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Es una historia real que transcurre en Long Beach, en el Rodney King, el


high school Wilson .El instituto se encuentra en una zona mayoritariamente
próspera, pero los alumnos asignados al aula 203 son los clasificados como
casos perdidos, imposibles de enseñar; un grupo de µintocables¶ que deben
superar todo tipo de circunstancias: pobreza, mala educación, historial
criminal, drogadicción, padres en la cárcel, y dependencia de pandilleros.

Erin Gruwell?es una profesora llena de i deales que escoge enseñar en Wilson
para hacer un aporte a la sociedad y, en lugar de hallar un programa
educativo basado en la igualdad de oportunidades, encuentra un clima de
tensión racial, intolerancia, desesperanza y cultura de pandilleros en la que
los chicos practican una conducta social de auto-segregación como forma de
supervivencia. Esta actitud la muestran a través de la colocación de las
mesas por sectores, creando una separación de forma automática,
delimitando fronteras entre ellos, dividiendo el aula en diversos territorios y
formando grupos separados y de espaldas a la profesora, en un gesto de
desafío y de unidad con el propio grupo.

Un día intercepta una caricatura racista (un retrato de un estudiante


afroamericano con labios y nariz exageradamente acentuados) y por
primera vez pierde la compostura ante sus alumnos. Ofendida por el dibujo,
Erin lo compara con las caricaturas de los judíos hechas por los nazis como
forma de generar el odio racial que justificó el Holocausto. Luego se da
cuenta de que pocos de sus alumnos saben lo que fue el Holocausto y
comprende que tiene que encontrar una forma nueva de plantear sus clases
para llegar a los chicosi Erin acierta en la estrategia de preguntarles
cuántos de ellos habían recibido disparos, cuántos habían perdido amigos
en tiroteos, cuántos tenían familiares o amigos presos... todos levantan la
mano. Al ver cuánto tenían en común, las divisiones entre ellos comienzan a
disolverse y se disponen a compartir, mostrar y comparar las heridas de
guerra que tenían, de bala o de arma blanca . Ve cómo los grupos
comienzan a hablar entre sí por primera vez, intercambiando sus historias
bélicas. Hubo un momento de silencio, Erin se había ganado su respeto
porque nadie en su posición les había hecho nunca esa p regunta. El hielo se
había roto y Erin vio el efecto que les había producido hablar de las víctimas
del Holocausto; fue entonces cuando se le ocurrió hablarles de ³El diario de
Ana Frank´ y de otras historias sobre la intolerancia y las penalidades
vividas por chicos jóvenes como ellos. Los lleva de visita al ³ 


    
 ´ y luego los invita a una cena con
sobrevivientes del holocausto

Así surge en ella la idea de darles cuadernos para que se expresaran como
quisieran, con un dibujo , un poema, o un diario escrito. Los resultados
fueron asombrosos: por primera vez los chicos del aula 203 comprendieron
el lugar que ocupaban en el mundo viendo que había alguien dispuesto a
escuchar lo que tenían que decir. Un grupo de estudiantes imposi bles que al
principio no se soportaban entre y se convirtieron, gracias a una profesora,
en una gran familia que les proporcionaba a cada uno de ellos apoyo y
sentido de la identidad. Esta familia, a los que en principio sólo unía su falta
de futuro, empezó a llamarse con orgullo a sí mismos los Escritores de la
Libertad.

Profesora y estudiantes aprenden a colaborar y a respetarse mutuamente y


son los chicos los que le enseñan a ser mejor profesora, le enseñan la
realidad de su situación y ella los respeta y aprende cómo debe enseñarles,
no situándolos en un plano inferior, sino respetándolos y comprendiendo lo
honestos y puros que son a su manera. Erin apoya a los chicos hasta el final
pero les hace comprender también que son ellos los que deben hacer el
esfuerzo de cambiar sus vidas. Tras haber establecido un vínculo tan fuerte
con sus alumnos en sus dos primeros años de estudios, Erin se rebelaba
contra la idea de pasarle la clase a otro profesor. Sabía que la
administración del instituto no apoyaría su idea de seguir dándoles clase en
los dos años siguientes, así que le pidió ayuda al superintendente
educativo, Dr. Carl Cohn. Margaret Vail, superiora de Erin. Como muchos
profesores veteranos, Margaret ve peligrosos los cambios y sólo sabe
funcionar dentro del sistema existente . Desde su punto de vista estos chicos
eran casos perdidos y no había razón para darles libros con que trabajar
porque los iban a romper o simplemente porque no tenían el suficiente nivel
para entenderlos.

Erin se busca empleos adicionales con el fin de conseguir dinero para


comprar libros o financiar visitas especiales de los alumnos. Tan ocupada
está que no le queda tiempo para atender su matrimonio. Y aunque su
marido Scott apoya su trabajo, al final no puede seguir su ritmo y deben
separarse.

Erin logra que le dejen seguir enseñando los últimos dos años que le
faltaban a los chicos y como proyecto final después de conseguir maquinas
para todos sus alumnos se proponen publicar ³Escritores de la Libertad´ que
es una compilación de los diarios que los chicos escribieron a lo largo de los
años.

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