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3275)
(Conferencia)
EXPOSICION DE MOTIVOS
Ratificamos que velar por la salud mental de nuestro Pueblo, es y debe ser un asunto de
entero interés para el Gobierno de Puerto Rico. La salud mental es elemento matriz de la sana
convivencia y de una buena calidad de vida.
El Código de Salud Mental de Puerto Rico fue creado en virtud de la Ley Núm. 116 de 12
de junio de 1980, según enmendada. Desde entonces, los cambios en la vida del ciudadano
puertorriqueño durante las últimas décadas han sido significativos. Estos cambios se han
caracterizado por un aumento significativo en la incidencia de trastornos mentales en adultos y
menores. Para enfrentarse a las exigencias del aumento de esos trastornos y a la necesidad de
proveer servicios de salud mental adecuados a las personas que necesiten de éstos, han surgido una
serie de reformas, incluyendo la Reforma de Salud en Puerto Rico, con la incorporación del
cuidado coordinado (managed care), y de seguros y cubiertas de salud mental para toda la población
médico indigente, lo que ha tenido un efecto trascendental en los servicios de salud mental que se
ofrecen en Puerto Rico, dando paso así a nuevas opciones de tratamiento, recuperación y
rehabilitación en el campo de la salud mental.
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Para garantizar que estos servicios se ofrezcan dentro de los criterios de calidad que se
establecen en esta Ley, es importante que el estado intervenga en la implantación de los procesos de
asistencia técnica, facilitación, monitoria durante el proceso, evaluación, licenciamiento de todas las
instituciones proveedoras de servicios de salud mental.
A tenor con los señalados cambios que hemos experimentado en los últimos años y
siguiendo el compromiso de nuestro Gobierno de proveer mayor acceso a servicios de salud de
calidad, tomando como base la necesidad imperiosa que tiene nuestra sociedad de mejorar la salud
mental de sus ciudadanos en los albores de un nuevo milenio, y con el fin último de lograr que
vivamos en sana convivencia y armonía, esta Ley persigue el firme propósito de consignar la
incorporación de todos aquellos avances sociales y tecnólogicos, sociológico en el campo de la
salud que fortalezcan la unidad familiar y comunitaria, en atención a nuestro entorno cultural y
social, que garanticen a los ciudadanos que los reciben, los derechos consagrados en nuestro
andamiaje costitucional.
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Artículo1.04.- Principios que Regirán El Sistema de Cuidado de Salud Mental.-
Artículo 1.05.-Aplicabilidad de la Ley.-
Artículo 1.06.- Definiciones.-
Artículo 2.01.-Consideraciones Especiales para las Personas con Trastornos Mentales
Severos
Artículo 2.02.-Criterios para Trastornos Emocionales Severos en Niños yAdolescentes.-
Artículo 2.03.-Prohibición de Hospitalización o Tratamiento sin Criterios Clínicos.-
Artículo 2.04.-Certificado de Adiestramiento Especializado en Aislamiento, Restricción y
Terapia Electroconvulsiva.-
Artículo 2.05.-Requisito de Protocolo para el Empleo de Aislamiento, Restricción y Terapia
Electroconvulsiva.-
Artículo 2.06.-Manual de Servicios.-
Artículo 2.07.-Notificación sobre Derecho de Confidencialidad.-
Artículo 2.08.-Inspección del Expediente Clínico.-
Artículo 2.09.-Informes.-
Artículo 2.10.-Autorización Expresa; Requisitos.-
Artículo 2.11.-Sistema de Control de Calidad (Quality Assurance System).-
Artículo 2.12.-Oficinas de Orientaciones al Consumidor y Manejo de Querellas.-
Artículo 2.13.-Expediente Clínico.-
Artículo 2.14.- Deber de Guardar la Confidencialidad.-
Artículo 2.15.-Prohibición al que Recibe Información Confidencial de Divulgarla a
Terceros.-
Artículo 2.16.-Divulgación al Personal Autorizado del Sistema de Justicia Criminal y
Juvenil.-
Artículo 2.17.-Prohibición en Cuanto al uso de Tarjetas de Identificación.-
Artículo 2.18.-Deber de Advertir a Terceras Personas en Riesgo o Amenaza de Daño.-
Artículo 2.19.-Deber de Advertir Riesgo Suicida o Automutilización.-
Artículo 2.20.-Portación de Armas Dentro de la Institución.-
Artículo 2.21.-Adopción de Normas y Procedimientos.-
Artículo 2.22.-Reconsideración sobre Determinación de Ingreso, Traslado, Alta o Cambio
de Estado.-
Artículo 2.23.-Comité de Revisión.-
Artículo 2.24.- Responsabilidad para con la Familia.-
Artículo 2.25.- Presencia de un Familiar.-
Artículo 2.26.- Deber de Publicar.-
Artículo 3.01.- Declaración de Derechos.-
Artículo 3.02.- Conservación de Derechos Constitucionales.-
Artículo 3.03.- Presunción de Competencia Mental.-
Artículo 3.04.- Limitación de Derechos.-
Artículo 3.05.- Derechos de Carácter General.-
Artículo 3.06.- Derechos Específicos.-
a) Acceso a Servicios.
b) Derecho a no ser Identificado como Paciente de Salud Mental.
c) Notificación de Derechos; Limitaciones.
d) Plan Individualizado de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación.
e) Consentimiento Informado.
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f) Negativa a Recibir Tratamiento.
g) Libertad de Comunicación.
1) Correspondencia.
2) Teléfono.
3) Visitas.
h) Efectos Personales.
i) Dinero y Depósitos.
j) Labor o Trabajo.
k) Quejas y Querellas.
l) Procedimientos Experimentales o Exploratorios.
m) Investigaciones Científicas.
n) Lenguaje.
ñ) Derecho a Solicitar Participación de Grupos o Personas de Apoyo.
o) Derecho al Apoyo de su Padre, Madre, Tutor y Agencias de Protección o
Asistencia a la Persona al Momento de Darle de Alta.
p) Transportación.
q) Derecho al Apoyo Cuando Existe una Responsabilidad Moral.
r) Representación Legal en Ingreso Involuntario.
s) Nivel de Cuidado de Menor Intensidad y Mayor Autonomía.
t) Responsabilidad de las Personas que Reciben Servicios de Salud Mental en Puerto
Rico.
Artículo 4.01.- Niveles de Cuidado.- Artículo 4.02.- Adultos que Requieren Servicios
Hospitalarios de Salud Mental.-
Artículo 4.03.- Evaluación Inicial; Adultos Ingresados a Instituciones Proveedoras de
Servicios en Salud Mental.-
Artículo 4.04.- Restricción Terapéutica.-
Artículo 4.05.-Aislamiento Terapéutico.-
Artículo 4.06.- Terapia Electroconvulsiva.-
Artículo 4.07.-Ingreso Voluntario.-
Artículo 4.08-Petición De Alta; Cambio De Estado; Vista.-
Artículo 4.09-Renovación De Consentimiento; Revisión de Expedientes.- Artículo 4.10-
Otros Niveles de Cuidado.-
Artículo 4.11.- Tratamiento Compulsorio.-
Artículo 4.12.- Ingreso Involuntario; Hospitalización.-
Artículo 4.13.-Detención Temporera de Veinticuatro (24) Horas.-
Artículo 4.14.-Petición de Ingreso Involuntario por Quince (15) Días.-
Artículo 4.15.- Petición para Orden de Extensión de Ingreso Involuntario.-
Artículo 4.16.-Petición de Alta de Ingreso Involuntario.-
Artículo 4.17.- Cambio de Status.-
Artículo 4.18.- Celebración de Vistas.-
Artículo 4.19.- Derecho a Representación Legal.-
Artículo 4.20.- Traslado.-
Artículo 4.21.- Pases.-
Artículo 4.22.-Altas.-
Artículo 4.23.- Abandono de la Institución sin Autorización; Notificaciones.-
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Artículo 5.01.-Propósitos de Servicios Transicionales.-
Artículo 5.02.-Servicios Transicionales.-
Artículo 5.03.- Manuales de Servicios.-
Artículo 5.04.-Niveles, Etapas o Servicios.-
Artículo 5.05.-Ingreso Involuntario; Tratamiento Compulsorio.-
Artículo 6.01.-Servicios Ambulatorios de Salud Mental para Adultos.-
Artículo 6.02.-Evaluación inicial Plan de Tratamiento y Recuperación en otro Nivel de
Cuidado.-
Artículo 6.03.-Manuales de Servicios.-
Artículo 7.01.- Declaración de Derechos.-
Artículo 7.02.- Conservación de los Derechos Constitucionales.-
Artículo 7.03.-Presunción de Competencia.-
Artículo 7.04.-Limitación de Derechos.-
Artículo 7.05.-Derechos de Carácter General.-
Artículo 7.06.-Derechos Específicos.-
a) Acceso a los Servicios.
b) Notificación de derechos; Limitaciones
c) Autonomía Condicionada para Solicitar Consejería y Tratamiento
d) Plan individualizado de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación.
e) Consideraciones Especiales; Menores.
f) Nivel de Cuidado de Menor Intensidad y Mayor Autonomía.
g) Servicios de Hospitalización y Segregación de Cuidado para Niños, y
Adolescentes.
h) Consentimiento Informado del Menor o del Padre, Madre con Patria Potestad o
Custodia, del Tutor Legal o de la Persona que tenga la Custodia Provisional.
i) Negativa para Recibir Tratamiento.
j) Libertad de Comunicación.
1) Correspondencia.
2) Teléfono.
3) Visitas.
k) Efectos Personales.
l) Dinero y Depósitos.
m) Labor o Trabajo.
n) Quejas y Querellas.
ñ) Procedimientos Experimentales o Exploratorios.
o) Investigaciones Científicas.
p) Lenguaje.
q) Derecho a Solicitar Participación de Grupos o Personas de Apoyo.
r) Derecho al Apoyo de su Padre o Madre, Tutor y Agencias de Protección o
Asistencia a la Persona al Momento de Darle de Alta.
s) Transportación.
t) Responsabilidades del Padre o Madre con Patria Potestad o Custodia, Tutor Legal
o Tutor Provisional de un Menor que reciba Servicios de Salud Mental.
u) Derecho a Apoyo cuando Existe una Responsabilidad Moral.
v) Representación Legal en Ingreso Involuntario.
w) Nivel de Cuidado de Menor Intensidad y Mayor Autonomía.
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Artículo 8.01.- Niveles de Cuidado.-
Artículo 8.02.- Menores que Requieren Servicios Hospitalarios de Salud Mental.- Artículo
8.03.- Propósitos de Solicitud de Servicios de Salud Mental Menores.-
Artículo 8.04.- Solicitud de Servicios de Salud Mental para Menores.-
Artículo 8.05.- Cernimiento, Evaluación Comprensiva y Tratamiento.-
Artículo 8.06.- Evaluación Inicial a Menores Ingresados en Instituciones Proveedoras de
Servicios de Salud Mental.-
Artículo 8.07.- Certificación de Aceptación de Custodia.-
Artículo 8.08.- Restricción Terapéutica en Menores.-
Artículo 8.09.- Aislamiento Terapéutico.-
Artículo 8.10.- Terapia Electroconvulsiva.-
Artículo 8.11.- Solicitud de Ingreso.-
Artículo 8.12.- Revisión del Estado Clínico.-
Artículo 8.13.- Ingreso en Caso de Emergencia.-
Artículo 8.14.- Solicitud de Ingreso por Agencias Públicas o Privadas.-
Artículo 8.15.- Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación en Otro Nivel de Cuidado.-
Artículo 8.16.- Ingreso Involuntario.-
Artículo 8.17.- Petición de Ingreso por Quince (15) Días.-
Artículo 8.18.- Petición de Extensión de Orden de Ingreso Involuntario.-
Artículo 8.19.- Petición de Alta por Padre, Madre con Patria Potestad o Tutor Legal.-
Artículo 8.20.- Petición de Alta; Cambio de Estado; Vista.-
Artículo 8.21.- Celebración de Vistas.-
Artículo 8.22.- Derecho a Representación Legal.-
Artículo 8.23.- Traslado del Menor.-
Artículo 8.24.- Pases.-
Artículo 8.25.- Altas.-
Artículo 8.26.- Abandono de la Institución; Notificación.-
Artículo 9.01.- Propósitos de los Servicios Transicionales.-
Artículo 9.02.- Servicios Transicionales.-
Artículo 9.03.- Manuales de Servicios.-
Artículo 9.04.- Niveles, Etapas o Servicios.-
Artículo 9.05.- Ingreso Involuntario; Tratamiento Compulsorio.-
Artículo 10.01.-Derecho Condicionado para Solicitud de Consejería.-
Artículo 10.02.-Servicios de Mayor Autonomía para Menores.-
Artículo 10.03.-Evaluación Inicial; Plan de Tratamiento y Recuperación en Otro Nivel de
Mayor Autonomía.-
Artículo 10.04.- Manuales de Servicios.-
Artículo 11.01.-Orden de Evaluación a Menores Bajo la Jurisdicción del Tribunal.-
Artículo 11.02.- Ingreso a Institución para Niños o Adolescentes.-
Artículo 11.03.- Petición de Ingreso de Menores Declarados Procesables con Trastorno
Emocional.-
Artículo 11.04.- Menor Exonerado de Falta; Orden de Referido a Servicio de Salud Mental.-
Artículo 11.05.-Informes Antes de la Disposición del Caso.-
Artículo 11.06.-Ordenes Finales, Copia al Menor; Revisión.-
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Artículo 12.01.-Manifestaciones del Problema de la Salud Mental.-
Artículo 12.02.-Principios del Sistema Colaborativo.-
Artículo 12.03.-Plan de Trabajo.-
Artículo 12.04.-Tipos de Colaboraciones.-
Artículo 12.05.-Presentación de Informes.-
Artículo 12.06.-Vigencia.-
Artículo 13.01.- Alternativas Trarapeúticas para el Tratamiento de los Transtorno
Relacionados al Abuso de Sustancias Controladas y Alcohol.-
Artículo 13.02.- Inaplicabilidad de Disposiciones de esta Ley a Organizaciones de Base
Comunitaria.-
Artículo 14.01.-Licenciamiento.-
Artículo 14.02.-Reglamentos.-
Artículo 14.03.-Formularios y Querellas.-
Artículo 14.04.-Sistema de Revisión y Asistencia Técnica Anual.-
Artículo 14.05 – Asignación de Fondos
Artículo 15.01.-Reclamación de Abuso.-
Artículo 15.02.-Abuso; Notificación a Junta Examinadora o Agencias Reguladora.-
Artículo 15.03.-Prohibición de Institucionalización.-
Artículo 15.04.-Hábeas Corpus.-
Artículo 15.05.-Petición al Tribunal.-
Artículo 15.06.-Modificación de Incompetencia.-
Artículo 15.07.-Notificación de Muerte de Personas Dentro de la Institución.-
Artículo 15.08.-Penalidades.-
Artículo 15.09.-Derogación.-
Artículo 15.10.-Separabilidad.-
Artículo 15.11.-Vigencia.-
La “Ley de Salud Mental de Puerto Rico” tiene como fines y propósitos fundamentales:
actualizar las necesidades de tratamiento, recuperación y rehabilitación; proteger a las poblaciones
afectadas por trastornos mentales con unos servicios adecuados a la persona; consignar de manera
inequívoca sus derechos a recibir los servicios de salud mental, incluyendo los de los menores de
edad; promover la erradicación de los prejuicios y estigmas contra la persona que padece de
trastornos mentales; proveer unas guías precisas a los profesionales de la salud mental sobre los
derechos de las personas que reciben servicios de salud mental; determinar los procesos necesarios
para salvaguardar los derechos que mediante esta Ley se establecen; armonizar los cambios que han
experimentado las instituciones que proveen servicios con el establecimiento de la Reforma de
Salud; resaltar y establecer los principios básicos y los niveles de cuidado en los servicios
prestados; y destacar los aspectos de recuperación y rehabilitación como parte integrante del
tratamiento así como la prevención.
Los principios que rigen la interpretación de esta Ley son los siguientes:
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(a) El acceso a los servicios; el cual incluye los siguientes componentes:
1) La disponibilidad de los servicios a ofrecerse, los cuales deben ser afines con las
necesidades y características de la población a servir, con su edad y etapa de desarrollo, el género,
contexto sociocultural, diagnóstico, severidad de los síntomas y signos, el nivel de cuidado que se
necesita y la capacidad de funcionamiento actual y prospectiva. La perspectiva del desarrollo
integral de las personas, será parte de la disposición de los servicios a ofrecerse.
2) La proporción y localización adecuada de los servicios de salud mental debe ser una
de acceso, en especial a las comunidades de alta incidencia de trastornos mentales.
Para ello, el proveedor indirecto de salud mental mantendrá una red de proveedores
directos de servicios de salud mental que cumple con los requisitos de acceso que
estipula esta Ley.
3) Los servicios de emergencias y hospitalización los cuales son ofrecidos todos los
días, las veinticuatro (24) horas al día. Los demás niveles de cuidado deben ofrecerse dentro de un
horario ajustado a las necesidades de la población que atienden.
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(c) Sistema de Cuidado Abarcador:
El sistema de cuidado a brindarse debe ser desarrollado sobre la base del continuo de
servicios, donde se planifique todo el cuidado que necesita la población con trastornos mentales, o
en riesgo de tenerlos, incluyendo los servicios que se van a proveer como necesarios en la
comunidad y en otras agencias para la persona y su familia. Algunos de los elementos necesarios
para el desarrollo de un sistema abarcador son los siguientes:
7) Emergencias: este servicio debe estar accesible fuera de horas laborables, los siete (7)
días a la semana, las veinticuatro (24) horas del día. En él se provee el cernimiento, la evaluación, la
estabilización de síntomas y signos y si es necesario, la hospitalización o referido al tratamiento
correspondiente a otro nivel de cuidado.
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8) Hospitalización: se refiere a la alternativa de servicio más restrictiva en la que se
ofrece tratamiento y rehabilitación mediante el ingreso de la persona a un hospital. Disponiéndose
que, hospital incluye a toda institución dedicada a la atención de personas con trastornos mentales,
o un hospital general que cuenta con una unidad debidamente licenciada, por la entidad reguladora
aplicable, para la prestación de servicios de salud mental.
10) Tratamientos Residenciales para Menores: éstos son servicios de un nivel de cuidado
de alta intensidad y restrictivo, superado solamente por la hospitalización. Este servicio está
diseñado específicamente para los menores con condiciones de salud mental, incluyendo los
trastornos por dependencia de drogas, alcohol y condiciones comórbidas, de difícil manejo en sus
hogares y comunidades, que no han respondido a los otros niveles de tratamientos menos
restrictivos e integra los servicios clínicos y terapéuticos, organizados y supervisados por un equipo
interdisciplinario en un ambiente estructurado, veinticuatro (24) horas al día, los siete (7) días de la
semana. La meta de esta modalidad de tratamiento es promover, fortalecer y restaurar el
funcionamiento adaptativo de los menores y sus familias, en sus hogares y sus comunidades, para
que puedan continuar su tratamiento en un nivel de menor intensidad y menos restrictivo. No se
podrá mezclar en tratamiento, las poblaciones que padecen trastornos psiquiátricos con dependencia
a drogas y/o alcohol, a la de aquellos jóvenes que sólo sufren trastornos mentales no adictivos.
11) Tratamientos Residenciales para Adultos: éstos son servicios de un nivel de cuidado
de alta intensidad y restrictivo, superado solamente por la hospitalización. Este servicio está
diseñado específicamente para los pacientes con condiciones de salud mental, incluyendo los
trastornos por dependencia de drogas, alcohol y condiciones comórbidas de difícil manejo en sus
hogares y comunidades, que no han respondido a los otros niveles de tratamientos menos
restrictivos e integra los servicios clínicos y terapéuticos, organizados y supervisados por un equipo
interdisciplinario en un ambiente estructurado, veinticuatro (24) horas al día, los siete (7) días de la
semana. La meta de esta modalidad de tratamiento es promover, fortalecer y restaurar el
funcionamiento adaptativo de los pacientes y sus familias, en sus hogares y sus comunidades, para
que puedan continuar su tratamiento en un nivel de menor intensidad y menos restrictivo. No se
podrá mezclar en tratamiento las poblaciones que padecen trastornos psiquiátricos con dependencia
a drogas y/o alcohol, a la de aquellas personas que sólo sufren trastornos mentales no adictivos.
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promover las mejores prácticas de autodeterminación y responsabilidad personal, consistente con
sus propias necesidades y deseos. Se debe preservar la autonomía, hasta donde sea posible y cuando
no sea posible, debido a su condición, y se deberá tomar las medidas médicas que garanticen el
bienestar de la persona. Se deben seguir los siguientes principios y guías:
Toda persona acreedora de servicios de salud mental, los padres o el tutor legal, de una
persona que recibe servicios de salud mental, tienen el derecho a expresar sus necesidades,
satisfacción y recomendaciones sobre los servicios que recibe o se le ofrecen. Tienen el derecho a
aportar, recomendar y ser partícipe por sí mismos o mediante representación, en el desarrollo y
planificación de las estrategias y servicios que necesita.
Este principio establece que mediante orden del Tribunal, se ordene a la persona con
conducta indicativa de trastorno mental y en riesgo inmediato de hacerse daño a sí mismo, a otros o
a la propiedad o ha ejecutado actos que indican que no puede manejar su vida cotidiana sin la
supervisión o ayuda de otras personas por no poder alimentarse, protegerse o cuidarse, aumentando
así la posibilidad de muerte, o debilitamiento físico tal que podría poner en riesgo su vida, a
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someterse a una evaluación abarcadora para determinar su necesidad de tratamiento en cualquiera
de los niveles de intensidad dentro del continuo de servicios del sistema.
Con el objetivo de evitar que los problemas del uso y abuso de alcohol, drogas y los
problemas relacionados a la conducta antisocial en los jóvenes, se conviertan en problemas de
mayores proporciones, se deben establecer programas específicos de prevención, de captación
(“outreach”) y de intervención temprana en los niños, adolescentes y sus familias. Los menores en
alto riesgo que pueden desarrollar dependencia a sustancias y conductas violentas, delictivas o
antisociales son aquéllos que tempranamente exhiben enfermedades mentales, problemas de
conducta, problemas de aprovechamiento académico, pertenecen a familias disfuncionales o tienen
historial de uso o abuso de sustancias. Por lo tanto, en adición a las intervenciones terapéuticas
primarias, secundarias y terciarias, los programas de prevención e intervenciones tempranas como,
tutorías académicas, actividades deportivas y/o artísticas supervisadas por los profesionales
adecuados, intervenciones de apoyo y orientación a los padres y el diseño del manejo del tiempo
libre o recreación por los profesionales adecuados, entre otras, deben ser consideradas por esta Ley
como Intervenciones Terapéuticas Preventivas.
A los adultos que padezcan de trastornos mentales severos se les proveerá de servicios
continuados, congruentes y abarcadores de acuerdo al trastorno, el nivel de severidad y de cuidado
por categorías, por medio de colaboraciones entre el sector público y privado, para así desarrollar
las siguientes iniciativas entre los proveedores de servicios de salud mental:
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2) Fomentar y promover el desarrollo de grupos de apoyo para las personas con
trastornos mentales, emocionales y sus familias;
Esta Ley será de aplicación a toda persona que necesite, solicite, reciba o haya recibido
servicios de salud mental, incluyendo servicios para todos los trastornos relacionados al abuso,
dependencia y trastornos inducidos por sustancias (drogas y/o alcohol); a toda institución pública o
privada que planifique, administre, coordine dichos servicios; y a la red de proveedores directos o
indirectos de servicios de salud mental, incluyendo, pero sin que se entienda como una limitación a:
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(b) Salas de emergencia, hospitalizaciones parciales o diurnos, tratamientos ambulatorios
intensivos, y/o tratamientos ambulatorios, programas de tratamientos residenciales para
menores y adultos y los servicios transicionales.
(f) Servicios de administración y coordinación de salud mental bajo el plan de Salud del
Gobierno de Puerto Rico y los planes privados.
Salvo se disponga lo contrario en esta Ley, los siguientes términos tendrán el significado
que a continuación se expresa:
(a) “Abuso”- significa la acción u omisión del profesional de salud mental, institución
pública o privada, o de cualquier otra persona hacia el adulto o menor que recibe servicios de salud
mental, durante su proceso de tratamiento, recuperación y rehabilitación. El abuso se puede
manifestar como:
(1) Abuso Físico - cualquier acto u omisión que resultare en el daño corporal de
la persona, u otras formas de daño como el abuso sexual, inclusive aquellas formas que
puedan causar la muerte.
(b) “Acceso de servicios” - significa la garantía que tiene toda persona que recibe servicios
de salud mental a recibir aquellos servicios de acuerdo con su condición clínica y de acuerdo
al nivel de servicio adecuado para su condición al momento de solicitar los mismos.
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controlar, evaluar, y utilizar adecuadamente los recursos humanos, materiales y económicos
de la facilidad o programa de salud.
(f) “Adulto”- significa toda persona de dieciocho (18) años de edad o más. Para efectos de
esta Ley, los menors que legalmente han sido emancipados se les brindarán los servicios
para menores.
(i) “Alta”- significa la orden de suspensión final o temporera de los servicios ofrecidos por
una institución proveedora a cualquier persona, ya sea por razón de Ingreso Voluntario o
involuntario.
(j) Autorización Expresa”- significa el proceso en el cual una persona de forma libre, sin
amenaza, intimidación o coacción, autoriza a terceros a recibir u obtener información confidencial
de su persona por escrito de acuerdo con el procedimiento establecido en esta Ley.
(k) “Capacidad para Consentir”- significa el estado físico y mental que permite a la
persona la toma de decisiones en un momento dado.
(n) “Condición aguda”- significa el cuadro clínico caracterizado por ser uno de rápido
inicio y de intensa actividad biológica, psicológica, social y de conducta, que hace necesario que la
persona reciba servicios de tratamiento, recuperación y rehabilitación en salud mental. Puede o no
tener factores desencadenantes manifiestos o conocidos, los cuales frecuentemente, dan lugar a que
una persona se coloque en riesgo de daño, lesión o muerte para ella, para otra persona y la
propiedad.
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147 de 9 de agosto de 2002, según enmendada, conocida como “Ley para Reglamentar la Práctica
de Consejeros Profesionales en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico”, con conocimientos en
la aplicación de principios de salud mental, psicológicos o de desarrollo humano, a través de
estrategias de intervención cognitivas, afectivas, conductuales o sistémicos que atienden el
bienestar, crecimiento personal o desarrollo de carrera, así como patologías.
(p) “Confidencialidad”- significa el derecho de una persona que recibe servicios en salud
mental, a sostener comunicación oral o escrita sin que la misma sea divulgada a terceros cuando no
media su autorización expresa, excepto cuando se disponga lo contrario en esta Ley.
(q) “Consentimiento Informado”- significa la determinación por parte del adulto o su tutor,
o el padre, madre o tutor legal del menor, de recibir o rechazar un servicio en salud mental u otro
procedimiento, como resultado de un diálogo, en el cual el proveedor de servicios de salud mental
informa a la persona sujeta a recibir servicios, el padre o madre con patria potestad, o tutor legal, la
naturaleza, necesidad y alcance de éstos en el cuidado de la salud mental.
(s) “Custodia”- significa el cuidado y vigilancia sobre una persona e incluye los siguientes
tipos de custodia:
(1) Custodia Legal- es aquella otorgada por un tribunal, además de la que tienen
los padres sobre la persona del menor.
(3) Custodia de Emergencia- es aquella que se ejerce en casos en que una persona
represente un riesgo para su seguridad y bienestar, la de otras personas y la propiedad, de no
tomarse acción inmediata.
(4) Custodia de Hecho- es la custodia delegada por la persona con patria potestad o
tutor legal del menor durante su ausencia, a una persona mayor de veintiún (21) años.
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(v) “Enfermedad Mental Severa”– significa los trastornos mentales severos en adultos,
según especificado en la Ley Pública 102-321, según enmendada, conocida como “Substance
Abuse and Mental Health Services Administration Reorganization Act”.
(w) “Equipo Interdisciplinario”- significa el equipo compuesto por tres (3) o más
profesionales de la salud mental de diferentes disciplinas, entre los que al menos debe haber un
psiquiatra o un psicólogo, los cuales proveen servicios de salud mental con capacidad, facultad
profesional y legal para diagnosticar y prescribir tratamiento en las diferentes áreas del
funcionamiento y las capacidades del ser humano, y por aquellos otros profesionales pertinentes a la
condición de la persona, trabajando todos en un mismo escenario. El equipo interdisciplinario se
distingue por un trabajo en equipo y en consenso, el cual se caracteriza por una interacción de todos
los profesionales con el paciente en tratamiento, una discusión de casos, de conocimiento pleno de
las contribuciones de cada profesión o disciplina, y de las mejores prácticas en el campo, para la
recuperación de la persona. La composición del equipo y el liderazgo del mismo, variará de
acuerdo al escenario o servicio a ser prestado y a las necesidades clínicas de la persona.
(x) “Equipo Multidisciplinario”– significa el grupo de trabajo compuesto por tres (3) o más
profesionales de la salud mental de diferentes disciplinas, las cuales proveen servicios de salud
mental con capacidad, facultad profesional y legal para diagnosticar y prescribir tratamiento en las
diferentes áreas del funcionamiento y las capacidades del ser humano, y por aquellos otros
profesionales pertinente a la condición de la persona, relacionados en un mismo escenario.
Atienden a una misma población, dentro de una misma categoría para el desarrollo del tratamiento,
recuperación y rehabilitación, para el mejor funcionamiento de la persona, de acuerdo a su situación
y diagnóstico. Este equipo trabaja en consulta, y se puede comunicar por medio del expediente
clínico y discusión de casos. Una institución proveedora podrá hacer uso de este equipo, cuando por
alguna razón no pueda desarrollar un equipo interdisciplinario para diagnosticar y prescribir el
tratamiento correspondiente
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(z) “Familiar”- significa el cónyuge o los parientes, hasta el cuarto grado de consanguinidad o
afinidad, de una persona que recibe servicios de salud mental, como lo son padres, hijos, abuelos,
hermanos, tíos, nietos y sobrinos
(cc) “Facultad Médica ”– significa el conjunto de profesionales de salud mental del más alto nivel
de cada una de sus especialidades, debidamente certificados por sus respectivas juntas
examinadoras y con licencia para ejercer en la jurisdicción de Puerto Rico, quienes ocupan la más
alta jerarquía en las instituciones proveedoras de salud mental y supervisan y dan apoyo a otros
profesionales de salud que legalmente están autorizados para ejercer sus profesiones.
(dd) “Fuente Abierta” - significa el programa (“software”) que puede ser obtenido, usado, copiado,
estudiado, modificado y redistribuido porque se tiene acceso al código de fuent,e lo cual no limita a
que se reciba servicios de una sola fuente o proveedor de sistemas de información
electrónico/computadorizado
(ff) “Ingreso Involuntario”- significa el ingreso a un servicio de salud mental, ordenado por el
Tribunal, luego de la evaluación de un psiquiatra en consulta con el equipo inter o
multidisciplinario que certifique la necesidad de este servicio, cuando no medie el consentimiento
para ello por parte del adulto o del padre o madre con patria potestad o custodia del menor o tutor
legal de la persona, siempre que cumpla con los parámetros de peligrosidad en cuanto a probable
daño a sí mismo, a otros o a la propiedad o ha llevado a cabo actos que ponen en peligro su vida, o
ha ejecutado actos que indican que no puede manejar su vida cotidiana sin la supervisión o ayuda de
otras personas, por no poder alimentarse, protegerse o cuidarse, aumentando así la probabilidad de
muerte, daño corporal sustancial o debilitamiento físico tal que pondría en peligro su vida.
(gg) “Ingreso Voluntario”- significa la determinación hecha por un adulto con capacidad para
consentir, para ingresar o ser admitido a una institución proveedora, y recibir un servicio de salud
mental, luego de que el proceso evaluativo así lo determine, o la determinación hecha por el padre o
madre con patria potestad, o el tutor legal de un menor para ingresar en una Institución proveedora,
siempre que la severidad de síntomas y signos así lo justifique. En ambos casos esta determinación
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deberá hacerse luego de haber sido debidamente informado sobre las condiciones, derechos y
obligaciones de su decisión.
(hh) “Institucionalización”– significa el estado a que llega un paciente por el uso excesivo e
indebido de la hospitalización psiquiátrica, como única opción de tratamiento o deficiencia del plan
de egreso con ausencia de seguimiento adecuado. También puede darse por ausencia de servicios
que son cruciales para la recuperación de la persona. Esto conlleva un deterioro mental y hábitos de
variable intensidad por desuso, dependencia, y por impedir que la persona adquiera autonomía
necesaria para desenvolverse fuera del ambiente restrictivo del hospital. La institucionalización
suele darse en los hospitales psiquiátricos, pero puede darse también en cualquier ambiente o nivel
de cuidado terapéutico que propicie y fomente la dependencia, y que no estimule la autonomía del
paciente.
(ii) “Institución proveedora”- significa cualquier persona jurídica, facilidad pública o privada, o
facilidad que se dedique, en todo o en parte, a planificar, administrar y proveer servicios de
tratamiento, recuperación y rehabilitación de salud mental, y que opere con profesionales
autorizados a ejercer como tales, a tenor con las Leyes de Puerto Rico. Esta definición también
incluye a los profesionales de ciencias de la salud mental en sus oficinas privadas que operan con el
propósito de proveer servicios de tratamiento, recuperación y rehabilitación en salud mental,
incluidos los trastornos por uso de drogas y alcohol y condiciones comórbidas. Se considera así
mismo institución proveedora, a las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro,
que se dediquen a ofrecer intervenciones terapéuticas a pacientes con trastornos por abuso o
dependencia de drogas, alcohol o condiciones comórbidas.
(jj) “Manejador de Casos”- significa una persona con Bachillerato o grado superior en ciencias de la
salud mental, que bajo la supervisión de un profesional de la salud mental, debidamente licenciado
para ejercer su profesión, que lleva a cabo tareas, tales como: accesar a los servicios abarcadores
necesarios para la recuperación y rehabilitación de la persona con trastorno mental, además de dar
seguimiento a la implantación del plan individual de tratamiento, recuperación y rehabilitación.
Disponiéndose, que en el caso de las organizaciones con o sin fines de lucro, que al presente
estuvieren utilizando manejadores de casos, éstos serán certificados por la Administración de
Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción como tales, cuando se acredite que han prestado
dichos servicios por dos (2) o más años, previo a la aprobación de esta Ley.
(kk) “Menor de Edad”- significa toda persona menor de dieciocho (18) años. El menor
emancipado estará facultado para la toma de decisiones, siempre que esté capacitado para consentir.
Para efectos de esta Ley, a un menor emancipado, se le considerará como adolescente, en lo que
respecta a los servicios de tratamiento a brindársele.
19
(mm) “Niveles de Cuidado”– significa las diferentes gradaciones de intensidad y frecuencia en el
tratamiento médico, psiquiátrico, psicológico, social y rehabilitativo, que lleva a la persona a un
nivel de funcionamiento, lo más independiente posible.
(nn) “Nota de Psicoterapia”- significa notas grabadas en cualquier medio por un profesional de la
salud mental, que documentan o analizan el contenido de una conversación de una sesión de
intervención psicoterapéutica o sesión de consejería individual o grupal y están separadas del resto
del expediente clínico. La definición excluye la receta, monitoría de medicamentos, hoja en que
comienza o termina la sesión, modalidad y frecuencia del tratamiento, resultado de exámenes
clínicos, resumen de diagnósticos, estado funcional, plan de tratamiento, síntomas, prognosis y
notas de progreso.
(ññ) “Organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro”- significa toda organización
comunitaria, con o sin fines de lucro, debidamente organizada y certificada por el Departamento de
Estado de Puerto Rico, que desarrolle programas de servicios consistentes de su declaración de
Misión, Visión y Objetivos, los cuales pueden incluir la orientación, consejería, ayuda, apoyo y
servicios de tratamiento, recuperación y rehabilitación a personas que necesitan servicios de salud
mental, incluyendo aquellos trastornos relacionados al abuso o dependencia de drogas y/o alcohol y
condiciones comórbidas.
(oo) “Otro Nivel de Cuidado”- para propósitos de esta Ley, significa todos los servicios o
modalidades de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación que forman parte del continuo de
servicios de salud mental, excluyendo los servicios hospitalarios y de emergencias.
(qq) “Peligrosidad”- significa el estado que se determina por la existencia de un riesgo inminente
de causar daño, por razón de trastorno mental. A los fines de este inciso, se considerará
peligrosidad lo siguiente:
(1) Cuando exista una alta probabilidad de causar daño, agravios físicos o psicológicos a
otra persona, según revelan sus actos, intentos o amenazas, conforme a la opinión de un psiquiatra,
de un psicólogo o de un trabajador social con experiencia clínica;
(2) Cuando dentro de las veinticuatro (24) horas previas a la evaluación, la persona ha
amenazado, intentado suicidarse o ejecutado daños severos a su cuerpo; o ha llevado a cabo actos
que ponen en peligro su vida; o ha ejecutado actos que indican que no puede manejar su vida
cotidiana sin la supervisión o ayuda de otras personas por no poder alimentarse, protegerse o
cuidarse, aumentando así la probabilidad de muerte, daño corporal sustancial, o debilitamiento
físico tal, que pondría en peligro su vida;
(3) Cuando la persona lleva a cabo, intenta o amenaza, causar daño o destruir su
propiedad o la de otro, por razón de un trastorno mental.
20
(rr) “Persona que requiere y recibe servicios de salud mental”- significa todo adulto o menor que
recibe servicios de salud mental, comúnmente denominado también como paciente.
(ss) “Personal de Apoyo en Salud Mental”- significa los profesionales de diversas disciplinas y
niveles de preparación académica, adiestrados para asistir en el funcionamiento y las operaciones
necesarias para el sistema de servicios en salud mental. Incluye también a cualquier otra persona o
grupo cuya participación resulte necesaria y pertinente para el tratamiento y manejo de la condición
de la persona que recibe servicios de salud mental. Todo personal de apoyo debe cumplir con los
requisitos de Ley para ejercer su profesión en Puerto Rico.
(tt ) “Plan de Egreso” – significa el documento producido por el equipo inter o multidisciplinario,
en el que se resume y se consigna por escrito el cuadro clínico, el resultado del tratamiento, el nivel
de recuperación alcanzado por la persona, y las recomendaciones y arreglos al momento de cambiar
de un nivel de cuidado a otro, según sus necesidades. El plan de egreso estará disponible para su
uso inmediato, no menos de 24 horas antes de trasladar o dar de alta a la persona al nivel de cuidado
que corresponda.
(vv) “Profesional de Salud Mental”- significa los profesionales de diversas disciplinas y niveles de
preparación académica, relacionados a la salud mental, que proveen servicios y que cumplen con
las leyes de Puerto Rico para ejercer su profesión.
(xx) Proveedor de Sistemas de Información Propietario-significa persona o entidad que ofrece los
servicios de un sistema de información electrónico/computadorizado para la venta, alquiler, etc
(yy) “Psicólogo”- significa el profesional licenciado por la Junta Examinadora de Psicólogos del
Estado Libre Asociado de Puerto Rico”, según definido en la Ley Núm. 96 de 4 de junio de 1983,
según enmendada, conocida como “Ley para Reglamentar el Ejercicio de la Profesión de la
Psicología en Puerto Rico”, que posea adiestramiento, conocimientos, destrezas y experiencia en el
ofrecimiento de servicios que incluyen, pero no se limitan a: prevención, descripción o diagnóstico
del comportamiento, evaluación psicológica, intervención terapéutica con problemas psicológicos
21
de diversos niveles de severidad y consultoría concerniente al funcionamiento intelectual,
emocional, conductual, interpersonal, familiar, social y ocupacional de individuos y grupos.
(ccc) “Recuperación” – significa la habilidad para mejorar y mantener funcionamiento en una o más
de las siguientes dimensiones de vida como trabajo, vivienda, roles en la comunidad o familia y a
través de éstas vivir una vida plena y satisfactoria, aunque existan limitaciones que pueda ocasionar
la enfermedad. Además, recuperación significa la remisión de síntomas, signos y resolución de
situaciones para cada nivel de cuidado, correspondiente a su severidad y nivel de funcionamiento
que va adquiriendo el paciente, según va mejorando su estado y va adquiriendo conocimientos y
autonomía con relación al manejo de su condición, a la prevención de recaídas y al manejo efectivo
de las mismas. Entre la resolución de situaciones más inminentes, se encuentra la aceptación de la
condición y su tratamiento, al igual que límites, alternativas, factores precipitantes y factores de
resistencia, entre otros.
(ddd “Referido”- significa el documento expedido por cualquier profesional de salud autorizado
para ejercer su profesión, según las Leyes del Gobierno de Puerto Rico, en el cual se hace constar
la necesidad de que una persona sea evaluada con el propósito de determinar si necesita o no recibir
servicios de salud mental.
(fff) “Restricción”- significa la medida terapéutica que hace uso de medios físicos o mecánicos,
para limitar involuntariamente el movimiento de todo o parte del cuerpo, con el fin de controlar la
actividad física y proteger a la persona sujeta a la restricción, evitando que se cause daño a sí
mismo, a otros o a la propiedad. El uso de medios para proteger a la persona, tales como barandas,
cascos y/o mecanismos, tales como el equipo ortopédico, abrazaderas, sillas de ruedas y otros
22
equipos o artefactos para dar soporte a la postura de la persona, o asistirlo en obtener y mantener el
funcionamiento de su cuerpo, no serán considerados como una restricción.
(ggg) “Salud Mental” - significa el completo estado de bienestar físico, mental y social en el cual
las personas, empleando sus facultades intelectuales, emocionales, éticas, espirituales y recursos
sociales, pueden tomar decisiones racionales y creadoras, prever las consecuencias de sus actos,
reconocer sus errores, sentirse cómodas consigo mismas, relacionarse satisfactoriamente con otras
personas y cooperar con su bienestar, esforzarse hacia el logro de sus propias potencialidades y
metas, adaptarse constructivamente a los cambios, lidiar con las demandas o estrés cotidiano de la
vida, trabajar productivamente y contribuir a su comunidad y sociedad en general.
(hhh) “Servicios de Salud Mental”- significa, entre otros, las actividades e intervenciones
preventivas, diagnósticas y terapéuticas que ayudan a manejar, reducir o eliminar síntomas,
sufrimientos o angustias en las personas que exhiben problemas o trastornos de salud mental; y para
manejar efectivamente la discapacidad que a menudo acompaña estas condiciones, de manera que
la persona pueda recuperarse de su condición, lograr auto-suficiencia apropiada para su edad y
convivir de manera estable en una familia o en la comunidad. El término incluye actividades e
intervenciones preventivas dirigidas a reducir el riesgo o retrasar el inicio de trastornos mentales.
Los servicios de salud mental pueden ser ofrecidos en una variedad de lugares o escenarios a los
que aplica esta Ley. Estos incluyen los siguientes tipos de servicios, entre otros:
(3) Servicios de Apoyo, los cuales incluyen aquellos dirigidos a asistir a las personas a vivir
exitosamente en ambientes de su selección. Tales servicios pueden incluir apoyo de ingreso
económico, apoyo social, apoyo de vivienda, apoyo vocacional, o acomodo relacionado a los
síntomas o discapacidad asociada con el problema o trastorno mental.
23
(iii) “Servicios de Tratamiento Interdisciplinario en la Comunidad”- significa aquellos servicios de
tratamiento, rehabilitación y recuperación que se prestan por un proveedor, directo o indirecto, que
se desplaza hacia la persona dentro de su misma comunidad, con el propósito de que se mantenga
integrado a ésta y pueda mantener un funcionamiento con el apoyo de su grupo familiar y
comunitario, especialmente en casos de alto riesgo.
(jjj) “Severidad” - significa la intensidad de los síntomas y signos que resultan en un marcado
impedimento en el funcionamiento social, laboral y ocupacional, en el momento que se diagnostica
(mmm) “Solicitud de Servicios de Salud Mental”- significa la acción para solicitar servicios de
salud mental, para tratamiento, recuperación y rehabilitación en una institución proveedora.
24
Medical Treatment and Active Labor Act” (42) USC 1395; 42 CFR Sec. 489.24) y la Ley Núm. 35
de 1994.
(ooo) “Traslado”- significa la acción mediante la cual una institución efectúa un cambio en la
responsabilidad del cuidado de la persona dentro de la misma institución, de una unidad a otra, de
un servicio a otro, o de un terapeuta a otro. También se considera traslado el cambio en la
responsabilidad del cuidado cuando el traslado se hace de una institución de salud a otra institución.
El traslado debe efectuarse de forma coordinada afín de continuar el cuidado y tratamiento, de
acuerdo al nivel que requiere la condición de la persona.
(rrr) “Tratamiento Agudo”- significa la pronta e intensa intervención por los profesionales de la
salud mental para atender a la persona con condición clínica aguda, afín de evitar, detener o
aminorar los síntomas y signos de la condición o sus consecuencias. Entre otros, puede incluir la
intervención en crisis, el uso de psicofármacos, la hospitalización, la restricción y el aislamiento.
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(uuu) “Tratamiento Comunitario o de Base Comunitaria”- significa las estrategias y labores
establecidas por las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, que desarrollen
programas de servicios, los cuales pueden incluir la orientación, educación, consejería, ayuda,
apoyo y servicios de tratamiento, recuperación y rehabilitación a personas que necesitan servicios
de salud mental, incluyendo aquellos trastornos relacionados al abuso o dependencia de drogas y/o
alcohol
(vvv) “Tutor legal”– significa la persona nombrada por el tribunal para hacerse cargo del cuidado
y custodia de una persona y sus bienes, luego de la correspondiente declaración de incapacidad
emitida por el tribunal.
(www ) “Visitas”- significa toda intervención que tenga un profesional de la salud, según definido
en esta Ley, con una persona que recibe servicios, y que tenga como fin, la evaluación, diagnóstico,
tratamiento y consejería para un trastorno mental. Las visitas incluyen toda la gama de visitas
establecidas por los códigos, diagnósticos debidamente aceptados en la comunidad médica. Se
incluyen las visitas iniciales, de seguimiento y toda visita colateral, necesaria para el tratamiento
efectivo de la persona que recibe servicios de salud mental, según se definen a continuación:
Artículo 2.01.- Consideraciones Especiales para las Personas con Enfermedad Mental Severa
Las poblaciones con enfermedades mentales severas, por el nivel de intensidad y las
múltiples necesidades de su condición, requieren de una atención particular y especial en cuanto a
los sistemas de cuidado de salud mental, para que puedan tomar la decisión de participar y
mantenerse en tratamiento, al igual que para lograr y conservar la estabilización de síntomas y
signos.
Las consideraciones para las personas con enfermedades mentales severas entiéndase
adultos, adolescentes, niños, por genero, según las definiciones establecidas en los manuales de las
clasificaciones de enfermedades mentales vigentes, y las regulaciones y criterios estructurales
federales para los servicios a estas poblaciones, se consignan en este Capítulo, a tenor con las
26
disposiciones de la Ley Pública Núm. 102-321 del 10 de julio de 1992, según enmendada, conocida
como “Drug Abuse and Mental Health Services Administration Re-Organization Act”.
Los criterios que se considerarán para trastornos mentales severos en niños y adolescentes
serán los siguientes:
La falta de interés o incapacidad del padre o madre con patria potestad o custodia, del tutor
legal o de la persona que tenga la custodia o el deber de proveerle cuido y albergue a una persona,
no será base para ingresarle en una institución hospitalaria de salud mental sin reunir los criterios de
hospitalización. De ser éste el caso, el director de la institución hará una petición al Tribunal para
asegurar el albergue y cuidado correspondiente. La práctica de hospitalizar a una persona sin reunir
los criterios clínicos adecuados será penalizada, según se dispone en el Artículo 168 del Código
Penal de Puerto Rico.
Los criterios que tiene que reunir toda persona para que pueda dar lugar a que se ordene por
un Tribunal tratamiento psiquiátrico compulsorio, sea en forma ambulatoria o mediante
hospitalización, son:
a) situaciones con el inminente peligro de que la persona se haga daño a sí misma, a otros o
a la propiedad y que la persona demuestre incapacidad para tomar decisiones o para
controlar su conducta.
27
Artículo 2.04.- Certificado de Adiestramiento Especializado en Aislamiento, Restricción y Terapia
Electroconvulsiva .-
Todo profesional de la salud mental facultado en esta Ley para ordenar una restricción,
aislamiento o terapia electroconvulsiva, deberá completar un adiestramiento sobre el uso y
aplicación de esta modalidad terapéutica, acreditado por el certificado correspondiente. Lo
dispuesto en este Artículo estará sujeto al reglamento que para estos efectos promulgue la
Administración.
Toda entidad proveedora de servicios hospitalarios de salud mental que emplee como
procedimientos terapéuticos la restricción, el aislamiento o la terapia electroconvulsiva, tendrá un
protocolo en el que incorporará las mejores prácticas y estándares en el tratamiento, para personas
con trastornos mentales o emocionales, según los parámetros establecidos por los organismos
médicos reguladores de estos procedimientos terapéuticos, y a tenor con lo requerido por la
Administración.
Siempre que la persona que reciba servicios de salud mental pueda comunicarse
racionalmente, el proveedor de servicios de salud mental le notificará por escrito y verbalmente, al
momento de la evaluación inicial o lo antes posible, luego de la misma, sobre el derecho que posee
de confidencialidad. Se le informará, además, que cualquier violación a las disposiciones que
protegen la confidencialidad es un delito, a tenor con las disposiciones del inciso (b) del Artículo
15.08 de esta Ley, y se le proveerá por escrito el procedimiento a seguir para informar en caso de
cualquier violación. La notificación requerida en este Artículo, será hecha al padre o madre con
patria potestad o custodia o a su tutor legal, en todos los casos en que los servicios de salud mental
sean provistos a un menor o incapacitado.
El profesional en salud mental designado por reglamento institucional para llevar a cabo la
notificación dispuesta en este Artículo, consignará en el expediente clínico el contenido de dicha
notificación, así como la fecha y hora en la cual se proveyó la misma, en un formulario provisto por
la Administración, el cual deberá ser firmado por la persona recipiente de dicha notificación, con el
28
fin de que ésta se entienda completada. El proveedor directo de servicios de salud mental, sea éste
individual o institucional, notificará al paciente, si éste tiene plan médico, que el proveedor
indirecto podrá acceder al expediente clínico para la verificación de prestación de servicios con el
fin de pagar los mismos. En el examen del expediente, el proveedor indirecto no accederá a las
notas del psicoterapeuta.
Las personas que reciban servicios de salud mental, podrán inspeccionar sus expedientes
clínicos, siempre que los profesionales de ciencias de la salud mental que presten servicios
ambulatorios en sus oficinas privadas, o el equipo inter o multidisciplinario dentro de una
institución, determine que la persona que los recibe se encuentra capacitada para interpretar
razonablemente la información; disponiéndose, que no se proveerá aquella información que
constituya riesgo para la persona que recibe los servicios y/o para terceros. Podrá tener además,
copia de la totalidad de su expediente, mediante petición escrita para ello y el pago de los derechos
correspondientes, quedando a discreción del profesional de salud mental y/o del equipo
interdisciplinario, por razones clínicas, la inclusión de las notas de psicoterapia, según definido en
esta Ley. La institución proveedora asignará un profesional de salud mental para explicar cualquier
asunto relacionado con la información contenida en el expediente clínico. Si a juicio de los
profesionales de ciencias de la salud mental que prestan servicios al paciente, éste no se encuentra
capacitado para recibir la totalidad de su expediente, le notificará tal determinación al paciente, a su
tutor o encargado; y si no lo tuviere, deberá solicitar al Tribunal de Primera Instancia la designación
del mismo. Además, el Tribunal de Primera Instancia pasará juicio sobre la determinación de la
negativa a entregar la totalidad del expediente y adoptará las medidas que estime pertinentes.
Disponiéndose que los profesionales de salud mental que presten servicios al paciente, no incurirán
en responsabilidad de naturaleza civil por su negativa a entregar la totalidad del expediente en
aquellos casos en donde medie la intervención del Tribunal.
Cualquier otra persona expresamente autorizada, según se dispone en esta Ley, por la
persona que recibe servicios de salud mental, por el Tribunal, o por el tutor legal de la misma, podrá
inspeccionar el expediente clínico dentro de la institución, obtener un resumen del expediente y
copia de aquel documento expresamente autorizado a ello, mediando el pago de los derechos
correspondientes, siempre que la reproducción de documentos no constituya la totalidad del
expediente, ni aquellas expresamente prohibidas por esta Ley.
El derecho de confidencialidad del paciente sólo podrá ser omitido en aquellos casos
expresamente contemplados por esta Ley.
El padre o madre con patria potestad o custodia, o el tutor legal del menor que recibe
servicios de salud mental, tendrá derecho a examinar, dentro de la institución, el expediente de
dicho menor, exclusivamente en lo relacionado al diagnóstico, severidad, pronóstico, plan de
tratamiento, medicamentos, recomendaciones a la familia, y la cantidad y tipos de terapias
ofrecidas. Cualquier otra información solicitada por estas personas, deberá tener la autorización
expresa del menor, si éste tiene catorce (14) años o más, o del Tribunal cuando el menor no autoriza
la inspección de la información solicitada o si el menor tiene trece (13) años o menos. Así también
podrá obtener copia o un resumen de ello, mediando una solicitud escrita a tales efectos y el pago
29
correspondiente de derechos. Cuando la persona que recibió servicios de salud mental haya
fallecido, cualquier petición presentada por un familiar, hasta el cuarto grado de consanguinidad o
afinidad, para inspeccionar u obtener copia de parte o de la totalidad del expediente, requerirá una
orden del Tribunal.
En todos los casos, y previo a toda inspección o copia del expediente, la institución
proveedora ofrecerá una orientación sobre las consecuencias posibles de la divulgación de la
información contenida en el expediente.
Todo informe que no constituya un expediente clínico y que contenga información directa o
indirecta sobre una persona que recibe o haya recibido servicios de salud mental, utilizará
codificaciones para referirse a la persona y no incluirá, ni en todo ni en parte, nombre o apodo
alguno. Este Artículo no impide la divulgación de la información en los casos que apliquen leyes
federales y estatales que provean protección a las personas que reciben servicios de salud mental.
(c) el nombre de la persona que consiente a la divulgación. Cuando no sea la persona que
recibe servicios de salud mental, deberá acompañarle una declaración en la que se establezca donde
emana la facultad de consentir;
30
(g) la fecha de expiración del consentimiento y cualquier condición o evento, que de ocurrir,
invalide el consentimiento otorgado;
La autorización expresa deberá constar en un documento escrito, el cual caducará no más tarde de
los doce (12) meses, después de la firma y fecha en la cual se prestó, sin menoscabo de que la fecha
de expiración sea por menos tiempo y al derecho del autorizante a revocarla en cualquier momento.
Toda institución proveedora de servicios del sistema de cuidado de salud mental, tendrá un
sistema de control de calidad de los servicios prestados, el cual recogerá y vigilará por mantener la
calidad de los mismos y el uso adecuado de los procedimientos administrados a los pacientes, según
las mejores prácticas, conforme a lo establecido en esta Ley. Este sistema vigilará, estudiará y
mantendrá informado al Director Médico y a la Facultad Médica de las instituciones, sobre todo en
lo relacionado al servicio y las prácticas que se implantan en el mismo. La Administración
especificará, mediante reglamento, el alcance de estos sistemas de calidad, compatibles con las
regulaciones federales para estas poblaciones.
31
Artículo 2.13(A).- Expediente Clínico Electrónico o Computarizado
Dadas las tendencias mundiales y las iniciativas federales hacia el manejo de la información de
salud en forma electrónica, todo proveedor de servicios de salud mental deberá establecer el
expediente clínico de sus pacientes, en forma electrónica o computadorizada, a partir del 1ro de
enero de 2010. En dicho caso, el expediente clínico electrónico o computadorizado deberá cumplir
con los siguientes requisitos:
(a) Incluirá toda la información que se requiere para el expediente clínico en papel.
(c) Estará bajo la custodia del director de la institución o personal designado por éste
o directamente del proveedor de los servicios de salud mental.
(d) Cumplirá con todos los requisitos de seguridad electrónica que exige la Ley
HIPAA y/o cualquier otra legislación federal o estatal cuyos requisitos sean
más estrictos que esta Ley.
(f) Para evitar que se limite el acceso del paciente a su información de salud mental
para tratamiento o para cualquier otro caso válido en ley, en la eventualidad
de cambio en la relación proveedor de sistemas de información electrónica
o /computadorizada, propietarios y proveedor de salud mental, y para
mantener los costos del expediente clínico de salud mental electrónico o
computadorizado lo más bajo posible, es necesario utilizar, hasta donde sea
posible, soluciones de fuente abierta o basadas en fuentes abiertas.
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(h) El programado del expediente clínico electrónico o computadorizado a utilizarse
deberá separar y restringir el acceso a la información de salud mental del
acceso a la información de salud general del paciente.
a) Las circunstancias bajo las cuales la persona fue evaluada o ingresada, según el caso:
b) La documentación requerida para su ingreso.
c) Los hallazgos clínicos de un profesional calificado que provea servicios de salud mental.
d) El diagnóstico o impresión diagnóstica.
e) El Plan Individualizado de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación.
f) Pronóstico y fecha estimada de alta.
g) Cualquier cambio que surja en su estado.
(h) Anotaciones que evidencien cualquier situación relativa al tratamiento y manejo de la
persona, contemporánea a la fecha en que se prestó el servicio.
(i) No se considerará parte del expediente clínico, las notas psicoterapéuticas.
El expediente clínico será propiedad de la persona que recibe servicios de salud mental y
según se dispone en el Artículo 2.08 de esta Ley, ésta podrá recibir copia de la totalidad del mismo
a tenor con las condiciones estipuladas en dicho Artículo 2.08. El expediente clínico estará bajo la
custodia de la institución proveedora y no será removido de la misma salvo por orden del Tribunal,
o por petición escrita y pago de los derechos correspondientes por la persona que recibe los
servicios de salud mental. El Director de la institución velará por la confidencialidad del mismo. A
tales efectos, la institución proveerá los recursos necesarios para establecer los mecanismos que
protejan la confidencialidad, divulgación y la información clínica contenida en el expediente contra
uso indebido, acceso no autorizado y alteración del mismo.
En el caso de que el paciente necesite su expediente por razones de mudanza a otro lugar
fuera de Puerto Rico, o decida cambiar otro servicio de prestación de salud, la institución deberá
facilitar al nuevo servidor de servicios, dichos expedientes, una vez el paciente lo haya autorizado
por escrito mediante el mecanismo de Autorización Expresa dispuesto en esta Ley
33
Artículo 2.14.- Deber de Guardar la Confidencialidad.-
La persona que recibe servicios de salud mental deberá ofrecer su autorización expresa,
según definido en esta Ley, para el envío de información mediante el uso del facsímil. Si la
accesibilidad de la información es mediante sistemas de computadora o electrónico, éste estará
protegido por códigos de seguridad o por cualquier otro sistema de seguridad aceptable, y según
dispuesto en el Artículo 2.13 (A) de esta Ley. El Administrador adoptará un reglamento para esos
fines. Tanto el remitente como el recipiente de la información cumplirá con el reglamento. Se
prohíbe, además, que se divulgue información sobre la persona con trastorno mental que haya sido
informada por un tercero y que pueda causar daño corporal o ponga en riesgo a ésta u otra persona.
La persona que recibe información confidencial queda mediante esta Ley prohibida de
divulgar la misma a terceros sin que medie la autorización expresa de la persona que recibe
servicios de salud mental.
Toda información confidencial. divulgada bajo los términos de esta Ley, estará acompañada
por una aseveración que indique que la información divulgada está protegida por las leyes y
reglamentos de confidencialidad aplicables, tanto Federales como Estatales, y que se prohíbe a la
persona que recibe la información que la divulgue a terceros.
Artículo 2.16.- Divulgación a Personal Autorizado del Sistema de Justicia Criminal y Juvenil.-
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Ningún proveedor de servicios de salud mental podrá requerir a quien reciba dichos
servicios, que lleve una tarjeta de identificación o cualquier otro objeto sobre su persona que lo
identifique como persona que recibe servicios de salud mental, mientras esté fuera de la Institución
proveedora de dichos servicios. Esta prohibición no tendrá efecto mientras la persona se encuentre
en los predios de la institución proveedora.
En caso de que la amenaza de daño a tercero sea comunicada a cualquier otra persona que le
preste servicios a un paciente de salud mental, éste lo comunicará de inmediato al médico,
psiquiatra, psicólogo, trabajador social, consejero profesional o cualquier otro profesional de la
salud a cargo de prestar los servicios de salud mental a la persona y así lo hará constar de manera
detallada en el expediente clínico.
Para que surja el deber de advertir, tanto el médico, el psiquiatra, el psicólogo, el trabajador
social, el consejero profesional o cualquier otro profesional de la salud, deberá:
35
En aquellas situaciones en las que el profesional entienda que la persona que profiere la
amenaza reúne los criterios para ser hospitalizado, iniciará los procedimientos para su
hospitalización voluntaria o involuntaria.
Todo agente de seguridad (policía estatal y municipal) que le haya sido notificado por un
profesional de salud mental, familiar o cualquier ciudadano del riesgo o amenaza de daño a sí
mismo, a otros o a la propiedad a ser ocasionados por un paciente de salud mental, deberá de
responder a la mayor brevedad posible para proteger las personas o propiedad envuelta.
Para que surja el deber de advertir, el médico, psiquiatra, psicólogo, trabajador social,
consejero profesional o cualquier otro profesional de la salud deberá:
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b) Señalar que al tomar en consideración los factores de riesgo asociados al suicidio o
automutilación, existe gran probabilidad de que el intento podría llevarse a cabo.
En aquellas situaciones en las que el profesional entienda que la persona que profiere la
intención de cometer suicidio o automutilación reúne los criterios para ser hospitalizado, iniciará los
procedimientos para su hospitalización voluntaria o involuntaria.
Todo agente de seguridad (policía estatal y municipal) que le haya sido notificado por un
profesional de salud mental, familiar o cualquier ciudadano, del riesgo o amenaza de daño a sí
mismo, a otros o a la propiedad, debe de responder a la mayor brevedad posible para proteger las
personas o propiedad envuelta.
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de salud mental, los agentes de la policía estatal y otras agentes de seguridad, vendrán obligados a
entregar sus armas al administrador de la institución, quien velará por su seguridad y los devolverá
a los agentes, una vez terminadas sus gestiones dentro de la institución.
Todas las normas y procedimientos relacionadas con la implantación de esta Ley deberán
ser revisadas anualmente. Dicho proceso será documentado y formará parte de los requisitos de
licenciamiento de toda institución proveedora
Cuando a una persona se le deniegue el ingreso, admisión, o sea notificado de que va a ser
trasladada, dada de alta, o que su estado habrá de cambiar y se oponga a ello, el director de la
institución le indicará el procedimiento a seguir. Este procedimiento incluirá lo siguiente:
a) Una vez notificada la persona o en el caso de un menor, su padre, madre con patria potestad
o custodia o el tutor legal, de la determinación, ésta tendrá derecho a solicitar al Director o
su representante, dentro de las veinticuatro (24) horas subsiguientes, una reconsideración
por escrito de la misma.
b) El Director o su representante evaluará y tomará una determinación dentro de doce (12)
horas siguientes recibidas a la petición escrita y comunicará su decisión al peticionario.
c) Si la persona no esta satisfecha con la determinación tomada por el Director o su
representante, podrá presentar una solicitud de revisión ante el Comité de Revisión de la
institución que ofrece servicios de salud mental.
38
establecido en el Artículo anterior. Una vez recibida la solicitud de revisión, el Comité abrirá un
expediente de los procedimientos y el mismo permanecerá como parte del expediente clínico de la
persona. El Comité tendrá dos (2) días laborables para llevar a cabo una vista de revisión. La parte
peticionaria o su representante tendrá derecho a ser oída y a presentar prueba en dicha vista. Dentro
de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la vista, el Comité someterá sus determinaciones de
hecho y conclusiones por escrito al peticionario o su representante y al director de la institución.
Cuando el peticionario no esté conforme, podrá presentar un recurso de interdicto en el Tribunal de
Primera Instancia.
Cuando cualquiera de los miembros del Comité de Revisión esté relacionado con la
situación a considerarse, deberá inhibirse de participar en la revisión del caso.
El Comité deberá conducir sus procedimientos, de manera que garantice una vista imparcial
y un debido proceso de ley.
Los miembros de la familia del adulto que recibe servicios de salud mental, serán tratados
con respeto y dignidad. Los familiares tendrán la oportunidad de proveer información a los
profesionales a cargo del tratamiento. Recibirán además, información educativa acerca de la
naturaleza de los trastornos, medicamentos y sus efectos secundarios, servicios de sostén
disponibles y grupos de apoyo, así como asistencia en estrategias para el manejo de crisis. Esta
información será suministrada por toda Institución proveedora.
Cuando un profesional de salud mental requiera la presencia de un familiar o del tutor legal
de un adulto, o del padre o madre con custodia o patria potestad o del tutor legal de un menor que
recibe servicios de salud mental, el familiar responderá inmediatamente. Cuando el familiar, o tutor
legal, se niegue a responder sin razón justificada, luego de haber sido debidamente citado en dos (2)
ocasiones consecutivas, y así conste en el expediente clínico de la persona que recibe servicios de
salud mental, el director de la institución proveedora, a petición del profesional de salud mental,
podrá recurrir al Tribunal de Primera Instancia para solicitar que se expida una orden de
comparecencia, so pena de desacato. Dicha orden, será diligenciada por un alguacil del Tribunal no
más tarde de las veinticuatro (24) horas siguientes a la fecha de su expedición. La institución
proveedora notificará al Tribunal de la comparecencia o la no comparecencia de la persona
ordenada. De no comparecer la persona citada, el Tribunal podrá imponer la orden de desacato, así
como cualquier otra medida aplicable.
Los derechos señalados en esta Ley deberán constar en un lugar visible en todas las
instituciones que provean servicios en salud mental y se entregará copia de estos derechos a las
personas que reciban servicios en virtud de la misma. Asimismo, se pondrán en un lugar visible las
responsabilidades de las personas que reciben los servicios de salud mental.
39
CAPITULO III.- CARTA DE DERECHOS DE ADULTOS QUE RECIBEN SERVICIOS DE
SALUD MENTAL
Las disposiciones de este Capítulo deben ser interpretadas de manera tal que se proteja y
promueva la dignidad del ser humano mediante el reconocimiento de los derechos esenciales para
su tratamiento y rehabilitación.
Todo adulto que recibe servicios de salud mental continuará disfrutando de sus derechos,
beneficios y de los privilegios garantizados por la Constitución de los Estados Unidos de América y
la Constitución de Puerto Rico y las Leyes estatales y federales, mientras esté recibiendo servicios
de evaluación o tratamiento y rehabilitación, así como durante el proceso de ingreso, traslado o alta
en cualquier institución proveedora.
Se presume que toda persona es competente mentalmente, salvo que medie una
determinación del tribunal disponiendo lo contrario. La determinación judicial de incapacidad bajo
el Artículo 703 del Código Civil de Puerto Rico, según enmendado, será distinta y separada del
procedimiento judicial para determinar si el adulto debe ser sujeto a un ingreso involuntario.
Se presumirá que toda persona con trastornos mentales o emocionales tiene el potencial de
recuperación o rehabilitación al recibir los servicios adecuados a su diagnóstico y severidad de los
síntomas y signos.
Los derechos establecidos por esta Ley para los adultos que reciban servicios de salud
mental le son aplicables a aquellos adultos cumpliendo sentencia o recluidos en instituciones
penales o de psiquiatría forense cuando los mismos no conflijan con las medidas de seguridad
propios de la institución.
El adulto que necesita, requiere y/o recibe servicios de salud mental tendrá derecho a:
a) recibir atención médica, psiquiátrica y psicológica en su fase preventiva, clínica,
recuperación y de rehabilitación para la protección de su salud y su bienestar general;
b) desempeñar una profesión, ocupación u oficio, conforme a sus conocimientos y
capacidad, considerando su trastorno mental y nivel de funcionamiento;
c) dentro de la disponibilidad de empleos existentes, poder solicitar y obtener empleo, libre
de discrimen por razón de trastorno mental, participar en talleres y recibir la orientación
y la ayuda técnica o profesional que le permita desarrollar su potencial;
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d) tener acceso a los beneficios y servicios públicos en las áreas de vivienda, bienestar
social, salud, alimentación, transportación, educación y empleo;
e) actuar de manera individual o colectiva en la búsqueda de soluciones a sus agravios y
problemas;
f) ser escuchado, atendido y consultado en todos los asuntos que afecten su condición y
progreso;
g) recibir servicios ambulatorios médico-hospitalarios, sin sufrir discrimen por razón de su
condición mental.
El adulto que necesita, requiere o recibe servicios de salud mental, será acreedor de los
siguientes derechos específicos:
Todo adulto tendrá acceso a los servicios de salud mental, a tono con las especializaciones y
sub-especializaciones por etapa de vida, género, trastorno, edad y nivel de cuidado, a tenor con su
diagnóstico y severidad de los síntomas y signos. Los servicios de tratamiento deben proveerse en
un orden continuado y de acuerdo al nivel de intensidad, según la severidad de los síntomas y
signos, para lograr la recuperación en un nivel de funcionamiento razonable. A tales efectos, los
adultos que reciben servicios de salud mental no serán objeto de discrimen ni prejuicio y tendrán
acceso a dichos servicios, sin distinción del diagnóstico y severidad de su trastorno mental, excepto
según se disponga en esta Ley. Este derecho no podrá ser limitado por la existencia de alguna
condición o impedimento físico. No existirá distinción entre un trastorno mental y cualquier otra
condición médica, en términos de acceso de la persona a los servicios que necesite, excepto según
se disponga en esta Ley.
Ningún proveedor indirecto podrá imponer sus criterios médicos en el pago de servicios de
salud mental que hayan sido determinados como necesarios por los profesionales de salud mental,
médicos psiquiatras y otros debidamente cualificados para dichos propósitos, que estén a cargo del
cuidado del paciente.
También tendrá derecho a recibir los servicios de farmacoterapia, todo tipo de terapia acorde
con los estándares aceptados en la práctica de la psiquiatría y psicología, incluyendo, pero sin
limitarse, a la psicoterapia, servicios de apoyo y otros congruentes con su diagnóstico y la severidad
de los síntomas y signos, a tenor con los parámetros clínicos óptimos.
41
Se dispone el acceso a los servicios de ambulancias por medio del Sistema 911 y/o de
Emergencias Médicas, ya sea servicio estatal y/o utilizando el plan médico, cuando ocurra una
emergencia a una persona que padece un trastorno mental. Dicho servicio se prestará sin discrimen,
ni prejuicio a las personas que padecen trastornos mentales. Este servicio se proveerá a partir de la
solicitud de un profesional de la salud mental o de la persona misma o de cualquier ciudadano que
considere que la situación sea potencialmente peligrosa para la vida de una persona y/o la
propiedad.
Todo adulto que recibe los servicios de salud mental tiene derecho a no ser identificado
como paciente, ni como ex-paciente, excepto cuando la persona así lo solicite o lo autorice bajo el
procedimiento establecido para ello en esta Ley.
Todo adulto que solicite servicios de salud mental, tiene derecho a recibir notificación al
momento de la admisión o ingreso a una institución proveedora, o lo antes posible luego del mismo,
sobre los derechos garantizados por esta Ley.
A esos fines y en conformidad con el Artículo 2.07 de esta Ley, el director de la institución
o su representante orientará al adulto que reciba servicios de salud mental, a la persona designada
por éste o a su tutor legal, en el caso de aquellos declarados mentalmente incompetentes por el
tribunal. En los casos de adultos que soliciten servicios voluntariamente, el director de la institución
o su representante, deberá expresamente informarle de su derecho a ser dado de alta de la
institución, dentro del término más corto posible. Si el adulto ha sido ingresado de forma voluntaria,
se le entregará a éste, a su tutor legal, familiar o cualquier otra persona designada por el adulto que
recibe servicios en salud mental, un formulario de petición de alta.
Además, se le entregará por escrito las normas de funcionamiento institucional, entre las
cuales se incluirán los procedimientos para tomar la decisión de ubicación, la revisión de dicha
ubicación y el procedimiento de quejas y querellas. Además, durante el proceso de ingreso o
admisión, se le presentará una explicación detallada de cualesquiera limitaciones que pudiera sufrir
durante el período de su hospitalización y de la obligación de que las mismas sean el resultado de
una determinación médica justificada, considerada por el Equipo Interdisciplinario y consignada en
el expediente clínico. También se notificará sobre las limitaciones admisibles al familiar más
cercano, al tutor legal o a su abogado si lo tuviese.
42
No aplicará limitación alguna entre un adulto, su representante, tutor legal, su abogado o el
tribunal, o entre el adulto y otro individuo, cuando la comunicación trate sobre asuntos relacionados
a procedimientos administrativos o judiciales.
El adulto que reciba los servicios, participará en la formulación y revisión del plan hasta el
grado en que sea posible dicha participación. Además, se requerirá la participación del familiar más
cercano. El manejador de casos será responsable de dar seguimiento a la implantación del Plan
Individualizado de Tratamiento Recuperación y Rehabilitación, inter o multidisciplinario. El
expediente clínico deberá contener la firma de todos los profesionales que participen en la
elaboración del plan y del adulto o del familiar que le representen en la confección del mismo.
Todo adulto tendrá derecho a conocer todo lo relativo a los servicios o tratamientos
propuestos en su Plan Individualizado de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación inter o
multidisciplinario de salud mental antes de consentir al mismo. Siempre que un adulto reciba
servicios de salud mental, indistintamente del nivel de cuidado, deberá obtenerse el consentimiento
informado de éste, o de su tutor legal en el caso de un adulto que haya sido declarado incapacitado
judicialmente. La información y orientación deberá ser ofrecida en un lenguaje y tono que la
persona pueda entender.
El mínimo de información requerida que debe recibir el adulto para que su consentimiento
se considere informado será el siguiente:
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Cualquier adulto que reciba servicios en una institución proveedora podrá, por sí o por su
tutor legal, ejercer el derecho de negarse a recibir cualquier tipo de servicios, dentro de su Plan de
Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación. Esta negativa se extiende a medicamentos y a
cualquier otro tipo de servicios, dentro de su Plan de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación.
Si el adulto se rehúsa a recibir tales servicios, los mismos no le serán prestados; no obstante, ello
será consignado en el expediente clínico.
Bajo ninguna circunstancia, se emitirá una orden para recibir o negar un servicio o para
administrar medicamentos, como medida de castigo o como condición para que el adulto sea dado
de alta.
Todo adulto que reciba servicios en una institución proveedora y luego de estar ingresado,
tendrá derecho a comunicarse en privado, sin censura y sin impedimento, con las personas de su
selección. Esta comunicación podrá llevarse a cabo por vía telefónica, por correo o mediante visitas,
según se describen a continuación:
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(3) Visitas - El Director de la institución proveedora, será responsable de garantizar la
existencia de un lugar adecuado para que los adultos sujetos a hospitalización puedan recibir visitas.
A esos fines hará público el horario y lugar para las mismas.
Todo adulto que reciba servicios de salud mental en una institución proveedora, podrá
poseer, usar y mantener en un lugar asignado y seguro provisto para ello, sus efectos personales. La
posesión y uso de cierta clase de propiedad personal podrá ser limitada por el director de la
institución proveedora o su representante cuando sea necesario para proteger al adulto y a otros de
daños físicos. Cuando el adulto sea dado de alta, toda su propiedad personal le será devuelta.
Todo adulto tendrá derecho a manejar sus bienes, incluyendo sus pertenencias de valor
mientras reciba servicios en una institución de salud mental. La institución hospitalaria o residencial
proveedora de servicios establecerá aquellas normas y procedimientos necesarios, de acuerdo con el
reglamento que para tales efectos promulgue la Administración, para asegurar que el dinero de los
adultos que reciben servicios en la misma estén protegidos contra hurto, pérdida o apropiación
ilegal. A esos efectos, las normas y procedimientos deberán incluir lo siguiente:
(1) cualquier persona que reciba servicios en estas instituciones podrá usar su dinero según
tenga a bien disponer. No obstante, no podrá disponer de su dinero un adulto a quien por orden del
tribunal se le haya prohibido;
(2) no se designará al personal del hospital o institución residencial para recibir dinero por
concepto de seguro social, pensiones, anualidad, fideicomisos o cualquier forma directa de pago o
asistencia de los adultos ingresados en instituciones proveedoras de servicios de salud mental, salvo
en aquellos casos en que mediante orden del tribunal se designe al personal como custodio de dicho
45
dinero, además, podrá ocurrir una designación en virtud de una ley o reglamento relativa a la
disposición de derechos por seguro social, pensión o cualquier otro beneficio; y
Se dispone a manera de excepción, que se podrá requerir del adulto llevar a cabo labores o
tareas de mantenimiento de su habitación y cualquier otra que sean parte de su Plan de Tratamiento,
Recuperación y Rehabilitación sin que medie compensación alguna. La asignación de estas tareas o
labores serán consignadas en el expediente clínico como parte del Plan de Tratamiento,
Recuperación y Rehabilitación.
Dichas labores no podrán atentar contra la dignidad e integridad física del participante del
programa de que se trate, ni podrán estar en contravención de la cláusula constitucional que prohíbe
la servidumbre involuntaria.
Todo adulto podrá, por sí o por su tutor legal, ejercer su derecho a presentar quejas o
querellas con relación a la violación de los derechos descritos en esta Ley. La institución
proveedora tendrá el deber de advertir al adulto que recibe servicios de salud mental y a su tutor
legal el derecho que posee de que su queja o querella sea dilucidada en un procedimiento imparcial
y de manera justa y expedita. Cuando el peticionario no esté conforme con la determinación, podrá
acudir ante el Tribunal de Primera Instancia.
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Toda querella será atendida y dilucidada dentro del término de treinta (30) días a partir de su
debida presentación. Se notificará por escrito sobre la determinación final de la querella al adulto o
a su tutor legal, aún cuando éste haya sido dado de alta.
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(m) Investigaciones Científicas:
Cualquier petición para llevar a cabo una investigación científica, relacionada con el adulto
que recibe servicios de salud mental en instituciones públicas o privadas, será dirigida al
Administrador y al director de la institución proveedora de estos servicios respectivamente, quienes
solicitarán la aprobación del Comité Evaluador de Propuestas de Investigación de la institución que
solicite, para luego evaluar las propuestas sometidas para investigación, de acuerdo a su
recomendación. Lo anterior se hará a tenor con los estándares establecidos por el Gobierno Federal
y Estatal, para los procesos de investigación científica. El comité emitirá su recomendación dentro
de los quince (15) días siguientes al recibo de la misma. Posteriormente, el Administrador o el
director de la institución proveedora notificará a la parte interesada su determinación sobre la
investigación.
Ningún adulto será sometido a investigaciones científicas sin antes haberse obtenido su
autorización o la de su tutor legal, según fuera el caso, con un consentimiento informado escrito y
legalmente efectivo.
(n) Lenguaje:
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Todo adulto que recibe servicios de salud mental, tiene derecho de conocer y de ser
informado de todo lo relacionado a su evaluación, tratamiento, recuperación y rehabilitación, por lo
cual, cuando se requiera dar una explicación al adulto que recibe servicios de salud mental y éste no
conozca ni entienda el lenguaje en el cual se le ofrece, la institución proveedora tendrá la obligación
de proveerle al adulto, o a su tutor legal, el traductor o intérprete necesario para lograr una
comunicación efectiva. Esta disposición incluye los casos en que la limitación sea de carácter
auditivo o de habla. Para fines de esta disposición, no están prohibidos de servir como intérpretes
los familiares de la persona a recibir servicios de salud mental, siempre y cuando el adulto así lo
determine. Toda documentación escrita que sea suministrada al adulto, deberá estar expresada en el
lenguaje entendido por éste, se hará lo posible para que haya una comunicación efectiva. En los
casos en que el adulto tenga limitaciones de tipo visual, la institución tendrá la obligación de
advertirle de su derecho a que los documentos le sean leídos en voz alta por una persona de su
elección, quien además firmará todos y cada uno de los documentos que a ruego del adulto haya
leído y que así sea determinado por el adulto. Todo lo dispuesto en este artículo deberá ser
consignado en el expediente clínico del adulto que recibe servicios de salud mental.
Toda persona mientras atraviese por una emergencia psiquiátrica tendrá derecho a
transportación en un vehículo adecuado, incluyendo ambulancias que estén certificadas por la
Comisión de Servicio Público y el Departamento de Salud, para ser trasladado a la instalación
donde recibirá tratamiento.
En el caso que la persona disponga de recursos económicos, tales como una cubierta de
salud para sufragar los gastos de transportación, en casos de emergencias médicas, éstos deberán ser
costeados por su cubierta. En el caso de que aquellas personas que reciban servicios o
intervenciones de salud mental bajo la Reforma de Salud, la entidad contratada para manejar y
coordinar los servicios de salud será responsable de cubrir los gastos de transportación en casos de
emergencias médicas. No podrá transportar ningún paciente de salud mental en un vehículo de la
49
Policía de Puerto Rico, a menos que se trate de una situación donde haya habido una comisión de
delito, en cuyo caso el policía que intervenga responderá en conformidad a la ley. Cuando el
ingreso de un paciente sea ordenado por el Tribunal, éste tomará las provisiones necesarias para la
transportación del paciente conforme a lo dispuesto.
Toda persona adulta que, por razón de consanguinidad o por obligación moral, ya sea
porque se haya beneficiado económicamente, obtuvo beneficio de cualquier tipo de la persona que
padece de trastornos mentales, o que necesita o recibe servicios de salud mental, estará obligado a
proveer el apoyo necesario y procurará que la persona con trastorno mental pueda participar en los
servicios que propenda a su recuperación, de acuerdo a su nivel de capacidad.
Todo adulto ingresado de forma involuntaria tendrá derecho a estar representado por un
abogado. Si la persona es indigente y no ha podido contratar un abogado, el tribunal le designará
uno para que le represente en la vista.
(t) Responsabilidad de las Personas que Reciben Servicios de Salud Mental en Puerto Rico:
Se establece que las personas que reciben servicios de salud mental deben cumplir con las
siguientes responsabilidades:
Los servicios de salud mental serán provistos en el nivel de cuidado de mayor autonomía y
terapéuticamente más efectivo dentro del concepto del sistema de cuidado de salud mental, de
acuerdo al diagnóstico y a la severidad de los síntomas y signos de la persona al momento de ser
50
evaluado. En cualquier nivel de tratamiento, se puede requerir el uso de medicamentos, de acuerdo
al diagnóstico y la severidad de los síntomas y signos de la persona al momento de ser evaluado.
Los niveles de cuidado de salud mental incluyen servicios que van desde los más intensivos,
como el Hospital Psiquiátrico, hasta los de mayor autonomía como los servicios ambulatorios.
Todo adulto que empiece a recibir, voluntaria o involuntariamente, servicios de salud mental
en una sala de emergencia, recibirá dentro de las primeras veinticuatro (24) horas, los siguientes
servicios, entre otros:
a) historial médico;
b) un examen físico;
(c) análisis de laboratorios cuando sean necesarios para descartar condiciones fisiológicas u
orgánicas como parte de un diagnóstico diferencial;
(d) una evaluación psiquiátrica por un psiquiatra o en su ausencia por un médico luego de
consultar vía telefónica con un psiquiatra; en el último caso, el psiquiatra tendrá veinticuatro
(24) horas para consignar en el expediente clínico su decisión y cumplimentar la
correspondiente certificación al Tribunal en los casos de ingreso involuntario;
51
(e) una evaluación psicológica, si es clínicamente indicada;
(f) una evaluación social;
(g) un diagnóstico psiquiátrico en sus cinco (5) ejes según el DSM-IV-TR o según el manual
clínico vigente al momento;
(h) un plan de tratamiento inicial
(i) disposición final, o sea, después que esté estabilizado, referir al nivel de cuidado
correspondiente de acuerdo al diagnóstico y la severidad del cuadro clínico que presenta al
momento y no se puede estabilizar, se procederá a hospitalizar;
Los resultados de las evaluaciones, análisis y exámenes se utilizarán para determinar el plan
de tratamiento individualizado, y dependiendo de la respuesta clínica, determinar el nivel de
cuidado correspondiente a la severidad de los síntomas y signos para determinar el plan de alta de
mayor autonomía para el adulto. Este Plan será formulado por escrito dentro de las primeras
veinticuatro (24) horas siguientes al comienzo de la hospitalización del adulto y revisados
semanalmente por el equipo interdisciplinario hasta que la persona sea dada de alta de la
hospitalización. Si la hospitalización ocurre en un fin de semana o día feriado, el periodo de
veinticuatro (24) horas comenzará desde el próximo día laborable.
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Todo profesional de salud mental facultado para ordenar, administrar u observar la
restricción, deberá completar un adiestramiento sobre el uso y aplicación de este procedimiento
terapéutico para adultos. Lo dispuesto en este Artículo estará sujeto al reglamento que para estos
efectos promulgue la Administración. La restricción se llevará a cabo cuando medie una orden
escrita de un psiquiatra a estos efectos, quien luego de haber observado personalmente al adulto,
quede clínicamente convencido que el uso de la restricción es necesaria. El examen incluirá una
evaluación de la condición física y el estado mental del adulto. Será obligatorio consignar la orden
de restricción en el expediente clínico y en ella se especificarán los datos, observaciones, propósito
para su uso, tiempo y cualquier otra evidencia pertinente que fundamente su uso.
Se notificará a la mayor brevedad posible al familiar más cercano o su tutor legal, según sea
el caso, sobre la medida de restricción utilizada. Será mandatorio realizar a la mayor brevedad
posible una revisión del uso de la medida de restricción, registrada en minutas, por la Facultad de
Salud Mental y el Director Clínico sobre las razones que fundamentaron el uso de esta medida, con
el propósito de establecer la responsabilidad médico-profesional de los miembros del equipo.
Ninguna orden de restricción será válida por más de doce (12) horas, después de su emisión.
La restricción que en virtud de dicha orden se aplique, no se extenderá por más de cuatro (4) horas,
al cabo de las cuales el psiquiatra llevará a cabo una nueva evaluación. Si como resultado de la
evaluación se requiere continuar con la restricción, el psiquiatra expedirá una nueva orden, que será
consignada en el expediente clínico.
En caso de emergencia que requiera el uso inmediato de esta medida y el psiquiatra no esté
disponible, ésta podrá ser temporeramente iniciada por un médico o enfermero (a) graduado (a) o
un miembro del equipo inter o multidisciplinario debidamente adiestrado y certificado en esta
modalidad, luego de consultar por vía telefónica a un psiquiatra y habiendo observado
personalmente a la persona quede clínicamente convencido de que el uso de la restricción está
indicado para prevenir que el adulto se cause daño físico a sí mismo, a otros o a la propiedad. Una
vez el psiquiatra esté disponible, efectuará la evaluación para consignar la orden por escrito en el
expediente, lo más pronto posible, pero en ningún caso más tarde de las cuatro (4) horas siguientes
al empleo inicial de la restricción de emergencia. Se consignará en el expediente clínico, la
necesidad de la orden de restricción. Si luego de localizar al psiquiatra, éste no autoriza continuar
con la restricción, la misma finalizará de inmediato. El psiquiatra que ordena una restricción deberá
informar al Director Médico y al equipo inter o multidisciplinario por escrito sobre el uso de la
misma inmediatamente. Se asignará un enfermero graduado, adiestrado y certificado en esta
modalidad para que observe al adulto, por los menos cada quince (15) minutos, sin menoscabar su
derecho a la intimidad, y consigne sus observaciones en el expediente clínico de manera legible,
detallada, clara y precisa.
La orden de restricción de hasta cuatro (4) horas podrá ser empleada durante todo o parte de
un período de doce (12) horas. Tal período empezará a contar desde el momento en que se emitió la
orden de restricción. Una vez empleada esta modalidad, ésta será removida tan pronto como la
misma resulte clínicamente innecesaria. La restricción será removida cada dos (2) horas, por no
menos de quince (15) minutos, a menos que tal remoción sea clínicamente contraindicada.
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Una vez empleada la restricción dentro de un período de doce (12) horas, ésta no será
utilizada nuevamente en el mismo adulto durante los próximos dos (2) días calendarios, salvo que
medie una orden justificada por una re-evaluación del psiquiatra y con la autorización previa del
Director Médico de la institución hospitalaria.
El Director Médico revisará todas las órdenes de restricción diariamente e investigará las
razones consignadas para las mismas. Además, mantendrá un registro de las restricciones utilizadas
y rendirá un informe anual a la Administración.
El aislamiento será empleado únicamente como medida terapéutica, para evitar que el adulto
se cause daño a sí mismo, a otros o a la propiedad. Su uso se limitará a las instituciones
hospitalarias y a los centros de salud mental que tengan unidades de cuidado agudo. En ningún
momento el aislamiento será utilizado como castigo, medida disciplinaria o para conveniencia del
personal de la institución.
El aislamiento será empleado únicamente por orden escrita de un psiquiatra, quien luego de
examinar personalmente al adulto, quede clínicamente convencido de que la aplicación del
aislamiento es la alternativa indicada. El examen incluirá una evaluación del estado mental y la
condición física del adulto.
En casos de emergencia que requiera el uso inmediato de esta medida y el psiquiatra no esté
disponible, ésta podrá ser temporeramente iniciada por un médico o enfermero (a) graduado (a) o
por un miembro del equipo inter o multi disciplinario, debidamente adiestrado y certificado en esta
modalidad, luego de consultar por vía telefónica a un psiquiatra y habiendo observado
personalmente al paciente, quede clínicamente convencido de que el uso del aislamiento está
indicado para prevenir que el adulto se cause daño físico a sí mismo, a otros, o a la propiedad. Una
vez el psiquiatra esté disponible, afectuará la evaluación para consignar la orden por escrito en el
expediente, lo más pronto posible, pero en ningún caso más tarde de las doce (12) horas siguientes
al empleo del aislamiento de emergencia.
54
orden del psiquiatra, luego de evaluar directamente a la persona. El psiquiatra que ordene el
aislamiento notificará inmediatamente y por escrito al director de la institución y al equipo inter o
multidisciplinario sobre la aplicación del mismo.
El aislamiento será empleado durante un periodo no mayor de ocho (8) horas, contadas a
partir del comienzo del mismo. Una vez se haya empleado el aislamiento por dicho periodo, no se
utilizará nuevamente en el mismo adulto, durante los próximos dos (2) días calendario. Lo
dispuesto en este Artículo estará sujeto al reglamento y a los requisitos de licenciamiento de
instituciones proveedoras de salud mental que para tales efectos promulgue la Administración.
Será mandatorio realizar a la mayor brevedad posible una revisión del uso del aislamiento
terapéutico registrado en minutas por la Facultad de Salud Mental y el Director Médico, sobre las
razones que fundamentaron el uso de esta medida, con el propósito de establecer la auditabilidad
profesional de los miembros del equipo.
La institución establecerá por escrito un protocolo para el uso del aislamiento terapéutico de
acuerdo con las disposiciones contenidas en este Artículo.
En el caso de que este tratamiento sea indicado para el adulto, pero que por su condición no
pueda consentir, y no tenga tutor asignado legalmente, será necesario celebrar una vista para que el
Tribunal determine si procede o no el tratamiento y emita una orden a dichos efectos. Dicha vista
será celebrada sumariamente en el Tribunal más cercano a la institución, la cual será celebrada
dentro de las (8) ocho horas siguientes a la petición, cuando se establezca bajo juramento que el no
ofrecer esta modalidad de tratamiento podrá resultar en daño inminente a la persona que recibe
servicios de salud mental.
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recomendaciones al Director Médico sobre el mismo. Todo adulto tendrá el derecho a rehusar este
tratamiento por escrito en cualquier momento, inclusive, después de haber aceptado el mismo.
Toda entidad proveedora de servicios en salud mental, que ofrezca la modalidad de terapia
electroconvulsiva, tendrá un protocolo que incorpore los estándares aceptados por la “American
Psychiatric Association” (APA) y las entidades que regulan la administración de dicha terapia,
además del reglamento que para estos efectos promulgue la Administración. Dicho protocolo será
revisado según y coetáneo a la revisión de la “American Psychiatric Association” (APA). Será
responsabilidad de la entidad proveedora de servicios de salud mental mantenerse actualizada sobre
los adelantos científicos que puedan alterar los procedimientos o administración de esta modalidad
de tratamiento
Toda persona de dieciocho (18) años o mayor, podrá solicitar su Ingreso Voluntario a un
servicio de salud mental, cuando a tales efectos firme una petición y el psiquiatra, previa evaluación
y discusión del caso con el equipo inter o multidisciplinario determine que tal adulto debe ser
ingresado.
La petición escrita de admisión deberá contener además, una declaración simple y sin
tecnicismos, que indique que el adulto entiende que tiene derecho a ser dado de alta dentro del
término más corto posible, excepto en aquellos casos en que durante dicho término se presente en el
tribunal una petición acompañada por un certificado que establezca que el adulto debe ser sujeto a
un ingreso involuntario.
Dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a la petición de alta, el adulto será evaluado
por un psiquiatra en consulta con el equipo inter o multidisciplinario, quienes determinarán si el
adulto constituye peligro para sí, para otros o para propiedad alguna, como indicador de trastorno
mental. De no ocurrir dicha evaluación, el adulto será dado de alta de inmediato. Si como resultado
de la petición de alta, y luego de la evaluación, el psiquiatra en consulta con el equipo inter o
multidisciplinario, determina que el adulto constituye peligro, se procederá a solicitar una Orden de
Ingreso Involuntario, que no excederá el término de quince (15) días y el cambio de status de
ingreso voluntario a involuntario, dentro de las próximas veinticuatro (24) horas. Mientras ocurra
este proceso, el adulto continuará hospitalizado. Se continuará con los procedimientos de ingreso
involuntario dispuestos en esta Ley.
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escrito del adulto para confirmar el servicio hospitalario. Este proceso continuará cada (10) diez
días a partir de la primera revisión mientras dure su hospitalización.
En los casos en que según el mejor juicio del psiquiatra y en consulta con el equipo inter o
multidisciplinario, determinen que el adulto representa un riesgo inmediato de peligro para sí, para
otros y para la propiedad y éste no dé su consentimiento para continuar recibiendo servicios de
tratamiento, se le solicitará al tribunal una Petición de Orden de Ingreso Involuntario, que no
excederá el término de quince (15) días y el cambio de status del adulto de voluntario a
involuntario.
No obstante, el Tribunal tendrá autoridad para modificar una orden de tratamiento en otro
nivel de cuidado, si el adulto sujeto a la orden, no cumple con la misma o si los profesionales de
salud mental determinan que la respuesta al tratamiento no es la adecuada, según la condición.
Previo a la modificación de la orden, el Tribunal recibirá un informe del director del servicio o nivel
de cuidado, especificando las razones por las cuales la orden debe ser modificada. El tribunal
ordenará la celebración de una vista, para la cual el adulto será notificado y tendrá la oportunidad de
expresarse cuando se esté reconsiderando la orden de tratamiento compulsorio. El adulto deberá
estar acompañado de un representante legal para la celebración de la vista.
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compulsoria en el nivel de tratamiento de menor intensidad y de mayor autonomía, so pena de
incurrir en un desacato al tribunal, de no asistir al mismo. La institución que tenga a cargo la
administración del tratamiento compulsorio, vendrá obligada a informar al tribunal sobre la
comparecencia y el progreso del tratamiento o evolución de la condición clínica. Los informes serán
sometidos al tribunal trimestralmente, hasta que la situación de la persona por sus síntomas y signos
lo justifiquen, y este informe pueda mover al tribunal a tomar una determinación de que la persona
no representa un riesgo para sí, para otros y la propiedad.
Todo adulto que reúna los criterios necesarios para recibir servicios de salud mental, pero
que no consienta o no esté capacitado para consentir a tales servicios, será evaluado para que se
determine su ingreso de forma involuntaria a una institución proveedora. Dicha evaluación
requerirá la intervención del tribunal. El tribunal ordenará una evaluación directa por un psiquiatra
y en consulta con el equipo inter o multidisciplinario, que determinará si el adulto debe recibir
tratamiento, recuperación y rehabilitación para su trastorno mental.
Ninguna persona será ingresada de forma involuntaria, a menos que mediante prueba clara y
convincente, que a satisfacción del tribunal evidencie que representan un riesgo inmediato para sí,
para otros o la propiedad y la necesidad de tal ingreso.
El tribunal podrá conceder tal petición, siempre que la petición juramentada contenga y
fundamente lo siguiente:
a) las razones detalladas que den base para aseverar que el adulto debe ser ingresado de
forma involuntaria, incluyendo una descripción de los actos o peligros significativos que
sustenten dicha aseveración, así como el lugar y fecha en que los actos ocurrieron, con
los nombres, dirección exacta, número de teléfono y datos personales de los testigos de
los hechos, si algunos;
b) el nombre y dirección del cónyuge, el tutor legal o el familiar más cercano; y si no
hubiere ninguno de éstos, el nombre o la dirección de cualquier otra persona, entidad o
institución interesada en el adulto sujeto a evaluación para ingreso involuntario. Si el
peticionario no pudiese suplir los nombres y las direcciones correspondientes, deberá
indicar las gestiones que fueron hechas para obtener esta información y los pasos
específicos que se siguieron aún cuando hubieren sido infructuosos; y
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c) la relación entre el peticionario y el adulto sujeto a ingreso involuntario, así como una
declaración del peticionario, sobre si tiene o no algún tipo de interés con dicho adulto,
tal como sería el caso, pero no limitado a, algún interés económico o litigioso, ya sea de
naturaleza civil o criminal.
Una vez presentados los requisitos antes mencionados y evaluados los méritos de la
petición, el tribunal podrá expedir una Orden de Detención Temporera, por un término no mayor de
veinticuatro (24) horas.
Una vez el adulto llegue a la institución proveedora, podrá ser mantenido bajo observación.
Se le evaluará y se le dará el tratamiento indicado, según la severidad de los síntomas y signos en el
momento por un período que no excederá las veinticuatro (24) horas. Esta Orden quedará sin efecto
dentro de los tres (3) días naturales a partir de su expedición.
Artículo 4.14.- Petición de Ingreso Involuntario por un Máximo de Quince (15) Días.-
Toda Petición de Ingreso Involuntario por un máximo de quince (15) días, deberá ser
radicada en el tribunal, dentro de las veinticuatro (24) horas dispuestas en la Orden de Detención
Temporera, previamente emitida por el tribunal. La misma deberá ir acompañada por un Certificado
del psiquiatra, que se conocerá como la Primera Certificación y la cual establecerá que el adulto
reúne los criterios para ingreso involuntario y hospitalización de inmediato en una institución
hospitalaria o a cualquier otra institución proveedora, para recibir tratamiento. Dicha Primera
Certificación establecerá:
a) que el psiquiatra, en consulta con el equipo inter o multidisciplinario evaluaron al adulto
dentro de las veinticuatro (24) horas previas a la presentación de la Petición de Ingreso;
b) las observaciones y la determinación del psiquiatra en consulta con el equipo inter o
multidisciplinario, a los efectos de que el adulto reúne los criterios de ingreso, según
establecidos en esta Ley;
c) evidencia de que se le ha entregado copia al adulto de los derechos establecidos en esta
Ley; y
d) los nombres y datos profesionales de los integrantes del equipo inter o multidisciplinario
interventor.
Una vez recibida la Primera Certificación, el tribunal expedirá una Orden de Ingreso
Involuntario que no excederá el término de quince (15) días y sujeto a lo que se dispone más
59
adelante, la cual se conocerá como Orden de Ingreso Involuntario por quince (15) días. Al expedir
la orden, el tribunal señalará una vista de seguimiento dentro de los próximos cinco (5) días
laborables, con el propósito de evaluar la continuación o cese del Ingreso Involuntario. El tribunal
deberá informar la fecha, hora y lugar de la vista al adulto, a su familiar más cercano o a su tutor
legal, si lo tuviere.
Cuando sea necesario, el tribunal podrá ordenar una extensión de la hospitalización, que no
excederá el término de quince (15) días adicionales. A tales efectos, el Director de la institución de
salud mental o su representante, a instancia propia o a petición de un familiar o tutor legal de la
persona, presentará en el tribunal una Petición de Orden de Extensión de Ingreso Involuntario.
Dicha petición estará acompañada por una Segunda Certificación, emitida por un psiquiatra, en
conjunto con el equipo inter o multidisciplinario. En aquellos casos en que el adulto esté recibiendo
servicios de desintoxicación, esta Segunda Certificación podrá ser emitida por un médico, en
conjunto con un equipo inter o multdisciplinario. La petición deberá ser presentada al tribunal hasta
tres (3) días antes de finalizar el período inicial de quince (15) días. Dentro de las cuarenta y ocho
(48) horas siguientes a la presentación de la Petición de Orden de Extensión Ingreso Involuntario, el
tribunal, previa celebración de vistas, determinará si procede el segundo período de hospitalización
así solicitado. Mientras ocurre este proceso, el adulto se mantendrá hospitalizado.
60
d) una identificación y tramitación por parte del manejador de casos, de los recursos para
ubicar al paciente en el nivel de cuidado necesario y conveniente para su condición, una
vez que se haya cumplido con los propósitos en el hospital del tratamiento.
e) un Plan de Egreso trabajado por el psiquiatra en consulta con el equipo terapéutico para
que el manejador de casos le dé seguimiento, copia del cual se le entregará al paciente o
al tutor legal, si lo tuviere;
f) el nombre y circunstancias profesionales del equipo inter o multidisciplinario que
interviene en la certificación.
De haber transcurrido el término inicial de quince (15) días sin que se haya presentado en
tiempo ante el tribunal la petición de Extensión de la Orden de Ingreso Involuntario con la
certificación correspondiente, la institución procederá a otorgar el alta inmediata del adulto y así lo
notificará al Tribunal.
Cualquier adulto que haya sido ingresado de manera involuntaria en una institución
proveedora mediante orden del tribunal, podrá radicar una petición al tribunal para que sea dado de
alta. La petición de alta podrá ser presentada por el adulto sujeto a ingreso involuntario, o por un
familiar, tutor legal o representante de éste. La petición incluirá:
a) nombre de la persona;
b) copia de la orden u órdenes de Ingreso Involuntario emitidas por el tribunal;
c) exposición o justificación para la petición de alta.
Cuando se radique una Petición de Alta, el Tribunal deberá señalar una vista dentro de los
próximos cinco (5) días siguientes a la radicación. El Tribunal indicará la fecha, hora y lugar en
donde se habrá de celebrar la vista, enviando copia al adulto peticionario, a su abogado, a su tutor y
al Director de la institución proveedora.
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En los casos en que el Tribunal estime necesario, podrá ordenar la transportación del adulto
a la institución hospitalaria en un vehículo adecuado a la condición de la persona, dependiendo de la
severidad de los síntomas y signos en el momento, en una ambulancia estatal, municipal o privada.
El seguro de salud asumirá el costo de dichos servicios en el caso de aquellas personas que reciban
servicios de salud mental bajo la Reforma de Salud.
Antes de la adjudicación del caso en que se está ventilando el Ingreso Involuntario, el adulto
que recibe servicios en salud mental que haya sido objeto de este ingreso podrá requerir un cambio
de status a ingreso voluntario. Dicha petición se acompañará con una certificación del psiquiatra o
médico, según aplique, a los efectos de que el adulto que recibe los servicios de salud mental y
quien solicita el cambio, está capacitado para consentir y ha emitido su consentimiento de manera
informada, según se requiere en esta Ley. Del tribunal aceptar este cambio de status, procederá a
archivar los procedimientos. La institución proveedora de salud mental, a su vez, procederá según el
Artículo 4.009 de esta Ley.
De ser necesario, si dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a la petición de alta de
un adulto hospitalizado voluntariamente, el psiquiatra, en consulta con el equipo interdisciplinario,
determina que el adulto constituye peligro, el Director de la institución de salud mental o su
representante, a instancia propia o a petición de un familiar o tutor legal de la persona, presentará en
el Tribunal una Petición de Orden de Cambio de Status Voluntario a Involuntario, que no excederá
el término de quince (15) días.
Dicha petición estará acompañada por una Certificación de Cambio de Estatus, emitida por el
psiquiatra, en conjunto con el equipo interdisciplinario, el cual establecerá si el adulto reúne los
criterios para dicho cambio de estatus. Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la
presentación de la Petición de Cambio de Estatus Voluntario a Involuntario, el Tribunal determinará
si procede dicha petición. Mientras ocurre este proceso, el adulto se mantendrá hospitalizado.
(b) una declaración acreditativa donde se establezca que el psiquiatra, en conjunto con el
equipo interdisciplinario, reevaluó al adulto, a tenor con el plan individualizado de tratamiento, y se
determinó la necesidad de que el adulto continué recibiendo servicios de forma involuntaria;
62
(d) una identificación y tramitación, por parte del manejador de casos, de los recursos para
ubicar al paciente en el nivel de cuidado necesario y conveniente para su condición, una vez que se
haya cumplido con los propósitos del tratamiento en el hospital.
(e) un Plan de Egreso trabajado por el psiquiatra, en consulta con el equipo terapéutico, para
que el manejador de casos le de seguimiento, copia del cual se le entregará al paciente o al tutor
legal, si lo tuviere;
De haber transcurrido el término inicial de quince (15) días sin que se haya presentado en
tiempo ante el Tribunal una petición de Extensión de Orden de Ingreso Involuntario con la
certificación correspondiente, la institución procederá a otorgar el alta inmediata del adulto y así lo
notificará al Tribunal. Si en la vista, el Tribunal determina que el adulto debe continuar recibiendo
servicios de tratamiento de forma involuntaria, podrá ordenar una extensión de la hospitalización
involuntaria por un término no mayor de quince (15) días.
(a) Las vistas se llevarán a cabo ante el tribunal con competencia, a tenor con lo dispuesto
en las Reglas de Procedimiento Civil vigentes.
(b) El adulto deberá estar presente en la vista, excepto cuando renuncie a ello de manera
expresa, o cuando mediando su consentimiento y por voz de su abogado renuncie a este derecho.
(c) Si el tribunal motu propio o a petición de una de las partes, cuando medie justa causa
mayor, pospone la vista del caso, el adulto continuará recluido pendiente de una orden subsiguiente
del tribunal. La posposición de la vista no se extenderá por más de cinco (5) días naturales.
(d) El adulto tendrá derecho a presentar toda la prueba que estime pertinente para rebatir la
continuación de su ingreso de forma involuntaria. Tal prueba podrá consistir en evidencia testifical
o documental. A tales fines, el adulto tendrá derecho a someterse a un examen independiente por el
profesional de la salud mental de su elección o por uno designado por el tribunal, quien hará una
evaluación y emitirá sus recomendaciones al tribunal. Los servicios de dicho profesional serán
costeados por el adulto objeto de la petición de ingreso involuntario o cambio de status, por un
pariente cercano si lo tuviere, o por el estado, en caso de que el adulto sea indigente.
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Todo adulto que sea objeto de una petición de orden de ingreso involuntario, tendrá derecho
a estar representado por un abogado o procurador de familia, según su disponibilidad. Si el adulto
es indigente y no ha podido contratar un abogado, el tribunal le designará uno de oficio. El abogado
designado por el tribunal y su representado deberán contar con tiempo razonable para prepararse
para la vista.
Cuando un paciente de salud mental que esté recibiendo en una institución proveedora se
encuentre en peligro inminente por una condición física, el mismo será trasladado a un hospital de
medicina general y se notificará al familiar más cercano o al tutor, no más tarde de las veinticuatro
(24) horas posteriores al mismo.
7. De no ser admitido el paciente en el hospital general y una vez que sea controlado
su problema físico, será referido a través de la presentación del caso médico para evaluación
en un hospital psiquiátrico, quien hará el referido a esta última. En dicho referido se
proveerán las notas de progreso, nota de traslado, resumen de los resultados e instrucciones
claras de seguimiento al alta de acuerdo al caso.
64
8. Se coordinará con el hospital psiquiátrico la transferencia del paciente, quien
tendrá la responsabilidad de reevaluar las recomendaciones remitidas por el personal de la
sala de emergencia donde se atendió al paciente.
2. Se deberá descartar el origen orgánico del cuadro que presenta antes de remitir el
diagnóstico psiquiátrico.
6. Una vez se estabilice la condición física del paciente, éste será trasladado al
hospital psiquiátrico. Conjuntamente, se remitirá un expediente en el cual se proveerá un
resumen de lo que se hizo, el resumen de los resultados en instrucciones claras de
seguimiento de acuerdo al caso y la información del médico que atendió al paciente.
7. Será responsabilidad del médico del hospital general el comunicarse vía telefónica
con el hospital psiquiátrico escogido en aras de presentar y explicar con detalles el caso y
los síntomas de la condición que afectan al paciente. De igual manera, se coordinará la
transferencia del paciente al hospital psiquiátrico.
En el caso en que la persona disponga de recursos económicos, incluyendo una cubierta por
un plan de seguro de salud para sufragar los gastos de transportación, estos deberán ser sufragados
por el paciente o su cubierta médica. En estos casos, se le pagará directamente al hospital, si fue que
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éste pago por dicho servicio, siendo responsabilidad del plan de seguro de salud el reembolsar dicho
pago a la institución hospitalaria. En el caso de aquellas personas que reciban servicios de salud
mental bajo la Reforma de Salud, la entidad contratada para manejar y coordinar los servicios de
salud será responsable de sufragar los gastos de transportación. De ser necesario, y en ausencia de
otras alternativas, la transportación deberá ser provista por las ambulancias que prestan servicios a
través de la Línea de Emergencia 911. La transportación cubrirá desde donde se encuentre la
persona que necesita el servicio y hasta cualquier otra institución proveedora de los servicios
hospitalarios necesarios. La transportación en ambulancia deberá cumplir con los requisitos de la
Ley Núm. 35 de 1994 y de la EMTALA.
Tanto el hospital general como el hospital psiquiátrico cumplirán con todas las regulaciones
de la EMTALA en los procesos establecidos para la redacción y la preparación del Protocolo para
el Proceso de Traslado de Pacientes que aquí se exige y requiere.”
Artículo 4.22.-Altas.-
El psiquiatra y el equipo inter o multidisciplinario del adulto a ser dado de alta, le explicarán
a él, su familia o tutor, su plan de egreso y las opciones de recuperación, informando al tribunal
sobre las determinaciones en los casos en que el tribunal ordenase el ingreso involuntario.
Cuando un adulto sujeto a ingreso involuntario abandone la institución sin haber sido dado
de alta, el director notificará de inmediato a un agente del orden público, para que proceda a su
aprehensión y sea regresado a la institución, además notificará a la familia, al tutor y a la persona
que solicitó su ingreso.
Cuando un adulto sujeto a ingreso voluntario abandone la institución sin haber sido dado de
alta, el Director notificará de inmediato al familiar o al tutor legal del adulto.
66
Los servicios transicionales serán diseñados para proveer experiencias estructuradas,
consistentes y especializadas en diferentes niveles de supervisión, que correspondan a la severidad
de los síntomas y signos del trastorno que aplique, por edad y género y para lograr que el adulto se
adapte a su medio ambiente y pueda participar en otro nivel de cuidado de mayor autonomía, hasta
lograr su eventual independencia en la comunidad. Su función principal será proveer servicios de
tratamiento, recuperación y rehabilitación, haciendo énfasis en el desarrollo adecuado del manejo
de la vida diaria de la persona, además de ofrecer cuidado y custodia de una forma segura y
humana.
67
g) protocolo para evaluar riesgo de suicidio con sus debidas disposiciones de contingencia;
h) procedimiento para radicación y solución de quejas y de querellas en la cual se describa
en lenguaje sencillo los pasos a seguir por los adultos y sus familiares que necesiten
utilizar esos mecanismos.
Artículo 5.04. Niveles, Etapas o Servicios en los que se Desarrollarán los Servicios.-
Los niveles o etapas de servicios que adopte la institución que ofrece servicios transicionales
deberán diseñarse de acuerdo con la severidad de los síntomas y signos, el diagnóstico y el grado de
supervisión requerida por el adulto entendiéndose como tales los servicios de mayor supervisión,
los servicios de supervisión moderada, los servicios de supervisión mínima y los servicios en
hogares propios o independientes.
Se deberá permitir que los adultos sean referidos directamente al nivel más apropiado a su
condición, sin tener que pasar por todos los niveles o etapas.
Todo adulto que reúna los criterios necesarios para recibir servicios transicionales y
represente un riesgo inmediato para sí, para otros o la propiedad, de acuerdo a las evaluaciones y
recomendaciones del psiquiatra y del equipo inter o multidisciplinario, pero que no consienta o no
esté capacitado para consentir a tales servicios, será objeto de una petición de tratamiento
compulsorio, o ingreso involuntario ante el tribunal, de conformidad a los procedimientos
dispuestos en esta Ley para esos fines.
Todo adulto que recurra a una institución proveedora de servicios indirectos de salud
mental, para comenzar a recibir un servicio ambulatorio, en los diferentes niveles de cuidado,
modalidades de tratamiento, rehabilitación y recuperación, recibirá durante las primeras setenta y
dos (72) horas los siguientes servicios, entre otros:
(a) un examen físico, cuando sea clínicamente necesario para descartar condiciones
fisiológicas u orgánicas o como parte del seguimiento clínico ambulatorio;
(b) un análisis de laboratorio cuando sea clínicamente necesario para descartar condiciones
fisiológicas u orgánicas o como parte del seguimiento clínico ambulatorio;
(c) una evaluación psiquiátrica por un psiquiatra;
(d) un cernimiento psicológico por un psicólogo;
(e) una evaluación social inicial por un trabajador social, cuando sea clínicamente indicado;
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(f) un diagnóstico psiquiátrico en sus cinco (5) ejes, según el DSM-IV-TR o según el
manual clínico vigente al momento; y
(h) un cernimiento de sustancias por un consejero de adicciones, cuando sea clínicamente
indicado, para descartar o evaluar el abuso y/o dependencia a sustancias; e
(i) historial clínico.
Los resultados de estas pruebas, análisis y evaluaciones, formarán parte del expediente
clínico del adulto. Dichos resultados se utilizarán para establecer el Plan Individualizado de
Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación en el nivel de cuidado de mayor autonomía que
corresponda. Este Plan será formulado por un equipo inter o multidisciplinario, no más tarde de los
quince (15) días siguientes al comienzo del tratamiento y se revisará cada treinta (30) días, según
los estándares para cada nivel de cuidado o cuando ocurra un cambio sustancial. Los
procedimientos serán consignados en el reglamento que para estos fines se promulgará.
El número de visitas ambulatorias a servicios de salud mental no podrá ser limitado por un
proveedor directo o indirecto de servicios de salud mental, excepto según se disponga en esta Ley.
La necesidad de continuidad de los servicios ambulatorios será determinada por el equipo inter o
multidisciplinario o el profesional de salud mental responsable del cuidado de la persona que recibe
servicios de salud mental. Las visitas ambulatorias incluyen, entre otras, pero sin limitarse, a las
visitas iniciales, de seguimiento y colaterales.
En el caso de un adulto que haya sido hospitalizado o que venga de otro nivel de cuidado y
que por las recomendaciones del psiquiatra y el equipo inter o multidisciplinario del servicio que
refiere, se determine que necesita de tratamiento, en otro nivel de cuidado de mayor o menor
autonomía, se procederá a la revisión de su Plan de Egreso o las recomendaciones de la evaluación
y se pondrá en práctica el mismo dentro de las veinticuatro (24) horas posteriores a la admisión,
siempre y cuando cualifique clínicamente para dicho nivel de cuidado.
69
cambio sustancial. Una vez haya alcanzado los objetivos de su Plan Individualizado de Tratamiento,
Recuperación y Rehabilitación, continuará en otro nivel de cuidado de mayor autonomía, según se
lo permita su condición
Las disposiciones de este Capítulo deben ser interpretadas de manera tal que se proteja y
promueva la dignidad del ser humano mediante el reconocimiento de los derechos esenciales para
su tratamiento, recuperación y rehabilitación.
70
Artículo 7.03. – Presunción de Competencia.-
Se presume que todo menor es competente mentalmente, salvo que medie una
determinación del Tribunal disponiendo lo contrario. La determinación judicial de incapacidad, bajo
el Artículo 703 del Código Civil de Puerto Rico, según enmendado, será distinta y separada del
procedimiento judicial para determinar si el menor debe ser sujeto a un ingreso involuntario. Se
presumirá que todo menor con trastornos mentales tiene el potencial de recuperación y
rehabilitación al recibir los servicios adecuados a su diagnóstico y severidad de los síntomas y
signos. Para lograr lo anterior, será obligación de todo proveedor de servicios, directos o indirectos,
de salud mental, atender con prontitud cualquier reclamo de servicios para esta población.
Los derechos establecidos en esta Ley para los menores que reciben servicios de salud
mental le son aplicables a los menores incursos en faltas, recluidos en instituciones juveniles y a los
menores transgresores en estado de detención, cuando éstos no conflijan con las medidas de
seguridad impuestas por el tribunal.
(e) Respetar su autonomía en todo lo relacionado a los asuntos que afecten su vida,
progreso, tratamiento, recuperación y rehabilitación, de acuerdo a su grado de funcionamiento
general.
El menor que recibe servicios de salud mental será acreedor de los siguientes derechos
específicos:
71
(a) Acceso a los Servicios.-
Todo menor tendrá acceso a los servicios de salud mental, a tono con las especializaciones o
sub-especializaciones por etapa de vida, género, edad y el nivel de cuidado, a tenor con su
diagnóstico, y la severidad de los síntomas y signos. Los servicios deben proveerse en un orden
continuado y de acuerdo al nivel de intensidad, para lograr la recuperación en un nivel de
funcionamiento razonable.
Ningún proveedor podrá establecer distinciones en la prestación, acceso, administración o
planificación de servicios de salud mental que pueda discriminar con respecto a esta población,
excepto según se disponga en esta Ley.
También tendrá derecho a recibir los servicios de farmacoterapia, psicoterapia, todo tipo de
terapia acorde con los estándares en la práctica de la psiquiatría y de la psicología, incluyendo, pero
sin limitarse, a la psicoterapia, servicios de apoyo y otros consecuentes con su diagnóstico y la
severidad de los síntomas y signos a tenor con los parámetros clínicos óptimos.
A estos efectos, los menores que reciben servicios de salud mental no serán objeto de
discrimen o prejuicio y tendrán acceso a dichos servicios, sin distinción del diagnóstico y severidad
de sus trastornos mentales. Este derecho no podrá ser limitado por la existencia de alguna condición
o impedimento físico. No existirá distinción entre una condición mental y una condición física, en
términos de acceso a los servicios necesarios, excepto según se disponga en esta Ley.
A su vez, toda solicitud de servicios que no responda a una emergencia, deberá ser atendida
por todos los proveedores de servicios de salud mental dentro de los próximos quince (15) días
calendario de efectuada la petición.
Todo menor, que se identifique que necesita servicios de salud mental, así como los que
soliciten y reciban servicios de salud mental, deberán ser orientados sobre los derechos aquí
consignados durante la evaluación o en el momento de la intervención, cuando estuviese
mentalmente capacitado para completar la información. Se orientará al padre o madre con patria
potestad o custodia o al tutor legal, además del menor, cuando la capacidad mental de éste lo
permita y se entregará una copia de sus derechos.
No aplicará limitación alguna entre un menor, su abogado o el Tribunal, o entre aquél y otro
individuo, cuando la comunicación trate sobre asuntos relacionados a procedimientos
administrativos o judiciales.
72
Todo menor de catorce (14) años de edad o más, tiene derecho a solicitar consejería,
psicoterapia y a recibir tratamiento en salud mental, hasta un máximo de seis (6) sesiones, sin el
consentimiento de sus padres, conforme a lo establecido en el Artículo 10.01 de esta Ley. En los
casos de consejería y tratamiento en trastornos relacionados a sustancias, el término inicial no
excederá de siete (7) sesiones.
El plan estará basado en una evaluación clínica de las fortalezas y necesidades del menor y
su familia. Además, el plan deberá considerar y de ser necesario extendido al contexto del hogar, la
escuela y la comunidad.
El menor que recibe los servicios participará en la formulación y revisión del plan, en el
grado en que sea posible dicha participación. Siempre se requerirá la participación del familiar más
cercano, ya sea el padre o madre con patria potestad o custodia, su tutor legal o la persona que tenga
la custodia provisional, en la formulación y revisión del Plan Individualizado de Tratamiento,
Recuperación y Rehabilitación.
Todo proveedor de servicios de salud mental, deberá atender las necesidades especiales para
los niños, desde su nacimiento hasta los doce (12) años, y a los adolescentes de trece (13) a
dieciocho (18) años de edad, y la interrelación de los signos y síntomas con el proceso normal de
crecimiento y desarrollo con sus trastornos mentales. Los menores que reciben servicios de salud
mental, deberán ser atendidos y tratados en una sala distinta y separados de los adultos que reciben
servicios de salud mental.
Los proveedores de servicios de salud mental deberán considerar como de mayor beneficio
el mantener a los niños y adolescentes con trastornos mentales severos que puedan permanecer con
las familias; o en ambientes parecidos o en la comunidad, antes de considerar las hospitalizaciones,
que conllevan la separación del núcleo familiar.
73
(g) Servicios de hospitalización y segregación de cuidado para niños y adolescentes.-
A los niños de 0 a 12 años de edad deben proveérsele los servicios a tenor con su edad y género,
con terapias individualizadas y separadas del tratamiento de los adolescentes y adultos.
Los servicios hospitalarios pueden ser compartidos entre la población de niños y adolescentes,
contando con la estricta supervisión. Nunca se mezclarán servicios de tratamiento de niños y
adolescentes con los de adultos.
(h) Consentimiento Informado del Menor y del Padre o Madre con Patria Potestad o
Custodia, del Tutor Legal o de la Persona que tenga la Custodia Provisional:
Todo menor ingresado, su padre o madre con patria potestad o custodia, el tutor legal o la
persona que tenga la custodia provisional, tendrá derecho a conocer todo lo relativo a los servicios o
tratamientos propuestos en el Plan Individualizado de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación,
Inter o multidisciplinario, diseñado por una Institución proveedora de Servicios en Salud Mental,
antes de consentir al mismo.
Todo servicio ofrecido al menor, será explicado de forma tal, que pueda comprender la
información relacionada al mismo. Se consignará en su expediente clínico, un resumen de tal
explicación y que a juicio del profesional a cargo, comprendió la explicación suministrada.
Cuando un menor reciba servicios de salud mental se requerirá que el padre o madre con
patria potestad o custodia, el tutor legal o la persona que tenga la custodia provisional ofrezca el
consentimiento informado por escrito para que el menor pueda recibir dicho servicio con las
excepciones establecidas en esta Ley.
2) el tratamiento recomendado;
6) el pronóstico correspondiente; y
74
tutor legal o la persona que tenga la custodia provisional. La razón y determinación de emergencia
será consignada en el expediente clínico del menor. Disponiéndose, que será necesario obtener el
consentimiento del padre o madre con patria potestad o custodia, el tutor legal o la persona que
tenga la custodia provisional a la mayor brevedad.
El padre o madre con patria potestad o custodia, el tutor legal o la persona que tenga la
custodia provisional del menor, podrá rehusar que dicho menor reciba servicios en una institución
proveedora. Esta negativa se extiende a medicamentos y a cualquier otro tipo de servicios o
modalidad terapéutica. La misma debe ser expresada y así se hará constar en el expediente clínico.
No obstante, el profesional de la salud podrá utilizar los procedimientos establecidos en esta Ley
para proveerle tratamiento al menor, de entender que el mismo resulta clínicamente indispensable
para evitar que se cause daño a sí mismo, a otros o a la propiedad.
El Director o su representante le informará al padre o madre con patria potestad o custodia,
el tutor legal o la persona que tenga la custodia provisional, sobre los servicios y tratamientos
alternos disponibles, los riesgos y consecuencias que puede sufrir dicho menor al rehusar recibir
tales servicios y el pronóstico de recibir o negarse a recibir los mismos. No obstante, en caso de que
los servicios requeridos por el Plan de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación, inter o
multidisciplinario, del menor, sean necesarios para prevenir una situación de Emergencia
Psiquiátrica o Médica en la cual dicho menor pueda causarse daño inmediato a sí mismo, a otros, o
a la propiedad, o cuando dicho servicio haya sido ordenado por el Tribunal, éstos le serán
administrados. El psiquiatra consignará en el expediente clínico las circunstancias de emergencia en
las cuales fue necesario ordenar dicho servicio o tratamiento. Se le notificará al menor sobre esta
decisión tan pronto como éste pueda comprender la información, así como al padre o madre con
patria potestad o custodia o al tutor legal. Esta notificación será consignada en el expediente clínico.
Bajo ninguna circunstancia se emitirá una orden para dar o negar un servicio, o para
administrar medicamentos, como medida de castigo o como condición para que el menor sea dado
de alta.
Todo menor que reciba servicios de salud mental en una institución proveedora, tendrá
derecho a comunicarse en privado, sin censura y sin impedimentos, con las personas de su
selección, salvo con aquellas personas que resultan ser victimarios de abuso físico, psicológico o
sexual con relación al menor y cuando a determinación del equipo terapéutico interventor, dicha
comunicación resultaría en deterioro de la condición del menor.
75
remitente y sin examen por las autoridades de la institución en salud mental. En el
caso de que el menor no sepa leer o escribir, y a petición de éste, se le asistirá
cuando desee ejercer su derecho a comunicarse por escrito.
La institución establecerá las normas para la comunicación, a través de otros medios tales
como facsímil, correo electrónico o mensajería.
No obstante lo anterior, la comunicación escrita, el uso del teléfono, y las visitas a los
menores, podrán ser razonablemente limitadas por el director de la institución o su representante
cuando medie una determinación clínica que le justifique, siempre que tenga tal limitación, el
propósito de proteger al menor o a terceros de recibir daño, persecución, hostigamiento o
intimidación. La decisión de limitar este derecho será considerada por el equipo inter o
multidisciplinario y consignada en el expediente clínico, debidamente justificada y notificada al
menor, al padre o madre con patria potestad o custodia, o tutor legal y su abogado, si lo tuviere.
No aplicará limitación alguna entre el menor, su padre o madre, su representante, tutor legal,
su abogado o el Tribunal o entre el menor y otro individuo, cuando la comunicación trate sobre
asuntos relacionados a procedimientos administrativos o judiciales.
Todo menor que reciba servicios de salud mental en una Institución proveedora, podrá
poseer, usar y mantener en un lugar asignado y seguro provisto para ello, sus efectos personales. La
posesión y uso de cierta clase de propiedad personal podrá ser limitada por el director de la
Institución proveedora o su representante cuando sea necesario para proteger al menor y a otros de
daño físico. Cuando el menor sea dado de alta, toda su propiedad personal le será devuelta.
Todo menor, su padre o madre, representante o tutor legal tendrá derecho a manejar sus
bienes incluyendo sus pertenencias de valor, mientras reciba servicios en una institución de salud
mental. La institución hospitalaria o residencial proveedora de servicios establecerá aquellas
76
normas y procedimientos necesarios, de acuerdo con el reglamento que para estos efectos
promulgue la Administración, para asegurar que el dinero de los menores que reciben servicios en
la misma estén protegidos contra hurto, perdida o apropiación ilegal. A esos efectos las normas y
procedimientos deberán incluir lo siguiente:
1) cualquier menor que reciba servicios en estas instituciones podrá usar su dinero,
según tenga a bien disponer su padre o madre con patria potestad su tutor legal o
representante autorizado;
Por su parte, las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, podrán
requerir, como parte de su metodología de tratamiento comunitario y rehabilitación, el que los
participantes de dichos programas lleven a cabo labores sin remuneración económica alguna, que
sea parte de su Plan de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación, siempre y cuando ello sea para
beneficio del menor. La asignación de estas tareas o labores serán consignadas en el expediente
clínico como parte del Plan de Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación, siempre que medie el
consentimiento voluntario del participante y su tutor. No obstante, dichas labores no podrán atentar
contra la dignidad e integridad física del participante del programa de que se trate, ni podrán estar
en contravención de la cláusula constitucional que prohíbe la servidumbre involuntaria.
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No obstante lo antes expuesto, bajo ninguna circunstancia podrá requerirse de un menor
llevar a cabo labores o tareas de tipo alguno como medida de represalia o castigo o para beneficio
exclusivo de la institución.
Todo menor podrá, por sí mismo o mediante su padre o madre con patria potestad o custodia
del menor, su tutor legal, o la persona que tenga la custodia provisional, ejercer su derecho a
notificar quejas o querellas en relación a la violación de los derechos descritos en esta Ley.
Además, se advertirá el derecho a un procedimiento imparcial en el cual dichas quejas o querellas
serán consideradas y dilucidadas de manera justa y expedita. Cuando el peticionario no esté
conforme con la determinación podrá acudir al Tribunal de Primera Instancia.
Toda querella será atendida y dilucidada en un término no mayor de veinte (20) días. Se
notificará por escrito sobre la determinación final de la querella al padre o madre con patria
potestad o custodia, al o tutor legal, así como al propio menor, aún en los casos en éste haya sido
dado de alta.
El mínimo de información que deberá ser brindada al padre o madre con patria potestad o
custodia o al tutor legal será en un lenguaje comprensible y que no resulte coercitivo y consistirá en:
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5) una declaración de que la identidad del menor se mantendrá bajo total
confidencialidad;
El menor, así como su padre o madre con patria potestad o custodia, su tutor legal o la
persona que tenga la custodia provisional, tiene derecho a dar por terminada su participación en el
procedimiento experimental antes o durante el procedimiento.
Cualquier petición para llevar a cabo una investigación científica relacionada con el menor
que reciben servicios de salud mental en instituciones públicas o privadas, será dirigida al
Administrador y al Director de la Institución proveedora de estos servicios, respectivamente,
quienes solicitará la aprobación del Comité Evaluador de Propuestas de Investigación de la
institución que solicita. Para luego evaluar las propuestas sometidas para investigación de acuerdo
a su recomendación. Esto según los estándares establecidos por el Gobierno Federal y estatal para
los procesos de investigación científica. El comité emitirá su recomendación dentro de los quince
(15) días siguientes al recibo de la misma. Posteriormente, el Administrador o el Director notificará
a la parte interesada su determinación sobre la investigación.
Ningún menor será sometido a investigaciones científicas sin antes haberse obtenido de su
padre o madre con patria potestad o custodia o de su tutor legal, según fuera el caso, un
consentimiento informado escrito y legalmente efectivo.
El mínimo de información que deberá ser brindada al padre o madre con patria potestad o
custodia o al tutor legal en estos procedimientos, será en un lenguaje comprensible y que no resulte
coercitivo y consistirá en:
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1) una declaración de que el procedimiento constituye una investigación científica; los
propósitos del mismo; el tiempo de duración de la participación del menor en el
procedimiento; una descripción de los procedimientos que serán utilizados y qué parte
de éstos son experimentales;
5) una declaración de que la identidad del menor se mantendrá bajo total confidencialidad;
(p) Lenguaje:
Todo menor que recibe servicios de salud mental tiene derecho de conocer y de ser
informado de todo lo relacionado a su Evaluación, Tratamiento Recuperación y Rehabilitación. Por
lo cual, cuando se requiera dar una explicación al menor, al padre o madre con patria potestad o
custodia del menor, al tutor legal o a la persona que tenga la custodia provisional y alguno de éstos
no conozca o entienda el lenguaje en el cual se le ofrece, la Institución proveedora tendrá la
obligación de proveerle el traductor o intérprete necesario para lograr una comunicación efectiva.
Esta disposición incluye los casos en que la limitación sea de carácter auditivo o de habla. Para
80
fines de esta disposición, no están prohibidos de servir como intérpretes los familiares de la persona
a recibir servicios de salud mental siempre y cuando el menor así lo determine.
Toda documentación escrita que sea suministrada al menor, al padre o madre con patria
potestad o custodia del menor, al tutor legal o a la persona que tenga la custodia provisional, deberá
estar expresa en el idioma o lenguaje entendido por éste. En los casos en que uno de éstos tenga
limitaciones de tipo visual, la institución tendrá la obligación de advertirle de su derecho a que los
documentos le sean leídos en voz alta por una persona de su elección, quien además firmará todos y
cada uno de los documentos que a ruego haya leído. Todo lo dispuesto en este Artículo deberá ser
consignado en el expediente clínico del menor.
Cuando este fuere el caso, el hecho que provoca el informe o anotación y el nombre de la
persona de quien proviene deberá ser consignado con claridad en el expediente.
(r) Derecho al apoyo de su padre, madre, tutor y agencias de protección o asistencia del
menor al momento de darle de alta:
Todo menor recluido en una instalación, tiene el derecho de recibir el apoyo de sus padres,
familiares y personas significativas. Las agencias con funciones de protección y la obligación de
proveer el albergue y cuidado al nivel adecuado, deberán proveer el mismo y el personal adiestrado
para atender adecuadamente a los menores con trastornos mentales en el ambiente de menor
intensidad y de mayor autonomía.
(s) Transportación:
En el caso de que el menor, el padre o madre con patria potestad o custodia del menor, el
tutor legal o la persona que tenga la custodia provisional disponga de recursos económicos, tales
como una cubierta de salud para sufragar los gastos de transportación, ésto deberán ser costeados
por la cubierta. En el caso de aquellas personas que reciban servicios o intervenciones de salud
mental bajo la Reforma de Salud, la entidad contratada para manejar y coordinar los servicios de
salud será responsable de cubrir los gastos de transportación.
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(t) Responsabilidades del Padre o Madre con Patria Potestad o Custodia, Tutor Legal o
Tutor Provisional de un Menor que Recibe Servicios de Salud Mental en Puerto Rico:
Se establece que las personas antes señaladas, que tengan un menor recibiendo servicios de
salud mental, deben cumplir con las siguientes responsabilidades:
4) Contribuir según sus ingresos lo permitan y cuando fuese posible, con el pago de los
servicios, según los criterios establecidos por “Medicaid” o los deducibles
establecidos por los planes médicos.
Todo menor ingresado de forma involuntaria, tendrá derecho a estar representado por un
abogado. Si el menor es indigente y su padre o madre con patria potestad o custodia, tutor legal o
tutor provisional no ha podido contratar un abogado, el tribunal le designará un procurador de
menores para que le represente en la vista.
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momento de ser evaluado. Los servicios de salud mental estarán organizados en diferentes niveles
de intensidad, integrados y articulados de manera que aseguren la continuidad en el tratamiento.
Los niveles de cuidado de salud mental incluyen servicios que van desde de los más intensivos
como la hospitalización psiquiátrica hasta los de mayor autonomía como los servicios ambulatorios.
En cualquier nivel de tratamiento se puede requerir el uso de medicamentos, de acuerdo al
diagnóstico y la severidad de los síntomas y signos del menor al momento de ser evaluado.
Toda Institución proveedora establecerá los mecanismos, las normas y procedimientos para
dar acceso a servicios comprensivos, mediante alianzas colaborativas entre las diferentes agencias y
proveedores de servicios de salud mental, lo que facilitará el curso del menor a través del sistema de
cuidado de salud mental, según cambien sus necesidades y sea clínicamente indicado su traslado a
alternativas de mayor autonomía; o en su defecto, a aquellas que aunque sean de mayor intensidad
sean clínicamente necesarias. En los casos de menores recibiendo servicios de educación especial
por trastornos mentales y servicios de salud mental, la coordinación de éstos debe constar en el Plan
Educativo Individualizado.
En aquellas circunstancias en las cuales se requiera el traslado del menor a otro nivel de
mayor intensidad, será obligatorio la revisión del Plan Individualizado de Tratamiento,
Recuperación y Rehabilitación inter o multidisciplinario, a los efectos de determinar las
modificaciones al mismo, si algunas, con el fin de mantener el desarrollo de la recuperación. La
determinación de ubicación del menor en el nivel de cuidado de mayor autonomía estará
fundamentada en la recomendación del psiquiatra de niños y adolescentes, en consulta con el inter o
multidisciplinario.
83
Esta disposición aplicará tanto en los casos en que el padre o madre con patria potestad o
custodia, el tutor legal, o la persona que tenga la custodia provisional consientan al tratamiento,
como en el caso de que un Tribunal ordene su ingreso a una Institución proveedora.
La falta de interés o la incapacidad del padre o madre con patria potestad, o custodia, del
tutor legal o de la persona que tenga la custodia o el deber de proveerle cuido o albergue, no será
base para ingresar al menor en una institución hospitalaria de salud mental para menores, a no ser
que dichos servicios sean diseñados para ese propósito. De ser éste el caso, el director de la
institución hará una petición al tribunal para asegurarle albergue y cuidado a dicho menor. El
Tribunal podrá ordenar al Departamento de la Familia que ubique al menor, según corresponda.
Un menor podrá ser ingresado a una Institución proveedora de servicios de salud mental,
hospitalarios, para evaluación, tratamiento, recuperación y rehabilitación de un trastorno mental,
según provisto en esta Ley y recibirá servicios especializados en una unidad especializada para
niños y adolescentes, los cuales estarán segregados por edad, etapa de vida y género. por edad,
etapa de vida, y género. Esta segregación será para efecto de los servicios especializados que se les
ofrecen a niños y adolescentes, y en ningún momento se interpretará como que tienen que existir
facilidades físicas separadas.
Los servicios de salud mental a menores se solicitarán con uno o más de los siguientes
propósitos:
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a) el propio menor, si tiene catorce (14) años o más, si solicita servicios ambulatorios según se
dispone en el Artículo 10.01 de esta Ley y si a juicio del profesional de salud mental tiene la
capacidad para entender el efecto de su solicitud.
b) el padre o madre con patria potestad o custodia, el tutor legal o la persona que tenga la
custodia provisional;
c) las personas que han estado relacionadas profesionalmente con el menor y que, como
resultado de esta relación, tienen base razonable para creer que el menor necesita recibir
servicios de salud mental;
La solicitud será por escrito y deberá obtener una declaración clara y simple, sin tecnicismos, de
las razones para solicitar los servicios.
a) orientar al menor, y al padre o madre con patria potestad o custodia o al tutor legal, o a
la persona que tenga la custodia provisional sobre el proceso que se llevará a cabo, los
hallazgos y las recomendaciones;
b) la determinación en torno a la capacidad que refleja el menor como trasmisor y receptor
de información.
c) llevar a cabo una evaluación inicial de carácter social, en la cual se identifique áreas de
conflicto e información relevante a los factores y recursos que afecten la condición del
menor.
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1) información sustancial en cuanto a, o en relación a, los servicios que hayan sido
ofrecidos al menor por otras agencias, para esto se obtendrá el consentimiento del
padre o madre con patria potestad o custodia o su tutor legal;
2) evaluación del menor en las siguientes áreas de funcionamiento, entre las que se
encuentran;
3) la identificación del menor;
4) el historial del desarrollo del menor, incluyendo su desarrollo escolar, ocupacional y
el ajuste social;
5) el historial médico familiar que incluya además, la presencia o ausencia de los
trastornos mentales
6) el perfil familiar y los recursos físicos y económicos con los que cuentan;
7) la presencia o ausencia de situaciones especiales, tales como abuso, maltrato o
problemas de aprendizaje;
8) el uso y abuso sustancias o dependencia;
9) las pruebas de laboratorio y toxicología, que asistan en el diagnóstico de un
trastorno mental u otras condiciones médicas;
10) el estado mental, afectivo y físico, y el comportamiento del menor al momento de
recibir el servicio;
11) cualquier otra información que sea necesaria obtener de otras fuentes, tales como
otros profesionales, análisis de documentos o expedientes clínicos previos;
12) conclusiones y recomendaciones del profesional de salud mental o el equipo inter o
multidisciplinario, el diagnóstico y el plan preliminar de tratamiento, recuperación y
rehabilitación individualizado.
Todo menor que empiece a recibir voluntaria o involuntariamente, servicios de salud mental
en una Institución Proveedora entiéndase salas de urgencia, emergencia y hospitalización total o
parcial recibirá dentro de las veinticuatro (24) horas los siguientes servicios, entre otros:
a) historial médico
b) un examen físico
(c) análisis de laboratorio, cuando sean necesarios, para descartar condiciones
fisiológicas u orgánicas como parte de un diagnóstico diferencial;
(d) una evaluación psiquiátrica por un psiquiatra o en su ausencia por un
médico, luego de consultar vía telefónica con un psiquiatra; en el último caso, el
psiquiatra tendrá 24 horas para consignar en el expediente clínico su decisión y
cumplimentar la correspondiente certificación al Tribunal en los casos de ingreso
involuntario;
86
(e) una evaluación psicológica, cuando sea clínicamente indicado;
(f) una evaluación social inicial, cuando sea clínicamente indicado;
(g) un diagnóstico psiquiátrico en sus (5) ejes según DSM-IV-TR, o según el
manual vigente;
(h) un plan de tratamiento inicial;
(i) disposición final, o sea, después que esté estabilizado, referir al nivel de
cuidado correspondiente de acuerdo al diagnóstico y la severidad del cuadro clínico
que presenta al momento o, si no se puede estabilizar, hospitalizar.
87
La restricción será empleada únicamente en instituciones hospitalarias, instituciones de
tratamiento residencial para menores, y centros que tengan unidades de cuidado agudo de
emergencias, siendo empleada según lo establecido en los protocolos de los estándares de la buena
práctica de la salud mental, y de acuerdo a lo dispuesto en esta Ley. La restricción será empleada en
forma terapéutica sin violentar la dignidad humana. Su aplicación se reservará como recurso
extremo, a ser utilizado cuando exista un peligro inmediato de que el menor vaya a causarse daño a
sí mismo, a otros o a la propiedad. Previo a la restricción de cualquier menor, se tomará en
consideración su condición física, disponiéndose, que en ningún momento se utilizará la restricción
como castigo, medida disciplinaria o para conveniencia del personal de la institución.
Ninguna orden de restricción será válida por más de ocho (8) horas, después de su emisión.
La restricción que en virtud de dicha orden se aplique, no se extenderá por más de dos (2) horas, en
caso de los menores de diez (10) años o más, o de una (1) hora, en casos de los menores entre siete
(7) y nueve (9) años al cabo de las cuales el psiquiatra de niños y adolescentes, o en su ausencia un
psiquiatra general, previa consulta con éste, llevará a cabo una nueva evaluación, luego de haber
observado personalmente al menor. Si como resultado de la evaluación se requiere continuar con la
restricción, el psiquiatra de niños y adolescentes, o en su lugar un psiquiatra general, previa
consulta con éste, expedirá una nueva orden que será consignada en el expediente clínico.
En ningún caso, el período inicial excederá de dos (2) horas, en casos de los menores de diez
(10) años o más, o de una (1) hora, en casos de los menores entre siete (7) y nueve (9) años. En caso
que la condición clínica que dio lugar a la restricción continúe, el psiquiatra de niños y adolescentes
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en consulta con el equipo inter o multidisciplinario evaluará al menor y podrá disponer el uso de
otras modalidades terapéuticas. La restricción será removida cada media hora, por no menos de
quince (15) minutos, a menos que tal remoción sea clínicamente contraindicada, o en su totalidad
cuando ya no sea necesaria para lograr los objetivos que promovieron esta medida terapéutica.
El profesional en salud mental, según autorizado en este Artículo, que inicie una restricción,
deberá requerir la asignación de un enfermero adiestrado y certificado en esta modalidad para que
observe al menor por lo menos cada quince (15) minutos, sin menoscabar su derecho a la intimidad,
y consignar sus observaciones en el expediente clínico de manera legible, detallada, clara y precisa.
Una vez empleada la restricción dentro de un período de ocho (8) horas, ésta no será
utilizada nuevamente en el mismo menor durante los próximos dos (2) días calendarios, salvo que
medie una orden justificada por una re-evaluación del psiquiatra de niños y adolescentes y con la
autorización previa del Director Clínico de la institución hospitalaria.
El psiquiatra que ordena una restricción deberá informar al Director Médico y al equipo
inter o multidisciplinario por escrito sobre el uso de la misma inmediatamente. El Director Médico
y la Facultad Médica revisará todas las órdenes de restricción e investigará las razones consignadas
para las mismas con el propósito de establecer la auditabilidad profesional de los miembros del
equipo. El Director de la institución mantendrá un registro de las restricciones utilizadas y rendirá
un informe anual a la Administración. Toda orden de restricción será notificada a la mayor
brevedad posible al familiar más cercano o tutor del menor.
El aislamiento será empleado únicamente como una medida terapéutica, para evitar que el
menor se cause daño a sí mismo, a otros o a la propiedad. Su uso se limitará a las instituciones
hospitalarias y unidades que tengan centros de cuidado agudo de emergencia. Previo al aislamiento
de un menor, se tomará en consideración su condición física. En ningún momento se utilizará el
aislamiento como castigo, medida disciplinaria a un menor o para conveniencia del personal de la
institución hospitalaria proveedora de servicios de salud mental.
El aislamiento será empleado únicamente mediante orden escrita del psiquiatra de niños y
adolescentes, o en su ausencia, de un psiquiatra general, quien lo hará previa consulta con éste, y
quien luego de haber examinado personalmente al menor, quede clínicamente convencido de que el
uso del aislamiento es la alternativa indicada. El examen incluirá una evaluación del estado mental
y condición física del menor.
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La orden de aislamiento será consignada en el expediente y en ella se indicarán las razones
por las cuales la misma ha sido emitida, y se notificará a la mayor brevedad posible al familiar más
cercano o tutor del menor sobre la medida de aislamiento utilizada. Una orden de aislamiento será
válida por ocho (8) horas a partir de su emisión. Cada orden de aislamiento requerirá la emisión de
una nueva orden del psiquiatra de niños y adolescentes, o en su ausencia la de un psiquiatra general,
quien lo hará previa consulta con este, luego de evaluar directamente al menor. El psiquiatra que
ordena el aislamiento notificará inmediatamente y por escrito al Director Médico y al equipo inter o
multidisciplinario sobre la explicación del mismo para evaluar su justificación y sus resultados.
Se dispone además, que el período inicial de aislamiento será de una (1) hora en los menores
entre diez (10) años o más. No se emitirá una orden de aislamiento a menores de diez (10) años. De
ser necesarios períodos de aislamiento adicionales, el psiquiatra de niños y adolescentes, emitirá
una nueva orden. Luego de transcurrido este período, el menor será reevaluado por el psiquiatra de
niños y adolescentes, y si estima que el menor representa peligro para sí mismo, otros o la
propiedad, podrá iniciar un segundo período de aislamiento de no más de una (1) hora.
El Director Médico deberá revisar todas las órdenes de aislamiento diariamente y deberá
indagar en cuanto a las razones que tuvo el psiquiatra para ordenar los mismos. Con el propósito de
asegurar auditabilidad profesional de los miembros del equip y salvaguardar los derechos civiles de
los menores, los casos de aislamiento deberán ser formalmente revisados a la mayor brevedad
posible por el Director Médico y el equipo inter o multidisciplinario de salud mental para evaluar su
justificación y sus resultados.
La institución establecerá por escrito un protocolo para el uso del aislamiento, a tenor con
las disposiciones contenidas en este Artículo. Todo profesional de salud mental facultado para
ordenar u observar a un menor en aislamiento, deberá completar un adiestramiento sobre el uso y
aplicación de esta modalidad terapéutica. Lo dispuesto en este Artículo estará sujeto al reglamento y
los requisitos de licenciamiento de las instituciones proveedoras de salud mental que para estos
efectos promulgue la Administración.
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Ningún menor recibirá tratamiento de terapia electroconvulsiva sin que medie el
consentimiento informado y la autorización expresa previa, de uno de los siguientes:
a) el padre o madre con patria potestad o custodia, o el tutor legal del menor, previa
opinión de un (1) psiquiatra de niños y adolescentes, en consenso con el equipo inter o
multidisciplinario, que evalué y recomiende la indicación del tratamiento y así lo
consigne en el expediente clínico del menor.
b) En el caso de que este tratamiento sea favorable para el menor y después de llevar a cabo
un esfuerzo razonable, si las personas autorizadas a consentir no pueden ser localizadas,
o se niegan a dar su consentimiento se hará una petición al tribunal. En este caso, habrá
que presentar prueba de la necesidad de tratamiento, así como de los esfuerzos
infructuosos realizados, para localizar a las personas autorizadas por Ley a consentir, de
forma tal que el tribunal quede convencido y ordene la aplicación del tratamiento.
El Director Médico y el equipo inter o multidisciplinario deberá revisar todas las órdenes de
terapia electroconvulsiva, bajo los criterios establecido y sobre las razones que fundamentaron el
uso de esta medida, con el propósito de establecer la auditabilidad profesional de los miembros del
equipo, y presentará un informe anual a la Administración.
El padre o madre con patria potestad o custodia del menor, a quien se considerará someter al
tratamiento de terapia electroconvulsiva, y a su tutor si lo hubiere, será notificado dentro de un
período no mayor de cuarenta y ocho (48) horas anteriores al tratamiento. El padre o madre con
patria potestad o custodia o el tutor legal, tendrá derecho a rehusar de este tratamiento en cualquier
momento después de haber aceptado el mismo, no obstante, en caso de que exista discrepancia en
cuanto a la aceptación o rechazo del tratamiento, será necesario celebrar una vista para que el
Tribunal determine si procede o no el tratamiento y emita una orden a dichos efectos.
Toda entidad proveedora de servicios en salud mental que ofrezca la modalidad de terapia
electroconvulsiva, tendrá un protocolo que incorpore los estándares aceptados por la Asociación
Americana de Psiquiatría o “American Psychiatric Association (APA)” y las entidades que regulan
la administración de dicha terapia, además del reglamento que para estos efectos promulgue la
Administración. Dicho protocolo será revisado anualmente. Será responsabilidad de la entidad
proveedora de servicios de salud mental mantenerse actualizada sobre los adelantos científicos que
puedan alterar los procedimientos o administración de esta modalidad de tratamiento.
Todo menor, mediante su padre o madre con patria potestad o custodia, su tutor legal o la
persona que tenga su custodia provisional, podrá solicitar su ingreso a una Institución proveedora
para Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación de un trastorno mental. La solicitud deberá ser por
escrito y podrá estar acompañada por un referido de un psiquiatra de niños y adolescentes.
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psiquiatra, médico, psicólogo clínico o trabajador social, consejero profesional y cualquier
profesional de salud con experiencia en salud mental.
Este referido deberá emitirse, siempre que medie una evaluación preliminar por un
profesional de salud mental. En caso que los servicios solicitados sean para desintoxicación, la
evaluación preliminar y el referido deberán ser efectuados por un médico o psiquiatra. Los
profesionales responsables de este referido determinarán por escrito si el menor cumple con los
criterios de ingreso a esta modalidad de servicio según establecido en esta Ley. Dentro de las
veinticuatro (24) horas a partir de la petición de servicios hospitalarios, se le asignará al menor un
equipo inter o multidisciplinario, incluyendo al psiquiatra de niños y adolescentes para que le
evalúe, a fin de determinar si procede o no su ingreso.
La falta de interés o la incapacidad del padre o madre con patria potestad o custodia, del
tutor legal o de la persona que tenga la custodia o el deber de proveerle cuido o albergue, no será
base para ingresar al menor en una institución hospitalaria de salud mental. De ser este el caso, el
Director de la institución hará una petición al tribunal para asegurar el albergue y cuidado en otras
instituciones públicas o privadas, según sea el caso.
Después del ingreso, cualquier cambio en el estado será explicado detalladamente al menor,
a su padre o madre con patria potestad o custodia, o al tutor legal.
A partir de las setenta y dos (72) horas desde la admisión del menor, el psiquiatra de niños y
adolescentes en conjunto con equipo inter o multidisciplinario revisará el estado clínico del menor y
su expediente clínico, con el propósito de determinar la necesidad de continuar el tratamiento en el
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nivel donde se encuentre. De ser necesaria la continuación de la hospitalización, se le notificará a la
persona o entidad que consintió al ingreso, para que consienta a la continuación del mismo. La
autorización para la continuación del ingreso deberá ser incluida en el expediente clínico del menor.
Siempre que ocurra un cambio sustancial y como máximo, cada diez (10) días, se llevará a
cabo una evaluación del estado clínico del menor por el psiquiatra de niños y adolescentes y el
equipo inter o multidisciplinario y se renovará la autorización para la continuación de la
hospitalización, mientras dure la misma. De no autorizarse la continuación del tratamiento,
recuperación y rehabilitación, ello se entenderá como una petición para que el menor sea dado de
alta.
En caso de que no se haya logrado estabilizar la severidad de los síntomas y signos, y aún
pueda estar en peligro de causarse daño a sí mismo, a otros o a la propiedad, se gestionará una
petición al tribunal para que ordene la continuación del ingreso en la institución hospitalaria o en el
nivel de cuidado que recomiende el psiquiatra de niños y adolescentes y el equipo inter
multidisciplinario, cuando no medie la autorización del padre, madre con patria potestad o custodia
o tutor legal, o entidad que consintió al ingreso del menor, cambiando el estatus de voluntario a
involuntario.
Ningún menor será ingresado en servicios hospitalarios, a menos que reúna los criterios
clínicos para la hospitalización y medie prueba clara y convincente que a satisfacción de la persona
autorizada a consentir se evidencie la necesidad de tal ingreso.
En caso de emergencia, cualquier persona mayor de dieciocho (18) años podrá gestionar la
petición de ingreso del menor, luego de llevar a cabo las diligencias necesarias para localizar al
padre o madre con patria potestad o custodia o el tutor legal. El menor será evaluado de inmediato
por el psiquiatra de niños y adolescentes y con el equipo inter o multidisciplinario de la institución
proveedora, para establecer el diagnóstico y determinar el nivel de cuidado que corresponda a la
severidad de los síntomas y signos en el momento.
Si el padre o madre con patria potestad o custodia, o el tutor legal no puede ser localizado
dentro las próximas veinticuatro (24) horas o si luego de ser localizado rechaza dar el
consentimiento para el ingreso del menor, o solicita que éste sea dado de alta, se radicará una
petición y un informe al Tribunal sobre la condición del menor, que contendrá las recomendaciones
del psiquiatra de niños y adolescentes, en consulta con el equipo inter o multidisciplinario. El
Tribunal determinará si procede la continuidad del cuidado o el alta del menor, para lo cual señalará
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una vista para llevarse a cabo dentro del término de siete (7) días naturales. El Tribunal notificará al
menor, a su abogado o la persona que lo represente y al director de la institución o su representante,
e indicará el lugar, fecha y hora de la vista. La hospitalización del menor continuará hasta que el
tribunal disponga lo contrario.
El Tribunal podrá ordenar que el menor sea dado de alta, si surge de los informes
evaluativos que éste puede beneficiarse de los servicios de salud mental en un nivel de cuidado de
mayor autonomía y terapéuticamente indicado.
La falta de interés o abandono o la incapacidad del padre o madre con patria potestad, o
custodia del tutor legal o de la persona que tenga la custodia o el deber de proveerle cuido o
albergue, no será base para el ingreso o continuidad del tratamiento en una institución de servicios
de salud mental. De ser éste el caso, y de no reunir los criterios clínicos para ser admitido el
Tribunal ordenará al Departamento de la Familia que asuma su custodia legal y que ubique al
menor, según corresponda.
De la misma manera, si el menor ha sido admitido y como parte del continuo de servicios se
puede beneficiar de un nivel de tratamiento de menor intensidad y de mayor autonomía, y el
abandono o falta de interés o la incapacidad del padre o madre con patria potestad o custodia, del
tutor legal o de la persona que tenga la custodia o el deber de proveerle cuido o albergue, no
permita coordinar el alta, el Director de la institución hará una petición al Tribunal para asegurarle
albergue y cuidado al menor. El Tribunal ordenará al Departamento de la Familia que ubique al
menor, según corresponda, y colabore con la institución proveedora de servicios de salud mental,
para que el menor sea dado de alta, y posteriormente, el Departamento de la Familia se asegurará
que el menor pueda mantenerse en el continuo de servicios que le permita continuar con su
tratamiento, recuperación y/o rehabilitación.
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El informe deberá contener recomendaciones específicas del manejo de la condición de
salud mental, dentro del escenario institucional que ostente la custodia del menor.
Una vez el menor haya sido clínicamente estabilizado y dado de alta, la agencia peticionaria
del ingreso será responsable de recibir al menor de inmediato.
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Todo menor que reúna criterios clínicos que indiquen la necesidad de recibir servicios de
salud mental, pero que su padre o madre con patria potestad o custodia, o el tutor legal no consienta
o no esté capacitado para consentir a tales servicios, será evaluado de forma comprensiva para que
se determine si cualifica para el ingreso de forma involuntaria o para un tratamiento compulsorio a
una Institución proveedora. Dicha evaluación requerirá la intervención del tribunal. El tribunal
ordenará una evaluación de un Equipo Interdisciplinario, a fin de determinar si el menor debe
recibir tratamiento y rehabilitación de carácter hospitalario para su trastorno mental.
Ningún menor será ingresado de forma involuntaria, a menos que mediante prueba clara y
convincente, y a satisfacción del tribunal, se evidencie la necesidad de tal ingreso.
(a) Toda Petición de Ingreso Involuntario por un máximo quince (15) días, deberá ir
acompañada por una certificación de un psiquiatra de niños y adolescentes, o en su ausencia
psiquiatra general, previa consulta con éste, que se conocerá como la Primera Certificación, la cual
establecerá que el menor reúne los criterios para Ingreso Involuntario de inmediato en una
institución hospitalaria o a cualquier otra Institución proveedora para recibir tratamiento,
recuperación y rehabilitación.
(b) Una vez recibida la Primera Certificación, el tribunal expedirá una orden de Ingreso
Involuntario que no excederá el término de quince (15) días, la cual se conocerá como Orden de
Ingreso Involuntario por quince (15) días. Al expedir la orden, el tribunal señalará una vista de
seguimiento dentro de los próximos siete (7) días laborables con el propósito de evaluar la
continuación o cese del Ingreso Involuntario. El tribunal deberá informar la fecha, hora y lugar de la
vista al menor, al padre o madre con patria potestad o custodia, tutor legal, o a la persona que tenga
la custodia provisional.
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psiquiatra de niños y adolescentes y el equipo inter o multidisciplinario así recomendarlo por
representar riesgo inmediato para sí, otros o la propiedad.
Cuando sea necesario, el tribunal podrá ordenar una extensión de hospitalización que no
excederá el término de quince (15) días adicionales. A tales efectos, el director de la institución de
salud mental o su representante a instancia propia o a petición del padre, madre con patria potestad,
o su tutor legal, presentará en el tribunal una Petición de Orden de Extensión de Ingreso
Involuntario. Dicha petición estará acompañada por una Segunda Certificación emitida por el
psiquiatra de niños y adolescentes en conjunto con el equipo inter o multidisciplinario a cargo del
tratamiento del menor, disponiéndose que en aquellos casos en que el menor esté recibiendo
servicios de tratamiento, recuperación y rehabilitación en un centro de desintoxicación, esta
Segunda Certificación podrá ser emitida por un médico y el equipo inter o multidisciplinario. La
petición deberá ser presentada al tribunal hasta tres (3) días antes de finalizar el período inicial de
quince (15) días. Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas seguidas a la presentación de la petición
de Extensión Orden de Ingreso Involuntario, el tribunal determinará si procede la extensión del
período de hospitalización así solicitado. Mientras ocurre este proceso el menor se mantendrá
hospitalizado.
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De haber transcurrido el término inicial de quince (15) días sin que se haya presentado en
tiempo ante el tribunal la Petición de Orden de Extensión de Ingreso Involuntario con la
certificación correspondiente, la institución procederá a otorgar el alta inmediata del menor y así lo
notificará al tribunal.
Artículo 8.19. – Petición de Alta por Padre, Madre con Patria Potestad o Tutor Legal.-
Cuando el padre o madre con patria potestad o custodia, el tutor legal o la persona que tenga
la custodia provisional solicitare que el menor con ingreso voluntario sea dado de alta, la misma se
efectuará no más tarde de las veinticuatro (24) horas siguientes a la petición.
Si el director de la institución tiene motivos fundados para objetar la petición de alta del
menor, radicará una petición en el tribunal indicando la necesidad de los servicios.
La falta de interés o incapacidad de proveer cuido o albergue del padre o madre con patria
potestad o custodia, del tutor legal o de la persona que tenga la custodia provisional, no darán base
para que el tribunal se niegue a emitir una orden para que el menor sea dado de alta. En tal caso el
tribunal ordenará la intervención del Departamento de la Familia, a los fines de asegurar que el
albergue y cuido necesario para el menor le sean provistos, en cuyo caso el Departamento de la
Familia asumirá la custodia del menor.
Dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a la petición de alta, el menor será evaluado
por psiquiatra de niños y adolescentes en conjunto con el equipo inter o multidisciplinario y se
determinará si constituye peligro inmediato para sí mismo, para otros o propiedad alguna, mediante
actos violentos o consistentes que denoten un trastorno mental. De no ocurrir dicha evaluación, el
menor será dado de alta de inmediato. Si como resultado de la petición de alta y luego de la
evaluación que en este Artículo se expresa, se determina que el menor constituye peligro inmediato,
se procederá a solicitar al Tribunal una Orden de Ingreso que no excederá el término de quince (15)
días y el cambio de estado de Ingreso Voluntario a involuntario donde el Tribunal señalará una vista
dentro de las próximas veinticuatro (24) horas. Mientras ocurra este proceso, el menor continuará
hospitalizado. Se continuará con los procedimientos de Ingreso Voluntario a Petición de Ingreso
Involuntario, donde el Tribunal señalará una vista, conforme a las disposiciones establecidas en esta
Ley.
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(a) Las vistas se llevarán a cabo ante el tribunal con competencia. A tenor con lo dispuesto
en las Reglas de Procedimento Civil vigentes.
(b) El menor estará presente junto a su padre, madre con patria potestad o tutor legal, en la
vista y por representación de su abogado.
(c) Si el Tribunal motu propio o a petición de una de las partes, cuando medie justa causa
mayor, pospone la vista del caso, el menor continuará recluido pendiente de una orden subsiguiente
del Tribunal. La posposición de la vista no se extenderá por más de cinco (5) días laborables.
(d) El menor, padre, madre con patria potestad o tutor legal, tendrán derecho a presentar
toda la prueba que estime pertinente para rebatir la continuación de su ingreso de forma
involuntaria. Tal prueba podrá consistir en evidencia testifical o documental. A estos fines, el adulto
tendrá derecho a someterse a un examen independiente por el profesional de la salud mental de su
elección o por uno designado por el Tribunal, quien hará una evaluación y emitirá sus
recomendaciones al Tribunal. Los servicios de dicho profesional serán costeados por el padre,
madre con patria potestad o tutor legal, objeto de la petición de Ingreso Involuntario o cambio de
status, por un pariente cercano si lo tuviere, o por el estado en caso de que el menor sea indigente.
Todo menor que sea objeto de una petición de orden de Ingreso Involuntario, tendrá derecho
a estar representado por un abogado o procurador de familia, según su disponibilidad. Si el menor
es indigente y no ha podido contratar un abogado, el tribunal le designará uno de oficio. El abogado
designado por el tribunal y su representado deberán contar con tiempo razonable para prepararse
para la vista.
Cualquier menor que reciba servicios de salud mental y se encuentre en una Institución
proveedora, podrá ser trasladado a otra, siempre que dicho traslado fuese necesario y no resulte en
detrimento del menor, siempre y cuando éste y la institución que lo recibirá acepten el traslado. El
menor, el familiar más cercano o su tutor será notificado del traslado, por lo menos tres días previo
al mismo. Si la vida del menor está en peligro inminente, el traslado tendrá lugar, y se notificará al
padre, madre con patria potestad o su tutor legal, no más tarde de las veinticuatro (24) horas
posteriores al mismo.
Si el menor, padre, madre con patria potestad o su tutor legal tuviese objeciones al mismo,
la institución le dará la oportunidad de reconsiderar del traslado de conformidad con el Artículo
2.23. Durante el proceso de reconsideración del traslado, el menor permanecerá en la Institución
proveedora de Servicios de Salud Mental original.
99
Artículo 8.24 – Pases.-
Cuando el menor sujeto a Ingreso Involuntario abandone la institución sin haber sido dado
de alta, el director notificará de inmediato a un agente del orden público, para que proceda a su
aprehensión y sea regresado a la institución. Notificará además al padre, madre con patria potestad,
o el tutor legal y a la persona que solicitó su ingreso.
Cuando un menor sujeto a Ingreso Voluntario abandone la institución sin haber sido dado de
alta el director notificará de inmediato al padre, madre con patria potestad o al tutor legal del menor.
100
familias, en sus hogares y sus comunidades para regresar a sus hogares y sus comunidades y
continuar su tratamiento en un nivel de tratamiento de menor intensidad y menos restrictivo. Esta
modalidad de tratamiento debe de ser cubierta por los planes médicos en el caso de que ello aplique.
(2) Desarrollar las destrezas de ajuste y funcionamiento del joven en la relación con
su familia, la comunidad y las diferentes instituciones sociales.
(7) Coordinar los servicios con otras agencias de la comunidad que llenen las
necesidades de los jóvenes y sus familias.
101
(1) El tratamiento, recuperación y rehabilitación individualizada, haciendo énfasis en
los objetivos señalados en el Inciso B de este Artículo;
(3) atención a las condiciones de salud física y mental del menor admitido;
(5) una dieta balanceada, de acuerdo a las necesidades fisiológicas del menor; y
Los Tratamientos Residenciales para Menores deben desarrollarse por niveles o etapas de
progreso, de forma tal que el menor pueda ser evaluado, clasificado y reclasificado de acuerdo a su
progreso clínico, en el ambiente de mayor autonomía posible, y terapéuticamente indicado.
Los niveles o etapas que adopte la institución que ofrece el Programa de Tratamiento
Residencial para Menores, deberá de diseñarse de acuerdo a la severidad de los síntomas y signos el
diagnóstico y el grado de supervisión requerida por el menor, entendiéndose como tal, el nivel o
etapa de mayor supervisión, de supervisión moderada y supervisión mínima.
(3) los criterios de admisión que deben reunir el menor para ser admitido al
Programa:
(5) la composición del personal que tendrá la institución, así como las calificaciones
del mismo;
102
(6) las modalidades de tratamientos y servicios ancilares provistos por el Programa;
Los Servicios Transicionales para Menores serán diseñados para proveer experiencias
estructuradas, consistentes y especializadas en diferentes niveles de supervisión que correspondan a
la severidad de los síntomas y signos del trastorno que aplique por edad y género, y para lograr a su
vez, que el menor se adapte a su medio ambiente, de acuerdo a la severidad de su trastorno mental y
pueda participar en otro nivel de cuidado de mayor autonomía hasta lograr su eventual
independencia en la comunidad. Su función principal será proveer servicios de recuperación y
rehabilitación, haciendo énfasis en el desarrollo adecuado del manejo de la vida diaria del menor,
además de ofrecer cuidado y custodia de una forma segura y humana. Ejemplo de estos servicios en
el área de niños y adolescentes pueden ser, hogares terapéuticos o comunidades terapéuticas de
organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, entre otros.
103
1) Fortalecer el funcionamiento familiar para mejorar las destrezas de comunicación efectiva
y los estilos de interacción entre sus miembros.
7) Coordinar los servicios con otras agencias de la comunidad que llenen las necesidades de
los jóvenes y sus familias.
(a) El cuido y custodia, seguros y humanos, dentro del ambiente de mayor autonomía
posible, de acuerdo a las necesidades de tratamiento, recuperación y rehabilitación del menor;
(c) la coordinación adecuada con agencias gubernamentales y privadas, para lograr servicios
comprensivos para el menor y su familia, conducentes al retorno a su hogar y comunidad;
(d) atención a las condiciones de salud física y mental del menor admitido;
(f) una dieta balanceada, de acuerdo a las necesidades fisiológicas del menor; y
104
(g) un plan de rehabilitación recreativo, educativo o vocacional, el que aplique, a ser
implantado en el programa por el equipo interdisciplinario.
Los Servicios Transicionales para Menores deben desarrollarse por niveles, etapas o
servicios, de forma que el menor, sujeto al mismo, pueda ser evaluado y clasificado de acuerdo a
sus necesidades y ubicado en el ambiente de mayor autonomía posible, así como terapéuticamente
indicado.
Los niveles, etapas o servicios que adopte la institución que ofrece Servicios Transicionales,
deberán diseñarse de acuerdo con la severidad de los síntomas y signos, el diagnóstico y el grado de
supervisión requerida por el menor, entendiéndose como tal el servicio de mayor supervisión, el
servicio de supervisión moderada, el servicio de supervisión mínima y el servicio en hogar propio o
independiente.
El sistema debe permitir que el menor sea referido directamente al nivel más apropiado a su
condición, sin tener que pasar por todos los niveles o etapas.
Todo menor que reúna los criterios necesarios para recibir Servicios Transicionales para
Menores, de acuerdo a las evaluaciones y recomendaciones del psiquiatra de niños y adolescentes, y
del equipo inter o multidisciplinario, pero que su padre o madre con patria potestad o custodia, su
tutor legal o la persona que tenga la custodia provisional no consienta a tales servicios, será objeto
de una petición de tratamiento compulsorio, o Ingreso Involuntario ante el Tribunal, de
conformidad a los procedimientos dispuestos en esta Ley para esos fines.
Cualquier menor entre los catorce (14) y dieciocho (18) años de edad podrá solicitar y
recibir consejería o psicoterapia y de ser necesario recibir tratamiento de salud mental de manera
ambulatoria por un período máximo de seis (6) sesiones si el psiquiatra de niños y adolescentes,
psiquiatra, psicólogo, trabajador social, o consejero profesional determina que tiene la capacidad
para tomar la decisión. No se negarán los servicios al menor por falta de recursos económicos.
Durante el proceso, el psiquiatra de niños y adolescentes, psiquiatra, psicólogo, trabajador social, o
consejero profesional determinará qué tipo de servicios de salud mental, si alguno, necesita el
menor y le indicará sus recomendaciones. Del menor necesitar servicios de tratamiento en salud
mental, el profesional lo orientará y ayudará a reconocer la conveniencia de obtener la autorización
del padre o madre con patria potestad o custodia o tutor legal.
105
autorizar la consejería y el tratamiento a dicho menor y éstos no serán informados de tal
intervención sin el consentimiento del menor, excepto en los casos en que el psiquiatra de niños y
adolescentes, psiquiatra, psicólogo, trabajador social o consejero profesional o cualquier otro
profesional de la salud identifique que el menor esté en riesgo de causarse daño a sí mismo, a otros,
o a la propiedad. En los casos en que la notificación al padre o madre con patria potestad o custodia,
al tutor legal o a la persona que tenga la custodia provisional sea necesaria, el menor será informado
de tal notificación. Una vez notificado el padre, o madre, o tutor legal o persona que tenga la
custodia provisional del menor, el profesional de salud mental deberá obtener el consentimiento
para llevar a cabo la intervención que aplique.
No se negarán los servicios al menor por falta de recursos económicos. Los costos
correspondientes a los servicios de consejería, psicoterapia o tratamiento ambulatorio a menores se
podrán facturar con cargo al seguro de salud del menor, en el caso de que ello aplique. En esta Ley
dicha sesión equivale a una cita de tratamiento ambulatorio sin medicamento. El servicio también
puede darse por terminado si el menor deja de asistir o se concluye el servicio por acuerdo mutuo.
106
Todo menor para el cual se solicita o comienza a recibir servicios directos ambulatorios de
salud mental en los diferentes niveles de cuidado y modalidades de tratamiento, rehabilitación y
recuperación, recibirá durante las primeras setenta y dos (72) horas, los siguientes servicios, entre
otros:
(a) Un examen físico, cuando sea clínicamente necesario para descartar condiciones
fisiológicas u orgánicas o como parte del seguimiento clínico ambulatorio;
(b) análisis de laboratorios, cuando sean clínicamente necesarios para descartar condiciones
fisiológicas u orgánicas o como parte del seguimiento clínico ambulatorio;
(c) una evaluación psiquiátrica realizada por un psiquiatra, cuando por razones plenamente
justificadas no haya disponible un psiquiatra de niños y adolescentes. Si la evaluación es
realizada por un psiquiatra general o médico primario, se deberá obtener a la menor
brevedad posible la consulta de un psiquiatra de niños y adolescentes;
(e) una evaluación psicológica por un psicólogo, cuando sea clínicamente indicado;
(f) una evaluación social por un trabajador social, cuando sea pertinente debido a situaciones
o circunstancias sociales que puedan afectar el continuo de servicios de salud mental de
la persona;
Los resultados de estas pruebas, análisis y evaluaciones formarán parte del expediente
clínico del menor. Dichos resultados se utilizarán para establecer el Plan Individualizado de
Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación en el nivel de cuidado de mayor autonomía que
corresponda. Este plan será formulado por un equipo inter o multidisciplinario, no más tarde de los
quince (15) días siguientes al comienzo de su tratamiento y se revisará cada treinta (30) días, según
los estándares para cada nivel de cuidado o cuando ocurra un cambio sustancial. Los
procedimientos serán consignados en el reglamento que para tales fines se promulgue.
107
Todo menor evaluado, que haya sido hospitalizado, y que por las recomendaciones del
psiquiatra de niños y adolescentes, y el equipo inter o multidisciplinario, se determine que necesita
de tratamiento dentro de otro nivel de cuidado de mayor autonomía, se le revisará el plan de egreso
o las recomendaciones de la evaluación, y se pondrá en práctica el mismo dentro de las veinticuatro
(24) horas posteriores a la admisión, siempre y cuando cualifique clínicamente para dicho nivel de
cuidado.
El Tribunal ordenará la evaluación de aquellos menores a quienes se les imputa faltas o que
hayan sido declarados incursos en faltas, en una institución proveedora de salud mental para
108
menores, siempre que se necesite confirmar o descartar la presencia de un trastorno mental, motu
proprio o a petición de parte.
Si luego de la evaluación se determina que el menor bajo la jurisdicción del Tribunal padece
de trastorno mental, el Tribunal ordenará que se elabore e implante un Plan Individualizado de
Tratamiento, Recuperación y Rehabilitación inter o multidisciplinario, que incluirá la provisión de
los servicios especializados necesarios. Todos y cada uno de los programas de servicios deberán ser
provistos en instituciones especializadas para menores según su edad, género y necesidades
clínicas.
El menor deberá reunir los criterios de ingreso a la mencionada institución. Una vez
ingresado en la misma, será evaluado, conforme a lo dispuesto en esta Ley y se informará al
Tribunal cada tres (3) meses o antes, de así requerido el Tribunal o de haber cambio significativo en
su condición, para propósitos de determinar el progreso en su tratamiento, recuperación y
rehabilitación, así como las recomendaciones correspondientes. Copia de la evaluación será enviada
al Tribunal de Primera Instancia, Sala de Asuntos de Menores, al Procurador de Menores y a las
partes según indique el Tribunal.
El Director de la unidad especializada deberá notificar al Tribunal tan pronto el menor sea
dado de alta de la unidad, y enviará copia de dicha notificación junto con el plan de egreso a la
Administración de Instituciones Juveniles. Posterior a la misma, el Tribunal ordenará lo que
proceda y enviará copia de la orden a esos efectos a la Administración de Instituciones Juveniles.
109
Una vez el Tribunal determine que procede el alta, el menor deberá ser dado de alta
inmediatamente.
Artículo 11.04. – Menor Exonerado de Falta; Orden de Referido a Servicio de Salud Mental.-
Cuando el Tribunal haya exonerado al menor de cometer una falta, pero la evaluación refleja
la existencia de un trastorno mental, el menor será referido al servicio de salud mental recomendado
en dicha evaluación. El Tribunal expedirá una Orden de Ingreso Involuntario de quince (15) días. Si
se determinara que el término de quince (15) días es insuficiente, se procederá con el cumplimiento
del procedimiento establecido en esta Ley.
Cualquier orden del tribunal deberá ser por escrito, debidamente sellada y firmada y estará
acompañada de una determinación clara y precisa del tribunal en lo relativo a la situación del
menor.
Se le entregará una copia de la orden al padre o madre con patria potestad o al tutor legal o
la persona que tenga la custodia provisional que recibe servicios de salud mental, o a su abogado y
al director de la institución de salud mental o al Director del servicio del nivel de cuidado que
corresponda al cual fue ingresado el menor. El tribunal notificará a cualquiera de los anteriores
sobre su derecho a solicitar reconsideración y en caso de ser indigente, de su derecho a una
transcripción gratuita del expediente legal y a asistencia de abogado. Si el padre o madre con patria
potestad o el tutor legal desea una revisión y no tiene medios económicos para ello, el tribunal le
asignará un abogado.
CAPITULO XII.- SISTEMA COLABORATIVO.-
110
premisa, se establece la importancia y urgencia de desarrollar sistemas colaborativos
interagenciales, para atender en forma integrada y comprensiva las poblaciones con trastornos
mentales que de una u otra forma también son servidas o tienen derecho a recibir servicios por las
otras agencias. Podrán colaborar en este esfuerzo entidades y empresas privadas con o sin fines de
lucro.
Este sistema desarrollará un plan maestro de trabajo en el cual indicará las fases, metas,
objetivos, actividades, indicadores de logros, de ejecución y de resultados para el mismo, al igual
que las fechas de implantación por agencias y poblaciones a servir (niños, adolescentes mujeres,
madres, deambulantes y otros), y las agencias y servicios que correspondan para cada una. Incluirá
además, las aportaciones de cada agencia, en proporción a las necesidades identificadas para cada
población y cada proyecto colaborativo, la implantación de una evaluación formativa y sumativa de
este sistema y el presupuesto integrado para todo el sistema colaborativo y sus proyectos. Se hace la
distinción que la colaboración es trabajo en conjunto.
Se establece que este sistema puede utilizar diversos tipos y modelos de colaboraciones
interagenciales, entre las que se encuentran la integración de recursos físicos y profesionales, el
presupuesto colaborativo “Blended Budget” para un proyecto o creación y acceso a un servicio, la
planificación colaborativa, y la planificación complementaria.
Este sistema presentará informes semestrales y anuales, con las evaluaciones que de acuerdo
al campo se denominan como formativas y sumativas, a la Oficina de Gerencia y Presupuesto y a la
Asamblea Legislativa., de acuerdo a este artículo.
La vigencia para la implantación de este sistema se iniciará a los noventa (90) días de
aprobarse esta Ley, iniciándose los trabajos colaborativos interagenciales.
111
CAPITULO XIII – TRATAMIENTOS RELACIONADOS AL ABUSO Y DEPENDENCIA
DE SUSTANCIAS CONTROLADAS O ALCOHOL.-
Artículo 13.01.- Tratamientos de las Personas con Trastorno por Abuso o Dependencia a Sustancias
Controladas y/o Alcohol, incluyendo trastornos comórbidos.-
El tratamiento para las personas con trastornos de sustancias, incluyendo los diagnósticos
comórbidos, que sufran una dependencia a sustancias o alcohol requerirá de la intervención de un
equipo interdisciplinario compuesto por profesionales de la salud mental, según lo determine el
estudio individual de caso realizado inicialmente por el médico primario y el psicólogo, en consulta
con el psiquiatra, si el diagnóstico así lo indica. Todos los médicos y clínicos del equipo
interdisciplinario tendrán especialidad o educación continuada en el campo de las adicciones. El
valor terapéutico del proceso intrahospitalario de la desintoxicación será determinada por el
psiquiatra y el equipo interdisciplinario, a la luz de los primeros episodios de intoxicación, la
condición física, y el estado mental de la persona al momento de la solicitud de este servicio.
1. Pareo adecuado entre el nivel de tratamiento y las necesidades individuales del paciente.
2. Debe estar asequible, de forma inmediata, con integración y continuidad entre los
distintos niveles de tratamiento, a una distancia razonable en cada municipio de la Isla.
3. Debe ser flexible, basado en evaluaciones continuas de las necesidades del paciente que
pueden cambiar durante el curso del tratamiento.
.
4. El tratamiento será integrado en uno o más niveles y podrá tener una duración no menor
de 6 meses de tratamiento, luego un seguimiento y finalmente un mantenimiento
indefinido. Se debe evitar el abandono prematuro del tratamiento.
8. En los casos de dos o más diagnósticos psiquiátricos, deben tratarse todas las
condiciones concurrentemente.
112
9. Deberá monitorearse el uso de drogas continuamente, y en forma periódica, incluyendo
el alcohol y otras sustancias controladas, de acuerdo al historial clínico de la persona.
10. La modalidad del tratamiento farmacológico, ya sea con o sin medicamentos agonistas,
debe entenderse que es solamente una de varias intervenciones terapéuticas que integran
el tratamiento de los trastornos de sustancias y alcohol. No debe excluir la utilización de
otras modalidades de tratamientos, tales como, las psicoterapias (cognoscitiva,
modificación de conducta, introspección, terapia de grupo y de familia), y otras
intervenciones de sostén comunitario como, la consejería espiritual, la consejería
motivacional, consejería vocacional, supervisión de pares y grupos de apoyo.
12. En los tratamientos de rehabilitación a largo plazo, tendrán que separarse los grupos de
pacientes con trastornos relacionados a sustancias controladas o alcohol, de otros
pacientes que sólo tienen otros trastornos psiquiátricos. También debe separarse los
grupos por razón de edad y sexo, según estipulado en esta Ley. Las personas que
presenten trastornos comórbidos, relacionados al abuso o dependencia de sustancias
controladas y/o alcohol, y cualesquiera otros diagnósticos psiquiátricos, recibirán
atención para todas sus condiciones concurrentemente.
13. En las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, que brinden
tratamiento a personas con trastornos de sustancias y/o alcohol, podrán integrarse como
parte del equipo inter o multidisciplinario los consejeros y/o guías espiritual-pastoral,
entre otras.
14. Los casos de niños y adolescentes con trastornos de sustancias y/o alcohol, deben ser
evaluados y tratados por un psiquiatra de niños y adolescentes, con educación médica
continua al día o especialidad en psiquiatría de las adicciones en consulta con un equipo
interdisciplinario, que también cumplan con sus requisitos de educación continua al día
de su profesión. En ausencia de estos profesionales un psiquiatra o un médico puede
proceder con la evaluación y el tratamiento hasta tanto se pueda consultar con el
subespecialista.
113
desinstitucionalización o plan de alta, la planificación y coordinación del continuo de
servicios en la comunidad.”
Disponiéndose que en los casos de estricto trastorno por dependencia o abuso de sustancias
controladas y/o alcohol, será obligación del proveedor indirecto de servicio de salud mental, cubrir
los siguientes beneficios, siempre y cuando medie justificación médica:
En los tratamientos residenciales, los seguros médicos cubrirán los mismos a razón de un
máximo de noventa (90) días por año póliza, siempre y cuando haya justificación médica y los
servicios estén disponibles en Puerto Rico.
Las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, según dicho término
aparece definido en esta Ley y las labores de consejería espiritual-pastoral y trabajo social, estarán
sujetas a los preceptos de esta Ley. Disponiéndose, que dichas organizaciones continuarán
brindando sus servicios comunitarios, según su práctica histórica, tradicional y ordinaria, y siempre
sujetas a los preceptos de la Constitución y Leyes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
La aprobación de esta Ley no representará, en modo alguno, una variación a los derechos,
prerrogativas y beneficios que, conforme al desarrollo de su labor comunitaria aquí descrita, reciban
las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro
(Artículo 67).-
Las organizaciones de base comunitaria, con o sin fines de lucro, tendrán un período un (1)
año, contado a partir de la aprobación de esta Ley, para adaptar sus programas y servicios a los
requisitos establecidos en esta Ley.
114
mantener un registro público de todas las instituciones y facilidades, ya sean públicas o privadas,
que se dediquen a proveer servicios para la prevención o el tratamiento de desórdenes mentales, y
de adicción a drogas y alcoholismo; a formular e implantar los programas de prevención y
tratamiento, y establecer los controles de calidad de los mismos, con el objetivo de cumplir con los
propósitos de esta Ley.
La autoridad para conceder licencias que establece este artículo será de la entera
competencia de la Administración, licencia que se expedirá a través de su División de
Licenciamiento, para efectos de los servicios y facilidades de salud mental exclusivamente. Dicha
licencia se conocerá como “Licencia de Servicios de Salud Mental”. El Administrador establecerá
mediante reglamento los costos que tendrá que pagar la institución que solicita o renueva la
licencia, estableciéndose categorías entre las instituciones con y sin fines de lucro. La
reglamentación que adopte a tales efectos, se establecerá entre otros requisitos, para la concesión y
renovación de la licencia que el solicitante describa los mecanismos para la implantación y
cumplimiento de esta Ley, así como los indicadores que utilizará para asegurarse de que dicha
implantación sea efectiva y continua.
Se faculta al Administrador a preparar todos aquellos reglamentos que sean necesarios, a los
fines de facilitar la implantación de esta Ley, dentro de un término de seis (6) meses después de la
aprobación de esta Ley y en conformidad a la Ley Núm. 170 del 12 de agosto de 1988, según
enmendada, conocida como la “Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico”.
(a) Asegurar que las personas reciban los servicios a que tienen derecho;
(b) efectuar intercesión en caso que no haya acceso a los servicios adecuados de acuerdo al
trastorno y severidad de los síntomas y signos, la edad y las características de la persona;
(c) proveer manejo de caso y acceso a las personas con trastornos mentales severos a
servicios comprensivos, de acuerdo a sus necesidades;
(d) accesar a las poblaciones crónicas y recurrentes a la red de proveedores para que
participen y reciban el tratamiento que su condición necesita (“outreach”).
115
(e) asistir en el proceso de transición de la Reforma de Salud, hasta que se complete la
misma.
Para asegurar la calidad y efectividad de los servicios prestados y proteger los mejores
intereses de las personas que reciben los servicios, el Administrador podrá, previa vista al efecto,
multar, denegar, suspender o revocar en cualquier momento tales licencias, cuando determine que
una institución no cumple con los requisitos establecidos en esta Ley. En el caso de las instituciones
que proveen servicios de tratamiento, recuperación, rehabilitación y servicios transicionales, la
licencia que en virtud de esta Ley le sea otorgada tendrá una vigencia por un periodo de dos (2)
años. La solicitud de renovación se hará en conformidad a las reglas y reglamentos que a tales fines
establezca la Administración.
Cualquier persona que reciba servicios directos o indirectos de salud mental y que por sí,
por su tutor legal o por medio de cualquier otra persona, tenga motivos fundados para creer que se
ha incurrido en abuso, podrá acudir al Tribunal de Primera Instancia, para solicitar el cese y desista
de toda actuación que contravenga las disposiciones de ésta Ley.
116
La presentación de una acción al amparo de este Artículo, es independiente de cualquiera
otra acción civil, criminal o administrativa que disponga la legislación vigente, y no impedirá el
ejercicio de tales acciones, derechos o remedios.
Nada en esta Ley impedirá a cualquier persona radicar un recurso de Hábeas Corpus. El
tribunal que conceda dicho recurso, deberá enviar copia del mismo al tribunal que ordenó el
ingreso. El Secretario del tribunal deberá incluir la misma en el expediente del caso.
Toda petición presentada al tribunal, amparándose en las disposiciones de esta Ley, será
suscrita bajo juramento, so pena de perjurio. De existir motivos fundados para creer que el
peticionario ha ofrecido información falsa con el propósito de que una persona sea ingresada a una
Institución proveedora, se notificará de inmediato al fiscal, quien procederá a investigar los hechos
para establecer si hay causa para proceder contra el peticionario.
Cualquier persona que haya sido declarada incompetente por cualquier tribunal podrá
solicitar en cualquier momento, una petición para la modificación de la tutoría o para que se le
restituya su competencia legal. La petición podrá ser radicada en el tribunal que determinó que la
persona era incompetente o en el tribunal donde resida la misma. La petición deberá estar
acompañada por una certificación del psiquiatra y por la notificación de alta de la institución. La
certificación del psiquiatra deberá incluir el alcance de la capacidad de la persona de manejar su
persona y sus bienes. Si no se acompaña la certificación, el tribunal podrá nombrar un psiquiatra
para que examine a la persona y radique la certificación sobre su competencia.
Cuando una persona que fuere ingresada a una institución, fallezca dentro de la misma, será
obligación del director de ésta notificar la defunción a la fiscalía correspondiente, para que se
ordene llevar a cabo una autopsia. Los procedimientos se llevarán a cabo, conforme a la Ley Núm.
13 de 24 de julio de 1985, según enmendada, conocida como "Ley del Instituto de Ciencias
Forenses de Puerto Rico". En los casos en que la persona fuere ingresada por orden judicial, será
117
obligación del Director de la institución, notificar la defunción al tribunal que dio la orden de
ingreso.
(a) Toda persona que viole cualquiera de las disposiciones de esta Ley, incurrirá en delito
menos grave y convicta que fuere, será sancionada con pena de una multa no mayor de cinco mil
(5,000) dólares.
(b) Toda persona natural o jurídica que discrimine en torno a cualquier aspecto relacionado
con el acceso a los servicios necesarios para la persona que requiera de servicios de salud mental,
que cometa abuso o viole el deber de guardar la confidencialidad de la información, o efectúe el
aislamiento, restricción o terapia electroconvulsiva de forma contraria a lo dispuesto en esta Ley,
incurrirá en delito grave y será sancionada con una multa no menor de cinco mil (5,000) dólares ni
mayor de quince mil (15,000) dólares o pena de reclusión por un término fijo de tres (3) años, o
ambas penas a discreción del tribunal.
(c) El iniciar una acción bajo lo dispuesto en los incisos (a) y (b) de este artículo, no
impedirá la radicación de cualquier tipo de acción administrativa o civil.
Se deroga la Ley Núm. 116 de 12 de junio de 1980, conocida como "Código de Salud
Mental de Puerto Rico".
Si cualquier cláusula, párrafo, artículo, inciso, capítulo o parte de esta Ley fuere declarada
inconstitucional por un tribunal con competencia, la sentencia a tal efecto dictada no afectará,
perjudicará ni invalidará el resto de esta Ley. El efecto de dicha sentencia quedará limitado a la
cláusula, párrafo, artículo, inciso, capítulo o parte que así hubiere sido declarada inconstitucional.
118