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Siervo, Esto Demanda Jehová

Darlene Rodríguez Molina

Perdón, restauración, misericordia, amor

Lectura: Miqueas 6:8 (Lo que pide Jehová): “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y
qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

Alabanzas: Sumérgeme, No has terminado conmigo


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Cuando somos heridos:


 Corremos el peligro de que nos transformemos
 Dejando nacer y crecer raíces de amargura, que no tienen otro propósito
o Distorsionar nuestro carácter
o Por ende, afectar nuestra vida espiritual
o Obligándonos a echar a un lado los frutos del Espíritu
o Olvidando sobre todas las cosas: el amor, el perdón, la misericordia y el dominio
propio.
Sin embargo, Dios te dice en Job 23:10-13
 Él conoce nuestro camino
 Nos probará, y saldremos como oro
Además nos exhorta a que:
 Guardemos su camino, y no nos apartemos
 Nos separemos nunca del mandamiento de sus labios

El salmista, a través del Salmo 32 nos exhorta a disfrutar de La dicha del perdón:
 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado
 Bienaventurado el hombre en cuyo espíritu no hay engaño
 Declarando, y no encubriendo su iniquidad
 Confesando sus transgresiones a Jehová para que le sean perdonadas
 Declarándole a su Dios que, Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia

Y continúa diciéndote:
 Que te hará entender, y te enseñará el camino en que debes andar; pues obre ti fijará
sus ojos
 Te exhorta a que no seas como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento
 Pues el que espera en Jehová, le rodea la misericordia.

Porque en Jehová habremos de encontrar la protección divina que reclama el Salmo 34:4, 17-
19
 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
 Porque cuando claman los justos:
o Jehová oye
o Los libra de todas sus angustias
o Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón
o Y salva a los contritos de espíritu
o Muchas son las aflicciones del justo, de todas ellas le librará Jehová

Jehová tu Dios te ama y porque te ama te disciplina, te redarguye y te exhorta a una vida en
Cristo Jesús. En Proverbios 16, te habla sobre la vida y conducta:
 Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmado
 Abominación es a Jehová todo altivo de corazón
 Con misericordia y verdad se corrige el pecado
 Con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal
 Mejor es lo poco con justicia que la muchedumbre de frutos sin derecho
 El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos
 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es
necedad.

También en Proverbios 15:1 te indica:


 La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor
 La importancia del dominio propio.
Tal vez tú te estés preguntando:
 Para quién es esta Palabra
 Si yo estoy muy bien, hago todo bien
 No hago mal a nadie, cumplo con todo cuanto se me requiere
 No, esta Palabra no es para mí pues yo le conozco y le sirvo desde hace muuuchooooo!
Pero el Señor tu Dios, todavía tiene algo que decirte, a través de Su Palabra en Isaías 41:8-11
(Seguridad de Dios para Israel):
 Pero tú, Israel, Tú María, Tú Juan, Tú Darlene: siervo mío eres; Tú, a quien yo escogí
 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé
 Te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
 No temas, porque yo estoy contigo
 No desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo
 Siempre te ayudaré
 Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia
 Todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada
y perecerán los que contienden contigo.
Más adelante en Isaías 42:1 hablándole a El siervo de Jehová:
 He aquí mi siervo, yo le sostendré
 Refiriéndose a Ti mismo que me escuchas, te llama Mi escogido
 Aquel en quien mi alma tiene contentamiento
 Y te dice, he puesto sobre Ti mi Espíritu para traer justicia a las naciones

Sí hermano, y continúa diciéndote en Isaías 43:1-3 en referencia a Jehová que es el único


Redentor:
 Así dice Jehová, Creador tuyo, y Formador tuyo:
o No temas, porque yo te redimí
o Te puse nombre
o Mío eres tú
o Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo
o Cuando pases por el fuego, no te quemarás
o Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel: Soy tu Salvador
Pero las buenas nuevas son que cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador hay
grandes promesas para nosotros sus hijos. Y dice la Palabra en 2 Corintios 5:17-20
 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
 Las cosas viejas pasaron;
 He aquí todas, no dice algunas, dice que TODAS las cosas son hechas nuevas
 Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación;
 Así que, SOMOS embajadores en nombre de Cristo

Por tal razón, hay para todos sus hijos, Promesa de restauración y renovación. Mas su Palabra
dice en Ezequiel 11:19-20
 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos;
 y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de
carne,
 ¿para qué?
o Para que anden en mis ordenanzas
o Guarden mis decretos y los cumplan, y
o Me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios
De tal manera, que debemos entonces procurar La unidad del Espíritu, que nos describe en el
libro de Efesios 4:
 Rogándonos que andemos como es digno de la vocación con que fuimos llamados
 Con toda humildad y mansedumbre
 Soportándonos con paciencia los unos a los otros en amor
 Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
 Como un cuerpo, y un Espíritu, como fuimos también llamados en una misma
esperanza
 Con un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y
por todos, y en todos.
Sin embargo, añade que:
 A cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo
 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los
hombres.
 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes
más bajas de la tierra?
 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para
llenarlo todo.
 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros,
 A fin de perfeccionar a los santos, es decir a los llamados para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo,
 Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios: a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
 Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error,
 Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no anden como los otros gentiles, es
decir como el mundo, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento
entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la
dureza de su corazón;
 Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase de impureza.
 Sin embargo, nosotros no hemos aprendido así a Cristo, pues si en verdad le has oído, y
has sido por él enseñado, conforme a la verdad que está en Jesús.
 En cuanto a la pasada manera de vivir, despójate del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos,
 y renuévate en el espíritu de nuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
 Por lo cual, desechando la mentira, hablando verdad cada uno con su prójimo; porque
somos miembros los unos de los otros.
 Airaos, pero no pequen;
 ni permitan que se ponga el sol sobre su enojo,
 no dando lugar al diablo.
 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,
para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
 Ninguna palabra corrompida salga de nuestras boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la
redención.
 Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
 Antes sean benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros,
como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo.
No olvidando aquella Palabra en Santiago 1:22
 Seamos pues hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
nosotros mismos.
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Reflexión: ¿Eres tú Jesús? (Anónimo)


Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas. Todos le habían prometido a sus
esposas, que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención
terminó un poco tarde, y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y
portafolios, corriendo por los pasillos. De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores
tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas. Las manzanas salieron volando
por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y
apenas alcanzaron a subirse al avión. Todos excepto uno.

Este se detuvo, respiró hondo, y experimentó un sentimiento de compasión por la dueña del
puesto de manzanas. Le dijo a sus amigos que siguieran sin él y le pidió a uno de ellos que al
llegar, llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar un vuelo más tarde. Luego se regresó
a la terminal y se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue
enorme, al darse cuenta que la dueña del puesto era una niña ciega. La encontró llorando, con
enormes lágrimas corriendo por sus mejillas. Tanteaba el piso, tratando en vano de recoger
manzanas, mientras la multitud pasaba vertiginosa, sin detenerse, sin importarle su desdicha.

El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió en la canasta y le ayudó a
montar el puesto nuevamente. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían
golpeado y estaban magulladas. Las tomó y las puso en otra canasta. Cuando terminó, sacó
su cartera y le dijo a la niña: “Toma, por favor estos cien pesos, por el daño que hicimos.
¿Estás bien?”. Ella, llorando asintió con la cabeza. El continuó diciéndole, “Espero no haber
arruinado tu día”. Conforme el vendedor comenzó a alejarse, la niña le gritó: “¡Señor, señor!”.
El se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó diciendo y le preguntó con
ingenuidad: ¿Es usted Jesús?”.

Hoy te pregunto yo a ti, alguna vez la gente, ¿te ha confundido con Jesús? Sí, amado hermano
ese debe ser nuestro objetivo, nuestra meta, parecernos tanto a Jesús, que la gente no pueda
distinguir la diferencia. Parecernos tanto a Jesús, conforme vivimos en un mundo que está
ciego a su Amor, su Vida y su Gracia. Si decimos que conocemos a Jesús, deberíamos vivir y
actuar como lo haría Él. Conocerlo es mucho más que citar los evangelios y congregarnos en
una iglesia. Es en realidad, vivir su Palabra cada día. Recordando que somos la niña de sus
ojos sin importar cuán golpeado podamos estar tras alguna caída o prueba. Él dejó todo y nos
recogió a ti y a mí en el Calvario, pagando por nuestras “manzanas dañadas”. Te invito a que
empecemos a vivir como si valiéramos el precio de Él pagó. Empecemos hoy a ser y a actuar
como si fuera Jesús quién viviera en nosotros, de manera que los demás a nuestro alrededor
puedan afirmar y preguntar, una y otra vez, ¿Eres tú Jesús?.

Exhortación: Iglesia, cuántos podrán hoy decirle a Jesús, “Señor no has terminado conmigo”.
Amados, a mí, mi Padre Celestial que está en los cielos, me recuerda cada día, Darlene, no he
terminado contigo, la obra que yo comencé en ti cada día la perfeccionaré (Filipenses 1:6). Y
qué herramientas podemos utilizar: En Efesios 6:10-20 se nos describe La armadura de Dios:

 Nos exhorta a que nos vistamos de toda la armadura de Dios, para que podamos estar
firmes contra las asechanzas del diablo y fortalecidos en el poder y la fuerza del Señor
 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados y potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.
 Por tanto, tomemos toda la armadura de Dios, para que podamos resistir en el día
malo, y poder permanecer firmes.
 Ceñidos nuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
 Tomando el escudo de la fe, con que pueden apagar todos los dardos de fuego del
maligno.
 el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
 con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia
 a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el
misterio del evangelio,
 por el cual somos embajadores
Exhortación Final: Hermanos, no permitan que raíces de amargura aniden en su corazón.
Pídanle a nuestro Padre Celestial que lo guarde como el más valioso tesoro. De manera que
nuestro sentir y nuestro testimonio sean de transparencia y agrado a nuestro Dios, no siendo
piedra de tropiezo para aquellos que busquen de Dios a través nuestro. No olvidando que
TODA gloria y toda honra le pertenecen SOLO a Él. Y no me puedo despedir hoy, sin
exhortarles a vivir por la fe, 2 Corintios 4: 7-18 (Viviendo por la fe):
 Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios,
y no de nosotros,
 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados;
 perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos;
 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de
Jesús,
 Porque todas estas cosas padecemos por amor a nosotros, para que abundando la
gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.
 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros cada vez más un
excelente y eterno peso de gloria;
 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Números 6:24-26 Bendición sacerdotal:


24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

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