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Sólo una, la pulsión

o historia del medio sujeto1

Este trabajo intenta dar cuenta un recorrido que vengo transitando


desde hace algún tiempo, con sujetos en tiempos de la Adolescencia.

Hace bastante tiempo que la pulsión se nos presenta y nos horada


con el encuentro singular con cada paciente.

Básicamente, partí de la pulsión, para luego aproximarme a los


avatares de ella en la adolescencia.

Desde Freud “un concepto oscuro”, desde Lacan


“solo una”

Freud al nombrarla por primera vez2, dijo de ella lo siguiente: “la


pulsión es un concepto oscuro3, pero imprescindible en la clínica”. Y
me pregunté ¿Por qué oscuro?,¿Y por qué imprescindible?.

Oscuro porque es un concepto que hasta el mismo Freud cuanto


intentaba atraparla en un concepto, siempre terminaba enredado,
por lo que esto también nos da un dato precioso, que cuanto más
intentamos prescindir de ella más aparece.

Como analistas y como analizantes, sabemos que todo sujeto


experimenta la pulsión, aunque no siempre un sujeto acceda a la 1
experiencia del Inconsciente.

1
Seminario 17. El reverso del psicoanalisis. pág. 59. J. Lacan
2
Si bien la primera vez que la nombra, pero no necesariamente le didica un texto es en 1905. En tres
ensayos para una teoria sexual.
3
Pulsión y sus destinos. 1915. S. Freud
¿Con qué tiene que ver esto? que la pulsión tiene una antecedencia
lógica al significante, el significante viene a escriturar no a
resignificar.

2
¿Que vendría a presentificar la pulsión?, algo de la verdad del sujeto.
Y … ¿de qué se trataría esa verdad? De la verdad de su goce. Lacan
en el Seminario 17, las hermana, la verdad es hermana del goce4.

Entonces,
¿Qué detiene al sujeto en el camino a encontrarse con su verdad?
La captura narcisista5, quedar detenido en el narcisismo, refugiado en
la defensa; sosteniendo al Otro en su demanda, ¿Qué me quiere el
Otro?

Me parece interesante a través de una cita de Lacan de “La Trieb de


Freud y el deseo del psicoanalista” de sus escritos, extraer algunas
cuestiones acerca de lo que intento aproximarme.

En este texto Lacan viene situando la cuestión de la castración como


resorte; la función del mito y dice: “las identificaciones se determinan
allí por el deseo sin satisfacer la pulsión” 6
luego concluye “Es de
esencia: pues el deseo viene del Otro, y el goce está del lado de la
Cosa.” 78

¿Por que el deseo no satisface la pulsión9? justamente porque el


deseo viene del Otro, y la pulsión del sujeto es lo mas propio del
sujeto, por lo tanto si el goce esta del lado de la cosa estaría del lado
del sujeto.

Esto plantea que las identificaciones 10 que conciernen al fantasma


refuerzan el narcisismo, dando consistencia a este, sosteniéndolo,

4
Seminario 17. El reverso del psicoanalisis.Clase 6 Verdad hermana de goce. J. Lacan 3
5
La referencia que tomo son la clase 1 y 10 del Seminario de la Angustia.
6
Escritos Dos. La Trieb de Freud y el deseo del psicoanalista. J. Lacan
7
Escritos Dos. La Trieb de Freud y el deseo del psicoanalista. J. Lacan.
8
El goce esta del lado lado de la cosa seminario 7, como la cosa de goce, que no es ni el otro ni la madre
no es una cosa incestuosa con la que goza
9
Seria interesante puntuar, si bien lo retomo un poco mas adelante en el texto que deseo y goce, siguen
dos circuitos diferentes.
10
Con el término identificación no me estoy refiriendo al S1. Sino a las identificación secundarias.
pero al no satisfacer la pulsión abren para el sujeto una posibilidad de
morder algo de lo real11.

Retomando la pregunta acerca de ¿Qué detiene a un sujeto en el


camino de conquistar su subjetividad?, justamente la continuación de
esta cita “Lo que el sujeto recibe por ello de descuartizamiento
pluralizante” 12

Adolescencia una posibilidad de viraje

Es la angustia –que siempre es de castración- la que permite al sujeto

virar de un lugar a otro, y es a través de la siguiente frase la que

posibilita orientar la escucha “el Sujeto está en dos lugares pero no al

mismo tiempo, o esta en el campo del Otro generalmente campo del

narcisismo, o en el de la pulsión que es el campo propio del sujeto”.

Me parece que es en la adolescencia donde esto se juega de manera


privilegiada, ya que la conquista esta del lado del descuartizamiento,
y este descuartizamiento no es sin confrontarse con la angustia, y me
surgió pensarlo desde la cita de Freud de Metamorfosis de la
pubertad “... se consuma uno de los logros psíquicos más
importantes, pero también más dolorosos, del período de la
pubertad: el desasimiento respecto de la autoridad de los
progenitores” 13. y otra parte de esto que pone en jaque al sujeto es:
la asunción a una posición sexuada; la pérdida del cuerpo en tanto
cuerpo de niño y la posibilidad efectiva de ser padre. 4

11
Seminario 19. Clase 4. El significante muerde lo real. 15 de diciembre de 1971
12
Escritos Dos. La Trieb de Freud y el deseo del psicoanalista. J. Lacan
13
S. Freud. Tres ensayos para una teoría sexual. 1905. Trad. López Ballesteros.
Este descuartizamiento tiene que ver con la ruptura del espejo que

fragmenta al narcisismo, para ello encontré otro pasaje de “Función y

Campo de la palabra” que me resultó esclarecedor “..frustración no

es un deseo del sujeto, sino de un objeto, donde el sujeto esta

enajenado y que, cuando más se elabora, tanto más se ahonda para

el sujeto la enajenación de su gozo. Frustración pues de segundo

grado, y tal que aun cuando el sujeto en su discurso conlleva su

forma hasta la imagen pasivizante por el cual el sujeto se

hace objeto en la ceremonia del espejo, no podría con ello

satisfacerse, puesto que aún si alcanzase en esa imagen su

más perfecta similitud, seguiría siendo el gozo de otro lo que

haría reconocer en ella1415”

De esto se puede pensar que el sujeto está alienado, enajenado en el

deseo que por definición siempre es del Otro (esto entraña

justamente su inaccesibilidad al goce, bajo esta tres formas que

toma el deseo como: insatifecho, incumplido y prevenido) en el

camino hacia conquistar su propio goce.

Este desasimiento que se juega en la pubertad hace que en la

ceremonia del espejo, se presentifique algo que siempre estuvo

desde siempre, lo que quedó como resto en el estadío del espejo, el 5

a.

14
El subrrayado es mío.
15
Escritos Uno. Función y Campo de la Palabra. Pág. 240. J. Lacan
Algo que merecería mas desarrollo pero me parece interesante

dejarlo planteado en este recorrido es que, el a y el S1 son

homólogos desde el punto de vista estructural.16

El fantasma cubre hasta cierto punto, pero el fantasma forjado en los

tiempos de la latencia, no alcanza para dar cuenta de esto que se

presenta en la pubertad que es el encuentro Real con el Otro, que

implica la puesta en juego de la castración.

Estos encuentros tienen que ver con lo Real que conlleva la

sexualidad, y “el pasaje de la escena al mundo”17

El sujeto adquiere su entidad restándose del campo del Otro, y esto

ya esta planteado desde el origen, algo en el espejo se precipita ahí y

en el mismo movimiento algo se resta: el sujeto, pero Lacan en la

Clase I del seminario de la angustia dice “ el sujeto toma su punto de

partida de la función significante, el sujeto S, hipotético, en el origen

de esta dialéctica, se constituye en el lugar del Otro como marcado

por el significante, único sujeto que accede nuestra experiencia,

suspendido, inversamente, toda la existencia del Otro a una garantía

que falta, el Otro Barrado. Pero esta operación, hay un resto, es el

a.”18 6

16
Este planteo se puede leer en las clases 13 y 14 del Seminario 10. Y en La Tercera
17
Seminario 10. La Angustia. Clase 9. del 23 de enero de 1963
18
Seminario 10. La Angustia. Clase 9. del 23 de enero de 1963.
Tomando un desvío (y quizá no tanto), ¿de que se tratará esto de que

el sujeto tome su punto de partida en la función significante?, lo toma

de ahí de donde puede, pero es ese significante que posibilitará

transformarse como operador de corte en la estructura (significante

del Nombre del Padre), ¿Por qué significante y la pulsión están

articulados?; porque apuntan a la misma verdad, ambos del lado del

sujeto y no del Otro, ambos están del lado del sujeto en la búsqueda

de su verdad.

¿Y cual es su verdad?,

Su verdad es la falta, la relación del sujeto con su falta y la

posibilidad de alojar su falta.

Gozar con ese corte y con lo que esa falta habilita, la falta relanza al

sujeto.

Cuando se situa “el sujeto acéfalo”, cabria preguntarse ¿de qué

acefalía se trata? una respuesta posible seria que en la pulsión hay

un sujeto pero ácefalo pero en el sentido de ser incapaz de leer su

propia marca.

“Un ser que puede leer su traza. Eso basta para que él pueda 7

reinscribirse en otra parte que allí de donde él la ha sacado (el campo

del Otro). Esta reinscripción es allí el lazo que lo hace, desde

entonces independiente de un Otro, cuya estructura no depende de


él. Todo se abre a lo que es del registro del sujeto definido como "es

quien borra sus trazas". El sujeto, en el límite y para hacer sentir la

dimensión original de eso que se trata, lo llamaría aquél que

reemplaza sus trazas por su firma.19, plantea Lacan, lo que en

definitiva nos remite a pensar que: como analistas, todo nuestro

trabajo se reduce a aproximar al sujeto a la asunción subjetiva de esa

falta. Que da como resultado una relación distinta al Otro. Ya no

capturado como objeto en la ceremonia del espejo, sino como resto,

pero no cualquiera sino como dice esta cita “El sujeto no apunta al

otro, sino a esa parte de si mismo ligada al Otro y que el ejercicio de

la pulsión permite desprender”20 y que se desprende unas letras con

las cuales el sujeto va a gozar a su cuenta.

Y para finalizar tomo dos estrofas de una canción de Serrat.

“Y no es prudente ir camuflado
eternamente por ahí
ni por estar junto a ti
ni para ir a ningún lado.

Nunca es triste la verdad,


lo que no tiene es remedio”

19
Seminario 16. Clase 20. De uno a otro. 1968
20
Lágrimas de lo Real. Norberto Rabinovich. Ed. Homo Sapiens. Pág. 51
Laura Dávila
(*) Licenciada en Psicología (UBA), Psicoanalista. Participante del
ICBA (Escuela de Orientación Lacaniana) y Analista de Centro Dos
(Bs. As.) y Coordinadora Docente de la misma Institución en
Dispositivo en Grupo de Analistas en Formación y Dispositivo de
Pasantia.
ldavila28@gmail.com

9
Bibliografía consultada

 S. Freud. Pulsión y sus destinos. 1915. Obras Completas de Sigmund

Freud. Traducción directa del alemán. Por Luis López Ballesteros.

Editorial Biblioteca Nueva.

 J. Lacan, Seminario 10. Clases 1 y 10 Traducción Ricardo Rodríguez

Ponte

 J. Lacan, Seminario 7, La Etica del Psicoanálisis, Editorial Paidós.

 S. Freud. Tres ensayos para una teoría sexual. Metamorfosis de la

pubertad. 1905. Obras Completas de Sigmund Freud. Traducción

directa del alemán. Por Luis López Ballesteros. Editorial Biblioteca

Nueva.

 J. Lacan. Escritos Uno. Función y Campo de la Palabra. Pág. 240.

Editorial Siglo Veintiuno Editores.

 J. Lacan. Escritos Dos. La Trieb de Freud y el deseo del psicoanalista.

Pag. 830. Editorial Siglo Veintiuno Editores

 J. Lacan. Seminario 17. El reverso del psicoanalisis. Clase 6 Verdad

hermana de goce (1970). Editorial Paidós

 Seminario 16. Clase 20. De uno a otro. 1968. Versión completa

traducida por Ana María Goméz y Sergio Rocchietti para la Escuela

Freudiana de Buenos Aires.

 Letra y destino. Olga Pilnik

 Lágrimas de lo Real. Norberto Rabinovich. Ed. Homo Sapiens


 El modelo pulsional. Oscar Masotta. Editorial Catálogos

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