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Uno de los puntos más polémicos de la educación obligatoria es el tema de la asignatura de


religión. Las opiniones van desde la educación católica obligatoria hasta la no enseñanza
de ningún tipo de confesión en las escuelas e institutos.

El intercambio de experiencias ha permitido constatar, una vez más, que la enseñanza de


la religión es una
     en las escuelas públicas de todos los países
europeos. La ERE es una realidad de — ——
en los países occidentales, en los que
predomina una enseñanza de la religión obligatoria (Reino Unido, Suecia, Finlandia,
Alemania, Austria, Grecia, Luxemburgo, Suiza), con la posibilidad de solicitar la exención;
en otros muchos países es opcional, de oferta obligada para los centros educativos, como
el caso español, y de libre opción para los alumnos (España, Holanda, Bélgica, Italia); con el
ya clásico ejemplo de excepcionalidad que supone Francia, también presente en este Foro,
y que expuso las diversas iniciativas que desde el
  — está promoviendo
numerosas iniciativas para incrementar la presencia del hecho religioso en los planes de
estudio, básicamente a través de la asignatura de Historia, que se suman a otra realidad
muy consolidada que garantiza una educación religiosa —
en clave catequética ,
sin olvidar tampoco que en las regiones francesas de Alsacia y Lorena sí hay enseñanza de
la religión dentro de la escuela, un dato que no se suele tener en cuenta a la hora de
proponer el ejemplo francés de escuela laica.

La ERE es O 
   en los países de Europa central y oriental en los
que, tras la caída del muro del Berlín, en 1989, con una transición hacia la democracia, se
están renovando los sistemas educativos y en todos los casos se está incorporando una
enseñanza de la religión que

—

—  
—— —Se trata,
así lo expresan los representates de esos países, de una nueva y esperanzadora realidad
así vivida en aquellos países, recién estrenada, ya que durante los años de régimen
soviético, esta enseñanza, como todo lo religoso, estaba completamente prohibida
(Polonia, Croacia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría...).

En todos los países europeos la enseñanza de la religión en la escuela pública se entiende


   O       y las diversas religiones y confesiones colaboran con el
Estado en el diseño de los 

 ——
——y en la consideración de la 
—
   Esto ocurre no solo con la Iglesia católica, se hace así en las confesiones
protestantes y ortodoxas, también en las religiones islámica y judía. Las otras tradiciones
religiosas son muy poco significativas en los sistemas educativos y, aunque su presencia se
contempla en algunas legislaciones, la realidad escolar de los que eligen esas religiones
(budismo, básicamente) es prácticamente inexistente en las escuelas públicas de Europa.

Esta óptica confesional no impide que la consideración de lo religioso sea 


  

     aunque en algunos países, sobre todo aquellos que están
comenzando esta enseñanza, todavía la —— ——está presente en esta
materia.
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Las anteriores reflexiones ayudan a comprender el esfuerzo multisecular de la Iglesia por
la enseñanza. Las universidades surgieron como prolongación de las escuelas catedralicias
y de las escuelas monacales, destinadas principalmente a la formación de los clérigos.
Estas instituciones establecieron un modelo de enseñanza superior que influyó
considerablemente en las universidades modernas. Eran corporaciones de maestros y
estudiantes (universitas) dedicadas a la investigación y producción del saber, así como
foco de vigorosos debates sobre los problemas de la época.
Se estima generalmente como origen de las universidades el aumento de los estudios
liberales en el contexto del renacimiento del siglo XII, la tendencia al corporativismo
gremial en las diversas ramas profesionales y la pujanza de los estudios teológicos,
filosóficos y canónicos después del Concilio Lateranense de 1179.
El afán renovador de la sociedad abrió estas escuelas a todos, haciendo de ellas un
Studium
Generale, un centro de estudios superiores abierto a los laicos. Posteriormente recibirían
el nombre de Universidad. Esta situación duró hasta la Revolución Francesa y el
centralismo napoleónico, que suprimió los estudios de teología y de derecho canónico y
dio la titularidad de
5 las universidades al Estado. Tal decisión política privó del sentido trascendente en el
cultivo de los saberes, fragmentó la enseñanza y fomentó el ateísmo científico y cultural en
el que nos encontramos. Sin una luz orientadora, la ciencia y la técnica se han revelado
contra el hombre.
En esos centros se impartía el estudio de las materias preparatorias, llamadas Artes
liberales: el trivium (gramática, retórica y lógica); y el quadrivium (aritmética, geometría,
música y astronomía). Después, los alumnos podían pasar al estudio de la Teología y la
Filosofía, el
Derecho y la Medicina.
El primer Estudio General fue, posiblemente, el de Bolonia (especializado en Derecho,
1088), al que siguió el de Oxford (antes de 1096, del cual se escindió su rival Cambridge en
1209), Palencia (1208), Salamanca (1218, el primero con estudios de Medicina).
La universidad contribuyó a la expansión de una cultura respetuosa con la dignidad del
hombre y su libertad; al desarrollo de las ciencias; a la conservación y difusión de los
saberes clásicos; y, más modernamente, al desarrollo de la técnica al aplicar los
conocimientos científicos al trabajo
profesional. Los cristianos que trabajan en la universidad tienen ante sí el desafío de
impregnar
de sentido cristiano el cultivo de las ciencias.

La escuela de salamanca

Un ejemplo de la influencia de la fe cristiana en los problemas planteados en la vida es la


Escuela de Salamanca.
Desde el siglo XVI, las relaciones entre los pueblos alcanzan un gran progreso al ser
planteadas desde el espíritu cristiano. Ese progreso se expresa en las nuevas situaciones
humanas originadas por los cambios sociales y el descubrimiento de América, que
suscitaron el replanteamiento de las relaciones entre los pueblos. Así surgió el derecho
internacional que se gestó en la Universidad de Salamanca.
En su viaje a Tierra santa, Benedicto XVI bendijo en Jordania la primera piedra de una
universidad ƛla universidad de Madabaƛ promovida por el Patriarcado Latino de Jerusalén. Todo
lo que dijo allí puede aplicarse como Ơidearioơ para una universidad de inspiración cristiana y
servir de Ơtestơ para cualquier institución educativa de rango académico que esté abierta a
iluminar su actividad con las dos Ơalasơ de la razón y de la fe.

Ante todo, tres objetivos: primero, servir a la comunidad humana circundante y elevar
el nivel de vida, desarrollando los talentos y las aptitudes de los alumnos. Segundo, promover
en ellos la adhesión a los valores y a vivir en libertad personal, por medio de la transmisión del
conocimiento y del amor a la verdad. Tercero, afinar el genuino espíritu crítico, disipar la
ignorancia y los prejuicios, ayudar a romper los hechizos creados por las ideologías.

Amor y adhesión a la verdad, aprecio por los valores de la cultura, diálogo encaminado
a la tolerancia y la paz. Son los pilares de esa educación Ơmás ampliaơ ƛdecía el sucesor de
Pedroƛ que se espera de cualquier universidad abierta a un contexto religioso, pues, Ơla fe en
Dios no suprime la búsqueda de la verdad; al contrario, la estimulaơ. Y recordaba la exhortación
de San Pablo a los primeros cristianos, para que abrieran su mente a "todo cuanto hay de
verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa
digna de elogioơ.

Pero ¿cuál es en concreto el papel de la religión en la universidad?. De por sí,


observaba el Papa, Ơla religión, como la ciencia y la tecnología, la filosofía y cualquier otra
expresión de nuestra búsqueda de la verdad, puede corromperseơ. Concretamente ƛno
olvidemos el contexto del discurso: una ƠTierra santaơ, pero sembrada de conflictosƛ Ơla religión
se desfigura cuando se la obliga a ponerse al servicio de la ignorancia o del prejuicio, del
desprecio, la violencia y el abuso. En este caso no sólo se da una perversión de la religión, sino
también una corrupción de la libertad humana, un estrechamiento y oscurecimiento de la
menteơ. Pero esto no es inevitable, continuaba. La educación proclama la confianza en la
capacidad humana para distinguir el bien del mal, la verdad de la injusticia. Por tanto, a pesar
de los intereses y las pasiones torcidas del corazón humano, se le puede ayudar a ser
verdaderamente libre.

ƠLa persona genuinamente religiosa ƛseguía argumentandoƛ percibe la llamada a la


integridad moral, dado que al Dios de la verdad, del amor y de la belleza no se le puede servir
de ninguna otra manera. La fe madura en Dios sirve en gran medida para guiar la adquisición y
la correcta aplicación del conocimientoơ. Ciertamente, hay que reconocer los beneficios de la
ciencia y la tecnología, pero al mismo tiempo la ciencia tiene sus límites. No responde a todos
los interrogantes que se plantea la existencia humana, su sentido y valor, su lugar y finalidad
en el universo.

Citaba en este punto al Concilio Vaticano II: ƠLa naturaleza intelectual de la persona
humana se perfecciona y debe perfeccionarse por medio de la sabiduría, que atrae con
suavidad la mente del hombre a la búsqueda y al amor de la verdad y el bien» (Gaudium et
spes, 15).

En síntesis, puede decirse que la educación universitaria está llamada a


impulsar la búsqueda de la verdad, purificando tanto la religión, como la ciencia, la tecnología y
la filosofía, precisamente por medio del diálogo entre ellas, con tal que ese diálogo esté abierto
a Dios; lo que es lo mismo, presidido por la sabiduría religiosa y ética. Con palabras bien claras,
Ơlas universidades donde la búsqueda de la verdad va unida a la búsqueda de lo que hay de
bueno y noble, prestan un servicio indispensable a la sociedadơ.

.
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Se pintaron el cuerpo con proclamas feministas, taparon sus cabezas y se dirigieron en
grupo hacia su objetivo: profanar el altar de la capilla del Campus de Somosaguas de la
Universidad Complutense de Madrid. En el interior del templo se encontraban el pasado
jueves el capellán y algunas alumnas, pero nada las frenó. Rodearon el altar, se
desnudaron de cintura para arriba y gritaron consignas contra el catolicismo, alardeando
de su condición homosexual.

Luego «colgaron» toda su «hazaña» en internet. Las fotografías muestran cómo se


reunieron antes en las inmediaciones de la universidad para planear el asalto. Tapadas
con pañuelos de diferentes colores ±una incluso cubre el rostro con una imagen del Papa
con una esvástica al cuello±, se desplazaron en fila guiadas por la líder, que portaba un
megáfono mientras, lanzaban proclamas contra la Iglesia. Rodearon el altar y se
desnudaron de cintura para arriba, dejando ver pintadas en su cuerpo con palabras como
«libre» y «violentas». Otras mostraron su vientre, donde habían escrito palabras como
«deseante», «bollera» y «bisexual». También gritaron frases como «contra el Vaticano,
poder clitoriano». Además, las jóvenes, sin ningún pudor, grabaron su actuación en
vídeo y se hicieron fotos.

Las imágenes las publicaron en la web FotogrAcción, pero tras el anuncio de la


Universidad de investigar lo ocurrido y del Arzobispado de interponer denuncias ante el
acto cometido, las retiraron de inmediato. Sin embargo, su rastro sí ha quedado grabado
en internet. Y es que lo ocurrido en la capilla de la Facultad podría considerarse, si las
denuncias prosperan, un delito contra la libertad de conciencia y contra los sentimientos
religiosos, tipicados en el Código Penal en los artículos 522 al 526. Según el
reglamento, irrumpir de manera escandalosa en un lugar de culto y perturbar una
manifestación religiosa puede conllevar penas de seis meses a seis años de prisión.

Han presentado una queja ante el centro académico ante estos hechos que consideran
«absolutamente reprobables». La archidiócesis que pastorea el cardenal Antonio María
Rouco Varela, ve «indigno que en una sociedad democrática donde se pide el respeto a
las personas, y al derecho a la celebración pública de la fe en las universidades, algunos
jóvenes puedan manchar con este tipo de comportamiento el buen nombre y trabajo de
la comunidad universitaria».

 



Aunque en un principio se dio por hecho que la Asociación Universitaria Contrapoder ±
que se define a sí misma como anticapitalista± y la entidad RQTR ±abanderada de la
homosexualidad en la Complutense± podrían estar detrás de la acción, los dos
movimientos han rechazado ser autores de la profanación, así como de las pintadas ±
entre ellas, «Arderéis como en el 36»± que estaban en la fachada del templo. No
obstante, se identifican «tanto con el desarrollo estrictamente pacífico de la
representación teatral, como con su contenido, de crítica a las posiciones machistas y
homófobas defendidas por la Iglesia».

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