Sei sulla pagina 1di 6

Gracias magnífico Rector, Señora Cava de Llano, a toda la

representación docente e invitados; familiares y amigos.

Somos estudiantes de CCPP, bueno, perdón. Licenciados en


CCPP. Hemos sido un grupo pequeño pero ruidoso. Dejamos aquí
grandes cosas.

La primera asociación de CCPP de esta universidad, buenos


amigos y buenos compañeros que continuarán con la labor que
empezaron en su día.

No se pueden resumir 5 años en unos pocos minutos. Hemos


perdido muchas cosas por el camino y hemos encontrado otras
muchas, como a vosotros.

Hace cinco años tomamos un camino, una aventura, que nos ha


traído hasta aquí, esta tarde. Al lugar donde queríamos estar.
Hemos cambiado en ese tiempo y la mayoría hemos crecido como
personas.

Para algunos su formación aún no ha terminado, para los demás


ha llegado el momento de enfrentarse a la aventura más
importante de todas: la vida y el mundo.

Un mundo que podemos cambiar si nos lo proponemos, si


queremos hacerlo. Porque este mundo nos pertenece y tenemos el
deber y el derecho de cambiar de él lo que no nos guste. Es
nuestro momento y tenemos que aprovecharlo. Tened presente
que podemos hacerlo. Somos el futuro, tenemos las ganas y el
tiempo está de nuestro lado. No se puede pedir más.

Hemos querido que este discurso sea un ejemplo de lo que hemos


tratado de aprender a lo largo de estos años, y también de aplicar.
Hemos querido que este discurso sea un ejercicio de lo valores en
los que creemos, valores de verdadera libertad y democracia,
donde todos podemos opinar, aportar nuestro grano de arena y,
nosotros, los lectores que os hablan, seamos simplemente el
vehículo de las palabras de todos nuestros compañeros, para no
caer en una representatividad que en muchas ocasiones acaba
desvirtuándose y siendo expresión de la voluntad del
representante, en lugar de la voluntad de todos. Por esta razón,
hemos decidido abrir un espacio de diálogo y de propuestas en el
que los compañeros puedan expresar su voluntad y aportar a este
discurso lo que cada uno crea propio para una celebración en la
que nos despedimos de esta etapa tan importante de nuestras
vidas, siempre dentro de un sentido de comunidad que nos hemos
esforzado en practicar, teniendo en cuenta que cada uno de
nosotros, en mayor o menor medida, pero siempre de manera
loable, ha invertido cinco años de su vida en esta carrera que en
muchos aspectos se caracteriza por una vocación dedicada al
servicio de la comunidad.
Y en este ejercicio, algunos compañeros han querido aportar sus
propuestas, como el de hacer un recorrido a lo largo de estos
cinco años, en los que, además de ir a clase, hacer prácticas,
seminarios, exámenes, también hemos encontrado tiempo para
conocernos mejor fuera de las aulas, desde los descansos entre
clases, hasta las charlas previas antes de empezar la jornada, los
partidos de fútbol en los que lo hemos pasado genial, y el
resultado sí que nos daba igual, entre otras razones, porque nos
dimos cuenta que habíamos nacido para el trabajo intelectual,
porque como vida profesional, el deporte no era nuestra opción
ideal.

También nos hemos reunido en varias ocasiones para celebrar


comidas, cenas, salidas, algún que otro día en la playa, sobre todo
en los inicios y alguna barbacoa y piscina al final de un curso.

Pero no todas nuestras actividades fuera de clase fueron sólo para


el ocio. Hemos emprendido varias actividades que han servido
como complemento para nuestra formación, tanto en la teoría
como en la práctica. Desde la Asociación de Ciencias Políticas
AS.CI.PO Babel, la SICE, y en la calle, participando de la
indignación de nuestra generación con esta crisis social y política,
además de económica. Nosotros, que somos analistas de esta
realidad, no podemos permanecer ajenos a ella, ni pasar de este
momento sin hacer un comentario sobre lo que está ocurriendo en
las calles españolas con decenas de miles de jóvenes preocupados
por su futuro, en las revueltas que están ocurriendo al otro lado
del Mediterráneo, ni porqué no se habla de la revolución
silenciada en Islandia.

Este es nuestro entorno, y no podemos sino analizarlo y tomar


parte activa del mismo, porque es nuestro presente, y también
nuestro futuro. Como politólogos, queremos hacer una llamada de
atención a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, porque es
nuestra realidad la que está cambiando, una realidad que se torna
difícil para nosotros como futuros trabajadores, como futuras
familias. Tenemos un gran reto frente a nosotros, y nuestro
esfuerzo y el fruto de nuestros estudios a lo largo de estos cinco
años, ha de servirnos para sacar conclusiones de nuestros
análisis, y transformar nuestra realidad desde la práctica de un
espíritu crítico, donde tenemos que exigir a las instituciones que
nos representan más protagonismo a la ciudadanía, y que la
política no se confunda sólo con economía y que vaya siempre de
la mano de la ética, una ética que ya nos enseñó el gran maestro
Aristóteles y que no debemos olvidar, porque ahí están los
orígenes de la filosofía política en la que se basa nuestra sociedad.
Para nosotros Sevilla es la segunda escuela de politólogos de
Andalucía, después de la de Granada. Una escuela de
administrativistas en la capital administrativa de Andalucía, pero
esta escuela es joven y nosotros somos su segunda promoción.

Aún queda mucho por hacer y esta escuela no puede dormirse en


los laureles. Tiene que dar pasos firmes en su crecimiento,
formación, investigación e inserción laboral de sus politólogos.
Porque si no, toda esta labor, el esfuerzo de la Universidad y el
nuestro, habrá sido en vano.

Necesitamos más colaboración entre las instituciones, con el fin


de hacer más real una proyección laboral con futuro ya desde
nuestros primeros años en la universidad. Somos conscientes de
las dificultades a las que nos enfrentamos, pero también sabemos
que una optimización de los recursos de los que disponemos sin
duda nos va a garantizar un mejor futuro. Con la desaparición de
nuestra licenciatura, el sistema del eurocrédito se instalará en las
universidades, que dejarán de ser tan universales en lo que al
acceso se refiere. La universidad ha de conservar su esencia y la
sociedad y las instituciones tienen que esforzarse para que todos
puedan acceder a la universidad, independientemente de su
condición.
Queremos salir ahí fuera, a la sociedad, y representar a una nueva
generación con mayúsculas, una generación capaz de transformar
a nuestra cultura política, con principios, con educación, con
compromiso y responsabilidad, para construir una sociedad mejor,
más cívica, donde el concepto de avanzado no descanse sólo en la
tecnología y la economía, sino también en el civismo y en la
conciencia social.

Compañeros, el mundo nos espera, el futuro es nuestro, y he aquí


que hemos dado el primer paso. Es hora de emprender este nuevo
camino, y por muy largo que sea, nunca perdamos el sentido de
este viaje: Los que se fueron hicieron posible este mundo. Ahora
nos toca a nosotros hacer posible otro mejor para los que vengan.

Ánimo y Buen Viaje!

Mucha suerte a todos y gracias.

Potrebbero piacerti anche