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Autor: Carlos Pereyra.

Libro: Configuraciones: teoría e historia.

Capitulo I: Filosofía y ciencias sociales.

El problema que se plantea en filosofía es de dos tipos que corresponden al plano


ontológico y epistemológico. A saber, el problema del ser y del conocimiento. El
problema principal es tratar de relacionar estos dos problemas fundamentales con las
ciencias sociales, relacionar la ontología y la epistemología.
El primer problema que se plantea es ¿La ciencia y la filosofía son lo mismo? Es decir
¿Podemos decir que la Filosofía es ciencia? Todo con respecto a la consideración de que
las ciencias sociales se incluyen dentro del marco científico. Por lo que se intenta es
“arrastrar” a la filosofía a la ciencia, en particular a las ciencias sociales, o arrastrar a las
ciencias sociales a la filosofía.
Para solucionar el problema de quién arrastra a quién, las ciencias sociales postulan que
la filosofía no existe o en caso de que exista como tal no tiene una repercusión directa
en el ámbito científico. De lo que se sigue que todo cambio que pueda existir en la
filosofía es gracias a la ciencia: las revoluciones científicas son sinónimo de
revoluciones filosóficas, porque las científicas interfieren en la filosofía y no al revés.

La filosofía por su parte dice que hay cambios porque los hay de discurso, las formas de
referirse a una realidad concreta son las que cambian el modo de pensar, por lo que
indirectamente estaría beneficiando en parte a las ciencias, porque ellos también son un
discurso, pero no sería en único caso. El discurso se da en todos ámbitos, por lo tanto
sería un discurso de la totalidad el que cambie.
O bien, se da un cambio de discurso porque está condicionado por la filosofía, ya que la
filosofía es la totalidad.

Otra cosa que hay que recalcar es que la ciencia está interesada, al igual que la filosofía,
en el problema de la ontología: fundamentar todo cuanto existe en lo inmutable, en las
consideraciones del ser, por lo tanto la ciencia y la filosofía tienen un campo de estudio
similar.

Lo anterior en tanto que ontología, pero qué pasa con el plano epistemológico, dónde
podemos hallarlo. Según algunas consideraciones que se toman en el libro dicen que el
conocimiento está predispuesto por la sociedad, es decir se casan con una clase de
constructivismo, a saber, o bien relativo cuando dicen que depende de las condiciones
históricas o bien lingüísticas, cuando hacen referencia a la región en la que se está
inserto. Por la región vamos a entender a la cultura que se gesta, ya sea la alemana, la
china, la marrueca, la nigeriana, etc…

Lo anterior esta dentro del apartado de “Epistemología histórica”: el conocimiento


depende de los marcos epistémicos con el que se case, ya sean los de los medievales, los
helenos, etc… Esto es el planteamiento que se encuentra en las ciencias sociales, en
particular el planteamiento epistemológico, que es lo que más se trata. El planteamiento
ontológico se queda en manos de las “ciencias naturales”. Y he aquí el modo en el que
se relacionan los dos problemas fundamentales de la filosofía en tanto con las ciencias.
Capítulo II: Ciencia e ideología.

Lo primero que hace Pereyra es distinguir el término “ideología”, pues dicho término
parece tener dos consideraciones dichas son:
1ra. Epistemológica
2da. Social.

¿A que se está refiriendo cuando dice ideología en términos epistemológicos?


Concretamente se refiere a creencias que no se encuentran justificadas teóricamente y
mucho menos fundamentadas de forma racional; sino que dichas justificaciones son más
contingentes, es decir, se basan sobre los intereses de alguna comunidad. Lo que
vendría a presuponer, una vez más, un constructivismo. Dicha ideología puede ser
descartada de verdadera o falsa, claramente, porque está asiendo aseveraciones del tipo
epistemológico, pero solo en razones de intereses. Lo que haría falsa dicha ideología
epistemológica. Una análisis argumentativo y lógico revelaría algunas de las fallas que
se comete, es por eso que se puede predicar sobre dicho término verdad o falsedad.

Ahora bien ¿Entonces a que se refiere con “ideología” en términos sociales.


Primero la diferencia sustancial del termino ideología interpretado
epistemológícamente, no se puede caracterizar con funciones veritativas: verdadero o
falso. Esa es la diferencia primordial entre el concepto visto desde la perspectiva
epistemológica y social. Ahora bien ¿Cuales son sus particularidades? Que ideología
social es una aspiración de un grupo social, es decir, los deseos de una comunidad
organizada. Por ejemplo, podemos decir la ideología del proletariado así como la
ideología de la burguesia. Por la parte del proletariado, lo que desea, a lo que aspira, es
un comunismo, donde no haya diferencias de clases. El burques no aspira a nada de eso,
no lo desea, lo que el desea es un capitalismo: diferencia de clases y una economía
fuerte que le beneficie. A estos deseos no podemos decirles que son verdaderos o falsos,
por ejmplo: el capitalismo es verdadero y el comunismo es falso. Tal vez podemos decir
que se encuentran más justificados en cuanto aspiraciones, no en cuanto a creencias, es
lo que menciona Pereyra, pero no lo discute más. En pocas palabras ideología social es
un “modo de vida”.

Ahora bien ¿Cómo podemos identificar un discurso objetivo epistemológico a uno que
se casa con una ideología epistemológica? Primordialmente por su coherencia, es decir,
tiene que tener una coherencia tanto sintáctica como semántica y referencias
pragmáticas, básicamente. Si vemos que, por ejemplo, las ciencias naturales tienen una
sintaxis, es decir, en ellos hay conceptos, hay diferenciaciones de sus partes, las
articulan en particulares con funciones básicas, está dando el primer paso. Si
semánticamente puede localizar las formas en las que dichas partes individualizadas y
conceptualizadas se relacionen, mediante formulaciones de leyes que den razón de
cómo se unen unos con otros, está cometiendo su segundo cometido. Ahora bien, si
después de construir los particulares que estructuran el discurso científico y saben como
se articulan entre si, coherentemente, lo único que queda es que todo ese conjunto tenga
una repercusión sobre la realidad concreta, que pueda reflejar el mundo y dar razón de
él.
Si logra reflejar el mundo tal y como es, en tanto su legalidad, podemos hablar de que
está logrando un fin objetivo, ahora bien, sino cumple alguna de dichas partes, no
podemos hablar de un juicio objetivo, más bien incompleto, o en el peor de los casos:
Una ideología epistemológica.
El análisis pragmático nos ayuda a identificar si un discurso científico es utilizado para
fines prácticos.

Capítulo III: Marxismo e historia.

Lo que en un principio se sostiene es que el materialismo histórico (Marxismo) es una


teoría inacabada, incompleta y que para ello es necesario pulir más. Por ello, autores
como Althusser, intentan seguir con el trabajo que dejo hecho Marx.

Uno de los primeros problemas con los que se enfrenta, según Pereyra, es que la teoría
marxista se sustenta bajo supuestos erróneos ¿Cuáles? El primero es que sostiene que la
lucha de clases es el motor de la historia, el motor del progreso. El otro es que considera
que se puede justificar leyes de la historia según la relación de los medios de producción
y las fuerzas de producción, es decir, desde el campo económico. Lo que sostendría es
que todo cambio histórico es cuando se cambia los modos de producción y las fuerzas
de producción.

La pregunta primordial es ¿Se puede dar una razón de la historia a partir de el estudio
económico, como lo hace Marx, y de la lucha de clases? Lo que responde Althusser es
que no, no se puede, es por eso que se necesita pulir más ese punto.
Primero, porque no se puede responder a la totalidad con una de sus partes, es necesario
responder a la totalidad, que es la historia, para poder responderla como tal. ¿De qué
modo está respondiendo a una de sus partes la teoría de Marx? Cuando considera que la
economía es la que da legalidad a la historia, ya que no solamente es la economía lo que
puede influenciar el “cambio” en la historia: la historia es más que análisis económico.

El primer problema al que se enfrenta es tratar de responder al todo por sus partes. Al
otro problema que se enfrenta es que la lucha de clases, lo que presupondría es una
lucha de “verdades”: verdad uno vs verdad dos, lo cual no implica un avance de ningún
tipo o no siempre. Pero aún así seguiría reduciéndose a una de sus partes y no a la
totalidad.

Lo que Althusser propone es que ya no se considere a la economía como motor de la


historia y a la lucha de clases, lo que propone es que se tome “todo” para articular la
historia y su legalidad. Así pues, lo que se piensa es que la historia es una relación
dialéctica de las estructuras que componen a la totalidad social. De tal modo que, no
implicaría un cambio en la estructura económica en el resto de las estructuras, sino las
relaciones dialécticas de todas éstas.

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