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Dones del Espiritu Santo:

1.Palabra de Sabiduria.

Para encontrar una descripción precisa del carácter y operación de la palabra de Sabiduría,
analicemos las palabras del hermano Horton: "La palabra de Sabiduría es la revelación
sobrenatural por el Espíritu Santo, de propósitos divinos; la declaración sobrenatural de la
mente y voluntad de Dios."
La palabra de Sabiduría no es únicamente expresada en decir cosas del futuro, sino también
en las instrucciones que Dios da a los hombres, que vienen de Su conocimiento del futuro.
Dios prepara a los hombres para el futuro con las instrucciones como deben seguir en ciertas
circunstancias.
Fue por este Don que Moisés recibió los diez mandamientos, y las ordenanzas dadas en el
libro de Levítico.
La Palabra de Sabiduría puede ser manifestada:
 POR LA VOZ DE DIOS.
 EN UN SUEÑO.
 EN UNA VISIÓN.
 POR PROFECÍA.

La sabiduría es la función que nos permite usar con eficacia los conocimientos; resolver los
problemas de manera que produzcamos bendiciones y victorias. Si alguien tiene poco
conocimiento, pero posee el don de sabiduría puede engrandecer el conocimiento que tiene
para la gloria de Dios. Ejemplos: Hechos 7:10; 1 Co. 6:5; 1 Reyes 3:16-28. Cuando falta
sabiduría es bueno pedirla a Dios Santiago 1:5.

Una iluminación especial que permite a alguien en un caso específico manejar el consejo
divino con respecto a un hecho, una situación o a un contexto. Este don es útil en dirigir el
Cuerpo hacia el “qué hacer después”.
2.Palabra de Ciencia

"La Palabra de Ciencia como está revelada en las Escrituras, es la revelación de una manera
espiritual y sobrenatural de ciertas cosas de la mente de Dios."

Sabemos que Dios tiene delante de ÉL, todo conocimiento de los cielos y de la tierra. Él
conoce a todos, sean; personas, lugares o cosas. Todo lo que hay en existencia y está
consciente de todos a la vez.
Esta es la cualidad de Su carácter que llamamos Omnisciencia. Él nunca tiene que recordar
cosas; Esto sería memoria.
Él tiene todo siempre delante de Él, todo tiene en Su mente infinita, esto es Ciencia. La
Palabra, en el uso del Don que estamos estudiando, es cuando Dios revela al hombre por Su
Espíritu algún detalle de su conocimiento de TODO. Puede ser la existencia, la condición o el
lugar en donde se encuentra una persona, o un lugar, la localidad u ocasión de algún
acontecimiento.
Se llama Palabra de Ciencia porque Dios nos da todo Su conocimiento, solamente en
porciones pequeñas para usar en alguna necesidad temporaria. Tampoco se puede decir que
la Palabra de Ciencia es una amplificación humana. Es un fragmento de Ciencia Divina dada
divinamente. No es el conocimiento que viene por estudiar o por consagración. Es Ciencia
que solamente tiene Dios, y por la operación del Espíritu Santo sobre un persona en algún
momento que agrada a Dios, revelarlo a tal hombre, para cumplir Sus propósitos. El hombre
no contribuye nada; recibe todo de Dios.
El hecho que se llama Don a la Palabra de Ciencia ha dado la impresión que el Don es vocal.
La verdad es que esa revelación de Ciencia Divina solamente llega a ser vocal cuando se ha
dicho a otros.
El Don también ha sido confundido con esclarecimiento natural, pero no es natural, es
sobrenatural. Conocimiento natural es fruto de medios o recursos naturales de conseguir tal
conocimiento como si fuéramos a recibir información por carta o de un libro, la Palabra de
Ciencia es recibida en contacto con el Espíritu Santo, como en Apocalipsis 1:2. Allí Juan
recibe en el espíritu conocimiento de la condición en que se encontraban las siete Iglesias de
las cuales habla. La Palabra de Ciencia depende totalmente de nuestra comunión,
consagración y la voluntad de Dios.
Un ejemplo es: la gran confesión de Pedro, el apóstol, en San Mateo 16:16, Jesucristo dijo
que esa gran declaración no vino de carne, ni sangre, más el Padre Celestial se lo había
revelado esto a Pedro.
Se refiere a una parte del conocimiento de Dios, que él ha querido revelar. Es el don que
revela la verdad escondida de las cosas y resuelve problemas en un momento determinado.
Esta revelación llega solo por la inspiración del Espíritu Santo. Ejemplo: Josué 7; 1 Samuel 9;
2 Reyes 6:8-12.
Es la habilidad de conocer un hecho o verdad sobre una persona o situación revelada
directamente
por el Espíritu Santo.

3.FE

La fe dada como don es en si misma una obra directa e inmediata del Espíritu, y esto
significa que él ha depositado fe divina en el corazón del creyente. Esta fe fuerte y ferviente,
superior a toda imaginación humana, se produce a fin de que Dios pueda realizar grandes
milagros. El creyente no la posee de manera permanente, sino que se manifiesta a través de
él cuando surge una necesidad, según el momento y el lugar dispuesto por el Espíritu Santo.
Debe distinguirse de la fe salvadora y esa confianza en Dios sin la cual es imposible
agradarle. Hebreos 11:1; Romanos 6:23; Mateo 17:20; Hechos 3:4-6; 1 Reyes 18:33-35.
Romanos 10:17.

La fe, como un don, es diferente a la fe que salva y a la fe que es fruto del E.S. Es la facultad
especial de confiar en Dios, aun en circunstancias cuando todo parece estar en contra de uno. Es
la capacidad de aferrarse a Dios en oración, rogando durante años por la conversión de algún ser
amado. Es la confianza de haber percibido la voluntad de Dios que lo capacita a uno para actuar
como si el hecho hubiese ocurrido ya. Ejms.: 1Rey.18:30-46; Heb.11

El vocablo original es "pistis" que no se refiere a la fe que salva, ni a la confianza que el


creyente ejercita constantemente, sino a aquel don que se manifestaba en hechos
determinados con propósitos especiales.

Una extraordinaria confianza en Dios que es inamovible por situaciones, dolor, falla aparente
o por el ridículo. Este don
fortalece a la persona y a otros creyentes para soportar la persecución y las dificultades o
bien para emprender una gran obra.
Aparte de ser un don, la fe es también un fruto del Espíritu (Gal. 5:22) que es desarrollado
por medio del oír de la palabra
de Dios (Rom. 10:17).

4Sanidades

Aunque la Biblia dice que las sanidades seguirán a todos los que creen (Mar. 16:17-18), la
persona con el don de sanidades
experimentará de una manera más evidente y continua el ser un instrumento de la gracia
sanadora de Dios en la vida de la
gente. Es interesante notar que la Biblia lo menciona como “dones de sanidades” (doble
plural en el texto griego), esto podría
significar que incluyen la sanidad milagrosa del cuerpo, de la mente, de las emociones y de
las relaciones.
Es la capacidad que Dios da para servir como intermediarios humanos, a través de los cuales, El
se complace en curar la enfermedad y restaurar la salud, aparte del uso de los medios naturales.
En el griego, como en la traducción al español, “dones de sanidades” está en plural, por eso
algunos consideran que esto significa que existe una variedad de formas de este don. Por ejem.:
Felipe sanaba cojos y paralíticos (Hch.8:7). La persona con el don de sanidad no puede
manipular a Dios. No tiene el poder de vaciar los hospitales, a menos que Dios decida hacerlo
por medio de ellos.
Era una habilidad sobrenatural para curar todas las enfermedades corporales, fueran de
origen físico, mental o demoníaco.
Quienes poseían tal don podían curar instantánea y completamente a cualquier enfermo,
-presente o distante- independientemente de la fe de éste.
Los apóstoles no reprochaban falta de fe a nadie, la fe la tenían los apóstoles. "...muchos
venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran
sanados" (Hch. 5:16)
Como en los casos antes referidos, el don de sanidad era una señal más que corroboraba el
ministerio de algunos siervos de Dios y la autoría divina de la revelación inspirada.

5. Hacer milagros

“Milagros” es el plural de la palabra “poder”. Significa: “Hecho de poder grandioso, sobrenatural,


que van más allá de lo que un hombre puede hacer”. Es la suspensión sobrenatural de una ley
natural. Ejm.: Jos.10:12-14; 2Rey.6:1-7; Hch.8:39;9:40;13:9-11; 16:16-18;28:3-5.
manda a muchos cristianos sinceros en una caída espiritual en picada.
MILAGROS
Es la capacidad especial que Dios da a algunos para, por medio de ellos, realizar actos
poderosos que los observadores perciben
como cambiando el curso ordinario de la naturaleza. Algunos ejemplos de este incluyen la
transformación del agua en
vino en las bodas de Caná (Jn. 2:1-11), la multiplicación de los panes y peces (Mat. 14:15-
20) y cuando Jesús calmó la
tempestad (Mat. 8:24-27).

6.Profesia

Como la palabra “profecía” se usa hoy, generalmente, para señalar la predicción del
futuro, es difícil para algunos comprender que el uso bíblico de la palabra incluye el
presente también. Profeta es “el que habla en lugar de otro, el que declara”. En el
N.T. se habla de un profeta llamado Agabo (Hch.11:27,28;21:10,11)
La Biblia enseña que el profeta:
- Habla para los incrédulos (1Cor.14:24,25)
- Habla para los creyentes (1Cor.14:22)
El propósito de este don está escrito en 1 Corintios 14:3,4

7.Disernimiento de espiritu
Era una habilidad sobrenatural para distinguir entre la doctrina genuina inspirada por el
Espíritu Santo y las doctrinas de demonios.
Debemos considerar como dos cosas distintas el don de discernimiento de Espíritus, (que
selectivamente tenían algunos creyentes ) y la autoridad de echar fuera demonios que el
Señor Jesucristo confirió a sus apóstoles. "Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y
para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar
fuera demonios". (S.Marcos 3: 14/15) [Hay quienes hoy, sin ninguna base escritural correcta,
pretenden discernir espíritus para así identificarlos por su nombre y expulsarlos de una
persona o territorio.]
Quienes poseían el don de discernimiento de espíritus estaban capacitados para reconocer
si una doctrina era verdadera o falsa, evitando que se infiltraran errores doctrinales en la
revelación aún no concluida entonces. Totalizada la revelación, este don -selectivo como
todos los demás- ya no fue necesario como tal, y a ninguno le es dada la facultad de
discernir espíritus, aparte de aquel discernimiento que pertenece a todos los creyentes por
igual.
En ese sentido, el discernimiento espiritual no se nos otorga ahora como un don, sino que es
el resultado de la madurez que todo creyente debiera alcanzar.

La capacidad de saber con toda seguridad si cierta conducta, enseñanza o situación que
pretende ser de Dios es en realidad divina, humana o satánica.
Este es el don que capacita para discernir espíritus. Discernimos los espíritus por la
manifestación del Espíritu Santo, juzgamos si ese espíritu procede de Dios, o si es alguien
ablando por el espíritu del hombre, o por el espíritu de Satanás. Ejemplos: 1 Juan 4:1; 1 Timoteo
4:1.
El apóstol escribe sobre la importancia del discernimiento de espíritus, a menos que
seamos capaces de discernir a quienes entran entre nosotros con espíritus de seducción
y doctrinas de demonios, y oponernos a ellos, de lo contrario, el rebaño de creyentes
débiles se verán muy dañados.

8.Lenguas

Era la habilidad de hablar en un idioma desconocido sin haberlo aprendido previamente.


a) Las lenguas eran una señal para los incrédulos, en particular para el pueblo judío. "...En
otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aún así me oirán, dice el Señor.
Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos" (1ª
Cor.14:21/22) Esta referencia está tomada del pasaje de Isaías 28:11/12 y se refiere a las
circunstancias de esclavitud en que se encontraría el pueblo de Israel en razón de su
desatención a la Palabra de Dios.
La presencia de lenguas extrañas -las de sus opresores- les habría de ser como señal del
castigo divino y no de su favor. La señal de las lenguas desde Pentecostés marcó el fin de
los privilegios de la nación de Israel como pueblo de Dios "...hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles" (Romanos 11: 25)
b) De acuerdo con 1ª Cor. 14:4, podría afirmarse que las lenguas eran también un medio
para la edificación propia del creyente, e incluso hay quienes hoy pretenden justificar el uso
privado de las lenguas con ese propósito, pero el contexto, refiriéndose constantemente a la
iglesia local reunida, muestra que el Apóstol, lejos de abogar por el uso de las lenguas para
la edificación propia, en realidad cuestiona todo uso del don que no tuviera como resultado
ayudar a otros.
Pero ese don ya ha cesado, ("...y cesarán las lenguas..."-1ª Cor. 13:8-), habiéndose
terminado de escribir el Nuevo Testamento.
Ahora el medio para la edificación de los creyentes es toda la Escritura, sin necesidad de
otros canales "revelatorios" porque: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." (2ª Tim. 3:16/17) y, "...la
Palabra del Señor permanece para siempre". (1ª Pedro 1:25)
No obstante, hay quienes cultivan el balbuceo de sonidos no inteligibles, -muchas veces con
deformación de la voz natural- porque se prestan a la influencia de otro espíritu.
Ello es observable aún hasta en personas no regeneradas de muchos grupos religiosos,
incluidos ciertos católicos, por lo que podemos concluir en que dicho fenómeno no tiene
relación con el Espíritu Santo.
Por otra parte, en muchos casos se insiste en la pretensión de que todos los miembros
deben recibir el don de lenguas como evidencia del bautismo del Espíritu Santo.
Este error doctrinal empuja a muchos hermanos a la simulación del don, por compromiso
ante la presión de la insistencia, y por falta de discernimiento.
Debemos guardarnos de estos errores que sólo perjudican la Verdad Divina y causan
confusión a los oyentes.

Es la capacidad especial dada por Dios a CIERTOS MIEMBROS del Cuerpo de Cristo para:
- Hablar un idioma que nunca han aprendido.
- Recibir y comunicar un mensaje inmediato de Dios a Su pueblo, por medio de una declaración
divinamente ungida, en un lenguaje que nunca han aprendido.
La primera variedad del don de lenguas la denominan los estudiosos “lenguas privadas”. Estas
NO tienen interpretación y NO DEBEN SER USADAS EN LA IGLESIA (1Cor.14:28). La segunda
variedad la denominan “lenguas públicas” y se pueden ejercer en la iglesia SI HAY UN
INTERPRETE (1Cor.14:28). Algunos creen que TODOS deben hablar en leguas, pero el Apóstol
Pablo escribió en 1 Corintios 12:28-30:
“Y a unos puso Dios en la iglesia primeramente apóstoles, luego profetas,
lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan,
los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿SON
TODOS apóstoles? ¿SON TODOS profetas? ¿TODOS maestros? ¿HACEN TODOS milagros?
¿TIENEN TODOS dones de sanidad? ¿HABLAN TODOS LENGUAS?...”
La respuesta que el Apóstol espera de estas preguntas es NEGATIVA, pues, en el idioma griego,
las preguntas comienzan con la partícula negativa griega “μη“ (me = no), si dichas preguntas
comenzaran con la otra partícula negativa griega “ου“ (u = no), el Apóstol esperara una respuesta
afirmativa.

Para los que leen la Biblia sin ideas teológicas preconcebidas, queda claro que en todos los
momentos del libro de Hechos en que se presenta el bautismo en Espíritu, las lenguas son
una señal externa. Las lenguas mencionadas en 1 Corintios 12 y 14 son en esencia las
mismas que menciona el libro de los Hechos, pero el propósito con el que se usan es
distinto. Por consiguiente, se llama “don de lenguas”. El bautismo en el Espíritu Santo es lo
que recibe el creyente para su vida de oración personal que al mismo tiempo hacen una
profunda comunicación con Dios. “Por que el que habla en lenguas no habla a los hombres,
sino a Dios; pues, nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios”. 1 Co.14:2. Esto
produce progreso a nuestra vida de fe. “el que habla en lengua extraña, así mismo se edifica”
1 Co. 14:4. La palabra edifica significa originalmente poner los ladrillos uno sobre uno para
levantar una casa. Las lenguas se convierten en el instrumento mediante el cual es edificada
nuestra propia casa espiritual. Hablando del don de lenguas, cuando se une al de
interpretación de lenguas, produce el mismo efecto que la profecía. 1 co. 14:13 dice: “el que
habla, en lenguas extraña, pida en oración poder interpretarla”. A través del don de
interpretación, se comprende el mensaje en lenguas en el idioma del oyente, de manera que
estos puedan ser edificados. A través de esta interpretación sobrenatural, pueden darse
cuenta de que Dios esta en medio de nosotros y aumenta nuestra fortaleza.

9.Interpretacion de lenguas

Es la capacidad de dar a conocer, en el lenguaje vernáculo, el mensaje de aquel que habla en


lenguas.

Nadie puede comprender un mensaje dado en lenguas, mientras Dios no revele su significado
por medio del Don de interpretación. Ejemplo: 1 Co. 14:2,13.
La interpretación de lenguas es diferente a una traducción normal. La traducción da
generalmente el significado de lo que se ha dicho en otro idioma, palabra por palabra; en
cambio, la interpretación aclara el significado general de lo dicho en idioma extraño. Por
ejemplo, es posible que un mensaje en lenguas sea corto, y su interpretación larga. Pero
otra vez puede ser el mensaje en lenguas corto y la interpretación larga.

La interpretación de lenguas se requiere si el hablar en lenguas se ejercita en público. Este


don
permite dar a conocer, en un idioma que las personas entiendan, el mensaje impartido por
alguien que habla en lenguas.

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