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Por Francisco Javier Cubero 1
Cuando se pronuncia el nombre de un determinado
país se suelen asociar a éste ciertos estereotipos
fosilizados, por su uso y por su abuso, en el saber
popular. La simplificación que conlleva el tópico
conduce a una imagen uniforme y deformada de las
complejas y variadas realidades que puede ofrecer
cualquier Estado que atesore una larga Historia. De
este modo, podría parecer que en España todas las
personas gozan de la siesta, beben vino o sangría,
comen paella, gustan de los espectáculos taurinos y
hablan español. No se puede
• afirmar que la anterior sentencia sea totalmente
falsa, tampoco que sea cierta, sino que no se
ajusta a la realidad, y la realidad en España es un
concepto plural que requiere muchos más
matices que los que en este artículo se pueden
ofrecer. En las líneas que aquí empiezan no se
hablará de gastronomías o de costumbres, pero sí
de esa parte esencial de la cultura que suponen
los idiomas y de cómo las lenguas están
fuertemente ligadas a la identidad de los
colectivos humanos, identidades que, por otra
parte, son difícilmente comparables.
• Los españoles hablan español, pero no sólo español;
una gran parte de la población es bilingüe y, en algunas
ocasiones, trilingüe. El castellano, en un avance
histórico continuo alcanzó todos los rincones de la
geografía española, cruzó los mares y se alojó en
lugares muy lejanos de la Península Ibérica,
especialmente en América, donde crece con vigor
enriqueciendo el importante acervo de los
hispanohablantes. Esta lengua castellana o española, los
dos nombres responden hoy en día al mismo idioma, se
realiza gracias a una gran riqueza de dialectos y
variedades, de algunas de estas formas de hablar
tratará este texto, pero se ocupará especialmente de las
otras lenguas que conviven en las tierras españolas.
• La palabra "dialecto" motiva, con frecuencia, actitudes
defensivas y puede herir algunas sensibilidades, extraña
reacción en tanto que todos hablamos algún dialecto,
puesto que la lengua es siempre una entidad abstracta que
engloba los distintos modos en que ésta se produce. No se
pretende aquí avivar esta polémica y se utilizará la palabra
"lengua" en su sentido más amplio, al entender que cuando
se habla de un idioma estándar se hace referencia a un
objeto sólo existente en los manuales y diccionarios, pero
no en la vida cotidiana, en la que nos comunicamos con
nuestras propias variedades de algún idioma distinguible de
otros.
• En la actualidad son cuatro, cuando menos, las lenguas
más habladas en España: tres tienen su origen en el
latín, español, catalán y gallego; la cuarta es más
antigua y su origen no ha podido ser determinado, se
trata de la lengua vasca o eusquera (euskera en
vascuence). A éstas cabe añadir el aranés, dialecto del
gascón hablado en el Valle de Arán, que también recibe
un tratamiento de lengua cooficial en su territorio. Por
otra parte, el aragonés y el leonés son dos grupos de
hablas que, procedentes del latín, no llegaron a
adquirir el reconocimiento de lenguas y hoy son
considerados dialectos del español.
• Un mapa acompaña este texto con el objetivo de situar
aproximadamente en la geografía peninsular las
lenguas que se hablan en España y también los
principales dialectos del español en el territorio
nacional (las Islas Canarias no aparecen en el mapa
aunque sí se hace mención del importante dialecto
canario). Sin embargo, el mapa tendría poca utilidad si
no se ofrecieran unos mínimos apuntes históricos de la
evolución de las citadas lenguas.
• Con anterioridad a la llegada de los romanos ya se
hablaba en el Norte de la Península Ibérica el
vascuence, único idioma que resistió la intensa
romanización del territorio peninsular; el Sur estaba
ocupado por los turdetanos; los íberos habitaban el
Este y, hacia el siglo VII a J. C., los celtas se asentaron
en la zona de la actual Galicia, las regiones altas del
Centro y amplias zonas del Sur. Es fácil pensar que
hubo otros pueblos, todos ellos con sus propias
lenguas. Con la ocupación romana
se inició un proceso de unificación idiomática que
implantó el latín en casi todo el territorio.
• El latín hablado por los habitantes de la Península
era el llamado latín vulgar, con influencias de las
lenguas anteriores. Hacia el siglo V se produce la
invasión de los germanos que adoptarían el latín y
ejercerían una nueva influencia en el idioma de los
romanos. Con posterioridad, la ocupación de los
árabes obligaría a los cristianos a retroceder hacia el
norte de la Península y asentarse en los territorios
más resguardados y con un acceso más difícil, en
estas zonas del Norte y debido a la incomunicación
entre ellas la lengua iría evolucionando de forma
distinta en los distintos núcleos de resistencia y
daría lugar a las diferentes lenguas españolas
derivadas del latín, de Este a Oeste: catalán,
aragonés, castellano, leonés y gallego.
• El avance de los cristianos hacia el Sur
extendió las citadas lenguas que
continuaron su evolución con evidentes
influencias de la lengua árabe. A partir del
siglo X empezarán a escribirse textos en las
distintas lenguas que se convertirán en la
prueba evidente de su independencia
respecto del latín y entre ellas.
El mozárabe era escrito con caracteres árabes pese a
ser una lengua romance, en lo que denomina aljamía
(al‘aǧamíyya).
• La situación actual de las lenguas habladas en España es
muy desigual, el español es hablado en todo el territorio
nacional y, además, desde la Transición a la Democracia,
en el último cuarto del siglo XX, se ha producido un
proceso de reconocimiento y recuperación de las distintas
identidades culturales y lingüísticas que, con evidentes
dificultades, han resistido la presión de la que fue durante
mucho tiempo única lengua oficialmente reconocida. El
mapa intenta reflejar la ubicación geográfica de los
principales dialectos del español en la Península y también
de las lenguas distintas del español y, por tanto, las más
desconocidas. Las siguientes líneas intentan esbozar
algunas circunstancias de cada uno de estos idiomas.
• El catalán
Se considera que el catalán hablado aparece entre
los siglos VIII y IX. Los primeros textos escritos en
catalán que están documentados datan del siglo XII,
son el "Liber iudiciorum", traducción al catalán de
un código de leyes visigodas, y las "Homilies
d’Organyà", primer texto escrito directamente en
catalán, en el que se comentan algunos pasajes de
los Evangelios. El idioma catalán fue la lengua de la
Corona catalano‐aragonesa, potencia mediterránea
en constante expansión durante la Edad Media.
Entre los siglos XIII y XV fue llevada a las Islas
Baleares y a Valencia, Cerdeña, Sicilia, Nápoles y
Grecia.
• La producción literaria culta en catalán sufrió
una decadencia desde el siglo XVI hasta el
XVIII aunque nunca se dejó de hablar. A partir
del siglo XIX se inicia una nueva etapa de
esplendor literario y normalización que dará
paso a la fijación de las normas de esta lengua
durante el siglo XX.
Extensión de la lengua catalana
(Cataluña, Valencia e Islas Baleares)
• En la actualidad, la lengua catalana se habla en cuatro
estados europeos: España, en las comunidades
autónomas de Cataluña, Islas Baleares, Comunidad
Valenciana, Aragón y Murcia (la llamada "Franja" de
Aragón, constituida por las zonas próximas a Cataluña
de las tres provincias aragonesas, y en el Carxe,
territorio próximo a la Comunidad Valenciana);
Andorra, donde es la única lengua oficial; Francia, en
cinco comarcas integradas en el Departamento de los
Pirineos Orientales; Italia, en l'Alguer o Alghero, ciudad
de Italia, en la isla de Cerdeña, provincia de Sassari.
• Se estima que la lengua catalana es entendida por
nueve millones de personas y hablada por más de siete
millones de personas, lo que la convierte en la séptima
lengua europea en cuanto al número de hablantes.
En 1861, Manuel Milà i Fontanals, estableció la división
dialectal del catalán en dos grandes zonas, occidental y
oriental, basándose en criterios fonéticos
principalmente. El catalán oriental agrupa cuatro
dialectos: rosellonés, central, balear, alguerés y sus
correspondientes subdialectos. El catalán occidental se
subdivide en catalán "norte‐occidental" y valenciano. En
la Comunidad Valenciana, por razones políticas, el
catalán se denomina valenciano o lengua valenciana de
forma oficial.
• El gallego
La lengua gallega se formó en la zona comprendida
entre el norte y el sur del Río Miño. En el siglo XII la
zona del norte fue otorgada a doña Urraca por su
padre, Alfonso VI de Castilla y León, quien asignó la
zona del sur, desde el Miño hasta el Tajo, a su otra hija,
doña Teresa. La extrema rivalidad entre ambas
ocasionó la posterior independencia de Portugal y la
frontera entre los dos reinos favoreció la progresiva
escisión del gallego‐portugués en dos lenguas distintas
a partir del siglo XV.
Durante el siglo XIII, el gallego‐portugués, fue la
lengua de la poesía junto con el provenzal. Por
esta razón, Alfonso X, que propició un impulso
definitivo de la lengua castellana, escribió sus
composiciones poéticas en gallego‐portugués por
ser este idioma el de mayor prestigio para la
composición en verso. Tras esta época de
esplendor sufrió siglos de decadencia, aunque no
se dejó de hablar, y resurgió en el siglo XIX con los
escritores románticos.
• El gallego es hablado por más de dos millones de
personas y su proceso de normalización ha provocado
una controversia entre quienes defienden la situación
actual de la lengua y quienes desearían una mayor
aproximación al portugués. Esta última lengua tiene
presencia en territorio español en algunas zonas
fronterizas de Castilla y Extremadura.
El vascuence o euskera
La lengua más antigua entre las que se hablan en
España cuenta con casi un millón de hablantes. Su
territorio ocupa la mayor parte del País Vasco y la mitad
norte de Navarra y se extiende hasta Francia, en el
Departamento de los Bajos Pirineos, donde alcanza los
cien mil hablantes.
Su situación es muy diferente a la de las otras
lenguas citadas:
En primer lugar, su origen es incierto, algunas
teorías proponen un parentesco con las lenguas
caucásicas que se hablan entre Rusia y Turquía,
otras estudian su relación con algunas lenguas
africanas, ninguna de las dos teorías puede basarse
en pruebas aceptables y el origen de este idioma
sigue constituyendo un enigma.
• Sí se sabe que no es una lengua indoeuropea y
que se hablaba antes de la romanización de la
Península en una amplia zona del Norte, entre
Cantabria y el Valle de Arán como mínimo
("Arán" es un topónimo de origen vasco, "aran"
significa valle).
En segundo lugar, el euskera no tiene la
tradición literaria secular de las lenguas
romances, los vascos utilizaron el castellano
como lengua de cultura durante mucho tiempo
y el euskera estuvo durante siglos encerrado en
un ambiente familiar y rural.
• La recuperación de la lengua, iniciada durante el
siglo XIX, impulsó una literatura que va tomando
fuerza y que cuenta ya con prestigiosos autores.
Siete son las variedades del euskera, a partir de
ellas se ha unificado el llamado euskera "batua" que
actualmente se enseña en las escuelas del País
Vasco.
El aranés
• El Valle de Arán es una zona situada en la parte
central de los Pirineos, en la provincia catalana de
Lérida. La población censada se halla en torno a los
7.000 habitantes.
• La situación del valle, orientada hacia Francia, y su
difícil acceso durante siglos desde Cataluña y
Aragón favorecieron la conservación de la lengua
aranesa, que en realidad es un dialecto del gascón.
La lengua de Oc pertenece al grupo de lenguas
románicas o neolatinas y está constituido por cinco
grupos dialectales: el provenzal, el lemosín, el
languedocino, el auvernés y el gascón. De los cinco
grupos, el más alejado del catalán es el gascón. El
gascón es un conjunto de dialectos, desaparecidos
algunos, hablados en la Gascuña francesa.
• El aranés es uno de esos dialectos, pero su aislamiento
y el hecho de que no se haya perdido le confieren un
tratamiento legal de lengua, así es reconocido como
idioma oficial del Valle de Arán por el Estatuto de
Autonomía de Cataluña, que también reconoce la
autonomía y las instituciones propias del Valle (Conselh
Generau d'Aran).
• El aranés es la lengua de enseñanza en todos los
centros de educación infantil y primaria del Valle de
Aran. La población autóctona del Valle de Arán habla,
por tanto, tres lenguas.
• Respecto al español cabe recordar que es la lengua oficial de
toda España y cooficial en aquellas comunidades donde se
hablan los otros idiomas peninsulares que han sido
reconocidos en sus correspondientes estatutos de autonomía.
Tiene varios dialectos en el territorio español, entre ellos: el
aragonés (recluido en los valles próximos a los Pirineos), el
leonés, el bable o asturiano (en realidad se trata de un
conjunto de dialectos muy próximos entre sí, llamados bables,
hablados en Asturias); y dialectos meridionales como el
andaluz (conjunto de hablas que tienen rasgos comunes), el
canario, el extremeño (dialecto con base castellana e influjo
leonés) y el murciano (dialecto con base castellana, pero con
muchos rasgos de aragonés y de valenciano).
• Por otra parte, la línea divisoria entre las zonas norte
de Aragón y Cataluña presenta una zona de hablas
catalanas y aragonesas de transición, entre las que se
puede destacar el benasqués.
Para concluir esta exposición debe mencionarse el caló,
variante del romaní, hablado por las personas de etnia
gitana y los dialectos árabes hablados en los territorios
africanos de Ceuta, Melilla y en aquellas zonas que
están acogiendo un gran número de inmigrantes
norteafricanos durante los últimos años.
• El presente artículo constituye un modesto resumen
realizado a partir de excelentes estudios publicados
por prestigiosos lingüistas; aunque estos no hayan
sido citados expresamente, sí se recogen las obras
consultadas en la bibliografía. Las principales
fuentes de información se detallan en este enlace y,
en ellas, se contienen referencias mucho más
amplias que, sin duda, ayudarán a quienes estén
interesados en aumentar sus conocimientos más
allá de esta mínima introducción.
•
Francisco Javier Cubero es editor de la página de lengua, literatura y artes gráficas
Eldígoras y de la revista de arte y literatura eom. Asociación Cultural Antonio de
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