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COMO LEER EL EVANGELIO Y NO PERDER LA FE

- Introducción:
Se nos intenta dar una visión acerca de los problemas que la gente de hoy en día tiene para
creer, para tener fe, dado que muchas veces las formulaciones escritas en estos textos son un
desafío al sentido común. Muchos ven los evangelios como un libro de fábulas o de relatos
mitológicos y se hacen una serie de preguntas poniendo en duda las acciones de Jesús, ¿por
qué no curó a todos los enfermos que había en su tiempo?, ¿por qué solo resucitó a tres
muertos y no a todos?, ¿cómo consiguió quitar el hambre de millares de personas con cinco
panes y dos peces?...
Jesús aseguró en sus evangelios y parábolas que cuantos creían en él harían obras aún
mayores que las realizadas por él mismo, ¿eso quiere decir que puesto que nadie ha logrado
multiplicar panes ni peces para acabar con el hambre en el mundo, ya no se tiene fe…?. En
el libro se intentará dar respuesta a estas preguntas con una serie de reflexiones dirigidas a
los no creyentes.

- ¿Dios? Un cuerno de salvación:


Cuando se lee el evangelio es necesario distinguir qué es lo que pretende comunicar el autor
y cómo lo expresa.
El mensaje que transmite el evangelista es la Palabra de Dios siempre actual en el tiempo.
El modo de presentarla, sin embargo, pertenece a su mundo cultural.
Tomemos como ejemplo para entender esta distinción el valor figurado que adquieren los
números en el evangelio. El número tres significa completamente, Pedro reniega de Jesús
tres veces y cuando anuncia Jesús que resucitará al tercer día asegura que volverá a la vida
de modo definitivo, con la derrota completa de la muerte. El número siete significa todo, el
doce Israel, cuarenta una generación, cincuenta es el número que designa la acción del
Espiritu Santo (Pentecostés) y setenta el número de las naciones paganas.
En los evangelios no hay milagros, sino signos que Jesús hace y que la comunidad de los
creyentes está obligada a continuar. Llegados a este punto surge una pregunta espontánea,
¿los evangelios son tan difíciles de interpretar?, ¿no han sido escritos con un lenguaje
accesible a todos? Los evangelios no han sido escritos para ser leídos, sino oídos, dado que
la mayor parte de los primeros creyentes eran analfabetos. Los evangelistas transmitían sus
escritos a otros pueblos donde la persona que los recibía no sólo leía el texto sino que se
encargaba de explicárselo a la gente del pueblo. Los evangelistas no pretendían ensalzar a
Jesús, sino ofrecer a través de sus relatos la posibilidad de continuar con su obra.
- El preferido de Jesús:
La misión de Jesús consiste en manifestar a todos los hombres la manera de amar de su
padre, Dios. Por ello, Jesús no ama a los hombres que mas méritos poseen sino a los
ladrones, ingratos, pobres de espíritu…Los evangelios enseñan que es necesario encontrar a
Jesús para aprender a mirar a las personas, una mirada de Padre, la misma con la que Jesús
miraba a sus asesinos, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Estos hechos
sorprenden a aquellos que no tienen fe, puesto que consideran ilógico dar amor a quién no
lo merece.
El discípulo amado de Jesús fue Juan, al que muestra no como predilecto ante sus ojos sino
como ejemplo de comportamiento al que todos deben aspirar a imitar. Juan siempre estuvo
al lado de Jesús en los momentos clave de su vida, el llamamiento, el bautismo, la última
cena, la muerte, la resurrección… Con esto se nos quiere transmitir que debemos de amar
sin condiciones, estar al lado de aquel que consideremos un ejemplo a seguir y por el que
estemos dispuestos a entregar como él nuestra propia vida. Debemos de ser como Jesús, el
único camino a seguir y el único modelo para aprender a amar igual que nos sentimos
amados.

- El abuelo de Jesús:
A la hora de leer los distintos evangelios pueden surgir dudas al ver que un mismo hecho es
contado de formas diferentes según el evangelio que leamos, pero lo realmente importante
es darse cuenta de que lo que quieren transmitirnos los evangelistas es una misma verdad y
que los modos de hacerlo son distintos.
Un claro ejemplo de esto lo encontramos a la hora de determinar como se llamaba el abuelo
de Jesús, ya que para el evangelista Mateo el nombre es Jacob y para el evangelista Lucas es
Elí. Lo mismo sucede a la hora de hablar de los Reyes Magos para determinar cuantos eran,
como se llamaban y si eran reyes o no. Lo mismo si nos referimos al pueblo de Jerusalén,
profetizado con un futuro esplendoroso por Isaias, pero envuelto en tinieblas en el evangelio
de Mateo.
Los pastores por ejemplo eran considerados pecadores, excluidos de la salvación y los
primeros en la lista de las personas que el Mesías debería eliminar a su llegada. Pero cuando
Dios encuentra a su paso a los que otros consideran pecadores, estos no son aniquilados sino
envueltos con su amor. Para los no creyentes se presenta la siguiente pregunta, ¿qué
novedad es esta de un Dios que no castiga a los pecadores sino que les demuestra su amor?
Ahí reside la grandeza de los evangelios, en que Dios ama y envuelve con su amor a
aquellos considerados pecadores por todos como los pastores que al igual que los ángeles
glorifican y alaban a Dios.
- Divina carnicería:
Resulta sorprendente que hechos muy significativos de la vida de Jesús no sean recogidos
por todos los evangelistas en sus escrituras. Que algunos hechos importantes sean
considerados por un evangelista e ignorados por otro, depende de la línea teológica que el
autor del evangelio se haya fijado y que es propia de cada uno de ellos.
Mateo es el único que recoge en su evangelio la matanza de todos los niños menores de dos
años en Belén y sus alrededores ordenada por Herodes. La línea teológica de Mateo, tiende
a seguir las huellas de la vida de Moisés. Por ello las acciones de ambas vidas son paralelas
y así se recogen en el evangelio de Mateo. Por ejemplo en contraposición a las diez plagas
de Moisés, están diez acciones de Jesús dirigidas a liberar al pueblo. Si en las plagas los
elementos de la naturaleza y los animales se usan como medio para castigar a los hombres,
los gestos de Jesús son los animales y los elementos de la naturaleza hostiles al hombre, los
que son dominados. Las diez plagas culminan con la muerte del faraón, las diez acciones de
Jesús finalizan con la resurrección de la hija de un personaje presentado como “jefe” para
colocarlo en paralelo con el faraón, jefe de los egipcios.
Otro caso interesante es el de los leprosos. Estos vivían separados de la sociedad y no
podían acercarse a nadie ni nadie podía acercarse a ellos. La situación de los leprosos era de
desesperanza, porque sólo Dios podía quitarles la lepra, pero la Ley enseñaba que, sólo tras
ser purificados, podían dirigirse a Dios. Para ello debían de subir al templo de Jerusalén
donde les esperaban cuarenta latigazos a aquellos que se aventurasen a entrar. Pero si el
acceso al Dios del templo está prohibido, siempre es posible acceder al Dios que se
manifiesta en el hombre.
Uno de ellos se acercó a Jesús pidiéndole que le purificara, este término va más allá aún de
la curación, a lo que el Señor no responde con un puedo sino con un quiero.
La enseñanza que aquí se nos quiere transmitir es que Jesús no rehabilita al hombre por sus
méritos, sino gratuitamente, como don del amor de Dios, su Padre.

- ¿Cuántas veces, hija mía?:


Otro capitulo de la vida de Jesús es su relación con las mujeres. En el evangelio de Juan
queda recogido como los discípulos se muestran sorprendidos al ver como Jesús esta
hablando con una samaritana. Sorprende a los que dudan de la fe en Dios la facilidad con la
que Jesús concede la absolución a una mujer sorprendida en adulterio o a una prostituta, sin
una sola palabra de reproche.
Como es habitual son los evangelistas los que encaminan al lector hacia la justa y correcta
interpretación de sus escritos, dándoles claves de lectura que les ayuden a comprender lo
que aquel quiere comunicar.
Para entender esta relación se explica el matrimonio del profeta Oseas y su esposa Gomer.
A pesar de que esta había engañado a su marido con numerosos amantes, el profeta estaba
enamorado de su esposa de una manera tan fiel que le ayudó para comprender el amor de
Dios hacia su pueblo, incluidas las mujeres.
Cuando Oseas encuentra a su esposa después de una de sus múltiples fugas, comprendió
que esta buscaba en sus amantes el amor que su esposo no era capaz de darle, y este no le
recriminó su actitud por lo que Gomer se entregó a su esposo casándose con él para
siempre. Este comportamiento del profeta no fue entendido por sus contemporáneos que lo
tomaron por insensato y demente.
Ahora podemos entender la relación de Jesús con aquella samaritana. Judíos y samaritanos
se odiaban entre sí y más aún si se trata de mujeres. Jesús se acercó a ella pidiéndole que le
diera de beber para acto seguido recordarle su situación de adúltera ya que la samaritana
había tenido cinco maridos más el actual.
La samaritana que comprende lo que Jesús intenta decirle, pregunta si puede encontrar a
Dios en el santuario o en un monte a lo que Jesús le responde que es Dios quién se le ofrece,
dándole su capacidad de amor.

- Jesús y el Monseñor:
En este capitulo se nos presentan dos cuestiones importantes, una es que uno de los
impedimentos a la hora de recibir el mensaje del Señor es la riqueza, pues ningún rico ha
entrado a formar parte de la comunidad de Jesús, si no es a cambio de desprenderse de sus
bienes, y la segunda es la religión, los evangelios cuentan que cuanto más lejos se esta de la
religión más fácil es percibir la presencia y el mensaje de Dios y que cuanto más religioso
se es más dificultad se encuentra para reconocer y entender al Señor en sus palabras.
En el evangelio de Marcos se describe el acercamiento a Jesús de un letrado. Los letrados
eran personas piadosas, considerados los sucesores inmediatos de los profetas. Marcos
inserta el episodio del letrado como ofensiva final contra Jesús de unos fariseos, herodianos
y saduceos que realizaron a Jesús una serie de preguntas trampa para cogerlo en falta y así
poder denunciarlo. Cuando después de que Jesús enmudeciera a estos con sus respuestas, le
llega el turno al letrado el cuál pregunta: ¿Qué mandamiento es el primero de todos? Para
los letrados el mandamiento más importante era: el sábado, el Creador no trabaja. La
respuesta de Jesús fue tajante, el mandamiento más importante no es uno, sino dos que se
complementan, “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas”, unido a “amarás al prójimo como a ti mismo”. No hay
ningún mandamiento mayor que estos dos.
Todo el que está por el bien del hombre, no se halla lejos del reino, pero para entrar en él es
necesaria la conversión, un cambio radical de mentalidad en la escala de los valores que
regulan la propia existencia, renunciando a toda clase de prestigio para poder poner la
propia vida al servicio de los hombres, esta es la enseñanza que Jesús nos da en este
capítulo.

- El adelantamiento de una prostituta:


En este capítulo se nos da a conocer dos figuras importantes en la historia de los evangelios
y en la vida de Jesús, los fariseos y la prostituta.
Los fariseos son laicos piadosos, su estilo de vida los separa de la gente común. La vida de
un fariseo está dominada por la preocupación de observar fielmente los seiscientos trece
preceptos de la Ley. Están obsesionados por el exacto cumplimiento del descanso en día de
sábado y a no caer en la gravísima transgresión de escribir ni una sola letra del alfabeto.
Jesús define a los fariseos como hipócritas, que en lugar de practicar buenas obras para que
los hombres glorifiquen al Padre, hacen alarde de sus innumerables devociones para ser
glorificados por los hombres.
El nacimiento de una niña en el mundo judío es considerado una auténtica desgracia
ratificada por la palabra de Dios. Cuando en una familia había ya dos niñas, no era tolerada
una tercera, sino que esta era abandonada a su suerte fuera de la aldea. A los cinco años la
niña experimentaba sus primeros juegos eróticos y a los ocho años estaba ya preparada para
tener una relación completa.
Tomemos como ejemplo el relato en el que Jesús es invitado a comer por un fariseo. Los
huéspedes están reclinados en círculo en torno a la mesa ante la entrada de Jesús cuando una
prostituta llega con un frasco de perfume para inclinarse ante sus pies besándoselos y
llorando. Ante tal hecho Jesús se mantiene impasivo y no reacciona lo cuál llama la
atención del fariseo Simón que duda de si Jesús es profeta, ya que de serlo sabría que la
mujer que le está tocando es una pecadora. Jesús ve vida allí donde hay pecado, y así se lo
hace saber a aquellos fariseos, ya que en la esfera del amor del Padre no se entra por méritos
sino por la misericordia de Dios, donde hay lugar para malos y buenos, incluidos publícanos
y prostitutas.

- Pecad, hermanos:
En esta capítulo se nos acerca la realidad del clero. Los sacerdotes viven de los pecados de
los hombres, es por esto que el clero alimenta constantemente en el hombre el sentido de su
indignidad de cara a Dios, haciéndole sentir pecador y poniéndose como los únicos
indispensables mediadores entre Dios y los hombres para conceder el perdón.
El templo de Jerusalén es considerado el lugar donde el pueblo debía llevar las ofrendas
para obtener el perdón o para recibir favores. Muchos tenían la idea de que el templo era
una especie de mercado dónde ofrecer algo por cada culpa como medio para obtener el
perdón. La acción de Jesús se dirige a eliminar de raíz este comercio sagrado. Así lo define
el profeta Oseas en su evangelio, que el que se hace ilusiones de buscar al Señor “con
ovejas y vacas no lo encontrará jamás”.
Pero las autoridades religiosas de la época chocaban con las enseñanzas de Jesús, la primera
vez que los miembros de la jerarquía religiosa escuchan a Jesús, no sólo no reconocen en él
la palabra de Dios, sino que lo denuncian como blasfemo.
Que una persona haya sido perdonada realmente por Dios no es un hecho visible y nadie
puede garantizarlo, pero la curación de un enfermo considerado incurable es verificable por
todos.
Las autoridades religiosas transmiten al pueblo una idea falsa de Dios, empujándoles a creer
en un ídolo falso. Y el pueblo es llevado a una situación en la que cuanto más cree venerar a
Dios más se aleja en realidad de él.

- El Dios que margina:


Aquí se nos presenta por un lado el relato del encuentro de una mujer llamada Verónica,
haciéndola protagonista del encuentro con Jesús camino del calvario y por otro lado el
significado en el evangelio del número doce, haciendo referencia a esta mujer que llevaba
doce años afectada por un flujo de sangre (clínicamente derivada del flujo menstrual.).
Una mujer que posea esta enfermedad es considerada como una leprosa, no puede acercarse
a nadie ni nadie puede acercarse a ella, si esta desposada no puede tener relaciones con su
marido y si es soltera no puede casarse. A este respecto la religión castiga la esterilidad, por
lo que la mujer no tiene otra esperanza ni otra salida que la de esperar a la muerte. El único
que podría salvarla es Dios.
Durante el tiempo que la mujer sufra el proceso menstrual se considerará que es impura ella
y aquella persona que toque a la mujer o que sea tocada por esta y deberá de dejar pasar un
tiempo establecido según los casos para volver a recuperar la pureza.
Esta mujer, Verónica tuvo un encuentro con Jesús, ante el cual ella pensó que tocando al
Maestro se salvaría. Entre la multitud, la mujer se esconde y esperando que nadie se de
cuenta toca el manto de Jesús, hecho ante el cual inmediatamente quedó curada de su
enfermedad. Jesús se da cuenta de que alguien le ha tocado y pregunta que quién había sido,
la mujer después de unos instantes de duda confiesa haber sido ella, ante sorpresa de los
discípulos que seguían a Jesús.
La mujer espera temerosa el reproche de Jesús, pero este le dice: “Hija, tu fe te ha salvado”,
“Márchate en paz y sigue sana de tu tormento”. El abismo que la religión había puesto entre
la santidad de Dios y la impureza de los hombres es anulado por Jesús.

- ¿Milagros? No, gracias:


Los signos cumplidos por Jesús y narrados en los evangelios son manifestaciones del amor
de Dios a la humanidad, no perceptibles por cuantos esperan demostraciones de poder.
La enseñanza de Dios no deja espacio a la espera de intervenciones espectaculares, sino que
es una invitación a practicar con fidelidad un amor al alcance de todos.
Así se presenta en el evangelio de Juan, el paso que va de la espera de milagros al empeño
activo por transformar el mundo. Este es el relato de un dignatario real que tenia un hijo
enfermo en Cafarnaún, ante lo cual este sale al encuentro de Jesús pidiéndole que curase a
su hijo. Jesús reprocha al dignatario su actitud, ya que aquello que este pide no es una
oración sino una orden, insistiendo en el equívoco de pedir a Jesús aquello que se espera
deba hacer el mismo dignatario.
Jesús recuerda al padre que es él quien debe darle la vida a su hijo, y que la causa de la
enfermedad de su hijo es la falta de relación con él. El hombre acepta el consejo de Jesús y
se pone en camino para hacer lo que el Maestro le ha dicho. Camino de casa, sus siervos
salen a su encuentro diciéndole que si hijo vive, el hombre continúa hasta su casa, se pone
al nivel del enfermo y descubre que es cierto, su hijo vive.
El hijo se ha curado, porque el dignatario ha vuelto a ser en primer lugar hombre y después
padre, aquel que transmite la vida a su hijo para hacerlo igual a sí mismo.

- Enanos y bailarinas:
Mateo y Marcos, los dos evangelistas que narran le ejecución de Juan el Bautista, omiten en
su versión de los hechos dar el nombre de la principal protagonista del relato, la hija de
Herodías, Salomé.
En el episodio la omisión del nombre se explica porque Salomé es presentada como persona
sin carácter ni voluntad propia, sólo como peón de una intriga macabra en la que los
evangelistas narran el complot que llevará al asesinato de Jesús.
Salomé se casa con Filipo, un buen hombre sin ninguna ambición. U viaje a Roma de su
marido, coincide con la visita a Roma de su cuñado, Herodes Antipas, ocasión que Salome
no pierde de seducir y conquistar a este e instalarse en la corte. Para Herodes esta mujer será
el principio de sus desdichas y total ruina. El peligro para Salomé es ahora Juan Bautista,
que denuncia a Herodes por haber actuado contra la Ley de Dios: “No te es lícito tener a la
mujer de tu hermano”.
Finalmente llegó el día propicio para Salomé de acabar con el profeta, cuando Herodes por
su aniversario dio un banquete. Durante la fiesta sucede un hecho inaudito para una corte
oriental: la hija de Salomé se puso a bailar para los comensales. Ante tal espectáculo,
Herodes se siente ya un gran rey y promete a la muchacha: “Pídeme lo que quieras que te lo
daré”. La muchacha pregunta a Salomé, su madre que es lo que quiere, a lo que esta
responde, “la cabeza de Juan Bautista”.
Herodes no puede salvar a Juan, ya que retractarse delante de los comensales de algo que
había prometido era poner en juego su prestigio. Y así sucedió, un verdugo fue, lo decapitó
en la cárcel, le llevó la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha y esta a su vez se la
entregó a su madre.
La única luz en un episodio tan tétrico, la ponen los discípulos de Juan que, a riesgo de
encontrar el mismo final que su maestro, van a recoger el cadáver y lo ponen en un
sepulcro.

- Ricos y vendidos:
¿Qué es lo que puede impedir al hombre alcanzar la plenitud de su condición humana,
anunciada por Jesús y propuesta por los evangelistas como “buena noticia”?
Jesús denuncia en el evangelio que el enemigo número uno de Dios es el ídolo que
representa la divinización de la riqueza. Este dios-dinero seduce a los hombres alentándoles
con la perspectiva de la felicidad que la acumulación de bienes puede garantizar.
En realidad, esta divinidad es falsa, engaña y manipula a los hombres y traiciona a quién le
da culto. El ansia de poseer conduce a la posesión del individuo, que es dominado por sus
propios bienes.
El evangelio muestra que los únicos preocupados por el más allá son las personas bien
situadas, los ricos y los religiosos que quieren asegurarse es futuro en la otra vida.
Para Jesús son cinco los mandamientos que contemplan comportamientos básicos de
justicia en relación con el prójimo, “no matar, no cometer adulterio, no robar, no dar falso
testimonio, honrar al padre y a la madre”. Entre estos cinco mandamientos, Jesús incluye
también el de no defraudar. Es por esto que Jesús no reconoce ni elogia al dios-dinero sino
que le hace notar que le falta todo pues tanta riqueza no le ha hecho feliz.
Encontrar a Jesús no trae siempre bienes, el dios-dinero ha ido a Jesús para tener más y
Jesús le invita a dar más. En la comunidad de los creyentes, Jesús no admite ningún rico
(rico es quien tiene), sino solamente señores (señor es quien da).
- Los calzoncillos de los sacerdotes:
La imagen de Dios que se nos ofrece tras la lectura de la Biblia es contradictoria. De una
primera lectura de la Biblia podemos sacar de Dios dos imágenes: la de Creador y la de
Legislador.
Jesús se decantó por la línea del Dios Creador oponiéndose a la del Dios Legislador.
Además llevó el conocimiento de Dios a un nivel más profundo, el del Dios Padre.
Los personajes varones que aparecen en el evangelio son negativos, es decir discuten entre
ellos para saber quién es el más importante. Sin embargo las mujeres (a excepción de la
mujer adúltera) son presentadas como personajes positivos, como aquellas que han acogido
y comprendido desde el principio a Jesús.
En tiempos de Jesús las mujeres no gozaban apenas de privilegios y eran duramente
castigadas, llegando incluso hasta la lapidación o estrangulación por motivos por los que los
hombres gozaban de cierta inmunidad al respecto. Es el caso de la mujer adúltera, a la que
escribas y fariseos sorprenden en flagrante adulterio y que estos están dispuestos a
apedrearla sin piedad, hasta que Jesús pasa por la zona y dice: “Quién de vosotros esté sin
pecado, que tire la primera piedra contra ella”. Escribas y fariseos se retiraron uno a uno del
lugar dejando caer sus piedras al suelo. El pueblo esperaba una condena hacia la mujer por
parte de Jesús, pero este ve en ella una mujer a la que ayudar y no condenar, porque Jesús
no ha venido a juzgar sino a salvar.

- El santo blasfemo:
En el evangelio de Juan se recoge el término de fiesta que no tiene otro calificativo que
“fiesta de los judios”, haciendo referencia así a las autoridades religiosas y jefes del pueblo,
mientras el resto del pueblo es descrito como una muchedumbre de enfermos.
Tres veces se citan en el evangelio de Juan términos en hebreo, y los tres hacen referencia al
asesinato de Jesús: Bethesda, Gábbata y Gólgota.
Dios no es partidario de ese tipo de fiestas ya que para él la verdadera fiesta consiste en
“enderezar al oprimido y defender al huérfano”.
Jesús continúa la acción de Dios comunicando vida aún en sábado, día en el que está
prohibida cualquier actividad. Tomemos como ejemplo el relato del enfermo al que Jesús
estimula para obtener la curación diciéndole: “Levántate, carga con tu camilla y echa a
andar”. La desobediencia de trabajar en sábado estaba castigada con la pena de muerte por
lo que las autoridades recriminan al enfermo su actitud en sábado, advirtiéndole de que no
pecase más o le ocurriría algo peor. Para las autoridades y dirigentes el pecado es ir contra
la Ley, para Jesús el pecado es ir contra la vida.
Jesús denuncia a aquellos que pretenden enseñar en nombre de Dios sin conocerlo.
- Demonios por todas partes:
En este capítulo los evangelistas hacen referencia a dos términos usados para transmitir el
mensaje de Jesús, diablo y demonio.
Diablo es el equivalente a Satanás, adversario, enemigo. Demonio hace referencia en la
mitología griega a sirenas, arpías, centauros, duendes, gnomos…
El demonio más popular del Antiguo Testamento es Asmodeo, enemigo declarado de las
uniones conyugales.
Todo aquello que parecía maravilloso o proveniente de causas desconocidas, era
identificado como demonio o acción demoníaca. En cuanto a la determinación del sexo de
los demonios, equipararon sus acciones a las de los hombres, comen, beben, se reproducen
y mueren, por lo que estaba claro que eran machos, hembras y gays.
La primera vez que Jesús se encuentra frente a un ser endemoniado, es en un ambiente
dominado por la institución religiosa, la sinagoga. Jesús trata de exponer su mensaje en la
sinagoga de Cafarnaún, en la que la gente le recibe con una explosión de entusiasmo que se
siente impresionada por la palabra de Dios. Pero hay uno (de espíritu endemoniado) que no
soporta la reacción entusiasta del pueblo y le recrimina a Jesús que para que ha ido hasta
allí. El evangelista resalta a aquel hombre endemoniado que habla en plural en defensa de
una clase. La enseñanza de Jesús no se había dirigido contra nadie, pero el endemoniado se
siente amenazado por el mensaje de Jesús.
Jesús consigue poner en práctica aquello que antes había conseguido anunciar en Nazaret,
“Dios me ha enviado a proclamar la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos y a poner en
libertad a los oprimidos”.

- Excomulgado por gracia de Dios:


En la época de Jesús se creía que todas las desgracias, males y enfermedades eran causadas
por Dios a causa de las culpas de los hombres.
En el caso particular de los niños, se creía que si sobre ellos recaía alguna desgracia era por
culpa de sus padres.
Los discípulos conocedores de estos hechos, preguntaron a Jesús cuando vieron a un
hombre ciego de nacimiento, ¿de quién es la culpa de su ceguera?, ¿suya o de sus padres?
Jesús no duda en su respuesta, las enfermedades no son causadas por males, no existe
ninguna relación entre culpa y enfermedad por lo que ni el ciego ni sus padres son culpables
de su ceguera. Jesús mandó al ciego a lavar su cara y sus ojos a la piscina de Siloé y a la
vuelta recuperó su vista. Los fariseos no podían creerlo y creyendo responsables a los
padres del ciego les preguntaron: ¿Cómo es que ahora ve?
Los padres no quieren saber nada de su hijo, alegando que es mayor de edad y que él debe
responder por si mismo, a lo cual él no sabe que responder.
Los fariseos deciden echar al ciego que había recuperado la vista de la sinagoga. Jesús
corrió tras él en su búsqueda, y le comunicó que había encontrado la ocasión ideal para el
encuentro con el Señor.

- El Dios vampiro:
Nos situamos en este capítulo en la parábola de la maldición de la higuera, una de las
acciones más extrañas e insensatas de la vida de Jesús.
La maldición de la higuera alcanza su máximo entendimiento en el momento de relacionar
la parábola con la entrada de Jesús en el templo de Jerusalén. Este episodio es conocido
como la expulsión de los mercaderes del templo, tanto vendedores como compradores.
A raíz de este hecho los fariseos intentan desacreditar a Jesús sin éxito alguno.
Por otro lado en este capítulo haremos referencia a la figura de las viudas, recogidas en el
evangelio como las más desprotegidas. Este el punto más importante para Jesús que siempre
está al lado del más desfavorecido por la sociedad y de los más débiles.
La viuda en el templo intenta echar todo lo que tiene para vivir pensando que así vería
solucionadas sus deudas con el templo. Este gesto no es aceptado por Jesús, ya que no
considera que sea noble por parte de la viuda sino que siendo víctima de la religión intenta
mantenerse en pie a costa de una institución que no hace sino que explotarla.

- Corazón de Mamá:
El evangelio de Mateo recoge que son cuatro las madres que siguen a Jesús, y que sólo la
mujer de Zebedeo no tiene nombre, sino que siempre es nombrada como la madre de sus
hijos. Jesús en una de sus subidas a Jerusalén intenta hacer ver a sus discípulos que va para
ser matado por los representantes del Cesar. En una de estas subidas Jesús se cruza con la
mujer de Zebedeo, que acompañada por sus hijos implora a Jesús que durante su reinado
haga que sus hijos se sienten a derecha e izquierda de este. Este hecho está considerado
como una ofensa ya que estar a la misma altura que el Padre implica tener el mismo poder
que él. Jesús intenta hacer ver a sus discípulos que ese no es el camino elegido por quienes
deseen seguirle, que él va a morir, a lo que los discípulos callaron y huyeron dejando sólo a
Jesús. En Getsemaní, Jesús confía la vigilancia durante la noche a Santiago, Juan y Pedro
pero estos se duermen, fruto de la tentación que les ha vencido.

- La mujer del evangelio:


Juan Bautista llevó a cabo su actividad rodeado de hombres y sólo con hombres, de hecho la
única vez que se topó con una mujer acabó decapitado. En aquella época las mujeres no
gozaban de privilegio alguno, por lo que el comportamiento que Jesús tenia hacia estas no
era muy comprendido y aceptado por la comunidad cristiana.
Uno de los que más encuentros desafortunados con las mujeres tuvo fue Pedro. Fue este
quien pidió que las mujeres fueran expulsadas de la comunidad, que las mujeres no tuviesen
derecho a hablar o preguntar en las asambleas e incluso que María Magdalena fuese
transformada en hombre…
En el evangelio de Marcos queda recogido que la única acción que Jesús pide que sea
recordada al mundo entero es la realizaba por una mujer. La acción se desenvuelve en
Betania, en la casa de Simón el leproso. En esta escena queda recogida la reacción de la
mujer ante la decisión tomada en Jerusalén de matar a Jesús, la de seguirle hasta el límite
acompañándole hasta la cruz. La mujer lleva consigo un frasco de perfume de nardo (de un
gran precio), el cual rompe y se lo derrama por encima (a Jesús). Marcos recoge que el
perfume es genuino utilizando el término de “auténtico” para cosas y “fiel” para personas.
Esta comparación sirve para identificar el amor fiel que la mujer profesa hacia Jesús.
Con este gesto la mujer pone de manifiesto que entrega su vida a cambio de la de Jesús,
hecho que el resto de personas del lugar no entienden, preguntándose porque se había
malgastado así un perfume de tan alto precio. Por último Marcos recoge un hecho
imprescindible en la vida de Jesús y es que en su muerte en el Gólgota, sólo había mujeres y
no hombres, mujeres que le habían prestado servicio durante su vida llegando hasta el punto
de ofrecer la suya propia a cambio de la de Jesús.

- Sanedrín y sobornos:
Son sólo dos las mujeres que protagonizaron el encuentro con Jesús resucitado, María
Magdalena y María la madre de Santiago y José. Son ellas dos las que están presentes en el
momento de la bajada del ángel del Señor para sentarse en la lápida de Jesús y concederle la
resurrección. El primer encuentro de Jesús resucitado es con estas dos mujeres y la primera
palabra que pronuncia hacia ellas una vez resucitado es: “Alegraos”. El encuentro de Jesús
resucitado con sus discípulos y con el pueblo se producirá en Galilea.
Los judíos intentan restarle importancia a la resurrección de Jesús, por eso entre ellos se
hace creer que fueron los discípulos de Jesús los que robaron el cuerpo del sepulcro durante
la noche aprovechando que los guardias dormían. Estos eran los encargados de hacer correr
la noticia (sobornados como lo fue Judas para vender a Jesús por unas bolsas de monedas).
El sanedrín que se había reunido para dar muerte a Jesús, lo hace ahora para impedir la
noticia de la resurrección.
- Conclusión: El Santo, El Papa y El Evangelio:
Hay dos personajes principales en la historia del cristianismo: Juan, conocido con el nombre
de Francisco (de Asís), y Lotario (hijo de los condes de Segni), llegando a ser nombrado
Papa bajo el nombre de Inocencio III.
Frente a los problemas de la época los dos respondieron con soluciones diferentes.
Incluso su muerte fue totalmente distinta, mientras Inocencio III (hombre belicoso y
violento), murió con la espada en la mano y su cadáver fue despojado y robado, Francisco al
llegar su muerte se hizo desvestir, poner desnudo en tierra y murió rodeado del amor de sus
hermanos.
Un único Señor, un solo evangelio, dos respuestas diferentes, un solo santo.

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