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Aunque la anemia ferropénica se ha definido clásicamente como una anemia microcítica
e hipocrómica secundaria a un déficit del hierro corporal total, una definición más sutil
de la carencia de hierro debe abarcar llos conceptos de balance de hierro negativo y de
la eritropoyesis con carencia de hierro .
Por definición , el agotamiento de los depositos de hierro alude a un desequilibrio entre
las demandas fisiológicas normales , como las impuestas por el crecimiento, las
pérdidas menstruales y el embarazo , así como la cuantía del hierro ingerido con los
alimentos .
La anemia ferropenica, continua siendo una enfermedad hematológica
prevalente, sin duda la más frecuente en nuestro medio, que se desarrollará como
representante de la serie roja.
La OMS define la anemia como una concentración de Hemoglobina debajo de
11 g/dl entre 6 meses y 6 años. Como los valores de Hemoglobina aumentan con el
crecimiento, puede ser necesario contar con las tablas de percentilos según edad y sexo.
Cualquier valor debajo del percentilo 3 es diagnóstico de anemia.
La Academia Americana de Pediatría sostiene que para afirmar que es
ferropénica deben determinarse valores de Hemoglobina, Hematocrito, presencia de
microcitosis, hipocromía y respuesta a la terapia con hierro (aumento no menor de 1
g/dl de Hemoglobina en un mes de tratamiento).
Este tipo de anemia, muestra su mayor prevalencia en Recién Nacidos (RN) de bajo
peso; lactantes a término, entre los 6 y 24 meses de edad y gemelos. La adolescencia
femenina es otro grupo importante de mayor prevalencia.
II.-DIAGNOSTICO DE LABORATORIO
1.- Hierro sérico: Sus valores están sujetos a una gran variabilidad. A partir de los
3 años de vida, existen variaciones de los valores de sideremia a lo largo del día
(generalmente con valores altos por la mañana y bajos por la noche) y de unos días a
otros en un mismo sujeto. Además, pueden aparecer valores falsamente elevados si el
paciente ha tomado hierro unas horas antes. Los valores normales de referencia oscilan
entre 70-80 microgr/dl , considerándose la cifra de 30 microgr/dl como el límite inferior
de normalidad.
2.- Capacidad Total de Fijación del Hierro (CFHT), que presenta menos
variaciones biológicas que el hierro sérico y aumenta cuando éste disminuye. Su valor
normal oscila entre 250 y 400 microgr/dl.
2.-Disminución del hierro de transporte, reflejado por una disminución del hierro
sérico y un aumento de la capacidad de transporte del hierro. Estos cambios resultan en
un descenso de la saturación de la transferrina. Generalmente para los dos estadíos
previos se utiliza el término “ deficiencia latente de hierro”.
4.- Déficit de ácido fólico. Cuando coexiste con el déficit de hierro la tendencia a
la aparición de hematíes de mayor tamaño oscurece la microcitosis propia de la anemia
ferropénica. El déficit de ácido fólico suele acompañarse de hipersegmentación de los
neutrófilos.
Déficit de hierro con efectos manifiestos. Está precedido de los déficit prelatente y
latente, si el proceso patológico primario es crónico o de poca intensidad. Representa
la aparición de una ferrohistopenia patogénica. Lamentablemente, con frecuencia no se
investigan y detectan las etapas anteriores, lo que podría evitar la aparición de este
tercer estadio. Esto significa que un eventual proceso orgánico ha podido seguir una
evolución no deseable.
Se diagnostica por el laboratorio porque se detectan, además de las alteraciones de las
etapas anteriores, signos de depleción férrica eritroide (disminución de los sideroblas-
tos medulares) y una eritropoyesis microblástica ferrohemopénica (microcitosis,
ipocromía y disminución de la tasa de hemoglobina en la sangre con una relativa seudo-
normoglobulia, es decir, con conservación de un número normal de hematíes de equeño
volumen al menos hasta ciertas cotas de descenso de la tasa de hemoglobina en san-
gre).
Así pues, disminuyen el VCM, signo esencial, y la CCMH.
Adecuación dietética. Está indicada en los individuos con una condición alnutricional
selectiva, es decir, con dieta regular pobre en hierro, debiendo descartarse en todo caso
un síndrome de malabsorción y, por supuesto, el mecanismo de pérdidas patológicas. Se
recomiendan dietas equilibradas, ricas en hem, basadas en la ingesta regular de carnes
blancas, de pescado y de legumbres. En ciertos pacientes con déficit prelatente, este
método terapéutico es suficiente, sin necesidad de recurrir al uso de hierro
farmacológico.
-Es poco aconsejable un tratamiento con dosis elevadas y/o prolongadas, siguiendo
criterios clásicos, para una más rápida respuesta y para un teórico relleno completo de
los depósitos férricos. Las razones son:
a) que el eventual futuro vaciado patológico de los depósitos por pequeñas hemorragias
ocultas producidas por procesos orgánicos podría alargarse demasiado y, con ello,
prolongarse un teórico «período de incubación» de una neoplasia, mudo clínicamente
y en el laboratorio, y retrasarse la aparición de las etapas prelatente y latente, y
b) que no puede descartarse que con una sobreoferta férrica se deposite un exceso
del metal en otras líneas celulares, tejidos o áreas, como el SNC, con la yatrogenia
correspondiente.
Transfusión de eritrocitos. Esta medida terapéutica se aplica sólo bajo muy estricta
indicación, en anemias agudas graves y en anemias crónicas clínicamente mal
toleradas por su intensidad. En pacientes con una anemia ferropénica muy grave y mal
tolerada, con la transfusión de eritrocitos se obtiene un doble efecto: reponer la masa
hemoglobínica (ferroproteína funcional esencial) y aportar simultáneamente el hierro
que se liberará y será recuperado por los macrófagos después de la degradación
hemolítica (aproximadamente 1 mg/ml de eritrocitos empaquetados).
3. www.siicsalud.com/dato