia una meta que aunque en un principio confusa va siendo
configurada gracias a un patrón de búsqueda que crea la información necesaria
para promover la acción; un patrón de búsqueda es aquello que nos ayudará
descifrar más o menos que se va a hacer para ponerlo en marcha; es por eso que
un proyecto sólo es considerado como tal cuando se logra formular un plan que se
va a ejecutar con un fin determinado, motivado por el deseo de actuar, que según
el autor está en el origen de todas las ocurrencias proyectantes y que le permite al
sujeto inventar motivos de acción, por esto un proyecto siempre estará lleno de
energía, la cual está dentro del sujeto y lo impulsa a crear, pues dentro de él se
generó un sentimiento que determinó la elección de su obra, de su creación,
debido a algo que percibió en un lugar determinado, en el cual halló algo que lo
tocó e hizo surgir en él una idea motivadora para dar marcha a su plan; se inspira
porque algo de eso tiene que ver con él mismo, al surgir tal idea se activan las
operaciones mentales que dan origen a la percepción de posibilidades que se
forman gracias a la información brindada por los órganos integradores que para el
autor son esquemas sentimentales, los cuales tienen relación con sucesos de la
vida, son aquellos en los que se encuentra un tema que puede ser transitable para
su obra. De este modo se explica en el texto que un tema se convierte en meta,
debido a que su carencia de contenido expreso queda suplida por su poder de
movilizar un sentimiento, que es un sistema integrado por esquemas productores
de ocurrencias.

Un proyecto va a estar siempre condicionado por la realidad, por lo cual debe ser
realizable mediante la acción, es por esto que todo lo imaginable por el sujeto no
puede pretender ser un proyecto, ya que debe someterse a ciertas restricciones
que están impuestas al sujeto o que éste sufre y que están respaldadas por la
realidad, es por esto que la meta puede ser un reto, puesto que la actividad
creadora debe estar expuesta a éstas restricciones que son las posibilidades que
tiene el sujeto para alcanzar su meta.

Para realizar un proyecto es necesario comparar cada uno de sus pasos con el
objetivo propuesto, que aun que en algunos casos no ha sido definido
explícitamente, se logra por medio de un criterio o “patrón de reconocimiento y
evaluación” que le permita al sujeto identificarlo, lo que guiará las acciones que se
dirigen a ese objetivo; éste criterio viene siendo para el autor un “gusto artístico”,
es decir, un sistema de sus propias preferencias, que están afectadas por sus
conocimientos, sus deseos, sus percepciones, sentimientos, en fin por un bloque
de información integrada, lo cual hace que cada persona vea en cada cosa algo
diferente; por eso un criterio no está en el proyecto si no en el sujeto, como
sucede con el tema y es precisamente eso lo que le da significado a éste; por
tanto el texto plantea que el proyecto es una proyección de la propia subjetividad;
éste atrae al sujeto, dirigiendo sus acciones hacia él, es por esto que la forma de
realizar un proyecto define la capacidad de crear de cada quien.
¿Cómo se inventan los proyectos?

Al tratar de definir como se inventan los proyectos, el autor hace referencia a la


creación de modelos artísticos y mentales y a los esquemas sentimentales, como
elementos importantes para inventar proyectos. Expresa que nuestros
sentimientos, experiencias y emociones son generadores de ideas y que nuestras
necesidades, nuestra educación y nuestros deseos nos proporcionan fines; en
este punto cita una idea de Begson, la cual dice: “Creación significa ante todo
emoción”, que es lo que nos motiva a realizar el proyecto. Es así como describe,
que creamos proyectos a partir de modelos artísticos, creativos, que nos sirven de
guía para orientar nuestro proyecto. Un proyecto creador depende de la
integración de modelos mentales, que a su vez integran información recibida de
otros, por medio de otras obras, de su época, del tiempo y de los esquemas
sentimentales propios, así como de los sucesos sentimentales que los integran, de
allí se desprenderán las ideas las cuales tienen que ver con nuestros deseos y a
partir a de ahí es donde se puede hallar la posibilidad de inventar algo, es decir, el
proyecto en el que están puestas nuestras ocurrencias, que de ésta manera
pasaran de nuestro pensamiento a la acción y así alcanzar ese determinado fin,
para el cual se realizará el proyecto y satisfacer de éste modo nuestras
necesidades, emociones e intereses. En todo esto es en lo que consiste el tratado
de proyectar, que pone a funcionar nuestra inteligencia creadora.

NOTAS AL CAPÍTULO NOVENO

En las notas al capítulo noveno un crítico sobre los temas artísticos, entra en
discusión con el autor y hace un comentario, acerca de lo que el autor describe en
el texto sobre los proyectos, y comenta la imposibilidad de conocer la individual
creadora del artista; también resume la idea del autor sobre los proyectos en la
siguiente fórmula: tema + motivación afectiva = meta; meta + restricciones +
criterios = anteproyecto; anteproyecto + promulgación + orden en marcha =
proyecto; fórmula con la cual el autor dice estar de acuerdo, más no con lo
comentado sobre la imposibilidad de conocer la individualidad artística, aunque
reconoce la dificultad de conocerla, pero para ello propone que hay que sacarle la
mayor información posible a lo particular y compararlo con una teoría de la
inteligencia general, para teorizarlo y luego volver a lo particular para interpretarlo.

En esta discusión también se habla sobre la forma de cómo algunos filósofos


estudian los proyectos, por lo cual el autor hace algunas anotaciones refiriéndose
a algunos de ellos, por ejemplo: dice que Sastre habla sobre un proyecto libre pero
que no se puede elegir, puesto que vendría siendo autónomo, ya que aparecería
del ahuecamiento del ser y terminaría por proyectarlo a él, lo que lo sacaría de ser
un ser proyectante dirigido por el mismo proyecto. A esto el autor lo denomina
interpretación mitológica; de la misma manera define el pensamiento de Ortega ya
que según el autor, éste limita el proyecto a lo que cada persona está destinada a
hacer sin la posibilidad de elegirlo, sólo tendría la voluntad para intervenir en él,
realizándolo o no, sería un proyecto que no tendría la posibilidad de ser cambiado,
sustituido, corregido, ni siquiera tendría la posibilidad de prescindir de él, ya que
para Ortega un proyecto es la existencia de lo que cada cual es; es lo que el yo
elige ante las diversas posibilidades del ser que se presentan ante él, pero no
tiene en cuenta que éstas posibilidades debe inventárselas el mismo hombre, ya
sea originalmente, de sus propias vivencias o incluso de la recepción de los
demás, utilizando su imaginación y su capacidad de “idear” el porcentaje que va a
hacer; que es lo que hace la inteligencia creadora.

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