Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Señor Presidente:
Como “en este mundo traidor nada es verdad ni mentira; y todo es según el
color del cristal con que se mira", las siguientes son las apreciaciones desde
nuestro cristal a su reciente alocución:
Dice ANALVET:
Estarán avanzando hacia esa felicidad los privilegiados pero no los que luchan
a diario por un sustento incierto, por una oportunidad de trabajo, por una
posibilidad de estudio y una fortuita atención en salud.
Dice ANALVET:
Muy bien sabemos que sin la seguridad que brinda la Fuerza Pública este País
sería inviable. Aparte de felicitaciones por micrófono ¿Qué ha hecho Ud. por
esa gente que con valor, heroísmo y sacrificio conquistan esa seguridad día a
día?
Dice ANALVET:
Muy cierto. Todo lo anterior es gracias a los soldados y policías. Pero ellos no
pueden comprar casas ni reciben los beneficios del récord batido en producción
petrolera, porque ni siquiera les pagan lo que les deben. Y Ud. es altamente
responsable de esta deuda insoluta porque ni cuando estuvo en Hacienda, ni
en Defensa ni menos ahora como Presidente se ha preocupado por atender las
justas reclamaciones de esos soldados y policías. Solamente se acordó de
ellos para hacerles promesas cuando era candidato.
Nuestra causa es la defensa de la Patria. Su causa la defensa de sus propios
intereses.
Dice ANALVET:
¿Qué ha hecho Ud. para defender y fortalecer la justicia penal militar?
Dice ANALVET:
Si la carrera militar es el oficio más sacrificado y abnegado que existe, es
apenas justo que quienes lo abracen para servir a la Patria en armas, reciban
no solamente compensaciones inmediatas sino reconocimientos
ininterrumpidos. Lo que dijo Lleras hay que revaluarlo por inconstitucional pues
la remuneración debe ser proporcional al trabajo que se realiza.
Quizás el ex mandatario estaba abonando el terreno para “el conejo tras
conejo” que los gobiernos con Ud. a la cabeza le han hecho a la Fuerza Pública
en materia salarial.
Dice ANALVET:
De acuerdo. Los jueces no han sabido diferenciar las situaciones de
normalidad a las de guerra, porque para ellos esta última solamente ocurre en
las películas y en los juegos de nintendo.
Dice ANALVET:
¿Qué ha hecho Ud. para proteger los derechos individuales de los miembros
de la Fuerza Pública a sabiendas de que su accionar constituye un interés
superior para la sociedad?
Dice ANALVET:
¿Cuál respaldo?
Si tuviéramos ese respaldo de que Ud. habla, no tendríamos necesidad de salir
a las plazas públicas a exigir el restablecimiento de nuestros legítimos
derechos.
¿Acaso no se enteró de la manifestación en la Plaza de Bolívar realizada el
pasado 31 de mayo?
¿Acaso no le informaron sobre las falsedades que públicamente esgrimió su
Ministro de Defensa en el Senado para desconocer nuestros derechos
establecidos en normas vigentes?
Ud. está en mora de cambiar a ese Ministro que no tiene aceptación ni
respaldo de la tropa.
Mientras que no se atiendan debidamente nuestras justas reclamaciones, es
una verdadera burla hablar de inequívocos respaldos presidenciales.
Dice ANALVET:
Pero aquí en Colombia ese privilegio significa cárcel, cementerio y violación de
sus propios derechos.
Dice ANALVET:
Claro, y eso lo sabemos sin necesidad de que Ud. lo repita, que le preocupan
las demoras de los procesos en contra de miembros de la Fuerza Pública pero
ni se inmuta por las demandas que centenares de miles de estos fieles
servidores del Estado han interpuesto reclamando sus legítimos derechos.
Dice ANALVET:
Señor Presidente: De Ud. no queremos oir más exaltaciones patrióticas vacías
de glorias y honores que de eso hemos tenido bastante: lo que esperamos oír
en una próxima alocución suya, es su compromiso irrestricto para resolver el
conflicto salarial que afecta a la Fuerza Pública desde hace tantos años.
Cordialmente,
e-mail: analvetcolombia@gmail.com
Cel. 310-7091485