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Impugnan.

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Excmo. Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:

Gabriela Cerrutti, diputada de la Ciudad de Bue-


nos Aires y Gonzalo Ruanova, en el mismo carácter, con domicilio en Peru
130 oficina 323 de esta Ciudad, constituyendo domicilio en Paraguay 1114, 3°
piso conjuntamente con nuestro letrado patrocinante Rodrigo Luchinsky, Doc-
tor en Derecho, en el marco de las actuaciones relativas a los comicios para
elegir Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires del corriente año 2011, a
VV.EE. digo:

1. Objeto

Que en legal tiempo y forma y en los términos de la


ley electoral (art. 60 del Código Electoral) venimos a impugnar la candidatura
presentada por el Sr. Alejandro Biondini como Jefe de Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, toda vez que el nombrado difunde consignas altamente dis-
criminatorias según el calificativo de la legislación nacional e internacional so-
bre derechos humanos.

2. Antecedentes

El Sr. Biondini es un conspicuo abanderado del neo-


nacional-socialismo en nuestro país, con una plataforma política que ya ha sido
cuestionada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el reconocido
antecedente “Partido Nuevo Triunfo”.

Si bien ha intentado enmascarar sus risueñas ideas


de superioridad racial y xenofobia bajo eslóganes aparentemente “neutros”
(“nacionalismo”, lucha con los “enemigos externos e internos de la Patria”,
combate al “enemigo Sionista”), lo cierto es que esas expresiones no pueden
tener lugar en la vida política de nuestro país. Así lo dispone la normativa local,
innumerables antecedentes judiciales e incluso los compromisos internacionales
a los que nuestro país se ha comprometido honrar.

Son de dominio público las imágenes difundidas por


el propio Biondini en donde se presenta con vestimenta y gestos claramente
tributarios del régimen de la Alemania Nazi:

A los efectos de acreditar lo manifestado, adjunto


impresiones de los sitios web de propiedad del Sr. Biondini y otras notas perio-
dísticas en las que el impugnado expresa su absoluta coincidencia con las ideo-
logías del odio que suscribe.

3. Normativa involucrada

Sin perjuicio de la integración normativa que


VV.EE. sabrán contemplar, lo cierto es que la utilización de la simbología nazi
junto con la difusión de ideas de superioridad racial y odio al extranjero, mere-
cen el expreso repudio de la normativa vigente.

El régimen legal argentino establece que no existen


prerrogativas de sangre y que todos los habitantes de la Nación somos iguales
ante la ley. Así está establecido en la Constitución Nacional, en diversos trata-
dos internacionales sobre derechos humanos y en una pluralidad de normas na-
cionales y provinciales.

El digesto normativo internacional comienza con la


Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Esa pieza comienza en
su preámbulo destacando que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tie-
nen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos
iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. Sigue el
segundo artículo afirmando que “Toda persona tiene los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración, sin distinción de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.

2
En idéntico sentido se expresa el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos declarando en su preámbulo que “la libertad, la
justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales
e inalienables”. Y también se establece una cláusula general que prohíbe toda
forma de discriminación, obligando a los estados a poner en vigencia real el
disfrute de los derechos declarados como inherentes a la condición humana e
inalienables. El mismo Pacto establece en su art. 20° que "Toda apología del
odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación,
la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley".

La Convención Internacional sobre la Eliminación


de todas las Formas de Discriminación Racial prohíbe en su art. 4° "la propa-
ganda y todas las organizaciones que se inspiren en ideas o teorías basadas en
la superioridad de una raza o un grupo de personas de un determinado color u
origen étnico, o que pretendan justificar y promover el odio racial y la discri-
minación racial, cualquiera sea su forma, y se comprometen a tomar medidas
inmediatas y positivas destinadas a eliminar toda incitación a tal discrimina-
ción o actos de tal discriminación y, con ese fin, teniendo debidamente en cuen-
ta los principios incorporados en la Declaración Universal de Derechos Hu-
manos...".

En ese cuerpo normativo internacional se define


como “discriminación racial” a "...toda distinción, exclusión, restricción o pre-
ferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico
que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y liber-
tades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en
cualquier otra esfera de la vida pública".

El art. 4°, inc. b, prescribe que los Estados Parte de-


clararán "ilegales y prohibirán las organizaciones, así como las actividades
organizadas de propaganda y de toda actividad de propaganda, que promue-
ven la discriminación racial e inciten a ella, y reconocerán que la participa-
ción en tales organizaciones o en tales actividades constituye un delito penado
por la ley".

3
En el mismo sentido, el art. 13, inc. 5° de la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos dispone que estará prohibida por
la ley "toda propaganda a favor de la guerra y toda apología del odio nacio-
nal, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier
otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por
ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional".

Los instrumentos internacionales mencionados im-


ponen a los distintos órganos que conforman el esquema institucional público la
obligación de adecuarse a sus preceptos. Así lo ha interpretado la CSJN en un
importante precedente:

“Cuando la Nación ratifica un tratado que firmó con otro Estado, se obliga
internacionalmente a que sus órganos administrativos y jurisdiccionales lo
apliquen a los supuestos que ese tratado contemple, siempre que contenga
descripciones lo suficientemente concretas de tales supuestos de hecho que
hagan posible su aplicación inmediata”1

Como bien lo ha señalado un autor, el término defi-


nitorio de la filosofía de los tratados internacionales sobre derechos humanos es
la dignidad de la persona humana, tal como lo declaran los preámbulos citados
más arriba. La dignidad es la justificación metajurídica de la igualdad como
derecho. Y la discriminación es por esencia la afirmación de la desigualdad e
implica la pérdida de la dignidad.

Aunque la dignidad no puede ser arrebatada por la


ley o por una práctica social –de ahí su origen iusnaturalista- lo cierto es que su
efectiva existencia requiera de acciones concretas y un compromiso real de las
personas que componemos la sociedad.2

La decana de la Facultad de Derecho de la UBA,


verdadera autoridad en la materia, ha expresado la misma idea señalando que,

“Toda la normativa de derechos humanos reposa sobre la base de la igualdad


intrínseca de todas las personas y, por ello, condena toda distinción entre esas

1
CSJN, "Ekmekdjian, Miguel Angel c/ Sofovich, Gerardo y otros" (Fallos 315:1492) .
2
Waldron, Jeremy, Dignity and defamation: the visibility of hate, Harvard Law Review Vol. 123, 2010,
p. 1611-1612.

4
personas que suponga colocarlas en una peor situación relativa respecto de la
titularidad de esos derechos. La no-discriminación es así un corolario necesa-
rio del principio de igualdad, un principio informante de la noción de dere-
chos humanos y un derecho en sí misma. De esta suerte, las normas interna-
cionales de derechos humanos –una especie de lenguaje común para expresar
los compromisos de los Estados en ésta y en otras materias- consideran la dis-
criminación como una violación flagrante que los Estados se comprometen a
combatir”3

“La apología del odio racial o religioso que constituye una incitación a la
discriminación, la hostilidad o la violencia es una prohibición clara en todas
las normas de derechos humanos que supone obligaciones y derechos. Se ha
señalado que con arreglo al derecho internacional, el racismo no es una opi-
nión sino un delito. En efecto, los Estados tienen la obligación de prohibir es-
tas conductas y de hacerlo por la vía legislativa. Para que esta prohibición
sea plenamente eficaz debe sancionarse una norma interna en cada estado que
prohíba la propaganda o apología de que se trata, y en la que se establezca
una sanción adecuada en caso de incumplimiento”4

En el ámbito normativo argentino se destaca la ley


23.592 que prohíbe la realización de actos discriminatorios obligando a su eje-
cutor a cesar en su realización y a reparar los perjuicios causado. Ese cuerpo
preceptivo establece en su artículo inicial que,

“quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menos-


cabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías
fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional será obligado, a pe-
dido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su
realización y a reparar el daño moral y material ocasionados…Se conside-
rarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados
por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión polí-
tica o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físi-
cos.”

Más adelante la misma ley tipifica una serie de deli-


tos criminales vinculados con actividades discriminatorias, estableciendo algu-

3
Pinto, Mónica, El antisemitismo y los derechos humanos, Índice Revista de Ciencias Sociales DAIA-
CES, año 37, N° 24, 2007, p. 41.
4
Pinto, Mónica, El antisemitismo…, p. 48.

5
nas figuras penales autónomas (a quienes “participaren en una organización o
realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza
o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color…”;
“alentaren o iniciaren a la persecución o el odio contra una persona o grupos
de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad…”, etc.) y fijando un
agravamiento para cualquier delito cuando se ejecute por persecución u odio
racial, religioso, xenofobia, etc.

Como podrán apreciar VV.EE. de la revisión del


contenido de los documentos adjuntos, todos buscan instalar o aumentar libelos
difamatorios.

La jurisprudencia argentina mayoritaria defiende la


vigencia de los derechos políticos pero advierte sobre la existencia de límites
claramente delineados que no importan una negación de otros derechos. Es re-
cordado un voto del Ministro Fayt en este sentido, en relación al caso Partido
Nuevo Triunfo:5

“En rigor, se trata de evitar el uso abusivo de un derecho político funda-


mental para el sistema representativo democrático, que supera la frontera
de la licitud constitucional en la medida en que está dirigido a conculcar
abiertamente otro derecho fundamental. Ese abuso deja de ser el ejercicio
legítimo de un derecho constitucional para transformarse en el empleo in-
constitucional de un derecho fundamental; y debe ser considerado como
portador de una "causa ilícita" -también en el sentido propio de la palabra
de acuerdo con las condenas recibidas por miembros del partido menciona-
das en el considerando 18 del fallo atacado-, y distinguido del derecho fun-
damental en cuyo seno pretende cobijarse.”

“El impedimento de la actividad que despliega la causa ilícita -en el caso la


violación al derecho de igualdad referida- por parte de la autoridad pública
no comporta la trasgresión del art. 28 de la Ley Fundamental, pues "lo que
en semejante hipótesis se niega o prescribe no es el derecho en sí mismo ni
la titularidad de él, sino sólo la posibilidad de que se lo ejerza de manera
que inflija daño o perjuicio al interés general, o al de un grupo sustancial

5
Corte Sup., Partido Nuevo Triunfo s/ reconocimiento - Distrito Capital Federal, REX S.C. P. 1469,
XLI, CSJN 17/3/2009.

6
del pueblo" (Fallos: 172:21, "Avico").”

“La debida coherencia interpretativa de las normas constitucionales impide


la admisión ilimitada de un derecho, de carácter antisocial, dado que su ra-
zón teleológica es la armonía de las esferas de acción de las primeras, en
cuya realización se concentra el mayor beneficio de la comunidad y de sus
individuos. Un programa político que prevea la discriminación por sexo, ra-
za y origen resulta ser paradigmáticamente antisocial, carácter que no se
aligera ni disimula bajo el enmascaramiento de constituir una institución
arraigada en la Carta que tutela los derechos fundamentales.”

El Máximo Tribunal en forma mayoritaria fue muy


en claro en su decisión de negar la personería política al partido neonazi del
inicuo Biondini. La plataforma que pretendía inscribir se basaba en la difusión
de doctrinas de superioridad racial y de evidente perfil antisemita. Dijo el tribu-
nal superior de la Nación con la actual composición, que,

“se debe resolver si constituye o no una decisión inconstitucional negar au-


torización para funcionar a una organización que se identifica en actitudes,
imágenes y programa, con el ya mencionado partido nazi que gobernó Ale-
mania en la década de 1930.”

“El hostigamiento discriminatorio que precedió a la persecución, someti-


miento y asesinato en masa de personas que pertenecían a ciertas tradicio-
nes nacionales o religiosas perpetrado por el régimen nazi liderado por
Adolf Hitler, se ha convertido en un paradigma del tipo de crímenes contra
la humanidad cuya prevención y persecución es hoy un deber asumido por
gran parte de las naciones entre las que se encuentra la República Argenti-
na ... Un fin que necesariamente debe alcanzar el Estado es, entonces, des-
alentar y contrarrestar el desarrollo de prácticas que promuevan el odio ra-
cial o religioso, y la sujeción o eliminación de personas por el hecho de per-
tenecer a un grupo definido por alguna de las características menciona-
das.”6

Esa línea jurisprudencial ha sido pacíficamente apli-


cada por los tribunales de toda la Nación, asegurando la vigencia de las normas
internas e internacionales en cuanto exigen la penalización de los actos discri-

6
Corte Sup., Partido Nuevo Triunfo, 17/03/2009.

7
minatorios:

“Existe discriminación cuando arbitrariamente se efectúa una distinción,


exclusión o restricción que afecta el derecho igualitario que tiene toda per-
sona a la protección de las leyes, así como cuando, injustificadamente, se le
afecta a una persona, grupo de personas o una comunidad el ejercicio de
alguna de las libertades fundamentales, expresadas por la Constitución Na-
cional, por razones de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o de
cualquier orden, sexo, posición económica o social, u otra de cualquier na-
turaleza posible, destacando dos elementos fundamentales que componen,
individual pero complementariamente su definición. Debe existir una viola-
ción arbitraria o injustificada del principio de igualdad ante la ley, confor-
me a las circunstancias, que a su vez, debe impedir o menoscabar a otro en
el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales que la Constitución Na-
cional le asigna.”7

“…la imagen de la cruz esvástica resulta suficiente por sí sola, para consi-
derar consumado el delito”8

“La discusión acerca de qué es lo que en verdad constituye trato antidiscri-


minatorio y la consiguiente obligación del Estado de asegurar las condicio-
nes que lo eviten, no puede limitarse a argumentos vinculados al ejercicio de
derechos. Este tipo de respuestas no resultan suficientemente receptivas del
verdadero problema que subyace al del trato discriminatorio y que es el de
la exclusión de aquellos que resultan ser diferentes desde el punto de vista
de la mayoría o cultura dominante.”9

“En términos de política criminal, la ley 23.592 se halla orientada a tutelar


la dignidad de la persona como bien jurídico protegido; es decir que el va-
lor al cual el legislador le reconoce protección penal es la dignidad del
hombre, la que se vería afectada con los actos discriminatorios que la nor-
ma tipifica. Precisamente en atención a la importancia del bien tutelado, el
órgano legislativo no se conformó con establecer una sanción pecuniaria y
quiso brindarle una mayor protección a través de las penas privativas de li-

7
C. Nac. Crim. y Corr., sala 7ª, 22/06/2006, AZCUE, Pedro y otros, Lexis Nº 12/15323.
8
“Biondini, Alejandro y otros s/inf. art. 3 de la ley 23.592”, Cámara Nacional en lo Criminal y Correc-
cional Federal, Sala 2da. Fecha 28 de febrero de 1996.
9
CNCP, Sala II, Russo, Ricardo y otro s/recurso de casación, 12/04/1999, voto del Juez Fégoli.

8
bertad que prescribe.” 10

“En este tipo penal, la acción típica, consiste en alentar o incitar a la perse-
cución o al odio, alentar, tal como lo consigna el Diccionario de la Lengua
Española significa animar o infundir aliento o esfuerzo, dar vigor, en este
caso, a la persecución o al odio mientras que incitar entraña antes bien mo-
ver o estimular a uno para que ejecute una cosa, en el sub lite, los actos que
alude la normativa -perseguir u odiar-. El delito se perfecciona con la inci-
tación o el aliento; en cuanto a la culpabilidad, ambos tipos penales son do-
losos.“ 11

“Es inocuo el postulado de inconstitucionalidad que realiza la Sra. defenso-


ra Oficial apoyándose en el art. 19 de la Constitución Nacional, dado que lo
incriminado por la ley penal nombrada, no son las ideas políticas, sino los
actos discriminatorios.”12

“La cruz svástica resulta suficiente por sí sola, para considerar consumado
el delito analizado, que al encontrarse adosada a las publicaciones en cues-
tión, el águila imperial que las fuerzas alemanas aludidas utilizaban, vgr.:
en la parte superior de las gorras y en las chaquetas de sus uniformes, etc. y
la designación "nacionalista socialista..."; se reafirma con mayor abundan-
cia la prueba que habla de su antijuridicidad y se colige de manera indicia-
ria la responsabilidad de los enjuiciados.” 13

“Debe señalarse que los delitos previstos y reprimidos por la Ley 23.592,
obviamente, requieren para su configuración una exteriorización que tras-
cienda la esfera de la privacidad, la que se encuentra fuera del alcance del
derecho penal por imperio del dogma consagrado en el artículo 19 de la
Constitución Nacional. Bajo tal óptica, cabe afirmar que para trasponer tal
ámbito de reserva, resulta medio idóneo la palabra vertida, maximizándose
ello cuando el canal transmisor empleado es una entrevista periodística con
amplia difusión en medios gráficos de circulación masiva.”14

"Empezando el tercer milenio de nuestra civilización occidental judío-

10
CNCP, Sala II, Russo, Ricardo y otro s/recurso de casación, 12/04/1999, voto del Juez Fégoli.
11
CNCP, Sala II, Russo, Ricardo y otro s/recurso de casación, 12/04/1999, voto del Juez Fégoli.
12
C.C.C. Fed., Sala II, BIONDINI, Alejandro y otros s/ infr. art. 3 de la Ley 23.592, 28/02/1996, Causa
nro. 22.639.
13
C.C.C. Fed., Sala II, BIONDINI, Alejandro y otros s/ infr. art. 3 de la Ley 23.592, 28/02/1996, Causa
nro. 22.639.
14
C.C.C. Fed., Sala II, 23-05-1997, SUAREZ MASON, s/procesamiento, Causa nro. 13.035.

9
cristiana, merituando el entorno en que nos hallamos, tanto desde el plano
constitucional como desde el punto de vista del derecho internacional de los
derechos humanos, que orquestan parámetros jurídicos obligatorios para
nuestro país, así como el sistema axiológico imperante en nuestra sociedad,
ha de merituarse en este caso conforme las circunstancias de lugar y tiempo,
que elegir arbitrariamente, descartando a alguna o algunas personas sin
ninguna fundamentación valedera, sólo porque pertenecen a una fe religiosa
u a otra nacionalidad, no concuerda con las pautas igualitarias y antidis-
criminatorias a la luz de las valoraciones actuales."15

"Esa libertad de elegir a quien se quiera tiene límites, y, además, la intimi-


dad del ámbito donde se expresaron las ideas no puede servir de válido exi-
mente para dejar inmune una violación a la Constitución, ni tampoco para
tomar decisiones arbitrarias. Sin fanatizar igualitarismos, debe entenderse
como arbitrario aquel acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las
leyes, dictado sólo por voluntad o capricho. Consagrar una solución ade-
cuada a la luz de las normas y las valoraciones actuales, que tiendan a su-
primir resabios, es tratar de lograr una real igualdad de oportunidades y de
trato para todos. Indagar sin prejuicios, las razones y motivaciones de la
decisión tomada muestra no sólo la falta de fundamentación sino una inter-
pretación caprichosa o desaprensiva que lleva por el camino de la falta de
trato igualitario." 16

“Debe confirmarse la multa impuesta por el Tribunal de Disciplina del Co-


legio Público de Abogados de la Cap.Fed. a la abogada, al considerarla
responsable de la infracción prevista por el art. 22, inc. b) del Código de
Ética, por expresar vehementemente su odio hacia la persona del fiscal por
su condición de judío, lo cual evidencia un odio discriminatorio hacia él.”17

"La ley 23.592, se halla orientada a tutelar la dignidad de la persona y la no


discriminación, como bienes jurídicos protegidos; es decir el valor al cual el
legislador le reconoce protección penal es la dignidad del hombre, la que se
vería afectada con los actos discriminatorios que la norma tipifica…No se
trata entonces de negar a un ciudadano su derecho a expresarse en perjuicio
de lo cual no adviento obstáculo alguno para que el Estado „mediante auto-

15
CNCIV, SALA J, 11/10/2006, Hertzriken, Luciano y otro c/ Sanfuentes Fernández, Magdalena s/
daños y perjuicios, Expte. 116054/02.
16
CNCIV, SALA J, 11/10/2006, Hertzriken, Luciano y otro c/ Sanfuentes Fernández, Magdalena s/
daños y perjuicios, Expte. 116054/02.
17
CNACAF, SALA III, 18/08/2000, Bonavota, Liliana Graciela c/C.P.A.C.F., Causa: 3.556/00.

10
ridad competente- tome los recaudos necesarios para sancionar a quienes
resulten responsables de un determinado hecho, si es que mediante el mismo
se vulnera el orden público por constituir un delito.‟"18

"…en el caso que nos ocupa, los dichos proferidos por Mazzini Uriburu fue-
ron manifestados en un lugar público y en un alto tono de voz, situación que
por lo menos dos personas que se hallaban en el supermercado declararon
ante estos estrados que escucharon perfectamente. El tono de voz fue agresi-
vo e intimidatorio, hasta tal punto que una de las testigos relató que tanto se
asustó que alzó a su hijo en brazos, dejó los productos que había comprado
y se fue del lugar. Que en el momento del episodio el nieto de la querellante
rompió en llanto, y el imputado continuó amenazando a los damnificados, lo
que demuestra a todas luces que la conducta desplegada trascendió el ámbi-
to de discusión entre dos personas." 19

"En el presente hecho, es opinión del suscripto, que la conducta de Mazzini


Uriburu tuvo por objetivo alentar el odio racial, pues si bien sus expresiones
no lograron incitar a terceros a conducirse de determinada manera, sí logró
que sus palabras no se perdieran entre las góndolas del supermercado,
siendo receptadas por las personas que allí se encontraban." 20

4. Medidas adicionales

Que a los fines de la resolución de la presente im-


pugnación solicito se requiera informe sobre los documentos acompañados al
INADI y a la DAIA-Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, quienes
se deberán expedir en el plazo que VV.EE. fijen al efecto.

5. Caso Federal

Denunciamos que en el caso existe cuestión federal,


por lo que a sus efectos reservamos el derecho de acudir al Máximo Tribunal
federal, mediante la vía dispuesta en el art. 14 de la ley 48 -256:CPr-.

18
Juz. Nac. en lo Crim. y Corr. Federal N° 2, 21/03/2003, Mazzini Uriburu, Facundo s/Infracción Ley
23592.
19
Juz. Nac. en lo Crim. y Corr. Federal N° 2, 21/03/2003, Mazzini Uriburu, Facundo s/Infracción Ley
23592.
20
Juz. Nac. en lo Crim. y Corr. Federal N° 2, 21/03/2003, Mazzini Uriburu, Facundo s/Infracción Ley
23592.

11
En efecto, la presente impugnación involucra múlti-
ples derechos de rango constitucional por lo que cualquier decisión contraria a
la interpretación invocada por los presentes deberá ser sometida a la jurisdic-
ción extraordinaria de la CSJN, lo que expresamente solicitamos.

6. Petitorio

Se tenga por deducida la presente impugnación y


oportunamente se niegue la oficialización de la candidatura del Sr. Biondini
para el cargo de Jefe de Gobierno de nuestra Ciudad.

Proveer de conformidad,

Será Justicia.

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