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PROTECCIÓN DE MATERIALES

UNIDAD 1.IV SOLVENTES Y DILUYENTES

1. Introducción
Se define una pintura, desde el punto de vista fisicoquímico, como una dispersión de un sólido
finamente dividido (pigmento) en un medio fluido (ligante), el que a su vez estará compuesto por un
material formador de película (resina) y una mezcla solvente, objeto del presente trabajo.

Los solventes se incorporan a fin de facilitar la elaboración, almacenaje y aplicación de la pintura.


Debe mencionarse que no todas las pinturas poseen solvente, tal es el caso de las pinturas en polvo.

La mezcla solvente, en general, no está constituida por una única sustancia, sino que por el
contrario suele contener varias. Es oportuno diferenciar, dentro de esta mezcla, al solvente
verdadero (que es el que posee la capacidad de disolver a la resina), de los diluyentes (que si bien
no son capaces de disolver por sí mismos a la resina, permiten disminuir la cantidad del disolvente
real). La utilización de diluyentes permite la disminución de costos (ya que suelen ser más baratos
que los disolventes), y el ajuste de otras propiedades.

El presente trabajo expone las propiedades básicas de las mezclas solventes, y su influencia sobre la
pintura terminada.

2. Poder solvente
2.1 Índices de solubilidad

Es indispensable que la mezcla solvente tenga la capacidad de disolver a la resina, este es su fin
principal y es por esta razón que es la primera y más importante propiedad que se estudiará.

Existen diversos parámetros para evaluar el poder solvente de una determinada sustancia. Por
ejemplo el número Kauri-butanol, para hidrocarburos, que se define como la cantidad máxima de
solvente que puede agregarse a una solución de resina Kauri (una resina que se extrae de una
especie de coníferas: Agathis australis) en butanol sin producir turbidez.

Dado que la resina es insoluble en hidrocarburos, mientras mayor cantidad de solvente se pueda
agregar, mayor será el poder solvente del mismo. Así los solventes “fuertes” como el xileno tienen
un alto número Kauri-butanol. En la tabla 1 se ejemplifican algunos valores. Este método esta
estandarizado por ASTM.

Otro índice similar es el número de cera, que indica la cantidad máxima de solvente que puede
agregarse a una solución de cera en benceno.

En punto de anilina, en cambio, es la mínima temperatura a la que volúmenes iguales de solvente a


ensayar y anilina son completamente miscibles.
Por otro lado, para estimar la solubilidad de un polímero, se utiliza el grado de solubilidad, como el
mínimo porcentaje de tolueno que debe agregarse a una mezcla del polímero y n-dodecano (en
proporción 10-90) para obtener una solución límpida. Cuanto más soluble sea el polímero, menor la
cantidad de tolueno que deberá agregarse. En la tabla 2 se muestran algunos ejemplos.

Ciclohexano 54.3
Diclorometano 136
n-Heptano 25.4
n-Hexano 26.5
D-Limoneno 68
n-Octano 24.5
n-Pentano 33.8
Isopropanol >100
1,1,2,2-Tetracloroetileno 90
Tolueno 105
1,1,1-Tricloroetano 124
Tricloroetileno 129
1,1,2-Triclorotrifluoroetano 32
Xileno (mexcla de isómeros) 95
Tabla 1- Índices Kauri-butanol (2)

Polímero Grado de solubilidad


Poli acetato de vinilo 89
Poli metil metacrilato 87
Poli n-butil metacrilato 25
Poli i-butil metacrilato 23
Tabla 2 – Grado de solubilidad

Para mezclas solvente polímero también existe una estimación de la solubilidad mutua. El número
de heptano representa la cantidad máxima de n-heptano que puede agregarse a una solución
polímero/solvente sin presentar turbidez.

Estos índices tienen la ventaja de aportar información concisa acerca de los disolventes, pero
carecen de una base teórica e ignoran el hecho que cada solvente o tipo de solvente es más o menos
afín a determinada resina o tipo de resina.(un solvente que puede disolver fácilmente una resina,
quizá no sea tan eficiente con otra, y un segundo solvente que sea incapaz de solubilizar a la primer
resina, sí pueda hacerlo con la segunda).

Será entonces necesario estudiar la termodinámica de la solvatación, que en este trabajo se centrará
en los análisis de Hildebrand, Hansen y Teas.
2.2 El parámetro de Hildebrand
2.2.1 Densidad de energía de Cohesión

Para que se produzca un proceso espontáneo, como el de disolución, la variación de energía libre
debe ser negativa. Dicho de otro modo el proceso debe producir una disminución de energía libre
del sistema.

∆G = ∆H - T∆S (I)

Los polímeros en general se encuentran en estado amorfo (no cristalino) y su disolución puede
considerarse como una simple mezcla. Por otro lado, los solventes líquidos presentan un gran
desorden (elevada entropía) y una gran libertad que les permite, incluso, escapar de la fase líquida
hacia la fase vapor. Los polímeros en cambio, a causa de su gran tamaño y forma tienen muy poca
libertad. Al mezclarse estos últimos con las pequeñas moléculas de solvente, adquieren una mayor
libertad y la posibilidad de reordenarse, lo que significa un aumento de entropía. Esto hace que el
segundo término de la ecuación (I) tienda a hacer negativa a la varación de energía libre.

Por otro lado para separar las moléculas del solvente debe emplearse una determinada cantidad de
energía, la que tenderá a aumentar (y a hacer positiva) la ecuación (I). De este modo la disolución
será posible si y sólo si la energía necesaria para separar las moléculas del solvente es pequeña a
comparación de la variación entrópica.

La densidad de energía de cohesión (CED) es una medida de la energía necesaria para separar las
moléculas. Dado que durante la evaporación las moléculas de un solvente también deben separarse
(como en la solvatación), estas dos propiedades deberán estar relacionadas. La relación propuesta es
la siguiente:

∆H vap − R.T
CED = (II)
Vm
Donde:
∆Hvap = Calor de vaporización
R = Constante de los gases ideales
T = Temperatura
Vm =Volumen molar

Hildebrand propone un parámetro de solubilidad δ, igual a la raíz cuadrada de la energía necesaria


para separar las moléculas de determinado tipo. Es decir:

∆H vap − R.T
δ = CED = (III)
Vm

Según esta teoría, mientras más similares sean los parámetros de solubilidad de dos sustancias, más
posibilidad hay de que sean miscibles entre si. De este modo, la variación de entalpía involucrada
en el proceso de solvatación será:

∆H = Φ 1Φ 2 (δ 1 − δ 2 )
2
(IV)

Donde Φ es el volumen parcial de cada componente y los subíndices 1 y 2 se refieren al solvente y


al soluto. Esto implica que cuanto menor sea la diferencia de los parámetros de solubilidad del
soluto y el solvente, más posibilidades hay de que estos resulten miscibles (dependiendo de la
variación entrópica, que ya se había establecido positiva).

2.2.2 Valores del parámetro de Hildebrand

El parámetro de Hildebrand (δ) será de enorme utilidad para la estimación de solubilidades mutuas,
y está presente en numerosa bibliografía. En la tabla 3 se listan algunos valores. Las unidades
características de este serán:

[δ ] = [Energía ] = (cal.cm −3 )0,5 (V)


[Volumen]

[δ ] = [Energía] = [Fuerza ][. Longitud ] = [Fuerza ] = [Pr esión] = MPa 0,5 (VI)
[Volumen] [Longitud ] 3
[Longitud ]2

Las unidades establecidas por la ecuación (V) toman el nombre de Hildebrans, en honor a quién
desarrolló esta teoría. Las unidades del SI, están determinadas por la ecuación (VI): la unidad de
presión del SI es el Pascal, y el parámetro se expresará en MegaPascales (106 Pa). La relación entre
ambos esta dada por:

[(cal.cm-3)0,5] = 0,48888 x [MPa0,5] (VII)

[MPa0,5] = 2,0455 x [(cal.cm-3)0,5] (VIII)

Solvente (SI)
n-Pentano (7.0) 14.4
n-Hexano 7.24 14.9
Freon® TF 7.25 -
n-Heptano (7.4) 15.3
Dietil eter 7.62 15.4
1,1,1 Tricloroetano 8.57 15.8
n-Dodecano - 16.0
Coclohexano 8.18 16.8
Tetracloruro de Carbono 8.65 18.0
Xileno 8.85 18.2
Acetato de Etilo 9.10 18.2
Tolueno 8.91 18.3
Tetrahidrofurano 9.52 18.5
Benceno 9.15 18.7
Cloroformo 9.21 18.7
Tricloroetileno 9.28 18.7
Metil etil cetona (MEK) 9.27 19.3
Acetona 9.77 19.7
Alcohol n-propílico 11.97 24.9
Alcohol Etílico 12.92 26.2
Alcohol n-butílico 11.30 28.7
Alchol metílico 14.28 29.7
Propilen glicol 14.80 30.7
Etilen glicol 16.30 34.9
Agua 23.5 48.0
Tabla 3 – Parámetros de Hildebrand de algunos solventes. (3)

En el caso de los solventes que no estén listados en la bibliografía, el parámetro de Hildebrand


podría estimarse con la ecuación (III), pero para los polímeros resulta imposible calcular el calor de
vaporización, y es por este motivo que Small propone una estimación a través de las constantes de
atracción molar (G):

D. G
δ = (IX)
M

Donde:
D = Densidad del polímero
M = Peso Fórmula del polímero
G= Constante de atracción molar (ver tabla 4)
Grupo G (cal.cm3)0,5.mol-1
214
133
28
-93
190
111
19
285
Fenilo 735
Fenileno 658
80-100
410
250-270
340
150
225
Tabla 4 – Constantes de atracción molar de Small a 25ºC (4)

2.2.3 Relación del parámetro de Hildebrand con otros índices de solubilidad


El parámetro de Hildebrand se puede relacionar con los índices de solubilidad que se trataron al
principio del trabajo. En la figura 1 se puede observar la relación con el número de Kauri-butanol,
la recta punteada corresponde a la ecuación:

δ(MPa0,5) = 0,04 KB + 14,2 (X)

Esta relación se cumple aproximadamente para solventes con números de Kauri-butanol mayores a
35. Para aquellos con valores menores se deberían realizar correcciones por el tamaño molecular.

Figura 1 – Relación Kauri-Butano/ parámetro de Hildebrand (3)


Por otro lado, la tabla 5 muestra una comparación entre el grado de solubilidad de distintos
polímeros y el parámetro de Hildebrand correspondiente.

Grado de δ
Polímero
solubilidad (MPa0,5)
Poli acetato de vinilo 89 18.05
Poli metil metacrilato 87 18.00
Poli n-butil metacrilato 25 16.58
Poli isobutil matacrilato 23 16.53
Tabla 5 – Comparación de grado de solubilidad/ Parámetro de Hildebrand

2.2.4 Aplicaciones y limitaciones del parámetro de Hildebrand


Este parámetro, al igual que los índices enumerados al principio del presente trabajo, tiene la gran
ventaja de ser un valor único que brinda información concisa acerca de un solvente. Pero cuenta con
la ventaja adicional de brindar también información acerca de los solutos, en un mismo formato, lo
que permite estimar rápidamente la solubilidad mutua: si los respectivos δ no son muy distintos,
probablemente el solvente y el soluto formarán una solución homogénea.
También tiene un gran interés desde el punto de vista conceptual, ya que tiene una base teórica
termodinámica, y no sólo sirve como parámetro en si mismo, sino también para el desarrollo de
otras teorías. Como se verá a continuación es la base de otras teorías más complejas y exactas.
Sin embargo tiene las mismas limitaciones que los otros índices, en cuanto a que no predice la
selectividad de los solventes. La figura 2 presenta un gráfico que relaciona el grado de
hinchamiento de una película de aceite de lino con el parámetro de Hildebrand: en el mismo se
puede observar que el cloroformo es seis veces mejor solvente del aceite de lino que el dicloruro de
etileno y más de diez veces mejor que el tolueno, a pesar que tienen un δ muy similar. Es por este
motivo que deben buscarse mejores modelos para predecir la solubilidad de los polímeros en
diversos solventes.

Figura 2 – Grado de hinchamiento de una película de aceite


de lino respecto del parámetro de Hildebrand.
2.3 Fuerzas de atracción intermoleculares y su relación con la
solubilidad.
El hecho de que existan discrepancias entre la teoría de Hildebrand y los datos experimentales llevó
a pensar a varios autores que en realidad las fuerzas de atracción intermoleculares no correspondían
a un parámetro único, sino que por el contrario tienen naturaleza diferente y por lo tanto no podían
agruparse dentro de un único parámetro unidimensional.
Como se sabe, las fuerzas de atracción intermoleculares, o fuerzas de van der Walls, corresponden a
fenómenos diferentes y se las puede clasificar en tres grupos:
• Fuerzas de London, o fuerzas de dispersión, originadas por la interacción de dipolos
transitorios.
• Fuerzas polares, ya sea por interacción dipolo-dipolo (fuerzas de Kenson) o dipolo-
dipolo inducido (fuerzas de Debye).
• Puentes de Hidrógeno, producidas en las moléculas que posean un átomo de
hidrógeno unido a un elemento muy electronegativo como ser O, N o F.

La inclusión de esta idea trae a colación el axioma que ya promulgaban los alquimistas “lo similar
disuelve lo similar”. Los solventes en que las fuerzas de atracción sean de un determinado tipo,
disolverán a aquellos polímeros que posean el mismo tipo de interacción intermolecular.
Un primer intento para corregir las inconsistencias del modelo de Hildebrand fue propuesto por
Harry Burrel, que consistia en dividir los solventes en tres grupos de acuerdo a la posibilidad del
mismo de formar puentes de Hidrógeno.
Crowley,Teague y Lowe crearon posteriormente el primer modelo tridimensional, que utilizaba el
parámetro de Hildebrand como un eje cartesiano y las fuerzas polares y de puente de hidrógeno en
los otros dos. En el espacio tridimensional así obtenido ubicaba los solventes y los polímeros, y
estimaba la solubilidad de acuerdo a la distancia entre ambos.

2.4 El modelo de Hansen


Fue Hansen quien propuso que en realidad el parámetro de Hildebrand se debía a la suma de los tres
tipos de interacciones. De este modo:

δ2 = δp2 + δd2 + δh2 (XI)

Donde:

d = Parámetro total de Hildebrand.


dp = Componente polar.
dd = Componente de dispersión.
dh = Componente de puentes de Hidrógeno.

Esto permite ubicar a los solventes y los polímeros en un espacio tridimensional, de coordenadas
(δp, δd, δh), como se observa en la figura 3.
Figura 3 – Coordenadas de Hansen

La posible solubilidad ente un polímero y un solvente esta dada por la distancia entre los puntos
correspondiente a uno y al otro en este espacio tridimensional: si esta distancia D es menor que un
radio R, característico del polímero, este par podrá ser miscible, si es igual o similar será
parcialmente miscible y si es mayor serán insolubles. La ecuación propuesta por Hansen es la (XII).
Nótese el 4 que afecta el término de fuerzas de dispersión, fue propuesto para aproximar los
volúmenes de solubilidad a esferas.

D = 4(δ d ,1 − δ d , 2 ) + (δ p ,1 − δ p , 2 ) + (δ h,1 − δ h, 2 )
2 2 2
(XII)

Donde los subíndices 1 y 2 representan al polímero y al solvente respectivamente.


Cabe destacar el método por el cuál se determinaron los componentes de este sistema. En primer
lugar se define el término homomorfo, que es una sustancia que tiene igual estructura molecular que
las que se desea estudiar. Al homomorfo no polar se le asigna el total de las fuerzas de dispersión.
Por ejemplo para estudiar el n-octanol se elige como homomorfo no polar al n-octano, y el valor del
parámetro de Hildebrand para el hidrocarburo se lo considera como el valor de la componente de
dispersión de Hansen. El resto de las componentes se obtiene posteriormente por métodos de
ensayo y error sobre numerosos polímeros y solventes, y de acuerdo a la evidencia experimental.
Las tablas 6 y 7 listan los parámetros para distintos solventes y polímeros
1/2
/MPa
Polímero (nombre comercial, proveedor)
d p h R
Acetato de Celulosa (Celliclore® A, Bayer) 18.6 12.7 11.0 7.6
Propileno Clorado (Parlon® P- 10, Hercules) 20.3 6.3 5.4 10.6
Epoxy (Epikote® 1001, Shell) 20.4 12.0 11.5 12.7
Elastómero de Isopreno (Ceriflex® IR305, Shell) 16.6 1.4 -0.8 9.6
Nitrato de Celulosa (1 /2 sec, H-23, H forn) 15.4 14.7 8.8 11.5
Poliamida, termoplastico (Versamid® 930, General Mills) 17.4 -1.9 14.9 9.6
Poli isobutileno (Lutonal® IC-123, BASF) 14.5 2.5 4.7 12.7
Poli Etil Metacrilato (Lucite® 2042, DuPont) 17.6 9.7 4.0 10.6
Poli Metil Matacrilato (Rohm and Haas) 18.6 10.5 7.5 8.6
Poliestireno (Polystyrene LO, BASF) 21.3 5.8 4.3 12.7
Poli Acetato de Vinilo (Mowilith® 50, Hoechst) 20.9 11.3 9.6 13.7
Poli Cloruro de Vinilo (Vilpa® KR, k=50, Montecatini) 18.2 7.5 8.3 3.5
Poliéster saturado (Desmophen® 850, Bayer) 21.5 14.9 12.3 16.8
Tabla 6 – Parámetros de Hansen y radio de interacción de polímeros
.
Tabla 7 – Parámetros de Hansen de Solventes
La estimación de solubilidad usando los parámetros de Hansen es, según la bibliografía, una de las
más exactas y posee una base teórica interesante, lo cual lo constituye en un excelente método. Sin
embargo resulta poco práctico en cuanto a la dificultad de realizar y más aún de visualizar los
gráficos en 3 dimensiones.

2.5 Parámetros fraccionales. El triángulo de solubilidad de Teas.


Teas intentó solucionar la deficiencia del método de Hansen mediante el uso de parámetros
fraccionales, definidos según la ecuación (XIII):

100.δ d 100.δ h 100.δ p


fd = fh = fp = (XIII)
δd + δh + δ p δd + δh + δ p δd +δh + δ p

Aprovechando las propiedades de los triángulos equiláteros, estos parámetros (cuya suma es
siempre 100) se pueden ubicar en un sistema de coordenadas triangulares (figura 4), donde también
se grafican las ventanas de solubilidad de los polímeros.

Figura 4 - Triángulo de solubilidad.

Para las mezclas de solventes se pueden estimar estos parámetros como la media aritmética de los
solventes puros, considerando las proporciones en que están presentes. Por ejemplo para una mezcla
de metanol y 1,2-Dicloroetano:

Fd Fp Fh
Metanol 30 22 48
1,2-Dicloroetano 67 19 14
Mezcla 40:60 0,4 x 30 + 0,6 x 67 0,4 x 22 + 0,6 x 19 0,4 x 48 + 0,6 x 14
= 52,2 = 20,2 = 27,6
Otra posibilidad para calcular los parámetros de mezclas es mediante un método gráfico consistente
en unir los puntos correspondientes a los solventes puros, y dividir dicho segmento en dos
segmentos menores cuya longitud sea proporcional a la cantidad de cada solvente. El punto que
divide dichos segmentos es el correspondiente a la mezcla.

Tabla 8- Parámetros de Teas de algunos solventes.


3 Viscosidad.
La viscosidad es una propiedad de fundamental importancia en la pintura. Una viscosidad excesiva
puede traer aparejado (según el método de aplicación) problemas relacionados con un alto espesor
de capa (curado lento o deficiente) y con la aplicación en si misma (atomización deficiente). Por
otro lado una viscosidad baja podria relacionarse con bajo espesor de pintura por capa (bajo poder
cubritivo, alta permeabilidad) y problemas de chorreado.
La viscosidad de las pinturas es finalmente ajustada con aditivos reológicos, por lo que la influencia
del solvente es relativa. En realidad la viscosidad final de una pintura resulta de la influencia de
varios factores: disolventes, resina (tipo, concentración, peso molecular), carga de pigmentos,
incorporación de aditivos.
En general la viscosidad de una pintura aumenta con el peso molecular del solvente de una serie
homóloga, a la vez que disminuye el poder solvente. Las comparaciones entre solventes de
diferentes series, por otro lado, no parecen correlacionar el poder solvente con la viscosidad. Se
observa sin embargo que cuando un solvente (o una mezcla) tiene los parámetros de solubilidad
centrados en el área de solubilidad de una resina, esta mezcla tiene una alta viscosidad; para lograr
una baja viscosidad se debería trabajar en el borde del área de solubilidad. Es por esta razón que el
agregado de solventes no polares y con baja afinidad a la resina disminuye la viscosidad de la
pintura, aún con el riesgo de producir turbiedad.
En cuanto a la relación entre la viscosidad y la concentración de resina, existen estudios realizados
para soluciones de polímeros. La relación de las viscosidades de una disolución de un polímero y la
del disolvente se denomina viscosidad relativa (ηr). Este valor menos 1 se llama viscosidad
específica (ηsp), y la viscosidad reducida (ηred), o índice de viscosidad, se obtiene dividiendo ηsp por
la concentración de la disolución (c). La viscosidad intrínseca, o índice de viscosidad límite, se
obtiene extrapolando ηred a una concentración cero.
Staudinger demostró que la viscosidad intrínseca de una disolución ([η]), como la viscosidad del
producto fundido (η), estaba relacionada con el peso molecular medio del polímero (M). La forma
actual de esta relación viene dada por la ecuación de Mark-Houwink, en la que la constante de
proporcionalidad K es característica del polímero y del disolvente y el exponente a es una función
de la forma de la hélice del polímero en la disolución. En un disolvente θ1, el valor de a para la
hélice estadística ideal es 0.5. Este valor que es en realidad una medida de la interacción entre
disolvente y polímero, aumenta a medida que la hélice se expande en disolventes más adecuados,
tomando a un valor entre 1.8 y 2.0 para una cadena de polímero rígida estirada en toda su longitud y
0 para las formas esféricas. El valor de a se encuentra normalmente entre 0.5 y 0.8 en disoluciones
de los polímeros, K tiene valores que generalmente van de 10-2 a 10-4 ml/g (Tabla 9).

[η] = KMa (XIV)

La viscosidad intrínseca de una disolución, como la viscosidad de un producto fundido, depende de


la temperatura y disminuye a medida que aumenta la temperatura como se observa en la siguiente
ecuación de Arrhenius (ecuación XV). Sin embargo, si la temperatura original se halla por debajo
de la temperatura θ, la viscosidad se incrementará cuando la mezcla del polímero y del disolvente se
calienta a una temperatura ligeramente superior a la temperatura θ.

: [η] = Ae E/(RT) (XV)

1
Disolvente theta: disolvente en el que el polímero existe como hélice estadística siendo la segunda constante
virial nula a temperatura θ , es decir la temperatura a la que un polímero de peso molecular infinito empieza a precipitar
en una disolución.
Polímero Disolvente Temp. (K) K x 10 5 dl g -1
LDPE (polietileno de baja Decalina 343 39
densidad)
HDPE (polietileno de alta Decalina 408 68
densidad)
Polipropileno (isotáctico) Decalina 408 11
Poliestireno Decalina 373 16
Policloruro de vinilo Clorobenceno 303 71
Poliacetato de vinilo Acetona 298 11
Poliacrilato de metilo Acetona 298 6
Poliacrilonitrilo Dimetilformamida 298 17
Polimetacrilato de metilo Acetona 298 10
Politereftalato de etileno m-Cresol 298 1
Nilón-66 90 % ácido fórmico 298 110
acuoso
Tabla 9- Valores típicos de K en la ecuación de Mark-Houwink

La viscosidad relativa está relacionada con [η] mediante una ecuación de virial como sigue
(ecuación XVI):

ηsp / c = [η] + k1[η] 2 c + k´ [η] 3 c 2 + …. (XVI)

Para la mayoría de los sistemas, la ecuación XVI se reduce a la ecuación de viscosidades de


Huggins (ecuación XVII):

ηsp / c = [η] + k1[η] 2 c (XVII)

Que permite determinar [η] a partir del corte de la curva ηsp / c en función de c, siendo la base de la
curva que se da en la parte superior de la figura 5.

Figura 5 – Viscosidades en función de la concentración.

Otra relación usada a menudo para determinar [η] es la ecuación que se llama de la viscosidad
inherente y es como sigue (ecuación XVIII):

(log ηr ) / c = [η] - k2[η] 2 c (XVIII)


4 Evaporación
La velocidad de evaporación de un solvente es una de las dudas más comunes y más difíciles de
resolver por los químicos. Esta velocidad de evaporación depende de un gran número de factores a
veces contradictorios entre sí.

4.1 Presión o tensión de vapor de saturación

Un líquido ubicado en un recipiente abierto o extendido en una superficie, se evapora


progresivamente hasta que todas las moléculas en estado líquido hallan pasado al estado vapor. Si
se cierra herméticamente el recipiente, se establece un equilibrio entre el líquido y su vapor.
Después de cierto tiempo, el vapor alcanza una presión característica para cada líquido a una
temperatura determinada: Es la presión de vapor de saturación, que corresponde al número de
moléculas que pasa del estado vapor al estado líquido e inversamente se equilibran para mantener
esta presión constante a temperatura determinada
Mientras más elevada es la presión de vapor de saturación, más moléculas en estado de vapor
existirán en un recipiente cerrado. En un recipiente abierto, el líquido se evaporará por lo tanto
mucho más rápido.

Figura 6 - Tensión de vapor

2.6 Ebullición

La presión (o tensión) de vapor aumenta con la temperatura.


Así la temperatura de ebullición de un líquido corresponde al valor de la tensión de vapor, que es
igual a la presión exterior sobre este líquido, cual sea el valor de esta presión.
La ebullición es en efecto, una forma particular de evaporación que se produce en el interior de un
líquido.

Figura 7 – Ebullición.
Si se tiene una burbuja de aire a profundidad h dentro de un líquido. Esta burbuja existe porque la
presión existente al interior compensa la presión exterior, cuya parte más importante es la presión
atmosférica H.
Cuando se calienta, la presión al interior de la burbuja aumenta. En el momento donde alcanza el
valor de la presión atmosférica, sube a la superficie donde revienta suficiente aire para que así se
formen otras burbujas: Es la ebullición.
Para un cuerpo puro, la temperatura de ebullición se mantiene constante durante toda la ebullición,
mientras por supuesto la presión exterior no varíe.
En una mezcla de solventes, por el contrario, la temperatura a la cual la presión de vapor alcance el
valor de la presión exterior, dependerá de la composición de la mezcla. Normalmente, es el
compuesto más volátil el que se evapora más rápido y el líquido se enriquece con el compuesto
menos volátil. La t° de ebullición entonces aumenta progresivamente.
En una mezcla, puede ocurrir que debido a fuertes interacciones intermoleculares, se forme lo que
se denomina azeótropos. Es una mezcla que hierve a temperatura constante y que por lo tanto es
imposible de separar por destilación. Corresponde a proporciones muy determinadas de cada
solvente. Algunas de estas mezclas pueden ser utilizadas en conservación; sobre todo cuando hay
necesidad de un solvente que contiene agua pero del cual necesitamos sea más volátil que esta.

Constituyentes Tº de ebullición Tº ebullición azeótropos Composición %


Ácido acético 118.1 76.6 3
Agua 100.0 97
Acetona 56.5 56.08 88.5
Agua 100.0 11.5
Etanol 78.5 76.7 68.0
Tolueno 110.6 32.0
Metiletilcetona 79.6 73.4 88.0
Agua 100.0 12.0
Isopropanol 82.3 76.3 38.2
Tolueno 110.6 48.7
Agua 100.0 13.1
Tabla 10- Azeótropos

La temperatura de ebullición es una de las primeras características para clasificar los solventes. Se
distinguen entre los de bajo punto de ebullición (< a 100°C), los de mediano punto de ebullición
(entre 100°C y 150°C) y los solventes de alto punto de ebullición (más de 150°C).
Al igual que con las presiones de vapor, no se puede relacionar directamente la temperatura de
ebullición a la velocidad de evaporación.
Un ejemplo característico es el del propanol que hierve a 97°C. Se evapora sin embargo, dos veces
menos rápido que el acetato propileno que hierve a 101°C. Otros factores intervienen y alteran esta
relación directa.

2.7 Calor latente de evaporación


Si se piensa en un espacio mantenido a una T° constante. Si se pone ahí un recipiente que contiene
un líquido sellado por un pistón (bien hermético). Si se levanta lentamente el pistón, el líquido
pasará progresivamente al estado de vapor y en un momento determinado no quedará ninguna gota
de líquido. A todo lo largo de esta evaporación, el termostato ha tenido que aportar el calor
necesario para mantener la T° constate, ya que la evaporación conlleva un enfriamiento.
La cantidad de calor aportado para que un gramo de líquido sea convertido totalmente al estado de
vapor constante es llamado calor latente de evaporación de ese líquido. Varía según la presión
atmosférica.
Figura 8 – Calor Latente

Se ha constatado que los valores más altos de T° de vaporización son los del agua y alcoholes. Esto
se explica por las muy fuertes interacciones intermoleculares que existen en estado líquido para
estos compuestos, y particularmente a los enlaces de hidrógeno.
Los alcoholes forman agregados de deferentes tipos.
En la fase vapor solo hay monómeros a menos que sea en condiciones de presión muy elevadas. Por
lo tanto hay que aplicar al líquido suficiente calor y así romper las cadenas de polímeros para
transformarlos en monómeros susceptibles de pasar al estado vapor. El resultado es un valor
elevado (alto) del calor latente de vaporización.
El consumo de calor en la evaporación de un líquido provoca que en algunos casos se alcance la T°
de condensación del agua haciendo que la humedad contenida en el ambiente, en las inmediaciones
de la superficie de evaporación, se condense. Este fenómeno puede traer inconvenientes si la
superficie contiene substancias sensibles al agua, como las resinas terpénicas naturales. Se observan
entonces superficies mates, blanqueamientos y otros defectos ópticos.
Es casi siempre el caso cuando se utilizan solventes que se evaporan muy rápido como el isooctano
o éter.

Para poder ser volátil, un solvente debe presentar a la vez:

a.- Una presión de vapor de saturación elevada.


b.- Un bajo punto de ebullición.
c.- Un bajo Calor latente de vaporización.

Estas condiciones se reúnen en solventes como el éter, el diclorometano, el sulfuro de carbono,


etc....

Solvetes Presión de vapor en Mg. a Temperatura de ebullición Calor latente de


20 ºC a 760 mmHg vaporización en cal
Agua 17.5 100 540
Éter 440 34.6 86
Diclorometano 440 41 78.7
Sulfuro de carbono 360 46 82
Formiato de etilo 200 54 97
Acetona 178 56.2 125
Cloroformo 160 61.3 59
Metanol 100 65 262.8
Benceno 74 80 94
Acetato de etilo 73 77 87
Etanol 40 78 204.3
Heptano 40 98.2 76
Isooctano 40 a 38 99.3
Tolueno 37 110.6 83
Isopropanol 33 82.4 159
p-xileno 10 138 81
Diacetonalcohol 1 168 111
Etilenglicol 0.06 197 191
Glicerol 0.0025 210
Tabla 11-Parámetros que influencian la “volatilidad” de un solvente
4.4 La conductividad térmica

El calor se transmite de un cuerpo caliente a un cuerpo frío o de una zona más caliente a una zona
más fría de un mismo cuerpo. Este proceso ocurre más o menos rápido según la capacidad de ese o
esos cuerpos de ser más o menos conductores del calor. Ciertas substancias como los metales son
my conductores, otros como el vidrio y la madera lo son menos y pueden servir de aislante térmico.

Aire 0.0000014
Cera 0.00009
Lino 0.0002
Madera 0.0003
Papel 0.0003
Cal 0.002
Yeso 0.003
Acetona 0.0004
Etanol 0.0004
Tolueno 0.00038
Isopropanol 0.000336
Éter 0.000328
Diclorometano 0.000291
Cloroformo 0.000246

Tabla 12-Coeficientes de conductibilidad térmica a 20°C

Un solvente que para evaporarse necesita un aporte calor, lo tomara mucho más fácilmente del
medio ambiente si es conductor del calor.
Es necesario tomar en cuenta que si la evaporación ocurre muy bruscamente, esto provocará un
fuerte y brusco enfriamiento que puede frenar la continuación del proceso.

4.5 Descripción de la evaporación

El secado de las capas de pintura por pérdida del solvente ha sido investigado por C.M. Hansen y
sobre lo cuál ha sido recientemente publicado un artículo por Newman y Nunn.
Hansen ha establecido que el secado de una película de pintura puede dividirse en dos fases:

La primera fase (1) está marcada por la resistencia de la superficie al paso del solvente hacia el aire:
La superficie todavía está mojada por el solvente y se deben tomar en cuenta varios factores como
la T° latente de evaporación del solvente, su tensión de vapor, el coeficiente de difusión del
solvente en el aire, el movimiento del aire en la superficie, etc.
La segunda fase (2) consiste esencialmente en la resistencia de las capas internas de la película para
liberar el solvente. Esta etapa estaría controlada sobre todo por el coeficiente de difusión del
solvente en el polímero. Es la etapa de retención del solvente y puede durar varios años.

En ciertos casos, la primera fase presenta una importancia preponderante. Es lo que plantea Sletmoe
para el secado de películas de resinas alquídicas y etil celulosa que contengan solventes que no
formen enlaces de hidrógeno (hidrocarburos saturados, aromáticos y clorados).
El paso a la superficie pareciera ser la etapa más lenta. Es la que impone una velocidad límite al
conjunto. Es denominada determinante.
Una de las explicaciones a tomar en cuenta sería que el enfriamiento en la superficie como
consecuencia del consumo de calor latente de vaporización reduciría a la vez la presión de vapor del
solvente y el coeficiente de difusión.

Se describe de la siguiente manera la evaporación de un solvente a partir de una solución.

1.- Difusión a través de la masa de líquido de A a B.


2.- Paso a la superficie líquida B.
3.- Difusión a través de la masa de aire laminar estático a la superficie del líquido de B a C.
4.- Evacuación en la región de aire turbulento D.

Figura 9 – El proceso de evaporación.

Dauchot y De Witte han estudiado el secado del barniz paraloid B72 que se utiliza para barnizar las
pinturas en el IRPA. Soluciones en tolueno y xileno al 10% fueron respectivamente consideradas.
Las muestras fueron depositadas sobre una copela metálica y sobre una muestra de pintura.
Haciendo un seguimiento de la evaporación por registro radioactivo, se constató que el tolueno puro
se evapora más rápido que el p-xileno puro y que el solvente se evapora menos rápido sobre el
metal que sobre la muestra de pintura.
Se explica este fenómeno haciendo notar que el barniz, siguiendo las irregularidades de la pintura,
es delgado en ciertas partes, lo que favorecería la evaporación del solvente. Se podría también
explicar con el hecho de que el enfriamiento local es en este caso sin duda más sensible en el metal
que es conductor, que en la capa de pintura.
Por otro lado, después de la formación de la película, el tolueno se evapora menos rápido que el P-
xileno. Una explicación sería que hay sin duda más interacción de tipo polar entre el tolueno y
paraloid ya que el p-xileno presenta momento dipolar nulo.
Yaseen y Ashton muestran que durante la fase 2, de difusión del solvente en la capa sólida, la
eliminación del solvente es directamente proporcional a la diferencia de tensión de vapor del
solvente a través de la película e inversamente proporcional al espesor de esta.
Como no hay prácticamente solvente en la atmósfera después de la fase 1, la difusión va a continuar
hasta que no haya más solvente en la película. Sin embargo la salida del porcentaje restante es muy
lenta, por un lado porque se trata de una película en formación, por lo que la resistencia a la
difusión aumenta. Por otro lado (lo que es también así en un película seca), porqué la diferencia de
presión de vapor a través de la película es muy pequeña.
No es raro encontrar solvente aún en películas pictóricas que han sido expuestas a la intemperie por
más de dos años.
La evaporación de solventes después de la aplicación de estos sobre un cuerpo poroso, puede
dividirse en dos etapas: La primera, rápida, donde la evaporación del solvente que quedó en la
superficie predomina, la segunda, más lenta, donde el solvente que penetró en el sustrato sale poco
a poco.
Antiguamente se determinaba la velocidad de evaporación depositando 0.5 ml de solvente en un
papel filtro y midiendo el tiempo de evaporación en un lugar sin corrientes de aire.
El éter dietílico era tomado como referencia, con un tiempo de evaporación determinado como igual
a 1. En los Estados Unidos se utilizó durante largo tiempo un método que medía el tiempo de
evaporación de 5 ml. de solvente contenidos en una superficie de porcelana de aproximadamente 4
centímetros de diámetro usando el acetato de butilo como estándar. Métodos como este y otros no
arrojan resultados comparables, lo que los hace más aleatorios. En efecto, estas velocidades de
evaporación corresponden bastante certeramente a la fase 1 pero no toman en cuenta la fase 2. No
se pueden utilizar, ni en mezclas de solventes, ni para prever la evaporación post impregnación de
un cuerpo poroso.
M. Dauchot ha estudiado con ayuda de registro radioactivo la evaporación de solventes utilizados
en una pintura. Durante los 3 o 4 primeros minutos, es la capa de la superficie la que se evapora,
comportándose como solvente aislado. Más tarde, se observa una disminución de la evaporación
que puede explicarse por la penetración en los poros. Según el tiempo que dura el fenómeno, se
puede deducir en qué medida un solvente es penetrante. M. Dauchot clasifica por orden creciente de
penetración, sucesivamente el isopropanol, el etanol, el metanol y la acetona. Cabe hacer notar que
este orden corresponde a valores en aumento de la tensión superficial y a valores decrecientes de
viscosidad.
Estos dos parámetros podrían entonces contribuir a prever el poder de penetración.
Los datos obtenidos demuestran también que la cantidad de solvente retenido es muy diferente si se
aplica con gota o hisopo, en el caso del etanol e isopropanol, pero no en el caso del metanol y de la
acetona. El autor interpreta este fenómeno de la siguiente forma: Para solventes de poca difusión,
hay una gran diferencia ya que el hisopo hace penetrar una cantidad de solvente que con una gota
no penetra, lo que no ocurre en el caso de los solventes muy penetrantes que tienen rápida difusión
en el sustrato.
Schoeller estudia fenómenos muy similares que acompañan la evaporación del agua en los suelos.
Él considera sucesivamente la evaporación a partir de una napa de agua, la evaporación por un
suelo saturado de agua y luego la evaporación por un suelo no saturado de agua.
Estas 3 etapas pueden ser comparadas a lo que ocurre en el curso de una limpieza de un cuerpo
poroso con ayuda de solventes. Para la evaporación de agua del suelo, hay que tomar en cuenta el
déficit de saturación del aire en agua, la presión atmosférica, la agitación del aire, y las dimensiones
(extensión y profundidad) de la capa líquida.
Un suelo completamente impregnado de agua se evapora tanto como una superficie de agua y a
veces más. El agua que se evapora así puede ser renovada por subida capilar, sobre todo cuando los
capilares afloran en gran cantidad, pero este reaprovisionamiento es muy lento, y aún más lento si el
suelo está compuesto de elementos de mayor tamaño (más toscos).
En un suelo no saturado de agua, el agua libre o el agua capilar ha descendido por debajo de la
superficie del suelo.
El movimiento del agua en forma de vapor ocurrirá si el aire no está saturado con vapor de agua,
desde las regiones de fuerte tensión de vapor hacia regiones de menor tensión de vapor. Para el agua
capilar, el paso de agua líquida a agua vapor depende del tamaño de los capilares.
Mientras más estrechos son los capilares, más pequeño es el radio de curvatura y por lo tanto más
débil es la presión de vapor de saturación, según la formula de Lord Kelvin:
Pr es la tensión de vapor de saturación bajo la superficie de radio r
P es la tensión de vapor bajo una superficie plana del radio
T es la tensión superficial
H una constante que depende de la densidad del líquido
La evaporación será más lenta si los capilares son más estrechos.

El agua que se ha evaporado hasta la superficie del menisco debe difundirse hacia la superficie del
suelo. Esta difusión resultará más fácil si los conductos son más cortos y más abiertos. Aunque así
sea, esta difusión es extremadamente lenta: Una capa de 70 cm de arena, con granos de 2mm de
diámetro evapora alrededor de 6 lts por m en un año, o sea un espesor de 6mm de agua.
2

3 Seguridad
Un factor ineludible a la hora de la selección de un solvente o mezcla solvente es considerar su
toxicidad y su inflamabilidad, dos factores que son en general comunes a los solventes utilizados en
pinturas.
La toxicidad de los solventes en general y los hidrocarburos aromáticos en particular es
ampliamente reconocida en la bibliografía. La razón radica en la afinidad de estos con los tejidos
grasos del organismo, en especial con el sistema nervioso central, aunque también afecta el sistema
nervioso periférico.
Los solventes orgánicos se absorben principalmente por el tracto respiratorio, aunque también
pueden ingresar al organismo a través de la piel. Una vez que penetran en el organismo se
distribuyen por los tejidos y órganos internos donde son sujetos a biotransformación,
principalmente en el hígado con participación en las reacciones de oxidación y conjugación.
Además se acumulan en tejidos con abundantes lípidos como el sistema nervioso.
La baja tensión de vapor, y el efecto sinérgico causado por su aplicación por atomización favorecen
la absorción por vía respiratoria si no se usa la protección adecuada. En muchos casos los operarios
utilizan barbijos completamente inútiles para retener los vapores de solventes.
Algunas de las afecciones relacionadas con solventes son alteraciones del sistema nervioso central,
hígado, sistema pulmonar, sistema hematopoyético. Por ejemplo el benceno es un agente
mutagénico reconocido, embriotóxico y carcinogénico.
La tendencia mundial es hacia el uso de pinturas sin solvente, acuosas, o con solventes menos
agresivos hacia el ser humano y el medio ambiente.
3.1 Toxicidad - Valores TLV
Una buena guía para observar la toxicidad de los solventes son los valores TLV (Thresold limite
value, valores límite umbral), publicados por la ACGIH (American Conference of Governmental
Industrial Hygienists) y se refieren a las concentraciones de los compuestos peligrosos en el aire.
Establecen una concentración límite por debajo de la cual, según se cree, prácticamente todos los
trabajadores pueden sufrir una exposición repetida día tras día y, sin embargo, no causarles efectos
adversos. Los TLV están sometidos a una revisión/corrección periódica, según van apareciendo
nuevos datos.
Se publican 3 categorias:
TLV - TWA (Valor límite umbral - Media ponderada en el tiempo): es la concentración, como
media ponderada temporal, durante una jornada laboral de ocho horas (40 horas a la semana) a la
cual pueden estar expuestos de manera repetida los trabajadores sin sufrir efectos adversos.
TLV - STEL (Valor límite umbral - Límite de exposición a corto plazo): es la concentración a la
cual pueden estar expuestos durante un periodo breve (normalmente, 15 minutos) los trabajadores
sin sufrir irritación, daños hísticos crónicos o irreversibles o un deterioro susceptible de aumentar
daños por accidente, perjudicar la capacidad de autoprotección o reducir el rendimiento en el
trabajo.
TLV - C (Valor límite umbral - Límite superior) :es la concentración que jamás debe superarse
durante la exposición laboral.
Más allá de la toxicidad en sí misma de cada solvente, es importante estimar la concentración que es
factible encontrar en el ambiente debida a la evaporación del mismo. Algunos autores proponen un
índice de toxicidad resultante de la razón entre el valor TLV y la presión de vapor del disolvente a
la temperatura ambiente.

Hidrocarburos Compuestos Halogenados


n-Hexano 20 Cloroformo 10
Ciclohexano 200 Tetracloruro de C 5
n-Heptano 500 Clorobenceno 5
Hidrocarburos aromáticos Éteres
Benceno 10 Tetrahidrofurano 50
Tolueno 50 Dietil Eter 400
Xileno 50 Cetonas
Estireno 20 Acetona 500
Alcoholes Metil Etil Cetona 200
Metanol 200 Ésteres
Etanol 1000 Acetato de Metilo 200
i-Propanol 400 Acetato de Etilo 400
n-Propanol 200 Compuestos Nitrogenados
Acetonitrilo 40
Anhilina 2
Tabla 13- Valores TLV

3.2 Inflamabilidad – Riesgo de Explosión


Los solventes orgánicos suelen presentar riesgo de inflamabilidad e incluso de explosión. Estos
riesgos están relacionados con la temperatura de ignición y con la tensión de vapor del disolvente.
Más allá del peligro mismo causado por el fuego, algunos solventes pueden eliminar sustancias
especialmente tóxicas, como NOx, SO y SO2, Dioxinas en el caso de los compuestos nitrogenas,
azufrados y halogenados respectivamente.
El medio de extinción es otro factor a tener en cuenta en caso de incendio. Es inútil el uso de agua
cuando se trata de fuego sobre solventes. Los matafuegos a usarse deben indicar que son útiles para
fuegos tipo B (por ejemplo matafuegos de dióxido de carbono, de polvo químico, de derivado de
halon)
3.3 Medidas de Seguridad
En cuanto a las medidas de seguridad personales se pueden citar:
1) Se debe conocer la sustancia con la que se trabaja. Una fuente importante de datos son
las Hojas de Datos de Seguridad (MSDS), que las debe brindar el proveedor.
2) Uso de protección respiratoria adecuada. Cabe destacar que el uso de barbijos no es
efectivo contra solventes y debe usarse máscaras diseñadas para tal fin.
3) Vestimenta, anteojos y guantes adecuados. Del mismo modo que en el ítem anterior,
es práctica común el uso de guantes de latex, material soluble en muchos solventes, y
a menudo muy permeable.
4) Ventilación adecuada, a fin de evitar riesgos de inhalación y de explosión.
5) Se debe alejar toda fuente de calor o de chispa de los lugares donde se almacenan o se
trabaja con disolventes.
6) Almacenamiento apropiado, con extracción de vapores y sistema colector de
derrames. Separación de las sustancias de modo que no queden juntas sustancias que
pueden reaccionar entre si.
7) Cuando se pueda evitar el uso de solventes y de sustancias tóxicas, debe hacerse. El
triángulo de solubilidad explicado en el presente trabajo es una herramienta muy útil a
tal fin: se puede reemplazar un solvente tóxico por una mezcla de solventes no
tóxicos, simplemente asegurando que los parámetros de solubilidad de la mezcla sea
similar los del solvente (también debe hacerse notar que la taa de evaporación y la
viscosidad variarán)
4 Bibliografía

1. Wikipedia. Articulo: Kauri-butanol

2. VWR. Tecnical tables.

3. John Burke. Solubility Parameters: Theory and Application.

4. Raimond B. Seymour y Charles E. Carraher Jr. Introducción a la química de los


polímeros.

5. Max Doerner y Thomas Hoppe. Los materiales de pintura y su empleo.

6. INP sector activo. Exposición a los solvents.

7. Documento técnico PPG. Diluyentes.

8. IBM Research Almaden Research Center. Teas Solubility Parameter Map

9. Dieter Stoye, Werner Freitag. Paints, Coatings and Solvents.

10. Fichas de seguridad (www.fichasdeseguridad.com). Hojas de datos de seguridad.

11. Foro: Instituto de Estudios Superiores. Seguridad e higiene industrial.


5 Índice

1 INTRODUCCIÓN 1

2 PODER SOLVENTE 1
2.1 Índices de solubilidad 1

2.2 El parámetro de Hildebrand. 3


2.2.1 Densidad de energía de Cohesión 3
2.2.2 Valores del parámetro de Hildebrand 4
2.2.3 Relación del parámetro de Hildebrand con otros índices de solubilidad 6
2.2.4 Aplicaciones y limitaciones del parámetro de Hildebrand 7

2.3 Fuerzas de atracción intermoleculares y su relación con la solubilidad. 8

2.4 El modelo de Hansen 8

2.5 Parámetros fraccionales. El triángulo de solubilidad de Teas. 11

3 VISCOSIDAD. 13

4 EVAPORACIÓN 15
4.1 Presión o tensión de vapor de saturación 15

4.2 Ebullición 15

4.3 Calor latente de evaporación 16

4.4 La conductividad térmica 19

4.5 Descripción de la evaporación 19

5 SEGURIDAD 22
5.1 Toxicidad - Valores TLV 23

5.2 Inflamabilidad – Riesgo de Explosión 23

5.3 Medidas de Seguridad 24

6 BIBLIOGRAFÍA 25

7 ÍNDICE 26

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