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Cartoneros y Piqueteros

Cartoneros:

Unos 57 mil cartoneros invaden noche a noche Buenos Aires. Sólo una cuarta parte son cirujas clásicos. El resto
perdió su trabajo o no consigue el primero. Y se larga a un oficio que se satura por exceso de mano de obra.
La trayectoria vital de una/un cartonero tiene estos pasos cantados:
1) vida de trabajador relativamente formal;
2) desempleo;
3) abismos materiales, familiares y psicológicos varios;
4) inmersión en las bolsas de la basura.
En muchos casos, son las mujeres las que salen a cartonear cuando la miseria arrincona. En Buenos Aires poco
más de la mitad de la basura se compone de materias orgánicas, un 17 por ciento es papel y cartón, un 15 es
plástico, el 6 por ciento vidrio. El material de demolición, la madera y el metal suman un 7 por ciento y cerca
del 3 por ciento restante es tela. El Gobierno de la Ciudad calcula que el cartoneo saca del circuito de la basura
un cinco por ciento, las empresas de recolección se quejan de que esos porcentajes llegan en verdad al 15 por
ciento algo que, denuncian, los perjudica pues cobran por tonelaje.
Según el CEAMSE (Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado) la Ciudad Autónoma
produjo en 2001 un 30 por ciento menos de residuos que en 1999 y este año se calcula una nueva baja del 25
por ciento. La merma de basura se choca con la saturación de cartoneros. En las zonas de relativo consumo, las
bolsas son "cirujeadas" una media docena de veces desde que se posan en el cordón de la vereda hasta que los
camiones elefante se las tragan rumbo al cinturón ecológico.
El fenómeno cartonero había crecido, claro, al ritmo de la recesión y del desempleo pero explotó más aun con la
devaluación del peso, ya que el papel tiene valor dólar. Este año se pasó a pagar 35 centavos el kilo de papel o de
cartón 25 centavos más que en los años del 1 a 1. Pero ya en el último recodo del año en el que la basura subió de
precio, las cosas se complican para quienes remontan las calles: muchos porteros han decidido vender directamente
los diarios a unas camionetas que pasan a buscarlos y pagan 30 centavos el kilo; muchas empleadas domésticas se han
enterado del valor de papel y cartonean en su trabajo; entidades solidarias (cooperadoras escolares, o de hospitales,
comedores públicos) comprometen a consorcios o a empresas para que les donen sus residuos.

Medios de almacenamiento y transporte de los cartoneros


Los changuitos que alguna vez circularon por Disco, Coto o Carre-
four son el vehículo popular y uno de los más baratos, los cartoneros
los consiguen por unos quince pesos. Pero hay carretas de última
generación, un esqueleto de fierro, masa y ruedas de autos, una bolsa
plástica que se infla con cien o ciento veinte kilos de residuos. En
talleres barriales y caseros los venden, según la calidad del rodaje, a
unos 80 o 100 pesos.

Como llegan al Capital Federal los cartoneros?


Sobre ruedas, las del tren, se deslizan también algunos de los
millares de cartoneros que vienen desde el conurbano a desempape-
lar Buenos Aires. El caso testigo es el tren blanco, de la ex línea
Mitre que fleta un convoy especial entre Retiro y José León Suárez.
Otra forma de explotación de los residuos se arma con los camio-
nes que, sobre todo, se estacionan en la zona sur del microcentro
porteño, entre Belgrano y Avenida de Mayo, desde Tacuarí hasta el
bajo, transportan a los cirujas y los devuelven con su carga a un
costo de cinco pesos por viaje.

Niños Cartoneros
La edad estimada de chicos de entre 5 y 17 años que trabajan en las
calles y en los basurales del país recolectando y reciclando residuos.
Son datos de la OIT. Trabajan en las calles y en los basurales del país
recolectando y reciclando residuos, y de ellos, el 60 por ciento son
menores de 14 años, según revelaron las preocupantes cifras de un
sondeo sobre trabajo infantil que difundió la Organización Interna-
cional del Trabajo

Por que surgen los cartoneros?


Cuando la Argentina enfrentó una de sus peores realidades políticas, en el 2001 exactamente luego del cacerolazo
que derrumbó a Antonio De La Rúa de la presidencia, miles de personas comenzaron a salir a las calles como un
ejército silencioso. Ellos, mujeres, ancianos, cirujas y muchos, muchísimos, niños se lanzaron a revolver la basura.
Un trabajo que les permitió sobrevivir. Hoy, la Argentina empieza a sentir otra crisis y los cartoneros nuevamente
vuelven a las calles.
Conflicto por el "Tren Blanco"

Se llamaba "Tren Blanco" a formaciones ferroviarias especiales sin asientos que trasladaban desde 2001 a entre 600 y
1000 cartoneros diariamente cada uno desde diversos puntos de la Provincia de Buenos Aires hasta la Estación Retiro
(línea Mitre) y Estación Once de Septiembre (línea Sarmiento) de la Ciudad de Buenos Aires, y que a última hora los
llevaba de regreso desde la capital con los carros llenos de material, a cambio de un abono quincenal.[2] La empresa
que brindaba el servicio, Trenes de Buenos Aires, primero suspendió en junio de 2006 el tren blanco de la Línea
Sarmiento. Luego, suspendió los servicios de la Línea Mitre para el año 2008 (desde la estación José León Suárez y la
estación Tigre hacia Retiro) mediante el siguiente comunicado:
"TBA no puede seguir brindando en la línea Mitre el servicio de trenes especiales a cartoneros bajo las actuales
condiciones en las que se está haciendo y los cartoneros deberán entender que es riesgoso para ellos mismos conti-
nuar con la utilización del tren cartonero para transportar sus carros.
Esta decisión provocó mucho malestar entre los cartoneros ya que significaba la pérdida de su medio de transporte de
media y larga distancia desde las zonas céntricas hasta sus viviendas de las zonas suburbanas. Como respuesta, se
desataron ciertas protestas en la capital. A pesar de una orden del juez porteño en lo Contencioso, Administrativo y
Tributario, Roberto Gallardo, dada el 28 de diciembre de 2007, de obligar a la empresa TBA a continuar con el
servicio, la compañía ratificó la decisión y asegura que el tren blanco no funcionará más debido a "actos de vandalis-
mo" de los cartones en las formaciones ferroviarias

Enfoque social del cartoneo y posturas opuestas

El cartoneo es usualmente practicado por familias enteras (incluidos los niños) e incluso se utilizan animales de carga,
como caballos, para soliviar el trabajo pesado. Es por esta realidad que la actividad suscita posturas discordes entre
aquéllos que luchan contra el trabajo infantil y a favor de los derechos de los animales, y los que priorizan las necesida-
des urgentes de los cartoneros y justifican el trabajo infantil y el uso de animales de carga como algo triste pero
necesario para la subsistencia, ya que es producto de la precarización de la vida y falta de recursos de estos sectores.
Esta última postura sostiene que la lucha debe ser contra las causas de la indigencia y no contra sus consecuencias.
Asimismo, muchos cartoneros son discriminados o maltratados por su situación de pobreza o su aspecto harapiento
que contrasta con los barrios ricos y lujosos de la ciudad, siendo cruel reflejo de la desigualdad social.

Documental cartonero

El cartoneo inspiró a los autores Nahuel García, Sheila Pérez Giménez y Ramiro García a realizar un film documental
titulado "El tren blanco", (Argentina-España, 2003) en alusión al ferrocarril que traslada a los cartoneros hasta su lugar
de trabajo en la ciudad. La película refleja la vida diaria de los cartoneros, las relaciones entre ellos y cuenta con
muchos y ricos testimonios de estos trabajadores, que ayudan a interpretar la importancia de este fenómeno social y
representa una importante denuncia política.
Piqueteros:

Que son los piqueteros?


Los piqueteros son activistas, que pertenecen al movimiento de trabajadores desocupados en la Argentina.Nacidos
como una agrupación formada para canalizar la protesta contra los despidos de trabajadores en la empresa del
Estado Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF, luego absorbida en el conglomerado internacional Repsol YPF) en
la provincia argentina de Neuquén, los cortes de ruta ("piquetes") realizados como medio de protesta dieron su
nombre a los numerosos movimientos de desempleados que se han institucionalizado progresivamente, formando
la contrapartida obrera a los cacerolazos empleados por la clase media para expresar su descontento con la acción
gubernamental.

La relacion piqueteros y los politicos


Los movimientos de desocupados han jugado un papel político importante en
estos últimos años, trabando alianzas con los principales operadores políticos
—en especial las distintas facciones del peronismo y los distintos movimientos de
izquierda, lo que a la vez ha dado lugar a una cierta fragmentación de los mismos
y a su reintroducción en las reglas del juego político tradicional argentino, en que
las organizaciones de trabajadores desempeñaron un papel importante.
Primeros piquetes
Los primeros piquetes de los '90 tuvieron lugar como protesta contra los despidos de trabajadores de YPF en la
ciudad neuquina de Cutral-Có, donde la casi totalidad de la población dependía de ella para sus ingresos. Los mani-
festantes expresaron su rechazo con cortes de la RN 22, impidiendo la circulación de camiones y logrando finalmente
la renuncia del gerente que había ordenado la reducción de personal.
Origen de los piqueteros
Sin lugar a dudas, el origen de las organizaciones de desocupados –los "piqueteros"- está vinculado al desempleo
estructural de larga duración en el Gran Buenos Aires y diversas localidades del interior. Las condiciones socioeconó-
micas son la causa principal del fenómeno y el camino de su solución: el deterioro acelerado de la calidad de vida de
estos sectores, acostumbrados a tiempos mejores, crea un clima de alta frustración y protesta.
Fenomeno piquetero
Es que en realidad, el fenómeno de los piqueteros se explica no sólo por el desempleo sino también por el cliente-
lismo, por los errores de la política social, y por su utilización política. Podemos decir que los piqueteros son, en
cierta medida, un subproducto de las malas prácticas de la política que terminó desbordando a sus creadores. La
relación de los piqueteros con los Planes Trabajar y otros subsidios, surge por lo menos con los sucesos de Cutral-
Có (y luego en Tartagal) entre mayo y junio de 1997: tras la protesta y un corte de ruta que se prolongó por un mes,
el gobierno les ofrece dichos planes para desmovilizarlos. A partir de ese mismo año, varios grupos de piqueteros
surgen en la zona sur del Gran Buenos Aires, repitiendo la misma práctica: cortes de rutas que se levantan tras la
negociación de Planes Trabajar. La gran expansión del fenómeno se produce en tiempos de la administración De la
Rúa. Con el doble objetivo de afectar la estructura clientelista en la provincia de Buenos Aires y limitar el creci-
miento de pequeños grupos de piqueteros en el conurbano, el Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Graciela
Fernández Meijide introduce una modificación en la distribución de los planes –en general, en manos de los muni-
cipios-, proponiendo que estos sólo sean asignados a ONGs que se responsabilizaran de su ejecución. Pero en
lugar de contener la práctica piquetera, esto la institucionaliza y la potencia: las organizaciones de desocupados
crean sus propias ONGs, ofician de coordinadoras de los pequeños grupos que surgen en los barrios más pobres
del GBA, y se convierten en movimientos sociales organizados con mayor poder de presión, una administración
económica propia, y con una práctica sistemática de "piquetes" y cortes de ruta para mantenerla.
Pasaron de ser la expresión inorgánica de una protesta legítima, a un movimiento semiorganizado y con capacidad
de acción política.Hoy los piqueteros, que se organizan en principio en pequeñas agrupaciones zonales, confluyen
luego en organizaciones coordinadoras. Las que a su vez están nucleadas en tres bloques.

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