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DE LA HIDATIDOSIS HUMANA
El Echinococcus granulosus en su forma adulta vive en el intestino del perro, eliminando huevos
periódicamente con la materia fecal. Estos huevos pueden ser ingeridos accidentalmente por los
huéspedes intermediarios, entre ellos el hombre. Los huevos eclosionan, liberando el embrión
hexacanto en el intestino delgado. Este, a través de las vellosidades intestinales pasa a la
circulación venosa hasta alojarse en el tejido hepático donde formará la hidátide. A las 72 horas
de la ingestión del huevo, la larva alcanza un tamaño de 20 micrones, mientras que a los 7 días
puede identificarse una formación esférica y francamente hidatídica.
En caso de ser superado el filtro hepático el embrión continúa por el sistema circulatorio hasta el
pulmón. Eventualmente puede continuar su migración alcanzando variadas localizaciones tal
como riñón, cerebro, tejido óseo, muscular, etc.
El crecimiento del parásito dependerá del potencial evolutivo del embrión hexacanto, del tejido
circundante y de la resistencia del huésped.
Así, el pulmón, de características elásticas, ofrece una escasa resistencia a su crecimiento. Ello
determina un aumento de tamaño proporcionalmente rápido llevando a la aparición de síntomas
clínicos en un gran porcentaje de los casos.
En el hígado, por su parte, la resistencia del tejido circundante es fuerte lo que determina que
en muchos casos el crecimiento sea lento o incluso nulo durante muchos años, permitiendo que
un alto porcentaje de portadores permanezca sin síntomas clínicos durante toda su vida.
Estos aspectos se traducen en una relación entre las localizaciones hígado/pulmón 2/1 a 3/1 en
los servicios hospitalarios que reciben pacientes con síntomas clínicos. Las restantes
localizaciones usualmente no superan el 10% de los casos detectados. Estos coeficientes expresan
la importancia del filtro hepático como elemento determinante para la localización del quiste.
Los estudios en autopsias, por su parte, muestran una relación entre las localizaciones hepática y
pulmonar de 4/1 y en donde entre el 63,3 % y el 84,5 % de los casos resultan de hallazgos sin
relación alguna con la causa de muerte. Esta cifra refuerza el criterio del filtro hepático como
factor primordial para determinar localización y expresa que un porcentaje importante de los
quistes hepáticos no alcanza a producir enfermedad en el huésped, manteniéndose un estado de
equilibrio agente/huésped durante toda la vida.
TIPO V : Calcificado
En todos los casos se incluirá la correcta medición del tamaño y ubicación ecográfica del quiste,
elementos indispensables para la decisión terapéutica y para el control y seguimiento de los
pacientes.
Los demás métodos de diagnósticos por imágenes (TAC – RMN) se reservan para casos
seleccionados y/o con Ecografía dudosa.
1.2.1.- ELISA (anticuerpos): Util como técnica tamiz en encuestas para detección de poblado-res
no sintomáticos, particularmente en ausencia de tecnología ecográfica.
1.2.2.- ELISA (antígeno circulante): ó Elisa de captura. Util para el seguimiento de pacientes
operados y/o en tratamiento con Albendazol. La primer determinación debe realizarse antes
de la cirugía o de iniciarse el tratamiento.
Se deben realizan controles a los 10 y 30 días de la cirugía, a los 3 meses y después cada 6 meses.
Normalmente a los 30 días se negativiza.
En el caso de los pacientes bajo tratamiento médico, se deben realizan las determinaciones cada
3-6 meses.
En portadores sin síntomas clínicos la información es muy limitada, aunque la respuesta serológica es
marcadamente menor.
Por ejemplo, la sensibilidad y especificidad de las pruebas de doble difusión cinco y del
enzimoinmunoensayo han sido estimadas en la Provincia de Río Negro utilizando estudios
completos por imágenes (radiología, ultrasonografía y tomografía) como pruebas de referencia,
resultando del 63% y 97.05% respectivamente para Enzimoinmunoensayo a títulos iguales o
superiores a 8 DE, y 31% y 100% respectivamente para DD5. En función de ello:
- HAI: No se recomienda su uso, por presentar falsos positivos y falsos negativos. Su sensibilidad y
especificidad son menores al ELISA.
En todos los casos la negatividad de una prueba serológica no puede descartar la presencia de un
quiste hidatídico, tanto en portadores sanos como pacientes sintomáticos.
Se deben evaluar correctamente los síntomas referidos por el paciente para determinar si
realmente son causados por el Quiste Hidatídico o si son originados por otra patología asociada.
A todos los pacientes se le debe realizar, además de la ultrasonografía, radiología de torax antes
de decidir la conducta a seguir.
Ya sea por infección, ruptura a cavidad abdominal o la vía biliar, tránsito toraco-abdominal, o
tumor palpable se sugiere TRATAMIENTO QUIRURGICO CONVENCIO-NAL.
En estos casos se efectuará tratamiento prequirúrgico con Albendazol 10 mg/Kg./día durante
7/10 días.
IV CUALQUIERA EVALUAR
SITUACIONES PARTICULARES
HACER DIAGNOSTICO
DIFERENCIAL
CONTROL ECOGRAFICO
EVENTUAL TAC,
RMN
Los Ciclos son continuados sin interrupción, excepto intolerancia y/o alteración de los datos del
laboratorio. En estos casos se interrumpe por 15 días y se repiten los análisis de Laboratorio. Si se
normalizaron los valores alterados se reinicia el tratamiento.
En caso de Intolerancia con síntomas de origen digestivo, se debe asociar con Ranitidina a dosis
de 150 mg cada 12 horas vía oral.
- CONTROLES:
Aquellos pacientes asintomáticos que por las características del quiste deberían entrar en
el Protocolo de Tratamiento con Albendazol, pero:
Lo mismo está indicado en aquellos pacientes en los que el tratamiento con Albendazol,
luego de los 2 (dos) esquemas propuestos no ha dado resultado, o en aquellos pacientes que se
tornan sintomáticos, siempre teniendo en cuenta características individuales de cada paciente.