LA ABOMINACION DESOLADORA

En la palabra encontramos escondidas perlas como misterios, otras como

secretos, otras son claras, otras son sombras, figuras y proyecciones. Es
necesario que la profecía la interpretemos para entender los eventos
finales y comprender el tiempo en el que vivimos.
"Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de
mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el
santo monte de mi Dios, todavía estaba yo hablando en oración, cuando
Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me
acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.
Me instruyó, habló conmigo, y dijo: Daniel, he salido ahora para darte
sabiduría y entendimiento. Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he
venido para explicártela, porque eres muy estimado; pon atención a la
orden, y entiende la visión."
Daniel 9:20­23
Obviamente en la cita anterior se describe de lo que aconteció en aquella
época, pero antes que venga el final de los tiempos se cumplirán algunas
cosas que se dieron entonces, tal como el Señor se lo dijo a los de
Tesalónica cuando dijo:
"Que nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que
primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es
objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios,
presentándose como si fuera Dios."
2 Tesalonicenses 2:3­4
Lo primero que vemos es que viene un espíritu de arrepentimiento que nos
enseña cómo nos conducimos, pues Daniel estaba orando y confesando los
pecados. Esto significa que debemos tener sobre nuestras vidas un espíritu
de oración, un anhelo de búsqueda de Jehová porque si no lo tenemos,
debemos pedirlo, de lo contrario la escatología podría dañar nuestra alma
con el hecho de tener deseo de oír solamente y no vivir lo que oímos.
Zacarías dijo que iba a ser derramado un espíritu de oración, de gracia y de
búsqueda de Jehová que nos hará correr tras nuestro Señor. Después
vamos a estar confesando el pecado nuestro y el del pueblo.
Desafortunadamente vivimos en un pueblo en el que la mayoría son
paganos y debemos enfrentar las entregas a demonios que hicieron en el
pasado.

Daniel en la profecía narra acerca de la visitación del arcángel Gabriel,

pero se refiere a él como a un hombre. El último tiempo va a estar lleno de
visitación angélica y su apariencia va a ser verdaderamente humana. Por
eso dice la Biblia que muchos sin saberlo, hospedaron ángeles y que
debemos probar todo espíritu si es de Dios, así es que debemos estar
esperando muy atentos para no ser engañados.
"Me instruyó, habló conmigo, y dijo: Daniel, he salido ahora para darte
sabiduría y entendimiento."
Daniel 9:22
Esto quiere decir que, aunque Daniel en ese entonces era anciano y había
obtenido sabiduría de joven para entender, ahora esta profecía
escatológica tenía que ser dotada de mayor sabiduría, gracia,
conocimiento, entendimiento y visión. Por eso es necesario que el Espíritu
Santo nos enseñe la profecía.
"Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he venido para explicártela,
porque eres muy estimado; pon atención a la orden, y entiende la visión."
Daniel 9:23
Pero vemos que se tardó 21 días en llegar el mensaje de Daniel, eso quiere
decir que no podemos pretender entenderlo todo con un mensaje, debemos
seguir buscando para hallar el entendimiento.
"Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar y
reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y
sesenta y dos semanas; volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en
tiempos de angustia."
Daniel 9:25
Surge la duda con respecto al conteo de las semanas: ¿por qué no dijo de
una vez 69 semanas sino que la dividió? En esa profecía una semana es
equivalente a un año, es decir que 7 semanas son 49 años y 62 semanas
son 434 años, haciendo un total de 69 semanas.
Veamos el versículo 27:
"Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la
semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de
abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa,
la que está decretada, sea derramada sobre el desolador."
Daniel 9:27
Aquí hay otra semana que hacen un total de 70 semanas, de las que habló
en el principio:
"Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para poner fin a la trasgresión, para terminar con el pecado, para
expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la
profecía, y para ungir el lugar santísimo."
Daniel 9:24
La restauración del templo llevó cuarenta y nueve años, que el Señor
mostró con las 7 semanas y luego, como si hubiese parado su cronómetro,
empezaron a contarse las siguientes 62 semanas. Cuando estas se
cumplieron, fue la venida de Jesús a la tierra, que supuestamente fue en el
año cero, aunque existen algunas incongruencias al respecto. Cuando vino
Jesús, los israelitas lo rechazaron, entonces Dios paró su cronómetro antes
que se cumpliera la última semana de las setenta semanas de Daniel.
Entonces, desde el año cero, hasta nuestros días, ha transcurrido mucho
tiempo, haciendo falta esa semana. En el momento en el que Dios paró su
cronómetro, creó un paréntesis de gracia, llamándonos a nosotros: un
pueblo que no era pueblo. Pablo le dijo a los judíos:
". . . mas ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he
aquí nos volvemos a los gentiles."
Y esos gentiles somos los que hemos creído en El.
Sólo falta una semana para que se cumplan las setenta semanas de Daniel,
pero antes que se cumpla esa semana, habríamos de ser arrebatados,
aunque no a todos, solamente los que hayamos llegado a la categoría de
vivientes, los que hayamos permanecido en El. Se marca una gran
diferencia entre ser viviente y estar vivo. Los vivientes los conformarán la
novia, a la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, porque la palabra iglesia
viene del griego eklesia que quiere decir salvados de. La Iglesia, la novia o
vivientes tendrán que irse y empezar un período nuevo.
El problema es que no se sabe en qué momento se va a ir la novia. Jesús
dijo:
"Cuando veáis la abominación desoladora de que se habló por medio del
profeta Daniel, colocada en el lugar santo, (el que lea entienda), entonces
los que estén en Judea, huyan a los montes." Lo que nos deja ver con toda
claridad que la veremos. A la semana setenta la vamos a dividir en tres
partes que son los tres ayes. El primer y segundo ay será de mil doscientos
sesenta días. Pero el tercer ay, narra la Biblia que va a ser acortado por
amor a los escogidos, bajando a 75 días en los que se va a cumplir la
tribulación que debía cumplirse en 1260 días. Es decir que va a ser la parte
más concentrada de la tribulación.
"Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá
nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el
santuario. Su fin vendrá con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las
desolaciones están determinadas."
Daniel 9:26
Surge una pregunta: ¿quién es ese pueblo? Y ¿quién es ese príncipe que ha
de venir? Ese príncipe no es Cristo porque El fue el que murió, además este
príncipe viene para destrucción. Es el anticristo y su pueblo: Roma, pues
Roma en el año 70 cumplió parte de esta profecía, pero no se presentó el
príncipe porque este se llama el desolador.
Quiere decir que no iba a ser una, sino varias desolaciones y si alguien ha
sido desolada, ha sido Jerusalén.
"Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la
semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de
abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa,
la que está decretada, sea derramada sobre el desolador."
Daniel 9:27
Esa es la semana setenta, la última. En la versión RVA dice: "por una
semana, él confirmara un pacto", es decir que el pacto ya está hecho. La
palabra, confirmar, utilizada aquí, viene de la raíz hebrea "gabar" que
significa ser fuerte, actuar abusiva e insolentemente, con engaño y
poderosamente. Esto significa que el anticristo se va a aparecer y va a
empezar a engañar, actuando insolentemente en el principio de esa
semana para confirmar el pacto. Coincidentemente la palabra que se
describió con anterioridad también contiene parte de la personalidad del
anticristo, pues viene de la raíz "gibor" utilizada en Génesis 6 cuando
aparecen las 5 simientes en la tierra.
Las 5 simientes de la tierra que allí aparecen son:
1. ­ Los hombres
2. ­ Los hijos de Dios (se dice que eran ángeles caídos en la tierra)
3. ­ Las hijas de los hombres
4. ­ Los nefilim (que eran los gigantes de aquella época)
5. ­ Los guiborim, una mezcla de los hijos de Dios, de las estrellas, con las
hijas de los hombres, resultando los valientes de la antigüedad llamados
también superhombres.
Viendo los acontecimientos alrededor del mundo, podemos observar que
surgió una caricatura llamada "Hércules", que prepara la mente de los
niños acerca de esto. De acuerdo al relato de ese personaje; El padre de
Hércules es una deidad, Zeus y su madre, una mujer de la tierra. Esto
resulta ser una burla de los planes de Dios, pues el padre de Jesucristo es
Dios, el Todopoderoso y la madre de Jesús: una mujer de la tierra.
Trasladándolo a la burla del diablo; el anticristo siempre copia, su padre va
a ser de las potestades celestes y su mamá, una mujer de la tierra, pero
deberá ser con personajes de las tinieblas, prestos al diablo. Parte del
relato de Hércules; dice que existe un personaje llamada Hades, enemigo
de Hércules y que aparece luego de una alineación de los planetas.
Los astrónomos dicen que este año se van a alinear los planetas, y en el
cuarto sello dice que sale un personaje llamado muerte y el Hades lo sigue,
y lo que está haciendo con todo esto es preparar el escenario para que
pueda aparecer el anticristo sin ningún problema. Pero Jesucristo se nos
va a aparecer antes a nosotros para que no pasemos todas esas cosas. En
el versículo 27 del capitulo 9 del libro de Daniel, el hombre que va a pactar
es un hombre híbrido, pues, tiene simiente de arriba y terrenal, una especie
de superhombre con poderes extraordinarios de tal manera que hará caer
fuego del cielo, le dará aliento de vida a una estatua, etc.
La palabra hebrea para muchos se refiere a que el pacto será con
generales, jefes de ejércitos, no con el pueblo. Esto significa que
nuevamente se había implantado el sacrificio. Entonces el engañador va a
invitar a reconstruir el templo para que se ofrezcan sacrificios. Esto
sucederá hasta la mitad de la semana, cuando las organizaciones
ambientalistas y protectoras de animales se opongan al sacrificio de
animales inocentes y éstos cesen. Para cuando suceda eso, tuvo que haber
pasado el segundo ay, y 30 días del tercero.
El tercer ay va a ser los siete truenos, pero ¿qué es la abominación
desoladora?

"Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del sexto mes, que estando yo
sentado en mi casa y los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre
mí la mano del Señor Dios. Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto
de hombre; desde sus lomos para abajo tenía la apariencia de fuego, y
desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el
aspecto de un metal refulgente. Y extendió algo semejante a una mano y me
tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el
cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta
que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba el ídolo de los celos
que provoca los celos."
Ezequiel 8: 1­3
Lo que le sucedió al profeta en este momento es que fue llevado para ver el
templo reconstruido y su obelisco. Los obeliscos tienen un origen pagano.
Estos monumentos consisten en un pilar monolítico de base cuadrada y
remate piramidal. En Egipto eran de carácter religioso. Se cubrían de
inscripciones jeroglíficas y se colocaban en las entradas de los templos.
Eran una adoración al sol y parte de un culto fálico (viene de falo, nombre
dado al miembro masculino). Detrás de estos cultos se movían espíritus
inmundos. Egipto, como muestra de buena voluntad, le regaló un obelisco a
Francia, y fue puesto en la Plaza de la Concordia, y otro a los Estados
Unidos que fue colocado en Nueva York. En la Plaza de San Pedro, en el
Vaticano, existe un obelisco que era el que estaba en el templo de Carnac,
en Egipto. Y fue llevado por Calígula, el emperador romano para ser
obsequiado.
En la época en la que fue trasladado para el Vaticano, ordeno que se
hiciera con sumo cuidado a tal grado que pronuncio pena de muerte para el
que se golpeara el obelisco y ordeno que se mantuviera en absoluto
silencio mientras se llevaba a cabo el traslado y al final de su traslado fue
motivo de mucha alegría para los que veían el acontecimiento histórico.
Algo muy parecido a lo que sucedió en la época del rey Nabucodonosor
cuando edifico una estatua y ordeno que todos la adoraran.
Coincidentemente ambas historias tienen el mismo origen y motivación.
Al parecer, en la mayoría de países del mundo, cuentan con un obelisco y
han sido obsequiados como muestra de buena voluntad entre varios países.
A esto vendría una pregunta: ¿Que tienen que ver los obeliscos con la
abominación desoladora?, ¿Podría ser que se promueva un tratado de paz
y a alguien se le va a ocurrir hacer una obra de "buena voluntad" y van a
trasladar el obelisco que ya había sido trasladado del templo de Carnac a la
Plaza de San Pedro y se lo lleven al templo, que para entonces ya se habrá
reconstruido en Jerusalén?
De ser de esa manera, en Jerusalén se reunirían los símbolos de las tres
religiones más grandes del mundo, símbolo del ecumenismo: el obelisco
(representando al cristianismo pagano, el domo de la roca (representando
a los musulmanes) y el tercer templo restaurado por los judíos.
Cuando apareció la estatua de Nabucodonosor, fueron echados al horno
siete veces calentado a los jóvenes hebreos, pero Daniel, que tampoco se
había postrado ante la estatua, no fue metido porque la estatua, estaba en
el palacio del rey. Esto quiere decir que los Danieles de este tiempo vana a
estar en el palacio del Rey antes que empiece la tribulación, y esto lo que
nos llama a ser puros de corazón y no contaminarnos con nada que pueda
desviar nuestro caminar hacia Dios.
"Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación, de que se habló
por medio del profeta Daniel, colocada en el lugar santo (el que lea, que
entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; el que esté
en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa; y el que esté en el
campo, no vuelva atrás a tomar su capa."
Mateo 24:15­18
En el griego ese versículo se puede traducir de la siguiente manera:
"Cuando veáis la abominación desoladora erecta en el lugar santo"
De acuerdo a lo que se ha descrito de la abominación desoladora, podría
deducirse que los obeliscos son símbolos de la abominación desoladora y
en este tiempo Dios está haciendo un constantemente un llamado para que
los cristianos verdaderos, que aun están en babilonia, salgan de en medio
de ella y que no toquen nada para que no sean contaminados.
"Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la
semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de
abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa,
la que está decretada, sea derramada sobre el desolador."
Daniel 9:27
Si vemos con detenimiento la escritura podemos ver claramente que no es
una abominación, sino que son muchas abominaciones y que vendrán
sobre una ala y con esto vemos que el obelisco es solamente una
representación visible de todo lo que ya se está haciendo.
Con este movimiento se van manifestar grandes abominaciones, dentro de
las cuales podemos mencionar las siguientes:
1. La homosexualidad (Levítico 18:22)
2. Sostener relaciones sexuales con animales (Levítico 18:23)
3. La idolatría (Deuteronomio 7:25)
4. El falso profeta (Deuteronomio 13:4­5)
5. El zodiaco y espiritismo (Deuteronomio 18:11
6. El travestismo (Deuteronomio 22:5)
7. La pesa inexacta (Deuteronomio 25:15)
8. El sanguinario y engañador (Salmo 5:6)
9. El sacrifico del impío (Proverbios 15:8)
10. La mezcla (Isaías 1:13)
La abominación desoladora traerá entre otras cosas, las que se
describieron como las principales. Pero nosotros los que hemos creído en
El, debemos ser como Daniel para no contaminarnos con babilonia y
cubrirnos de pieles de tejón para ser protegidos bajo la sombra de nuestro
Señor Jesucristo.