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2.- ANAMNESIS
En la historia clínica debemos interrogar acerca de todos los síntomas y signos
órbito-oculares y sistémicos, observados por el paciente, su evolución, los
tratamientos recibidos y los antecedentes mórbidos personales y familiares.
Determinaremos evidencia de infiltración orbitaria y periorbitaria, dolor, pérdida de
visión, diplopia, protrusión ocular, etc. Debemos pensar que existen enfermedades
sistémicas que afectan a la órbita (disfunción tiroídea, vasculitis, tumores, infeccio
nes). Los antecedentes de trauma y una fotografía previa nos ayudarán enormemen
te.
3.- EXAMEN FISICO
A. Examen Oftalmológico
Debe evaluarse cuidadosamente el ojo y sus anexos, tanto desde el punto de vista
funcional como anatómico. El examen orbitario debe incluir proptosis uni o bilateral,
desviaciones verticales u horizontales del globo, grado de dificultad en rechazar el
globo hacia el vértice de la órbita (reductibilidad orbitaria), palpación de masas
orbitarias, deformaciones palpebrales, pulsación ocular y soplos orbitarios.
Se entiende por PROPTOSIS, o exoftalmo, cuando un globo tiene una exoftalmome
tría ( medición hecha con un aparato llamado exoftalmómetro ) mayor de 2mm con
respecto al otro globo (proptosis o exoftalmo unilateral) y, si es bilateral, como ocurre
frecuentemente en la orbitopatía de Graves, mayor de 22 mm.
La ubicación del proceso en la órbita nos ayuda a sospechar el sitio de la lesión. Habi
tualmente, por ejemplo, una masa ubicada dentro del cono muscular, desplaza al glo
bo directamente hacia delante, en cambio, una masa ubicada en la fosa de la glándu
la lagrimal, lo hace hacia abajo y hacia adentro.
B. Examen General
I.- Inflamatorio
II.- Efecto de masa
III.- Estructural (afectan hueso)
IV.- Vascular
V.- Funcional
Una misma lesión puede adoptar más de uno de estos modelos clínicos de presenta
ción, por lo que ninguna de ellos es excluyente. Analicemos, brevemente, cada mode
lo clínico.
4.I- Modelo Clínico Inflamatorio
Sus signos son: enrojecimiento ocular y/o periorbitario, edema palpebral, quemosis,
calor y, eventual, trastorno funcional (visual, motilidad ocular). Pueden ser dolorosos y
tener distintas formas evolutivas, a saber: aguda, sub-aguda y crónica.
a.- Forma AGUDA(son afecciones que ocurren rápidamente, desde horas hasta pocos
días): ejemplos: celulitis, inflamación idiopática aguda, forma aguda de la orbito
patía relacionada con tiroides, neoplasias, hemorragias secundarias.
b.- Forma SUBAGUDA ( evolución en días a semanas ) ejemplos: infección a hongos,
inflamaciones relacionadas con la tiroides, con la vasculitis, con la enfermedad de
Wegener y con la llamada inflamación idiopática inespecífica de la órbita ( también
llamada Pseudotumor inflamatorio), el Rabdomiosarcoma.
c.- Forma CRONICA (evolución de semanas a meses):ejemplos: inflamaciones relacio-
nada con la tiroides, con enfermedad de Wegener y con otras vasculitis, con
neoplasias y con cuerpos extraños orbitarios.
Este grupo está ocupado por masas que producen desplazamiento del globo que,
cuando se ubican en la parte anterior de la órbita, se pueden palpar.
Estas masas pueden ser de carácter benigno o maligno, y ubicarse en TEJIDOS
BLANDOS o en las mismas PAREDES OSEAS ORBITARIAS.
Estas masas pueden ser primarias, secundarias y metastásicas.
La mayoría de las masas son PRIMARIAS y, como esta palabra indica nacen en la
misma órbita.
Consideramos masas SECUNDARIAS a las que se originan en las cercanías de la órbita.
Hay de 3 tipos: 1.- Intraoculares, que se propagan secundariamente a la órbita, ya sea
porque atraviesan la esclera o nervio óptico, - como ocasionalmente lo hace el
retinoblastoma en el niño y el melanoma maligno en el adulto-; 2.- Desde los senos
paranasales; y 3.- Desde el cerebro.
METASTASICAS. Tumores metastáticos son escasos en la órbita; los más frecuentes
son carcinomas y los que se originan en la mama, en la próstata, tubo digestivo. En el
niño debemos pensar en el neuroblastoma. Además, tener presente a enfermedades
linfoproliferativas y hematológicas que de cuando en cuando aparecen en la órbita
(linfomas y leucemias)
HISTOPATOLOGIA
Las masas son muy variadas en su origen histopatológico. Algunas se originan en
tejido vascular (angiomas, por ejemplo ); otras en tejido nervioso ( schwannomas,
meningiomas, gliomas ); otras en la glándula lagrimal (benignas: dacrioadenitis,
adenoma pleomorfo; malignas: diversos carcinomas – el más frecuente el carcinoma
adenoide quístico-; en tejido linfoide (-benigna: hiperplasia reactiva linfoide; maligna:
linfomas-); en quistes (coristomas: quiste dermoide, epidermoide); y en tejido óseo
(osteomas, displasias y neoplasias).
El compromiso del hueso puede ser secundario a traumas (fracturas), por procesos
destructivos (tumores malignos y metastáticos) y por alteraciones del desarrollo (por
ejemplo, hipoplasia del esfenoides en la Neurofibromatosis 1 y en otras afecciones
congénitas). Si la órbita ósea es muy grande en vez de exoftalmo podemos encontran
enoftalmo ( exoftalmometría menor de 2 mm en casos en que en el otro ojo es
normal ) en vez de un exoftalmo.
4.IV-Modelo Clínico Vascular
Este grupo no es fácil caracterizarlo, pues las lesiones son diversas, algunas producen
efecto de masa, como los angiomas cavernosos por ejmplo, otras, como la fístula
arterio-venosa, provocan congestión episcleral y posibilidad de pulsación ocular y
otras, como en las várices orbitarias, ingurgitación venosa que causan proptosis
intermitente cuando se hace una maniobra de Valsalva.
5. EXAMENES DE LABORATORIO
Sin duda que, nuestro exámen clínico, nos abrirá las puertas para un buen diagnósti
co y, el laboratorio, nos orientará a confirmar tanto un compromiso sistémico como
uno orbitario preferente. Debemos tener presente que numerosos procesos inflamato
rios tienen expresión en la órbita: como en laenfermedad relacionada con la tiroides u
orbitopatía de Graves, en la enfermedad de Wegener, en otros desórdenes
autoinmunes, como en el Lupus sistémico, en la Sarcoidosis, etc. Sin embargo, los
exámenes por imágenes muchas veces son imprescindibles. Revisaremos los
de mayor utilidad actual : la ultrasonografía, la tomografía computada, la resonancia
nuclear magnética y la arteriografía.
a. La Ultrasonografía
Es útil para mostrarnos una imagen dinámica, procesos inflamatorios anteriores y tu-
mores vasculares; éstos sobretodo con el doppler – color. Es menos útil para lesiones
muy profundas y para tumores de huesos. La gran ventaja es que no tiene contraindi
caciones.
b. Tomografía Computada
Su mayor utilidad la presta en tumores del vértice orbitario, del nervio óptico, del seno
cavernoso, en tumores de la base de cráneo, en lesiones vasculares y en la
enfermedad de Graves. Lesiones de alto flujo, como fístulas arterio-venosas o durales,
pueden ser diagnosticadas usando gadolinio como medio de contraste. La resonancia
no sirve para estudios de hueso. Está contraindicada en personas que sufren de
claustrofobia, en pacientes portadores de metales, como marcapasos, cuerpos
extraños metálicos, y pacientes alérgicos al medio de contraste.
d. Arteriografía
Me referiré sumariamente a :
a.- Enfermedad orbitaria de Graves
b.- Inflamación idiopática orbitaria
c.- Celulitis orbitaria
d.- Algunos tumores benignos
e.- Algunos tumores malignos
En general, se caracterizan por no infiltrar a los tejidos vecinos. Cuando son pequeños
y asintomáticos y. a veces, son hallazgos radiológicos y sólo deben ser observados.
Podemos encontrar muchos tipos, entre los cuales podemos mencionar:quistes dermoi
des, linfangiomas, neurofibromas, schwannomas, hemangiomas capilares (niños) y ca
vernosos (adultos), glioma y meningioma del nervio óptico. A nivel de la glándula lagri
mal se produce el llamado “ tumor mixto benigno “ o adenoma pleomórfico, que crece
muy lentamente, pero que debe ser extirpado en forma completa, puesto que se pue
de reproducir, años más tarde, como tumor maligno.
El quiste dermoide, siendo un hallazgo poco frecuente habitualmente, debe ser siem
pre tomado en consideración, especialmente cuando existe una especie de expansión
contigua del hueso adyacente (como bóveda). Pocas veces se acompaña de erosión del
hueso, secundario a inflamaciones repetidas del mismo quiste. Su tratamiento no
siempre es quirúrgico a no ser que exista franco crecimiento y sintomatología. El
quiste debe ser removido con su cápsula intacta para evitar la recidiva.
Las lesiones vasculares con bajo flujo, como algunas várices orbitarias, muchas veces
dan exoftalmo intermitente, - recordemos que una maniobra de Valsalva muchas
veces hacen sospechar a esta lesión - y requerirán sólo observación, a no ser que
provoquen deformaciones o compresión de estructuras importantes. Las lesiones de
alto flujo, como son las comunicaciones arteriovenosas, congestionan excesivamente
a los vasos orbitarios, retinales y episclerales, muchas veces requieren tratamiento
quirúrgico que ocluyan el vaso comunicante usando métodos embolizantes o balones
oclusivos.
e.- Algunos Tumores Malignos
ANATOMÍA
Existe mucha semejanza anatómica entre el párpado superior e inferior. Ambos tienen
una parte anterior (lámina anterior), constituída por piel y músculo orbicular y, una par
te posterior (lámina posterior), constituída por tarso y conjuntiva. El septum orbitario
se inserta en el reborde orbitario periféricamente, y se aproxima a la lámina posterior;
se ubica por detrás del músculo orbicular y por delante de la grasa preaponeurótica or
bitaria.
El músculo orbicular realiza la función de cierre palpebral, en tanto que, la función de
apertura y de mirada, la realizan los músculos retractores de los párpados, ubicados
por detrás de la grasa preaponeurótica y por delante de la musculatura extrínseca del
ojo. En el párpado superior, los músculos retractores están formados por la aponeuro
sis del músculo elevador (musculatura estriada) y por el músculo tarsal superior o mús
culo de Muller ( musculatura lisa ). En el párpado inferior, los retractores están forma
dos por el tendón depresor (originado en la vaina del recto inferior) y el músculo tarsal
inferior (también de musculatura lisa).
El músculo orbicular contribuye a la formación de los cantos palpebrales (canto medial
o interno, lateral o externo). El canto medial está en íntima relación con el sistema de
excreción de la lágrima.
Existen numerosas lesiones que se asientan en los párpados. Aquí solo mencionare
mos las de mayor ocurrencia, tales como :
1.- El entropion
2.- El ectropion
3.- La ptosis
4.- Los quistes e inflamaciones
5.- Los tumores
6.- Los déficit de tejidos congénitos
7.- El trauma palpebral
1.- Entropión
4c LA VÍA LAGRIMAL
ANATOMÍA
Como sabemos, la excreción de la lágrima se realiza a nivel del canto medio palpebral,
lugar donde se encuentra ubicado el sistema de drenaje lagrimal. Este sistema está
constituído por los puntos lagrimales superior e inferior que son las puertas de entrada
al canalículo respectivo, el que primero haciendo un breve recorrido vertical se pone
claramente horizontal, en un largo total de 8mm. Estos se anastomosan para formar
el canalículo común uniéndose a la pared lateral delsaco lagrimal. Este saco, de unos
10mm de longitudinal, está orientado perpendicularmente a los canalículos, reposa en
su fosa ósea y se continúa con el conducto nasolagrimal, de unos 12 mm de largo,
para terminar abriéndose en el meato inferior de la nariz.
EPÍFORA
Dacriocistitis
Se puede presentar en forma aguda o crónica, como una conjuntivitis purulenta persis
tente acompañada o no de aumento de volumen del saco lagrimal, que puede evolucio
nar abscedándose o dando celulitis orbitaria. En la etapa aguda es necesario tratar con
antibióticos locales y sistémicos. Si se produce un absceso, se debe drenar localmente
Con gran frecuencia se encuentran gérmenes gram positivos (estafilococo,
estreptococo) y gram negativos (hemophilus influenzae). El tratamiento definitivo lo
constituye la cirugía, practicándose una dacriocistorrinostomía, operación que
consiste en comunicar al saco lagrimal con el meato medio de la nariz, extrayendo un
trozo de pared lateral de nariz y haciendo una anastomosis entre el saco lagrimal y la
membrana pituitaria, de la nariz.
Figura 1, Anatomía Vía Lagrimal
Bibliografía