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INTRODUCCIÓN
En general las ideas Neo keynesianas rechazan la dicotomía clásica, en la cual, el dinero no
afecta las decisiones de los agentes del mercado, sino además, que los mercados dentro del
capitalismo tengan alguna posibilidad de vaciarse completamente, generando problemas
de competencia imperfecta que pueden contribuir a explicar las causas del desempleo
involuntario, a partir de la micro fundamentación de la síntesis Neoclásica.
La primera parte de este ensayo estará enfocada en la explicación de la teoría que los Neo
keynesianos utilizan para explicar el desempleo involuntario bajo el argumento de los
precios rígidos, para después abordar críticamente esta teoría bajo los análisis de Keynes y
la Economía Monetaria de Producción.
Esto ocurre porque es mucho más difícil para la firma diseminar información en tiempos
de crisis, y para los consumidores es difícil adquirir esa información, es decir, si la firma
baja los precios cuando hay tiempos de crisis o la demanda del bien producido disminuye,
los consumidores no se enteran de este cambio (Romer, 93). Dada esta situación, el valor
de los activos de la firma disminuyen, ya que la demanda por su producto es menor, lo
que implica no pagar las deudas de las firmas con los bancos, por lo que las empresas no
tienen incentivos económicos para bajar los precios. Las primeras investigaciones de esto
comenzaron con Pigou en 1927, en las que él demuestra que en tiempos de crisis, las
firmas se alejan de la competencia perfecta, porque hay algunas que no tienen un margen
de beneficios para maniobrar con unos precios de mercado con los que puedan pagar sus
deudas (Harris, 35).
Todo esto indica que debe haber algún elemento dentro de la competencia entre las firmas
para que la firma tenga la capacidad de fijar los precios, ya que en competencia perfecta,
dada esta situación de endeudamiento con la banca, inevitablemente la firma que no tenga
la capacidad de pagar sus deudas, sale del mercado, y con mayor fuerza en tiempos de
crisis (Williamson, 98). Keynes en la Teoría General habla sobre este problema, en el cual
cuando hay recesiones, el valor esperado de la eficiencia marginal del capital se destruye
debido a un aumento en la tasa de interés (Keynes, 36), lo que genera menos incentivos a
las firmas de reducir sus precios en tiempos de recesión (Romer, 93), ya que no hay
incentivos para generar nuevas inversiones.
Posteriormente Woodford en 1998, llamó a este problema como efectos de “thick market”
en los que este tipo de rigideces reales afectan directamente el funcionamiento de la oferta
y la demanda de trabajo, ya que cuando hay tiempos de crisis, se ejerce un poder
monopolístico entre las firmas de tal manera que no tiene incentivos para reducir el salario
nominal pagado a los trabajadores, ya que gana poco reduciéndolos. Romer aborda este
problema en un modelo de Salarios de Eficiencia Generalizado (Romer, 2006).
Por lo tanto según la teoría Neo keynesiana, hay dos mercados que se ven afectados
directamente por las rigideces de precios, el mercado de bienes por el problema de la falta
de coordinación de información, y el mercado de trabajo, que es producto de la
competencia imperfecta o del máximo poder monopolístico que ejercen las firmas entre
ellas.
EL MARK-UP DE COSTOS
En el modelo del mercado laboral desarrollado por Hicks en la década de 1930, mostraba
que la función de demanda de trabajo tiene una pendiente negativa, ya que la desutilidad
marginal del trabajo disminuye a medida que se contratan mas trabajadores, mientras que
la función de oferta de trabajo tiene una pendiente positiva, bajo los postulados de la
teoría neoclásica, en los que el salario relativo a pagar aumentara a medida que se
contratan mas trabajadores.
Con lo cual se puede ver que el salario real sufre cambios por el Mark-up de costos, y si
asumimos que el Mark-up de costos depende de la mano de obra disponible que en la
síntesis neoclásica crece debido al aumento de la cantidad de producción:
Esto indica que a medida que aumenta la competencia monopolística, la relación existente
entre el salario relativo y la desutilidad marginal del trabajo, deja de ser negativa, con lo
que en dado caso que el salario real sea menor al de equilibrio, se genera desempleo
involuntario y no al revés como se esperaría en un mercado competitivo.
W/P
LS
LD
W/P*
Desempleo involuntario
L
L*
Es por esta razón que Romer, bajo los argumentos que involucran las fallas de información
y la competencia monopolística, construye una nueva función de oferta y demanda de
trabajo, en la que asume que los salarios nominales no son rígidos siempre y cuando la
competencia imperfecta no sea tan alta, y desarrolla del postulado principal de Keynes en
el que los salarios nominales resultan de un proceso de negociación entre los trabajadores
y las firmas (Keynes, 36) en su modelo de Salarios de Eficiencia Generalizado; aquí los
salarios nominales ya adquieren mayor rigidez debido al máximo poder monopolístico
que ejercen las firmas sobre ellas y sobre los incentivos que tienen los mismos de no
reducirlos, uniendo el pensamiento de Keynes en el que el trabajador guarda un interés
mayor a que sus salarios nominales no disminuyan independientemente de cómo se
comporte el salario real (Keynes, 36), que en economía heterodoxa guarda un
comportamiento distinto al salario nominal o bien no depende de él.
W/P*
L
Lmax
Por el contrario, si ocurre un aumento de la demanda, de tal manera que el precio excede
el costo marginal, la empresa comienza a “racionar la venta de sus bienes” (Romer, 96),
manteniendo fija la producción máxima esperada, es decir, como el Mark-up de costos es
menor en tiempos de auge debido a un aumento del nivel de firmas, aumenta la
competencia perfecta entre los mismos.
Cuando las rigideces reales afectan directamente el mercado laboral por el Mark-up de
costos, la firma genera unos “contratos implícitos” con el trabajador, para protegerlos
debido a la incertidumbre de sus ingresos. Con esto los trabajadores son mas “adversos”
al riesgo que las firmas ya que ellos no tienen acceso a los mercados de Capital (Blanchard,
2001). Esto implica que los salarios nominales son relativamente rígidos, ya que como lo
expresó Keynes en la Teoría General, los trabajadores tienen cierto poder para influir en la
negociación salarial (Blanchard, 2006).
Según unos estudios del America’s Bureau of Labour Statistics, la motivación en el trabajo
es esencial para evitar altas tasas de suicidio que ocurren por las condiciones de trabajo
deplorables que se encrudecen durante las recesiones (Echavarría, 2010), con lo cual los
Neo keynesianos construyen un modelo en el cual se vea la relación existente entre la
motivación y el esfuerzo que genera mayor eficiencia en la productividad y el mercado
laboral, en el cual, si la firma reduce sus salarios al nivel de equilibrio puede reducir sus
beneficios, debido a la falta de incentivos para mejorar la productividad de la firma
(Williamson, 2005), con lo cual la firma solo contrata los trabajadores que necesita,
generando desempleo involuntario.
Con lo cual la desutilidad marginal del trabajo es igual al costo laboral, que esta vez
depende inversamente de la función de eficiencia.
Reemplazando obtenemos finalmente:
Que es la elasticidad del esfuerzo con respecto al salario nominal que resulta ser 1.
Asumiendo que en equilibrio el salario que paga la firma es igual al salario que pagan
otras firmas, el desempleo de equilibrio es el siguiente:
Con lo cual se demuestra que en equilibrio entre las firmas, el desempleo depende de los
par{metros estructurales de la función de esfuerzo, que son el “Premium” al trabajo y las
condiciones laborales fuera de la firma (Echavarría, 2010).
Analizando la diferencia de costo laboral que la firma obtendría ajustando los salarios
nominales, de los que no, obtenemos lo siguiente:
Que equivale al costo laboral al mantener los salarios nominales en su estado inicial, y,
además:
Que equivale al costo laboral al ajustar los salarios nominales.
W/P
LD LSf
LS
W/P*
Desempleo involuntario
L
Lmax
Con lo cual se genera una nueva curva de oferta de trabajo de “eficiencia” que se desvía de
la curva de oferta “normal”. La distancia del punto de corte de la curva de oferta de
trabajo normal con la curva de demanda de trabajo, hasta la curva de oferta de trabajo de
eficiencia es, según los Neo keynesianos, el desempleo involuntario (Echavarría, 2010).
El problema del modelo Neo keynesiano, es que sin lugar a dudas desvirtúa el principio
de la demanda efectiva propuesta por Keynes, ya que ninguna teoría es capaz de
argumentar que existan “fallas de mercado socialmente irracionales, ya que los agentes
individuales no necesariamente crean instituciones que garanticen resultados dentro del
concepto de la mano invisible” (Tobin, 93), es decir, Keynes no ve el problema desde la
racionalidad de los agentes sino de los mecanismos económicos de ajuste que impiden
llegar al equilibrio de pleno empleo. Inclusive independientemente de si hay competencia
perfecta o no, los precios nominales están determinados por una negociación entre
vendedores y compradores, así como el salario nominal debe mantenerse fijo para
mantener la estabilidad del sistema (Keynes, 36), que es esencial no solo para que las
firmas no salgan del mercado, sino también para que la banca pueda mantener la liquidez
monetaria interbancaria.
Partiendo del modelo Neo keynesiano, en el que se determina una “nueva” demanda de
trabajo, se sigue operando bajo la Ley de Say, ya que sin lugar a dudas a pesar de esa
ligera modificación al modelo propuesto dentro de la síntesis neoclásica, lo único diferente
que se ha hecho es introducir el Mark-up de costos para corregir el modelo de trabajo de la
síntesis Neoclásica y hacer visible el problema de la competencia imperfecta que genera
rigideces reales en el mercado laboral, pero la esencia del modelo sigue siendo la misma,
ya que las rigideces reales siguen siendo dependientes del salario real en el modelo, sin
tener en cuenta el principio de la demanda efectiva como factor clave dentro del problema
del desempleo involuntario, que opera independientemente de las rigideces reales.
Inclusive en los salarios nominales, en los cuales Keynes en su análisis inicial del principio
de la demanda efectiva, dejaría fijo bajo la negociación entre los trabajadores y las firmas
para “hacer m{s f{cil su exposición” (Keynes, 36).
Keynes hace una crítica a la ley de Say que obliga a reconsiderar el modelo de la demanda
de trabajo propuesta por los Neo keynesianos. Esto ocurre porque según Keynes, asumir
que la oferta crea su propia demanda, implica que “la oferta y la demanda, es igual para toda
la mano de obra existente, en cualquier nivel de ocupación, con lo cual el precio de la oferta agregada
siempre se ajusta así mismo con el precio de la demanda agregada” (Keynes, 36). Si analizamos
como se determina la función de demanda de trabajo Neo keynesiana, encontramos que:
Vemos que la teoría Neo keynesiana, está determinada en como el capitalista modifique el
salario real, que resulta ser el equilibrio de la oferta y la demanda de trabajo, ya que los
determinantes del Mark-up de costos depende de cómo varíe la elasticidad de la demanda
con respecto al precio. Pero como esta elasticidad de la demanda con respecto al precio,
resulta a partir del equilibrio de la desutilidad marginal del trabajo y el salario real, con lo
cual:
Con lo cual verificamos que el modelo Neo keynesiano utiliza los mismos postulados de la
economía neoclásica, en la cual el mercado de trabajo depende del salario real de
equilibrio.
Es por esto que Keynes rechazó la ley de Say, ya que la demanda efectiva, no depende del
salario real sino de la propensión marginal a consumir y la inversión, en el que la
inversión que depende de la tasa de interés nominal que a su vez depende de la cantidad
de dinero que el capitalista necesita para producir mercancías, pagar deudas o generar
nuevas inversiones, que se determina en la interacción de los mercados monetarios, con lo
cual se hace imposible suponer que teniendo la curva de demanda de trabajo neoclásica o
neo keynesiana, la función de oferta de trabajo sin rigideces reales cruce exactamente en el
punto en el que la curva de demanda de trabajo se doble, es decir, el salario real de
equilibrio. Aun así y teniendo como referencia las rigideces reales y el modelo de Salarios
de Eficiencia Generalizado propuesto por Romer, y, adicionalmente el problema de la
demanda efectiva que impide llegar al pleno empleo, puede que con las rigideces reales
que dependen del Mark-up, se “encrudezca” con mayor fuerza el desempleo involuntario.
Puede verse que la teoría Neo keynesiana carece de los elementos críticos de la teoría
fundamental de keynes, ya que tal y como Mankiw lo explica, “la micro fundamentación
propuesta nace directamente de la síntesis neocl{sica” en la cual se omiten los elementos
teóricos mas importantes que hacen irreconciliable la teoría de Keynes y la de los
Neoclásicos, que aparece como punto de partida en el principio de demanda efectiva, que
luego, el círculo de economía monetaria de Berlín, expondría con mayor objetividad,
cerrando el argumento de que la función de demanda de trabajo, no depende del salario
relativo neokeynesiano o neoclásico, sino del proceso de negociación entre los propietarios
de riqueza y los bancos, que pactan una tasa de interés nominal con la cual los bancos
prestan dinero a las firmas que lo necesiten para financiar sus proyectos.
CONLUSIONES
Las diferentes visiones del desempleo involuntario en la teoría económica, han servido
para explicar que en el capitalismo hay diferentes razones por las cuales la economía no
puede alcanzar el pleno empleo. En ambas teorías, los problemas del desempleo son
eminentemente estructurales, ya que no pueden ser corregidos de manera “natural” por
los procesos del mercado, y aunque ambas teorías abordan el problema con objetividad,
no pueden ser llamadas ambas “Keynesianas”, ya que la teoría Neo keynesiana sigue
atrapada dentro de los limites Neoclásicos que Keynes rechazó en la Teoría General,
pilares fundamentales que la teoría de Mankiw y Romer siguen presentando.
La diferencia crucial entre ambas teorías, es que en la Neo keynesiana sigue siendo
determinante el salario relativo para explicar los procesos en el mercado de trabajo, con
una formalización adicional, en la cual ya hay un énfasis en la competencia imperfecta
para explicar porque los mercados no se vacían completamente en el capitalismo, mientras
que en la teoría monetaria de producción, por el principio de la demanda efectiva, la
economía no puede alcanzar un equilibrio, sino únicamente bajo un caso muy especial en
el que el consumo que depende del ahorro sea igual a la inversión que depende de la tasa
de interés, según las ecuaciones fundamentales que Keynes abordo en el Treatise of
Money, lo que impide que la economía alcance el pleno empleo; en ultimas, la función de
ahorro resulta ser un residual de toda la economía capitalista, y por ende de la función de
demanda de trabajo, que al final resulta ser un punto en el plano del salario relativo y el
nivel de empleo, ya que la lógica interna del modelo propuesto por los Keynesianos y Post
keynesianos, es completamente distinta a la de los Neo keynesianos y Neoclásicos (Síntesis
Neoclásica), haciendo irreconciliable la posibilidad de construir una curva de demanda de
trabajo, tal y como la proponen Romer, Blanchard y Woodford dentro de los alcances de la
teoría Keynesiana pura.
En lo único que la teoría Keynesiana puede compararse con la Neo keynesiana es en la que
el Equilibrio General de Walras, no aborda los problemas del capitalismo con objetividad,
como los del desempleo involuntario y la mano invisible, y puede que bajo una
explicación mucho más rigurosa de la rigidez en el salario nominal producto de la
negociación entre trabajadores y capitalistas y el Mark-up de costos que generan rigideces
reales bajo competencia monopolística, la micro fundamentación macroeconómica de la
oferta de trabajo pueda convivir con la teoría Post keynesiana de la economía monetaria
de producción, pero aun así, la distancia de ambas teorías, impide que se reconcilien
completamente desde el punto de vista de la función de la demanda de trabajo, ya que el
modelo del mercado de trabajo Neokeynesiano sigue estando determinado por el nivel de
salario relativo, que resulta del simplex neoclásico, y no del valor de la tasa de interés
nominal, que resulta del proceso de negociación de los propietarios de riqueza con la
banca y con las firmas, que articulan el proceso económico de tal manera que el principio
de la demanda efectiva sea clave para determinar, los niveles en los que interactúa el
consumo de los trabajadores y capitalistas y la inversión, factores determinantes de la
función de demanda de trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
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Keynes, J.M., (1936) The General Theory Of Unemployment, Interest and Money, Harcourt,
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Romer, D., (2006) Advanced Macroeconomics, 3nd ed, Mc. Graw-Hill Companies, New
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Romer, D. (2006), cap.5.3, “Alternative Assumptions about Wage and Price Rigidity”,
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