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A LA MEDIANOCHE

La prueba de la paciencia, la fe y la fidelidad






Por el Pastor
Carlos E. Rivas
















Para La Edificación Publicaciones


“El Espíritu y La Esposa”
© 2003 Carlos E. Rivas. Todos los derechos reservados.
Diseño de la portada: © 2003 Carlos E. Rivas. Todos los
derechos reservados.
Editado en El Salvador, Diciembre de 2003.
Salvo cuando se indica expresamente otra versión, las citas
bíblicas fueron tomadas de la versión Reina-Valera 1960.
© 1960 Sociedades Bíblicas Unidas de América Latina.
Publicado por el ministerio: Para La Edificación.
Prohibida la reproducción total
o parcial en cualquier forma,
escrita o electrónica, sin la debida
autorización.





El Espíritu y La Esposa, es texto de seminarios
de equipamiento y formación para pastores y líderes.
Es usado en estudios bíblicos para radio y televisión,
y en cursos intensivos.
Para La Edificación Publicaciones
Urb. Buenos Aires 1, Av. San Carlos #131, S. S. El Salvador. C. A.
Tel.: (503) 226- 8845; Fax.: (503) 235- 1135.
E-mail: c-rivas@salnet.net

ISBN # 156-2003






Impreso en El Salvador. C. A.








A LA MEDIANOCHE























Estas notas son una pequeña parte del estudio
El Espíritu y La Esposa

Contenido
Bosquejo
Mateo 25:1-13.

I– LAS LÁMPARAS Y EL ACEITE.


A– Un tiempo difícil de prueba. Ef. 5.
1– Vr. 11. Las tinieblas de la medianoche.
2– Vr. 14. Despertada e iluminada a la medianoche.
3– Vr. 16. Los peligros a la medianoche.
4– Vr. 17. La insensatez de los irresponsables a la medianoche
5– Vr. 18. La lámpara llena a la medianoche.

II– CABECEARON Y DURMIERON.


A– Por su comodidad y su auto justicia la Iglesia duerme.
1– El estado.
2– El llamado.
3– La respuesta.
4– El mensaje.

III– TARDÁNDOSE EL ESPOSO.


A– El ha tardado para salvación, provecho y preparación.
1-“Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo
para cada suceso bajo el cielo...” Ec. 3:1 BLA
2- “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos
los días de mi vida...” Sal. 23:6.

IV– DADNOS DE VUESTRO ACEITE.


A– Las consecuencias de la insensatez.
1– La conciencia de la hora.
2– La ordenación.
3– La no transferencia.
4– La compra.
5– La amonestación.

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Mateo ––25: 1-13
Las diez vírgenes
1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que
tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2Cinco de ellas
eran prudentes y cinco insensatas. 3Las insensatas, tomando sus
lámparas, no tomaron consigo aceite; 4mas las prudentes tomaron
aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5Y tardándose el
esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6Y a la medianoche se oyó
un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7Entonces todas
aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8Y las
insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque
nuestras lámparas se apagan. 9Mas las prudentes respondieron
diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a
los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10Pero mientras
ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11Después vinieron
también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él,
respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13Velad,
pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha
de venir.

Apocalipsis ––3: 1-6
Sardis: La iglesia irresponsabilidad
1Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus
de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que
tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2Sé vigilante, y afirma las
otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras
perfectas delante de Dios. 3Acuérdate, pues, de lo que has recibido y
oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti
como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4Pero tienes unas
pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y
andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre
del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y
delante de sus ángeles. 6El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias.

Introducción:
En el reloj que marca el tiempo profético, la hora cero está cerca; la
noche con su telón negro ha cubierto toda la tierra; la noche profética
está llegando a su fin.

En los tiempos bíblicos, para los judíos, el día duraba doce horas y la
noche doce horas, de las seis de la tarde a las seis de la mañana era la
noche y de las seis de mañana a las seis de la tarde era el día. Cuando
el Señor Jesucristo estuvo aquí en la tierra, fue el día, cuando Él se
marcho, la noche comenzó. Y hay tres Escrituras que nos enseñan lo
avanzada que está la noche:

La noche viene. Jn. 9: 4. Aquí el Señor amado advierte de la noche


profética. Esto es, la estupidez o la embriagues de los sentidos de los
hombres naturales un tiempo antes de su venida. 1ª Tes. 5:7. Es decir,
un tiempo de pecado.

La noche está avanzada. Ro. 13:12. Aquí el apóstol Pablo advierte


del obrar organizado de los entes de las tinieblas. Es decir, un tiempo
de gran peligro para los santos en luz.

A la medianoche. Mt. 25: 6. Aquí el Señor amado, en su carácter de


novio, advierte a su Amada de la preparación. Es decir, cómo pasar el
tiempo de tinieblas de pecado y de peligro de la medianoche y estar
firme y preparada para las bodas.

En este tiempo de oscuridad malévola, es necesario estar atentos


a la Palabra, pues los peores momentos de la noche avanzada
están por suceder:

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual


hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra
en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones.” 2ª P. 1:19.

El día esta por esclarecer, mientras tanto, somos amonestados a


ser vigilante y velar.

SARDIS. A esta iglesia el Señor se le presenta como el que tiene los


siete espíritus de Dios, esto es, la plenitud de vida, y como el que tiene
las siete estrellas, esto es, los mensajeros de la Palabra. Ap. 1: 20. El
Señor le está diciendo a esta iglesia que Él es –EL VERBO DE DIOS,
el maná del cielo que da vida. Por lo tanto, la responsabilidad de esta
iglesia era La Palabra que se le había encomendado.
Sardis significa: Aquellos que salieron fuera. El problema de esta
iglesia era que no llevó hasta el fin las cosas iniciadas, ni se desarrolló
en la vida plena de Cristo. Las palabras: ‘sé vigilante’, – ‘si no velas
vendré sobre ti como ladrón’, – ‘no sabrás a qué hora vendré’,
concuerdan con el descuido de no prepararse de las cinco vírgenes
insensatas que –salieron– en la noche a esperar al Esposo, el cual
tardarse cabecearon todas y se durmieron; y faltándoles el aceite en
sus lámparas no entraron a las bodas. Sardis y las diez vírgenes, bien
representa a la iglesia del tiempo del fin. De esto no es difícil deducir,
que no basta con ser virgen y tener conocimiento de la Palabra para
ser la Esposa de Cristo. Si el conocimiento no se practica o no trae la
vida de Cristo, es en vano.

LA PARABOLA. La parábola de las diez vírgenes es parte de las


respuestas del Señor a la triple pregunta de sus discípulos. Mt. 24:3.
Todo el Cp. 24 de Mateo está lleno de respuestas. Mas con la parábola
de las diez vírgenes el Señor deja de lado los sucesos en las naciones
y hace más personal su mensaje a la Amada, esto es, a los que serán la
Esposa del Cordero de Dios.

Esto quiere decir, que el Señor Jesucristo advierte a la Iglesia que vele
su venida en carácter de Esposo. Que busque La Palabra y La Unción
que la meterán en el avivamiento que le hagan pasar la noche y la
preparen para las bodas con Su Amado. Y para este fin le proponemos
las presentes notas.

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A LA MEDIANOCHE
Mt 25: 1-13.

Con respecto a la parábola de las diez vírgenes; es notable que al final


de todo la Iglesia habrá recibido el mensaje y entendido que Cristo,
además de ser Su Salvador, quiere ser Su Esposo. Pero al responder al
llamado, el criterio de mucha gente estará dividido, unos actuaran con
entendimiento y otros con insensatez. Así que, no basta para la Iglesia
el ser virgen, el salir con actitud de espera o el tener conocimiento del
asunto, si al responder a la propuesta de matrimonio de su Salvador,
lo hace con irracionalidad irresponsable.

Las lámparas y el aceite: Nos hablan de los elementos de preparación


para un tiempo difícil donde se necesitará la luz de La Palabra,
Sol.119:105, y el aceite de la Unción del Espíritu Santo, que es lo
único que no puede sufrir daño. Ap. 6:6. La noche es figura de un
tiempo de pecado, de tinieblas y de peligro, donde la paciencia, la fe y
la fidelidad de la Iglesia será puesta a prueba, pues tardándose el
esposo serán manifiestos muchos corazones. La noche, que ya lleva
2,000 Años, comenzó cuando nuestro Señor y Salvador ascendió a los
cielos y durará hasta su venida; hasta donde nos hallamos hoy en el
tiempo profético, la noche está bien avanzada. Pero, la noche, aunque
fría y lóbrega, precede al día, que con la luz del sol hiere la oscuridad
de las tinieblas de la pasada noche, porque no hay noche sin mañana;
y aunque hoy sea tiempo de pecado, de tinieblas y de peligro en la
atmósfera espiritual para la Iglesia, el gran día que precederá a los
siglos de dicha sin fin para la Amada se acerca, el gran día cuando el
Esposo le llame diciéndole: “…Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y
ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue.”
Cant. 2:10,11. Cuando el Esposo está presente, no puede haber luto o
ayuno, no es tiempo para afligir el alma con clamor. Mt 9:15; Mr.
2:19. Mas tardándose el esposo, es tiempo para afligir el alma con
ayuno y clamor. Pues es tiempo de peligro y de prueba.

Este tiempo difícil de prueba bien concuerda con los consejos del
apóstol Pablo a la futura Esposa de Cristo en el Cp. 5 vrs. 11-18 de su
carta a los Efesios. Estos son los consejos apostólicos para pasar la
noche y permanecer hasta que el día esclarezca.

Vr. 11. Las tinieblas de la media noche. “Y no participéis en las


obras infructuosas de las tinieblas…”
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Vr. 14. Despertada e iluminada a la media noche. “Despiértate…Y te


alumbrará Cristo.”
Vr. 16. Los peligros a la media noche. “…aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.”
Vr. 17. La insensatez de los irresponsables a la media noche. “…no
seáis insensatos…”
Vr. 18. La lámpara llena a la media noche. “No os embriaguéis con
vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”

Vrs. 25-31. “25Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de presentársela a
sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28Así también los maridos
deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su
mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,
sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30porque
somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31Por esto dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. 32Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y
de la iglesia.”

Así que, tomando conciencia de estas cosas, comprendamos que este es el


tiempo para los prudentes, para la Palabra y la Unción. La Palabra y la
Unción que contrarreste los peligros de la noche avanzada.

Cabecearon y se durmieron: Nos habla de un letargo espiritual que


será casi general en la Iglesia del tiempo del fin, ––letargo–– que para
salir de él será más que necesario el avivamiento final. La Iglesia de
hoy parece despierta, pero está dormida, tiene nombre de que vive,
pero está muerta. Parece viva y despierta por su actividad, pero no
viva y despierta para el Señor. La predica que la Iglesia está oyendo
hoy en día no la está provocando al arrepentimiento, de hecho, la
predicación de hoy le entretiene pero no la despierta ni le da vida.
Pero, ¿Cuál será entonces la predica o la palabra que hará despertar a
la vida a la Iglesia? De seguro que no serán los temas: “los tres posos
para una vida cristiana victoriosa”, ni “las siete claves para el gran
avivamiento”, ni“el evangelio fácil”, ni “la súper gracia”. ¿Qué
despertará y le dará vida a la Iglesia? ¿Qué la despertará al verdadero
avivamiento? El mensaje que hará que la Iglesia de este tiempo
despierte será el que conmueva su corazón y sus entrañas, el mensaje
que la saque de su reposada comodidad y auto justicia, el mensaje que
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pregonado a la media noche le sacuda: ¡Aquí viene el Esposo; salid a


recibirle!

Por lo general, al Hijo de Dios se le invoca como el Salvador, el


Sanador, el Ayudador y el Proveedor para toda necesidad, pero nunca
como El Esposo. Pues esto implica fidelidad. Mas si la Iglesia no
despierta con la proclamación que irrumpirá en la oscuridad de la
noche: Aquí viene el Esposo, si con este pregón no despierta a la
relación responsable hacia el Esposo, no la despertara absolutamente
nadie ni nada.
Por su comodidad y su auto justicia, la Iglesia duerme hoy el sueño de
la indiferencia, lo cual es una realidad en el Cp. 5 vrs. 2-5 del libro de
los Cantares de Salomón. Consideremos cuatro aspectos:

El estado. Vr. 2. “Yo dormía…” La condición de la Amada no


ha cambiado mucho después de 2,000 Años que ha durado la
noche, ella sigue durmiendo.
El llamado. Vr. 2. “Es la voz de mi amado que llama: Ábreme…
paloma mía,…Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de
las gotas de la noche.” El Amado llama a La Amada que le abra
la puerta, no para entrar y acomodarse, sino para que ella salga
de la comodidad que le hace indiferente a la responsabilidad de
las cosas que ha oído y recibido de Él.
La respuesta. Vr. 3. “Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me
he de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?”
La comodidad y auto justicia no le permiten a la Amada ver con
claridad y humildad su necesidad; por lo que no despierta, ni
responde correctamente al llamado. “…he lavado mis pies”,
denota su auto justicia, ella se cree limpia. Este cuadro es muy
parecido a la condición de la Iglesia del tiempo del fin
representada por Laodicea, la cual con presunción dice de si
misma: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa
tengo necesidad…” ¿Pero, qué le responde aquel que conoce su
verdadera condición y realidad espiritual?: “…y no sabes que tú
eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” Ap.
3:17. La Iglesia se ensoberbece de riquezas que el Señor no le
ha dado, “…me he enriquecido…”. Ninguna riqueza es del todo
suficiente si el Señor no está adentro sino afuera de la Iglesia.

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“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo…”. Ap. 3:20. ¡Ho Dios!


despiértanos y ábrenos los ojos.

Vr. 4. El mensaje. “Mi amado metió su mano por la ventanilla,


Y mi corazón se conmovió dentro de mí.” ¿Cuál será el mensaje
qué hará qué la Iglesia despierte y responda positivamente al
llamado del Amado? ¿Qué es lo que conmoverá el corazón y las
entrañas de la Iglesia para que sea despertada al avivamiento
final? El mensaje que conmoverá a la Iglesia es aquel que le
haga comprender el verdadero propósito por el cual el Señor
Jesucristo fue herido y entregado a la muerte de cruz. Esta
verdad está bien dramatizada en nuestro pasaje en estudio. La
voz y la delicadeza de las palabras del Amado no fueron
suficientes para conmover el corazón de la Amada. El Amado
metió su mano por la ventanilla e intentando abrir la puerta dejo
una huella en la manecilla del cerrojo, entonces se conmovió el
corazón de la Amada. Pero, ¿Qué es lo que realmente conmovió
su corazón? Lo que conmovió e impacto el corazón de la
Amada fue ver la perforación de la herida en la mano del
Amado. La mirra es una figura de sufrimiento, ésta nos habla de
la sangre del Señor Jesucristo. La herida y la sangre del Amado
conmovieron el corazón de la a Amada. De la misma forma, la
Iglesia debe comprender que el Señor Jesús se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, que Él herido fue por sus
rebeliones. Ef. 5: 25; Is. 53:5. Por supuesto que el Señor no
busca lástima de nuestra parte; pero debemos de entender que
sólo habrá Esposa debido a sus llagas. Y si esto no despierta, ni
conmueve, ni aviva a la Iglesia, no lo hará nadie ni nada.

Así que, en esta hora de la noche avanzada, cuando el Amado-Esposo


se prepara para venir, el mensaje que hará que la Iglesia despierte al
avivamiento, que la prepare para bodas con Él, será aquel mensaje que
toque y conduzca su corazón a un amor que le haga velar la venida del
Señor-Esposo.
Tardándose el esposo: Nos habla que la tardanza del Señor Jesús es
un tiempo divinamente predeterminado. El apóstol Pedro en su
segunda carta escribe: “El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es ‘paciente’ para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan
al arrepentimiento.” “Y tened entendido que ‘la paciencia’ de nuestro
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Señor es para salvación…”. 2ª P. 3:9,15. Esto quiere decir que el


Señor ha tardado a propósito, para provecho y para salvación. La
paciencia de Dios espera mientras concede un tiempo específico para
la preparación. Esto es verdad en 1ª P. 3:20 que dice: “…los que en
otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de
Dios en los días de Noé, mientras se ‘preparaba’ el arca, en la cual
pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.” Dios
esperó paciente mientras se preparaba el arca. El tiempo de la
preparación del arca fue como de 101 Años. Y luego que Noé acabó el
arca en que su familia se salvase, vino el diluvio. Esto es porque Dios
es lento para la ira y grande Su misericordia.

Así que, es claro que el Señor ha tardado a propósito estos 2,000 Años
que han pasado. Él ha tardado para salvación de muchos, para
provecho y preparación de la Iglesia. En Eclesiastés 3:1 de la versión
de la Biblia de las Amétricas dice con relación al tiempo: “Hay un
tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el
cielo…”. Dios le ha dado a la Iglesia el tiempo suficiente para su
preparación, para que se prepare para bodas. Pues sólo entrarán a
bodas los que se hallen preparados: “…y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas…” Mt. 25:10. Por esto el bondadoso
Dios ha ordenado que a cada día del cristiano, no le falte el bien y la
misericordia para cumplir Su propósito satisfactoriamente. El Sal. 23:
6 dice: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida…” Para que de esta forma, la Amada, pueda celebrar gozosas
bodas con el Cordero de Dios: “Gocémonos y alegrémonos y démosle
gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado.” Por tanto, el tiempo que le es concedido a cada hijo de
Dios no es para ser vivido como insensato, sino como prudente.

Dadnos de vuestro aceite: Nos habla de los efectos de no haberse


preparado. La negación de las prudentes a la petición de las insensatas
no es falta de benevolencia. La recomendación de ir y comprar para
que no les faltase a todas era lo más aceptable. El problema era el
factor tiempo, ya era demasiado tarde. He allí las consecuencias de la
insensatez. Pues, cuando la visión es bodas con el Cordero, el querer
preparase a último minuto, es insensatez. De tal situación es preciso
que saquemos la mayor enseñanza.

La conciencia de la hora. Vr. 6. “Y a la medianoche se oyó un


clamor…” El apóstol Pablo, consciente de que la noche está
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Carlos Rivas 

avanzada, nos amonesta a levantarnos del sueño, a vivir como


de día, a vestirnos de las armas de luz y andar honestamente, es
decir, andar en evidencia; a demás, a rechazar las pasiones
propias de la noche, y cubrirnos con el manto de Cristo. “Y
esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del
sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se
acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y
vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día,
honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias
y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor
Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.” Ro.
13:11-14. A la conciencia de la hora, la noche avanzada, debe
de agregársele la conciencia de un conflicto armado entre la luz
y las obras de las tinieblas de la noche, para lo cual hay que
estar debidamente cubiertos de Cristo y vestidos con las armas
de luz. Vestirse de Cristo es la práctica de la honestidad; pero
vestirse con las armas de luz para combatir las obras de las
tinieblas es estar vestido: De la verdad, de la justicia, de la paz,
de la fe, de la salvación y de la Palabra de Dios. Ef. 6:10-16.
Por tanto, el cristiano prudente, en esta hora avanzada de la
noche, debe velar, levantarse del sueño y combatir las tinieblas,
pues esto es andar en luz, porque todo lo opuesto es estar en
tinieblas y vivir como insensato, inconsciente de la hora
profética en que se vive.

La ordenación. Vr. 7. “y arreglaron sus lámparas.” Arreglar


del Gr. kosmeo, que significa: ‘Ataviar’, ‘embellecer’,
‘decorar’, ‘hermosear’, ‘adornar’, ‘poner en orden’. Se usa de
disponer lámparas, traducido «arreglar». (Dic. Strong y Dic.
Vine) No hay duda que todas estas cosas implicadas en kosmeo,
deben ser parte de la preparación de la Amada por el Señor.
Mas poniendo especial atención en «poner en orden», en el
contexto de las diez vírgenes con el deseo de entrar en bodas,
nos advierte de las cosas que hay que traer a orden antes de la
venida del Novio y futuro Esposo. Pues de la misma forma que
la mujer de las diez monedas, que habiendo perdido una de
ellas, considera la perdida, enciende la lámpara y barre la casa
para recuperarla, así también la Iglesia debe encender la
lámpara e iluminar el interior de la casa para poner orden. Lc.
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15: 8. Las mujeres palestinas recibían diez monedas de plata


como regalo matrimonial. Estas monedas tenían un gran valor
sentimental semejante al de un anillo de bodas y perder una era
muy desesperante. La Iglesia de hoy en día, como la Iglesia de
los Efesios, ha perdido su primer amor por el Señor sin notarlo.
Pues ha confundido el activismo mecánico con el amor.

El barrer la casa para ordenarla y recuperar lo perdido es


muestra de diligencia y prudencia, actitud que es elogiada por el
Señor. Encender la lámpara y barrer la casa para poner en orden
las cosas no es una opción, porque si la Amada no barre y
ordena la casa, la barrerá Dios. En Is.14:22,23 dice: “Porque yo
me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré
de Babilonia el nombre y el remanente, hijo y nieto, dice
Jehová. Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de
agua; y ‘la barreré’ con escobas de destrucción, dice Jehová de
los ejércitos.” Dios barrerá la mentira y falsedad de Su pueblo.
Is. 28:14-17.

Por tanto, más vale ordenar en la iglesia local, los ministerios


primarios, las ayudas, las familias, los matrimonios y todo
desorden con los principios de la Palabra de Dios, a que Dios
barra con escoba de destrucción.

La no transferencia. Vr. 8. “Dadnos de vuestro aceite; porque


nuestras lámparas se apagan…” Comúnmente oímos hoy
hablar de transferencia de la unción. Este argumento esta
basado en la forma en que Dios tomó del espíritu de Moisés
para setenta personas más que profetizaron a la misma vez; así
como de la doble porción de la unción dada a Eliseo,
simbolizada ésta en el manto del profeta Elías, de lo que hoy se
dice: Pasar el Manto; y de la bendición de los hijos de los
profetas y apóstoles.

Bueno, por hoy esto es real. Pero en el tiempo del fin no será
así. Los que se prepararon e hicieron provisión tendrán la
unción y entrarán a las bodas y los que no lo hicieron les
faltará, no les será transferido por otra persona y se quedarán
afuera de las bodas. “Y las insensatas dijeron a las prudentes:
Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se
apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no
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Carlos Rivas 

nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden,


y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a
comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.” Así que, más
vale que hoy nos preparemos y hagamos provisión para que no
nos falte ni tengamos que lamentar después al quedar fuera de
las bodas del Codero de Dios.

La compra. Vr. 9. “…comprad para vosotras mismas.” Hay


quienes predican que no hay que pagar nada por las promesas
de Dios, que son gratis. Y hay quienes predican que hay que
pagar un gran precio por las promesas de Dios. Entre los
extremos, la verdad casi siempre está al centro. Pues hay cosas
que Dios las da gratis. Is. 5:1. Pero hay otras que Dios las da
por precio. Pr. 23:23. El Espíritu Santo es un regalo de Dios
para Su pueblo, no hay que pagar nada para obtenerlo, ni
mucho menos dinero. Hch. 8: 18-21. Pero esto no es la regla,
pues a la iglesia de Laodicea, que representa a la Iglesia de los
tiempos del fin, el Señor le manda a comprar de Él lo que es de
valor y trascendencia eterna. Ap. 3:18.

Entonces qué, si el Espíritu Santo es un regalo de Dios, ¿Por


qué hay que pagar un precio por el Aceite de la unción? Bueno,
hay quienes tienen la unción, pero otros tienen mucha más
unción, y ¿Por qué? Porque han pagado un mayor precio de
preparación y calidad de vida en Dios. Por ejemplo, El Señor
Jesús, ha quien el Salmo 45 presenta como el que fue ungido
más que sus compañeros.
Leamos parte de este Salmo: “Rebosa mi corazón palabra buena;
Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se
derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu
majestad. En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de
verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas
terribles. Tus saetas agudas, Con que caerán pueblos debajo de ti,
Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey. Tu trono, oh Dios,
es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has
amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el
Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.”

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Carlos Rivas Pág. 3

Mayor óleo. Las claves entonces para recibir una mayor unción
son:

–– Hablar palabra buena. Vr. 1.


–– Hablar palabra con gracia. Vr. 2.
–– Hablar palabra de verdad. Vr. 4.
–– Hablar palabra de humildad. Vr. 4.
–– Hablar palabra de justicia. Vr. 4.

Esto es pagar el precio de preparación y calidad de vida en Dios


por la unción. Este es el precio que pagó El Hijo de Dios por Su
unción, preparación y calidad de vida. Hablando de la doble
porción de la unción sobre Eliseo, él pagó un precio por una
unción mayor, él permaneció por mucho tiempo con el profeta
Elías, primero como discípulo y después como hijo del profeta,
lo que le llevó a ser por último, el profeta padre y el depositario
de mayor óleo.

Pero para corroborar más esta verdad hagamos dos ejercicios


más. Por ejemplo:

Los dones y el fruto.


Los dones son gratis. – El fruto no es gratis.
Los dones se reciben. – El fruto se forma.
Sal. 68:8. Gál. 5:22,23.
Cristo y la salvación.
La salvación es gratis. – Cristo no es gratis.
La salvación es por gracia. – A Cristo hay que ganarlo.
Ef.2:8. Fil 3:7,8.

Así es que, sin ir a los extremos, hallamos en el centro la verdad


perfectamente balanceada. Por lo tanto, si queremos una mayor
porción del Aceite de la Unción, tendremos que pagar un mayor
precio por él.

La amonestación. Vr. 13. “Velad, pues, porque no sabéis el


día ni la hora…” Velar la venida del Esposo es vivir todos los
días de la vida y el caminar cristiano en la fe del Hijo de Dios.
Por favor lea las siguientes escrituras en su Biblia:
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Carlos Rivas Pág. 3

Velar es vivir.
Velar es vivir en la fe, la esperanza y el amor. 1ª Co. 13: 13.
Velar es vivir gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación;
constantes en la oración. Ro. 12: 12.
Velar es vivir en el fruto de bondad, justicia y verdad. Ef. 5: 9.
Velar es vivir en el reino de Dios con justicia, paz y gozo. Ro.14: 17.
Velar es vivir siendo de él, por él y para él. Ro. 11: 36.
Velar es vivir en él, moverse en él, y ser en él. Hch. 17: 28
Velar es vivir en este siglo, sobria, justa y piadosamente. Ti. 2: 12.
Vivir todo lo contrario a estas triadas de la conducta piadosa, es
dormir o entretenimiento religioso, pero no vida.

Velar por causa.


Velar por causa de la tentación. Mt. 26: 41.
Velar por causa de la ignorancia de su venida. Mr. 13: 35.
Velar por causa de las cosas que vendrán. Lc. 21: 36.
Velar por causa de las tinieblas. 1ª Tes. 5: 5,6.
Velar por causa del diablo. 1ª P. 5: 8.
Velar por causa del ladrón. Mt. 24: 43.
Velar por causa de la Bienaventuranza. Ap. 16: 15.
No velar de esta forma es quedar expuesto y ser un insensato.
Velar para.
Velar para ver lo que se nos dirá. Hab. 2: 1.
Velar para estar con el Señor. Mt. 26: 38.
Velar para orar. 1ª P. 4: 7.
Velar para ser sobrios. 1ª P. 5: 8.
Velar para estar firme. 1ª Co. 16: 13.
Velar para no pecar. 1ª Co. 15: 34.
Velar para sentarse a la mesa con Cristo. Lc. 12: 37.
No velar es dormir en la indiferencia, vivir sin propósito, morir sin ver
la esperanza eterna de los santos.

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Carlos Rivas 

Como ve, velar es:


Una actitud correcta.
Una conducta piadosa.
Un estado de advertencia.
Una posición de emergencia permanente.
Una condición disciplinada de responsabilidad.
Un modo de vivir.
Una forma de expresar la esperanza.
Una manera de mostrar nuestro amor por el Señor.

Desconocidos y Dejados Afuera


Cerrando ya con los detalles de la parábola de las diez vírgenes, lo
hacemos tomando las palabras mas duras que serán dichas por Señor
en un futuro cercano: “Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que
no os conozco.” Esta es la peor de las consecuencias de la insensatez o
la irresponsabilidad, el ser desconocido por el Señor y el ser dejado
afuera de las bodas. Y en verdad esto realmente sucederá y será muy
vergonzoso. Y, ¿Cómo evitar tal vergüenza? ¿Cómo evitar terminar
en tal frustración? ¿Cómo evitar el ser dejado afuera? La clave para no
ser desconocidos, rechazados y dejados afuera, es sostener hoy una
relación intima y profunda con el Señor Amado, una relación de amor
que trascienda de la liturgia religiosa.
Las palabras del idioma Gr. Ginosko y Oida para: Conocido o
Conocer, comportan un significado interesante para nuestro saber y
preparación. En Mt. 7: 23.: «nunca os conocí», ginosko, sugiere:
«nunca he estado en una relación de aprobación hacia vosotros»; en
tanto que Mt. 25: 12, «no os conozco», oida, sugiere: «no tenéis
relación alguna conmigo». Este será el mayor problema para muchos
cristianos, el no haber tenido nunca una relación intima y profunda
con el Señor Jesús como el Esposo y el no haber sido aprobados por
Él. Pues estamos en un tiempo de prueba en el cual, por nuestra
conducta y decisiones, aprobamos o desaprobamos.

Mas para entender un poco más este asunto, la relación conyugal de


Adán y Eva nos brinda ayuda. En Gn. 4:1 se nos dice: “Conoció Adán a
su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de
Jehová he adquirido varón.” La palabra «Conoció Adán a su mujer» del
idioma Heb. Yada, denota un contacto directo o relación intima. Y así
es como el Señor, el Amado, nos quiere conocer hoy, en una relación
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Carlos Rivas Pág.
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de intimidad, así como la Amada. Cant. 1:16. “He aquí que tú eres
hermoso, amado mío, y dulce; Nuestro ‘lecho’ es de flores”. El “lecho” nos
habla de intimidad, de amor íntimo, así como conoció Adán a Eva y
fue engendrado Caín. Y note que la relación aquí, es entre el Amado y
la Amada, es –“Nuestro lecho”–, es decir, que no sólo Él la ama,
como comúnmente sucede, sino que también ella lo ama a Él. Aquí la
cama de pétalos de flores, no es un refugio de reposo para el alma
abatida, sino de un lugar de amores para el espíritu conquistado por
hermosura del Amado Señor. Todos debemos anhelar ser metidos en
las caras del Rey para tener amores con Él a puerta cerrada. “¡Oh, si
él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores
que el vino. A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es
como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman. Atráeme;
en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras…” Cant.
1: 2-4; Mt. 6: 6. Con esto no estamos hablando de los tiempos de
oración e intercesión publica, que es la responsabilidad de una iglesia
que vela la venida del Señor y combate las obras de las tinieblas; sino
de los tiempos de amores y adoración intima, de recara cerrada.

Ahora bien, vale la pena recordar a quienes el Señor les dijo en Mt. 7:
23, «nunca os conocí». Se lo dijo a quienes habían manifestado los
dones proféticos, de liberación de endemoniados y de operación de
milagros; pero que pesar de esto, no tuvieron una relación de
intimidad con el Señor amado. Pues estos son como Rebeca, que
reciben dones sin antes estar comprometidos a bodas con el Señor.
Por lo tanto, cocientes de la responsabilidad, velemos como prudentes
la venida del Esposo, conociéndolo y siendo conocidos por Él.

Retomando el mensaje a la iglesia de Sardis. Esta iglesia había


recibido muy buena palabra. Vr. 3. Pero no era afirmada, no tenía vida
completa, estaba muriendo, y no andaba con el Señor. Ella estaba en
esa condición no porque el Señor no sustenta a su Amada, sino porque
la iglesia no fue responsable con lo que había recibido y oído, ella no
guardaba la Palabra. Cristo mismo se le presentó como la vida. Es
triste, pero cierto, que muchos conociendo al Señor están muriendo,
cuando el Señor Jesús ha dicho: “yo he venido para que tengan vida,
y para que la tengan en abundancia.” Jn. 10:10.

En esta iglesia fueron pocas las personas que fueron halladas dignas,
es decir, fieles o comprometidos. Ap. 3:4. ––“Pero tienes unas pocas
personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán
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Carlos Rivas 

conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.”

La salvación como otros derivados de la redención no se pueden


obtener por meritos, pero después de ser salvos, se requiere que
nuestras obras sean halladas perfectas, es decir, cabales y calificadas
por Dios como dignas. Pues si hay adquisiciones en la vida cristiana
que se obtienen por dignidad ameritada.

Ser acreditado ‘digno’ por Dios, no es por capacidad o por habilidad


humana; no es algo adjudicado con la salvación por fe, ni añadido con
la redención y el perdón de los pecados por la sangre de Cristo; sino
una posición trabajada en el carácter del cristiano perseverante.
Veamos algunas escrituras que confirman esta verdad.

Lc. 21: 36. “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos
por ‘dignos’ de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar
en pie delante del Hijo del Hombre.” Digno de escapar, sugiere,
digno de permanecer y estar delante del Hijo de Dios.

2ª Tes. 1: 5. “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que


seáis tenidos por ‘dignos’ del reino de Dios, por el cual asimismo
padecéis.” Digno del reino de Dios, sugiere, juzgado como digno, de
posición .

2ª Tes. 1: 11. “Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros,


para que nuestro Dios os tenga por ‘dignos’ de su llamamiento, y
cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder.”
Digno de su llamamiento, sugiere, digno de Su gracia, estorbo.

Lc. 20:35. “Mas los que fueren tenidos por ‘dignos’ de alcanzar
aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se
dan en casamiento.” Digno de alcanzar aquel siglo, sugiere, digno de
participación.

Estar delante del Hijo del Eterno Dios en Su reino mediante su gracia
y la resurrección, es por haber sido juzgado digno y no por derechos
exigidos por los cristianos. Con un poco de humildad bien podríamos
decir como Juan el Bautista o el Centurión romano: “…no soy
digno…” “…yo no soy digno…” Lc. 7: 6; Mt. 3: 11. Pues no somos
dignos, ni tenemos derecho alguno.

Se llega a ser ‘digno’ por la conducta, las actitudes y el permanecer


fiel ante las circunstancias. –– Por favor lea en su Biblia las siguientes
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Carlos Rivas 

escrituras considérelas a la luz de la verdad que estamos presentando.

Frutos dignos de arrepentimiento. Mt. 3:8.


Obras dignas de arrepentimiento. Hch. 26:20.
Andar como es digno de Dios. 1ª Tes. 2:12.
Andar como es digno del Señor. Col. 1:10.
Andar como es digno de la vocación. Ef. 4:1.
Comportarse como es digno del evangelio. Fil. 1:27.
Padecer por causa de Cristo. Hch. 5:41.

Cuando alguien en la iglesia camina produciendo frutos y obrando


como es digno, es conocido en los cielos. Ap. 3:4. Éstos son los que
serán declarados por su nombre por el Seño Jesucristo delante Dios,
delante de todos los ángeles y delante de todos los santos redimidos y
puestos en lugares de honra y honor, pues son dignos.

Las promesas para el vencedor. Esto es para aquellos que fueron


hallados fieles o mas bien dicho dignos en la iglesia de Sardis, no para
los irresponsables o insensatos. Dios ha de recompensar en todo lugar,
a todo aquel que tiembla a Su Palabra y la guarda con responsabilidad.
Is. 66:2. Las promesas para éstos son tres: Uno, “Será vestido de
vestiduras blancas.” Esto es, “andará conmigo de blanco”. Dos, “No
borraré su nombre del libro de la vida.” Son borrados del libro de la
vida los muertos en el pecado. Para Dios no basta con tener nombre
de que vive y estar muerto. Tres, “Confesaré su nombre delante de mi
Padre, y delante de sus ángeles.” Esta es la mayor recompensa del
vencedor, que su nombre sea mencionado ante todos los habitantes de
los cielos.

Por lo tanto, debemos ser entendidos y responsables con lo que hemos


oído y recibido del Señor, porque de esto depende el ser vigilante, la
verdadera vida cristiana y las recompensas.

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