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nima citada por el propio La llamada generación

Perú: problema y posibilidad Basadre que dice “El Perú del centenario —desde
es un país imposible”. Belaunde hasta Mariáte-

BASADRE SETENTA Pero la frase de Basadre


parece también tomar dis-
tancia del otro extremo
gui— si bien compartió el
diagnóstico novecentista y
combatió la “república

AÑOS DESPUÉS existente en nuestra tradi-


ción narrativa sobre el Perú,
el de aquella narrativa com-
aristocrática”, no participó
de su “método de lectura”
crítico sobre el país. Como
placiente, con “la mirada insistirá una y otra vez
nostálgica hacia atrás”, que Basadre, las radicales nega-
busca la “coherencia” del ciones nihilistas o los
José Carlos Ballón Perú a partir de la “super- sobredimensionamientos
estimación” unilateral de al- unilaterales con que confun-
gún componente geográfico, dían segmentos parciales del
Setenta y un años después de que Jorge Basadre escribiera Perú: racial o histórico de la socie- Perú con el todo, conducían
problema y posibilidad, el título no sólo nos remite a uno de los dad peruana. Tal es el caso a nuevas exclusiones auto-
pocos libros paradigmáticos escritos en el siglo XX sobre la de las narrativas adscritas a ritarias que terminaban por
evolución histórica del Perú como un todo* , sino que además por sí las tradiciones que Basadre reforzar —o apenas remo-
llamó “incaistas”, “colonia- zar— el viejo régimen here-
mismo ha pasado a constituir una frase autónoma y emblemática listas” o “proceristas”, las dado de la época colonial
para cualquier esfuerzo intelectual por iniciar una nueva lectura cuales comparten “en el fon- compuesto de castas, jerar-
crítica de las inmensas inconsistencias que caracterizan a nuestra do, idéntico espíritu estático, quías inamovibles y exclu-
nostálgico, retrógrado”; un siones desintegradoras que
comunidad nacional.
fondo común de “provincia- imposibilitaban todo progre-
nismo” que no es sino el so material y la unificación
mismo error inverso del espiritual de la nación en un
“cosmopolitismo sin mati- sentido moderno.

P ara decirlo en palabras


del propio Basadre:
“La síntesis social perua-
de la frase reside posible-
mente en la fina distancia
que toma respecto de otras
plo, aquellas adscritas a una
tradición crítica nihilista o
políticamente radical, tales
ces”.

SÍNTESIS
COMPLEJIDAD
na… no se ha realizado igualmente emblemáticas, como “El Perú es un burdel” Basadre intentó uno de
aún… y el Perú sigue sien- agudas y populares, utiliza- (Macera), o “en el Perú es El afán de Basadre por los más extensos y eruditos
do una serie de comparti- das para referirse de mane- increíble lo que no sucede” encontrar una lectura más esfuerzos por lograr una
mentos estancos, de estra- ra sarcástica al incoherente (Casós), o “¿en qué momen- integral y coherente del síntesis holística en la com-
tos superpuestos o coinci- y “radicalmente heterogé- to se jodió el Perú?” Perú como una “síntesis vi- prensión del Perú, apoyado
dentes, con solución de con- neo” conglomerado de for- (Zavalita en Conversación viente” (Belaunde) se pue- en una permanente re-
tinuidad”. mas de vida que muestra la en La Catedral de Vargas de decir que es, lato sensu, flexión epistemológica so-
El atractivo simbólico sociedad peruana. Por ejem- Llosa), o aquella frase anó- un rasgo característico de bre los procedimientos
la llamada “generación del historiográficos utilizados
centenario”. Esta genera- en su investigación —sen-
ción realizó un gran esfuer- tido en el que continúa y
zo intelectual durante la desborda el trabajo iniciado
primera mitad del siglo XX por Riva Agüero en La his-
por superar la amarga dis- toria en el Perú— y en una
puta en la que se encontra- abrumadora información
ba entrampada la compren- empírica que le servía para
sión de nuestra identidad frenar los desvaríos unilate-
nacional, luego de un siglo rales de toda interpretación
de vida republicana que puramente especulativa y
culminó en el desastre de apresurada.
la guerra del Pacífico a fi- Su obra se orienta a
nes del siglo XIX. develar la inmensa comple-
Para decirlo en pocas jidad o heterogeneidad de lo
palabras: la “generación del real, inaccesible a los este-
novecientos”, en sus diver- reotipos con los que se in-
sas vertientes —González tentaba hasta entonces sim-
Prada, Barreda y Laos, Ja- plificar la caracterización de
vier Prado, Manuel Vicente los sujetos, las instituciones,
Villarán y García Calde- las categorías conceptuales
rón—, sembró una sensibi- y los sentidos comunes de
lidad irritante en el “senti- la vida peruana, cuya escan-
do común” de la elite inte- dalosa incoherencia gobier-
lectual y política peruana de na este incomprensible y
inicios del siglo XX. Para
ellos, la desintegración y la
heterogeneidad eran la cau- *
Basadre, Jorge; Perú: problema y
sa fundamental del fracaso posibilidad. (Ensayo de una síntesis
de la evolución histórica del Perú,
de todos los proyectos por con algunas reconsideraciones, cua-
transformar al Perú en una rentisiete años después). Lima, Fun-
dación Manuel J. Bustamante De La
república moderna desde su Fuente, 1994, Cuarta Edición, 386
independencia. pp.

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frustrante conglomerado de tre dos “viejos camaradas
formas de vida. En ello con- de colegio”, verdaderos ca-
sistirá el plantearse el Perú ciques provincianos; “Riva-
como “problema”. lidad del aimara frente al
Los infinitos detalles y quechua, del paceño y el
“matices” de este irritante cuzqueño (…). Rivalidad de
conglomerado incoherente dos ambiciosos, análoga-
que es el Perú, son recorri- mente expertos en la intri-
dos, tratando de abarcar to- ga, en el disimulo y la vio-
dos los puntos de vista. lencia. Más grande, más
Basadre no se limita a lo clarividente, mejor adminis-
meramente dado –como trador, Santa Cruz. Más po-
aconsejaba el positivismo–, lítico, más astuto, más mi-
es decir, no ve sólo el “pa- litar Gamarra”.
sado” sino también “el por- No muy distinta fue la
venir”; y “no sólo lo que lectura que Basadre realizó
hemos sido, sino lo que no del principal caudillo “libe-
hemos sido”. Con tal proce- ral” del “segundo militaris-
dimiento comparativo y mo”, don Ramón Castilla,
ucrónico-especulativo de la antigua nobleza, sobre nista o “incaista”, tras en- gena estaba muy alejada de cuyo desenvolvimiento po-
–pensaba Basadre– podría- todo la de origen provincia- volverla con una retórica la mentalidad moderna”2. lítico resultaba inexplicable
mos evitar ser dominados no, que, descontenta con la socialista moderna que, en En efecto, a primera vis- –por incoherente- a partir de
por las retóricas falsamente nueva oligarquía, busca el su opinión, se basaba en una ta el discurso indigenista de dichos patrones ideológicos
“modernizadoras” de un apoyo popular”. “comparación engañosa” los años veinte aparecía discursivos: “… por ejem-
político radical como No muy distinto fue completamente unilateral y como una reivindicación plo, la libertad de los escla-
González Prada o falsamen- para Basadre el caso de arbitraria. igualitarista moderna de vos y la supresión del tribu-
te “cosmopolitas” de un po- Francisco García Calderón, tipo socialista contra la dis- to de los indios las encaró
lítico conservador como quien al mismo tiempo que INDIGENISMO criminación étnica o racial. como simples situaciones,
García Calderón. mostraba una impecable re- No obstante, un estudio más pues dejó de realizar tanto
Basadre se refería al ori- tórica liberal y democrática Basadre desentrañó las detenido de la estructura e la emancipación de los es-
gen paradójicamente aristo- moderno-europea, propug- unilateralidades y las con- intencionalidad pragmática clavos como la abolición
crático y no modernista de naba -sin hacerse mayores tradicciones históricas y de dicho discurso mostraba del tributo en todo el perio-
la tradición crítica nihilista problemas de consistencia textuales insalvables de di- un procedimiento anacróni- do de seis años que gober-
del radicalismo político pe- intelectual- formar “una oli- cho discurso metafórico: co similar al de los Comen- nó entre 1845 y 1851 y pro-
ruano: “La primera literatu- garquía ilustrada y benéfi- “La realidad peruana tarios reales de Garcilaso, clamó ambos principios
ra de la desilusión sobre las ca para el Perú”. Basadre prehispánica esencialmente quien describió al imperio cuando lo creyó convenien-
cosas peruanas la hicieron desentrañó con gran agude- rural y las doctrinas socia- incaico prácticamente como te; y más tarde quiso resta-
hombres reaccionarios. Que za la contradictoria estruc- listas nacidas del industria- un régimen análogo a las blecer el tributo”. Basadre
las cosas marchan muy mal tura discursiva que subyacía lismo, están separadas por monarquías absolutistas concluye citando al escritor
en el Perú, que todo está co- a su lectura “modernista” poderosos factores de orden ilustradas europeas del siglo chileno contemporáneo
rrompido, que lo que no da del Perú: “Algún día podrá técnico y de civilización; el XVII. No muy distinto fue Lastarria: “En el Perú y en
risa da asco, dicen el maris- estudiarse las características Incario era un gobierno de el caso de Guamán Poma de Bolivia no ha habido parti-
cal Riva-Agüero (…) en de esta mentalidad sudame- dominadores y el socialis- Ayala, en su Nueva coró- do liberal ni conservador, no
1857, José María de Pando ricana… Algunas facetas tí- mo en sus más extremas for- nica y buen gobierno, quien ha habido retrógrados ni re-
(…) en 1835, el general picas de aquella se mues- mas quiere crear un gobier- reclamó al poder colonial la accionarios, demócratas ni
Manuel I. de Vivanco (…) tran, a veces, en García Cal- no de productores; el régi- restitución de las jerarquías monarquistas, unitarios ni
después de 1851, Felipe derón: la agilidad mental, la men incaico estaba basado perdidas por la casta aristo- federales, sino por acciden-
Pardo y Aliaga en múltiples rapidez en la asimilación, la en una diferenciación rígi- crática indígena frente a la te”.
composiciones poéticas amplitud cosmopolita en la da y por ello en una des- emergente presencia de los
(…), Bartolomé Herrera en curiosidad, el gusto por las igualdad efectiva (…) resul- “mestizos” y “caciques im- LIBERALISMO
sus prédicas de tribuno y ideas nuevas. Es difícil ser tando el trabajo y el bienes- provisados”.
maestro (…). Estas quejas un sudamericano porque no tar del pueblo producto de Así, por ejemplo, más
y denuncias se refirieron hay, hasta hoy, código, gra- conveniencias administrati- MILITARISMO que por expandir los dere-
sobre todo a la realidad po- mática, decálogo, para vas y políticas y no de una chos ciudadanos y consoli-
lítica, ya que todos los re- orientarlo como tal (...). norma genérica de justicia De igual factura fueron dar una sociedad civil, el
presentantes, directos o in- Cualquier corriente cultural como quiere el socialismo; para Basadre las disputas Congreso Constituyente de
directos, de las tendencias que tenga vigencia puede la casta de los incas, de los por el poder político duran- 1822 —dominado por los
regresivas de la aristocracia ser sentida por nosotros (...) orejones, de los curacas, de te el primer militarismo liberales— se preocupó
colonial cayeron en el fra- sabemos absorber con faci- los sacerdotes, formaban (1827-1841). La guerra ci- fundamentalmente por deli-
caso, ante el predominio, no lidad ideas ajenas, nos ins- una gran cantidad de zánga- vil entre Santa Cruz y mitar “… la iniciativa del
de los liberales sino del mi- piramos en las fuentes más nos incompatibles con los Gamarra tenía poco que ver Ejecutivo en lo que respec-
litarismo, de la politiquería variadas, improvisamos ideales del socialismo; la con la constitución de un ta a las leyes, su falta de
y del desorden… no es ar- admirablemente y a todo absorción absoluta del indi- régimen republicano mo- poder para nombramientos,
bitrario establecer alguna eso solemos darle un aire de viduo llegaba hasta privarlo derno y, menos aún, con la la elección del Presidente
vinculación entre la obra de elegancia y, en cierto senti- de su libertad para escoger unificación de una naciona-
condena y de protesta de los do, hasta de originalidad por su trabajo, libertad que es lidad andina en la llamada
últimos supérstites o defen- la mezcla de elementos tan capital dentro del socialis- Confederación Perú-Boli- 1. Basadre, Jorge; Historia de la Re-
pública del Perú 1822-1933, Lima,
sores de las llamadas clases contradictorios...”1. mo, cuyo afán es la igual- viana. Un estudio más de- Editorial Universitaria, 1970 (sexta
superiores, con la obra de Basadre cuestionó tam- dad en la iniciación (…) el tenido y minucioso mostra- edición corregida y aumentada),
condena y de protesta de bién la supuesta “moderni- socialismo es un producto ba la presencia de viejas dis- tomo XVI, pp. 16-17.
2. Basadre, Jorge; La multitud, la ciu-
don Manuel González dad” que se pretendió atri- esencialmente científico y putas hegemónicas entre dad y el campo en la Historia del
Prada (…) Hay en él algo buir a la narrativa indige- técnico, la mentalidad indí- poderes étnicos locales, en- Perú. Lima, UNMSM, 1929, p. 21.

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por el Congreso, la autono- peruana, cuando a inicios Pero Basadre desmitifi- el llamado “modo de pro- guo del Estado en el Perú,
mía de las autoridades y cor- del siglo XX afirmaba que: có también esta simplifica- ducción asiático”. por lo menos desde los le-
poraciones locales, el sufra- “Casi toda revolución en el ción simbólica: “Desde el En su ensayo de 1931, janos “enriquecidos del
gio… indirecto… la intole- Perú ha sido una guerra ci- principio, el militarismo, a Basadre reparó en que “la guano”.
rancia religiosa… y según vil entre dos reacciones…”. pesar de haber albergado en prosperidad fiscal aparente Más aún, en el Perú, la
la flamante Constitución Es posiblemente ésta la su seno a representantes de marcada por el guano” sólo plebeyización del Estado
que aprobó esta asamblea razón de su evaluación fi- las clases altas –en mayor “favoreció a la empleoma- acentuó hasta la locura la
(‘liberal’), el que no fuera nal del liberalismo peruano: proporción de lo que ocu- nía”, para luego añadir otra popularidad del mito de la
religioso debía perder la “Las innovaciones que los rre en la época actual– cum- aguda observación: “El ca- creación de una nación mo-
calidad de peruano”. De ahí liberales quisieron implan- plió aquí una misión demo- pitalismo hizo su aparición derna a partir de éste, lo que
que Basadre no deje de tar en el Perú se relaciona- crática al encumbrar a in- tardíamente (…) con (…) ha terminado por devaluar
aconsejar que: “No nos ha- ron con el Estado y no con dios y mestizos, dándoles la empresas públicas más que completamente todo escrú-
gamos muchas ilusiones la Nación, salvo el aislado única válvula de ascensión con las empresas privadas pulo ético respecto del ca-
(…) sobre el doctrinarismo caso del tributo, la esclavi- social que podía existir en (…) hizo su aparición con rácter de “servicio” que tie-
de aquella época”. tud y algún otro. El Estado aquella sociedad”. Esta fun- los empréstitos (…) fue fu- ne la función pública. Nin-
Ante la ausencia de una pudo variar más o menos las ción se hace particularmen- nesto en esta forma finan- gún político ni funcionario
fuerte sociedad civil hege- constituciones, las leyes y te evidente cuando a partir ciera por (…) las especula- público piensa que su labor
mónicamente compuesta los proyectos de ellas; pero de 1842 “empieza la lotería ciones a que dio lugar”. es un “servicio público”
por productores individua- la nación siguió igual (…) del guano”. La riqueza co- sino, más bien, que es un
les independientes, la “de- hubo la misma arbitrariedad mienza a ser administrada ¿DEMOCRATIZACIÓN? ejercicio de “autoridad”
mocracia” no es la apertu- en el poder ejecutivo. Con directamente por el poder para vigilar y castigar al
ra de un espacio público una u otra orientación, en el político y con éste el acce- Es por ello que el acce- adversario y de impunidad
para garantizar los dere- parlamento hubo la misma so directo a la riqueza, el as- so directo de capas plebe- para disponer de un botín
chos de los individuos, sino corrupción e inmoralidad y censo social y la adquisi- yas al poder político no ori- que hay que repartir entre
la impunidad de los grupos la misma falta de ción de privilegios cliente- ginó una democratización sus seguidores partidarios o
de poder local a la caza de genuinidad en las eleccio- lísticos a partir del Estado capitalista en el sentido de familiares.
las arcas fiscales, las inter- nes y en los diputados”. y no de la actividad produc- una desoligarquización de Esto, a su vez, genera en
minables disputas entre los tiva en la sociedad civil. la riqueza; sólo cambió o se las capas populares una lec-
nuevos caciques locales y PLEBEYIZACIÓN No obstante, el fenóme- sustituyó una oligarquía por tura oportunista de sus “de-
los antiguos, la anarquía no político de la plebeyi- otra. En este sentido, la ca- rechos”, pues los ven des-
generalizada, que recurren- La misma complejidad zación del Estado no pare- racterización de la lucha gajados de todo “deber”. En
temente origina en el Perú y heterogeneidad se mues- ce respaldar la hipótesis del política peruana por otras palabras, los entienden
la conclusión de que sólo tra en el caso del autorita- inicio de un proceso demo- González Prada se acercó como “privilegios cliente-
un Estado central autorita- rismo. Una lectura socioló- cratizador (en el sentido más a los hechos. lísticos”, “favores” o “rega-
rio puede traer la moderni- gica coherentista ha lleva- moderno del término) de la Los cambios en la com- los” que otorga la cercanía
dad. do a interpretarlo como un sociedad peruana. De he- posición individual o grupal al poder que no conllevan
Es curioso, pero fenómeno representativo de cho, el propio Basadre la del Estado —al igual que ninguna obligación repro-
Basadre se acercó con esta los estratos sociales altos rectificará cuarenta y siete los recurrentes cambios ductiva de la contraparte,
consideración a la radical que conformaban la oligar- años después, en sus constitucionales— no trans- como la tradicional plebe
caracterización gonzalez- quía peruana, particular- “Reconsideraciones”, a pro- formaron el sentido común romana.
pradista de la lucha política mente limeña. pósito de los debates sobre de nuestra población hacia
una “ética de la responsabi- ESTADO
lidad individual” como la
que moviliza a la sociedad Cuando escasean los
civil moderna, es decir, la fondos públicos por el robo
adquisición de riqueza ex- y el gasto improductivo (po-
clusivamente por el trabajo pulista o decoratista, depen-
individual. La vinculación diendo de si la clientela gu-
orgánica al poder político bernamental es plebeya o
por relaciones de parentes- aristocrática), los políticos
co o clientelaje siguió sien- apelan de manera recurren-
do, desde los “enriquecidos te a gravar con nuevos im-
del guano” hasta nuestros puestos a los que producen
días, la fuente fundamental con su trabajo o a incremen-
del enriquecimiento mate- tar indefinidamente la deu-
rial y espiritual. da pública, cuyo factura
No es —como ocurre en caerá sobre los productores
los países capitalistas mo- de riqueza en una inconte-
dernos— la fortuna obteni- nible espiral que pareciera
da mediante el trabajo pri- buscar la desmoralización
vado la que da acceso al expresa de todos aquellos
poder público, sino a la in- empeñados en aumentar la
versa: el poder público, el riqueza social.
origen de toda fortuna pri- Esto va acompañado de
vada. Los llamados “vladi- una perversa campaña po-
videos”, que tanto han es- pulista de idealización
candalizado en estos últi- evangélica de “los pobres”
mos tiempos a toda suerte para poder castigar a todo
de institutrices morales, son trabajador que ha alcanza-
apenas una visualización do el éxito gracias a su efi-
anecdótica reciente de este ciencia. Así, se desprestigia
problema profundo y anti- la ética social productiva y

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meritocrática mientras para- guimos al abismo con ce- XX, el cual finalizará paté- LOCALISMO mera armonización, forman
lelamente se promueve una guedad inconcebible”. ticamente con un régimen nuestra realidad sociológi-
ética del privilegio, en un análogo al leguiísta: el de Finalmente —como ca. El país no marcha en una
círculo infernal que sólo re- ¿MODERNIZACIÓN? Alberto Fujimori. para completar la compleji- dirección ya fijada, sino os-
crea la pobreza y el atraso. Tal como describe dad de “la cuestión so- cila entre la dictadura y la
De esta manera, los po- El proceso de plebeyi- Basadre: “La penetración cial”—, la obra de Basadre anarquía, entre la atonía y
líticos refuerzan ante el pue- zación del poder culminó capitalista realizada en concluyó de manera solita- el estallido”. Todo un con-
blo una imagen paternalista con el ascenso de Leguía, grande escala durante el ria pero lapidaria con el aná- glomerado incoherente que,
y sagrada del Estado –con- cuando se desmoronó el ré- gobierno de Leguía no tuvo lisis de dos aspectos centra- según Basadre, origina en la
traria a todo proceso moder- gimen civilista que denomi- primordialmente un carác- les del discurso en torno del psicología nacional un
no de desacralización del nara “república aristocráti- ter privado (industrias, em- problema social peruano en “complejo de inferioridad”,
poder político– como si fue- ca” y –parafraseando al pro- presas particulares, etc.) las primeras décadas del si- un sentimiento de impoten-
ra el divino creador y no el pio Basadre– “el mayordo- sino fue en gran parte de glo XX: el indigenismo y el cia y una opción por el
profano dilapidador de la mo se quedó con la casa”. carácter financiero o con agrarismo puro. ausentismo, “mal endémico
riqueza social. Es imposible “Sin trabas éticas ni de conexión presupuestal: em- Según Basadre, desde cuyo exponente es la frase:
que en tal contexto funcio- casta, una vez satisfecha su préstitos, concesiones, los “levantamientos indíge- Este es un país imposible”.
ne la ley del valor, recono- ambición, aceptaba a quien obras públicas, moderniza- nas” de Tupac Amaru y
cida desde Adam Smith has- habiendo sido su enemigo ción de la capital, urbaniza- Pumacahua a fines del siglo CONCLUSIÓN
ta Carlos Marx, cuya formu- de ayer, quisiera acomodar- ciones, etc. En ella intervi- XVIII y comienzos del XIX
lación popular reza: “a cada se bajo su égida”. “De ahí no (…) aparte de algunos hasta los ocurridos en Son, qué duda cabe,
quién según su trabajo”. resultó el dominio de los ca- contratistas privilegiados “nuestra época en Huaraz, más numerosos que los
Aquí funciona exactamen- ciques provinciales en el nacionales, parientes muy Huancané, La Mar, Ayacu- aquí señalados los proble-
te la ley inversa, expresada parlamento y un descenso cercanos, relacionados o cho, Parcona, Puno, etc. mas que Basadre logró in-
en aquel viejo proverbio en su nivel espiritual… in- adeptos del señor Leguía. (…) todos estos movimien- dividualizar a lo largo de su
popular que dice: “el vivo tervenir en la vida adminis- Aludiendo a la política de tos no son sino rebeliones” extensa investigación his-
vive del zonzo y el zonzo trativa no para fiscalizarla los empréstitos, base para —que él diferenció de las tórica con su método de
de su trabajo”. He ahí la sino para obtener nombra- esta exaltación del progre- “revoluciones” sociales—; multiplicar los ángulos de
fuente última de toda co- mientos y prebendas… to- so material, de la ‘prosperi- es decir, meras “… vengan- visión, las circunstancias
rrupción aristocrática o ple- dos los males se acentuaron dad’ nacional, el financista zas colectivas, producto de contingentes y los múlti-
beya. con el gobierno de Leguía”. americano señor Dennis ha la desesperación, estallidos ples elementos que rodean
Tal fue quizá el motivo Pero fue sobre todo la ilu- hecho su exégesis en un ar- locos, regionales o locales, cada uno de los eventos
que llevó a Basadre a subti- sión de un desarrollo capi- tículo lapidario: Si ser gran campesinos, antiurbanos, sociales.
tular los acápites finales del talista moderno a partir del financista consiste en pedir anticriollos; en el fondo, Apenas hemos rozado
capítulo VI con las siguien- Estado, sin productores in- prestado para gastar, el se- pese a la visión de dos o tres algunos problemas; abar-
tes palabras extraídas del dividuales libres y sin socie- ñor Leguía lo era (…)”. hombres admirables, ‘rebel- carlos todos desbordaría
discurso de Piérola del 19 dad civil, regida por una éti- La consecuencia inevi- días contra la civilización’. los límites de un ensayo
de junio de 1904: “Institu- ca productivista, el más per- table de tal “modernidad” Muy justicieros en su origen como el presente, cuyo ob-
ciones, hombres y cosas: nicioso legado con que di- plebeya fue, una vez más, la y muy elocuentes en su sig- jetivo es apenas examinar
todo ha sido falsificado, no cho gobierno inauguró de de siempre: “Se fue forman- nificación; pero (…) con los alcances y límites de su
son verdad aquí”; y luego manera paradigmática el do una nueva oligarquía”. una orientación regresiva”. paradigma de investiga-
del 14 de julio de 1912: “Se- Perú “moderno” del siglo Para Basadre, uno de ción.
los factores fundamentales Lo mismo podríamos
de nuestra desintegración decir de sus intentos de su-
nacional y de la inviabilidad gerir respuestas o solucio-
de la modernización social nes a los problemas anali-
reside no sólo en esta abru- zados. Si examinamos su
madora hegemonía econó- método, resulta evidente
mica del mundo rural, sino que no existe algo así como
en el sobredimensiona- una “solución general” a los
miento cultural del problemas descritos —que
aldeanismo que plantean el tanto gusta a los demagogos
indigenismo y el agrarismo políticos— sino múltiples
puro, de clara raigambre soluciones parciales, cuya
feudal y firme soporte local suma no puede formularse
del caudillismo militarista. en un algoritmo universal.
“El separatismo, el Sólo los diecisiete tomos de
indigenismo puro y antici- la última edición de su His-
vilizado, el antilimeñismo toria de la República del
envidioso, el limeñismo Perú constituyen una mues-
pedante y ensimismado, tra de la magnitud de la rea-
todo lo que hay de aldea- lización del paradigma de
no y de lugareño aquí, en- investigación que formula-
venenan más nuestra vida ra en 1931.
estrecha”. Basadre propone aban-
En pocas palabras, el lo- donar la pretensión de en-
calismo aldeano no sólo tender el Perú como una en-
desintegra sino que hace in- tidad metafísica ideal o a
viable la vida nacional: partir de un modelo ideal-
“Elementos no ya fusiona- mente consistente (tal como
dos —lo que sería imposi- aparece en las lecturas de
ble y tal vez inconvenien- nuestros pensadores del no-
te— sino carentes aún de la vecientos y, antes de ellos,

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en nuestros “proyectistas” der las carencias o ausen- una especie de “hombre Podemos encontrar esta
de fines del siglo XVIII), cias de nuestra sociedad grande” a quien se le exige metáfora organicista en
cuyo desacuerdo con la ex- subdesarrollada, pero final- coherencia y finalidad in- Mariátegui y, por supuesto,
periencia histórica peruana mente no deseable sino su- tencional en sus actos. En en un pensador católico
nos impide individualizar perable en alguna apeteci- otras palabras, no vieron la como Víctor Andrés
los problemas y resolverlos ble homogeneidad futura. sociedad como un conglo- Belaunde, pero su presencia
y nos conduce, más bien, a Esta actitud parece mar- merado circunstancial y no resultaba evidente en la
una condena moralista y to- car su propia apreciación convencional en el que con- obra de Jorge Basadre y
tal de nuestra comunidad, sobre la importancia de la viven poblaciones muy di- merece una investigación
característica de la crítica historia: “…en el Perú ella ferentes y contradictorias más detenida que la presen-
nihilista radical. es lo único que poseemos en (en la que por tanto no hay te. Él mismo reparó —cua-
En la crítica nihilista el común; todo lo que no ema- un problema único o funda- renta y siete años después—
sujeto emisor del discurso na de lo histórico es, en el mental sino múltiples con- que la persistencia de esta
aparece como una suerte de Perú, radicalmente hetero- tradicciones) y que la solu- concepción tomista de la
“profeta” ubicado —sin jus- géneo”. ción de dichas contradiccio- sociedad en la cultura na-
tificación alguna— en algún Su caracterización del nes tampoco es única ni es cional no es algo arbitrario,
“lugar” epistemológica- Perú como “una serie de expresable en algún algorit- cuando incorporó en sus
mente privilegiado que le compartimientos estancos, mo o receta universal, que “Reconsideraciones” las in-
permite enunciar un discur- de estratos superpuestos o sólo nos lleva a discriminar vestigaciones de Richard
so pragmáticamente mono- coincidentes, con solución o extirpar las diferencias de M. Morse sobre el pensa-
lógico, en la medida en que de continuidad” es, para él, una manera coherentista y miento político colonial.
el lugar privilegiado que resultado de un pasado que Nietzsche (y en muchos ca- autoritaria, sino que consis- En el prólogo a la se-
ocupa convierte en inferior “no es algo colmado ni ad- sos de la fenomenología y te en coordinar su conviven- gunda edición de Perú:
a todo interlocutor. Moral- mirable”. Y la meta —que el pragmatismo) viraron al cia y tolerancia en infinidad problema y posibilidad, es-
mente, dicho discurso resul- Basadre comparte con su “mundo de la vida” cam- de aspectos puntuales que la crito en 1978, es decir en
ta tan autoritario como el generación— de hacer una biante e incoherente y des- entrampan. El todo no es un texto de madurez,
sistema que dice criticar. “síntesis social peruana”, es estimaron el enfoque una entidad distinta a la Basadre deslizó esta metá-
Por el contrario, Basadre algo que “no se ha realiza- sistémico, coherentista y suma de sus partes. No hay fora organicista precisa-
propuso entender el Perú do aún”; es decir, un vacío fisicalista de la sociología un problema sino múltiples mente para graficar su en-
como una totalidad incohe- que hay que llenar. En sus positivista decimonónica, problemas ni una posibili- foque problemático y el
rente de acontecimientos comentarios finales sobre para terminar finalmente dad sino múltiples posibili- motivo de sus insatisfa-
históricos, delimitando así García Calderón encontra- adoptando un punto de vis- dades, ninguna de las cua- cciones frente a las incohe-
empíricamente su universo mos la misma insatisfacción ta coherentista y deva- les es total. rencias y heterogeneidades
discursivo, pero no como un coherentista: “no somos un luando la heterogeneidad e En general, creo que los de la vida peruana: “Cada
conjunto de individuos físi- individuo está envuelto en
cos o instituciones genéri- problemas (…) cabe no la
cas sino como un conjunto certeza, no la seguridad, ni
de contradicciones (“pro- siquiera la probabilidad,
blemas”) individuales y de “Basadre mostró también un sinnúmero de elementos pero sí, al menos la posibi-
opciones disponibles (“po- lidad de encontrar solucio-
del discurso y la acción política del liberalismo
sibilidades”) o “distintos nes a corto, mediano o lar-
senderos abiertos a la ac- republicano que se aproximaban más a una defensa de go plazo. Trasladando esta
ción, muchos de ellos com- los poderes despóticos del caciquismo local contra el secuela de pensamientos a
plejos y difíciles”. Tal es, en poder despótico central, que a una oposición un plan colectivo, resulta
mi modesta opinión, el sen- ‘democrática moderna’ al despotismo”. aplicable a los pueblos en
tido del título Perú: proble- vía de desarrollo. No son
ma y posibilidad. una realidad definitivamen-
te consumada, no han llega-
PROBLEMAS todo sino un uno más uno, incoherencia de la vida pe- pensadores de la generación do a constituirse en todos
más uno, más uno…”. ruana? de Basadre preservaron la orgánicos (…)”.
No obstante la riqueza Esta es una insatisfac- No se trata, por supues- concepción clásica de la Se nos plantea en este
y superioridad de la pro- ción que Basadre parece to, de exigirle al pensamien- sociedad —de origen contexto una pregunta: ¿No
puesta de Basadre respecto compartir con otros miem- to crítico que tenga algún aristotélico-tomista y es esta lectura organicista de
de todos los intentos que le bros de su generación inte- tipo de actitud complacien- neotomista—, en la cual la sociedad –tan profunda-
precedieron para entender lectual como Mariátegui y te con las inconsistencias ésta es una entidad de natu- mente enraizada en nuestro
la racionalidad de la vida Víctor Andrés Belaunde. que se manifiestan en nues- raleza orgánica, idea que sentido común– una fuente
peruana, queda sin embar- Para el primero, “El pensa- tra vida nacional, sino de ser también encontramos en permanente de la lectura
go al final de su lectura la miento hispano-americano reflexivos sobre los límites nuestros pensadores colo- coherentista de nuestras
sensación de que la hetero- no es generalmente sino una de validez de la misma no- niales (p.e., el padre elites culturales y de la ad-
geneidad e incoherencia de rapsodia compuesta con ción de “coherencia” para el Acosta), en nuestros pre- miración popular por las
la vida peruana que su pa- motivos y elementos (dis- ejercicio del pensamiento cursores de la independen- soluciones autoritarias y
radigma de investigación ha persos) del pensamiento eu- crítico. cia (p.e., Vizcardo) y en discriminatorias frente a las
recuperado y analizado, le ropeo”. Belaunde es todavía Quisiera sugerir una hi- nuestros pensadores posi- incoherencias y heteroge-
produce un profundo males- más radical: “Es la incohe- pótesis. Tengo la impresión tivistas decimonónicos neidades de la vida perua-
tar. rencia la que nos explica la de que los pensadores de la (como González Prada y na? Tras la traumática ex-
En efecto, trata la hete- inferioridad de nuestra vida generación del centenario Javier Prado), a la que me- periencia fujimorista, me
rogeneidad como si fuera un colectiva (…) considerada no abandonaron —a pesar tafóricamente denomina- parece que esta visión
rasgo intrínsecamente per- en conjunto”. de sus grandes esfuerzos— ron “cuerpo de nación”, organicista existente en la
verso de nuestra idiosincra- La pregunta es: ¿qué una visión coherentista de la proceso ideológico que ha cultura política peruana
sia nacional o, en el mejor ocurrió con estos hombres sociedad peruana, porque sido minuciosamente estu- contemporánea debería ser
de los casos, como un su- de la generación del cente- tampoco abandonaron su diado por el historiador objeto de crítica, debate e
puesto metodológico transi- nario que bajo el influjo fi- comprensión metafísica de sanmarquino Miguel investigación particular-
torio, necesario para enten- losófico de Bergson o ésta como una “entidad”, Maticorena. mente urgente.

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