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Celebración ecuménica por un compromiso con la vida, la dignidad humana y la

justicia
Parroquia Nuestra Señora de Fátima,
Sábado 28 de junio de 2011, 3:00 pm

Presiden:
• R.P. Ricardo Bran, párroco Iglesia Nuestra Señora de Fátima
• R.P. Juan Jose Salazar, Iglesia Episcopal de Guatemala, Colonia 1ro de Julio
• Rev. Vitalino Similox, Secretario General Concejo Ecuménico de Guatemala
• Diácono Misael Méndez, Iglesia Evangélica San Juan Apóstol y Coordinador de
Programas del Concejo Ecuménico
• Hna. Nora Coloma, Secretaria Ejecutiva, Concejo Ecuménico
• Hna.Mayra Rodríguez, Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala, Animadora
Nacional CLAI

Monitor:

Introducción:

Estamos aquí reunidos para participar en esta oración ecuménica, expresión visible de
nuestro compromiso con la vida, la dignidad humana y la defensa de nuestro derecho
como hijos e hijas de Dios, sabemos y estamos convencidos que esto es posible, que
es una necesidad apremiante, que es un don de Dios pero que también depende de
cada uno de nosotros y nosotras.

Hoy hacemos una oración por la vida, la dignidad humana, por la justicia y por la
unidad de las familias de la ciudad nueva, porque creemos que orar por estos valores
del evangelio, significa que Dios puede abrir caminos a la paz allí donde parece que
sólo hay obstáculos; significa pedir por la justicia de que por negligencia, abandono y
descuido sucedieron los hechos del hundimiento del 29 de mayo; significa recordar la
memoria del hermano Edwin Roberto Velásquez Salazar y de de Rigoberto Chooc
Caal, que entonces perdieron la vida y que Dios los tiene en su gloria; significa alentar
a sus seres queridos y todos los vecinos de estas zonas que como imágenes de Dios,
tienen el derecho a la vida, a la tranquilidad y que nunca más sucedan estas
catástrofes, ni aquí ni en ningún lugar, porque la naturaleza es un bien fundamental,
que requiere ser defendida, respetada en tanto obra de Dios confiada al hombre para
su bien.

San Francisco de Asís, patrono celestial de los ecologistas, nos ofrece ejemplo de un
respeto auténtico y pleno por la integridad de la creación, el mismo nos da testimonio
de que estando en paz con Dios podemos dedicarnos mejor a construir la paz con
toda la creación, la cual es inseparable de la paz entre los pueblos.

Para que Dios haga de nosotros verdaderos instrumentos y mensajeros de su paz, los
invito a decir la oración de San Francisco:

“Señor, hazme instrumento de tu paz.

Donde haya odio, siembre yo tu amor.

Donde haya injuria, perdón.

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Donde haya fricción, unión.

Donde haya error, verdad.

Donde haya duda, fe.

Donde haya desaliento, esperanza.

Donde haya sombra, luz.

Donde haya tristeza, alegría.

¡Oh divino Maestro!

Concédeme que no busque ser consolado, sino consolar; que no busque ser
comprendido, sino comprender; que no busque ser amado, sino amar.

Porque dando es como recibimos; perdonando es como Tú nos perdonas; muriendo


en Ti es como nacemos a la vida eterna”.

ORACION INICIAL

Oramos por la defensa de la VIDA e integridad de la CREACION, unidos a nuestras


hermanas y hermanos del Barrio San Antonio, Ciudad Nueva y con el Colectivo de
Colectivos (CoCo). "Del Señor es la tierra y cuanto la llena". Sal. 24,1.

Guia: El Dios que nos ha llamado a guardar sus promesas con fidelidad y
compromiso, nos capacite para restaurar todas las cosas en su Nombre.

Pueblo: Por Sobre las aguas de abismo sin fin Llamaste a los montes a despertar
Y por las edades llamaste a existir Toda cosa y criatura que has querido crear
Espíritu, Espíritu de bondad, Sopla en la sequedad, llámanos hoy
Espíritu, Espíritu de inquietud, Despiértanos en Ti, Ven, sopla aquí.

Guía: “mientras la tierra exista, siempre habrá siembras y cosechas; siempre hará
calor y frío, siempre habrá invierno y verano, y también noches y días”

- Confesión:

(Guía) Dios, tu que equilibras la tierra y todo lo que en ella hay, ante el gran
desequilibrio que hemos hecho de tu creación, nos acercamos ante ti para confesar
que no hemos querido guardar tus promesas.

(Todos) Tú, nos has invitado de generación a generación a apreciar de una nueva
manera los fenómenos naturales: tanto el orden y la regularidad de las estaciones,
como los ciclos de la naturaleza. Y todo esto, que está fundado en tus promesas,
confesamos que hemos alterado los ciclos de la naturaleza y quebrado la regularidad
de las estaciones.

(Guía) Tú, que anhelas que tu Sol redondo y colorado, salga para buenos o malos…
Tú, que quieres que tu lluvia cristalina y húmeda, caiga sobre justos e injustos,
nosotros, confesamos que no hemos respetado el orden de tu creación y estamos
contribuyendo al cambio climático.

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(Todos) Con la certeza de tu perdón, nos comprometemos a hacer lo que esté en
nuestras manos para reducir la contaminación y a denunciar proféticamente los
mecanismos que alteran la tierra, su atmósfera y las irresponsabilidades de las
organizaciones, autoridades responsables de cuidar, mantener y reparar los daños
causados por el hundimiento.

CANTO: JUNTOS COMO HERMANOS.


Juntos como hermanos, miembros de la Iglesia,
vamos caminando, al encuentro del Señor.

Un largo caminar, por el desierto bajo el sol,


no podemos avanzar sin la ayuda del Señor.

Unidos al rezar, unidos en una canción,


viviremos nuestra fe, con la ayuda del Señor.

La Iglesia en marcha está, a un mundo nuevo vamos ya,


donde reinará el amor, donde reinará la paz.

LITURGIA DE LA PALABRA

…PRIMERA LECTURA: Isaías 55,6-9. Buscad al Señor mientras se le encuentra

“Buscad al Señor mientras podáis encontrarlo,


llamadlo mientras esté cerca.
Deje el malvado su camino
y deje el perverso sus ideas;
volveos al Señor, y tendrá compasión de vosotros;
volveos a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
Porque mis ideas no son como las vuestras,
ni es como la vuestra mi manera de actuar.
Como el cielo está por encima de la tierra,
así también mis ideas y mi manera de actuar
están por encima de las vuestras.”
El Señor lo afirma.

SEGUNDA LECTURA: Salmo 34: Alabanzas a la bondad del Señor

Guía: Bendeciré al Señor a todas horas;


mis labios siempre le alabarán.
Yo me siento orgulloso del Señor:
¡oídlo y alegraos, hombres humildes!

Todos y Todas: Cuando uno grita, el Señor escucha

Guía: Alabemos juntos y a una voz


la grandeza del nombre del Señor.
Recurrí al Señor, y él me contestó
y me libró de todos mis temores.
Todos y Todas: Cuando uno grita, el Señor escucha

Guía: Los que miran al Señor


resplandecen de alegría
y jamás se verán defraudados.
Este pobre gritó, y el Señor le oyó

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y le libró de todas sus angustias.
Todos y Todas: Cuando uno grita, el Señor escucha

Guía: El ángel del Señor protege y salva


a los que honran al Señor.
Probad, y ved que el Señor es bueno.d
¡Feliz el hombre que en él confía!
Todos y Todas: Cuando uno grita, el Señor escucha

Guía: Honrad al Señor, los consagrados a él,


pues nada faltará a los que le honran.
Los ricos se vuelven pobres y padecen hambre;
pero a los que buscan al Señor
nunca les faltará ningún bien.
Todos y Todas: Cuando uno grita, el Señor escucha

TERCERA LECTURA: 1 Tesalonicenses 5, (12a) 13b-18. Orad sin cesar

Hermanos, os rogamos que respetéis a quienes trabajan entre vosotros y os dirigen y


aconsejan en el Señor; debéis estimarlos y amarlos mucho por el trabajo que llevan a
cabo. Vivid en paz unos con otros.
También os encargamos, hermanos, que reprendáis a los que no quieren trabajar, que
animéis a los desanimados, que ayudéis a los débiles y que tengáis paciencia con
todos.
Mirad que nadie pague mal por mal. Al contrario, procurad hacer siempre el bien, lo
mismo entre vosotros que a todos los demás.
Estad siempre contentos. Orad en todo momento. Dad gracias a Dios por todo,
porque esto es lo que él quiere de vosotros como creyentes en Cristo Jesús.

ALELUYA CANTADO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO. Juan 17, 6-21. Para que sean uno:
“A los que del mundo escogiste para confiármelos, les he hecho saber quién eres.
Eran tuyos, y tú me los confiaste y han hecho caso a tu palabra. Ahora saben que todo
lo que me confiaste viene de ti, pues les he dado el mensaje que me diste y lo han
aceptado. Han comprendido que en verdad he venido de ti, y han creído que tú me
enviaste.
“Te ruego por ellos. No ruego por los que son del mundo, sino por los que me
confiaste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y lo tuyo es mío; y mi gloria se hace
visible en ellos.
“Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que
yo voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre
que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Cuando
estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre,
el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba
perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura. “Ahora voy a ti; pero digo
estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta
alegría que yo tengo. Yo les he comunicado tu palabra; pero el mundo los odia porque
no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del
mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, tampoco ellos
son del mundo. Conságralos a ti por medio de la verdad: tu palabra es la verdad.
Como me enviaste a mí al mundo, así yo los envío. Y por causa de ellos me consagro
a mí mismo, para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.
“No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oir
el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás

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en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me
enviaste.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA:

CANTO: HOY SEÑOR TE DAMOS GRACIA

Hoy Señor te damos gracias,


por la vida la tierra y el sol,
hoy Señor queremos cantar,
las grandezas de tu amor.

Gracias Padre mi vida es tu vida,


tus manos amasan mi barro,
mi alma es tu aliento divino,
tu sonrisa en mis ojos está.

Gracias Padre me hiciste a tu imagen


y quieres que siga tu ejemplo,
brindando amor al hermano,
construyendo un mundo de paz.

ORACIONES DE RESPUESTA A LA PALABRA DE DIOS

Guía:
Invocamos juntos al Espíritu Santo, luz de nuestros corazones, aliento de vida y poder
del Padre que se manifiesta en la muerte y resurrección de Jesús. Que prosiga en este
tiempo que vivimos su obra de reconciliación y de comunión comenzada desde la
predicación apostólica. Esta obra de la creación, ¿no la reconocemos más en el
movimiento hacia la comunión en el amor, hacia la reconciliación y la justicia, en el
movimiento ecuménico? Acojamos a Dios en nuestros corazones, como Dios nos
acoge en su corazón, por Jesucristo nuestro Señor.

Todos y todas: Amén.

Guía:
Pidamos al Padre que nos envíe los dones de su Espíritu Santo: que nuestros
corazones se abren a su presencia, que le dejemos orar en nosotros y que nos
conduzca en su comunión. La unidad de la Iglesia es obra del Espíritu Santo. Nunca
podremos realizarla por nuestros propios medios. Roguemos para que el Espíritu
Santo descienda sobre cada uno de nosotros, que bendiga a la Iglesia de Dios con su
gracia y nos una en Cristo.
¡Ven, Espíritu Santo!
Todos y todas: ¡Llena nuestros corazones de gracia!

Guía: ¡Ven, Espíritu Santo!


Todos y todas: ¡Libéranos de la duda y de la desconfianza!

Guía: ¡Ven, Espíritu Santo!


Todos y todas: ¡Danos la fe para avanzar!

Guía: ¡Ven, Espíritu Santo!

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Todos y todas: ¡Concede la justicia de Dios a nuestro mundo!

Guía: ¡Ven, Espíritu Santo!


Todos y todas: ¡Ayúdanos comprender que somos hermanas y hermanos!

Guía: ¡Ven, Espíritu-Santo!


Todos y todas: ¡Haz caer los muros entre nosotros!

Guía: ¡Ven, Espíritu Santo!


Todos y todas: ¡Une a todas y todos los cristianos en Cristo nuestro Señor!

EL SIGNO DE LA PAZ

Guía: La paz del Señor esté siempre con vosotros.

Todos y todas: Y con tu espíritu.

Guía: Pidiendo a Dios el perdón de nuestros pecados como nosotros mismos nos
perdonamos unos a otros, intercambiamos ahora un signo de paz y sellamos nuestra
unidad en la oración, la fe, el amor y la esperanza de la plena comunión.

Los participantes intercambian el uno con el otro un signo de paz.

CANTO DE PAZ
La paz esté con nosotros, (3)
que con nosotros siempre, siempre esté la paz.
Queremos paz para el mundo, (3)
que con nosotros siempre, siempre esté la paz.
Queremos paz en Guatemala, (3)…

ORACIONES DE INTERCESIÓN Y GESTOS SIMBÓLICOS DE UNIDAD

Guía: Rogamos al Padre, en el Hijo y por el Espíritu-Santo, por las necesidades de


nuestras iglesias, de nuestro mundo y de nosotros mismos. Rogamos sin cesar por la
unidad de todos los cristianos.

Todos y todas: ¡Señor, ten piedad y escúchanos!

Guía: Rogamos sin cesar por los responsables de nuestras iglesias y comunidades
de fe, para que también perseveren en el esfuerzo de la unidad de los cristianos.

Todos y todas: ¡Cristo, ten piedad y escúchanos!

Guía: Rogamos por todos los bautizados, que sean capaces de orar sin cesar, a fin
“que todos sean uno… y que el mundo crea”.

Todos y todas: ¡Señor, ten piedad y escúchanos!

Guía: Por las Iglesias y comunidades de fe amenazadas por otras divisiones y


cismas, para que sea preservada su unidad.

Todos y todas: ¡Cristo, ten piedad y escúchanos!

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Guía: Por los consejos de iglesias de todas partes del mundo, a nivel nacional y local,
para que el trabajo que realizan juntos sea un testimonio del Evangelio en el mundo.

Todos y todas: ¡Señor, ten piedad y escúchanos!

Guía: Por los diálogos ecuménicos entre nuestras iglesias, comuniones y


comunidades de fe, para que lo que nos divide se supere por la sabiduría, la caridad y
la verdad.

Todos y todas: ¡Cristo, ten piedad y escúchanos!

Guía: Que todos los cristianos testifiquen el Evangelio desviándose de lo que es


destructivo para vivir la justicia, la paz y la fraternidad. Por los pobres, los oprimidos,
las víctimas de las guerras y de la violencia. Por los corazones rotos. Por los que son
odiados y maltratados.

Todos y todas: ¡Señor, ten piedad y escúchanos!

Guía: Que el Señor nos escuche y responda a nuestras incesantes oraciones, por
Jesucristo nuestro Señor.

Todos y todas: Amen

BENDICIÓN FINAL

Todos los y las celebrantes: Dejamos este lugar, felices de celebrar juntos y de ser
llamados a no cesar en la oración, en la espera de este gran día en que seremos
perfectamente uno en Cristo.

El Señor Jesucristo esté con vosotros.

Todos y todas: Y con tu espíritu.

Todos los y las celebrantes: Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Que el Señor
haga resplandecer su rostro nosotros y que sea benévolo con nosotros. Que el Señor
nos guarde con bondad y nos conceda su paz.

Todos y todas: Amén.

Todos los y las celebrantes: Que el Señor nos bendiga en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.

Todas y todos: Amén.

Todos los y las celebrantes: Que cada uno de nosotros y nosotras vaya en paz, sin
dejar nunca de rezar y alegrándose siempre en la esperanza, sin dejar nunca de
agradecer a Dios.

Todas y todos: Demos gracias a Dios.

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