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Mexicana: robo frustrado

Rosalía Vergara

El plan del Grupo Posadas y de los inversionistas de Mexicana de Aviación para declarar en
quiebra a la aerolínea estaba casi listo, cuando la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos
degradó a México a categoría dos debido a la inseguridad de las operaciones aéreas, lo que obliga
a la Dirección General de Aeronáutica Civil a mejorar sus estándares internacionales. La medida
dio al traste con los planes de los inversionistas para deshacerse de su deuda y también de los
sindicatos.

MÉXICO, D.F., 8 de agosto (Proceso).- Desde que inversionistas y empresarios del Grupo
Posadas, encabezados por Gastón Azcárraga, compraron Grupo Mexicana de Aviación (GMA)
planearon llevarla a la quiebra como una maniobra para 'sanearla'. El propósito final era comenzar
a operarla con una nueva razón social, sin deudas ni pasivos laborales, a costa de los contratos
colectivos de pilotos, sobrecargos y personal de tierra.

Documentos obtenidos por Proceso revelan la trama desde que Grupo Posadas compró el paquete
de activos de la aerolínea a un precio menor que su valor en el mercado: 165 millones de dólares,
del cual sólo pagaron 159 millones después de un tenso regateo.

Así lo explica también la secretaria general de la Asociación de Sindicatos de Sobrecargos de


Aviación (ASSA), Lizette Clavel: 'Están desmembrando una compañía para quedarse sólo con la
marca. Se deshacen de los sindicatos, se deshacen de los contratos colectivos y empiezan de
cero'.

El dirigente de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Fernando Perfecto, coincide


con ella y acusa a los accionistas de Grupo Posadas de no invertir en la compañía de la que sólo
han obtenido beneficios.
La estrategia patronal se estaba aplicando con éxito. El 30 de julio, Mexicana emitió una circular
para anunciar su eventual quiebra; también solicitaron a la justicia mexicana y estadunidense
aplicar medidas de protección contra sus acreedores (concurso mercantil) y, por medio de
Mexicana Link, Grupo Posadas convocó a concurso para seleccionar a los aspirantes a pilotar los
vuelos hacia Estados Unidos.

Sin embargo, el lunes 2 de agosto la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por
sus siglas en inglés) degradó a México a categoría dos, por la inseguridad de las operaciones
aéreas. Según el organismo, la Dirección General de Aeronáutica Civil no cumple con los
estándares internacionales.

Esa decisión no sólo frena los planes de la aerolínea y sus filiales, en este caso Mexicana Link,
también afecta a las nuevas compañías que buscan ampliar sus rutas a Estados Unidos, pues
ahora sus aeronaves no podrán volar hacia el vecino país.

Aterrizaje forzoso

Con una deuda estimada en 200 millones de dólares, Mexicana dice que su crisis se recrudeció
por el alza de las gasolinas, la crisis económica y la contingencia sanitaria provocada por la
influenza de 2009, según declaró su director, Manuel Borja Chico, a El Universal el 24 de mayo
último.

Los documentos obtenidos por este semanario indican que la estrategia de Grupo Posadas se
fraguó en 2008, cuando los inversionistas decidieron crear el Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) y
ceder los derechos de las empresas, inmobiliarias, flotillas, edificios y activos de GMA.

Los dueños del NGA y del GMA son los mismos: Grupo Posadas y sus inversionistas, entre ellos
Banco IXE, uno de cuyos consejeros propietarios en el Consejo de Administración es Javier
Molinar Horcasitas, hermano del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar
Horcasitas.

Los demás son: Gastón Azcárraga, Álvaro Fernández Garza, Juan Ignacio Gallardo Thurlow, así
como Ricardo, Estela y Javier Amtmann Aguilar, quienes financiaron la campaña de Felipe
Calderón para la Presidencia en 2006 con montos que oscilaron entre 50 mil y 1 millón de pesos.

De manera formal, el NGA se creó el 21 de enero de 2010, aunque hizo la transferencia de activos
de Mexicana desde el 29 de diciembre de 2009, según el acta de cesión de derechos elaborada
por la Comisión Federal de Competencia (CFC), expediente CNT-005-2009.

En el contrato de cesión de derechos celebrado por Compañía Mexicana de Aviación con el NGA
para la cesión de derechos, Borja Chico firmó como representante del NGA junto con los dos
representantes legales de Mexicana: Jorge Eduardo Gómez Martínez y Ricardo Bastón Aguilar.
Fátima Sánchez González y Claudia Velasco García rubricaron el documento como testigos.

El 22 de enero de 2009 el NGA notificó a la CFC 'una concentración' de activos de Mexicana.


Cuatro días después, les informó que faltaba acreditar al representante legal de ambos grupos. El
13 de febrero respondieron que nombraron a Gerardo Barrera Segura como su apoderado para
ambas razones sociales.

Barrera Segura, exsecretario de Finanzas de Mexicana, es el mismo que fue acusado en mayo
pasado por la comisión de un presunto fraude por 15 millones de pesos en perjuicio de la empresa.

La operación notificada a la CFC 'consistió en la adquisición de las acciones de las empresas


Compañía Mexicana de Aviación, Aerovías Caribe (Click Mexicana), Mexibal, Aeropuertos y
Terrenos (ATSA), Aerosys, Centro de Capacitación Alas de América, Turborreactores, Aero
Eventos Mexicanos, Servicios Frecuenta, Mexicana MRO, Gamma Servicios de Negocios,
Servicios In Eligendo, Datatronic, Grupo Corporativo Mexicana, Aeromonterrey y
Aerolibertad/Aeropacífico, que eran propiedad del Grupo Mexicana de Aviación', dice el documento
de siete fojas. El importe de la operación superó los 986 millones 400 mil pesos. Las dos últimas
aerolíneas nunca han operado.
En sus alegatos, la CFC destaca que el NGA notificó esta operación de manera extemporánea,
pues 'los contratos mediante los cuales se llevó a cabo la operación no contaban con cláusulas
suspensivas y se firmaron los días 27 y 28 de noviembre de 2008, y la notificación fue presentada
por los promoventes el 22 de enero de 2009'. Por eso, la CFC sancionó al NGA y al GMA con 275
mil 666 pesos.

El documento fue formalizado el 22 de febrero de 2010 por el notario 103 del Distrito Federal,
Armando Gálvez Pérez Aragón.

Cuatro días después, el representante legal de Mexicana, Leonardo Montes Ortiz, informó al
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) sobre la cesión de derecho del GMA al NGA,
de la cual Montes Ortiz también es representante legal, pues fue nombrado después del
escándalo de Barrera Segura.

De acuerdo con el documento 0937911, incluido en el expediente 0781720 del folio 0036187 del
IMPI, Mexicana trasmitió al NGA, entre otros, los derechos de los registros de marca, avisos
comerciales y solicitudes de registro de marca de Mexicana, incluyendo logotipos, diseños,
eslóganes y avisos comerciales.

Turbulencias

Lizette Clavel, dirigente de la ASSA, comenta que Grupo Posada urdió su plan desde el momento
en que adquirió Mexicana, en noviembre de 2005. Recuerda que las autoridades le comentaron
que se trataba de uno de los grupos más importantes de inversionistas en el país y que así como
habían tenido éxito en otros negocios, lo mismo pasaría con la aerolínea.

'Se nos dijo que sería la sinergia que uniría el negocio de la aviación con el hotelero', dice Clavel
durante la entrevista, realizada en su oficina del quinto piso del edificio sindical. Grupo Posadas es
dueño de los hoteles Fiesta Inn, Fiesta Americana, Fiesta Americana Grand, Aqua, Hoteles One,
The Explorean, Caesar Park y Caesar Business, entre otros.

Desde 2006, los dueños de Mexicana negocian con ASSA, ASPA y el SNTTTASS la reducción de
sus contratos colectivos para que Mexicana pueda mejorar su posición competitiva en el mercado.

Con ASPA, por ejemplo, acordaron, entre otros puntos: cero aumento salarial durante cuatro años,
reducción de la plantilla de personal, incremento de las jornadas laborales y reducción de los
descansos, así como ajuste en el aguinaldo, prima vacacional, pagos por hora nocturna y por
aterrizaje.

Durante ese lapso, se ahorraron 450 millones de pesos anuales y los pilotos entregaron a la
empresa 110 millones de pesos de ahorro por jubilaciones.

Por lo que atañe a las relaciones con el SNTTTASS, el pacto fue congelar los salarios por tres
años y la revisión del contrato colectivo en 2010; también firmaron seis convenios mediante los
cuales se cancelaron los incentivos, aumentaron las jornadas laborales, redujeron el personal
sindicalizado de 504 a 224 trabajadores. Con ello se ahorraron 75 millones de pesos.

Gracias a los convenios, se ahorraron 50 millones de pesos por año, y otros 575 millones en la
renegociación del contrato colectivo de trabajo.

Sin embargo, el problema que detonó el conflicto laboral fue con ASSA, cuyos agremiados no
aceptaron renegociar su contrato colectivo que data de 1960. Crearon una comisión de
productividad que nunca alcanzó ningún acuerdo.

El 2 de marzo de 2007, Mexicana interpuso ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje una
querella de naturaleza económica contra ASSA, alegando que sus finanzas eran precarias. La
dirigencia de ASSA interpuso el amparo directo 0004/2009-00 que está en manos de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Vuelo seguro
En el ínterin, los incrementos periódicos en las gasolinas, la crisis económica y la contingencia
sanitaria detonada por la influenza humana en 2009 agudizaron la crisis interna de Mexicana.

En octubre de 2009, la empresa pidió apoyo al gobierno federal y recibió un crédito del Banco
Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) por 970 millones de pesos. En mayo de 2010 hizo su
primer pago: 69 millones de pesos.

Pese a esa inyección de recursos la empresa no alzó el vuelo, pues tenía otra deuda con Banorte,
además rentaba la flota de aviones, lo que le provocaba una millonaria sangría. En junio pasado, la
aerolínea gestionó un bono por 250 millones de dólares en el extranjero a través de Bancomext,
incluso contrató a Goldman Sachs como agente colocador. No consiguió los recursos.

Por otra parte, el capitán Félix Sánchez Gutiérrez, exmiembro de ASPA y exdirector Corporativo de
Operaciones de Mexicana, envió una carta a los pilotos y sobrecargos después de que lo
implicaron en el fraude que cometió Barrera Segura en mayo pasado.

En esa misiva, Sánchez Gutiérrez señala que los resultados financieros de 2009 no fueron
satisfactorios para Mexicana porque, escribió, la empresa tiene una enorme carga de nómina de
personal de tierra, administrativo, mecánicos, tráfico y otros, así como gastos de publicidad, renta
de espacios y mostradores en aeropuertos que no pagan ni las aerolíneas de bajo costo Click y
Link.

Estos costos, agrega, no los asumen las subsidiarias, lo cual provocó la crisis financiera actual, así
como el millonario fraude de 15 millones de pesos 'destinados a financiamientos proelectorales',
operación en la que, dice, él no participó, aun cuando Mexicana insiste en llamarlo 'cómplice y lo
acusó ante la Procuraduría General de la República. Sánchez Gutiérrez insiste: 'No soy un
delincuente'.

De 2006 a la fecha, Mexicana y Click concentraron 65.4% del mercado internacional aeronáutico. A
ese porcentaje deben sumársele los activos generados por Mexicana Link, nombre comercial de
Mexicana Inter (Aerolínea Anna).

Echaron a volar la aerolínea Link en marzo de 2009, con una inyección de 3.5 millones de dólares.
Un mes antes, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) otorgó la concesión al GMA.

'Con esto queda evidente qué era lo que perseguía este grupo desde el principio; que esto lo
tenían planeado desde que compraron la empresa. Lo que están haciendo los inversionistas es
desvalijar Mexicana de Aviación para quedarse con un nuevo modelo. No es gratuito que nos
quieran vender la aerolínea a un peso. Nos están vendiendo la deuda', insiste Clavel.

En cualquier parte del mundo, una acción de este tipo es ilegal, dice la entrevistada, pero en
México no. Pese a que Mexicana de Aviación no es rentable, el Grupo Posadas continúa en el
negocio de la aviación, pues pretende quedarse con Click, Link y cambiar el nombre a Mexicana
para volver a explotarlo en los próximos meses.

–¿El trasfondo es acabar con los contratos colectivos de ASSA y ASPA y su representación
sindical?

–Sí. Quieren reestructurar negociando contratos colectivos para decir: Si tú me cambias el


contrato y aceptas el que yo quiero, sí negocio contigo; de lo contrario, me declaro en quiebra.

Nuevo despegue

Grupo Posadas y sus inversionistas compraron GMA a un precio menor que el del mercado.
Además de los edificios y aviones, también adquirieron las rutas de viaje que son muy rentables,
afirma Clavel.

La operación de noviembre de 2005 fue un éxito para el entonces presidente de Concesiones de


Infraestructuras de Transporte (Cintra), Andrés Conesa, y el presidente Vicente Fox. Sin embargo,
la operación no fue bien recibida en la Bolsa Mexicana de Valores, por lo que las acciones de
Cintra se desplomaron 12.27%.

Gastón Azcárraga pagó la operación en efectivo, que costó menos que su hotel Fiesta Americana
Gran Aqua ubicado en El Caribe. Inclusive impuso una condición: que se nombrara a Emilio
Romano Mussali como director de Mexicana.

Este personaje es conocido por su trabajo en Protego Asesores, el banco de inversión del
secretario de Hacienda durante el salinismo, Pedro Aspe Armella, dedicada a realizar inversiones
especulativas en el país.

Suele adquirir empresas privadas en bancarrota a mitad de precio y las echa a andar con la mitad
de personal, que además es subcontratado y carece de prestaciones, y recibe menos salario,
además de reducir los gastos de operación y de mantenimiento. En suma, saquea lo que les queda
de liquidez en la Tesorería de la federación.

Y aun con su nuevo nombramiento, Romano Mussali continuó laborando en Protego Asesores.
¿La razón? Su relación con Aspe Armella y con Gastón Azcárraga data de hace más de 20 años.

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