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rogerrodriguez@adinet.com.uy
Pocos imaginaron que esa mujer delgada, de pelo corto, casi tímida y de voz suave,
podría llegar a ser temida por los militares y policías que violaron los derechos humanos
en los años de la dictadura. Sus antecedentes en el Juzgado Penal de 3º Turno en la
Ciudad de la Costa adelantaban su coraje para enfrentar a una mafia del contrabando
que llevó a una serie de procesamientos en la Aduana del Aeropuerto de Carrasco.
Pero cuando la doctora Mariana Mota fue designada en el Juzgado Penal de 7º Turno,
muchos impunes suspiraban de alivio por el traslado al Juzgado Especial sobre Ilícitos
Económicos de la jueza Graciela Gatti, quien había abierto la causa y ordenado el
procesamiento con prisión del dictador Juan María Bordaberry.
La jueza Mota heredó un juzgado “caliente”, donde la causa Bordaberry no parecía una
prioridad. En sus manos había quedado el caso de los hermanos José, Jorge y Juan
Peirano Facio y el incidente de espionaje del ex agente del SIDE argentino, Iván
Velázquez, un hacker que había perfeccionado un programa a través de Internet con el
que se infiltró en documentos y secretos de autoridades, dirigentes políticos y
periodistas de ambas márgenes del Río de la Plata. Mota tuvo que otorgarles la libertad
a José y Jorge Peirano porque el Parlamento derogó una ley que los mantenía presos,
pero a la vez mantuvo encarcelado a Juan Peirano tras su extradición desde Estados
Unidos. Velázquez también fue procesado con prisión luego de espiar a la propia policía
uruguaya que le pidió “ayuda” en la instalación de un software.
Desde que llegó al juzgado, Mariana Mota estudió detenidamente el voluminoso
expediente contra Bordaberry, donde la denuncia original interpuesta por los abogados
Hebe Martínez Burlé y Walter De León, habían permitido recabar testimonios y pruebas
sobre decenas de crímenes de lesa humanidad ocurridas durante el mandato del
dictador que el ministerio público a cargo de la doctora Ana María Telechea fue
“acordonando” como causas a profundizar. Mota modificó la carátula de homicidios con
que Gatti había encausado a Bordaberry por los casos de desaparecidos y los tipificó
como desapariciones forzadas, a la vez que admitió que el presidente que disolvió el
parlamento en 1973 había atentado contra la Constitución. Por primera vez un dictador
fue condenado como tal.
El protagonismo adquirido por la jueza Mota (de bajo perfil mediático y a quien no le
gusta salir ni en fotografías) y la fiscal Telechea (que seguía los pasos de la fiscal Mirtha
Guianze), no tardó en ser atacado por los sectores y estructuras que defienden a los
militares encausados por violaciones a los derechos humanos. Adelantando una
estrategia que a principios de este año se hizo expresa con la creación del denominado
Foro Libertad y Concordia, desde un par de importantes estudios de abogados se
comenzó a diseñar una ofensiva que viene disparando sobre la representante del
ministerio público y contra la propia jueza en el debate jurídico y a través de una serie
de “chicanas” y recursos administrativos que han logrado enlentecer los procesos para
llegar a noviembre próximo, fecha prevista para la prescripción de los delitos.
La embestida contra jueces y fiscales que procuraban esclarecer las violaciones a los
derechos humanos también tuvo como víctima a la fiscal Mirtha Guianze, impedida de
ascender al cargo de Fiscal de Corte y atacada por la condición de preso político que
tuvo su marido. También la fiscal Ana María Telechea fue cuestionada y denunciada
ante sus superiores, en el marco de la estrategia desplegada por los abogados de los
criminales de lesa humanidad, que cuentan con el asesoramiento y experiencia de sus
colegas argentinos especializados en la defensa de estos casos, quienes les han
facilitado el acceso a seminarios internacionales y un lobby regional financiado por
poderosos grupos económicos que apoyan a partidos políticos conservadores en contra
de los gobiernos progresistas existentes en la región.
Mariana Mota terminó siendo blanco de un ataque del ex fiscal Miguel Langón, el ex
presidente Jorge Batlle y el ex vicepresidente Gonzalo Aguirre por su sentencia contra
el coronel Carlos Calcagno. La jueza se vio obligada a hacer una aclaración pública
ante un programa de radio El Espectador donde se le cuestionaba sin fundamentos.
Hasta la actual directiva del propio Colegio de Abogados del Uruguay llegó a difundir
una crítica declaración que motivó días atrás el pedido de desafiliación gremial por parte
de la fiscal Telechea. Ahora, la jueza también pasaría a ser investigada por su eventual
participación como ciudadana en una marcha de silencio en la que cien mil uruguayos
reclamaron el pasado 20 de mayo por verdad, justicia y la vigencia de los derechos
humanos en Uruguay.
La situación termina por revelar la dificultad que fiscales y jueces tienen para realizar su
trabajo en las causas de derechos humanos, ante la falta de apoyo de los poderes del
Estado que no les facilitan la infraestructura necesaria y donde no hubo voluntad política
para crear un par de juzgados especiales en la materia (similares a los de la lucha
contra los delitos económicos) como había propuesto el senador Oscar López
Goldaracena durante la discusión del presupuesto quinquenal. Similar indefensión
sufren los propios testigos y víctimas de las causas por violaciones a los derechos
humanos, quienes tienen que compartir sala de espera con los posibles indagados (en
ocasiones sus propios torturadores) o declarar en pequeños despachos donde la
víctima y el victimario prácticamente se tocan, como le ocurrió a Sara Méndez en un
careo con el policía Ricardo Conejo Medina.
El grupo de abogados que defiende a los criminales de lesa humanidad, aparece hoy
encabezado por el ex fiscal de Corte, Miguel Langón, que utiliza como sede el Estudio
del abogado Carlos Curbelo Tammaro, ubicado junto al edificio de los juzgados de la
calle Misiones. Langón, quien asesora directamente al Foro Libertad y Concordia y a
varios de los militares retirados que están presos en la cárcel de Domingo Arena,
maneja los contactos con los abogados argentinos que defienden a los golpistas del
vecino país. En forma paralela se mueve el estudio Bordaberry-Viana, donde el
abogado Gastón Chaves Sosa se ocupa de la defensa del dictador Bordaberry junto al
doctor Gustavo Bordes. En varias causas ambos grupos de abogados han manejado
estrategias en común, como en el caso Luzardo, donde el abogado Pedro Montano (que
junto a Curbelo Tammaro fue codefensor de Gregorio Alvarez) recusó al juez Juan
Carlos Fernandez Lecchini
Entre las maniobras impulsadas por los defensores se encuentra la de impedir que los
testigos sean acompañados por un abogado (como establece la ley 18.026), mientras
que los acusados se presentan con un ejército de profesionales que llegan a destratar a
las víctimas e interponen sucesivos recursos para dilatar el proceso (aunque saben que
serán desestimados), como ha ocurrido en la causa Gelós Bonilla. También ha existido
una directa intimidación sobre personal subalterno que podía proporcionar información,
a quienes abogados impuestos por los clubes militares les advirtieron que habían
llegado como testigos pero podían terminar siendo imputados si hablaban. En la causa
Sabalsagaray, la citación a los testigos militares se hizo desde el propio Ministerio de
Defensa, con un papel grapado donde aparecía el teléfono de un coronel del despacho
del Comandante del Ejército, con quien debían comunicarse antes de ir a declarar
Decía así:
-Durante las últimas semanas, las arremetidas desesperadas hacia la jueza penal de 7º
turno Mariana Motta, con el objetivo de desprestigiar su función; no dan fin.
Esta jueza como otros funcionarios del poder judicial, han sido el blanco elegido, por
los defensores de los involucrados
en delitos de Lesa humanidad. Como por ejemplo el Dr. Langón, quien incluso ha
hecho manifestaciones,
El derecho a replica es un
instrumento que se ejerce en
democracia, a diferencia de la
oscura y larga noche del
Terrorismo de Estado, que vivimos.
Fue una de las más grandes en años. Congregó a 100.000 almas que marcharon en total silencio, luego
de la nueva derrota infligida desde el parlamento, sobre la votación para la anulación de la maldita ley
de impunidad que aún persiste en nuestra constitución.
La prensa grande, y otros actores, nuevamente traen al tapete una nueva arremetida por la supuesta
presencia de la jueza Mariana Motta en la marcha del silencio. Esa noticia solo alimenta el objetivo
diseñado tiempo atrás:
Lo que hay que hacer es frenar toda la enorme declaración que vienen haciendo los militares
desde hace un buen tiempo. Y hasta ahora no se los ve molestados desde el gobierno o de los
responsables de tales mandos. Andan desbocados.
Este plan comenzó en febrero, cuando empezaron a ser citados en el juzgado de la calle
Misiones; los militares responsables de delitos cometidos en dictadura.
La jueza Mariana Motta, tiene derecho en su vida privada de tener sus propias actividades, eso
no inflinge ninguna falta con respecto al derecho que ejerce.
En tanto su vida personal no colide con el deber y el ejercicio del derecho en los estrados
judiciales, no debe ser motivo de sanción.
Desde todas las organizaciones de Derechos Humanos, y aquellas otras comprometidas con la
Verdad y la Justicia deberían pronunciarse en forma pública.
MARTHA PASSEGGI.
reportera-gráfica.
En los últimos tiempos se han sucedido las acusaciones contra la magistrada, que tiene en su
agenda varios asuntos políticamente delicados, y se ha pretendido descalificarla como si se
tratara de una fanática ignorante. Las críticas más recientes se centraron en su opinión de que
es "obsoleto y profundamente injusto" el precepto de que nadie está obligado a presentar
prueba en su contra, una opinión criticada en términos muy duros sin que, curiosamente, los
detractores mencionaran en qué especialista se apoyó la jueza para sostenerla.
Rápidamente, la Suprema Corte de Justicia dio a conocer que consultaría a Mota para que
dijera si estuvo en la manifestación, y -en el caso de que la respuesta sea afirmativa- diera sus
razones para ello. Según pudo saber ayer la diaria, la jueza pensaba contestar este lunes,
pero sólo se le concedió plazo hasta hoy, viernes.
El abajo firmante ignora si Mota, como muchos otros miles, caminó en silencio por 18 de Julio,
y cantó el himno nacional, expresando así su respaldo a la consigna de la marcha: "Verdad y
justicia. Derecho de todos. Responsabilidad del Estado". Pero si así fue, le cuesta hallar en
esas nueve palabras algún concepto que no sea compartible -algo que no deba ser
compartido- por cualquier persona encargada de un juzgado.
Los fallos de Mota pueden, naturalmente, ser discutidos, por quienes saben de derecho y por
cualquier otra persona (aunque es más útil, por supuesto, que se discutan con algún
conocimiento de causa). Lo que sería lamentable es que se la linche por no disimular su
adhesión a principios básicos del estado de derecho.
Marcelo Pereira
La Diaria
Defensas de militares recusarán a la
jueza Mota
Polémica presencia de la magistrada en "Marcha del Silencio"
Los abogados defensores de los militares indagados por violaciones a los derechos humanos
cuyos casos están a cargo de la jueza Mariana Mota, recusarán a la magistrada, luego de
conocerse públicamente que participó en la "Marcha del Silencio" el pasado viernes 20.
Mota tramita varios expedientes por crímenes de la dictadura, como por ejemplo el juicio
contra el ex dictador Juan María Bordaberry. También procesó al coronel (r) Carlos Calcagno
por la desaparición de dos uruguayos en Paraguay, y a los oficiales (r) de la Fuerza Aérea
Enrique Rivero y José Araújo por el homicidio de Ubagesner Chaves Sosa.
A su vez, la jueza tiene a su cargo una denuncia por torturas presentada por un grupo de 13
ex presos políticos de la base de Boiso Lanza, por la que serán indagados varios efectivos de
la Fuerza Aérea.
La magistrada estuvo en la última edición de la "Marcha del Silencio", que tuvo lugar por la
avenida 18 de Julio en reclamo de información sobre el destino de los desaparecidos, así
como castigo para los responsables de esos hechos.
"No tengo por qué decir si estuve o no estuve, es mi vida", dijo Mota al semanario
Búsqueda, que el miércoles informó sobre la presencia de Mota en la "Marcha del Silencio".
"Yo estuve... estuve en la calle", expresó la jueza, quien reconoció que en el lugar dialogó
con el senador suplente y abogado denunciante en varias causas Óscar López
Goldaracena. El País intentó ayer comunicarse con Mota, pero la magistrada no respondió
las llamadas en su teléfono celular.
Por ahora, solamente "hay una aparente denuncia de la prensa sobre la concurrencia de
una jueza a un aparente acto político", señaló Ruibal Pino al ser consultado por El País.
RECUSACIÓN. La Ley de la Judicatura (15.750) establece en su artículo 94 que los jueces
se abstendrán de "expresar y aun insinuar su juicio respecto de los asuntos que por ley son
llamados a fallar, fuera de las oportunidades en que la ley procesal lo admite".
"Si Mota fuera jueza de familia no tendría importancia, pero en estos casos es importante
que no demuestre cuál es su ideología política", agregó uno de los abogados, que prefirió
no ser identificado.
Por su parte, el abogado Emilio Mikolic, quien representa a varios militares que están siendo
indagados por Mota por la desaparición de Horacio Gelós Bonilla, adelantó a El País que
recusará a la jueza.
"Esto deja en clara evidencia que la jueza Mota no está en condiciones de resolver en estos
casos de acuerdo a Derecho", sostuvo Mikolic.
El País Digital
El delegado de las "bases" en el Secretariado, Ernesto Echepare, dijo a El País que hoy se
fijará una posición sobre la conveniencia de trabajar en dicha comisión.
Los sectores están todos de acuerdo en convocar la comisión que comenzará a funcionar a
partir del lunes. Entre las propuestas que se manejan para dejar sin efecto la ley de
Caducidad están la derogación de la ley, establecer en la Constitución que los fallos de la
Justicia internacional tengan fuerza legal en el país y la revocación de actos administrativos
que ampararon denuncias contra militares dentro de la ley de Caducidad.
El País Digital
Mitos y manías
Un librito escolar del escritor Parson Weems inauguró en 1800 el mito de que el primer
presidente de Estados Unidos, George Washington, jamás había dicho una mentira. Dos
siglos después, la ciudadanía estadounidense está acostumbrada a que sus gobernantes le
mientan en la cara.
Lyndon B Johnson inventó en 1964 “renovadas acciones hostiles contra barcos de Estados
Unidos en aguas del golfo de Tonkin” para inyectar más tropas en Vietnam. Nixon mantuvo
esa mentira y pronunció tantas otras, sobre todo por el caso Watergate, que terminó
renunciando. Una de ellas las resume todas: “No soy un sinvergüenza”. Ronald Reagan juró
en 1986 que no canjearía “armas ni nada por rehenes”. Luego, debió admitir que entregó
equipo antitanques a Irán con ese fin, aprovechando la operación para canalizar por vías
clandestinas dinero a la guerrilla que se oponía en Nicaragua a la Revolución Sandinista.
“Escúchenme. No lo voy a decir de nuevo: no tuve relaciones sexuales con esa mujer, la
señorita [Mónica] Lewinsky”, dijo muy serio por televisión Bill Clinton, quien también
bombardeó una fábrica de aspirinas en Sudán con la patraña de que allí se producían
armas químicas justo cuando el Congreso lo enjuiciaba por conducta impropia.
A George W Bush no le temblaba una pestaña cuando promovía con argumentos falaces la
injustificable guerra en Iraq. Su gobierno fue el imperio de la mentira. Y lo reeligieron.
Barack Obama adornó sus informes públicos sobre el asesinato de Osama bin Laden en
Pakistán y sobre el ataque a Libia con abundantes engaños y enredos. Su popularidad se
disparó al cielo.
Si Uruguay llegara a esta situación extrema, la obligatoriedad del sufragio disimularía esa
desconfianza. Sin embargo, el ejemplo estadounidense recomienda poner las barbas en
remojo. El presidente de la República debería dirigirse a la ciudadanía con sinceridad y sin
mentiras, y también debe esforzarse por ser verosímil. Debe ser sincero y parecerlo.
Aun con este panorama tan complicado es posible presumir la sinceridad de Mujica. Creer
que hace lo que puede con el equipo y las circunstancias que lo rodean. Pero esta
suposición resulta cada día más difícil. La pregunta es: ¿Mujica quiere desactivar la ley más
nefasta de la historia uruguaya? El menor de los riesgos de una respuesta negativa es que
el presidente quede como un mentiroso frente a esta generación y las siguientes. El mayor
de los riesgos es que alimente la desconfianza de la ciudadanía en el sistema político y en
la democracia. Hagan sus apuestas.
Marcelo Jelen
La Diaria
"Aquellos que se van sin que los echen vuelven sin que los llamen, así que
tenemos las puertas abiertas para recibirlo", acotó Heber.
"Yo he tenido reuniones con el senador Jorge Saravia, pero hemos hablado en términos
generales sobre determinados proyectos concretos porque se trata, naturalmente, de un
legislador que pertenece a otro partido político", dijo Da Rosa a El País.
Saravia fue excluido del Espacio 609 del Frente Amplio luego de votar negativamente el
proyecto de anulación de la ley de Caducidad. Su caso está en el Tribunal de Conducta
Política de la coalición de izquierda.
"En común tengo con Saravia que el Partido Nacional necesita fortalecer un gran espacio de
centro izquierda para hacer viable un proyecto del Partido Nacional, y yo eso lo vengo
sosteniendo desde hace mucho tiempo", resaltó Da Rosa.
"Es probable que en Tacuarembó haya algún contacto o alguna negociación, pero estamos
hablando de un senador que pertenece al Frente Amplio. Veremos qué pasa", agregó.
Por su parte, el senador de Unidad Nacional Luis Alberto Heber, dijo ayer, también en
Tacuarembó, que el Partido Nacional tiene las puertas abiertas para quien se quiera
acercar. "A aquellos que son de nuestro origen y quienes no lo son", dijo Heber, en
referencia al pasado nacionalista de Saravia.
"Aquellos que se van sin que los echen vuelven sin que los llamen, así que tenemos las
puertas abiertas para recibirlo", acotó Heber.
El País Digital
LEY DE CADUCIDAD
Finalmente, y tras 15 horas de debate, la iniciativa no logró la mayoría simple de los presentes
en Sala que requería, por lo que la Ley de Caducidad (Nº 15.848) seguirá vigente, como lo ha
estado desde diciembre de 1986.
Líderes de la oposición consultados hoy por EL PAÍS digital consideraron que se cerró una
etapa del debate y que, en caso de continuar, debe ser con otro enfoque y manteniendo otras
prioridades en la primer página de la agenda política.
El senador colorado Pedro Bordaberry afirmó que el fin de la discusión llegó con un error del
presidente José Mujica por el camino elegido para "tratar de solucionar el tema de una parte
de los uruguayos".
Bordaberry dijo que ahora se debe trabajar mirando hacia adelante y con la prioridad de
solucionar otros problemas como la inseguridad, la educación y la vivienda (ver nota
relacionada).
El senador blanco Francisco Gallinal opinó, por su parte, que el debate seguirá, pero que el
gobierno debe "concentrarse en lo que tiene que hacer". De todas formas consideró que si a
la discusión se le cambia el encare "sería positivo seguir trabajando en este tema" (ver nota
relacionada).
NUEVA ETAPA. Para la mayoría del Frente Amplio, el Pit-Cnt y las organizaciones de
derechos humanos, tras la votación se abre un nuevo camino para conseguir la anulación
de la ley (ver nota relacionada).
El punto de partida será la nueva "Marcha del Silencio" que esta noche se realizará como
cada 20 de mayo, donde los familiares reclaman por los desaparecidos y también se
recuerda el asesinato de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William
Whitelaw.
El partido de gobierno ya conformó una comisión que estudiará varias para conseguir la
anulación, entre las que figura la posibilidad de convocar a un nuevo referéndum. Además
se maneja la opción de anular los actos administrativos de la dictadura que protegen a los
militares.
La votación fue un duro golpe para quienes tenían altas expectativas de que se cumpliera el
objetivo. El dirigente del Pit-Cnt, Juan Castillo, dijo a EL PAÍS digital que es un "trago
amargo", pero igual llamó a no bajar las banderas que defienden los derechos humanos (ver
nota relacionada).
La integrante del movimiento Plenaria Memoria y Justicia, Irma Leites, dijo que ahora se
deben redoblar los esfuerzos y que, pese a la tristeza, a la marcha de esta noche se
concurrirá con "más bronca" que desazón.
El voto 50 del oficialismo estaba en la mano del diputado del Espacio 609 Víctor Semproni,
quien, tal como había anunciado y ratificado, se retiró de sala luego de hacer su exposición
en contra de la iniciativa.
Semproni no acató, así, el mandato del Plenario del Frente Amplio, por lo que ahora deberá
someterse al tribunal de ética de la fuerza política de gobierno. El diputado se había ido del
Parlamento sobre las 22.15 horas y retornó a las 1.45 horas para esperar el turno de su
exposición, que fue a las 4.10.
El País Digital
Con una lluvia de críticas, en la sesión de Diputados la oposición le marcó al gobierno lo que
considera una actitud de poco apego a la democracia, al no respetar los pronunciamientos
ciudadano sobre la ley de Caducidad.
La intervención del diputado aliancista fue una de las decenas de alocuciones escuchadas a lo
largo de la maratónica sesión de la Cámara cuestionando a la izquierda, donde hubo alguna
diferencia clara en los planteamientos.
Desde el Partido Nacional se fustigó, además, el hecho de que el Frente haya tomado parte
en el pacto del Club Naval, argumento no utilizado por el Partido Colorado que, como
participó de esas conversaciones con los militares que desembocaron en la salida a la
interrupción institucional, buscó el camino de apurar al oficialismo haciéndole ver el "error
político" que significa desconocer la decisión de la ciudadanía.
Así, el diputado Gustavo Espinosa, de Propuesta Batllista, afirmó a voz en cuello que "esta
bancada está acá para defender la democracia" y que, al contrario de lo que sostuvo días
atrás el ex presidente Tabaré Vázquez, "la mayoría siempre tiene la razón".
"YA SE USÓ". Luego, el nacionalista José Carlos Cardoso recordó que la ley de Caducidad
"ya fue utilizada" por el gobierno de Tabaré Vázquez, ya que el ex presidente "fue
consultado por la Justicia sobre la muerte de Nibia Sabalsagaray y dijo que ese caso estaba
comprendido por la ley, lo cual derivó en la declaración de inconstitucionalidad de la
Suprema Corte de Justicia".
Alrededor de la hora 19.30 se produjo la primera intervención del diputado oficialista Víctor
Semproni provocándose un entredicho con el diputado Jaime Trobo (Unidad Nacional). El
nacionalista había dicho que el MLN-T cometió "acciones de terrorismo" durante sus
incursiones en los años sesenta.
Semproni lo interrumpió para aclarar que lo que hubo no fue "terrorismo" sino "acciones
insurgentes" contra el Estado. Trobo recalcó que efectivamente la colocación de bombas y
la muerte de personas que no tenían nada que ver con las movilizaciones fueron "actos de
terrorismo", y añadió que "esa es la verdad edulcorada que se le inculca a los niños en los
textos de estudio".
Los diputados Jorge Gandini (Alianza Nacional) y José Amy (Vamos Uruguay) dijeron que la
izquierda no dice toda la verdad y que "cuenta una historia patizamba, renga y
unidireccional".
Más tarde, cuando le tocó el turno, Amy dijo que todo el tema se ha basado en "un guión
cantinflesco" elaborado por el gobierno. "Aunque los resultados no nos favorezcan, los
colorados respetamos lo que la gente decide", insistió.
También el diputado Aníbal Gloodtfotszky (Vamos Uruguay) planteó como argumento crítico
que "hoy los muertos, los bebés robados y las mujeres embarazadas asesinadas son meros
instrumentos de una estrategia electoral" del gobierno del Frente Amplio, recordando que el
presidente Mujica le dijo a sus legisladores que no debían votar la anulación de la
Caducidad para evitar comprometer el resultado de la próxima elección. "Se desconocen los
plebiscitos como no lo hicieron los militares en 1980, y se convoca a los militantes de la
izquierda a rodear el Palacio Legislativo para presionar al Parlamento. Todo es una
infamia", destacó Gloodtfotszky.
"La gente se hartó de que este tema domine la atención política del país", sostuvo el
diputado Jaime Trobo en un encendido discurso crítico hacia el gobierno. El legislador de
Unidad Nacional (UNA) manifestó que esta situación que se ha dado en el Parlamento con
la ley 15.848 "responde a un problema interno en el Frente Amplio" que "mezcla la situación
política personal con una decisión de Estado". Además dijo que se haría "un gran daño al
país" si, por ejemplo, la oposición resolviera cuestionar la ley de amnistía para los
integrantes de los movimientos guerrilleros que operaron años atrás.
La bancada de diputados del Partido Nacional emitió una declaración "ante las
circunstancias impulsadas por el gobierno y el Frente Amplio en desconocimiento de la
voluntad del pueblo". Los representantes blancos afirmaron que ratifican su "posición
histórica en defensa de la soberanía popular y de respeto a la libertad del sufragio y el
acatamiento de la voluntad que expresa el pueblo". Además expresaron que rechazan
"firmemente" la pretensión del FA de someter al país a una discusión interna sobre un tema
"del que la ciudadanía se expresó en dos ocasiones". Esto configura "un duro golpe a la
soberanía popular expresada libremente". Además aseguraron que "no puede haber trampa
jurídica ni legal que saltee esos pronunciamientos, sin que configure una estafa al sistema y
a la Constitución". Agrega que "pese a ello, la dirigencia del Frente Amplio insiste en dividir
a los orientales por cuestiones del pasado y relega el tratamiento responsable de temas
sobre los que es necesario lograr consensos nacionales, como la situación de la
educación". Finalmente, la declaración blanca afirma que los diputados nacionalistas
rechazan "la convocatoria realizada por el Frente Amplio a la manifestación instrumentada
por la dirigencia sindical que pretende erosionar la independencia de los Poderes del
Estado".
El País Digital
El resultado de la sesión en Diputados fue recibido como un "golpe bajo" y un "trago amargo"
por la central obrera.
El dirigente Juan Castillo, en diálogo hoy temprano con EL PAÍS digital, no ocultó su malestar
por lo ocurrido y calificó de "lamentable" la actitud del diputado Víctor Semproni (ver nota
relacionada).
Castillo dijo que "es una cosa que tiene características frustrantes para miles de compatriotas
que han luchado por la vigencia de los derechos humanos. Para una cantidad de gente que no
tiene signos de dónde están sus familiares, que reclaman justicia, hoy debe ser un día
bastante amargo".
Es en ese sentido que el Pit-Cnt circuló su posición oficial donde, además de reconocer a
quienes concurrieron a manifestarse ayer fuera del Palacio Legislativo, expresa su apoyo a
las organizaciones de familiares detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.
"Nuestra brega y lucha por Verdad y Justicia (...) reflejadas en la acción de erradicar la Ley
de Impunidad de nuestro ordenamiento jurídico, continuará sin pausas y sin claudicaciones,
a través de las más diversas formas de movilización democrática de nuestro pueblo",
expresa el texto.
Por tal convocan a todos los sectores populares a "redoblar la esperanza, la convicción y la
acción" para que, como se dijo en el acto del 1° de Mayo, "con Artigas: que los más infelices
sean los más privilegiados".
Llamó a bajar "la pelota al piso, trasladarle ánimo a la gente y seguir luchando". Recordó
que hoy se realiza la "Marcha del Silencio" y que se debe trabajar para que la misma sea
"multitudinaria".
El País Digital
26 de mayo de 2011
Corría el año 2003; el autor de estas líneas y un querido amigo y técnico recorrían el país en busca de
un campo para arrendar. Vieron no menos de 20 estancias en gran parte de los departamentos del país.
Casi ninguna se arrendaba completa. El campo más barato que les fue ofrecido era una estancia sin
instalaciones, con una vivienda precaria como única mejora, prácticamente sin divisiones internas,
donde no llegaba la señal de telefonía celular ni la energía eléctrica, y con unos accesos diabólicos. El
precio 13 dólares por hectárea y por año. Campo seguramente de los peores del país, cerros, monte
natural intrincado, y, por supuesto, garrapata, con la resultante necesidad de bañar al ganado varias
veces por año.
En las recorridas nos encontrábamos periódicamente con grupos de estancieros más o menos fundidos
enarbolando la insólita consigna “rentabilidad o muerte”. Ni “patria o muerte”, ni “libertad o
muerte”.........toda una una escala de valores al desnudo.
Pero el hecho de que la demanda de campos para arrendar superara ampliamente la oferta implicaba,
sin lugar a la menor duda, que había en efecto rentabilidad. O sea, si alguien estaba dispuesto a pagar
una cifra de dinero significativa por arrendar algo es porque, salvando algún caso insólito de un
capitalista tan generoso como para regalarle su dinero al dueño de un campo, evidentemente el
“estudio de situación” enseñaba a los capitalistas futuros arrendatarios que, además de la renta
obtendrían una ganancia para ellos después de la inversión que implicaba, además de la renta, la
compra de ganado, mejoras imprescindibles a los campos y el trabajo de administrar los mismos.
Ya para aquellos años el “adelantado” Correa, el brasilero dueño de una importante empresa
fabricante de bienes de amplio consumo había adquirido más de 100 mil hectáreas de suelo nacional a
precios de regalo.
Descubrimos, por esos tiempos, que el campo no pagaba impuesto de primaria, tal cual lo hacían las
viviendas, incluso modestas en las ciudades. Y que tampoco pagaba impuesto al patrimonio, como si
lo hacía (bueno, por lo menos debía hacerlo) cualquiera que tuviera como patrimonio una casa más o
menos buena, un auto y alguna casa en balneario.
Tuvimos a este respecto una discusión abortada con el que después sería ministro de ganadería, el
ingeniero Agazzi. Que sostenía, de acuerdo a los versos que contaban los antesalistas (nos repugna un
poco usar el término de origen inglés “lobbysta”) del siempre llorón “sector agropecuario”, que “una
familia dueña de 2.000 hectáreas en el Norte obtenía apenas 16.000 pesos por mes”. En aquel
entonces eso equivalía a unos 6 a 7 mil dólares al año. Y sin embargo, después de nuestra amplia
recorrida por el país estábamos en condiciones de afirmar, con amplio conocimiento de causa, que si
esa “familia” (nótese el uso del lenguaje y su trasfondo ideológico, 2000 hectáreas constituía en el
léxico de la izquierda tradicional un “latifundio”, y su propietario era un “latifundista” o “estanciero”)
arrendaba el campo obtendría, siendo este realmente muy malo, no menos de 30 mil dólares al año. Y
esto sin explotarlo, simplemente rascándose la panza.
Nuestra disposición a “pensar bien” de los compañeros nos inducía, entonces, a suponer que estaban
simplemente equivocados.
Pero cada vez que intentábamos discutir el tema nos topábamos con una verdadera “muralla china”. Y
claro, a medida que el tiempo pasó nos dimos cuenta de que algo “olía muy mal en el MPP”. Y que se
estaba produciendo, o, más aún, ya se había producido una alianza férrea entre los estancieros de este
país y el MPP comandado por el entonces senador José Mujica.
Ya en aquella época propusimos a todo el que quiso oirnos que una primera medida para restablecer
en algo la justicia tributaria en el país era, precisamente, que “el campo” volviera a pagar, como
cualquier hijo de vecino, los impuestos de primaria y patrimonio.
Pasa el tiempo, el “Pepe”, el que decía poco antes de las elecciones de 2004 que “llegamos al
gobierno y yo me voy para la chacra” está en la Presidencia de la República.
En el interin este humilde escriba fue desarrollando una teoría sobre los impuestos a la tierra. Después
de proponer, con éxito nulo, que se gravara con un par de impuestos realmente menores al sector,
propuso que se creara un impuesto similar al viejo (de 1967, época de Pacheco) impuesto a la
producción mínima exigible (IMPROME). Y cuanto más estudiábamos el tema más comprendíamos
la sabiduría de aquel impuesto, que había logrado, en pocos años la mayor incorporación de tierra;
250 mil hectáreas, al patrimonio del Instituto Nacional de Colonización. Nos orientó en este proceso
el fallecido y gran amigo Ing. Agrónomo Ricardo Cayssials. Comprendimos también la importancia
de la renta de la tierra y de las rentas en general como factores retardatarios del desarrollo capitalista
en cuanto se permitiera que fueran apropiadas por un reducido sector de la sociedad.
En efecto, el proceso de transformación que ha cruzado el campo uruguayo en los últimos 10 años se
ha caracterizado precisamente por la concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra. Y
no solo de ésta, también la producción se ha concentrado. Un auge y una bonanza extraordinarios son
visibles cuando uno recorre el interior del país. Grandes máquinas, vehículos de lujo, cascos de
estancia remozados, y en los pueblos y ciudades más en contacto con la producción agropeuaria se
observa el mismo fenómeno que superficialmente puede inducir a creer en una riqueza distribuida. No
es así. En lo esencial, tanto en el campo como en la ciudad los frutos de tales despliegues en lo
esencial son privativos de muy poca gente, tal vez no más del 20% de la población.
Pero la verdad detrás de todo esto es que esencialmente LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA, TAL
COMO LO MUESTRAN LOS NÚMEROS DE LAS CUENTAS NACIONALES QUE PUBLICA
EL BANCO CENTRAL, ESTÁ ESTANCADA(1). Si, estancada, tal como lo estaba cuando los
jóvenes de los años 60 pedíamos a gritos (y también a tiros) una reforma agraria. O como cuando lo
hacía en marzo de 1971 el general Seregni en el discurso fundacional del frente amplio.
La actual bonanza se debe, única y exclusivamente a los elevados precios de los commodities de
exportación. Productos que se exportan, además, en su inmensa mayoría sin agregado de valor o con
un nivel mínimo de procesamiento.
Por todo lo anterior es sorprendente que, así nomás, de la nada, el Presidente de la República salga,
muy suelto de cuerpo él, a afirmar que instalará un impuesto progresivo a la propiedad de la tierra.
Lo han precedido unas declaraciones de un hombre que dicen que es de su confianza, el economista
Frugoni que preside la OPP.
¿deberíamos alegrarnos?
Claro,......pero.....
Éste es el mismo personaje que ya dos veces le prometió a los burgueses de toda laya, nacionales y
extranjeros que no habrá cambios significativos en el sistema tributario. Después de su gráfico “no les
vamos a doblar el lomo con impuestos”, ahora viene a proponer un “impuestito” para que, quienes
tanto se han beneficiado (¿habrá leído “la torta y las migajas” el último libro de REDIU donde se
demuestra que los terratenientes de más de 200 hectáreas se enriquecieron en más de 31 mil millones
de dólares entre 2003 y 2010?) paguen “unos pesitos más”. Específicamente quienes tienen más de
2000 hectáreas. Y quienes tienen más de 100.000 (tanto y tanto ha avanzado la “contrareforma
agraria” en estos años que hay varias trasnacionales que lo hacen) “algo más”.
Las citas no son textuales. Y en uno de los parlamentos, siempre informales que ha producido al
respecto los últimos dos días ha incluso precisado “3 o 4 dólares más por hectárea y por año”(2).
Tratando de enfocar toda esta historia científicamente vemos dos posibilidades: 1) que el Presidente
realmente esté pensando en poner algún impuesto modesto por sus alcances recaudatorios, casi
insignificante a los latifundios. 2) Que todo sea nada más que una maniobra de distracción hacia
sectores descontentos del partido de gobierno. En efecto, demuestra la historia de los últimos años que
la gente tiene memoria corta y fragmentaria. Cuando se habla repetidamente de algún tema, en
especial propuestas de cambios en políticas, la mayoría se queda con la idea de que las mismas se han
llevado a cabo, aunque éste no sea el caso. Si lo que está sucediendo es esto, es claro que nada va a
suceder.
Pero si la verdad es la primera opción, entonces llama poderosamente la atención, aunque no sea
nueva en él, la forma en que el presidente presenta su idea “en sociedad”.
Es claro: están en contra, por supuesto, los terratenientes. Y ya han salido estentóreamente a
proclamarlo. Y, también muy previsiblemente, está en contra y anuncia que no votará una ley en ese
sentido un extenso sector del partido de gobierno, además, seguramente, los parlamentarios blancos y
colorados.
En suma: el presidente no ha movido un solo dedo para que un proyecto de esta índole parta con el
único apoyo que podría tener: el del pueblo.
Y no podemos suponer que ignore que, sin un gran apoyo masivo es imposible que un proyecto de
esta índolo salga adelante. El panorama político del país es demasiado claro al respecto.
No nos queda otro camino, por tanto, que pensar que la variante 2 es la única certera; o sea, se trata de
una nueva maniobra de distracción para que algunos cientos de militantes piensen que “el Pepe quiere
pero no lo dejan” y se termine de convencer de las reales intenciones del personaje. Y también, en
afán científico, no descartamos que al final se termine aprobando alguna imposición de ínfima
significación cuantitativa con el fin de “llenar el ojo”.
La vida dirá.
Actualización hoy 27 de Mayo de 2011: El vicepresidente Astori ha sugerido que de lo que se trata es
de pedirles “aportes” a los integrantes del sector para obras de infraestructura, básicamente caminería.
Y tal cual precisa su espada, el diputado Alfredo Asti en entrevista (3) con radio El Espectador: “Yo
también acabo de decir que dentro de las características de la tributación está la contribución
por mejoras que tiene. Es una de las características tributaria, que no es un impuesto. Como se
beneficia un propietario de un inmueble cuando se le asocia una obra pública que le sirve para
los fines productivos que tiene. Por ejemplo, pongo el tema de contribución por mejora, como
puede ser de tasas u otro tipo de contribuciones que ayuden a financiar algo que va en beneficio
de toda la colectividad y del propio sector al cual se está incluyendo en ese tipo de…”.
A buen entendedor: de lo que se trata es de imponerle a determinados terratenientes una modesta tasa
para caminería rural.
Ya lo dijimos antes, particularmente en nuestro programa de radio (radio Fénix los lunes 21 horas):
Sres. Terratenientes no tienen nada que temer de este gobierno. Pueden dormir (y enriquecerse)
tranquilos.
1) http://www.bcu.gub.uy/Estadisticas-e-Indicadores/Paginas/Enero-Diciembre-2010.aspx:
Se puede comprobar que el producto interno bruto agropecuario en los 5 años entre 2005 y 2010
ha crecido al 1,4% anual, el PBI lo ha hecho a una tasa del 7%, tambièn cada año.
2) Recién después de que se conozca el próximo censo agropecuario se podrá saber cuantas
hectáreas serían afectadas y cual sería la recaudación involucrada. El presidente habló de 60
millones de dólares por año. Esto significaría un 3% (o algo menos) del PBI agropecuario de
2010.
3) http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?m=&id=213202&ipag=3
EL IMPUESTO A LA TIERRA
“Creo que nos deja a todos más boleados que paisano en pista de ballet y ésto es un
poco la realidad de lo que sucede con estos acontecimientos”, dijo Larrañaga. Agregó
que “los ministros se enteraron por la prensa” y que él, como legislador de la oposición y
presidente de la Comisión de Ganadería del Senado, también se enteró “de un anuncio
que, además, a esta altura del campeonato, no se sabe claramente cuál es el tipo de
imposición y sobre qué franja; si las 2.000 ó 2.500 hectáreas son ganaderas, forestales,
agrícolas, mineras, etcétera”.
●
● José Mujica
El presidente José Mujica se refirió a su idea de aumentar los tributos a las grandes
extensiones agropecuarias. Luego de que el ministro de Ganadería, Agricultura y
Pesca, Tabaré Aguerre, indicara que desconocía la idea, el mandatario explicó que no
se la comentó porque no quiere “hacer responsable de esto a los ministros”.
Entrevistado por el diario La República, Mujica dijo que esta “es una idea de
Presidencia” que la va a “afinar” y luego se le dará “una estructura técnica”. También
indicó que la misma será discutida con los ministros.
El mandatario aseguró que su idea “no supone un cambio de reglas” y dijo que está
seguro que en América Latina “nadie paga tan poco” por la tierra. “A los propietarios de
dos hectáreas para abajo ni los toco. Esto alcanza a un tercio del país, los otros dos
tercios quedan afuera. Así que no me hagan un griterío”, dijo.
Mujica indicó que ahora se va a redactar un borrador de proyecto, luego convocará a los
ministros para discutirlo y afinarlo.
"A todo le ponemos el palo en la rueda", dijo Mujica (seguro que estaba
pensando en la ley de Caducidad)
"A todo le ponemos el palo en la rueda", dijo Mujica, molesto por la polémica que se
generó a causa de su propuesta en la oposición, el mismo seno de su partido y el
empresariado.
"Yo lo digo en joda porque en el fondo es pa' llorar", agregó, explicando que en Uruguay
"nos parecen que todos los cambios son un terremoto, el fin del mundo".
"A veces el Estado no come ni deja de comer, como el perro del hortelano", dijo, pero
llamó a aprovechar la recaudación para crecer. "No sea roñoso, aproveche esa guita y
transfiera a los que precisan, y atienda a los pobre pegados a la tierra", dijo.
"Hay mucho que pelear para hacer entender estas cosas, hay que lavarse de prejuicios.
Tenemos que ser más abiertos, más amigos, menos jueces de las flaquezas de los
demás, más solidarios entre nosotros. Si nos miramos con la lupa nadie sirve para nada
porque nos salen las humanas ataduras. Hay que aprender a bancarnos para construir
y bancar las diferencias"
Montevideo Portal
La posta:
● Lucía Topolansky
“Hay que tener conocimiento de la producción que se está haciendo, con ese
conocimiento no hay riesgos, hay riesgos cuando se hacen (cambios tributarios al agro)
desde un escritorio, gente absolutamente asfáltica, que nunca vio una planta de soja y
habla de la soja. En el caso del senador (Ernesto) Agazzi es más que solvente en eso y
tiene bien digerido el tema”, dijo este miércoles Topolansky en referencia al grupo de
trabajo que creó Mujica con el senador Agazzi para definir el nuevo impuesto a la tierra.
“La propuesta no tiene que llevar a inquietud a nadie, porque no va a ser nada
estrafalario, van a hacer cosas dentro del contexto de que el país está creciendo, y
bueno, nosotros queremos distribuir mejor”, comentó Topolansky en declaraciones al
informativo Subrayado de canal 10.
El diputado Asti, en tanto, dijo a El Observador que “no se debe afectar la estabilidad, la
previsibilidad y la credibilidad de la política económica. El legislador advirtió que la
discusión no debería ser a favor o en contra de un impuesto en particular, si no, “qué es
lo mejor para obtener más recursos que permitan mejorar la distribución del ingreso”.
Por su parte, el socialista Pardiñas se mostró este miércoles a favor del nuevo
impuesto. “Hay que tomar medidas que puedan beneficiar al país para mejorar la
defensa de la agricultura familiar, que en las actuales circunstancias se ve complicada”,
dijo el representante de Cerro Largo a El Observador.
El Partido Socialista conformó meses atrás el llamado “grupo agro” para analizar
posibles cambios tributarios al sector. De todas formas Pardiñas señaló que los cambios
tributarios “no se pueden hacer de la noche a la mañana” ya que las inversiones se
realizan “con ciertas previsiones”. Si se cambian, dijo el legislador, “debe anunciarse
con tiempo”.
Tabaré Aguerre, en conferencia de prensa. Foto: SEPREDI S/D DE AUTOR
En la misma línea
La oposición y los empresarios argumentan que se cambian las reglas de juego y que la
propuesta es poco seria. El PIT-CNT, en cambio, respalda la iniciativa que ayer
desarrolló con mayor profundidad el presidente José Mujica y suscribió su vice Astori de
aumentar el gravamen a los predios de más de 2.000 hectáreas. El mandatario aclaró,
no obstante, que la instrumentación del impuesto se discutirá con los ministerios. "La
propuesta ha generado tremendo alboroto porque estos sectores [empresariales] se
escandalizan cuando tienen que contribuir efectivamente a la sociedad", opinó Juan
Castillo, coordinador de la central sindical.
Mujica desarrolló la idea ayer en su audición de M24. Dijo que el sector rural paga por
hectárea entre tres y cuatro dólares al año de contribución inmobiliaria, y que el
gobierno se propone aumentar esa tributación en un monto similar. "No hablamos de
una explosión impositiva que afecte notoriamente la rentabilidad. Se trata de subas más
que moderadas a un país que tiene una tributación bajísima para la tierra", argumentó el
presidente.
Entusiasmo y cautela
El vicepresidente Danilo Astori salió ayer a respaldar la propuesta. Aseguró que el
impuesto "no alterará el rumbo de la política económica" y que no ve "ningún peligro" en
su aplicación. Afirmó que se planifica que las empresas realicen aportes en función de
la infraestructura que utilizan. Acotó que se trata del "momento adecuado" para aprobar
una iniciativa de este tipo porque "la infraestructura no espera".
Palo unánime
La oposición, en cambio, cuestionó abiertamente la propuesta y la forma de
comunicarla. El senador nacionalista Luis Alberto Lacalle opinó que "dar audiciones
radiales no es gobernar". "No se puede gobernar con el método de tirar el centro a la
olla y el que salte que cabecee. Y no es la primera vez que el ministro de Economía
tiene que salir a aclarar o corregir algo que dice Mujica", dijo Lacalle a la prensa. "No se
pueden cambiar las reglas de juego, es un error", argumentó Larrañaga.
El senador colorado Pedro Bordaberry, en tanto, afirmó que no puede aplicarse una
medida de este tipo "al barrer", ya que las distintas actividades agropecuarias tienen
rentabilidades diferentes, y estimó que debería haber habido un estudio serio antes de
lanzar la propuesta. "Esto es un país, no es un boliche", se quejó.
El senador colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) se mostró muy molesto con el
anuncio del presidente de la República, José Mujica, de gravar las extensiones de tierra
mayores a 2 mil hectáreas. Sostuvo que no se pueden cambiar las reglas de juego a los
inversores y que el manejo del mandatario “no parece serio y crea incertidumbre”. “Esto
es un país, no un boliche”, dijo Bordaberry a El Observador.
Mujica reveló a través de la prensa que pretende aumentar los impuestos a las
extensiones mayores a las “2.000 o 2.500 hectáreas”. Inmediatamente se generó un
diferendo dentro del Poder Ejecutivo dado que los ministros de Ganadería y Economía
dijeron no estar al tanto.
Astori dijo este jueves que “lo que está planteado es que se realicen aportes en función
de la utilización de la infraestructura” y agregó que “no alterará la política económica”,
por lo que “no hay que ver esto como ningún peligro”.
Lo que hace que la situación resulte hoy insólita es que una de las principales banderas
de lucha levantadas en 1971 por la coalición que hoy gobierna al país haya sido
precisamente la de la reforma agraria … de la que poco y nada se ha hablado desde el
primer gobierno del Frente hasta el momento actual.
Los viejos militantes que hoy están en el poder parecen sufrir de una amnesia sobre ese
tema y lo que hoy está ocurriendo en Bella Unión puede servir como ejemplo de la
misma. Más allá de que lo hayan compartido o no, nadie puede borrar de la memoria
colectiva el grito de ¡UTAA, UTAA, por la Tierra y con Sendic! (4) Nadie puede olvidar
que la tierra a la que aspiraban los peludos (5) de UTAA tenía nombre y apellido: eran
las 20.000 hectáreas del “latifundio improductivo” de Silva y Rosas. Nadie puede olvidar
como temblaba el poder cuando unos pocos cientos de cañeros se acercaban a la
capital. Y quienes hoy están en el gobierno no deberían olvidar que gran parte de la
fuerza del MLN (6) nació de ese Sendic y de esos peludos.
Muchos peludos han pasado desde entonces por los cañaverales de Bella Unión y hoy
nos encontramos con otro Sendic (7), que impulsa un proyecto muy diferente al de su
progenitor el cual, remedando a la vieja consigna, podría caracterizarse como: “Por
ALUR y con Sendic”. Los millones de dólares que se gastaron en establecer, subsidiar y
publicitar a ALUR (8) pudieron haber sido usados para la compra y distribución de
tierras entre los peludos. Pero no se hizo. La estancia de Silva y Rosas sigue ahí (en
manos de sus antiguos propietarios), mientras que el Instituto Nacional de Colonización
expulsa de su tierra a un viejo peludo que luchó junto “al otro” Sendic.
Para confundir aún más a los viejos militantes de izquierda, el semanario Búsqueda
acaba de hacer público el reciente contrato secreto entre el gobierno y la empresa
sueco-finlandesa-chilena Montes del Plata. En dicho contrato, “El Gobierno asumió
además el compromiso de que el Instituto de Colonización no ejercerá la opción de
compra de las tierras que serán transferidas por las empresas Eufores y El Esparragal –
vinculadas a Ence – a Montes del Plata, en la medida que se manejen ‘valores de
mercado’”.
Pero más allá de hechos puntuales como esos, lo que importa al país es una definición
política acerca del futuro del agro uruguayo. Lo que hoy tenemos es una política de
hecho, no explicitada claramente en algún documento oficial, que privilegia al capital por
sobre lo social y lo ambiental.
1) Concentración de la tierra
2) Extranjerización de la tierra
4) Degradación ambiental
La “reforma agraria” es por supuesto un concepto que requiere ser puesto al día a la luz
de las actuales realidades, que incluyen temas que no preocupaban a sus impulsores
de ayer, pero que son hoy componentes esenciales para el futuro agropecuario. Si bien
la distribución de la tierra es el punto de partida, lo que se busca es un mejoramiento
sustancial de la calidad de vida de la población rural y la producción de alimentos sanos
y diversos que aseguren la seguridad y soberanía alimentarias del país. Ello implica un
cambio total del actual modelo, incluyendo la sustitución de los actuales monocultivos
industriales por una producción animal y vegetal altamente diversificada; la sustitución
de los agrotóxicos por sistemas agroecológicos para el control de plagas; el uso de
abonos orgánicos en vez de fertilizantes químicos; la eliminación de los cultivos
transgénicos por cultivos naturales adaptados a los distintos ambientes del país; la
generación de miles de puestos de trabajo de calidad, que reviertan la migración rural.
Poco o nada de todo esto parece estar en el pensamiento del directorio de
Colonización, a estar por las recientes declaraciones de su director (1).
Por supuesto que el tema es mucho más amplio que lo esbozado en el párrafo
precedente, pero lo que importa es que la reforma agraria sea puesta nuevamente
sobre la mesa y que se la empiece a discutir con vistas a su instrumentación. Que la
amnesia actual sea sustituida por el debate profundo que el tema y el país se merecen.
Ricardo Carrere
http://www.elpais.com.uy/110525/pecono-568791/rurales/inc-planea-comprar-55-000-
hectareas/
http://www.cnfr.org.uy/prensa_display.php?id=370
http://www.slideshare.net/guest9a84ae6/teorico-3-soc-rural-r-norte
http://www.ine.gub.uy/biblioteca/uruguayencifras2010/Poblaci%C3%B3n.pdf
D. ISGLEAS / E. DELGADO
El vicepresidente Danilo Astori, el ministro Fernando Lorenzo y legisladores del Frente Amplio
respaldaron ayer el planteo de Mujica de gravar más la tenencia de campo, en contra de la
posición del ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre.
Pero el más sorprendido de todos fue Aguerre, que llegó a manejar su renuncia, alternativa
que dejó en suspenso la noche del miércoles 26 tras una reunión con Mujica en la Torre
Ejecutiva. Allegados a Aguerre dijeron a El País que por el momento el ministro seguirá en el
cargo, aunque mantiene su posición contraria al planteo de Mujica. Aguerre tiene previsto
hablar mañana sábado en el cierre del Congreso de la Federación Rural en Durazno.
Aguerre evitó ayer jueves hablar del tema. Incluso, anoche no asistió a la celebración de los
120 años de la Cámara Mercantil, institución de la que es presidente honorario. Sí estuvieron
Mujica, Astori, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, y el ministro de Industria,
Roberto Kreimerman.
Ayer en su audición Habla el presidente de M24, Mujica hizo hincapié en que es necesario
invertir "una fortuna" en infraestructura y que los recursos destinados por el gobierno no
alcanzarán. Como solución a esto manejó que los grandes propietarios de tierra paguen más
impuestos.
Sin pronunciarse concretamente sobre el fondo del asunto, Aguerre deslizó el miércoles que
no está de acuerdo con la medida, al indicar que el aspecto tributario para el sector
agropecuario es algo que "genera preocupación o fricción en un negocio donde los
empresarios, si pueden elegir, cuanto menor carga tributaria tengan, mejor".
"El Ministerio (de Ganadería) no fue consultado sobre los cambios tributarios que planea hacer
el gobierno", subrayó.
Pese a la posición de Aguerre, desde el gobierno y el Frente Amplio se enviaron ayer claras
señales de apoyo a lo que pretende Mujica, en el entendido de que la idea está en el
programa de la coalición de izquierda.
Astori se mostró receptivo con la propuesta de Mujica y dijo que se estudiará para que sea
"compatible" con "el rumbo" económico. Agregó que el país tiene debilidades en
infraestructura y que es "lógico y justo" que quienes más utilizan esta infraestructura aporten
más.
Sin embargo, en marzo de 2010, Lorenzo declaró a El País que apoyaba mantener "un
equilibrio como hasta ahora en la composición de la carga tributaria del agro" y que "no es el
camino extender y profundizar la imposición a la tierra".
Dando una señal muy concreta de apoyo político al presidente, el diputado del MPP Gonzalo
de Toro recordó que la idea de Mujica "siempre" ha estado en el programa de gobierno del
Frente Amplio.
"El presidente trata de enfrentar dificultades de inversión en infraestructura. Para eso quiere
generar fondos a partir de sectores que pagan muy poco por la tenencia de la tierra", dijo De
Toro a El País, y agregó que no es un impuesto sobre la producción ni supone "cambiar las
reglas de juego". "El concepto es que la tierra es un valor social y debe generar la posibilidad
de desarrollo", sostuvo De Toro.
De pesado, no. Por su parte, los productores rechazaron la idea de Mujica. El presidente de la
Federación Rural, Miguel Bidegain, consideró que la propuesta es "poco seria" y criticó al
gobierno por andar a los "bandazos" en materia tributaria. Bidegain no ocultó su malestar por
la idea del presidente y dijo que esos impuestos no son "serios ni buenos".
En su audición radial, Mujica dijo ayer que "Presidencia ha trazado una línea simple (de) pedir
algún aporte adicional a aquellos padrones rurales más grandes, los que superan las 2.000,
2.500 hectáreas".
"Nos parece justo que la tierra, que ha multiplicado su valor varias veces, pague algo, (que los
productores) pongan tres o cuatro dólares más por hectárea", marcó. Y acotó que "no es
ningún disparate" y que el mayor gravamen está destinado a las propiedades que "cargan
camiones de madera que destrozan las carreteras que tenemos que arreglar".
Mujica dio plazo para que esto se concrete: "va a haber que discutirlo en los meses de
invierno y tiene que estar laudado claramente antes de la primavera".
Por la tarde, durante una visita al departamento de Tacuarembó, y al ser consultado sobre la
manera en que dio a conocer su propuesta de gravar más la tenencia de tierras sin previa
consulta con los ministros, Mujica dijo que él "calza con la responsabilidad política porque
tiene 76 años y el partido se termina", y no quiere "que los ministros que tienen porvenir
político carguen con esta responsabilidad".
IMPUESTOS AL AGRO. El valor fiscal de la tierra, los volúmenes de producción y los precios
son los principales factores que inciden en la recaudación. Los principales tributos abarcan
tres categorías:
El País Digital
FRU reclama mesa de diálogo por
impuestos al agro
27.05.2011 | 14.21 El Espectador
En el marco del 94º congreso de la Federación Rural del Uruguay (FRU), el presidente de la
gremial Miguel Bidegain se manifestó contrario a la forma en que el presidente Mujica planteó
agregar tributos a los propietarios de tierras para explotación agropecuaria.
El tema que central que recorre todos los rincones del Congreso fue el impuesto a las
posesiones de tierra productiva mayores a 2.500 hectáreas que maneja implantar el Gobierno,
a lo que Bidegain respondió estar para nada de acuerdo a la forma en que lo planteó el
presidente Mujica.
Reclaman una mesa de diálogo para tratar este asunto y argumentó que el sector rural “nunca
fue irracional y no se va a oponer porque sí a un mayor gravamen”. Pero entienden que hay
mucha “letra chica” por conocer.
En tanto, los intendentes también dieron sus visiones. En ambos casos coincidieron que no
sería buena gravar la contribución rural, pero entienden necesario que sí haya algún impuesto
más.