Sei sulla pagina 1di 44

Pasajes del Nuevo Testamento usados lara defender la ordenación (le mujeres

La cuestión decisiva: ¿Qué dice la biblia sobre la ordenación


de la mujer?

Por Augustus Nicodemus Lópes

(Comenzamos esta serie con el número pasado, en el cual A ugustus Lópes incluye una breve
historia del desarrollo del feminismo. Con este artículo seguimos la serie. Si desea el primer
artículo comuníquese con el Secretario de la C’UR, (greenb @ racsa. co. cr)

Aunque la perspectiva histórica enriquece y nos ayuda a entender las inquietudes principales
que están asociadas con la lucha por el ministerio femenino ordenado, la pregunta decisiva es:
¿qué dice la biblia sobre este tema? Los argumentos en defensa de la ordenación de la mujer,
como vimos, con frecuencia emplean argumentos basados en el avance de la civilización, en la
modernización de nuestros tiempos, en el progreso humano, en la creciente participación de la
mujer en otras áreas de la sociedad, y no siempre da atención adecuada a los textos bíblicos
relevantes. Aunque en nuestro deseo de seguir la verdad de Dios debemos tomar en cuento los
tiempos en que vivimos, como por ejemplo lo que nos enseñan las ciencias de apoyo para la
teología como la psicología y la sociología, a fin de cuentas el asunto sólo podrá ser decidida
realmente en términos de las Escrituras por lo menos para las iglesias que se consideran
-

‘Reformadas’. y que suscriben confesionalmente a la regla de los reformadoj.es: Sola Scriptura.


Nuestro propósito en este artículo es señalar y examinar (aunque de manera breve) los pasajes
del Nuevo Testamento que no pueden ser ignorados sobre la ordenación de mujeres a los oficios
eclesiásticos.

Comenzamos esta parte analizando dos pasajes del Nuevo Testamento usados por los defensores
(le la ordenación femenina como evidencia de que las mujeres deben ser ordenadas al
ministerio.
Gálatas 3:28 ‘La Carta Magna de la humanidad’
Este pasaje, aclamado por las feministas como la «Carta Magna de la humanidad» es, sin duda,
ci más usado por los defensores de la ordenación femenina:
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gálatas 3:28).

La interpretación feminista

La interpretación feminista interpreta la expresión «todos vosotros sois uno en Cristo»


significando «todos vosotros sois iguales en Cristo». O sea, interpreta «uno» como «iguales».
De acuerdo con esta interpretación, el pasaje muestra que están abolidas todas las diferencias en
la iglesia provocadas por raza, posición social o sexo. Todos son iguales. Con la venida (le
Cristo se acabó la distinción entre judíos y gentiles, entre esclavos y libres, y entre hombres y
mujeres; todos son aceptados en la iglesia, inclusive para ejercer actividades como iguales. En
Cristo (así defienden los defensores de la ordenación femenina) volvemos al propósito original
de Dios en la creación, que fue la plena igualdad entre hombre y mujer. La subordinación de la
mujer al hombre, continúan diciendo, fue el resultado posterior de la caída (Gen. 3:16b), y no
era parte de la creación original de Dios. Cristo vino para abolir la maldición impuesta por la
caída, y en El todas las dimensiones de la maldición sobre la mujer quedan anuladas.
impedir que las mujeres ejerzan puestos oficiales en la iglesia, argumentan, sería introducir una
distinción basada en el sexo, lo que sería abiertamente contrario a la enseñanza de Pablo en

Dificultades Con esta Interpretación


La interpretación feminista (le Gálatas 3:28 conduce a algunos problemas exegéticos. Primero
en cuanto al contexto. Pablo escribe la carta a los gálatas para responder a cuestiones que
surgieron sobre la justificación por la fe en Cristo en contraste con las demandas de la ley de
Moisés y el papel de la circuncisión, del calendario religioso de los judíos y de las leyes
dietéticas. En el capítulo 3 Pablo está exponiendo el papel (le la ley de Moisés dentro de la
historia de la salvación, que fue el de servir de ayo para conducir a Cristo (Gálatas 3:23-24).
Con la venida de Cristo, continúa el apóstol, los de la fe ya no están bajo la ley de Moisés: por
el bautismo pertenecen a Cristo (3:25-27). La abolición de las diferencias mencionadas en el
versículo bajo estudio (3:28) son en relación a la justificación por la fe. Todos, independiente de
su raza, color, posición social y sexo, son recibidos por Dios de la misma manera: por la fe en
Cristo. Por tanto, Gálatas 3:28 no está tratando del desempeño de los papeles en la Iglesia o en
la familia, sino de nuestra posición delante de Dios. El asunto de Pablo no es las funciones que
los hombres y las mujeres desempeñan en la Iglesia de Cristo, sino la posición que todos los
que creen disfruta delante de Dios - esto es, herederos de Abraham e hijos de Dios.
En segundo lugar, Pablo fundamenta la subordinación femenina no solamente en la caída, sino
también y principalmente en la propia creación (1 Corintios 11:7-10; 1 Timoteo 2:12-15).
Cuando Pablo argumenta en favor de la sujeción de la esposa, él parte no de la teología de la
caída, sino de la teología de la propia Iglesia, de la relación entre Cristo y su Iglesia, como en
Efesios 5:22-24.

Tercero, Pablo no está enseñando en este pasaje - ni en ningún otro pasaje del Nuevo Testamento
que Cristo ya abolió en esta presente época total y plenamente los efectos del pecado y los
castigos impuestos por Dios al hombre y la mujer desde la caída. Todavía hay aspectos o
dimensiones de la era venidera que aguardan pleno cumplimiento cuando Cristo vuelva. Por
ejemplo, Cristo ya reina, pero no todo está sujeto plenamente a él (Heb. 2:8b); ya tenemos la
vida eterna, y ya fuimos resucitados con Cristo, más aun no estamos libres de la muerte
impuesta por Dios a Adán en Génesis 3:29 (VC’

Corintios 15:20-28). La nueva creación (ver 2 Cor. 5:17) ya fue inaugurada, pero aún no vemos
la presente creación librada de la sujeción a la corrupción (Rom. 8:8-25); Satanás ya fue
derrotado conforme a lo prometido en Génesis 3:15, pero aún será destruido (Rom. 16:20). Los
creyente ya entraron en el descanso de Dios (Heb. 4:1-13), pero aún no están exentos del
trabajo arduo al cual la humanidad fue sometida después de la caída (Gen. 3:17-19). Las
mujeres cristianas no están libres de los sufrimientos de parto por estar en Cristo, e igualmente
no deben esperar estar exentas de la subordinación que fue determinada en la creación y
reforzada en la caída. La plena redención de estas cosas, y las demás que aún afligen a los
cristianos hombres y mujeres, ocurrirán plenamente en la parousia, cuando el Señor Jesús trae
el Reino de Dios en plenitud.

Por lo tanto, no se puede usar Gálatas 3:28 corno fundamento para la ordenación femenina sin
que se haga violencia al contexto original, y sin que se ignore la enseñanza de Pablo sobre el
cumplimiento aún venidera de la plenitud de las bendiciones de Cristo.

Hechos 2:16-18: Pentecostés y.las mujeres


Este pasaje es parte del sermón de Pedro en el día del Pentecostés, donde él cita una profecía del
Antiguo Testamento sobre el futuro derramamiento del Espíritu Santo Joel 2:28-29) para
explicar lo que acababa de acontecer consigo y con los demás discípulos de Jesús en Jerusalén
cuando el Espíritu Santo vino sobre ellos (Hechos 2:1-4).

Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de ¡mi Espíritu sobre toda carne, y
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y Vuestros
ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre ,sus siervos y sobre mis siervas en aquellos
días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán (Hechos 2:16-18)

Interpretación feminista
Los defensores de la ordenación femenina destacan que Pedro incluye a las hijas y a las siervas,
al igual que a los hijos y a los siervos, en la recepción del Espíritu Santo. Y argumentan que no
puede haber ninguna distinción en cuanto al servicio a Dios basada en sexo, ya que las mujeres
recibieron el mismo Espíritu (y ciertamente los mismos dones) que los hombres, lo cual fue
dado para capacitar a la Iglesia para el servicio.
El argumento procede mostrando que en la Iglesia apostólica las mujeres oraban, profetizaban
(ver Hechos 2 1:9, las cuatro hijas de Felipe que eran profetizas), hablaban en lenguas, servían
(Rom. 16:1, Febe), evangelizaban al igual que los hombres. Algunas tenían iglesias reunidas en
sus casas (Hechos 12:12). Priscila, por ejemplo llegó a enseñar a Apolos el camino de Dios con
más exactitud (Hechos 18:26). Pentecostés, argumentan las feministas, es la abolición de las
distinciones de género en la Iglesia, pues al dar a las mujeres el mismo Espíritu que a los
hombres, Dios mostró que ellas deben ser admitidas a los mismos niveles de servicio que ellos.

Las dificultadas con la interpretación feminista


Primero, si las mujeres ejercían los mismos ministerios que los hombres en el período de la
Iglesia apostólica, ¿por qué no hay ninguna mención en el Nuevo Testamento de apóstalas,
presbíteras, pastoras, diaconisas o obispas? ¿Por qué no hay ninguna recomendación de Pablo
en cuanto a la ordenación de mujeres, cuando instruyó a Timoteo y Tito sobre la ordenación de
presbíteros? Basta una lectura superficial de las calificaciones exigidas por Pablo en 1 Timoteo
3:1-7 y Tito 1:5-9 para tener la impresión de que el apóstol tenía en menta la ordenación de
hombres: el oficial debe ser marido de una sola esposa, gobernar bien su casa y sus hijos
(función del hombre en los escritos de Pablo, Efesios 5:22-24).
Segundo, los fenómenos asociados por Pedro con el derramamiento del Espíritu Santo en los
últimos días como profecía, sueños, visiones, 105 cuales se mencionan como dados a las
-

mujeres no están ligados en el Nuevo Testamento al puesto de presbítero, pastor o diácono, y


-

por tanto podían ocurrir sin que las personas involucradas (hombre o mujer) fueran ordenadas.
Había profetizas en la iglesia apostólica, Cómo las cuatro hijas de Felipe (Hechos 21:9; ver 1
Cor. 11:5), pero no leemos que eran presbíteras, pastoras o diaconisas.

Aunque no tenemos registro en el Nuevo Testamento de otras personas que tuvieron sueños o
visiones como resultado del derramamiento del Espíritu Santo, no es imposible que haya
acontecido; pero en este caso, con certeza, no estaba restringido a pastores y presbíteros. La
conclusión es que las manifestaciones carismáticas mencionadas en Hechos 2: 17-1 (profecía,
sueños, visiones) y extendidas a las hijas y siervas (mujeres creyentes) no exige la ordenación al
ministerio (le presbítero o diácono de las personas que las reciban.

Tercero, la recepción de los dones del Espíritu Santo (especialmente los dones relacionados con
la enseñanza) parte e las mujeres cristianas no implica que ellas deban ser ordenadas por las
iglesias para ejercer tales dones. No se puede demostrar bíblicamente que en la iglesia
apostólica las mujeres dotadas con dones de enseñanza y liderazgo fueran ordenadas.
Aunque Pablo reconoce que las mujeres podrían Profetizar durante los cultos al igual
que los hombres, sin embargo les impone una participación diferente en el acto de
profetizar, exigiendo que oren y profeticen con la cabeza cubierta, expresión cultural de
que estaban bajo autoridad
1Cor. 11:3-15).

Cuarto, el Nuevo Testamento no enseña que el acceso a los puestos oficiales era basado
exclusivamente en la posesión de los dones espirituales, o que las personas
espiritualmente dotadas eran necesariamente ordenadas. No parece que esto siempre
fuera el caso. Aunque la aptitud de enseñanza (don de enseñanza/maestro? ver Rom.
12:7; Ef. 4:11) y la capacidad de gobernar (1 Tim. 3:4-5; ¿don de gobierno? Rom.
12:8) sean requisitos claros en las únicas dos listas que tenemos en el Nuevo
Testamento para las calificaciones de los presbíteros y pastores (1 Tim. 3:2; Tito 1:9),
no hay evidencia en el Nuevo Testamento que todos los que tenían estas capacidades
(o dones) debían ser ordenados.

La interpretación de los dos pasajes examinados arriba muestra que las mujeres tenían
un papel importante en el nacimiento y desarrollo de la Iglesia cristiana, pero no
muestra que ellas debían ser ordenadas para esto. Encontramos que las mujeres
cristianas, junto con los hombres, participaban de la gracia de Dios y los dones del
Espíritu sin restricciones. Sin embargo, esto no nos dice nada sobre la ordenación al
ministerio.

Pasajes del Nuevo Testamento que ponen restricciones al ministerio


femenino

Si los pasajes usados a favor de la ordenación de pastoras, presbíteras y diaconisas no


prueban realmente el punto, de otro lado tenemos diversos casos que claramente
imponen restricciones al ministerio femenino en las iglesias locales.

1 Corintios 11:3-16
Escribiendo a los creyentes de Corinto acerca de cuestiones relacionadas con el culto
público Pablo aborda el problema causado por algunas mujeres que estaban orando,
profetizando
y probablemente hablando en lenguas con la cabeza descubierta, o sea sin velo y así
contradiciendo la costumbre de las iglesias primitivas (1Cor. 11:16).
Lo que todos los datos indican es que ellas habían entendido que el había abolido no
sólo las diferencias entre raza sino toda diferencia de función en la iglesia entre hombres
y mujeres creyentes. Por tanto, ellas querían abolir en los cultos públicos el uso del
velo, que en la cultura de aquella época era la expresión externa del concepto de la
subordinación de la mujer al hombre. Pablo no les niega el derecho de participar en el
culto, sino insiste en que ellas deben hacerlo usando el velo. No usarlo significaba
deshonra, indecencia, vergüenza (1ª. Cor. 11:5,6-14). La enseñanza de Pablo en 1
Corintios 11es que las mujeres deben participar en el culto preservando la señal de que
están bajo la autoridad eclesiástica masculina. La implicación es que si las mujeres
deben participar en el culto bajo la autoridad eclesiástica masculina, se sigue que no
pueden ejercer esta autoridad; y ya que el ejercicio de autoridad eclesiástica es realizado
por medio de personas ordenadas para los oficios eclesiásticos, se sigue que las mujeres
no pueden ser ordenadas a estos oficios.
Respuesta a algunas preguntas
Examinemos ahora algunas preguntas que generalmente surgen en contra de la
interpretación tradicional del pasaje conforme a la exposición arriba. Nuestra meta es
aclarar dudas y rebatir acusaciones infundadas.

1. ¿Cuál es la relación entre lo que Pablo manda sobre el uso del velo en la Iglesia y el
asunto de la ordenación de mujeres? Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Respondemos que si, tiene mucho que ver. Aunque el uso del velo es obviamente una
práctica de la cultura oriental, el punto central del pasaje es lo que el velo representaba
en aquella cultura. El apóstol está preocupado con la pregunta sobre la autoridad
eclesiástica y ¡No con un pedacito de ropa femenina! El se refiere al velo como señal de
autoridad. El texto griego original dice literalmente que “La mujer debe traer autoridad
sobre su cabeza” (1ª. Cor. 11:10). Esto es una referencia a lo que el velo representaba en
aquella cultura, o sea, que ella tenía la autoridad del hombre, su cabeza, sobre sí”. En
otras palabras, aunque Pablo permite que la mujer ore o profetice en el culto público, él
requiere que ella debe presentarse de una manera que muestra claramente que está bajo
autoridad en el mismo acto de orar o profetizar.

Una mujer ordenada ejerce autoridad eclesiástica sobre una sobre una congregación en la
cual existen hombres. Ella gobierna y enseña con autoridad sean como pastora o
cualquier oficio en la iglesia. Tal posición contradice claramente la enseñanza de
Pablo.

1. La enseñanza de Pablo sobre el uso del velo está condicionada por la


cultura de su época y no tiene más aplicación hoy. Respondemos que el
uso del velo obviamente formaba parte de otra cultura. Sin embargo, el
uso del velo representaba estar bajo la autoridad masculina, y esto es un
principio permanente para la mujer cristiana de cualquier cultura. Tanto
es así, que el argumento de Pablo para fundamentar su posición se
basa en principios teológicos e inmutables. Primero Pablo argumenta a
partir de la subordinación de Dios Hijo a Dios Padre (1 Cor. 11:3-5). El
Padre es la cabeza de Cristo que, por su lado, es cabeza del hombre, y
el hombre es cabeza de la mujer. Segundo, Pablo argumenta con base
en el relato de la creación en Génesis 2(1 Cor. 11:8,9). El apóstol
inspirado ve en los detalles de la creación una determinación divina en
cuanto a los diferentes papeles del hombre y la mujer. La mujer fue
creada no sólo del hombre, sin por causa de él. La intención divina debe
ser reflejada en el culto público. O sea, la mujer debe participar de forma
voluntaria en u condición de subordinación.

3. La palabra ‘cabeza’ no necesariamente significa autoridad, sino fuente, o


responsable. Pablo sólo está diciendo que Dios formó a la mujer del hombre.
Respondemos que hay varios hechos que militan en contra de que esta interpretación
sea la correcta: 1) Estudios exhaustivos hechos en la literatura griega antigua
demuestran que ‘cabeza’ en la vasta mayoría de los casos, significa ‘cabeza’ y no
‘fuente’. 2) En el pasaje paralelo de Efesios 5:22,23, el término ‘cabeza’ tiene el sentido
claro de ‘tener autoridad sobre’. Lo mismo encontramos en Efesios 1:22. Es en este
sentido que Pablo usa el término aquí en 1 Corintios 11:3.
1 Corintios 14:33b38
Este es otro pasaje de la pluma del apóstol Pablo que es de relevancia para el debate
sobre el ministerio femenino ordenado, pues aquí Pablo pone algún tipo de restricción
para la participación de las mujeres.
Como en todas las iglesias de .los santos, vuestras mujeres callen en las
congregaciones porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como
también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos;
porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación (1 Corintios 14:33- 35).
El punto principal relacionado con este pasaje es ¿que tipo de restricción le está
imponiendo Pablo a las mujeres? Esta restricción no parece ser absoluta en el sentido
de reducir a las mujeres al silencio total en los cultos, ya que en 1 Corintios

11:5, Pablo da a entender que ellas podían orar y profetizar en las reuniones siempre
que se presentaban de manera apropiada, reflejando que estaban bajo la autoridad
masculina. La interpretación que trae menos problemas es la que defiende que Pablo
tiene en mente un tipo de ‘habla’ de parte de las mujeres que no implique una posición
de autoridad eclesiástica sobre los hombres creyentes. Ellas podían hablar en los cultos,
pero no de una forma en que parecían insubordinadas (ver y. 34). En el contexto
inmediato Pablo habla de ‘juzgar’ a los profetas en el culto (y. 29), y esto involucra un
cierto tipo de cuestionamientos, y posiblemente la corrección de los profetas por la
iglesia reunida. Posiblemente Pablo está prohibiendo que las mujeres pregunten o
enseñen a los profetas en público (ciertamente habría hombres entre ellos).Si ellas tenía
dudas en cuanto a lo que fue dicho por\uno o más profetas, las casadas entre ellas
deberían aclarárselo las casas con sus maridos (si eran creyentes, naturalmente, ver vs.
35). Esta prohibición de hablar autoritativamente en las iglesias ciertamente las excluye
del ministerio ordenado.
Respuestas a algunas preguntas
Veamos ahora algunas preguntas en conexión con la interpretación tradicional de este
pasaje conforme a lo expuesto arriba.

1. Este pasaje donde Pablo manda el silencio de las mujeres en las iglesias no fue
escrito por Pablo, sino por un escribano machista, muchos años después de Pablo, y
fue introducido en la biblia. Es una interpolación y no forma parte del texto inspirado.
Respondemos que aunque existen algunos problemas textuales en 1 Corintios 14:33-35
(en algunos manuscritos este pasaje aparece en un lugar diferente), sin embargo todos
los manuscritos griegos de 1 Corintios que tenemos tienen este pasaje. El que hace este
tipo de especulación carga con el deber de probar lo que afirma, o sea, producir un
manuscrito de 1 Corintios donde falta este pasaje.
Como se desconoce la existencia de tal manuscrito hasta hoy, esta pregunta queda en el
campo de las meras especulaciones.

2. Pablo simplemente se contradice.’ en el capítulo 11 él habla afirmando que la mujer


podía orar y profetizar en los cultos. Respondemos que aunque dejáramos de lado la doctrina
de la inspiración y la inerrancia de las escrituras, aún así esta hipótesis sería altamente
improbable que un hombre inteligente, capaz y agudo como Pablo se contradijera en un asunto
tan vital para el culto en las iglesias en el corto espacio ¡de dos capítulos! Si en el capítulo ji
Pablo permitía que las mujeres hablaran en culto, se sigue que la prohibición de capítulo 14
debe ser de algún tipo de compartir especial. Conforme a lo que estamos afirmando, la
prohibición de Pablo era con respecto a juzgar a los profetas.
3. Pablo está prohibiendo simplemente que las mujeres hablen en lenguas. Respondemos que si
esto es el sentido del pasaje, no es patente ni natural. ¿Por qué Pablo prohibiría solamente a las
mujeres que hablaran en lenguas? Se debe notar que las indicaciones de Pablo sobre lenguas se
terminan en 14:28. Después de esto él trata la cuestión de los profetas en 14:29-33. No tiene
mucho sentido que Pablo esté retornando al asunto de hablar en lenguas en 14:34. Sus lectores
ciertamente no percibirían esto.
4. Pablo se refiera a las conversaciones durante el culto que interrumpían el servicio divino.
Respondemos que este tipo de argumento realmente es machista, porque supone que las mujeres
son ¡más ‘hablantines’ que los hombres! ¿Por qué Pablo prohibiría las conversaciones de las
mujeres y no de los hombres?
5. La prohibición de Pablo es simplemente cultural, pues en el Oriente era vergonzoso para
una mujer hablar en culto. Pablo quería evitar motivos de conflicto y hostilidades sociales que
impidiera,? el avance del evangelio en Corinto. Nuestra respuesta es que las indicaciones de
Pablo están de acuerdo con el espíritu cristiano de todas las demás iglesias, 14:331,. Por lo tanto
no es sólo un mandato local para la iglesia en Corinto. Está conforme a la ‘ley’, una referencias
no a las leyes griegas (el término ‘ley’ nunca es usado en el Nuevo Testamento en este sentido),
sino conforme a las Escrituras donde claramente enseña la Sumisión de la mujer

(ver Gen. .3:16; Nm 30:3-13). Y las iglesias de Corinto no debían infringir las costumbres de las
demás iglesias o las enseñanzas de los apóstoles (14:36-38). Ellas no era la ‘iglesias madre’, de
quienes había salido la Palabra de Dios (14:36). Sus líderes, los profetas y los ‘espirituales’
debían reconocer la autoridad apostólica de Pablo y someterse a su enseñanza en este asunto
(14:37-38). Queda claro que Pablo esta estableciendo un principio permanente para las iglesias,
y no está ejerciendo una mera jurisprudencia teológica local por escrúpulos misioneros
culturales.

1 Timoteo 2:11-15

En su primera carta a Timoteo, su colaborador e hijo en la fe, quien tenía a su cargo la iglesia en
Éfeso, Pablo hace las siguientes indicaciones en cuanto a las mujeres:

La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar; ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero,
después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación,
con modestia (1 Timoteo 2:11-15).

La interpretación histórica de este pasaje es que el apóstol aquí determina que las mujeres
creyentes de Éfeso aprendan la doctrina cristiana en silencio, sometiéndose a la autoridad
eclesiástica de los que enseñan en el contexto, estos son hombres (y. 11). Ellas, por su parte, no
-

tienen permiso para enseñar a los hombres con esta autoridad, ni ejercer autoridad en las iglesias
sobre los hombres, sino que debe estar en sumisión y silencio (y. 12). El fundamento que
presenta el apóstol es doble: Dios primero formó al hombre y luego la mujer (y. 13). Y ella fue
engañada por Satanás y pecó (y. 14). La inferencia obvia es que las mujeres no pueden ser
ordenadas al ministerio, pues así estarían contradiciendo claramente lo que Pablo especifica, ya
que la ordenación al ministerio dota a la mujer con autoridad eclesiástica para gobernar y
enseñar a los hombres. En las cartas pastorales de Pablo, ‘enseñar’ siempre tiene el sentido
restringido de instrucción doctrinal autoritativa hecha cori el peso de la autoridad oficial de los
pastores y presbíteros (1 Tim. 4:11;
6:2; 5:17).
Notemos que Pablo no está prohibiendo todo y cualquier tipo de enseñanza hecha por las
mujeres en la iglesia. Las profetizas en la iglesia apostólica seguramente tenían algo que decirle
a los hombres durante el culto. Para el apóstol Pablo, el asunto es el ejercicio de autoridad
sobre los hombres, y no la enseñanza. El ministerio didáctico femenino, ejercido con la
autoridad que el oficio conlleva, sería una violación de los principios que Pablo percibe en la
creación y en la caída.

Respuestas a algunas dudas


Algunos han levantado dudas en cuanto a la interpretación tradicional que hemos dado
arriba. Vamos a intentar responder a ellas.
1. Si Pablo está prohibien4-jo que las mujeres enseñen, por qué Priscila enseñó a
Apolo (Hechos 18:24-26), y había profetizas en las iglesias primitivas? Respondemos
que enseñar en el Nuevo Testamento es una actividad bien amplia. El mismo apóstol manda
que las mujeres ancianas enseñen a las más jóvenes a amar a sus maridos (Tito 2:3-5).
Así, queda claro que Pablo no está ordenando una prohibición general. La enseñanza
que Pablo no permite es aquella en que una mujer asume una posición de autoridad
eclesiástica sobre el hombre. Esto se torna evidente por el hecho de que Pablo
fundamenta su enseñanza en las diferencias con que el hombre y la mujer fueron
creados (y. 13), y por la frase ‘dominio sobre el hombre’ (y. 12b).
2. Las indicaciones de Pablo simplemente se refieren a que las mujeres no enseñen a
sus esposos, ya que las palabras usadas por Pablo para ‘hombre’ y ‘mujer’ en este
pasaje pueden ser traducido, como ‘esposa’ y ‘esposo’.
Respondemos que esta traducción no es muy factible. El contexto y la forma en que
Pablo construye las frases apuntan en otra dirección. Si Pablo quería referirse a los esposos,
habría usado un artículo definido o un pronombre posesivo antes del término ‘hombre’.
Si así fuera el caso, quedaría así:
«No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza dominio sobre su esposo», como lo hace
en Efesios 5:22 (ver Col. 3:18). Aparte de estas consideraciones, el contexto claramente
trata de hombre y mujer genéricamente (1 Tim. 2:8-9).

3. La crítica moderna ya probó que 1 ‘Timoteo no fue escrita por Pablo sino por un discípulo
de él, en el siglo 2, quien tenía tendencias machistas. Respondemos que la crítica moderna no
ha presentado resultados tan seguros como se alega. No tenemos espacio aquí para exponer los
argumentos a favor del carácter genuino de 1 Timoteo. Nos limitamos a decir que los
argumentos presentados en contra de la autoría paulina no son tan convincentes como para
abandonar lo que la Iglesia ha aceptado durante siglos. Las diferencias de estilo, algunas
diferencias de vocabulario y énfasis doctrinales que se encuentran en 1 Timoteo pueden ser
explicado fácilmente de otra forma que negar la autoría de Pablo. No debemos rechazar las
implicaciones de 1 Timoteo 2:11-15 para el debate con base en un hipótesis de algunos teólogos
liberales en cuanto a la autenticidad de esta carta.

4. Si el mismo Pablo enseña que no hay más condenación para los que están en Cristo (Rom.
8:1), ¿por qué las mujeres creyentes aún tienen que cargar sobre ellas la culpa de Eva?
Respondernos que ninguna mujer cristiana lleva la culpa del pecado de Eva (todas nuestras
culpas fueron pagadas por el Señor Jesús), pero si lleva las consecuencias de ella. Estas
consecuencias son más que la sumisión al marido: incluyen también los dolores de parto y la
misma muerte (Gen 3:16, 19). Estos serán quitados solamente en la resurrección de la muerte.
Pero aún más, la sumisión de la mujer no fue establecido solamente después de la caída, sino
que en la misma creación del hombre y la mujer, como ya vimos ampliamente arriba.

Conclusión
Nuestro análisis de los pasajes más usados para defender la ordenación de la mujer al
ministerio demostró que estos no dan apoyo a los objetivos del programa feminista,
aunque ciertamente debemos impulsar y defender el ministerio no ordenado de la mujer
en nuestras iglesias. Por otro lado, nuestro análisis de los pasajes usados como evidencia
de que Dios no quería que las mujeres cristianas ministren a los hombres con autoridad
eclesial en la iglesia – sea en las enseñanza o el gobierno – mostró que la interpretación
tradicional de estos pasajes se encaja en sus contextos, honra la aplicabilidad de los
principios bíblicos para nuestros días, y responde satisfactoriamente a las objeciones.

Pastor: Finalmente, ofrezcamos la oración que nos enseño nuestro Señor Jesucristo:

Padre Nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu
voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos
del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos, Amén.

La ofrenda de paz
Oración de gratitud por el sacramento La Santa Cena
-

Palabras de la institución del pan y vino


Distribución y comunión de la Cena del Señor
Pastor: Que Dios le fortalezca y le preserve por estos signos y sellos de nuestra salvación, para
que ande en fe y obediencia. En el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Congregación: Amén

Canto de gratitud

Bendición (Por ejemplo, Números 6:24-26)


Doxología
Salida y saludos mutuos

Liberada del feminismo


El testimonio personal de Carolyn
McCuIley
Por Carolyn McCulley

Hay una cierta respuesta de los hombres que tanto las mujeres cristianas corno las
feministas deseamos obtener: una benevolencia masculina, de tal manera que los
hombres sepan vivir con las mujeres de una manera comprensiva, siendo considerados y
respetuosos con aquellas que son coherederas del hermoso regalo de la vida.
Las feministas seculares abordan este deseo de una manera estridente, desde una
posición de enojo. A las mujeres cristianas se les enseña abordarlo con suavidad, desde
una posición de confianza en Dios sabiendo que su palabra manda al hombre a vivir a la
altura de este estándar (1 Pedro 3:7) y a la mujer a que lo cultive con un espíritu de
gracia y de paz (v.4).
En mi propia generación, ha sido claramente evidente que minimizar a los hombres a
través del enojo ha tenido efectos culturales desastrosos. Les hemos dicho a los hombres
que no podemos contar con ellos, y les hemos dado abundancia de formas de eludir las
responsabilidades por las relaciones que inician y los hijos que procrean. Los índices
culturales productos de este error continúan en ascenso: pornografía, abuso sexual,
asesinatos públicos de mujeres estranguladas, hijos sin padres, y enfermedades de
transmisión sexual para nombrar algunos focos. ¡, De qué se liberan las mujeres en este
-

desastre?!
Consecuencias impredecibles
Cuando crecía en los rebeldes años 70s nunca preví estas consecuencias. Aun cuando
niña, mi feminidad era una fuente de confusión para mí. Siendo la mayor de tres hijas,
siempre sentí que tenía que probarle a los niños que yo era más rápida, más inteligente, y más
agresiva que ellos. Yo no quería tener límites, y buscaba toda oportunidad que me permitiera
para demostrar mi independencia. Como me regodeaba y me jactaba cuando Billy Jeans derrotó
a Bobby Riggs en un partido de tenis enormemente publicitado como la batalla de los sexos.
En mi adolescencia también fui cabeza dura y no me sometía a mi padre. No respetaba sus
decisiones, y buscaba la manera de desgastarlo a través de constantes discusiones. Aunque mi
madre nos llevaba a mí y a mis hermanas a misa todas las semanas, yo carecía de una brújula
espiritual personal, y adoptaba cualquier filosofía que estuviera de moda.
Llegue a la universidad llena de la ‘sabiduría’ de la revista Cosmopolitan, pero iba a
encontrarme con algo aun más insidioso que las revistas de modas: el feminismo y el
Departamento de Estudios de la Mujer. Clase tras clase se promovía la perpetua
victimización, el irrespeto a todos los hombres, una declarada aceptación del lesbianismo, y el
enojo militante. Yo me convertí en un asistente de enseñanza en ese departamento por un
semestre antes de graduarme con un titulo en periodismo y un certificado en estudios de la
mujer. Mis años 20s fueron más de lo mismo. Recuerdo que cuando tenía 29 años estaba tan
confundida y deprimida que entré a terapia para entender porqué estaba tan enojada y porque
todavía estaba soltera. (No sería que las dos cosas pudieran estar relacionadas!) Obviamente, yo
no tenía una visión muy positiva de mi feminidad, y mi terapeuta no hizo mucho progreso
conmigo. Sin embargo, Dios intervino gentilmente justo cuando llegaba a los 30. Realicé un
viaje de placer a Sur África para visitar a mi hermana, quien vivía allí en ese entonces. Escuché
el evangelio mientras estaba allí, y durante la última semana de mi visita, escuché al pastor
norteamericano C.J. Mahaney, predicar en una iglesia en Cape Town. ¡El estaba tan apasionado
por Jesús, y era tan real! Su relación con Cristo me llamó la atención, y decidí responder al
trabajo regenerador del Espíritu Santo en mi vida, y le entregué mi vida a Cristo. Cuando
regresé a casa, llamé a la iglesia del pastor Mahaney para obtener una recomendación para una
iglesia evangélica en mi ciudad.

El choque cultural del cristianismo

Aunque yo sentía que Dios me estaba llamando a esta iglesia, yo estaba en un choque cultural.
Era como estar en otro planeta las mujeres y sus puntos de vista eran completamente

desconocidos para mí. Recuerdo haberme reunido con mi pastor y su esposa al poco tiempo de
haber empezado a asistir y haber hecho una burla de la sumisión. ¡No podía creer que todavía
hubiera alguien que creyera en esa parte de la Biblia! Mi pastor sabiamente me preguntó si a mí
me gustaba leer, y luego me recomendó leer el libro Recuperando la masculinidad y la
feminidad bíblicas una lectura teológica que no se recomienda típicamente a una persona que
-

tiene dos meses de convertida.


Dios utilizó esa conversación para comenzar a reorganizar mis conceptos de feminidad y
sexualidad, y a renovar mis puntos de vista de toda la vida sobre el aborto, la inmoralidad
sexual, y hasta la sumisión. Leí la palabra de Dios ansiosa por descubrir porqué mis nuevos
amigos de la iglesia tenían puntos de vista tan diferentes a los de todos los demás que yo
conocía. De Génesis, entendí que la creación está llena de los propósitos de Dios. De los
evangelios, entendí que la redención está llena de propósitos. Me di cuenta que él era muy serio
en cuanto a la pureza sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio.
También me convencí de que el aborto es un terrible acto de egoísmo para no tener que
enfrentar las consecuencias del pecado sexual. Igualmente importante, supe que Dios me había
hecho mujer, y que él tiene tareas y roles específico para mí que lo glorificarán a él ante un
mundo todavía incrédulo. Poco a poco, iba preocupándome más de su gloria, y no de la mía.
A medida que estudiaba la Biblia, también estudiaba los matrimonios de mis nuevos amigos,
ansiosa por conocer como se veía en la vida real este concepto cristiano del benevolente
liderazgo masculino y la gozosa sumisión femenina. Aunque no era perfecto, lo que veía era
atractivo. Veía hombres que sacrificaban sus propias preferencias y placeres para asegurarse que
sus esposas y sus hijos fueran cultivados espiritualmente. Estos eran hombres que tomaban en
serio su responsabilidad de ser siervos líderes. Ellos no veían el matrimonio como una trampa o
a sus hijos como un impedimento para sus propias diversiones o pasatiempos del fin de semana.

En lugar de eso, sus Familias eran vistas como regalos dignos de su arduo trabajo.
Asimismo, veía que mis amigas casadas buscaban respetar y hacer crecer a sus esposos. Yo
estaba acostumbrada a escuchar las quejas de las mujeres sobre lo inútiles y poco confiables que
son los hombres pero esto no era lo que escuchaba de las mujeres maduras en mi iglesia. Su

sumisión parecía me atrevo a decir liberadora?! Ciertamente parecían libres de mucha de la


— -

discordia, sarcasmo, y decepción que yo me encontraba en los matrimonios modernos.


Poco a poco, comencé a notar que el trabajo en equipo de estos matrimonios reflejaba el trabajo
en equipo en la iglesia. Mientras los hombres casados tenían la responsabilidad de guiar a sus
familias, estos mismos hombres eran llamados a someterse a los líderes espirituales que Dios
había puesto sobre ellos. De hecho, cuando yo me enfocaba en las limitaciones que yo percibía
en la sumisión de una esposa hacia su marido, demostraba que no había comprendido que la
sumisión es lo que ciñe todo el concepto de cristianismo. Mi mayor ejemplo de sumisión es mi
Señor, cuya obediente sumisión garantizó mi redención. Como Hebreos 5:7 dice, «Y Cristo, en
los días de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lagrimt2s al que le podía
liberar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente)’.
Con el tiempo, a medida que crecía en conocimiento del Señor y de su palabra, me di cuenta
que la independencia que me había esforzado tanto en proteger cuando era inconversa era un
simple auto-engaño. Como criatura finita, era completamente dependiente de Dios hasta por mi
propia vida y respiración. No había sido independiente. Más bien, había sido terca, Pude
comprender que la sumisión simplemente me despoja de mi orgullo y no mi dignidad como ser
creado a la imagen de Dios mismo.
Soltera y totalmente femenina
Una vez que comprendí el dulce fruto de la sumisión femenina, todavía tenía que descubrir
cómo aplicarla a mi vida diana. Una de las áreas en las que he luchado es cómo debe verse la
feminidad en una mujer soltera. Dado que el Señor hizo a la mujer para ser una ayudadora, los
perfiles de la feminidad bíblica usualmente son esculpidos a través de las relaciones con los
demás como esposa, madre, hija, hermana, tía. Aunque yo soy definidamente hija, hermana, y

tía, no soy (todavía) esposa ni madre, Pero sé que Dios me creó a su imagen, y que me ha dado
este regalo de la soltería en esta época de mi vida. Estos no son conceptos mutuamente
excluyentes, pero todavía tengo dificultades con cómo expresar los dos para la gloria de Dios.
Al final de 1998, me mudé para tomar un trabajo como parte de un ministerio misionero y para
servir en una iglesia local pastoreada por el pastor que conocí en Sur África, C.J. Mahaney. Un
año después, asistí a una serie de seminarios sobre el libro de Tito impartidos por su esposa,
Carolyn Mahaney. A través de sus enseñanzas, me di cuenta que de las siete cualidades que
Pablo le dice a Tito que les pida a las mujeres mayores que enseñen a las mujeres jóvenes, solo
dos de ellas son explícitamente dirigidas a las mujeres casadas, y una a las madres. Eso deja por
lo menos cuatro cualidades para todas las mujeres, solteras o casadas. A pesar de mi estado
civil, yo debo tener auto control, sor pura, cuidar de mi casa, y ser generosa. Esa es una orden
difícil de cumplir, pero no significa que debo ignorar las otras tres. Hay implicaciones para las
mujeres solteras en los mandamientos de amar a sus esposos y a sus hijos y de ser esposas
sujetas a sus esposos. Basadas en ese pasaje, las siguientes son algunas maneras en las que Dios
me ha dado la gracia de aplicar a mi vida las virtudes que se mencionan en Tito 2, y de disfrutar
genuinamente mi feminidad como mujer soltera.

«Que amen a sus esposos»

Por toda la basura mundana que yo había absorbido en los temas de feminismo, inicialmente leí
un número de libros sobre el matrimonio cristiano. He continuado leyendo ampliamente sobre el
matrimonio cristiano, y cuando ha sido apropiado, he asistido a seminarios. Quiero tener una
visión bíblica del matrimonio si el Señor me da ese regalo. Pero hay una aplicación práctica
para mi vida ahora mismo. Creo que puedo servir a mis hermanas casadas al apoyar sus
matrimonios. En nuestras conversaciones y con mis observaciones sobre sus vidas, quiero poder
ayudar a mis amigas casadas a pensar bíblicamente acerca de sus matrimonios y a pensarlo
mejor de sus esposos. En cuanto a las no creyentes, quiero estar preparada para explicar el
misterio de Cristo y la iglesia en la institución del matrimonio. Mientras el mundo nos dice que
no tenemos conocimientos validos que compartir a menos que hayamos experimentado un
aspecto particular de la vida, la palabra de Dios nos equipa para el discernimiento sabio, sin
importar nuestras experiencias o quizás, a pesar de ellas. Finalmente, si Dios me da el regalo

del matrimonio, quiero amar a mi futuro esposo desde ahora a través del desarrollo de una
perspectiva bíblica sobre el amor, el matrimonio, y el papel de una esposa antes de casarme. Me
doy cuenta que la <(mujer virtuosa» que se menciona en Proverbios 31 le trae a su esposo «bien
y no mal TODOS los días de su vida» los días antes y los días después del matrimonio. Lo que

estoy sembrando en estos días de mi vida es parte del diseño de Dios para bendecir a mi esposo -

sin mencionar darle la gloria a el sin importar mi estado civil.

«Que amén a sus hijos>’


Tengamos hijos o no, las mujeres somos llamadas a cuidar la nueva vida a nuestro alrededor en
muchas formas. Antes de convertirme en cristiana, no estaba muy interesada en los niños.
Asumía que algún día tendría hijos, pero era indiferente con los niños a mí alrededor y no me
interesaba pasar ningún tiempo con ellos. Esta es una de las áreas en las que Dios ha hecho un
tremendo cambio en mi vida. Al pasar de los años, he tenido ricas relaciones con muchos niños.
El Señor también me ha dado la oportunidad de evangelizar niños. Hasta he creado un club
informal con unos seis niños en mi vecindario. Ellos llegan por refrescos y videos y yo
comparto el evangelio y oro con ellos.
Aunque no tengo mis propios hijos, tengo tres sobrinas y un sobrino en los cuales invertir. Se
requiere planeamiento para estar involucrada en sus vidas, pero vale la pena cultivar esas
relaciones. Puesto que he experimentado indirectamente los sacrificios de la maternidad cuando
he ayudado a mis

hermanas en estos años, tengo una ventana hacia ese aspecto de la feminidad. A través de este
tiempo juntos, he desarrollado amistades de uno a uno con estos pequeños parientes que espero
que florezca a través de las diferentes épocas de nuestras vidas. Quiero ser un pariente
importante en sus vidas, no una tía lejana. Eso significa renunciar a las oportunidades de pasar
mis vacaciones con mis amigos para pasarlas con mis sobrinas que viven lejos. Eso significa
renunciar a eventos sociales los fines de semana para cuidar a mi sobrino y sobrina que viven
cerca, o tomar un día libre durante el verano para planear un día especial de aventuras con ellos.
Pero también significa que soy la beneficiaria de mensajes de correo electrónico chistosos,
dibujos elaborados, «tesoros» especiales envueltos en gruesas capas de papel y cinta adhesiva, y
grandes abrazos cuando toco a sus puertas. De alguna manera, no me parece ningún sacrificio.
Quizás esto contribuyó a la reciente decisión de una de mis hermanas y su esposo de
nombrarme guardián de sus dos hijas en caso de que ellos mueran en un accidente. A pesar de
que soy soltera, ellos pensaron que yo podría guiar a sus hijas lo más cerca posible a sus
valores. ¡No hay palabras para expresar lo que ese acto de confianza significó para mí!
«Que tengan auto dominio»
Mi mayor reto en cuanto a auto dominio como mujer soltera es en el área de la especulación
sobre los hombres y el matrimonio. Creo que no estoy sola en esto. Sé que he sido llamada a
esperar y a confiar, pero es tan fácil para mi hacer lo opuesto ya sea a intentar manipular las

circunstancias a mi favor, o a quejarme cuando otros son bendecidos con el cortejo o el


matrimonio. Con los años, el Señor ha hecho mucho por matar en mi el pecado de la auto-
lástima por las esperanzas de matrimonio pospuestas, y uno de los frutos de eso es que ahora
sirvo gozosamente a muchas parejas como organizadora de sus bodas. Pero el contentamiento
puede ir y venir en mi vida. A veces siento que el gozo baña mi alma como las olas que bañan la
costa. Otras veces siento que se va como el agua que retrocede cuando baja la marea. Esto no es
otra cosa que el resultado de cambiar mi enfoque: cuando el gozo parece alejarse, me doy
cuenta que he estado observando críticamente mis circunstancias en lugar de estar
contemplando la gloria a Dios.

Una forma específica en la que hago esto es cuando me encuentro «probando» a los hombres en
mi mente. A juzgar por las conversaciones que he tenido con muchas mujeres solteras, esta es
una tentación muy común. Tendemos a conocer hombres solteros, buenos y atractivos,
inmediatamente nos imaginamos cómo sería cortejar y casarnos con este hombre. Convencidas
de que esta es una posibilidad, comenzamos a analizar cada uno de sus movimientos mientras
discutimos cada escenario con nuestra «red de amigas». Una buena amiga mía le llama a esto
«noviazgo imaginario» ¡una frase invaluable! Ejercitar el auto-control en esta área como mujer

soltera es poner límites razonables a las conversaciones con nuestras amigas sobre nuestros
intereses románticos. El hecho de hablar hace que nuestros deseos se conviertan en expectativas,
lo que eventualmente se convierte en una exigencia. En mi vida, he descubierto que me meto en
problemas cuando registro en mi diario cada interacción que tengo con un hombre soltero, o
cuando hablo sobre este hombre con muchas de mis amigas. Para mi, auto-control significa
limitar estas detalladas conversaciones a mis compañeras de confianza y a aquellos que están
sobre mí en el Señor, como el líder de mi pequeño grupo o mi pastor y su esposa. Ellos saben
que soy débil, y me animan a mantener mi enfoque a donde pertenece.
«Cuidadosas de su casa»
Esto ha sido todo un reto para mí como mujer soltera pues trabajo fuera de la casa para
mantenerme. Tengo que ser muy cuidadosa para planear mi horario para poder estar mi casa una
o dos noches a la semana. Esto es difícil tratándose de mi ocupada iglesia, pero esta virtud de
Tito 2 me da una visión de prioridad.
Luego están los quehaceres domésticos. En mis 20s, yo vivía con montañas de ropa sucia y
periódicos. Mi casa era el lugar de paso entre mis compromisos externos. Yo no tenía ninguna
visión de la domesticidad. Sin embargo, después de ver los modelos de las artes domesticas,
deseaba cambiar. Comencé a practicar la cocina, a ofrecer cenas, a comprar decoraciones para el
hogar, y hasta escogí mi propio juego de china fina. Eso fue un gran paso porque es difícil
visitar tiendas de china sin tener que admitir que no tienes una fecha para la boda. Ahora Dios
me ha bendecido con mi propia casa, y estoy tan feliz de anidar allí que hasta tengo que revisar
¡que no tengo ramas y hojas en mi cabello antes de irme a trabajar!
Aunque a las mujeres solteras no nos damos el lujo de estar ocupadas con nuestras familias, sí
podemos estar ocupadas en asuntos del reino de los cielos. Nuestras casas pueden ser el lugar
donde podemos orar con otros, consolar a otros, evangelizar a otros, y servir a través de la
hospitalidad. Romanos 12:13 claramente nos dice que practiquemos la hospitalidad y alabemos
a Dios, y este mandato no hace diferencias entre solteras y casadas. No importa la estructura de
nuestro hogar, nuestras casas pueden ser faros de esperanza y hospitalidad en nuestra
comunidad. Sólo por esta razón, me encanta tomar fotografías de aquellos que han estado en mi
casa y desplegarlas junto a ese versículo bíblico de romanos.

La libertad de Cristo
Pablo exhortó a los Gálatas a recordar que «para la libertad Cristo nos hizo libres». Antes
de mi conversión, yo veía el cristianismo como una carga, una religión con muchas reglas y
leyes. No estaba capacitada para ver que mi propio pecado era la esclavitud mas grande. Como
lo hemos hecho todos desde Adán y Eva, yo culpaba a otros por la opresión del pecado en mi
vida. Yo creía que necesitaba ser liberada de los hombres que desprecian a las mujeres, de los
trabajos estereotipados, y de las «cargas» de la moral sexual tradicional. No podía ver que mi
propia justicia, orgullo, enojo y obstinación causaba mas daño a mi felicidad real que cualquier
percepción de disminución de mi libertad.
Cuando Cristo inauguró su reino, sorprendió a todos incluyendo a sus propios discípulos con el
- -

«mundo opuesto» que el introdujo. Todo estaba «al revés» del pensamiento natural de los
hombres. Los más grandes eran los siervos. Había que orar por nuestros enemigos y hasta
amarlos. Lo que nos hace impuros viene desde dentro de nosotros, de nuestros corazones, no de
lo que nos ponemos. Para tener vida eterna, debemos nacer de nuevo.

No tiene sentido a primera vista, pero la Biblia promete que la sabiduría de Dios «es locura
para el mundo» (1 Corintias 1: 18-21). De lo que estoy más agradecida es que me liberó de mi
frívola manera de pensar y de las ataduras del pecado, y me guió al camino eterno.

Carolyn McCuIley es la especialista en mercadeo y medios de comunicación para el ministerio


misionero So

vereign Grace Ministres. Ella es también autor independiente que escribe para varias
publicaciones. Este art ículo fue publicado en la página web de CBMW, y es traducido con
permiso. Se puede visitar esta página en inglés al: ivww.cbmnw.org

Estudiantes del Centro Educativo Cristiano


Reformado, San José, Costa Rica. Este
colegio imparte K-i1 y tiene 250 alumnos.

194
,. )i .

Pastoras, ancianas y diaconisas:


una perspectiva bíblica
Por Augustus Nicodemus Lopes
(Cotnenarnoç con este número una parte de una serie sobre la ordenación de la mujer para los
oficios de la Iglesia.
Esperamos que sea una contribución positiva para este
diálogo.)
Esta primera parte sobre el desarrollo histórico es basado en una tesis de maestría hecha por
Ludgero Bonilha Morais, intitulado A Espirjtualjdade Femjnjnjsta
Poca duda puede haber en cuanto a la validez y necesidad del ministerio femenino en Ja Iglesia
de Cristo. Hay abundantes pruebas en el Antiguo y Nuevo Testamentos de que las mujeres
deserripeñaron papeles cruciales, ocupando funciones destacadas y siendo instrumento de
bendición para el pueblo de Dios, tales como las profetizas y las juezas de Israel, las ayudadoras
de Jesús y los apóstoles, las profetizas de las iglesias apostólicas y aquellas que recibieron
iglesias en sus casas sólo para mencionar algunas.
-

La pregunta, sin embargo, que ha dividido a los evangélicos en años recientes es sobre la
validez, necesidad y lo apropiado del ministerio femenino ordenado. O sea, mujeres que ejercen
sus actividades habiendo sido ordenadas para este fin por sus iglesias. No existe debate en
cuanto a la participación de las mujeres en la vida de la iglesia. El debate gira en torno del
ejercicio de los oficios eclesiásticos por ellas.
La parte histórica sobre el movimiento feminista, y también la respuesta a la indignación sobre
el patriarcado en el último
10

artículo están basadas en la tesis de maestría del Rey. Ludgero Bonilha Moraes. La pa’ie
que ariali22 os irio hi’iics
Nuevo I’estarnento que son mas relevantes para nuestro terna esta basada en material que yo
escribí anteriormente, publicado por Publicaçóes Evangélicas Selecionadas en Ordena çdo de
Muiheres, y es usado con permiso.
Breve resumen histórico del
movimiento feminista
Es de gran ayuda para nosotros estudiar el surgimiento del movimiento feminista. Generalmente
una perspectiva global y amplia del tema bajo discusión nos ayuda a entender mejor
determinados aspectos del mismo. En el caso del movimiento feminista, su historia nos revelará
que la ordenación de mujeres al ministerio es a penas un punto de una agenda mucho mas
amplia y radical.
Orígenes del movimiento feminista
fuera de la Iglesia
Examinemos primero el movimiento feminista fuera de la iglesia, enfocando en sus principales
protagonistas.
Siglo 18: La vindicación de los derechos de la mujer
La ‘Primera honda’ del feminismo tuvo inicio en la primera mitad de los años 1700, cuando una
inglesa, Mary Wollstonecraft, escribió A Vindication of the Rights of Woman (Una vindicación
de los derechos de 1p mjer). Un año después de esta publicación, Olimpe de Gouges publicó un
panfleto en París intitulado La Droits de la Femme (Los Derechos de la mujer) y una americana,
Judith Sargent Murray, publicó On the Equality of the Sexes (Sobre la igualdad de los sexos).
Otras pensadoras feministas surgieron en poco tiempo tales como Frances Wright, Sarah

1
- .. • - --.. , -r ‘
11

1
(irimke, Sojourner Truth, Elizabeth Cady Stanton, Susan B. Anthony, Han-jet Taylor y también
John Stuart Mill. Sus pensamientos y obras fueron defendidos con fervor y poco a poco fueron
dejando profunda influencia en la sociedad moderna contemporánea del mundo occidental.
Siglo 19: La Declaración de los sentimientos
En 1848 cerca de 100 mujeres se reunieron en una convención en Sencca PalI, Nueva York,
para ratificar la Declaración de los Se,zti,nientos, escrita para defender los derechos naturales
de la mujer. Las autoras de la Declaración de los Sentimientos reclamaban que las mujeres
estaban impedidas de tener posiciones en la sociedad con respecto a trabajos mejores, además
de no recibir el pago équitativo por el trabajo que realizaban. Notaron que las mujeres estaban
excluidas de profesiones tales como la teología, medicina y abogacía, y que todas las
universidades estaban cerradas a ellas. benunciaban también un doble patrón de moral que
condenaba a las mujeres con penas públicas pero excluía a los hombres del mismo castigo en
relación a crímenes dé naturaleza sexual. La Declaración fue un marco profundamente
significativo en el movimiento feminista. Sus reclamaciones eran, en su gran mayoría, justas y
Consistentes. Por esto, el movimiento fue ganando muchas y muchos adeptos, a pesar de las
grandes barreras que eran impuestas a las mujeres que se exponían a la defensa de sus ideas e
ideales. La leyes del divorcio fueron liberalizadas y Ocurrieron cambios drásticos con el estado
legal de la mujer dentro del contexto del matrimonio. Alrededor de los años 30, como resultado
de su educación profesional, las mujeres comenzaron a entrar en el mercado de trabajo como
fuerza competitiva. Muchas barreras legales, políticas, económicas y educativas que restringían
a la mujer fueron removidas y ella comienza a pisar el mundo del hombre con pasión y celo.
Siglo 20: Si,none deBeauvoiry Betty Friedan

La primera fase de la construcción del feminismo moderno


comenzó con la obra de fi’osofía de imonç dçDçuyçir, Lç Deuxime Se.e (LI
seguntio sv), en 1-f 9. Ln tiiujei, eUi deBeauvoir, fueron definidas y diferenciadas tomando como
referencia al hombre, y no con referencia a ellas mismas. Ella creía que el sexo masculino
tomaba a sí mismo como medida por la cual el mundo entero era medido, incluyendo a las
mujeres, siendo ellas definidas y juzgadas por este patrón. Las mujeres eran el «otro» no
esencial. Simone deBeauvoir observa esta falta de igualdad del estátus sexual en todas las áreas
de la sociedad, incluyendo la económica, industrial, política, educacional, y hasta en relación
del lenguaje. Las mujeres fueron forzadas por los hombres a conformarse y moldearse a aquello
que los hombres creaban para su propio beneficio y placer. A las mujeres de sus días no les era
permitido o no eran animadas a hacer o llegar a ser otra cosa más allá de que el femenino eterno
dictaba; ellas eran cercadas en un papel de «Kuche, Kirche, und Kinder» (cocina, iglesia e
hijos). De acuerdo con deBeauvoir la mujer estaba destinada a existir solamente para la
conveniencia y el placer de los hombres.
Al inicio de los años 60 una periodista norteamericana, Betty Friedan, transformó los conceptos
filosóficos de Simone deBeauvoir en algo más fácil de asimilar para la mujer moderna, al
publicar La Mística Femenina, un libro que examina el papel de la mujer norteamericana. Según
Friedan, las mujeres de sus días fueron enseñadas a buscar satisfacción sólo como esposas y
madres. Ella afirmó que esta mística del ideal femenino produjo mujeres infantiles y frívolas,
casi como niñas, livianas y femeninas, pasivas, cón3odas sólo en el mundo de la cama y la
cocina, de sexo, de bebés y de casa. Al igual que deBeauvoir, ella afirma que la única manera
para que la mujer se encuentre a si misma es conocerse a si misma como una persona seria, por
medio de la obra creativa ejecutada por ella misma. Friedan bautizó el dilema de las mujeres;
«Un problema sin nombre>’. Friedan estaba de acuerdo con deBeauvoir que la liberación de las
13

12

mujeres requeriría cambios estructurales profundos en la sociedad. Para esto, las mujeres
tendrían que tener control de sus propias vidas, tendrían que definirse a sí mismas y diçtar su
propio destino.
El «Problema sin nombre» el pat riarcado
-

Al final de los años 60 la autora feminista Kate Millett usó el término ‘patriarcado’ para
describir el «problema sin nombre» que afligía a las mujeres. El término tiene su origen en dos
palabras griegas: pater, que significa ‘padre’, y arche, que significa ‘gobierno.’ La palabra
‘patriarcado’ era entendida como el ‘gobierno del padre’, y era usada para describir el dominio
social del macho y la inferioridad y la servidumbre de las mujeres. Las feministas pusieron el
patriarcado como la causa última del descontentamiento de las mujres. La palabra patriarcado
definía para ellas el problema que deBeauvoir y Friedan no pudieron nombrar, pero sí logriron
identificar. De acuerdo con las feministas, el patriarcado fue el poder de los hombres que
oprimía a las mujeres y que era responsable por la infelicidad de ellas. Las feministas
concluyeron que la destrucción del patriarcado traería de vuelta la realización de las mujeres. La
liberación de las mujeres del patriarcado permitiría que ellas llegaran a poder realizarse.
Surgimiento del movimiento feminista
dentro de la iglesia
Katherjne Bliss
Podemos considerar el libro de Katherjne Bliss, El trabajo y el estátus de la mujer en la
Iglesia (1952) como el marco inicial del movimiento moderno feminista dentro de la
cristiandad El libro era basado en una encuesta sobre las actividades y los ministerios en los
cuales las mujeres cristianas estaban comúnmente involucradas Bliss observó que, a pesar de
que las

14
It’

mujeres estuvieran muy involucradas en la vida de la Iglesia, la participación de ellas estaba


limitada a papeles auxiliares tales coiiiu la Eula Dvuiiuial y la ¡iiu. LS..
participaban en los puestos de liderazgo tradicionalmente aceptados, tales como la enseñanza,
predicación, administración y evangelismo, aunque muchas de ellas parecían estar preparadas y
tenían dones para estos ejercicios. Bliss le llamó la atención a la Iglesia para que una re-
evaluación de los papeles hombre/mujer en la Iglesia, particularmente la ordenación de las
mujeres.
Activistas cristianas abren fuego
La obra de Blis sirvió como munición para los activistas cristianos en la lucha por los derechos
civiles y políticos en 1961. Ellos, junto con las feministas en la sociedad secular, comenzaron a
vocalizar su descontento con el tratamiento diferente que las mujeres recibían a causa de su
sexo, inclusive, dentro de las iglesias cristianas. En este mismo año, varios periódicos
evangélicos publicaron artículos sobre el ‘síndrome de las mujeres limitadas a los papeles de
casa y de esposa’, donde se argumentaba que las mujeres estaban restringidas a los papeles
inferiores en la Iglesia. Los hombres podían ser ministros ordenados, pero a las mujeres se les
imponían barreras para las actividades ministeriales como la enseñanza, la consejería y el
pastoreo. Las mujeres, afirmaban los activistas, desean participar de la vida religiosa en un nivel
más significativo que sólo la costura, o dirigir los bazares, o poner la mesa para la Santa Cena, o
los servicios generales tales como levantar recursos para los necesitados actividades con
-

frecuencia designadas para ellas. Al igual que con el trabajo físico, ellas querían contribuir con
ideas para la Iglesia.
El €‘onsejo Mundial de Iglesias
La atención dada a los papeles de los hombres y las mujeres dentro de la Iglesia se hizo más
intensa en la medida en que el movimiento secular de las mujeres fue ganando fuerza. Ya en
15

1961 el Consejo Mundial de Iglesias distribuyó un panfleto intitulado En cuanto a la


ordenación de las mujeres, llamando a las iglesias afiliadas a que hicieran un «re-examen
de sus tradiciones y leyes canónicas». Varias denominaciones Comenzaron a aceptar que el
cristianismo había incorporado en sus valores una actitud patriarcal dominante de la
cultura de sus orígenes. Muchos católicos, metodistas, bautistas, episcopales,
presbiterianos, congregacionajjsa y luteranos estaban de acuerdo: la mujer en la Iglesia
necesitaba liberación. Con esta conclusión en mente, de que la mujer necesitaba de
liberación dentro de la Iglesia, se estableció un camino de acción que tenía como mcta
abrir el ministerio ordenado tanto para la mujer como para el hombre.
En los aÍos 60 las feministas cristianas se pusieron en un rumbo paralelo a aquel
establecido por las feministas en la sociedad secular. Ellas, junto con sus contrapartes,
buscaron anular las diferenciación de papeles hombre/mujer. El tema dominante fue la
necesidad de que la mujer se definiera a sí misma. Las feministas creían que a las
mujeres se debía permitirles hacer todo lo que el hombre puede hacer, de la misma
manera y con el mismo reconocimiento que es conferido al hombre. Esto, según ellas
creían, constituía la verdadera igualdad.
Los primeros argumentos en pro de
la ordenación de las mujeres
Las feministas cristianas buscaron la inclusión de las mujeres en el liderazgo de la
Iglesia sin un análisis claro de la estructura y funcionamiento de la misma según el
patrón bíblico. Ellas simplemente juzgaron la Iglesia como sexista e iniciaron su camino
de acción en respuesta a este juicio. Las feministas cristianas, mano a mano con sus
contrapartes seculares,
16

comenzaron a demandar “derechos iguales”. Para la defensa de estos “derechos”, a esta altura
del movimiento feminista
çIi,tiLu1d, tudavía paLLÍu ds.1 jJi la biL’Iia %L.4
Palabra de Dios. Veamos sus argumentos:
Los Padres de la Iglesia fueron influenciados por el patriarcalismo
Según las feministas cristianas, Clemente de Alexandría, Orígenes, Ambrosio, Crisóstomo,
Tomás de Aquino, Lutero, Tertuliano, Calvino y otros teólogos y líderes importantes de la
Iglesia Cristiana, influenciados por el patriarcado, reafirmaron la inferioridad de la fútijer a
través de la historia de la Iglesia, y así, prohibieron la ordenación de la mujer y cometieron en-
ores en cuanto a los papeles conyugales. Las mujeres fueron excluidas de las posiciones de
autoridad porque los Padres de la Iglesia las veían por naturaleza inferiores y menos capaces
intelectualmente que los hombres.
La biblia enseña la igualdad de los sexos
En segundo lugar, las feministas cristianas pasaron a afirmar que la biblia daba apoyo a la plena
igualdad de las mujeres y que los hombres habían ignorado estos conceptos bíblicos. Las
primeras feministas cristianas afirman que el registro de la creación de la mujer en Génesis ha
sido interpretado casi universalmente de manera equivocada, para enseñar que «Dios impuso la
inferioridad y la sujeción» de la mujer. Los teólogos (hombres) fueron acusados por las
primeras feministas cristianas de haber ignorado los pasajes bíblicos que dan apoyo a la
igualdad femenina, torciéndolos para su propio interés. La doctrina del liderazgo en la Iglesia
que excluía las mujeres del ministerio, fue presentada como subproducto de un estudio
amputado de las escrituras.
No hay diferencia entre hombre y mujer
La tesis principal que fue propuesta por las feministas
17
.... . - ..

Crjs[ja1lIs al 1 luCio (le lOS años


6() era idéntica al fcnuinjsln() secular: no ‘mv dijre,zcia entre
hombre y ‘nuje, Las feministas argu1nci111 que con respecto a las Cfl1oçiOI]C, ci psique, y el
iulÉeIcut() 110 hay demostración válida de que existan diferencias entre mujeres y hombres.
Cualquier diferencia aparente resulta ser única y exclusivamente el resultado del
acondicionamiento cultural y jamás de factores biológicos. Por tanto, teniendo en vista la
igualdad de los sexos, las feministas cristianas demandaban que la mujer fuera colocada en
posiciones de pleno liderazgo dentro de la casa y la Iglesia, con total igualdad con el hombre.
El primer paso del movimiento feminista dentro de la Iglesia fue la ordenación de mujeres para
los oficios eclesiásticos y este fue sólo el primer paso. La ordenación de las mujeres requiere el
desarrollo de una nueva teología, de una nueva visión sobre Dios, sobre la biblia, el culto y el
mundo. La teología debía redefinirse, alineándose con el purfto de vista feminista. Este fue el
próximo paso que se dio.
Desarrollos recientes en la teología feminista
Se necesitaba una teología totalmente nueva, basada en la experiencia y en la interpretación de
la mujer. Un nuevo desarrollo teológico era necesario para dar apoyo a la ordenación feminina.
Esta nueva teología se movió en varias direcciones. Veremos que la ordenación femenina es
apenas un punto en una agenda mucho más grande y más radical.
de la sexualidad femenina
Rechazando la definición de la feminidad y de los papeles femeninos que les fueron impuestos
por los hombres y por la mentalidad patriarcal dominante, las mujeres demandaron una nueva
definiciói de estos puntos que partieran de Otro punto de

18

referencia. La conclusión a que llegaron fue que la misma mujer


es el mejor punto (le referencia para su la caminata hacia este nuevo descubrimiento,
ella debe descubrirse a si misma en relación COfl otras mujeres y no en relación con los hombres.
En la década de los 70, los movimientos radicales en pro del lesbianismo llegaron a identificar
la misión y propósito del movimiento feminista en general. Fue aquí que el lesbianismo entró en
el movimiento feminista cristiano más radical como elemento clave en la re-interpretación de la
mujer, su feminidad, espiritualidad y su rol. La contribución más importante con respecto a la
introducción del lesbianismo en el movimiento feminista fue dada por la líder feminista Kate
Millet, que admitió públicamente ser lesbiana, después de escribir el libro Sexual Politics, un
‘best seller’ (de mayor venta) publicado en 1970. Este acontecimiento fue divulgado
mundialmente por medio de la revista Time en ese mismo año. Surgieron dentro de las iglesias
grupos de lesbianas ‘cristianas’ presionando para la ordenación de las mujeres, de lesbianas, la
celebración del matrimonio de los gays y la aceptación de los homosexuales y lesbianas activos
como miembros plenos en la iglesia.
La re-interpretación feminista de la biblia
La teología feminista llegó a ser profundamente influenciada por la hermenéutica pos-moderna,
la cual enseña que la escritura y la lectura de cualquier texto son totalmente detenninadas por las
perspectivas sociales y las experiencias de vida de los autores y lectores. Empleando este
principio de lectura bíblica, las feministas cristianas concluyeron que la biblia es un libro
machista y reflejael patriarcado dominante en la cultura israelita y griega de aquella época. La
biblia es un libro de experiencia religiosa de las mujeres y los hombres, judíos y cristianos; sin
embargo su texto fue formado por los hombres, adultos e instruidos. Pocos textos fueron
escritos por las mujeres. Como resultado, los autores frecuentemente enfatizaron solamente el
19

papel de los hombres. Ellos contaron la historia de todo un publo desde su perspectiva
masculina. Desarrollaron una visión patriarcal de la religión hasta el punto de transformar a
Dios un espíritu puro sin género ¡en un ser masculino! Y este Dios siempre escoge a hombres
- -

como profetas, sacerdotes y reyes, 1porquc los hombres son mejores o más fuertes moralmente
que las mujeres!
Las feministas proponen una re-interpretación radical de la biblia, partiendo de la óptica de
ellas. Proponen también que las mujeres aprendan a examinar las lecturas hechas desde la óptica
patriarcal y a impugnar cualquier interpretación distorsionada por el machismo. La
interpretación tradicional de la biblia siempre fue masculina, pues lo masculino era tenido como
universal. Hoy, esa lectura ideológica incomoda a muchas mujeres y hombres en las iglesias.
Además, desean que se publique versiones bíblicas donde el elemento masculino seaquitado del
lenguaje. Estas versiones, llamadas versiones con lenguaje inclusivo, ya no se refieren a Dios
como ‘Padre’, y llaman a Jesús ‘el niño de Dios’ en vez del ‘Hijo de Dios’. Ya existen docenas
de versiones bíblicas así en el mercado mundial. En Brasil, la segunda edición de la Biblia na
Len gua gem de Hoje introdujo una forma suavizada de lenguaje inclusivo. Y algunas feministas
radicales declaran que la biblia no es confiable y que las historias de las mujeres hoy deben ser
agregadas al canon de la biblia.
La re-interpretación del cristianismo
Como resultado de esta nueva lectura de la biblia, orientada en contra de todo elemento
masculino y contra el patriarcalismo, las feministas propusieron una reforma radical del
cristianismo tradicional. La ordenación de las mujeres era apenas un pequeño aspecto de este
proyecto, porque para ellas, la verdadera religión debía contar con elementos que reflejan el
poder y la cooperación de las mujeres, cuya principal característica es generar la vida. Así, muy
naturalmente, las feministas adoptaron y ‘cristianizaron’
20

los antiguos ritos paganos de la fertilidad, que celebraban los çiçlos de la naturaleza, las
estaciones del año. la fertilidad de la ticrid, ci cio y la I1ai& J vi.la. Lo u1t.
litúrgicos relacionados con las estaciones del año. Este nuevo cristianismo femenino entiende
que la mujer es más apta que el hombre para establecer y conducir la religión, pues mientras el
hombre, el guerrerOs mata y quita la vida, la mujer genera vida. Aquella que conduce a la vida
dentro de sí es más apta para definir la religión y conducir sus cultos.
Una reinterpretaCión de Dios
El paso más radiéaI dado recientemente por el movimiento feminista cristiano radical fue el re-
invento de Dios. Mas de 800 feministas, gays, y lesbianas del mundo entero se reunieron en los
Estados Unidos en 1998 para realizar un congreso llamado Re- imaginando a Dios. Los
participantes llegaron a conclusiones tremendas: el verdadero dios de Israel era una diosa
llamada Sofía, que los autores masculinos transformaron en el dios masculino Javé, hombre de
guerra. Jesucristo no era Dios, sino que era la encarnación de Sofía, quien es la personificación
de la sabiduría femenina. Esta diosa puede ser hallada dentro de cualquier mujer y es
identificado con el ego femenino. En el congreso celebraron una ‘Cena’ en la cual el pan y el
vino fueron sustituidos por leche y miel, y pidieron que las iglesias tradicionales pidieran
perdón por haberse referido a Dios siempre en términos masculinos. Maldijeron a aquellos que
están en contra del aborto, y bendijeron a los que defendían a los gays y las lesbianas.
Conclusión
La lectura de las orígenes y el desarrollo del movimiento feminista deja claro que la ordenación
de las mujeres al ministerio es apenas un punto de una agenda mucho más amplia. Es claro que
no todos los que defienden la ordenación de la mujer

1 21

- :;
concuerdan con toda la agenda del movimiento feminista cristiana. Sin embargo, considerando que
muchos de los argumentos usados para defender la ordenación femenina son los mismos que son
empleados para una defensa del lesbianismo o del homosexualismo en las iglesias, para las versiones
feministas de la biblia, y para el mismo re-invento de Dios y del cristianismo, se percibe que la
ordenación femenina es sólo un pedazo de un todo indivisible, que tarde o temprano habrá de prevalecer
donde se le dé oportunidad.
Continuaremos esta serie en los próximos números.
El próximo artículo se intitula: «La pregunta decisiva:
¿qué dice la biblia?»
22

W,nos aruwvutns $d Of dcnación femenina


¡23
¿2 J’($I, i.,

2’! , Y 1r2 a e a ¡u
( la bii’, jfliC%. para nupeda que la
33 h ‘ :3
3! 2 HOL’ t 3tL 1 :us eró al
1/ ‘F dfiJH Sm Lmhurgo.
¡3 1: ,ILH12/j!2 6H 2 qut’ Oa’s les dio
‘‘‘HL .fl2// ‘wL!: U Hpt’] 2trar cuidar
5, *L’3 5’
1, 33!tl n, H ;t?C Jo la

A
maldición por causa de la caída? ¿No ha abolido Cristo la maldición delpecado?
¿Por qué, entonces, las mujeres no pueden ejercer el ministerio en igualdad con
los hombres?

Respuesta: Sin duda uno de los castigos impuestos por Dios sobre la mujer fue el
agravamiento de su condición de sumisión. Pero la subordinación femenina tiene origen antes
de la caída, aún en el mismo orden de la creación. El hombre no fue hecho de la mujer, sino la
mujer fue hecha del hombre. El hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del hombre (1 Corintios 11:8,9). En cuanto a la obra de Cristo, recordemos que sus
efectos no son total y exhaustivamente aplicados por Dios aquí y ahora. Por ejemplo, aunque
Cristo ya ha vencido el pecado y la muerte, aún pecamos y morimos. Otros efectos de la
maldición impuesto por Dios después de la caída aún continúan, como la muerte, el sufrimiento
en el trabajo y el parto doloroso de las mujeres. Además, ya que los diferentes papeles del
hombre y de la mujer habían sido determinados en la creación, antes de la caída, se sigue que
continúan siendo válidos hoy. Lo que hace el cristianismo es reformar esta relación de sumisión
para que la misma sea ejercida en amor mutuo y refleje la relación entre Cristo y la Iglesia.

Pregunta #3 Hay abundantes pruebas en la biblia de que las mujeres desempeñaron papeles
cruciales, ocupando funciones destacadas y siendo instrumentos de bendición para el pueblo
de Dios. ¿Esto no prueba que ellas hoy pueden ser ordenadas y ejercer liderao?

Respuesta: Estas pruebas demuestran la tremenda importancia del ministerio femenino, mas no
la existencia del ministerio trncnino ordenado Ninguna mujer fue apóstol, pastora, preshutera o
diaconis. .Jesús no llamó a ninguna mujer para ser apóstola. Los requisitos para ser pastor en 1
Timoteo 3 y Tito

1 dejan claro que era una función ejercida por hombres cristianos. El hecho de que las
mujeres siempre fueron extremarnente activas y ejercían muchas y diferentes
actividades y servicios en la iglesia cristiana no trae como corolario que ellas hayan
sido, o tenga que ser, ordenadas para

tal.

Pregunia #4 !Ia’ ei’idencia en la biblia de que Huida, Débora, Priscila Febe eran
líderes y ejercían autoridad. ¿ Esto no es prueba bíblica suficiente para la ordenación
de ¡u u/eres?
Respuesta: Hay dos puntos a tenerse presentes en cuanto al ministerio de estas mujeres. 1) El
hecho de que la biblia olescribe cómo Dios usó determinadas personas en épocas específicas
para propósi(os especiales no hace de esto una norma. Recordemos la importantísima distinción
entre lo descriptivo y lo normativo en la biblia. Dios usó el profeta falso Balaam (Número
22:35) y hasta una burra para transmitir su Palabra (Núm. 22:28;2 Pedro 2:16). El desobediente
Saúl también profetizó en varias ocasiones (1 Sam. 10:10; 19:23), al igual que los mensajeros
enviados a Samuel (1 Sam. 19:20,2 1). La descripción de estos casos no establece una norma
para ser seguida por las iglesias en la ordenación de los oficiales. El hecho ole que Dios
transmitió su mensaje a través de una mujer no hace de ella un oficial en la iglesia. Hay otros
requisitos en el Nuevo Tesamcnto para los puestos oficiales conforme a lo que leemos en las
especificaciones explícitas de 1 Timoteo 3 y Pito 1
2) Los profetas de Israel no recibían un oficio mediante la i11J)osici(11 de manos para ejercer
autoridad eclesiástica oficial. Los reyes y sacerdotes, al contrario, eran ‘ordenados’ para
aquellas flinciones, y las ejercían con autoridad. No hay sacerdotisas ‘ordenadas’ en Israel, por
lo menos en las épocas

— 1
cuando prevalecía el culto verdadero. Huida fue una profetisa en Israel, recibiendo consultas en
su casa (2 Reyes 22:13-15). Lo mismo puede ser dicho de Débora, que fue juez en Israel en una
época en que no había rey, y tampoco funcionaba el sacerdocio todos hacían lo que bien les
-

parecía a sus propios ojos. El ministerio de Débora fue una denuncia de lo débil y la falta de
valor de los hombres de la época (Jueces 4:4-9; compare con Isa. 3:12). Sobre Priscila, su
liderazgo parece evidente, sin embargo, es menos evidente que ella fuera pastora o presbítera.
En cuanto a Febe, ver la pregunta sobre ella más adelante.
Pregunta #5 ¿No podemos afirmar que el patriarcado, conforme a lo que
encontramos en la biblia, especialmente el Antiguo Testamento, es una institución
nocivayperversa, que denigray hu,nilla a la mujer?
Respuesta: El patriarcado, como lo encontramos en la biblia, y especialmente en el Antiguo
Testamento, no es simplemente una afirmación de la masculinidad, no es jamás sinónimo de
dominio del macho o un sistema de valores en el cual el hombre trata a la mujer con desprecio,
desvalorándola y supervalorándose a si mismo. El patriarcado es el sistema en el cual los padres
cuidan de sus familias. La imagen del padre en el Antiguo Testamento no es primeramente de
aquél que ejerce autoridad y poder, sino de amor adoptivo, de lazos pactales de bondad y
compasión. Solamente en las Escrituras hebreas podemos encontrar a un Dios Padre
Todopoderoso y Todo- bondadoso. Los patriarcas reflejan ¡a paternidad de Dios, aunque
pobremente. El Dios de los hebreos no es como los dioses masculinos irresponsables de las
culturas paganas alrededor de Israel, porque El jamás abandona a sus hijos que engendra, al
contrario, los cuida. Los patriarcas siguen el ejemplo de Dios. En aquella cultura se le ensenaba
al hombre judío que él no era simplemente un animal, agresivo, asertivo,
26

y violento, sino que era padre, cuya agresividad debía ser transformada por la responsabilidad, y
que habría que manifestar la gentileza, y que el cuidado de los hijos era la expresión completa
de masculinidad, y que debería unirse con el ser femenino y el mundo femenino de la familia, al
mismo tiempo que mantenía una separación necesaria para ejercer la autoridad. El machismo es
una versión totalmente distorsionada de algunos aspectos del patriarcado, y oprime a las
mujeres. Debemos luchar contra el machismo, y no dejar de reconocer la verdad sobre ci
patriarcado.
Pregunta #6 ¿Febe 110 era una diaconisa, conforme a Romanos 16:1,2? ¿No prueba
esto que las mujeres pueden ejercer autoridad eclesiástica en la Iglesia?
Respuesta: Tenemos que considerar los siguientes aspectos.
1) No es claro que Febe fue realmente una diaconisa. A pesar de que el griego original use el
término ‘diácono’ para referirse a ella, recordemos que este térrniiio en el Nuevo Testamento no
siempre significa ci oficio de diácono. Puede ser traducido como siervo, ministro, etc. Por tanto,
nuestra traducción: «Les recomiendo nuestra hermana Febe, que está sirviendo la iglesia de
Cencrca» es perfectamente posible y no es una traducción prejuzgada.
2) Aunque hubieran diaconisas en la Iglesia apostólica, es cierto que ellas no ejercían ninguna
autoridad sobre las iglesias y sobre los hombres el liderazgo estaban con los presbíteros (1 Tim.
-•

5:17), y su trabajo probablemente fue con otras mujeres (Tito 2:3,4) y relacionado con la
asistencia a los pobres. Es interesante que la primera referencia que existe en la historia de la
Iglesia sobre el trabajo de las mujeres dice así: «La mujer debe servir a las mujeres»
(Didascalia Apostolorum). Esto quería decir que ellas instruían a las otras hermanas que se iban
a bautizar, ayudaban en los entierros de mujeres, cuidaban de

los pobres y enfermos. No hay ningún indicador de que tales mujeres fueran ordenadas para el
ejercicio de la autoridad eclesiástica
Pregunta #7 ¿Qué se debe hacer cuando las mu] eres poseen ViSiÓfl pastoral,
liderazgo, habilidad para la enseñanza o capacidad administrativa o dones para el
evangelismor
Respuesta. La mujeres deben ejercer estas habilidades y dones dentro de las posibilidades
existentes en las iglesias. Ellas no tiene que ser ordenadas para desarrollar sus ministerios y
manifestar sus dones.
Pregunta #8 ¿ No es la resistencia a la ordenación de la mujer otra reafirmación del
concepto atitiguo de la bferjoridad de la mujer, hecha por teólogos y líderes
ilnpor/antcç en la Iglesia?
Respuesta: La Iglesia debe andar por la enseñanza de las Escrituras Sagradas. Si teólogos y
líderes antiguos defendieron ideas erradas sobre la inferioridad de la mujer, le toca a la iglesia
corregirlas a la luz de las Escrituras, que muestran que Dios creó al hombre y a la mujer iguales.
Así que, corregir los errores de los antiguos en el presente no significa ordenar mujeres, pues de
esa forma estaríamos cometiendo otro error. Ciertanicntc las mujeres no son y nunca fueron
inferiores a los hombres, Pero hay un gran abismo entre reconocer la igualdad de ambos, y
abolir los Papeles distintos que Dios determinó en la creacióji para cada uno.
Pregunta #9 ¿Existe algún texto en la biblia que diga clarafl,en/e. «Es prohibido que las
‘rn/eres sean ordenadas al
?.‘

E
Respuesta: Ninguno de los pasajes usados en contra de la ordenación femenina dicen
explícitamente que las mujeres no pueden ser ordenadas al ministerio. Pero todos ellos imponen
restricciones al ministerio femenino, y exigen que las mujeres cristianas estén sumisas al
liderazgo cristiano masculino. Estas restricciones tienen que ver principalmente con la
enseñanza de las mujeres en la iglesia. Ya que el gobierno de las iglesias y la enseñanza pública
oficial en las mismas son funciones de los presbíteros y pastores (ver 1 Tim. 3:2,4-5; 5:7; Tito
1:9), se infiere que tales funciones no forman parte del llamado cristiano de las mujeres. Pero
aún más, si se quiere usar el argumento de silencio, este gira en contra de la ordenación
femenina también, pues no hay texto alguno que diga que las mujeres deben ser ordenadas al
ministerio de la Palabra y el gobierno eclesiástico. Las Escrituras atribuyen al hombre cristiano
el ejercicio de la autoridad eclesiástica e de la familia.

Pregunta #iO Si las mujeres reciben los mismos dones espirituales que los hombres, no
es una prueba de que Dios desea que el/as sean ordenadas al ministerio?

Respuesta: No. Las condiciones para ejercer los puestos oficiales en la Iglesia apostólica están
prescritas en 1 Timoteo y Tito 1. Debemos notar que el don de enseñanza es sólo uno de los
requisitos. Hay otros, como por ejemplo, saber gobernar a su propia casa y ser marido de una
sola mujer, que no pueden ser cumplidos por mujeres cristianas por más dones que tengan.
-
Pregunta #1 1 ¿Se aplica hoy la enseñanza de Pablo sobre las mujeres en la Iglesia? ¿No
estaba Pablo bajo la influencia de la cultura de aquella época, que fue muy diferente de la
nuestra?

Respuesta: Es necesario hacer una distinción entre el princmio


•‘

c —-

feo/ng/co supra cultural y la


expresión cultural de este principio. Hay cosas en la enseíanza de
Pablo que son claramente culturales, como las instrucciones para el uso del velo en 1 Corintios
11. Sin embargo, mientras que el uso del velo es claramente una costumbre cultural, al mismo
tiempo expresa un principio que no está condicionado por ninguna cultura en particular, y este
principío es la diferencia funcional entre el hombre y la mujer. Lo que Pablo está defendiendo
en aquel pasaje es la vigencia de esta diferencia en el culto público
-el velo es simplemente la forma por medio de la cual esto ocurriría normalmente en las
ciudades griegas del siglo 1. Se debe notar que Pablo defiende la participación diferenciada de
la mujer en el culto usando argumentos permanentes, que trascienden la cultura, tiempo y
sociedad, corno la distribución olas funciones de las personas de la Trinidad (1 Cor. 11:3), y el
modo por el cual Dios creó al hombre (1 Cor. 11:8,9).
Pregunta #12 Pablo escribía sus carias para atender probi cinas locales y espeqficos.
¿ cómo podemos aplicar hoy lo que Pablo escribió si las situaciones y contexios son
diferentes?
Respuesta: Casi todos los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en respuesta a alguna
situación específica en una o más de las comunidades cristianas del siglo 1. Pero los que
defienden la ordenación femenina no dirían por esto que nada del Nuevo Testamento se aplica a
las iglesias crisíianas de hoy. La carta a lOS Gálatas, por ejemplo, en que Pablo defiende la
doctrina de la justificación por la fe sola, fue escrita para combatir ci legalismo de
losjudaizantcs que procuraban desviar las iglesias gentiles de Galacia a mediados del siglo 1.
¿Nos atreveríamos a decir que la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe no tiene
relevancia hoy por haber sido enseñada en reacción a una herejía que afligía las iglesias en el
siglo 1? El punto es que existen /rinc,io.ç ) vepdac/cs
‘1•’

j u

‘1
permanentes que fueron transmitidos para atender las cuestiones locales, culturales y
pasajeras. Pasan las circunstancias históricas, mas el principio teológico permanece. La
conducta inadecuada de las mujeres en las iglesias de Corinto y Efeso, a quienes Pablo
escribió indicando que se quedaran calladas en la Iglesia, fue un momento histórico
definido, pero los principios aplicados por Pablo para resolver los problemas causados
por estas actitudes permanecen válidos. O sea, la enseñanza que las mujeres deben estar
sumisas al liderazgo masculino en las iglesias y en las familias, sin ocupar posiciones de
liderazgo y gobierno, es el principio permanente y válido para todas las épocas y
culturas.
Pregunta #13 ¿Dónde se encuentra en la biblia que solamente los hombres pueden
ser pastores, presbíteros y diáconos?
Respuesta: Los textos más explícitos son Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 2:11-15; 1 Corintios
14:34-36 y 1 Corintios 11:2-16. Algunos de estos pasajes fueron analizados con más
profundidad en los capítulos anteriores. Además, la relación intrínseca entre la familia y
la Iglesia muestra que aquél que es cabeza en la familia (Efesios 5:21-33) también debe
ejercer el liderazgo en la Iglesia.
Pregunta #14 ¿Dónde se encuentra en la biblia que el hombre debe ser cabeza de la
familia?
Respuesta: Hay diversos pasajes en el Nuevo Testamento que tratan los papeles del
hombre y la mujer en la familia: Efesios 5:21-33; Colosenses 3:18-19; 1 Pedro 3:1-7;
Tito 2:5. En todos estos, el liderazgo de la familia es atribuido al hombre.
Pregunta #15 ¿No son los argumentos usados hoy para defender la siiitiisjón de ¡a
mujer los mismos usados en el •.

: :.
-

ir
.

31
- ._

Respuesta: El hecho de que en el pasado la biblia fuera utilizada en forma equivocada para
defender la esclavitud no significa que Ja defensa de la subordinación femenina sea igualmente
hecha de forma equivocada. No debemos pensar que la relación entre el hombre y la mujer en la
familia y la iglesia esté al mismo nivel de importancia que la esclavitud. Pri1Tero los papeles
distintos del hombre y de la mujer están enraizados en la misma creación, mas la esclavitud no
lo está. Segundo, el hecho de que Pablo hace recomendaciones a los esclavos cristianos para que
sean buenos esclavos no significa que él aprobaba de Ja esclavitud En verdad, las
recomendaciones que él da a los cristianos que eran dueños de esclavos ya traían incluidas la
idea de la disolución de la esclavitud (Filemón 16; Ef. 6:9; Col. 4:1; 1 Tim. 6:1,2).
Pregu,,ta #16 Había una mujer llamada funjas que Pablo considera como apóslola en
Romanos 16:7. Si había apóslolas, ¿por qué no pastoras, presbíteras Y diaconisas?
Respuesta: El pasaje dice los siguiente: «Saludad a Andrónjco y a Junias, mis parientes y mis
compañeros de prisiones los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron
antes de mí en Cristo» (Rom. 16:7). No es tan simple deducir que Junias era una apóstola,
Existen varias cuestiones relacionadas COfl la intereacjón de este texto. ¿Es ‘Junias’ un nombre
masculino o femenino? Hay mucha disputa sobre esto, pero la evidencia apunta hacia un
nombre masculino, Otra cosa, la cxpresjóii «estimados entre los apóstoles» ¿significa que
-

.Junias era UflO de los apóstoles, ya antes de Pablo y un apóstol estimado, o significa que los
apóstoles antes de Pablo tenían a Junjas en alta estima? La última posibilidad es la más probable
En última instancia sólo podemos afirmar con

certeza, a partir de Romanos 16:7, que quién haya sido Junias, era una persona tenida en alto
estima por Pablo, y que ayudó a Pablo en su ministerio. No se puede afirma con seguridad que
era una mujer, ni que era una ‘apóstola’, y mucho menos una como los Doce o como Pablo. El
pasaje no sirve como evidencia bíblica para la ordenación femenina en el período apostólico. Y
esta conclusión está en armonía con el hecho de que Jesús no escogió mujeres para ser
apóstoles. No hay ninguna referencia clara a una ‘apóstola’ en el Nuevo Testamento.
Pregunta #1 7Ff Nuevo Testamento dice que en Cristo no hay hombre ni miUer, todos
son iguales delante de Dios (‘Gálatas 3:28). Si prohibimos a las mujeres ser oficiales
en la iglesia,
¿no es esto hacer distinciones basadas en el género?
Respuesta: No se puede negar que el evangelio es poder de Dios para abolir las injusticias, el
prejuicio, la opresión, el racismo, la discriminación, al igual que la explotación machista. Y no
se puede negar que Cristo vino para rescatamos de la maldición impuesta por el pecado. La
pregunta es si Pablo está hablando de la abolición de la subordinación femenina y de la igualdad
de funciones en este pasaje. ¿EStá diciendo el apóstol que las mujeres pueden ejercer los
mismos cargos y funciones que los hombres en la iglesia, ya que todos son aceptados por Dios a
través de Cristo por la fe? Entendemos que la respuesta es ‘no’. Gálatas 3:28 no está enseñando
la igualdad para el ejercicio de funciones, sino la unidadde todos los cristianos en Cristo
(vea el análisis anterior de este pasaje).
Pregunta #18 ¿El concepto de la sumisión femenina enseñado en la biblia no nos llevaría
inevitablemente a ¡a idea de que el hombre es superior a la mujer?

siglo pasado por muchos cristianos para defender la eSclavitud?

Respuesta:

Infelizmente, muchos han llegado a esa

conclusión, sin embargo, es una conclusión equivocada. La enseñanza bíblica es que Dios creó
al hombre y la mujer iguales, mas con diferentes atribuciones y funciones. La biblia enseña que
Dios tiene autoridad sobre Cristo, Cristo tiene autoridad sobre el hombre, y el hombre tiene
autoridad sobre la mujer. Es una cadena jerárquica que comienza en la Trinidad y continua en la
iglesia yla familia. Podemos inferir (guardando las debidas proporciones) que, de la misma
forma como la subordinación de Cristo al Padre no lo hace inferior como afirma la fe
Reformada en su doctrina de la Trinidad la subordinación de la mujer al hombre no la hace
-

inferior. Así como el Padre y el Hijo, que son iguales en poder, honra y gloria, desempeñan
papeles diferentes en la economía de la salvación (el Hijo se somete al Padre), hombre y mujer
se complementan en el ejercicio de diferentes funciones, sin que esto implique ninguna
inferioridad de la mujer. En varias ocasiones en el Nuevo Testamento se exige que los cristianos
se someten a las autoridades civiles (Rom. 13 ¡-5; 1 Pedro 2: 13- 17). Sin embargo, este
argumento en ningún momento implica que los creyentes son inferiores o tiene menos valor que
los gobernantes. Igualmente, los hijos no son inferiores a sus padres simplemente porque deben
someterse a su liderazgo (Efesios 6:1). El concepto de la subordinación de uno a otro tiene que
ver solamente con la manera en la cual J)ios estructura y ordena la sociedad, la familia y la
Iglesia.
Pregunta #19 En ¡ Tinoteo 3:11, a! describir los requisitos para diáconos, Pablo se
refiere a las mujeres: «Las mujeres asimismo, sean honestas, no calumniadoras, sino
sobrias, fieles en todo» ¿No prueba este versículo que había diaconias en las iglesias
apostólicas?
Respuesta: No necesariamente. Este pasaje ha sido entendido de diferentes maneras: (1) Pablo
puede estarse refiriendo a las mujeres de los diáconos (Calvino). Por esto Pablo emplea para

ellas la expresión «es necesariO» (1 Tim. 3:11), que son las mismas palabras que él empleó para
los presbíterOs (3:2) y los diáconoS (3:8) al describir sus requisitOS. Pero a nosotros no nos
parece que el apóstol se refiera a las mujeres de los diáconoS. (2) Pablo puede estar refiriéndose
a todas las iii lUcres de la iglesia, sin embargo, es bastante extraño que hubiera colocado
instrucciones para todas las mujeres en 1medio de las instrucciones para los diáconos! (3) Pablo
puede estar refiriéndose a las asistentes de los diáconos, mujeres piadosas que prestaban
asistencia en obras de misericordia a los necesitados de la iglesia (Hendriksen). (4) Pablo se
refería a las diaconisas. Sin embargo, es un poco extraño que pablo no empleó el termino
apropiados para describir su función (diaconisas) ya que él viene hablando de presbíteros y
diáconos.
La opción #3 no parece la mejor y más probable: había mujeres piadosas en las iglesias
apostólicas no ordenadas como ‘diaconisas’, que ayudaban a los diáconos en las obras de
misericordia, trabajando directamente COfl otras mujeres pobres y necesitadas. Es a éstas que
Pablo se refiere.
Conclusión
Nuestra conclusión es que no hay respaldo bíblico suficiente para que se ordenen mujeres al
ministerio de las iglesias cristianas locales en que van a presidir, gobernar y enseñar doctrina a
los hombres. En realidad, las evidencias bíblicas apuntan en otra dirección. La enseñanza
bíblica no puede ser ignorada por los que están promoviendo la ordenación de mujeres en la
iglesia.

¿Aplasta a la mujer el cristianismo?


Por Rebecca Jones
En su libro What our Mothers Didn ‘t Teli Us (Lo que no nos dijeron nuestras madres)
Danielle Crittenden hace la siguiente declaración: «Desafortunadamente no hay modelo
contemporáneo del matrimonio que armonice nuestra creencia en la igualdad sexual con
las diferencias inherentes de nuestras naturalezas sexuales» (p. 110). Espero aquí poder
inspirarles al demostrar cómo la fe cristiana ofrece este modelo. Al proveer una relación
trascendental, un ‘matrimonio’, entre Dios el Creador/Redentor y su pueblo (este
matrimonio celestial que es el clímax de la historia de la redención), el cristianismo
provee un canal de poder genuino, amor duradero y libertad verdadera, y reproduce
estos mismos frutos en los matrimonios de los que pertenecen a Cristo.
¿Qué buscan las mujeres?
En mi experiencia con las mujeres durante los 30 años después que me gradué de la
universidad, he encontrado que la mayoría sean cristianas o ateas, solteras o casadas,
-

tengan 20 años ó 70 la mayoría buscan las mismas cosas:


-

1. En sus relaciones con los hombres, quieren padres, hermanos, esposos e hijos fie1es
quienes las amen y las respeten, en lugar de burlarsé,’ignorarlas o dañarlas. Quieren
relaciones sexuales divertidas pero a la vez serias, significativas.
2. En sus relaciones con otras mujeres, desean la honestidad, la verdadera hermandad, y
quieren amigas mayores que les puedan enseñar.
49

3. Quieren la satisfacción de tener y criar hijos bien.


4. Quieren un lugar que puedan llamar ‘ini hogar’ no sólo un apartwncilto. Quieren un hogar
-

seguro en donde encuentren el amor, donde no hay temor, y donde otros puedan recibir de ellas.

5. Quieren tener un sentido de importancia, de hacer algo que cuenten en el mundo. Algo que
sólo ellas puedan ofrecer.
Al parecer algunos de estos deseos mutuamente contradictorios, las mujeres ceden sus
esperanzas de lograr algunos para perseguir su satisfacción en otros. Creyendo que la libertad de
las estructuras de autoridad les va a dar un sentido de identidad propia, han promovido la
autonomía. Recordemos la aseveración de KateMillett en 1970: «La autonomía de la mujer es lo
que trata la liberación femenina». Creyendo que los hombres debían aprender algunas cosas
importantes sobre cómo tratar a las mujeres con respeto, ellas han tratado de forzarlos a hacerlo.
Pensando que podían destacar su valor y su individualidad al afirmar el control sobre sus
propios cuerpos, han escogido defender el derecho a la satisfacción sexual sin frenos y al aborto
sin culpa. Pensando que la mejor forma de tener y criar hijos es tener menos hijos, más tarde,
ellas colocaron sus carreras antes que sus hijos tanto cronológicamente como en importancia.
-

Pensando que la ‘libertad’ debía degollar al rey, han asaltado el palacio del Patriarca Último, al
Dios cristiano (tomemos por ejemplo lo que afirma Virginia Mollenkot, identificada hasta hace
poco como evangélica: «Lo patriarcal es un sistema social profundamente equivocado, y
responsable por la miseria de millones, y podría aún causar la destrucción de la raza humana y
el planeta que compartimos».)
Nadie podrá negar la revolución que las mujeres han librado en los últimos 30 años. No voy a
apuntar todos los cambios que han sucedido. Pero ¿cómo están las mujeres hoy? ¿Están más
felices hoy que hace 30 años cuando me gradué de la universidad Wellesley en 1971, en medio
de la marcha feminista a su

independencia?
¿Ha hecho mas felices a las mujeres
la revolución sexual?
Danielle Crittenden describe sus investigaciones de esta pregunta. «Las mujeres hoy gozan de
libertades y oportunidades sin precedente>’ ella afirma.
Pero, me preguntaba, ¿por qué los artículos en las revistas para mujeres tan pesimistas? Yo
busqué las revistas de hace 30 años de Mademoiselle, Glamour, Vogue, Redbook,
Cosmopolitan, y McCall’s en la biblioteca. Fue al leer estas revistas que Betry Friedan había
concluido en 1963 que las mujeres de su generación se sentían tristes y oprimidas. Desde ese
entonces había sucedido una tremenda transformación en la sociedad ¿Estaban más felices
...

las mujeres? Al juzgar de manera general, la respuesta es claramente ‘No’.


Según Crittenden, las mujeres hoy tienen más probabilidad de ser divorciadas o nunca se
casaron, más probabilidad de que tuvieron hijos fuera del matrimonio, más probabilidad de ser
drogadictas o borrachas, y más probabilidad de morir en la pobreza. Probablemente tendrá que
cargar con la mayor parte del trabajo del hogar, aún si trabajan fuera de la casa. Por la forma
que Crittenden presenta el problema podríamos decir: «hace 30 años muchas mujeres no fueron
tratadas como humanos; hoy muchos humanos no como mujeres». Ella cita una universitaria
que decía acerca de los hombres: «Lo único que quieren los hombres es sexo, y muchos ni
llaman en la mañana
entre menos formal las mujeres permiten llegar sus relaciones con los hombres, menos respeto
tienen. Los hombres ya no nos cortejan a nosotras porque no tienen que hacerlo.» Yo soy madre
de 5 hijas, y sólo una ha encontrado ‘su hombre.’ Las otras se
51

1
50

quejan diario de los hombres modernos que flotan como aguamala en elmar, sin rumbo,
propósito ni valentía.
Es posible encontrar una relación balanceada entre los sexos’? ¿Puede una mujer encontrar y
comprometerse con un hombre que no es ni tirano ni debilucho? ¿Puede encontrar satisfacción
en su hogar sin perder un sentido de su identidad en el mundo alrededor? ¿Puede criar hijos sin
convertirse en su esclava?
Las relaciones de ‘pacto’ satisfacen
los deseos de la mujer
Las mujeres sí pueden tener relaciones que llenan. Pueden descubrir su valor tanto dentro como
fuera de la familia. Pueden tener la esperanza de crear un verdadero hogar, y tener hijos con un
hombre fiel. Un mujer feliz, al igual que un hombre feliz, es una persona cuyas relaciones se
fundamentan en un pacto. Yo sé que este término es obsoleto. En una ciudad cercana esta
palabra describe un barrio de casas muy finas. Todos>sueñan’conviviren ‘El pacto’. En estas
páginas quisiera invitarle a que considere vivir en ‘El pacto divino’, un lugar aún más fino que
el barrio que describí.
Un pacto es una relación entre dos partes en la cual ambos cumplen ciertas responsabilidades.
Resultan recompensas cuando se guarda el pacto. Consecuencias negativas resultan cuando se
rompe. Nosotros entramos en relaciones de pacto constantemente:
sacamos un préstamo para la casa o la educación, firmamos una declaración jurada, aceptarnos
las condiciones para una tarjeta de crédito. Nuestra firma es nuestra promesa de guardar las
reglas del acuerdo, y así declaramos que entendemos las consecuencias si violamos estas reglas.
Aunque hay ocasiones en que lamentamos haber firmado algunos acuerdos, por otro lado
nuestra firma generalmente nos garantiza protección.
Tanto hombres como mujeres necesitan una estructura de pacto si sus relaciones van a ser
fructíferas. Las relaciones de pacto se basan en la confianza mutua, y esta confianza se basa en
el compromiso.
52

Las relaciones bajo pacto


son seguras
Aunque las promesas humanas no son infalibles, tienen gran valor. Estimamos aquellas
personas cuya palabra es veraz. Escogemos amigos quienes son honestos consigo mismos y con
respecto a la vida aún cuando su honestidad nos recuerda de algunas de nuestras debilidades.
-

Pero la honestidad no es el único criterio de una promesa. Para que un pacto pueda establecerse,
la honestidad se une a un compromiso: «Seréfiel a ti hasta que la muerte nos separe». La
honestidad de un hombre no vale nada hasta que le hace estapromesa específica a ella. Y su
promesa no vale nada si no se respalda con un carácter confiable.
Aquí tenemos un problema. Dos personas no pueden prometer tal fidelidad a menos que acepten
la noción de sacrificio. Un hombre y una mujer que prometen fidelidad uno con el otro declaran
que el sacrificio es un elemento en hacer feliz al otro. Una promesa bajo pacto implica una
promesa de sacrificio:
«Pondré tus necesidades antes que las mías>’. O como lo pone el lema de mi universidad: «non
ministran sed ministrare», es decir, ‘no para ser servido sino para servir’. A veces les digo amis
hijos que hay sólo una discusión que me gustaría escuchar: «Pase primero usted! ¡No! ¡Pase
primero usted!»
Las relaciones bajo pacto
son personales
Las promesas nos envuelven como individuos. Asumen que no somos piedras ni palos. Existe
un elemento ‘tú a tú’ en los votos, que reconoce un valor igual de cada parte, y también el valor
de la unidad creadaal unir a los dos individuos. La primera reacción de Adán ante la aparición
de Eva en el idioma hebreo equivale «jQue cosa!», seguido por un reconocimiento de la
relación demasiada cercana que ahora tenía con Él: «jQue cosa! Esto es ahora hueso de mi
hueso y carne de mi carne.’>
Algunas promesas personales son corporativas. Algunos contratos legales tratan a un grupo de
personas como si fueran una
53

sola persona. Las comunidades son atadas por las promesas que sus legisladores hacen en
relación al estado civil. Un grupo en la escuela pueden ‘pactar’ con su profesor para realizar un
drama en la escuela. Pero en el voto matrimonial los compromisos son hechos de un individuo a
otro.
Las relaciones de pacto
involucran la persona entera
Las promesas hechas en un matrimonio de pacto son tales que tanto cuerpo como alma están
involucrados. Para que se guarde la verdadera fidelidad matrimonial, estos dos deben siempre
permanecer juntos, y se debe evitar aquella división gnóstica entre lo físico y lo espiritual.
Cuando tal división sucede, entregamos el cuerpo al desenfreno (ya que es de menor
importancia) o practicamos un asceticismo (porque consideramos el cuerpo como algo malo).
Pero una relación pactual verdadera entre un hombre y una mujer permite al hombre ver lo
hermoso de su esposa y regocijarse, mientras la ama como persona entera. Permite a una mujer
absorber la atención física de su marido sin negarle la unión de alma que debe acompañar. Lo
espiritual y lo físico se unen para la verdadera comunión.
Las relaciones de pacto
son íntimas
La confianza permite la honestidad. La honestidad en una pareja significa que el amor
permanece a pesar de la conducta débil o egoísta. La gracia necesaria para tal relación engendra
la ternura y el perdón, que cuando es recibido, crea un deseo de responder de igual manera.
Cuando una mujer sabe que su hombre sabe todo lo que hay de saber de ella y aún la ama, ella
puede experimentar la verdadera intimidad. Como dijo Lord Peter Wirnsey, hablando a su
esposa Harriet en el libro escrito por Dorothy Sayers y Jili Pastor Walsh Thrones, Dominations:
«Tú me has descubierto toda, y aún me amas». Esta intimidad es fundamentada en la gracia y el
perdón.
54

Todas estas cosas son imposhes alcanzar en nnestr prnp fuerza. Una promesa absolutamente
segura sólo puede provenir de una persona absolutamente sacrificial y absolutamente honesta.
Una relación verdaderamente personal sólo puede ser creada entre dos personas perfectas. Una
unidad perfecta de cuerpo y alma sólo puede provenir de alguien que entiende y controla a los
dos. La verdadera intimidad sólo puede ocurrir entre dos personas perfectas, o dos personas que
son perfectamente capaces de perdonar en todo tiempo.
El evangelio cristiano es el único
fundamento para nuestros pactos
¿Cómo pueden dos personas infieles esperar la honestidad y fidelidad uno del otro? ¿Cómo
pueden las mujeres llegar a confiar en los hombres después de todo lo que les han hecho sea en
-

la historia o a nivel personal? Y ¿cómo pueden los hombres llegar a creer que las mujeres no los
van a manipular si llegan a serles vulnerables? Sólo existe una fuente de seguridad, de
integridad, de personalidad, de intimidad. Esta fuente es aquella Persona creativa quien hizo el
mundo para que reflejara tales cualidades, que se encontraban originalmente sólo en el Creador.
Todos los seres humanos son capaces de relaciones de pacto porque somos hechos a la imagen
de su Creador. Pero las personas que se apoyan en su Creador para encontrar las fuerzas, la
humildad y el amor pueden guardar sus pactos matrimoniales (u otras relaciones de pacto) y
construirán relaciones mucho más fuertes que aquellas que sólo toman ‘prestados’ elementos o
cualidades que no respetan como suyos propios.
El cristiano aprecia el orden fundamental, creado, que Dios ha dejado en este mundo, y recibe
las fuerzas para vencer el mal, lo cual ha distorsionado este orden, haciendo burla de Él. Para
que podamos entender el pacto ‘pequeño’ que hace una mujer con un hombre cuando se casa, es
necesario comprender que este pacto es sólo una sombra de un Pacto mayor.
55

El pacto familiar refleja la naturaleza


de Dios el Creador
-Inviolablc «Soy quien soy».
-

Dios ha erigido una estructura de pacto con sus criaturas. Existe un Gran Acuerdo Cosmológico,
y Contrato con el universo, que conlleva promesas y consecuencias. Por supuesto, cuando dos
seres humanos entran en un acuerdo, ellos lo sellan ante algún tribunal o autoridad que podrá
administrar justicia si alguien falla. Pero Dios no puede jurar por alguien mayor que El mismo.
Como el autor del libro de Hebreos dice,
Poigue los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda
controversia es el juramento para confirmación. Por lo cuçil, queriendo Dios mostrar más
abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juranzento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible •que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asimos de la esperanza puesta
delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme anda del alma... (Hebreos 6:16-19).
El carácter inmutable de Dios y su juramento, dado con base en su propia naturaleza y nombre,
proveen el fundamento para el Pacto Cósmico, y sirven como el tribunal de justicia para todas
las relaciones humanas. Solamente cuando entendemos y nos comprometemos con las
estipulaciones de este pacto mayor, podemos comprender las implicaciones de los pactos
menores, porque todos los menores están relacionados íntimamente con el propósito y
funcionamiento del pacto universal. Tanto la creación y sus pactos reflejan su carácter, y nos
muestran algo de su persona.
56

Separados pero ‘cara a cara’


-

Fn 1 pernnn d cd’tcn
luchamos en el matrimonio. En Dios el Padre encontramos autoridad, Él que inicia el amor,
poder creativo, y los orígenes de la compasión. En Dios el Hijo encontramos la expresión igual
pero en sumisión al Padre, El que es «el resplandor de su gloria, y la imagen rnisnza de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder» (Hebreos ].3). El Hijo
expresa la gloria del Padre y recibe la gloria del Padre. El Espíritu es el gran comunicador, el
que cambia corazones, revela la naturaleza de Dios, convence del pecado, nos muestra la
hermosura de la justicia de Dios, revela la verdad de la Palabra de Dios, nos guía, nos insta, nos
aconseja, y nos conquista por el Padre y el Hijo.
La igualdad de las personas y la separación de las funciones es uno de los grandes y hermosos
misterios de la Trinidad. No pretendo poder alcanzar con mi mente pequeña este inmenso
tesoro, pero estoy convencida de algo. Dios creó estructuras en este universo para revelarse a sí
mismo. Las distinciones y la igualdad de los miembros de una familia el hombre como esposo y
-

padre, la mujer como esposa y madre, los hijos de ambos sexos como reflejos iguales de madre
y padre, pero individuos separados en sujeción a sus padres todas estas relaciones humanas,
-

misteriosas en sí, reflejan una profundidad aún mayor de amor expresado en la Trinidad
insondable.
Unidos
En las relaciones de la perfección trinitaria tenemos la fuente de amor infinito, de comunión
absoluta, de fidelidad indivisible, de honestidad ardiente,de gozo intenso, y de paz perfecta. En
nuestra sociedad d& hoy hay un gran deseo por la unidad del mundo. Todos sentimos que esta
unidad es necesaria si nuestro mundo va a funcionar bien. En la Trinidad encontramos unidad
última, la base para nuestra unidad humana. Jesús ora al Padre por sus discípulos, «Padre santo,
a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros»
57

(Juan 17:11). Los cristianos saben cómo mantener su identidad y a la vez buscar la verdadera
unidad unos con otros. Así también ci esposo y la esposa cristiana tienen este fundamento para
su matrimonio.
Dios creó a los hombres y las mujeres
No quiero decir que podremos saber todo lo de Dios al mirar las relaciones humanas que Él
creó. Pero Dios ofrece libremente un rico conocimiento de su persona, y lo manifiesta tanto en
su Palabra como en su mundo. Nunca queremos definir a Dios de acuerdo a nuestro
entendimiento. Pero encontraremos gran satisfacción si nos definimos a nosotros de acuerdo a
su entendimiento.
Separados
Dios creó a los homb’res y las mujeres no sólo como individuos separados, sino como
diferentes tipos de individuos, creados para complementarse el uno al otro, para ‘encajar’
juntos, así reflejando una verdad mayor de Dios que cualquier otras dos personas podrían en
otra relación fuera del matrimonio. El matrimonio tiene un lugar en la creación de Dios, tanto
como expresión de su ser, como expresión de su plan de redención. Al crear las diferencias
claras y objetivas entre el hombre y la mujer, Dios subraya dentro de la estructura misma de su
-
creación lo separado que Él es de su creación.
-

Sin embargo, esta separación de Dios no es una separación de soledad cósmica. Nosotros
fuimos creados separados, pero hechos para la comunión.
Iguales
Dios creó a los hombres y las mujeres iguales. La biblia está llena de la evidencia de la igualdad
fundamental de los hombres y mujeres ante Dios. Ambos son herederos del pacto de gracia, que
fue establecida por la muerte y resurrección de Jesús (Gálatas
58

3:28; 1 Pedro 3:8). Ambos son creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Ambos
tienen que dr cuanta pór u pecadó.
Ambos reciben el Espíntu Santo y son constituidos hijos de Dios. Ambos reciben la
comisión de señorear en el mundo y llenarlo (Génesis 1:28). Ambos, al cumplir
fielmente sus papeles como esposo y esposa, participan en la encamación de Cristo.
Ambos reciben dones espirituales con que sirven a Cristo, a su Iglesia y al mundo.
A su imagen
Cuando hablamos de ser creados a la imagen de Dios, no debemos definir al ‘Creador
en términos de sus criaturas. La reina de las tierras abajo en el libro por C.S. Lewis La
-

silla de plata
trata de convencer a Puddleglum, el Príncipe, Jili y Scrubb de que la ‘tierra abajo’ es el
-,

único mundo que existe. Los tres amigos, bajo el encanto de la música de la reina, y el
poder de un polvo mágico que la reina arrojó en el fuego, luchan por afirmar la realidad
del sol. Entonces, la voz suave de la bruja decía, «,Qué es este sol del que ustedes
hablan? ¿Cómo es?»
...

«,Ves esa lámpara?» responde el Príncipe. «Lo que nosotros llamamos el sol es como
esa lámpara, sólo que más grande y más brillante». La reina se ríe, «Cuando usted trata
de describir claramente este sol, usted sólo puede decirme que es cómo una lámpara. Su
sol es un sueño».
Aunque las cosas creadas nos dan algunas pistas sobre la naturaleza de Dios, no
podemos crear a Dios por lo que vemos. Entendemos que las estructuras creadas en las
cuales vivimos, aunque válidas y buenas, son sólo un reflejo débil de su esencia. Por
tanto, el hecho de que el hombre sea creado a la imagen de Dios ‘varón’ y ‘hembra’ no
quiere decir que Dios sea tanto hombre como mujer, algún ser andrógeno reflejando la
totalidad de la naturaleza humana. Al contrario, tenemos que decir que ‘varón y
hembra’ reflejan algo de la identidad de Dios. Su persona es mucho mayor de lo que
somos, sin embargo, nuestra naturaleza como ‘personas’ reflejan la identidad personal
de Dios.
59

1
Creados para relacionarnos con Dios y unos con otros
Somos creados en primer lugar para relacionamos con nuestro Creador, y después para
relacionarnos con otros seres humanos. Dios es un ser que se relaciona. Dentro de su propia
naturaleza ya se comunicaba, amaba, iniciaba, respondía, se regocijaba, y experimentaba
comunidad mucho antes que existieran los seres humanos. Dios no creó al hombre porque se
sentía sólo. Pero cuando lo creó, lo creó a su imagen para relacionarse con El primero, y luego
con otros seres humanos. La primera relación humana que Dios creó fue de esposo y esposa.
Dios no tenía necesidad de escuchar votos de fidelidad entre Adán y Eva, aunque quizás lo
hicieron. Dios creó la primera relación varón- hembra como un matrimonio ya existente. La
fidelidad de Adán para con Dios implicaba una fidelidad no sólo en cuidar la tierra, sino
fidelidad a la mujer que Dios había creado. Y la fidelidad de Eva a Dios implicaba fidebdad al
hombre ya creado. Fuimos creados con una relación ya existente con Dios, y ya existente entre
varón y hembra.
Primero en su estado de santidad, y luego después de la caída, Dios les pide su obediencia
y.promete su presencia.
Creados para relacionarnos en familia
Dios nos ha colocado en familias. Dice Salmo 68, «Cantad a Dios Padre de hué,fanos y
...

defensor de viudas Es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los
desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad» (Salmos 68:4-6). En Efesios 3:14 ‘l
apóstol Pablo dice que, « Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro
Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra». Dios
ha colocado estructuras familiares en el mundo no sólo para nuestro beneficio, sino para
mostramos una sombra de la hermosura de la Trinidad, porque en la persona de Dios se
manifiestan todas las glorias de una relación personal: la comunión, la comunicación,
compañerismo, amor e intimidad.
60
II

Creados para vivir en sociedad


Una extengión del orden familiar se encuenfra en la sociedad.
Aunque el reino eterno es obviamente una teocracia, tal orden no puede ser impuesto en la
política del mundo hoy todavía. Jesús refrenó a Pedro cuando tomó la espada en un intento vano
de establecer el señorío de Cristo con la espada. Yo no soy analista política, pero creo que
podríamos decir que las mejores expresiones de estructura política reflejan algún aspecto del
señorío de Dios. Por ejemplo, la democracia evidencia el valor individual con que Dios dotó a
los hombres. La monarquía refleja el reinado benevolente de Dios el Rey de reyes. Un
comunismo teísta podría enfatizar la bondad sacrificial que los seres humanos deben mostrar
unos a otros. Me parece que si pudiéramos poner personas perfectas en cualquier estructura
política, su sociedad caminaría muy bien. Ahora, yo no me considero competente para pensar en
todas las implicaciones que podría tener la fe cristiana en el área de la ciencia política. Sin
embargo, Dios nos ha pedido que obedezcamos a las autoridades mientras no nos pidan
desobedecer a los mandamientos de Dios: «Sométase toda persona a las autoridades
superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas» (Romanos 13:]). Pero recordemos que existen una jerarquía de autoridades, y la
obediencia a Dios precede todas las otras lealtades: «Respondiendo Pedro y los apóstoles,
djeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos
5:29).
Creados como Iglesia
La familia redimidade Dios es llamada ‘su novia’. La historia de la salvación es presentada en el
libro de Oseas, en el cual Dios continúa llamando a su pueblo, aunque son infieles. Oseas es
llamado por Dios a que se case con una prostituta, y debe seguirla amando no importa lo que
haga. Una y otra vez la rescata. Es difícil dar explicaciones a los no-creyentes sobre lo que la
Iglesia representa realmente para nosotros que somos cristianos. Esta
61

familia que cruza las barreras de diferencias sociales y económicas, cruza barreras de lenguaje y
cultura, esta familia que permite la honestidad, intimidad, confianza, hermandad esto es un gran
-

misterio. Los lazos de amor que unen a los cristianos sobrepasan los lazos de sangre. Con esto
no quiero decir que nosotros siempre somos consecuentes con las estructuras que Dios ha
creado para la Iglesia. Fallamos en la Iglesia al igual que en nuestras familias y matrimonios.
Pero no son las estructuras que son deficientes, sino nosotros que no cumplimos con su meta
sublime.
Dios se comunica con los hombres y con las mujeres
Dios define su identidad
No tengo el espacio ni la habilidad para que consideremos toda la riqueza de la comunicación
de Dios con nosotros. Pero usted debe leer la biblia de principio a fin antes de hacer
pronunciamientos sobre ella. Dígale a Dios, «Si tú existes, quiero saber si realmente tú te
revelas a ti mismo en este libro». Yo no tengo ningún problema con creer que yo no me hice a
mí misma, y que debo encontrar la respuesta sobre cómo ser feliz y cómo relacionarme en este
mundo del que me creó. A veces la gente acusa a los cristianos por aislarse de los demás con
una actitud orgullosa. Pero ¡todo lo contrario! Requiere humildad permitir que otro me defina
desde afuera. Es señal de orgullo si yo hago el punto de referencia para mi auto-definición y
para definir el inundo alrededor. No, yo quiero descubrir el verdadero ‘yo’. Quiero que El que
me hizo me ayude a conocerme realmente, a El realmente, para descubrirle, para amarle, y para
glorificarle.
Cuando nuestra familia se mudó de la Francia a los Estados Unidos en 1991, una de mis hijas
tenía 13 años. Ella es una niña agraciada y desde pequeña nos presentaba bailes, dramas,
canciones y otros ‘programas’ para la familia. Ella era atraída naturalmente a la música, al
drama y al canto. Sin embargo,

62

cuando entró a clases en los EEUU estos talentos no eran particularmente valorados. Yo
observé cómo ella intentó expresarse aprendiendo a jugar baloncesto. Ahora, yo no quiero
decir que mi hija no pudiera haberse divertido con el baloncesto, pero ella estaba bastante triste
durante sus años de secundaria intentando conformarse a una imagen impuesta por otros
alrededor, en lugar de desarrollar la naturaleza que le fue dada por Dios.
Esto no es un ejemplo exacto, porque a pesar de conocer bien a mi hija, yo no soy su creadora.
Pero sus luchas son un ejemplo bueno de lo que hcemos con nosotros mismos muy a menudo.
Dios, quien nos creó, sabe exactamente lo que nos hace felices. Si nosotros tomáramos el
tiempo para preguntarle, Él nos mostraría cómo realizar y desarrollar nuestra verdadera
naturaleza. Pero si escuchamos las voces alrededor, probablemente terminaremos frustrados y
miserables, intentando jugar baloncesto por decirlo así -en lugar ‘de cantar ydanzar. ¿Por qué
-

yo debo creer que un grupo de seres humanos egoístas y finitos, quienes no me conocen ni les
importará lo que me pase, saben más acerca de lo que me ayudará de lo que sabe mi Padre
celestial quien me creó y me ha mostrado un plan para mi vida, y quien envió a su propio Hijo
para morir por mi?
Dios define nuestros papeles
Dios define cómo debemos relacionamos con Él y unos con otros. Afortunadamente no
estamos abandonados para adivinar estas cosas. Dios nos ha revelado sus pensamientos sobre
ello. En la biblia, encuentro una expresión confiable, consistente, y profundamente satisfaçjoria
de su voluntad y su obra en este mundo. Yo he escrito unos cuentos para niños, y cuando yo veo
qué tan difícil es amarrar los hilos de unos pocos personajes para que el cuento tenga sentido,
¡estoy maravillada cuando leo la historia de Dios! Escrita durante cientos de años, por muchos
autores la biblia tiene una unidad sin par en toda la literatura del mundo. Usted puede tomar
-

casi cualquier tema y trazarlo desde

63
Génesis hasta el Apocalipsis y puede encontrar la confluencia de las más maravillosas verdades.
Los personajes son reales. Su conducta es consistente. Sus vidas encajan juntas en un tapiz
increíble de la historia. El drama del hombre contra la maldad comienza en los primeros
capítulos, y encuentra su clímax en la muerte del Autor encamado, quien entra en las páginas de
su historia para salvar a sus personajes. Verdaderamente increíble.
Dios, el autor de la historia, es también autor de la Palabra que nos informa de su voluntad y sus
planes, de su designio para nuestras vidas. Yo confío en Él para que El me defina la forma de
vida que me dará verdadera satisfacción, aún si me lleva cómo seguramente lo hará por los
- -

pantanos de la aflicción y sufrimiento.


Dios reclama nuestra obediencia
Dios reclama nuestra obediencia. Estamos sujetos a su señorío porque somos sus criaturas,
creados por El para su gloria. No tiene sentido intentar negar que Dios lo reclama todo. Dios
espera que nosotros le creamos, confiemos en El, le sirvamos, le demos nuestros corazones y
que conformemos nuestras voluntades a la de Él, y que «llevemos todo pensamiento cautivo a
la obediencia de Cristo». En este sentido, el cristianismo no aplasta sólo a las mujeres, sino ¡a
todos! Toda persona que nombra el nombre de Cristo debe comenzar muriendo a sí mismo. Sólo
cuando la semilla muere y se entierra puede brotar para nueva vida.
Dios promete su presencia
Pero junto con sus demandas, Dios promete su presencia. Sus hijos nunca están solos, «Nunca
los dejaré». Como dijo Moisés, «Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan
cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedirnos? Yqué
nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos corno es toda esta ley que yo
pongo hoy delante de vosotros?” (Deuteronomio 4:7-8).
Esta cercanía de Dios aumentó infinitamente cuando Cristo
64

derribó la barrera de separación causado por la caída en el pecado.


Esta eercanÇa, esta presencia de Dic.s es el ,eíe s’
la fidelidad cristiana. Sin la presencia de Dios, los cristianos no podrían ser fieles a sus
cónyuges más que cualquier otra persona.
Dios redime al hombre y a la mujer
Si el pecado nunca hubiera entrado al mundo, no tendríamos problemas con conformar nuestras
vidas al plan de Dios. Hubiera sido algo totalmente natural. Pero el pecado ha venido a
oscurecer nuestro entendimiento y endurecer nuestra voluntad, de manera que ahora buscamos
liberamos de lo que percibimos como un freno o una esclavitud. Consideremos el endemoniado
gadareno a quien Cristo llegó. El estaba perfectamente libre para hacer lo que quería. Su fuerza
enloquecida lo hacía casi imparable. Nadie lo podía controlar. Nadie lo podía apresar. Nadie
podía obligarlo a hacer algo. Ni se preocupaba por ponerse ropa ¡era totalmente autónomo!
-

Sin embargo, el gadareno pasaba los días con gritos, cortándose, vivía desnudo entre las tumbas
-un cuadro insano de miseria, e ira. Su total autonomía lo llevó a los ‘lugares solitarios’, como
nos dice el texto bíblico (Lucas 8:29), y lo privó de su identidad, ya que no podía siquiera dar su
propio nombre (versículo 30). ¿Estaba Pedro recordando este hombre cuando escribió las
siguientes palabras? «I.es prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción.
Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. (2 Pedro
2:19). Cuando el endemoniado gadareno conoció a Jesucristo, las fuerzas de las tinieblas sabían
que se habían topado con uno más fuerte. La autoridad deiHijo de Dios echó fuera los
demonios, y alcanzó aquella mása humana desfigurada con el propósito de rescatar a un ser
humano creado a la imagen de Dios. ¿Y cuál es el fin de la obra de Cristo en su vida? Un
hombre sentado a los pies de Jesús, vestido, en su sano juicio. Un hombre comisionado por
Jesús a «regresar a casa y contar todo lo que Dios ha hecho por ti» (versículo 39).
65
1
- —----—-—

Seguro, no tambaleante

Este es el gran privilegio de cristiano haber sido rescatado de la esclavitud de nuestra propia
-

autonomía y llevado a los pies de Jesús, ahora vestido y en sano juicio, comisionados con llevar
las buenas nuevas a nuestra familia y amigos. Esta gran salvación es nuestra esperanza segura.
Sin ella, intentamos sacar un poco de fidelidad, o amor, o sacrificio de las reservas del mundo -

pero estos se secan pronto bajo el sol radiante del juicio de Dios.
Hace unos días escuché en la radio un comentario sobre la ecología. Llegaron al extremo de
decir que los crímenes se debían a la polución ambiental. Aunque yo no discutiría la relación
entre el crimen y la polución, creo que lo tenemos al revés. El problema con el mundo no es en
primer lugar la contaminación del agua. Esto e sólo un ejemplo, una figura de la tragedia
verdadera. El problema verdadero es la contaminación moral de la tierra. Dios trae su
acusación: «Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y Ilomicidio tras homicidio
se suceden» (Oseas 4:2). Edificios explotados, las oficinas federales de la ciudad de Oklahoma
bombardeadas, un presidente que vacila diciendo, «todo depende de lo que significa ‘es’2»
¿Qué pasa con una cultura que sigue este camino? Oseas nos muestra los resultados: «Por lo
cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morádor de ella, con las bestias del campo y las
aves del cielo; y aun los peces del mar morirán» (Oseas 4:3).
¿Qué pasa con el pacto? Si Dios ha establecido este acuerdo y su justicia es el tribunal de
justicia, ¿dónde está la esperanza de poder llegar a tener verdadera comunión unos con otros, y
también con Dios mismo? «Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!»(Hebreos 10:3]).
«Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿ Quién de
nosotros morará con el fuego consumidor? ¿ Quién de nosotros habitará con las llamas
eternas? (Isaías 33:14).
2Una referencia al presidente Bili Clinton cuando
estaba intentando evadir uno de sus escándalos.
66

Tn eflte rIsj, y desesperados, hay una roca. Pablo dice que la roca en el desierto ‘seguía’ al pueblo
de Dios proveyendo agua viva (1 Corintios 10:3). Esta Roca sobre la cual paramos nos nutre y
satisface nuestra sed. Jesucristo provee el único fundamento sobre el cual podemos edificar
nuestros hogares y nuestros matrimonios.
Cristo nos provee protección de la ira de Dios. En el Antiguo Testamento leemos una historia en
que Dios ‘cortó’ o hizo un pacto con Abraham (Génesis 15). En este rito cultural de pacto, las
dos partes caminan entre los animales partidos en dos. «Si no guardamos este pacto, que nos
corten en dos como estos animales» era el sentido de este rito. Pero cuando Dios ‘corta’ un
pacto con Abraham, sólo su presencia pasa por en medio de los animales. Dios sólo carga con
las consecuencias de nuestros pactos rotos. El sacrificio de Cristo en la cruz y su resurrección
proveen un camino de regreso a la comunión con Dios. El velo del Lugar Santísimo, aquél
cuarto especial en el templo representando la presencia sagrada de Dios, es rasgado de arriba
hasta abajo. Dios ahora se mueve entre todo su pueblo. El camino es abierto. El escudo de
Cristo nos protege del fuego de la ira de Dios. Jestís vino a buscar y salvar al que se había
perdido.
El Espíritu que se mueve en nuestros corazones para damos fe en Cristo es el aliento de la nueva
creación que convierte nuestros corazones de piedra en corazones de carne, permitiéndonos
amar a Dios primero, y amar a otros, y también poder estar en paz con nosotros mismos.
Cuando bebemos el agua que Él ofrece, nunca volvemos a tener sed. Los hombres encuentran
en Cristo la’humildad para ser líderes compasivos y amorosos. Las mujeres encuentran en Él el
poder de ser siervas fuertes. Los hijos encuentran en Ella fe para obedecer a padres
pecaminosos.
Personal, no impersonal
El Dios a quien servimos no es una fuerza impersonal ni algún
67

imperativo eterno moral. Dios se da a conocer. Él llega a nosotros y nos habla. Llegó a ser
carne, compartiendo nuestros débiles cuerpos afligidos por las çonsecuencjas del pecado. Jesus
vino en la carne, vivió entre nosotros, sufrió todo lo que hemos sufrido, para que pudiéramos
conocer la grandeza de su amor. Como dice Pablo en Romanos 8:38,39: «Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir; ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos
8:38-39).
Este es el amor sobre el cual un cristiano edifica su vida. El sacrificio de Cristo abre el camino
para nosotros hasta el día en que este orden señ cambiado y se desaparecerá el pecado para
siempre.
Íntegros, no quebrantados
Jesús nos redime tanto el cuerpo como el alma. En su resurrección Jesús es el primer horno
noeticus. Aquellos que son redimidos por su sangre forman una nueva raza, para poblar un
nuevo mundo que viene. No nos engañamos en cuanto a la muerte de nuestro cuerpo actual,
pero como Pablo lo dijo, «Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día» (2 Corintios 4:16).
Y «que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo
siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestros cuerpos. (2 Corintios 4:8-10). La fe cristiana es realista y poderosa. Estimula la merite,
crea gozo en la unión sexual, y permite que el dolor y el sufrimiento sean instrumentos de poder
y paz.
68

Intimidad, no soledad
El plan de Dios para la intimidad es totalmente cumplido en Cristo.
Los lioiiibws y his iiiujii., uiiiu Iuju1fu y Ii iLLLÁ1, no tienen barreras de enemistad entre ellos. El
pecado había destruido la intimidad gozosa entre Dios y su creación. También destruyó la
comunión pura entre Adán y Eva. En lugar de la intimidad del compañerismo puro, recibieron la
maldición de pleito y la competencia en sus relaciones. Eva desea ‘tener’ a Adán (de la misma
manera que el pecado estaba a la puerta de Caín con el deseo de tenerlo, Génesis 4:6). Adán
‘dominará’ a Eva en lugar de cuidar de ella como Dios había planeado. La relación entre los
sxos y dentro de la familia es inmediatamente torcida, produciendo conflicto, competencia,
celos y homicidio (Camn contra Abel). Pero Dios busca a Adán y Eva y les hace un vestido para
cubrir su pecado. Dios inicia el primer sacrificio, y los cubre con pieles de animales.
Dios restaura la intimidad con su pueblo, y aunque vivimos en una etapa de la historia en que
estamos ‘ya’ redimidos pero ‘todavía no’ poseemos nuestros nuevos cuerpos, ‘ya’ santificados
en Cristo pero ‘todavía no’ terminado con el viejo hombre a pesar de esto sabemos que
-

veremos a Dios cara a cara y vivir con El eternamente. El poder de la muerte de Cristo y su
resurrección les da a los hombres y a las mujeres el poder de restaurar las relaciones como Dios
planeaba desde el principio en el matrimonio.
La mujer dentro del pacto
Hemos discutido la teología, y aún no he dicho mucho sobre las mujeres. Pero lo he considerado
muy importante describir el contexto de mi cQsmvisión. Desde este enfoque usted podrá
entender mi actitud en cuanto a la mujer. Es posible que mi perspectiva le parezca extraña, pero
yo era extraña en la universidad de Wellesley en los años ‘60 y podrían pensar que soy extraña
hoy. Pero para poder explicar el porqué escogí la vocación de esposa y madre, yo tenía que
darles el contexto.
69
- - ru:- — -

Cuando yo llegué a Wellesley a la edad de 17 años, tenía mi carrera toda planeada. Quería ser la
esposa de un pastor, y ser el apoyo de un hombre de Dios en sus esfuerLos por servir a Cristo.
Yo quería la mejor educación posible, para usar mi mente a la máxima capacidad en esta
vocación, o para poder trabajar si Dios me llamaba a ser soltera.
Conocí al que un día sería mi esposo en mi primer semestre de clases. Adelantando cursos, pude
graduarme un semestre antes que los demás. Nos casamos el día 30 de Enero, 1971 y seguimos
casados hasta hoy, 29 años después. Tengo 7 hijos, desde 12 a 27 años, y 3 nietos. No me he
arrepentido de la decisión que tomé ni por un segundo. Claro, sería mentira decir que nunca he
sido tentada por el contorno feminista. A veces, razonando conmigo misma, oigo una vz que
dice, «Los hijos son maravillosos, pero si usted le diera a la escritura un poco más importancia
podría escribir mucho mejor de lo que hace». Y comienzo a soñar con haber escrito un libro de
mdcha influencia. O a veces he cedido a la teitación de buscar realizarme ‘realmente’. A veces
he podido acoplar estas actividades con nuestra familia, otras veces eran las voces del orgullo.
Pensando en los 29 años de matrimonio, yo podría mencionar algunos ‘éxitos’, las cosas que
uno incluiría en curriculum vitae. Ayudé a comenzar una escuela cristiana, df a conocer en la
Francia una forma efectiva de comunicarse con los sordos, enseñé clases de preparatoria,
séptimo, y educación física en una escuela para muchachas delincuentes, dí clases del habla
para terapistas, enseñé técnicas de la escritura en un seminario teológico, he producido varias
obras de teatro para escuelas cristianas e iglesias, serví en las mesas directivas de varias
organizaciones, publiqué varios artículos y una novela, fui editora de una docena de libros
teológicos y proyectos de Doctorado, y he dado muchas conferencias para retiros de mujeres.
Sin embargo, mi logro verdadero, y la tarea por la cual seré juzgada cuando vea a Dios, tendrá
otra lista totalmente diferente. Esta lista podría incluir algunas de las otras cosas, pero la
mayoría son basura comparado
70

con ci valor de tener, nutrir, instruir, amar, y educar siete


im.genes de Dios totalmente fascinantes, y habienlo podido aXudar a foriuai- la d,
Di.., ri
Encuentro gozo verdadero al poder reír con otros tomando té, de resolver un conflicto entre los
hijos, ver uno de ellos librado de la tentación, oír mi familia cantar en la mesa, ver los nietos en
sus juegos, enviar a mi esposo e hijos de la casa animados para poder llevar el nombre de Dios a
otros me da gran gozo ver que Dios los toca a través de mí.
-

Les puedo encomendar sinceramente la vocación de esposa y madre. Si desea aprender las
disciplinas de la administración, ¡ intente organizar las vidas de 9 personas, todas
viviendo bajo el mismo techo! Si usted desea aprender la psicología,
¡siéntase con 5 hijas mientras discuten los pro y los contra de los hombres que han
conocido! Si usted desea aprender el poder de la espiritualidad, ¡confronte una hija de 12 años
que se planta delante de usted y le dice ‘NO’! ¿Qué poder tiene usted sobre su corazón? Usted
tiene sólo el poder de la oración y la fe, porque sólo Dios puede cambiar un corazón. ¿Quiere
usted un reto intelectual? ¡Trate de explicar la energía atómica a un niño de 4 años! ¿Quiere
aprender de linguística, o de educación especial? ¡Trate de enseñar tanto el
francés como el inglés a una hija de 2 años que es totalmente sorda! ¿Desea
desarrollar las características de la misericordia, la paciencia y la sabiduría?
Entonces cállese y escuche el dolor y las luchas de su marido cuando
decide cambiar su trabajo. ¿Desea amigos cercanos? Busque 4 mujeres que
le aman y ore con ellas todos los lunes durante 2 horas.
Cuando yo olvido estos logros, o cuando ya no me bastan para mantenerme
felizcoií’ haber escogido mi vocación, trato de imaginarme en el día de
juicio ante el trono de Cristo donde todos compareceremos para que cada uno
reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (
2 Corintios 5:10). En ese día, por la misericordia de Jesucristo, tendré el sumo gozo de oír a
mi Salvador decirme personalmente:

71

Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fun&tción
del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fl4i
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la
cárcel, y vinisteis a mí... De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25:34-36, 40)
No estoy siempre segura de lo que significa ser una mujer. He luchado con mis propias
expectativas, las de mi esposo, y la sociedad que me Íodea. He buscado en las escrituras, que me
dicen que la santidád es más importante que la belleza física, pero que también dan a entender
que mi cuerpo femenino y su poder seductor debe ser un regalo hermoso en la relación con mi
esposo. Como otras mujeres lucho con estas cosas. Y mi esposo lucha por amar mi cuerpo en
particular, en lugar de anhelar un ‘cuadro perfecto’, o el cuerpo de otra mujer. Ambos pedimos
que Dios impulse nuestro romance con la conclusión sencilla que yo soy muy femenina porque
soy mujer, creada a la imagen de Dios. Y yo debo evitar la tentación de imponer sobre mi
esposo algún ideal de lo que significa ser ‘varonil’. Al contrario, yo debo escoger amar al
hombre que es mi esposo, y dejar al Espíritu de Dios la obra de conformarlo a su imagen. No es
el trabajo de mi esposo conformarme a mi a su imagen, ni tampoco es mi trabajo conformarlo a
Él a mi imagen. Es el trabajo del Espíritu Santo conformanos a los dos hombre y mujer a la
- -

imagen de Cristo.
Una relación de pacto con Dios
Diseñados para reflejar la imagen de Dios
Mi primer deber como mujer es a mi Esposo celestial, El que redimió la Iglesia. Si yo avanzo en
mi entendimiento de Dios,

llegaré a ser más y más femenina. Yo soy una imagen de Dios, una mujer hecha a b imagen de
Dios. «Varón y hembra los creó». Así que, entre más me conformo a la imagen de Cristo, me
conformaré más y más a la imagen femenina de Dios que soy. Con esto no quiero decir que yo
me imagino a Cristo como algún ser sin forma. No, Jesucristo como Dios encamado fue un ser
humano hombre. Sin embargo, como Salvador, Jesús entendió tanto la sumisión y la autoridad,
y por lo tanto puede identificarse con mis luchas de mujer.
Diseñados para rçflejar a Cristo
Yo fuí diseñada como mujer. Parte de este diseño es someterme a mi esposo. En la lucha contra
mi deseo pecaminoso por la autonomía yo miro a Cristo. Jesús es mi ejemplo de sumisión
voluntaria. El fue a la cruz por amor. Nunca se me ha ocurrido considerar a Jesús un debilucho
porque fue a la cruz, porque se sometió a la voluntad de su Padre. Si alguna vez ha habido una
situación injusta, un hombre que sufre infinitamente por lo que no parece ser una buena razón -

fue en el caso de Jesucristo. Los teólogos feministas se burlan de la cruz, negando su necesidad
de ‘gente que se cuelgan de cruces, con chorros de sangre y esas cosas extrañas>’. Ellos llaman
la crucifixión lo último en el abuso de los niños. Pero Jesús voluntariamente dio su vida por
-
nosotros. Esto no es abuso del niño. No había otra forma para que obrar nuestra salvación sino
caminar esas horas oscuras de soledad absoluta, de abandono absoluto. Lo hizo por amor a mi, y
por amor de su Padre.
Yo puedo identificarme con Cristo. Cuando los dolores de parto son demasiados p.ara soportar,
una mujer piensa en el gozo por delante, y enfrenta los dolores con más ganas, porque traerán
vida, y paz, y un nuevo comienzo. «Consumado es!» Y emerge una nueva vida, un nuevo
comienzo. Consumado es, sin embargo, a penas está comenzando, esta aventura de una nueva
persona.
Pero el rol de una mujer no es sólo la sumisión. Ella es

72

73
llamada muchas veces a ejercer la autoridad sobre sus hijos, sobre la clase a su cargo, o en su
-

trabajo. En estas áreas una mujer debe apoyarse en la humildad y poder de Cristo para ejercer su
autoridad de manera firme pero compasiva.
En pacto con su esposo
Reunir todas las cosas bajo una Cabeza
La biblia nos enseña que Cristo es Cabeza de la iglesia, y que nuestra tarea es «reunir todas las
cosas bajo una Cabeza, esto es, bajo Cristo». Yo imagino todo esto como una sombrilla muy
grande, con la punta arriba la soberanía de Cristo. Bajo la protccción de la sombrilla grande, me
imagino una familia pequeña sentada bajo otra sombrilla más pequeña. El padre debe ser la
cabeza del hogar, ocupando un papel de autoridad sobre su esposa e hijos (recordemos que ya
dijimos que tener autoridad sobre ellos no implica superioridad de esencia, sino un papel que le
es dado). La tarea de la esposa cristiana es «reunir todas las cosas bajo una cabeza», la de su
esposo. No en términos absolutos, por supuesto. Pero en tanto que ella reúne las experiencias y
las relaciones de su familia en sumisión a su marido, haciendo del hogar un lugar ordenado,
seguro, pacífico ella reúne todas las cosas bajo el señorío de su esposo y por tanto bajo Cristo.
-

Los esfuerzos de una mujer cristiana por reunir todas las cosas bajo el liderazgo de su esposo es
una forma pequeña de los esfuerzos de la Iglesia por reunir todas las cosas bajo una Cabeza,
Cristo.
Dar y recibir honor
La descripción bíblica de la pareja es muy rica. La mujer acepta el señorío de su esposo dentro
del marco que Dios describe. Pero la mujer también recibe honor de parte de su esposo. 1
Corintios describe un círculo inter-dependiente. Cristo es la cabeza del hombre, y el hombre es
la imagen y gloria de

74

Dios. ¡No hay que avergonzarse de eso! De igual manera las mujeres no deben avergonzarse de
que «la mujer es 1a gloria del hombre». La mujer fue creada para el hombre, dice Pablo, y salió
del hombre. ¡Parece muy machista hasta aquí! Aunque realmente no es machista. Porque Pablo
continúa diciendo, unos versículos después «Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la
mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la
mujer; pero todo procede de Dios» (1 Corintios 11:11-12).
Una mujer no tiene que pensar que es humillante asumir un rol de apoyar, de animar y de
ayudar a su esposo. Todo el tiempo que ella honra a Cristo en esta manera, ella está honrando a
su marido, quien honra a Cristo, quien honra al Padre. A la vez, Dios Padre exalta a Cristo, y lo
honra. De igual manera el esposo cristiano exalta a su esposa y la honra. Proverbios 31 dice,
Se levantan sus hUos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: Muchas
mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y yana la
hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, Y
alábenla en las puertas sus hechos (Proverbios 31:28-31).
A pesar del deseo por honra inmediata que a veces me tienta, yo sé que la meta que yo persigo
tiene un valor mucho más duradero. Es posible que aún intentaré escribir otro libro, pero yo
considero que los corazones de mis hijos y mi esposo son libros de valor eterno. Y yo que el
territorio de mi hogar pertenece a Cristo. Yo soy libre aún más, me veo comprometida para
- -

usar este hogar para su honor. Al decidir no perseguir una carrera fuera del hogar, ahora soy
libre para escuchar la voz de muchos que necesitan compasión, un consejo, una cama o un
comida.
Uno mi voz con la de John Piper, quien ruega a las mujeres cristianas:

75

Por favor no piensen que un trabajo secular es un reto mayor o mejor uso de su tiempo o vida
que la,v oportunidades sin número de servir y testificar en su hogar, el vecindario, la
comunidad la iglesia y el mundo. No se hagan la pregunta, ‘carrera o ama de casa?’ sino,
‘icarrera de trabajar todos los días o la libertad para el ministerio?’ Tomen en serio la
pregunta, ‘cuál sería mejor trabajar para alguien para hacer prosperar su negocio, o ser
-

instrumento de Dios con el tiempo suficiente para soñar acerca de cómo puede prosperar su
hogar para que con su creatividad pueda hacer prosperar el reino de Dios?’ Las desafio a
tomar decisiones basadas no en las presiones seculares de consumir másy más, sino en lo que
fortalecerá más lafe de su familia y lo que avanzará el reinode Dios.
Una hermana cristiana
Una mujer cristiana no es un eco de su marido, tampoco debe sentarse tranquila si su
esposo comienza el camino a la autodestrucción. Ella debe llamarlo con valentía a la
obediencia. Este llamado de una esposa tiene una fuerza sin par si se ofrece con
humildad, de manera tranquila, sin juzgar, y cuando su propia vida da testimonio claro
del amor que ella espera de Él. Cuando una mujer habla en paz, con amor, descubriendo
el pecado pero cubriéndolo con el perdón, ella llega a ser una forma de la presencia de
Dios en la vida de su marido. Ahora, algunos hombres no responden positivamente a
este trato, porque el pecado no puede soportar una mujer que mira el mal y sigue
amando. Pero a veces un hombre se quebranta bajo la presión de tal manifestación de
santidad. Pedro ofrece el consejo a las mujeres cristianas que están casadas con hombres
no-creyentes:
«Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no
creen a la palabra, sean ganados sin
76

palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa»
(1 Pedro .3:1-2). Cuando Dios le cia la fuerza a las mujeres para vivir de esta manera, los
corazones de los hombres serán ganados.
Fe
Una mujer cristiana ejerce su fe cuando se somete a un hombre pecador. Juan Calvino
argumenta que cuando los cristianos se someten a la autoridad de sus pastores humanos, los
cristianos muestran al mundo el poder de la fe. ¡Que tremendo el hecho de que los hombres y
mujeres llegan a ser más santos por medio de someterse a líderes pecaminosos! No quiero decir
que nosotros debemos seguir el pecado y la desobediencia. Pero sabemos que todo líder en la
Iglesia, sea pastor, anciano o el esposo en su hogar todos son pecadores. No nos sometemos a
-

ellos por algún respeto natural que les tengamos, sino es parte de nuestra fe en Cristo la razón
denuestra sumisión.
En relación de pacto con sus hijos
Una mujer cristiana instruye y disciplina a sus hijos
La relación de obediencia fiel bajo su pacto con Dios, y el pacto subordinado con su
esposo ambos proveen la estructura y fundamento para que la mujer cristiana se relacione
-
con sus hijos. De nuevo, la meta final es «reunir todas las cosas bajo una Cabeza, Cristo Jesús».
Si la mujer recuerda esta meta en todo tiempo, podrá tomar decisiones que son buenas y
correctas con relación a sus hijos. sto le da una base objetiva sobre la cual puede fundamentar la
instrucción moral y las reglas del hogar. También le da una fortaleza de Dios para que ella no
tenga que depender del amor de sus hijos para su identidad. Esto la refrenará de «derribar su
propia casa» (Proverbios 14:1), como es la tendencia de la mujer necia. Lejos de minar el
respeto que sus hijos tienen por su padre de manera irresponsable, ella hará todo
77

dentro de su poder para fortalecerlo.


La mujer cristiana no tiene que sentirse a la defensiva cuando algunos la critican diciendo que
«la pisotean?). Para empezar, ella como cristiana acepta el rol de poner su vida por otros. Ella
tiene la libertad de poner a un lado sus ‘derechos’, su orgullo, su ego, el deseo de tener la razón
o de recibir reconocimiento. Desafortunadamente el mensaje que las mujeres reciben hoy es que
son medio locas si deciden seguir un camino de sacrificio. Como mujer cristiana, yo quiero
afirmar aquí y ahora ¡mi derecho dado por Dios de negarme a mí misma!
Una mujer cristiana recibe honor y amor
de sus hijos y su esposo
Toda esposa y nadre que se entrega a su vocación sabe que las recompensas por su sacrificio
son muchas. Los hijos y los esposos mismos a menudo son inspirados por el ejemplo de la
madre y la esposa. Su gratitud es real, y sus alabanzas genuinas. Aún los hijos rebeldes admiten
en secreto (y a veces abiertamente) su aprecio por una madre que no los abandonó en sus
agonías y sufrimientos. Los esposos se sienten honrados cuando su mujer los respeta aun-

cuando han sido desleales de alguna forma. Y por supuesto, como ya mencioné, el honor más
alto para la mujer cristiana es ser recibida y encomendada por Cristo mismo, cuyo sacrificio no
conoció límite alguno.
En relación de pacto con la Iglesia
La mujer cristiana tiene la libertad de
usar todos sus dones
Maestra, consejera, coordinadora de actividades, chef, jardinera, decoradora de casas, pintora,
escritora, consejera financiera, entrenador de deportes, guía espiritual todo esto ¡y el cielo
-

también! Aunque ser madre tiempo completo es duro, la mujer cristiana que se dedica a su
marido, sus hijos y a su iglesia,
78

tiene muchas ocasiones de servir. Siempre debe recordar que todas las actividades deben
servir la meta ikima: reunr todas las cosas bajo nuestra Cabeza, Cristo. La satisfacción más alta
de una mujer cristiana es ver a su esposo, y sus hijos y sus amigos dedicarse a la honra y gloria
de Cristo.
Mujeres solteras
Me he dirigido principalmente a las mujeres casadas. Dios nos ha colocado en familias, y el
matrimonio es la estructura normativa. No debe ser la excepción, sino la norma.
Sin embargo, no todos se casan, y Dios llama a algunos a una vida soltera. La mujer soltera
sigue siendo mujer. Y ella usará sus instintos maternales para ayudar con los hijos de otros, o de
las mujeres más jóvenes. Ella llevará honra a los líderes hombres de su iglesia y su comunidad.
Ella trabajará por formar un hogar que honre a Cristo por servir a los pobres, y a los débiles.
Ella obedecerá el mandato de Dios al traer a muchos al banquete con Cristo, y su casa puede
servir esta meta. Esta mujer puede crear una familia cristiana en su iglesia, y puede encontrar
estructuras de autoridad que le permitan aconsejar dentro de esta familia mayor. En la familia
cristiana nadie es autónomo, todos nos necesitamos unos a otros.
Las bodas del Cordero
El matrimonio la imagen que Dios usa para describir su comunión con sus criaturas
-
Jesús enseñó que nel cielo no habrá matrimonio. Yo no creo que esto quiere decir que las
distinciones entre hombre y mujer serán borradas, porque estas estructuras creadas reflejan la
misma naturaleza de Dios y probablemente no serán borradas. Sin embargo, el matrimonio
humano no es el patrón último para la intimidad , fidelidad, amor personal y productividad. La
relación que mejor refleja estas cualidades se encuentra dentro de la
79

Trinidad misma, y por extensión, entre Cristo y su Iglesia. Corno un novio entusiasta y
responsable, Jesús ha ido adelante para alistar su casa para su novia, la Iglesia Toda la
belleza e intimidad del matrimonio es tan sólo una sombra pasajera comparado con la
relación amorosa entre Cristo y su Iglesia.
En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan recibe una visión del cielo. En esta visión,
una gran multitud dama, «Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Gocéinonos y ale gréinonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado». Y después el ángel le dijo, «Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del Cordero» (Apocalipsis 19:6-9).
Este es el contexto del matrimonio. Este matrimonio final provee el fundamento para
todos los matrimonios humanos. Sólo cuando un esposo comprende el alcance del
sacrificio de Cristo y el poder de su resurrección podrá hacer lo que le pide Jesús en el
matrimonio:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, para santfi carla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, afin
de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus
mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ana. Porque nadie
aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos seráti una sola carne (Efesios
5:24-3]).

Sólo cuando una mujer llega a entender que su valor y su identidad no dependen de ccmo su
esposo vea. n tampoco en cómo el mundo alrededor la defina, sino sólo en el amor
incondicional de Cristo para con ella, podrá ella tener la fortaleza de someterse voluntariamente
y gozosamente a la autoridad de su marido:
Los casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de
la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador. Así
que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo
(Efesios 5:22-24).
La necesidad de humillarnos al recibir
el vestido de bodas Ezequiel 16, Apocalipsis
-

¿Aplasta a la mujer el cristianismo? Sí, con certeza, al igual que aplasta a todo
cristiano. Llegamos a ser esclavos de Cristo. Yo ya no soy dueña de mi propio cuerpo. Yo no
soy dueña de mi alma. Nos humilla (mas no es humillante) darnos cuenta que toda nuestra
justicia son ‘trapos sucios’ a los ojos de Dios. Es difícil suprimir mi orgullo y admitir que yo no
tengo nada que ofrecerle a Dios. Ser cristiano es admitir mi pecado, y arrojarme boca abajo
ante un Dios santo para suplicar su perdón. Las teólogas feministas tienen razón. Si vamos a
poder destruir las estructuras de matrimonio tal como la biblia las define, entonces debemos
destruir el último Patriarca.
En Ezequiel 16 euemos un relato muy ‘patriarcal’. Una infante niña es desediada al nacer, y
se queda en medio de un campo todavía en sus sangres, sin lavar, sin nadie que la ame. Un
joven pasa por ahí y se conmueve de compasión. La alza y la lleva para lavarla y cuidarla.
Provee todo lo que necesita de ropa y cuidado hasta que ella llega a ser una joven. Un día el
hombre pasa para ver cómo está, y es impresionado por su emergente

hennosura. Le compra un vestido de bodas y la toma para su esposa.


En esta parábola Dios nos da una figura de su cuidado de nosotros, su pueblo. Pero para muchas
personas hoy, esta alegoría sería totalmente ofensiva. ¿Está la mujer totalmente dependiente del
cuidado de un hombre? ¿Es ella basura hasta que un hombre pasa para salvarla? ¿Es ella su
propiedad de manera que El puede pasar un día y tomarla para sí? Sin embargo, todo cristiano
ha tenido que admitir la realidad de esta historia. Estarnos muertos en nuestros pecados,
arrojados a la basura en este mundo. Aunque fuimos creados para tener valor, no somos nada
ahora por nosotros mismos. Y a nadie le importarnos. Nadie nos va a salvar. Pero Jesucristo
vino para rescatamos, lavamos, y proveer su vestido de justicia para nosotros. El cristiano no es
una persona arrogante, sino muy humilde. El cristiano ha admitido que depende totalmente en
vida y en muerte de la gracia y la misericordia de un esposo celestial amoroso. Su valor depende
de Él. Y su mcta es honrarlo a Él. Existimos para llevar honra a su nombre. Todo nuestro amor
es para El. El nos ha dado su nombre. Nuestra identidad es gravada en las manos de Aquél que
murió por nosotros.
Esta humildad ante Cristo, esta identidad en El, esta obediencia estas cosas son nuestra alegría,
-

nuestra fuerza, honor, poder, motivación, pasión y éxtasis. Si mi Creador y mi Padre celestial ha
declarado ‘buena’ la estructura matrimonial porque refleja aspectos importantes de Él, porque
me enseña de mi Salvador, entonces la abrazaré con todo mi corazón, aún cuando mi pecado me
invita a rebelarme. Renuncio a la ‘libertad’ que lleva a mi auto-destrucción para asirme de la
‘esclavitud’ que me trae vida y amor. Prefiero aceptar la hermosura que Dios me ofrece:
Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era peifecta, a causa
de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor (Ezequiel
82

Potrebbero piacerti anche