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UNIVERSIDAD ANDINA, SIMON BOLIVAR – QUITO, ECUADOR

Asignatura: Estado, mercado e


industrias culturales - por Mag.
Diana Guerra Ch.
Maestría en Estudios de la Cultura
Awiti, Maurice Sheith Oluoch
15 de febrero, de 2011

NOTA: 10

Muy buen trabajo Mauricie. Deberías trabajarlo más para publicarlo!

Suerte.

1
Este ensayo es una reflexión teórico sobre un aspecto de las industrias
culturales; difíciles relaciones entre la cultura y economía.
Difíciles relaciones entre la Cultura y la economía
La relación entre la esfera cultural y la política o entre la
esfera cultural y la economía no es, ciertamente, nueva.
Por un lado la cultura es el ámbito donde surge la esfera
pública en el siglo XVIII, y como lo afirman los
foucaultianos y quienes se dedican los estudios
culturales, se convirtió en un medio para internalizar el
control social, a través de la disciplina y la
gubernamentabilidad, durante los siglos, XIX y XX.1

Introducción

El tema de cultura y economía es muy extenso. Las dos ocupan un espacio común; la

sociedad. Se pretenderá en este ensayo, abordar las difíciles relaciones entre la cultura y

economía. Es imprescindible constatar que la cultura tiene un vínculo con las industrias

culturales tanto como la economía y el desarrollo. En este sentido, diferenciar o definir: la

cultura y las industrias culturales; la economía y el desarrollo es estratégico. David

Throsby, considera la relación entre la cultura y la economía como parte del discurso

intelectual y como sistema de organización social. Throsby en su libro “Economía y

Cultura, 2003” ofrece una definición amplia de cultura y examina tanto las dimensiones

económicas de la cultura como el contexto cultural de la economía. La mirada de

Throsby, nos procura una entrada para entender esta relación difícil y compleja.

Definiciones

Como cualquier otra palabra, podemos estipular cualquier cosa que queremos acerca de

los significados de la cultura y la economía, pero no todas las interpretaciones son tan

buenas como otras. Sin embargo, la definición nos ayuda a captar lo esencial del tema.

Yúdice George, El Recurso de La Cultura (Usos de la cultura en la era


global), Editorial Gedisa, S.A. Barcelona, 2002, p. 24.
¿Qué es la cultura? Como ya se indicó en la introducción haremos una estratégica

distinción entre la cultura y las industrias culturales. No existe una sola definición precisa

de la cultura. La cultura es una noción compleja y contradictoria; es decir que no hay una

sola y única manera de comprender la noción de la cultura. En las palabras de sociólogo,

Gilberto Giménez2, citando a Clifford Geertz “la cultura es un repertorio de pautas y

significados”. Giménez, sigue con la definición y cita a Bourdieu, quien afirma que la

cultura tiene dos aspectos: “formas simbólicas y estructuras mentales interiorizadas y

simbólicas objetivadas bajo forma de prácticas rituales y objetos cotidianos, religiosos,

artísticos, etc.” Entonces, la cultura es comprendida como un conjunto de simbolismos e

identidades que no se puede definir fuera de los actores de la sociedad.

El término cultura es utilizado a menudo para incluir: el cultivo de ciertas capacidades

humanas; arte reservado a cierta clase de élite; las formas de vida concretas que la gente

lleva en común. Nuestro enfoque girará alrededor el último uso del término cultura, es

decir, formas concretas, en lo que Peter Berger llama, “su sentido social científico

convencional: como las creencias, valores, y estilos de vida de la gente común en su

existencia diaria”.3 La cultura, es entonces diferenciadora con respecto a los “otros’’,


2

Giménez Gilberto, Estudios Sociológicos XX: 58, 2002, p. 27 en


http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/VD9MPF7KBXVN24
HYCR3CG1GIBTX1NH.pdf

Peter Berger, “Introduction: The Cultural Dynamics of Globalization”, en


Many Globalizations: Cultural Diversity in the Contemporary World, Peter L. Berger y
Samuel P. Huntington, ed. (Oxford: Oxford University Press, 2002), p. 2. También
podemos distinguir entre formas discretas de globalización, incluyendo el
surgimiento de culturas empresariales, profesionales y académicas globales, la
difusión de la cultura pop y los efectos de la globalización sobre las formas en que la
mayoría de las personas viven sus vidas.
como una forma de identificación social. Como bien dice E. Wallerstein (1997:91); “la

cultura es por definición particularista y particularizante”. Así entendida, la cultura

presenta diferentes escalas: civilización, culturas nacionales, culturas regionales y

culturas de clases.4 Para el presente trabajo se eligió la definición de Manuel Esmoris,

desde las políticas culturales, se trata lo referido a bienes y servicios culturales.5

Brevemente, definiremos las industrias culturales ligadas a la escuela de Frankfurt

(Horkheimer y Adorno). La misma se “refiere al conjunto de productos culturales

fabricados y reproducidos en serie gracias a tecnologías industriales y difundidos

(masivamente) en escala mundial por medio de redes electrónicas de comunicación.”6 Las

industrias culturales, obviamente, tienen estrecha relación con el mercado que nos remite

a la economía.

(¿Qué es la economía?) Partiendo desde el planteamiento de la escuela de Frankfurt y los

estudios culturales que se han hecho en estos últimos años, podemos afirmar, que la

cultura es economía y algo más: nada parece que escapa a su influencia. Desde múltiples

miradas la economía se puede entender también en términos domésticos (por ejemplo

familiares) o términos macro (por ejemplo la economía estatal). El producto interno

Giménez, op. Cit., p. 28.

http://www.gestioncultural.com.uy/vinculos/ESMORIS_Cultura_y_economia.pdf

Giménez, Op. cit., p. 29.


bruto,7 como medida nos hace pensar en niveles de bienestar en la sociedad, lo que se

entiende como desarrollo, los ingresos para el país, la rentabilidad de un determinado

producto cultural en este caso. En la mayoría de los países latinoamericanos, las

industrias culturales no aportan cuantitativamente al PIB, en comparación con los Estados

Unidos, o Francia. Pero se puede señalar algunos países que han trabajado mucho su

industria cultural: Brasil con la industria musical y México con la industria de telenovelas

(televisión en general).

Desarrollo se refiere al acceso a los bienes y servicios básicos (agua, educación, salud,

vivienda). Pero, con los cambios que se han tenido en el campo cultural, lo que

tradicionalmente era necesidad secundaría se ha vuelto primaria. Por esta razón, se habla

más bien de una escala de valores: el consumo de un determinado producto es

determinado por la formación académica, la clase social, etc.

Con estas ideas se tratará de articular las ideas; para analizar la complejidad del tema y

las difíciles relaciones entre la cultura y la política.

La cultura está enfrentando un mundo globalizado. En el mundo globalizado no hay

fronteras, o si la hay son frágiles e indefinidos, y en si el flujo de los bienes culturales es

incontrolable (Libre movimiento de productos), pero al mismo tiempo existen rincones de

control en el mercado. La globalización impulsa la oferta de productos seriados que se

encuentran en todas partes, comercializados por las empresas transnacionales y su


7

El producto interior bruto, producto interno bruto (PIB) o producto


bruto interno (PBI) es la principal macro-magnitud existente que mide el valor
monetario de la producción de bienes y servicios finales de un país durante un
período de tiempo (normalmente un año).
dinámica promueve ciertos productos y desaparece otros. La universalización que

conllevan las grandes empresas multimillonarias con un carácter transnacional es otro

aspecto que tiene fuertes impactos a las llamadas culturas particulares. El mercado es

una fuerza indiscutible y para entender estas fuerzas uno tiene que comprender la cultura.

¿Si el mercado global tiene la tendencia de homogenización, dónde está la esperanza de

las culturas minoritarias?

Enfoques contrastantes hacia la economía

En la Carta Cultural Iberoamericana8 se afirma que, “los procesos de desarrollo

económico y social sustentables, así como la cohesión e inclusión social, solo son

posibles cuando son acompañados por políticas públicas que toman plenamente en cuenta

la dimensión cultural y respetan la diversidad.” En cuanto a este principio señaláremos

dos aspectos: el desarrollo económico y la dimensión cultural.

El desarrollo como tal siempre tiene su patrón en el occidente, mismo que casi toda las

veces es contrario a las lógicas de las comunidades o los países del tercer mundo. Es

decir: el desarrollo es un modelo que impone lo “ajeno” a una determinada comunidad o

país. El valor que se da a lo local es mínimo o nulo. Esta es una manifestación de la

relación conflictiva entre la cultura y la economía.

La Carta Cultural iberoamericana, son los principios enunciados en la


Declaración de la I Cumbre Iberoamericana, por los jefes de Estado y de Gobierno (de
los países ibero-americanos), celebrada en Guadalajara, México, 1999. Convocados
como una representación de un vasto conjunto de naciones (una expresión de
pluralidad) que comparten raíces y riqueza (patrimonio) de una cultura fundada en
las suma de pueblos, sangres y credos diversos.
El enfoque de la gestión de la cultura sirve para fines económicos dirigidos al mercado y

al lucro...no siempre!. La fuerza del mercado en las prácticas culturales es siempre fuerte

y tiene impactos enormes. Por ejemplo, los servicios y bienes culturales que

anteriormente tenían un valor simbólico, ahora, solo se producen para el mercado y

pierde su tinte local. Para ilustra el giro que se puede dar el en campo cultural con lo

económico, pongo un ejemplo: En Kenia hay una canasta/bolos que se llama “Kiondo”9,

antes era símbolo de la mujer, es decir todas las mujeres se identificaba con el “Kiondo.”

El bolso, era barato y fácil de conseguir. El “kiondo” para la mujer era una manifestación

de belleza y proveedora. Actualmente, por la producción masiva y la comercialización del

“Kiondo” para el mercado internacional (local) el “Kiondo” se vende muy cara para la

mujer común y solo está en lugares específicos: “Shopping malls”, centros comercial o

lugares exclusivos. Se ha cambiado totalmente su valor simbólico, cultural y es solo para

una clase de mujeres. No es muestra de belleza o de mujer proveedora sino más bien

símbolo de clase, alta por supuesto. La cultura del “Kiondo” o la práctica de mujeres

llevando el bolso – “kiondo”, se ha re-significado por un revolución mercantil.

....interesante!

En un mundo con constantes mutaciones en todos los ámbitos y notoria configuración:

relacional, comunicacional, cultural e incluso económico. Las empresas transnacionales

y/u organizaciones internacionales, juegan un papel clave en cuanto los cambios,

intercambios, difusión y distribución de productos. El papel que juegan podemos


9

Kiondo es un bolso tejida a mano por las comunidades indígenas de las


tribus Kikuyu y Kamba (hacían), a veces en cuero u otras materiales. Estos tejedores
kenianos comienzan por extracción de capas externas de la planta de Sisal, dejando
la planta todavía capaz de crecer. La tejedora utiliza subprocesos de las capas
colores pálidos, que se han secado por un día, para hacer una bolsa.
denominar el proceso de universalización. Muchas ocasiones eso tiene tintes occidentales

que politiza fuertemente la dirección de las acciones culturales – como el caso de

UNESCO. En un territorio vasto y pantanoso, muchas veces las empresas

locales/nacionales son obligadas a desaparecer para dar paso a las poderosas empresas

multimillonarias o son obligados a renovarse en formas permanentes sus marcos

normativas y las propias relaciones con los diversos actores. Lo mismo pasa con las

culturas, servicios y bienes simbólicos de las periferias frente a las culturas dominantes.

El desafío en este caso es enfrentar la tendencia de homogenizar y unificar (los rasgos

culturales), en términos económicos, borrando la diversidad.10 La creatividad y la

variedad eventualmente son convertidas en objetos mercantiles.

Conectividad cultura y economía

En un mundo globalizado, la cultura y la economía son las dos mayores fuerzas que

influyen la conducta humana en los ámbitos sociales e individuales. Para algunos, la

globalización es una amenaza a lo local porque quiere homogenizar y apoderarse de todo,

mientras que para otros la globalización es una ventaja porque permite desbaratar todas

las barreras y el mundo se vuelve un gran mercado. La diversidad, la fragmentación y la

circulación mundial de bienes y servicios culturales, no nos facilita a entender el

concepto complejo de la globalización de la cultura y menos la noción confusa de la

cultura.

10

Véase, Canclini, Nestor Garcia, Latinoamericanos Buscando lugar en este


siglo, Buenos Aires: Paldos, 2002, pp. 25-33.
La cultura se debe tomar como un eje clave: un principio trasversa, 11 a toda las

estructuras sociales. La idea es fomentar la diversidad y la consolidación del espacio

cultural. Cuando se habla de la transversalidad se piensa en una fusión y formulación de

políticas que toman en cuenta la importancia de la cultura. La transversalidad no se

concretado, primero porque la cultura no es pensada en su amplitud desde sus múltiples

abordajes y segundo porque algunos de los gestores culturales tanto como los agentes

económicos no tienen la voluntad de hacer el salto hacia lo nuevo.

La UNESCO, y muchos países, tienen una renovada presencia, que favorece “un

enfoque integrado del patrimonio cultural, así como de los vínculos de continuidad

entre creación y patrimonio,” que significa intervención directa en el manejo de la

cultura y permita a la gente tener acceso a productos culturales que la vincula con los

lazos de sus propias raíces, recuperando su cultura. El fin de preservar estos bienes

simbólicos tiene enfoques económicos: enormes inversiones para su mantenimiento

renovación permanente (museos, centros culturales, patrocinio de espectáculos

públicos, salones de arte y fondos públicos concursables). En este sentido, existen

muchos factores en juego, por ejemplo: el turismo, la memoria colectiva y la identidad

cultural. La recuperación y la conservación tiene consecuencias económicas, entonces el

vínculo, cultura-economía es inevitable.

11

El principio de transversalidad. Una propuesta que su implementación, no ha


sido tan fácil. En muchos casos/países es solo una retórica.
En Ecuador existe una Secretaría de Patrimonio Cultural12 y a través de ella se ha

incrementado el esfuerzo o participación del estado en el proceso de patrimonializacion.

Al mismo tiempo se ha incrementado sustancialmente in el país, del tiempo de ocio y el

consumo masivo dinamizado por objetos y bienes culturales materiales e inmateriales.

Además hay una creciente politización y profesionalización del campo de las acciones

cultural, lo que va mano a mano con lo parte económico.

La promoción del patrimonio como uno de los roles de la UNESCO y los estados

naciones nos ayuda a entender la conectividad de la cultura y la economía, por otro lado

este nudo, que se hace entre la cultura y el desarrollo:

La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta
al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y
espiritual más enriquecedora. Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la
pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo
normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural.13

El desarrollo integral de las culturas o las personas es una suerte de enlace, que

eventualmente abre los horizontes del disfrute de los bienes y servicios culturales,

incluso para las personas que tienen escasos recursos (intelectual o económico).

Los medios masivos de comunicación forman parte de las industrias culturales y

consecuentemente, son parte de lo que se considera cultura. Throsby, analiza los medios

masivos de comunicación: la radio, la televisión y la prensa. Al respecto afirma que

12

http://www.ministeriodecultura.gob.ec/

13

http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=34321&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
ellas “producen bienes culturales y no culturales, unos al lado del otro”14. En otras

palabras, es importante diferenciar los medios y los contenidos. Sin embargo, es

indudable que los medios de comunicación vinculan nítidamente la cultura y la

economía.

Comercio, intercambio y libertad

La definición antropológica de una función intencional de la cultura; la señala como “un

sistema de creencias, valores, costumbres,…etc. compartidos por un grupo.”15 Esto

implica que los grupos sociales interactúan y manejan transacciones de tipo económico

tanto de bienes materiales como simbólicos. En otros términos, eso es comercio, un

intercambio en el que está prevista la libertad de los actores. Como bien señala Throsby,

este aspecto material de la cultura -“materialismo cultural”- tiene un homólogo en la

ciencia económica, en cuanto se hace referencia a la antigua “escuela” de la economía

institucional en que la cultura forma la base fundamental de la sociedad.

Según Throsby, los bienes y servicios culturales deben cumplir con tres condiciones:

 Implican alguna forma de creatividad;

 Hacen referencia a la generación y comunicación de significado, y

 Son pasibles, al menos en potencia, de ser asignadas como propiedad intelectual.

14

Throsby, David, Economía y cultura, Cambridge University Press, Madrid


2001, pp. 127-130.

15

Ibid., p. 25
La comercialización en términos del mercado, es un tema complejo porque nos remite a

la valorización de la producción, a entender lo que Canclini, denomina, “un proyecto

emancipador, un proyecto expansivo, un proyecto renovadora y un proyecto

democratizador.”16 Son nuevas tendencia de la modernidad y que responde a mercado y

la circulación de servicios y bienes.

La diversidad cultural es considera como un paso integral para el desarrollo sostenible.

¿Qué hace la UNESCO para garantizar la diversidad cultural? La UNESCO 17 garantiza

una coexistencia armoniosa y una convivencia pacífica en la que los derechos humanos

son respetados y se promueve el dialogo intercultural, etc. También defiende la

diversidad creativa y la multiplicidad de las expresiones culturales que anteriormente fue

mencionado como lo patrimonial, es decir, las expresiones culturales, los artistas, entre

otras.

Ahora bien, la presión económica a la producción cultural nos lleva a la protección de los

derechos del autor, también denominado Derecho de Propiedad Intelectual,18 y los

productores de varios servicios y bienes culturales. Sin convenios, acuerdos y reglas; de

16

Canclini Néstor García, Culturas hibridas, Estrategias para entrar y salir de


la modernidad., Grijalbo, México, D.F. 1990, p. 31

17

http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=35260&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html

18

A nivel internacional existen políticas que manejan específicamente


cuestiones relacionadas al derecho de autor.
integración y distribución, será difícil tener rentabilidad en cuanto a los productos como

música, cine, etc., además de detendrá el intercambio y el libre comercio. Joost Smiers,

consta que “el sistema de copyright, que existe desde hace unos dos siglos en Occidente,

hoy muestra signos de profundas fracturas”.19

Otro aspecto relacionado con el comercio o intercambio, es la competencia en el

mercado. Por los ingresos y gastos en cuanto a la producción, publicidad, y difusión, la

mayoría de las industrias culturales quiebran porque entran en crisis internas. La

competitividad a nivel local e internacional es compleja, por lo tanto, mantenerse en el

mercado implica enormes inversiones y, en ocasiones, políticas públicas (estatal).20

Los efectos de la economía en la cultura

En este trabajo se plantea que la relaciones cultura y economías son muchas veces

conflictivas. Por consiguiente, abordaremos los efectos de la economía en la cultura. La

conflictividad deviene de varias razones. Entre ellas señalaremos tres: 1) las presiones

que impone el mundo globalizado o el capitalismo a las prácticas culturales. 2) la

influencia de la economía en la cultura, como la cultura de consumo donde todo se hace

para el mercado, y por último, 3) la negociación entre la cultura y la economía que es

cada vez difícil en un contexto de la globalización y el capitalismo.

19

Smiers Joost, Un mundo sin copyright, artes y medios en la globalización,


Editorial Gedisa, S.A. Barcelona, 2006, p. 282.

20

Canclini., 2002 op. cit. p.61.


Canclini señala que actualmente proliferan “estudios latinoamericanos y estadounidenses

que buscan comprender la lógica económica y cultural de la actual dependencia de

América latina respecto a Estados Unidos, la creciente “latinización” de Estados unidos y

la subordinación de unos u otros a las transnacionales sin sede exclusiva en ninguna

nación.”21 Se habla de ‘american way of life’ o ‘’americanización’’ donde los productos

de los Estados Unidos están difundidos en los mercados latinoamericanos. Comprender

este complejo panorama también implica entender los efectos de la economía en la

cultura.

Ahora bien, ¿cuáles son los efectos de la economía en la cultura?

i) La “traidizacion”22, la traída es un fenómeno constante en el mercado, en la


globalización. El intercambio de bienes y servicios, es muy intenso y es
privilegiado. La cultura, en este caso actúa como amortiguadora de toda la ida y la
vuelta.

ii) El conflicto entre lo local y lo global. No es posible una vertical negociación entre
lo que podemos denominar la cultura local, con la cultura global. Los dos
sistemas manejan lógicas distintas y el último siempre pretende a anular el
primero. Se habla de negociaciones horizontales y no verticales para superar el
peso sobre puesto a las minorías.

iii) Las relaciones personales son mochadas por pura ocupación por las ganancias y
lucro. De una manera u otra el mercado se vuelve el actor central. De hecho, las

21

Canclini, 2002, op. cit., p. 55

22

Giménez., op. cit. p. 43


relaciones desde esta matriz económica, mercantil, son restringidas y rígidas. Los
resultados son explotaciones e injusticias.

iv) Hay una tremenda re-significación en las prácticas culturales. Los bienes y
servicios culturales globalizados pueden llegar a perder el peso local, e incluso
sus identidades por su relación con las comunidades globalizadas.

v) La desigualdad en el campo económico y cultural es otro aspecto. La economía


conduce hacia los procesos de la producción, consumo e intercambio. En dicho
plano, lo importante es la eficiencia y la producción y se dejan de lado las
cuestiones de equidad o los derechos culturales tanto como los derechos humanos.
Como señaló Carlos Marx, la sociedad capitalista, dividida en clases sociales y
agrupaciones, negocia constantemente en desigualdad.

vi) Otro efecto de la economía en la cultura es la fragmentación. Hay una lógica de la


economía capitalista de despreciar lo diferente y tratar de homogenizar la
sociedad. Frente capitalismo se plantea un modelo que concentra y no permite la
diversidad.

Conclusión

La intención de este ensayo fue explorar las difíciles relaciones entre la cultura y la

economía. Se ha revisado las enfoques contrastantes hacia la economía, la conectividad

cultura y economía, el comercio, intercambio y libertad y finalmente por supuesto los

efectos de la economía en la cultura.

¿Cómo funciona el ámbito de la cultura y la economía? Con lo que se ha planteado desde

el inicio del presente trabajo, podemos concluir que la cultura determina la manera de

actuar y pensar, por lo que consecuentemente incide en las manifestaciones económicas.

La cultura es un campo de batalla signado por las diversidades y las cuestiones de la

identidad por lo cual, es comprensible la conflictividad, es decir, la dificultad en cuanto a

la relación de cultura y economía es inevitable. En tal virtud, la cultura y la economía


están estrechamente ligadas, una necesita de la otra a pesar de las dificultades ya

señaladas.

La cultura y la economía operan en lógicas distintas. Los patrones económicos son

poderos por los medios que manejan y eso facilita la posibilidad de manipular los

comportamientos culturales, para fines de lucro desde el mercado. Lo dicho puede tener

resultados positivos o negativos.

La diversidad cultural y la diversidad económica es una ventaja al desarrollo en general.

La diversidad de modelos culturales y economías puede ayudar a un crecimiento justo y,

al mismo tiempo, disminuir las consecuencias de explotación y desvalorización de lo

local. Los modelos económicos a menudo conllevan rasgos culturales, consecuentemente

será muy difícil de frenar uno y aceptar el otro. Sin embargo, se pueden promover

experiencias locales, modelos antiguas, por ejemplo el trueque.

Finalmente, el rol de las organizaciones: OEA, ONU, UNESCO, BID y los estados en

cuanto legislación y la regulación es clave para la armonización de la relación cultura y

economía. La economía y la cultura por su carácter expansiva tienen una mirada global y

local al mismo tiempo. Entonces las organizaciones con perfil transnacional, ayudara

para:

 Generar las condiciones contextuales, la políticas para el fomento de la cultura


(industrias culturales) que eventualmente se convierten en una diversificación de
la economía

 Estimular la creatividad en el ámbito cultural y evitar la monotonía

 Generar una cierta igualdad en cuanto el acceso de productos culturales a los


mercados, centro – periferia y viceversa.
 Garantizar los derechos sociales y culturales de las mayorías y minorías.

Bibliografía

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salir de la modernidad., Grijalbo, México, D.F. 1990,
Canclini, Nestor Garcia, Latinoamericanos Buscando lugar en este
siglo, Buenos Aires: Paldos, 2002
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/VD9MPF7KBXVN24HYCR3CG1GIBTX1NH.pdf
http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=34321&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=35260&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
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