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Sobre la teoría de la prosa*

B. Eichembaum
I

Ya Otto Ludwig indicaba según la función de la narración, la diferencia entre dos formas
de relato: "el relato propiamente dicho" (die eigentliche Erzaählung) y "el relato
escénico" (die szenische Erzählung). En el primer caso, el autor o el narrador imaginario
se dirige al público: la narración es uno de los elementos que determina la forma de la
obra, a veces el elemento principal; en el segundo caso el diálogo de los personajes está
en primer plano y la parte narrativa se reduce a un comentario que envuelve y explica el
diálogo, es decir que se atiene a las indicaciones escénicas. Este género de relato
recuerda la forma dramática, no sólo por el acento puesto en el diálogo sino también por
la. preferencia dada a la presentación de los hechos y no a la narración: percibimos las
acciones no como contadas (poesía épica) sino como si se produjeran frente a nosotros,
en la escena.

Mientras la teoría de la prosa se limite al problema de la composición de la obra, esta


diferencia parecerá insignificante. Pero adquiere una importancia fundamental desde que
se tocan ciertos problemas primarios que están naturalmente ligados a la teoría de la
prosa literaria. Ésta se encuentra por el momento en estado embrionario a causa de que
no se han estudiado los elementos que determinan la forma de un relato. La teoría de las
formas y de los géneros poéticos, fundada sobre el ritmo, posee principios teóricos
estables que faltan en la teoría de la prosa.

El relato compuesto no está suficientemente ligado a la palabra como para servir de


punto de partida para el análisis de todos los tipos de prosa literaria. Ese punto de partida
me parece que sólo puede proveerlo la forma del relato.

La relación entre la narración literaria y el relato oral adquiere importancia fundamental.


La prosa literaria ha utilizado extensamente las posibilidades de la tradición escrita y ha
creado formas, impensables fuera del marco de esta tradición. La poesía está siempre
más o menos destinada a ser hablada; puede vivir fuera del manuscrito, del libro,
mientras que la mayor parte de las formas de los géneros prosaicos se encuentran
completamente aislados del habla y tienen un estilo propio del lenguaje escrito. El relato
del autor se orienta hacia la forma epistolar, hacia las memorias o las notas, hacia los
estudios descriptivos, el folletín, etc. Todas estas formas del discurso se atienen
expresamente al lenguaje escrito, se dirigen al lector y no al oyente, se construyen a
partir de los signos escritos y no de la voz. Por otra parte, en los casos en que los
diálogos están construidos siguiendo los principios de la conversación oral y se colorean
con el tinte sintáctico y lexical correspondiente, introducen en la prosa elementos
hablados y relatos orales: en general, el narrador no se limita a un relato sino que repite
también las palabras1.

Si en tal tipo de diálogo se deja amplio lugar a uno de los interlocutores, se establece una
aproximación mayor al relato oral. A veces la novela roza el habla; entonces se introduce
un narrador cuya presencia es o no explicada por el autor.

Obtenemos así una imagen global de la variedad de formas en la prosa literaria; este
punto de vista arroja una luz enteramente nueva sobre los problemas de la novela. La
novella italiana de los siglos XIII y XIV se desarrolla a partir del cuento y de la anécdota,
sin perder el vínculo con estas formas primitivas de narración. Sin imitar
intencionalmente el discurso oral, se conforma al estilo del narrador y trata de darnos a
conocer una historia recurriendo sólo a palabras simples. Este tipo de relato no contiene
ni descripciones exhaustivas de la naturaleza, ni características detalladas de los
personajes, ni digresiones líricas o filosóficas. No encontramos allí diálogo, al menos
bajo las formas que el cuento y la novela contemporáneas nos han habituado. En la
antigua novela de aventuras la unión de los episodios que la trama yuxtapone unos a
una colección de cuentos, por ejemplo el Decamerón, en donde se daba importancia al
encuadre del relato y a los procedimientos de motivación (V. Shklovski). El principio de
narración oral no se ha destruido todavía, el vínculo con el cuento y la anécdota no está
todavía roto.

A partir de la mitad del siglo XVIII y sobre todo en el XIX, la novela adquiere otro
carácter. La cultura libresca desarrolla las formas literarias: estudios, artículos, relatos de
NOTAS:
viajes, recuerdos, etc. La forma epistolar permite las descripciones detalladas de la vida
mental, del paisaje observado, de los personajes, etc. (por ejemplo, en Richardson).
* Los extractos reunidos bajo este título pertenecen originalmente a artículos diferentes.
Notas y recuerdos dan libre curso a descripciones aún más detalladas de las costumbres,
1.de
Cf.la
ennaturaleza,
la obra de K.de los (Der
Hirzel hábitos, etc.einAlliterarhistorischer
Dialog, comienzo del siglo XIX
Versuch, se produce
1895) indicaciones una gran
sobre el papel
expansión
importante del de los estudios
diálogo como género de costumbres y del folletín,
prosaico: éste destruye las formasquefijas
adoptan más literaria
de la lengua tarde lae forma
introducede
estudiosdelllamados
elementos “fisiológicos”;
lenguaje familiar, estudios
hablado. Se cita como privados
ejemplo delos todo carácter
diálogos moralizante
de Maquiavelo. y
el célebre
diálogo de Castiglione
centrados que se levanta
en la descripción decontra
la vidael dialecto toscano
ciudadana, condominante entonces ende
toda la variedad la sus
literatura italiana,
clases, sus
los dialectos dirigidos contra el latín, etc. (T.1, págs. 87 y ss).
jergas, etc. La novela del siglo XIX (Dickens, Balzac, Tolstoi, Dostoievski) deriva de
esos estudios descriptivos y psicológicos: los estudios ingleses del tipo de La vida en
2. Es curioso observar que la noción de novela como una nueva forma sincrética era familiar a la vieja
Londres
crítica. Citaré(P. Egan),
como las las
ejemplo descripciones
palabras de S.francesas de París
Sherirev: "Según (El opinión
nuestra diablo laennovela
París, es Los
fruto de una
franceses pintados por ellos mismos, etc.), los estudios fisiológicos
mezcla nueva y contemporánea de todos los géneros poéticos. Admite igualmente elementos rusos. Existe,
épicos,sin
embargo,y líricos.
dramáticos una novela que remonta
El elemento dominantealdaviejo tipo de
el carácter novelaasí
de novela: deseaventuras y que
puede indicar como adopta
novelas
épicas, Wilhelm Meister de Goethe o Don Quijote de Cervantes. Hay novelas
forma histórica (W. Scott), o utiliza las formas del discurso oratorio, o se vuelve una líricas: citaré Werther del
mismo Goethe A las novelas de Walter Scott se las puede llamar “dramáticas” porque están fundadas sobre
especie de narración lírica o poética (V. Hugo). Se mantiene el vínculo con el habla, pero
el drama, sin que se excluyan los otros elementos.” (Moskvitianin, 1843, T.1. pág. 574).
se aproxima a la declamación y no a la narración; las novelas de tipo descriptivo o
3.psicológico, de carácter
W. Irving, Le Château puramenteParís,
de Bracebridge, libresco,
1822. pierden incluso este tenue vínculo con el
habla.
4. E. A. Poe, Obras en prosa, Universidad de Puerto Rico, Revista de Occidente. Madrid 1956. Ensayo sobre
La novelatraduc,
Howthorne. del siglo XIX
de Julio se caracteriza
Cortázar, por321-323.
vol, II, págs. el generoso empleo de descripciones, retratos
psicológicos y diálogos. A veces estos diálogos se presentan como una simple
conversación que dibuja el retrato de los personajes a través de sus réplicas (Tolstoi), o
que constituye una forma velada de narración y, por lo tanto, sin carácter “escénico”.
Pero a veces esos diálogos adoptan una forma puramente dramática y tienen como
función hacer avanzar la acción más que caracterizar los personajes por sus réplicas. Se
convierten, de esta manera, en el elemento fundamental de la construcción. La novela
rompe con la forma narrativa y llega a ser una combinación de diálogos escénicos y de
indicaciones detalladas que comentan el decorado, los gestos, la entonación, etc. Las
conversaciones ocupan páginas y capítulos enteros; el narrador se limita a notas
explicativas del tipo: “él dijo” - “ella respondió”. Se sabe que los lectores buscan en este
tipo de novela la ilusión de la acción escénica y que a menudo leen solamente estas
conversaciones, omitiendo todas las descripciones o considerándolas únicamente como
indicaciones técnicas. Algunos escritores, conscientes del hecho, remplazan las
descripciones por una forma dramática. Zagoskin escribe: “Cuando todo el mundo habla,
el relato se desubica. Las palabras explicativas: ‘tal dice, tal interrumpe, otro objeta, otro
continúa’, no hacen más que embrollar y desconcertar al lector; permítaseme recurrir a la
forma dramática ordinaria: Es más claro y más simple” (Moscú y los moscovitas). O en
otra parte: “Al reproducir una conversación particular, sobre todo cuando una sociedad
entera participa en ella, estamos obligados, en contra de nuestra voluntad, a nombrar muy
a menudo a los interlocutores, y además, a repetir sin cesar: ‘tal dice, tal responde...‘;
para evitar estas repeticiones completamente inútiles, es mejor, excepto en ciertos relatos,
utilizar una forma dramática”.

La novela europea del siglo XIX es pues una forma sincrética que contiene sólo algunos
elementos de narración y que, a veces, se aparta de ellos completamente2.

El desarrollo de esta novela llega a su apogeo hacia los años setenta del siglo XIX; desde
entonces no nos hemos liberado de la impresión de cosa definitiva, creyendo que no
existe forma o género nuevo en la prosa literaria. Sin embargo, la novela de este tipo se
disgrega ante nosotros y se diferencia. Por una parte se cultivan las formas próximas a la
simple narración, por otra, encontramos memorias, relatos de viaje, estudios de
costumbres; al mismo tiempo, los elementos que correspondían a la estructuración de la
novela pasan cada vez más a los libretos cinematográficos: hecho muy significativo que
prueba la posibilidad de traducir una obra verbal de este género en una lengua “muda”.
Se puede observar el hecho de que después de Ana Karenina, L. Tolstoi escribió piezas

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