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Defienden consumo de carne de cerdo en El Salvador

Luis Andrés Marroquín

El ministro salvadoreño de Agricultura, Mario Salaverría, defendió este lunes el


consumo de carne de cerdo en el país comiendo varios platillos cocinados con
productos porcinos, en un intento por demostrar a la población que estos
alimentos no tienen ninguna influencia directa con el virus de gripe H1N1.

El brote de la influenza, que ha matado a por lo menos 26 personas en México


y un bebé en Estados Unidos, fue conocida en un primer momento como gripe
porcina, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la
enfermedad no está relacionada con el consumo de carne de cerdo.

“Se puede consumir sin ningún riesgo estos productos”, afirmó el ministro
Salaverría mientras degustaba una porción del platillo conocido como costilla
de cerdo a la parrilla, casi inmediatamente salido del fuego.

El funcionario, quien pidió llamar a la influencia como gripe H1N1 y no porcina,


mostraba así su apoyo a los porcicultores en El Salvador, que temen que su
mercado se venga abajo por los temores supuestamente infundados sobre la
carne de cerdo.

El presidente de la Asociación de Porcicultores de El Salvador (ASPORC),


Federico Fernández, indicó que esta industria factura cerca de $60 millones al
año y que debido a la gripe aparecida originalmente en México las ventas se
han caído en un 15% en el sector formal y entre un 40%-50% en el sector
informal.

Fernández tiene la esperanza de que la demanda de los productos derivados


de la carne de cerdo se nivele poco a poco en la medida que la población se de
cuenta que no hay un vínculo directo con el virus y los porcinos.

Esta gremial engloba a unas 40 granjas de cerdo en el país, siendo


responsables de un 50% de la producción de este tipo de carne y sus
derivados, los que se comercializan en su mayoría en los supermercados. Un
poco más de 3,000 personas trabajan de manera directa en este negocio,
incluyendo otras granjas que no pertenecen a ASPORC.

El consumo de carne porcina en El Salvador es de 2.5 kilos pércapita, casi la


mitad del promedio que se maneja en el resto de países de Centroamérica.

El ministro dice que existe un gran potencial de crecimiento para estos


productos. De hecho, la gremial preparada desde antes de la aparición de la
gripe una fuerte campaña para fomentar su consumo.

“La campaña que lanzaremos no pudo venir en un mejor momento. Hay que
decirle a la gente que la carne de cerdo es mucho más saludable de lo que es”,
afirmó el empresario del sector.

Fernández también espera que los precios de la carne fresca de cerdo y sus
derivados se mantengan estables, porque el temor a la gripe H1N1 está
pasando. “Lo peor de la tormenta ya pasó”, dijo.

El sector viene de un proceso de recuperación luego de varios cierres de


granjas el año pasado, producto del aumento en el precio de los aliemtos para
este tipo de animales, como el maíz y la soya, encarecidos por las subidas en
el costo del petróleo y la crisis de alimento a escala mundial en general.

Los porcicultores, incluso, creen que este subsector crecerá a finales de 2009,
a pesar de la influenza, pero no se atreven a dar una cifra.

FRENO A LAS IMPORTACIONES

Por el momento 20 países han vedado las importaciones de carne de cerdo y


de otro tipo en respuesta al virus de la influenza que ha infectado tanto a
personas como a cerdos, mostraron documentos de la Organización OMS.

Pese a que la nueva cepa H1N1 no proviene de los alimentos, los temores a
que pueda contagiarse por la ingesta de productos animales ha alentado vedas
a las importaciones de cerdos vivos, carne porcina, reses, aves, ganado,
alimentos y semen animal de países que han reportado casos, según los
documentos obtenidos.

Rusia, China, Suiza, Croacia, Indonesia, Tailandia y Ecuador figuran en la lista


de países que han impuesto prohibiciones.

La mayor parte de estas afecta a productos de México y Estados Unidos y


algunos bloquean las importaciones de Canadá, Nueva Zelanda, España,
Francia, Israel, Costa Rica, El Salvador, Colombia, Cuba, Nicaragua, Panamá,
Honduras, Guatemala y República Dominicana.

El comercio mundial de carne porcina asciende a cerca de $26,000 millones


por año. Los tres países más afectados por las vedas de México, Estados
Unidos y Canadá son importantes exportadores de carne porcina, junto a la
Unión Europea, Brasil, Chile, China y Hong Kong.
La cepa H1N1, una combinación de influenza porcina, aviaria y humana, fue
originalmente denominada como "gripe porcina" pese a que, en ese momento,
sólo se conocían casos de personas infectadas.

CASOS DE INFLUENZA EN EL SALVADOR

Autoridades del ministro de Salud confirmaron este día el cuarto caso


sospechoso de gripe A (H1N1) desde el fin de semana, cuando se hizo el
primer anuncio.

El viceministro de Salud, Ernesto Navarro afirmó que un hombre de 34 años se


unió a la lista de casos sospechosos de padecer el virus.

Al paciente, residente de San Salvador (sin especificar el lugar exacto), que


consultó a un médico particular, ya se le tomó muestra de la secreción nasal
para enviarla este día al Centro para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), en Atlanta, para confirmar o
descartar el padecimiento

20 países frenan sus compras de carne


México y EU son los más afectados por la suspensión
a la importación de productos porcícolas; el comercio
mundial de carne porcina asciende a cerca de 26,000
millones de dólares al año.
- +

GINEBRA (Reuters) — Veinte países vedaron las importaciones de


carne de cerdo y de otro tipo en respuesta al virus de la influenza que
ha infectado tanto a personas como a cerdos, mostraron documentos
de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pese a que la nueva cepa H1N1 no proviene de los alimentos, los
temores a que pueda contagiarse por la ingesta de productos
animales ha alentado vedas a las importaciones de cerdos vivos,
carne porcina, reses, aves, ganado, alimentos y semen animal de
países que han reportado casos, según los documentos obtenidos por
Reuters el lunes.

Rusia, China, Suiza, Croacia, Indonesia, Tailandia y Ecuador figuran


en la lista de países que han impuesto prohibiciones.

La mayor parte de estas afecta a productos de México y Estados


Unidos y algunos bloquean las importaciones de Canadá, Nueva
Zelanda, España, Francia, Israel, Costa Rica, El Salvador, Colombia,
Cuba, Nicaragua, Panamá, Honduras, Guatemala y República
Dominicana.

El comercio mundial de carne porcina asciende a cerca de 26,000


millones de dólares por año.

Los tres países más afectados por las vedas -México, Estados Unidos
y Canadá- son importantes exportadores de carne porcina, junto a la
Unión Europea, Brasil, Chile, China y Hong Kong.

La cepa H1N1, una combinación de influenza porcina, aviaria y


humana, fue originalmente denominada como "gripe porcina" pese a
que, en ese momento, sólo se conocían casos de personas infectadas.

Las noticias sobre su surgimiento y propagación generaron una caída


en los precios de los cerdos y rápidamente causaron que Rusia,
China, Ecuador y otros países prohibieran las importaciones de cerdos
y la carne derivada, pese a que la Organización Mundial de Comercio
(OMC) aseguró que no representan riesgos sanitarios.

La nueva lista de la OMS muestra que la cantidad de restricciones ha


aumentado.

Apenas días después de que la OMS anunció que de ahora en


adelante la denominará influenza "A-H1N1", para dejar claro que la
cepa se estaba propagando entre humanos y no en cerdos, se reportó
que un trabajador agrícola canadiense que regresó de México infectó
a una piara.

Antes que de fuera anunciada la infección de cerdos canadienses, la


OMC y tres agencias de Naciones Unidas, incluyendo a la OMS,
dijeron que "no había justificación" para imponer restricciones
comerciales debido a la cepa H1N1.
Pero el domingo, un importante experto en seguridad alimentaria dijo
que aunque la carne porcina no representaba riesgos se debían tomar
precauciones adicionales al manejar a los cerdos vivos, para evitar la
propagación del virus que según la OMS está a punto de causar una
pandemia.

Bajo las reglas del comercio internacional se permite a los países


vedar las importaciones de productos que representan riesgos para la
salud o incumplen los estándares sanitarios.

La Unión Europea, Corea del Sur, Japón y Kosovo han dicho que
evitarán fijar vedas a la importación de porcina, pero varios países
endurecieron sus controles a los cerdos vivos y productos porcinos,
de acuerdo a la OMS, que compiló la lista de anuncios oficiales y
reportes de medios de comunicación.

Los otros países incluidos en la lista de la OMS que han impuesto


restricciones a la carne porcina o cerdos son Tailandia, Jordania,
Filipinas, Ucrania, Líbano, Azerbaiyán, Bahréin, Kazajistán,
Macedonia, Montenegro, Surinam, los Emiratos Árabes Unidos y
Bielorrusia.

En el Líbano, la medida implica la "destrucción de cualquier


cargamento en ruta desde los países afectados (con la influenza)" y
también ordena el cierre de todas las granjas domésticas con cerdos,
prohíbe la matanza de animales e insta a realizar "pruebas
sanguíneas de todos los puercos".

Egipto ordenó la matanza de hasta 400,000 cerdos como precaución


frente a la H1N1, medida que Naciones Unidas catalogó como "un
verdadero error".

II. PROYECCIONES PARA LA CARNE


A. PRODUCCIÓN
3. Para el año 2010 se prevé que la producción mundial de carne
aumentará a 283 de toneladas, con un incremento de 60 millones
equivalentes a un 27 por ciento, sobre el período de referencia 1998-
2000; casi tres cuartas partes de este aumento corresponderán a los
países en desarrollo. Aunque será posible un crecimiento anual medio
del 2,2 por ciento en el sector mundial de la carne debido a las
innovaciones técnicas y a la reestructuración de los sectores avícola y
porcino, es más lento que el aumento anual medio del 3 por ciento
observado durante el período comprendido entre 1992 y 2000. Se
prevé que la producción de carne de los países en desarrollo crecerá
un 3 por ciento al año, en comparación con tan sólo el 1,2 por ciento
en los países desarrollados. Estas tendencias mantiene el
desplazamiento de producción animal mundial de los países
desarrollados hacia los países en desarrollo que ha caracterizado la
evolución de la ganadería en los 20 últimos años, como consecuencia
de los cambios en la estructura de la demanda. Para el año 2010 casi
el 80 por ciento de los rumiantes se criarán en los países en
desarrollo, mientras que la proporción de la carne de ave y de cerdo
será ligeramente menor con un 70 por ciento. De manera equivalente
se prevé que la proporción de la producción animal mundial de los
países en desarrollo aumentará al 59 por ciento, frente a un 54 por
ciento en el período de referencia y un 46 por ciento en 1992.
4. Como sucedió durante el decenio pasado, el sector avícola será el
más dinámico, creciendo a un ritmo anual del 3 por ciento y
generando más del 40 por ciento de los 60 millones de toneladas de
aumento en la producción mundial de carne. La carne de bovino y de
cerdo representarán alrededor del 38 y el 17 por ciento del aumento
de la producción restante. Se espera que los países en desarrollo
contribuyan con tres cuartas partes de los 24 millones de toneladas
del incremento de la producción de carne de ave sobre el período de
la proyección y que representen el 56 por ciento de la producción
total al final de dicho período. Mientras tanto, las tendencias similares
de aumento de la concentración e integración de la industria porcina
con las de los piensos y la elaboración en muchos países en
desarrollo, como China y el Brasil, están contribuyendo a un aumento
del 2 por ciento de la producción, hasta llegar a 112 millones de
toneladas. Se espera que la producción de los países desarrollados
alcance los 34 millones de toneladas para 2010, sólo tres millones de
toneladas por encima del nivel del año de referencia. Al alcanzar las
tres cuartas partes del crecimiento de la producción de carne de
cerdo durante el período de la proyección, es probable que la de los
países en desarrollo, basada en una creciente productividad y en el
mayor número de animales sacrificados, alcance los 70 millones de
toneladas, es decir el 63 por ciento de la producción mundial, frente
al 58 por ciento en el período de referencia.
5. Según las proyecciones, el crecimiento de la carne de bovino y
ovino, limitado por las pequeñas dimensiones de las explotaciones y
el lento avance de las innovaciones técnicas y la reestructuración,
aumentará menos del 2 por ciento durante el próximo decenio, pero a
un ritmo ligeramente más rápido que en el decenio anterior. Se prevé
que los países en desarrollo aportarán el 80 por ciento de este
aumento, basándose el incremento de la producción proyectada tanto
en el número de animales sacrificados como en el mayor peso medio
de los canales debido a los progresos genéticos y a las prácticas
mejoradas de ordenación. Corresponderán a los países en desarrollo
ocho millones de toneladas de los 10 millones de aumento previsto de
la producción mundial de carne de bovino y la mayor proporción de
los tres millones de toneladas de crecimiento de la producción
mundial de carne de ovino. Este aumento provendría en particular de
Asia, la región productora más extensa.

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