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Se dice que una persona ‘sabe historia’ cuando maneja gran cantidad
de datos, pero eso no es suficiente, ya que es necesario entender los
procesos históricos más que los acontecimientos aislados. Estudiar
Historia debe ser un proceso reflexivo, como el de los historiadores,
quienes por este proceso llegan a sus conclusiones: estas habilidades
son los denominados ‘contenidos procedimentales’.
Estos procedimientos tienen dificultades para llevarse a cabo, y
algunos de estas son:
- Las Tradiciones: Un debate nunca se ha considerado como una
actividad formativa provechosa, ya que esto ‘amenaza’ la clase
silenciosa en donde el profesor es un expositor neutral.
- Para procurar un cambio, el enseñador debiera tener una
actualización de la producción del conocimiento histórico. El
conocimiento está condicionado por la visión del historiador,
siendo las conclusiones siempre provisorias, hasta que se
formule otra más completa.
La enseñanza de los procedimientos se enfocó desde 2 puntos
distintos: por un lado, los profesores con una visión que se puede
llamar técnica, ‘tradicionalistas’, ‘positivistas’, ‘idealistas’, etc …; y
por otro lado los profesores que adoptan una visión más
metodológica, también vinculados a la ‘nueva historia’.
Trepat afirma que esos conocimientos son más útiles que los datos
duros, ya que dotan a los alumnos de herramientas mentales
duraderas que pueden generar nuevos conocimientos. De todos
modos, él dice que ambos conocimientos no van en paralelo, es decir,
son complementarios, ya que interactúan durante los procesos de
aprendizaje y durante la ejecución práctica de una tarea (pero da una
mayor importancia o prioridad a lo procedimental).
Pilar Maestro dice que “Las metas que la metodología propone dan
sentido a la incorporación de procedimientos y contenidos. Hay
alumnos que repiten bien las operaciones específicas de un
procedimiento, pero no consiguen las metas de aprendizaje”.
No hay que sobrevalorar la actividad por sí misma. Coll afirma que “El
alumno puede ser activo no sólo cuando descubre o inventa por sí
mismo, sino también cuando es capaz de dar significado y sentido a
lo que se le enseña”.
Este autor agrega que los docentes han tenido una formación inicial
exigente, pero la rutina los consume. Y sigue: “… en los discursos
predominan las ilusiones, en las aulas las rutinas”.