Sei sulla pagina 1di 9

VISTO Y CONSIDERANDO:

Que desde la restauración de la


democracia en 1983 la imagen de la dirigencia en general y de
las instituciones de la democracia se han deteriorado en forma
significativa.
Que si observamos el último
informe de Barómetro Global de la Corrupción 2010, de
Transparencia Internacional, que analiza las opiniones del
público en general acerca de los niveles de corrupción en sus
países, la República Argentina se ubica en el puesto 105, sobre
180 países encuestados, con una calificación de 2,9 sobre 10.
Que las principales conclusiones
del informe Barómetro 20101 son: que se percibe que los
niveles de corrupción han aumentado en los últimos tres años;
que los partidos políticos son señalados como la institución
más corrupta en todas partes del mundo; y que de las
experiencias de hechos de soborno administrativo son
generalizadas, y no han registrado variaciones si se las
compara con el año 2006.
Que esta percepción generalizada
en gran parte de los países del mundo y en particular en la
sociedad argentina es producto de la realidad que afecta a la
comunidad y como consecuencia del comportamiento de la
dirigencia argentina en los casi veinte y ocho años de
restaurada la democracia.
Que con el transcurso de los años
se ha mezclado el estado con el gobierno, y gran parte de la
dirigencia política tiene la convicción, y ha actuado de forma

1
Publicado en el sitio Web de Poder Ciudadano http://poderciudadano.org/?p=2288
tal, que la participación ciudadana en la gestión de los asuntos
del estado se limita solo al voto el día de la elección. Se
confundió el rol del funcionario público que debe actuar como
el administrador del estado, sea este nacional, provincial o
municipal, en nombre del ciudadano, de la gente, y no
desenvolverse como quien gerencia algo propio sin tener que
dar explicaciones o rendir cuentas de las acciones, decisiones
o procedimientos adoptados.
Que los representantes de la
sociedad, electos para legislar, controlar y proponer en nombre
del ciudadano responde más a las conveniencias oficialistas,
personales, políticas o de otra naturaleza, que a las
necesidades y expectativas de la sociedad.
Que la década del los noventa, en
la argentina, se caracterizó por el inicio de un movimiento que
buscaba la participación ciudadana en la toma de decisiones y
en el control de gestión de la cosa pública. Fue así que en la
reforma de la constitución nacional y de las constituciones
provinciales se incorporaron instrumentos para favorecer y
alentar la participación de la gente con la incorporación de
institutos para enriquecer la democracia representativa con la
participación ciudadana, esto solo se limitó a algo declarativo
más que acciones concretas destinadas a la efectiva puesta en
marcha de esos instrumentos en gran parte del territorio
nacional, un ejemplo es el Art. 67 de la Constitución de la
Provincia de Buenos Aires.
Que en los últimos cinco o seis
años este movimiento recobró fuerza y se han comenzado a
implementar acciones concretas, en varias localidades del
país, como el Presupuesto Participativo, la Audiencia Pública y
se esta estudiando medidas para reglamentar, a nivel nacional,
el acceso a la información pública.
Que en el municipio de General
San Martín se ha comenzado a trabajar en la participación
ciudadana con la implementación del Plan Estratégico y el
Presupuesto Participativo.
Que la necesidad de dar a la
participación ciudadana un marco formal donde se establezcan
los derechos y deberes de los distintos actores de la sociedad,
como de los representantes y funcionarios del gobierno
municipal, lleva a proponer este Proyecto de Ordenanza
“Código de Participación Ciudadana” que incluye el marco
normativo sobre “Audiencia Pública”, “Acceso a la Información
Pública”, “Presupuesto Participativo”, “Iniciativa Ciudadana” y
“Consulta Ciudadana”.
Que se debe institucionalizar, dar
forma a los procedimientos y establecer los parámetros para la
participación ciudadana.
Que según Max Weber “Política
significará, pues, para nosotros, la aspiración a participar en el
poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos
estados o, dentro de un mismo estado, entre los distintos
grupos de hombres que lo componen”.
Que la decisión de aprobar, o no,
normas destinadas a establecer los mecanismos de
participación, los derechos y deberes de los distintos actores
de la comunidad, es política y es responsabilidad de la
dirigencia esta decisión.
Que Weber sostiene “Esto se
corresponde esencialmente con la acepción habitual del
término. Cuando se dice que una cuestión es política, o que
son "políticos" un ministro o un funcionario, o que una
decisión está "políticamente" condicionada, lo que quiere
significarse siempre es que la respuesta a esa cuestión, o la
determinación de la esfera de actividad de aquel funcionario, o
las condiciones de esta decisión, dependen directamente de
los intereses en torno a la distribución, la conservación o la
transferencia del poder. Quien hace política aspira al poder; al
poder como medio para la consecución de otros fines
(idealistas o egoístas) o al poder "por el poder", para gozar del
sentimiento de prestigio que el confiere.”.
Que este marco normativo
propuesto busca trazar políticas de estado para la participación
ciudadana en la gestión del territorio, que se respeten y
practiquen más allá del color político e ideológico del gobierno
de turno, que trascienda en el tiempo y fomente la interacción
entre la gente, las organizaciones de la sociedad y quienes
administran el estado municipal, y también conlleva la decisión
de ceder parte del poder de la dirigencia en beneficio de la
gente.
Que en los cuadros siguientes se
hace una descripción de los principales problemas que se
enfrentan (Cuadro Nº 1), los principales objetivos que se
buscan alcanzar con el proyecto (Cuadro Nº 2) y el marco
lógico en forma de matriz (Cuadro Nº 3).
Que la Lic. Bárbara Altschuler2
sostiene “Esta constatación podemos relacionarla con la
reflexión que realiza el teórico español del desarrollo local
Vázquez Barquero, en cuanto a la centralidad de las
instituciones y de los aspectos culturales en los procesos de
desarrollo. Estos, no se producen en el vacío sino que
encuentran sus raíces profundas en las características de la
sociedad, la cultura y las instituciones de que se trate. Como
señala este autor, al igual que Manuel Alburquerque el
“entorno” institucional, cultural y de relaciones sociales es un
factor clave que condiciona las posibilidades de desarrollo de
los territorios y es fuente de la competitividad de los mismos
en el contexto de la globalización. En esta línea de
pensamiento, el desarrollo económico toma fuerza en aquellos
territorios que tienen un sistema institucional evolucionado y
complejo -como es el caso de los países europeos en los que
surgen las teorías de desarrollo local. Por el contrario, las
barreras al desarrollo aparecen, generalmente, como
consecuencia de las carencias y mal funcionamiento de la red
institucional y en las dificultades encontradas en los procesos
de descentralización en cuanto al “reparto del poder” entre los
diversos niveles de gobierno, lo cual como ya veremos, se
adapta fuertemente al caso argentino”.
Que el proyecto de Código de
Participación Ciudadana incluye cinco instrumentos para
enriquecer la democracia representativa con la democracia
participativa, dotar de instrumentos para transparentar la
función pública, incorporar herramientas para el control de
2
Municipios y Desarrollo local. Un balance necesario. Publicado en Rofman Adriana y Villar Alejandro
compiladores, “Desarrollo Local. Una revisión crítica del debate”. Ed. Espacio, Buenos Aires, 2006.
quienes administran el estado municipal, establecer medios
para la lucha contra la corrupción. Estos instrumentos están
incorporados en la “Audiencia Pública”, el “Acceso a la
Información Pública”, el “Presupuesto Participativo”, la
“Iniciativa Ciudadana” y la “Consulta Ciudadana”.

Potrebbero piacerti anche