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Lección 8

Para el 21 de mayo de 2011

Vestidur as de gala

Sábado 14 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 1-5; 6:1-8; 51:6-


8, 61; Lucas 4:16-20.

PARA MEMORIZAR:
“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi
Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de
manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adorna-
da con sus joyas” (Isa. 61:10).

VIVIENDO DURANTE LOS REINADOS DE UZÍAS, JOTAM,


ACAZ Y EZEQUÍAS, Isaías predicó durante más de cuatro décadas,
en las que produjo algunos de los textos más ricos de la Biblia. Escrito
durante un tiempo de agitación política, moral, militar y económica,
el libro de Isaías está saturado, no solo con advertencias de lobreguez y
condenación sobre los que no se arrepientan, sino también con temas de
la salvación, la liberación y la esperanza que se encuentran en “Jehová,
Redentor tuyo, el Santo de Israel”, el que dice: “Yo soy Jehová Dios tuyo,
que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que
debes seguir” (Isa. 48:17).
Isaías animó a la gente a ponerse las gloriosas vestiduras de justicia y a
aceptar la salvación de Dios. Las ilustraciones que describen vestiduras,
cubiertas y sacos de cilicio enseñan grandes verdades espirituales a través
de las edades. Para ellos y para nosotros, la pregunta es: ¿Reclamamos
esas vestiduras para nosotros mismos o continuamos en la vergüenza de
nuestra propia contaminación y desnudez?

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Lección 8 Domingo 15 de mayo
NO TRAIGAN MÁS SACRIFICIOS INÚTILES

“Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas,


las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los
atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los
zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los
mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los
tocados” (Isa. 3:18-23).

Los capítulos iniciales de Isaías presentan un cuadro más bien


sombrío de la condición espiritual del Reino del Sur. Con el tiempo,
los descendientes de quienes habían presenciado los increíbles milagros
del Éxodo habían caído en la complacencia, y ¡peor aún! Sin duda, la
mayoría de ellos creía que todas esas cosas maravillosas habían sucedido,
pero la pregunta que podrían haberse hecho es: ¿Y qué? ¿Qué tiene que
ver eso con nosotros hoy? ¿Por qué lo que sucedió a nuestros antepasados
hace mucho es relevante para nosotros en la actualidad?

Repasa someramente los cinco primeros capítulos de Isaías. ¿Cuáles


eran algunas de las cosas que hacía la gente, o las actitudes que tenía, que
provocaban una advertencia tan severa sobre ellas? ¿Qué similitudes
puedes encontrar con nuestra iglesia hoy?
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Nota lo que se encuentra en el primer capítulo, donde el Señor


desprecia todas sus observancias y sus prácticas religiosas. En otras
palabras, estas eran personas que profesaban servir al Señor y que
cumplían las formas de la adoración. Pero ¿qué dice el Señor acerca de
ellas y de su adoración? (Ver Isa. 1:11-15.)
Como siempre, el Señor está lleno de gracia; y está buscando salvar a
todos los que pueda. La cruz es toda la prueba que alguna vez tendremos
acerca de cuánto quiere Dios que tengamos salvación. Así, aun en estos
capítulos iniciales, vemos a Dios llamando a su pueblo, ofreciéndole un
camino para evitar el desastre.

¿Cómo adoras al Señor? ¿En qué estás pensando cuando


lo haces? ¿Cuánto es show, y cuánto es sumisión, alabanza y
arrepentimiento profundamente sentidos, y cómo puedes
conocer la diferencia?

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Lunes 16 de mayo Lección 8
LABIOS INMUNDOS

En el contexto del triste cuadro presentado en la sección de ayer,


el profeta Isaías recibió su llamado. Sucedió por el año 739 a.C., el
año en que murió el rey Uzías de Israel. Uzías comenzó bien, pero
finalmente cayó en la apostasía (2 Crón. 26) y sufrió un final terrible.
En ese momento, Isaías comenzó su ministerio pero no antes de tener
una poderosa visión de Dios.

Lee Isaías 6:1 al 8. ¿Qué clase de reacción tuvo Isaías? ¿Por qué es
tan importante, especialmente para nuestra comprensión del plan de
salvación?
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“¡Ay de mí! Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios,
y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos” (Isa. 6:5).
Nota, la respuesta de Isaías no fue acerca del poder y la majestad
de Dios en contraste con su propia debilidad; ni fue acerca de la
eternidad de Dios en contraste con su propia temporalidad. En cambio,
la respuesta trató con la moralidad. Isaías, viendo esta visión de Dios,
viendo las “orlas de su manto” (Isa. 6:1, NVI) que llenaban el templo,
fue abrumado por el contraste entre la santidad de Dios y su propia
condición pecaminosa. En ese momento, se dio cuenta de que su gran
problema era moral, y que su naturaleza caída y su corrupción podían
ser su ruina. Además, ¿cómo podría él, “hombre inmundo de labios”
hablar en nombre de Jehová de los ejércitos?

¿Cuál fue la solución a este problema? (vers. 6, 7).


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El acto simbólico de tocar sus labios con un carbón encendido


revela la realidad de la conversión de Isaías. Ahora sus pecados estaban
perdonados; tenía una vida nueva en el Señor, y el fruto de esa conversión
se vio en el versículo 8, cuando clamó: “Heme aquí, envíame a mí”.
Sabiendo que su pecado había sido purificado, ahora avanzaba por fe,
confiando en la justicia y la santidad del Dios revelado a él en esa visión.

La culpa de Isaías fue quitada; su pecado, expiado. Era “nacido


de nuevo”, y el fruto inmediato fue su disposición de responder
al llamado: “¿A quién enviaré?” Pregúntate ahora: ¿Qué clase
de fruto se manifiesta en tu vida después de tu conversión?

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Lección 8 Martes 17 de mayo
VESTIDOS QUE NO PERMANECEN

Como ya vimos, Isaías pasó mucho tiempo advirtiendo acerca de


juicios, pero entrelazó esas advertencias con promesas animadoras de
Dios. Después de explicar la devastación de la tierra que haría Dios, Isaías
habló a quienes en Israel habían esperado sinceramente el cumplimiento
de todas las promesas, pero que habían olvidado las circunstancias en las
que el Señor había dirigido a su pueblo a través de momentos difíciles.

Lee Isaías 51:6 al 8. ¿Qué mensaje está dando Dios al pueblo? ¿Qué
contraste se presenta? Y también ¿qué esperanza?
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¿Quién no ha visto cuán fácil y rápidamente la vestimenta puede


dañarse o gastarse? No se necesita mucho para arruinar el traje más rico y
fino. Qué comparación adecuada para este mundo y la gente que está en
él. Cuán rápidamente estamos aquí, cuán rápidamente desaparecemos.
Santiago, en el Nuevo Testamento, compara nuestra existencia con
un “vapor” o una “neblina” (Sant. 4:14). Podemos enojarnos todo lo
que queramos, pero más temprano o más tarde, como una vestidura,
desapareceremos.
Y, no obstante, observa de qué otra cosa habla Isaías allí: de la salvación
de Dios, la justicia de Dios, el vestido de la justicia de Cristo, que solo
trae la salvación, una salvación que dura para siempre. El Señor, aquí, nos
señala las únicas dos opciones que afrontan los humanos: la disolución y la
muerte eterna, o la vida eterna en una tierra nueva, que no se “envejecerá
como ropa de vestir” (vers. 6) sino que permanecerá para siempre.
Desde Adán y Eva, en el Edén, hasta el día de la venida de Cristo, estos
fueron y siguen siendo los dos destinos finales de toda la humanidad.
Son mutuamente excluyentes; es decir, es lo uno o lo otro. Cuál de ellas
tendremos, solo nosotros, como individuos, podemos decidirlo.

Lee Isaías 51:7, palabras dirigidas a quienes saben lo que es


recto, que tienen la ley de Dios en su corazón. ¿Qué debería
significar eso para nosotros hoy? ¿De qué modo el tener la ley
en nuestros corazones nos ayuda a saber lo que es recto? ¿Es
suficiente saber lo que es recto para llevarnos a hacer lo rec-
to, o se necesita algo más? Si es así, ¿qué es eso?

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Miércoles 18 de mayo Lección 8
VESTIDOS DE GALA

Al leer el Antiguo Testamento, es fácil ser atrapado por las


advertencias de castigos. Los críticos de la Biblia destacan estas cosas y
afirman: “¿Quién desearía adorar o amar a un Dios así?”
Esto es leer en forma selectiva. Pero Dios, en medio de las
advertencias, ofrece también una salida del castigo. La rebelión y la
desobediencia producen frutos de destrucción. Pero Dios anuncia a su
pueblo que eso no necesita ser así: la salvación, la justicia y la seguridad
están disponibles, si las reclamamos en el nombre del Señor.

Lee Isaías 52. ¿Cuál es el mensaje aquí y qué esperanza se ofrece?


En ese contexto, ¿cuál es el significado de “tu ropa hermosa” (“vestidos
de gala”, NVI) que la gente debe vestir?
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Otra vez Dios llama a su pueblo a que regrese al arrepentimiento, a


la obediencia y a la salvación. “Tus vestidos de gala” son las vestiduras de
justicia, la cubierta que tienen todos cuantos se han entregado a Dios, y
que viven por fe y en obediencia a sus mandamientos. Desde el Edén en
adelante, todo lo que Dios ha pedido a su pueblo es que viva, por fe, en
obediencia a él.
Lo que fascina en Isaías 52 es cómo termina y lo que viene después.
No es coincidencia que, después de llamar al pueblo a ponerse “su ropa
hermosa”, Isaías comience la mayor descripción profética del Antiguo
Testamento de la muerte sustitutiva de Jesús, el acto mismo que pone
a disposición, de todos los que lo deseen: esos “vestidos de gala”, o “ropa
hermosa”. Solo por medio de la vida y la muerte de Cristo, y de todo lo
que eso involucra, puede la humanidad ser salva de la ruina que trajo el
pecado.
También es interesante que, en Isaías 52:3, se aluda al don de la
salvación como algo que no podemos ganar o comprar. “Porque así
dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis
rescatados”. Cuán cierto es: nos vendemos por nada, por cosas de este
mundo, un mundo que perecerá como un vestido. Y esto nos crea un
dilema, porque es una situación en la que no podemos comprar nuestra
salida, o salir de ella por nosotros mismos. Es solo por la gracia de Dios
que somos salvos, una gracia revelada por medio del increíble sacrificio
hecho por nosotros en la cruz.

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Lección 8 Jueves 19 de mayo
VESTIDOS DE SALVACIÓN

Algunos de los textos más famosos en toda la Biblia aparecen en


Lucas 4:16 al 20, cuando Jesús se levantó en la sinagoga de su pueblo
natal y leyó del libro de Isaías, el capítulo 61. Luego, para gran asombro
de los oyentes, declaró: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros” (Luc. 4:21).

Lee todo Isaías 61. ¿Cuál es el tema del capítulo? ¿Cómo se


presenta el evangelio aquí? ¿Qué temas presentados aquí son escogidos
y explicados en el Nuevo Testamento? Ver, por ejemplo, el versículo 6.
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Estos versículos son muy ricos, llenos de toda suerte de imágenes del
Antiguo Testamento que llegan al Nuevo. El centro de nuestro interés
es el versículo 10: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se
alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me
rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia
adornada con sus joyas”.
“La provisión hecha es completa y la justicia eterna de Cristo
es acreditada a cada alma creyente. El manto costoso e inmaculado,
tejido en el telar del cielo, ha sido provisto para el pecador arrepentido
y creyente, y él puede decir: ‘En gran manera me gozaré en Jehová,
mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de
salvación, me rodeó de manto de justicia’” (MS 1: 461).
El verbo traducido “me atavió” viene de una palabra hebrea que
significa “hacer la obra de un sacerdote”, una profecía de la comprensión
del Nuevo Pacto de todo el pueblo de Dios, los que están vestidos con
las vestiduras de salvación y que actúan como “sacerdotes”. Actúan, no
como mediadores, como hacían los sacerdotes del Antiguo Testamento
o Jesús, sino más bien en el sentido de testificar a otros acerca de la
misericordia, la gracia y la salvación de Dios.

Repasa Isaías 61 otra vez. ¿Qué promesas puedes obtener


de esos versículos para ti mismo? ¿Cómo puedes aplicar esas
promesas a tu vida; es decir, qué prácticas en tu vida debes
cambiar a fin de que estas promesas se cumplan en ti y para
ti?

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Viernes 20 de mayo Lección 8
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “La rehabilitación del hombre”,
Palabras de vida del gran Maestro, pp. 162, 165; “Instruidos en la ley de
Dios”, Profetas y reyes, pp. 492, 493; “El Calvario”, El Deseado de todas
las gentes, p. 702; “Una obra de reforma”, El conflicto de los siglos, p. 513.

“La vestidura blanca es la pureza de carácter, la justicia de Cristo


impartida al pecador. Es, a la verdad, una vestidura de tejido celestial,
que puede comprarse únicamente de Cristo, para una vida de obediencia
voluntaria” (JT 1:479).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Medita más en el tema que se encuentra en los primeros capítulos
de Isaías con respecto a la adoración, aun las formas verdaderas de
adoración que son inaceptables para Dios. ¿Qué clases de adoración se
ofrecen hoy, y aun las ofrecemos nosotros, que podrían ser inaceptables
para Dios? El problema ¿es de la adoración misma o es otra cosa, como
lo que hacen los adoradores cuando no están adorando? Analiza.
2. Isaías 61:3 dice: “A ordenar que a los afligidos de Sion se les dé
gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría
en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Jehová, para gloria suya”. ¿Qué significa esto? ¿Cómo
podemos experimentar las promesas que se dan aquí?
3. Delmore Schwartz escribió un cuento breve acerca de una
nevada en la ciudad de Nueva York, que había creado, milagrosamente,
hermosas estatuas por toda la ciudad. La gente estaba asombrada. Toda
la ciudad estaba paralizada. Su personaje principal estaba especialmente
emocionado, y hasta abandonó el trabajo a fin de poder tener tiempo para
mirar fijamente las estatuas, que parecían haberle dado un significado
y propósito a la vida que no obtuvo de ninguna otra cosa. Entonces, de
acuerdo con el cuento, cayó una lluvia inacabable y miserable, y todas
las estatuas desaparecieron de la noche a la mañana. Se habían ido,
y las cosas volvieron a donde habían estado antes de que las estatuas
aparecieran. Al terminar el cuento, el personaje principal cayó o saltó
frente a un tren, y murió. El punto era que al poner las esperanzas en
cosas de este mundo estamos destinados al chasco o al fracaso, porque
la tierra se gasta como “una vestidura”. ¿Cuáles han sido tus propias
experiencias con las cosas de este mundo, que fácilmente chasquean, y
qué aprendiste de esas experiencias?

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MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO
LECCIÓN 8
Vestiduras de gala

El sábado enseñaré…

Texto clave: Isaías 61:10, 11.


Enseña a tu clase a:
Saber contrastar la transitoriedad de las cosas terrenales que se gastan
con facilidad –como la ropa– con las vestiduras divinas de la sal-
vación –gloriosas y eternas–.
Sentir delicia por las espléndidas vestiduras de alabanza, justicia y
salvación.
Hacer una aceptación diaria del manto de justicia que Dios nos ofre-
ce y vestirlo diariamente. Como sus sacerdotes, testificar a otros
de las alegrías de la salvación.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Vestiduras terrenales y celestiales
A. ¿Cuáles son las diferencias entre la seguridad y las alegrías que
ofrece este mundo y las que ofrece Dios?
B. ¿Cómo están ilustradas estas diferencias por la ropa?
II. Sentir: El gozo del novio y la novia
A. ¿Qué sentimientos acompañan la ropa de alabanza, justicia y sal-
vación que Dios está tan ansioso de que vistamos?
B. ¿Cómo estos sentimientos son similares a los del novio y la novia?
III. Hacer: Vestirse
A. Por hermoso que sea el manto que se nos ofrece, tenemos real-
mente que vestirlo para que nos haga bien. ¿Qué excusas damos a
menudo, que nos impiden ponernos el manto de la justicia de
Cristo?
B. ¿Qué necesitamos hacer para ponernos el manto de la justicia de
Cristo? ¿Cuán a menudo tenemos que hacer esto?
C. ¿Qué podemos hacer para compartir con otros el gozo que trae la
salvación?
Resumen: Mientras toda la ropa terrenal se gasta, los espléndidos mantos de
Dios conceden gozo, alabanza y salvación eternos. Sin embargo, debemos
ponernos realmente el manto de la salvación de Dios a fin de recibir las ben-
diciones que ofrece.

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Ciclo de aprendizaje
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Las vestiduras que nos pro-
veemos por nosotros mismos se gastan y arruinan fácilmente, pero las vestidu-
ras de salvación provistas para nosotros por Dios tienen una gloria y un es-
plendor que nunca disminuirán.

SOLO PARA LOS MAESTROS: AYUDA A TU CLASE A CAPTAR LA IMPORTANCIA DEL


PASO 1 VESTIDO DE BODAS COMO UNA METÁFORA DEL ESPLENDOR DEL MANTO DE JUS-
¡Motiva! TICIA DE CRISTO, USANDO ALGUNOS EJEMPLOS CONCRETOS, Y RECUERDOS DE
CASAMIENTOS Y VESTIDOS DE BODAS DE SUS PROPIAS VIDAS.

Actividad inicial: Exhibe algunas piezas o elementos que tú, los miembros de
tu clase u otros amigos usaron en casamientos. Uno o dos podrán estar dis-
puestos para actuar como modelos llevando un vestido de novia o compar-
tiendo unas pocas experiencias que ayuden a ilustrar el significado de los ves-
tidos de casamiento y otros elementos relacionados. Analiza con tu clase por
qué la ropa de bodas es tan importante. A menudo, estas vestiduras son muy
costosas, y no se vuelven a usar más. ¿Por qué invertir ese dinero en la cere-
monia y los vestidos nupciales? ¿Por qué Isaías compara el manto de justicia
con los vestidos de bodas?

Actividad alternativa: Trae algunas noticias recientes con preocupaciones


sobre el medioambiente, tales como terremotos y deslizamientos de tierra, así
como noticias con respecto a la contaminación, la corrupción política y otros
indicadores de deterioro moral. Usa piezas de ropa gastada y estas noticias pa-
ra comenzar la conversación, comparando nuestro mundo desgastado con ro-
pa andrajosa, siguiendo la metáfora de Isaías 51:6 al 8.

Considera: Isaías 51:8 contrasta las ropas gastadas de nuestro mundo con la
vestimenta de poder que usa Dios. ¿Qué hace Dios respecto de las debilidades
físicas y morales, y el deterioro? ¿Qué plan tiene Dios para nosotros, atrapados
como estamos en un mundo que se desintegra?

SOLO PARA LOS MAESTROS: AYUDA A TU CLASE A CONSIDERAR LA METÁFORA


PASO 2 DE LA ROPA QUE PRESENTA ISAÍAS EN EL CONTEXTO DE SU TRABAJO COMO PRO-
¡Explora! FETA DE DIOS EN TIEMPOS PELIGROSOS Y AGITADOS, ADVIRTIENDO, SUPLICAN-
DO Y ELEVANDO AL SANTO DE ISRAEL COMO LA ÚNICA ESPERANZA PARA UN
FUTURO SEGURO Y FELIZ.

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Comentario de la Biblia
I. Isaías el profeta
(Repasa, con tu clase, Isaías 6:1 al 8).

El ministerio de Isaías como profeta comenzó cuando era joven, y se extendió


60 años o más, durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Es muy
probable que haya terminado con violencia durante los primeros años de Ma-
nasés (ver Profetas y reyes, p. 281; 2 Reyes 21:16). Su nombre significa “el Se-
ñor es salvación” o “el Señor es ayuda”, y sus escritos durante todos esos años
señalaban consistentemente al Santo de Israel, lleno de misericordia, justo y
ansioso por salvar, aunque castigaría a los malvados.

Isaías vivió en un mundo profundamente agitado, lleno de corrupción e hipo-


cresía, donde los jueces aceptaban sobornos; y los gobernantes codiciosos
promulgaban leyes injustas, quitaban los derechos de los pobres, y se aprove-
chaban de las viudas y de los huérfanos. Había una apostasía generalizada y
muchos que guardaban las formas de la verdadera religión sabían poco de su
significado y poder.

Mientras Isaías estaba frente al templo de Jerusalén meditando en la futilidad


de su trabajo como mensajero a un pueblo empedernido e incrédulo, recibió
una visión. Dios abrió las cortinas del templo y le mostró el Lugar Santísimo,
donde ningún profeta podía entrar, e Isaías vio al Señor en un trono, alto y su-
blime, con ángeles gloriosos que lo asistían. Con voces que sacudían las co-
lumnas y los pórticos del templo, los ángeles alababan a Dios por su santidad.
Isaías se sintió tan indigno e impuro que pensó que moriría, pero un carbón
encendido del altar, llevado hasta él por uno de los ángeles, lo limpió. Enton-
ces, cuando Dios lo llamó para hablar a su pueblo endurecido, ciego y sordo,
Isaías pudo responder con confianza. “¿Qué importaba que las potencias te-
rrenales estuviesen desplegadas contra Judá? ¿O que, en su misión, Isaías tu-
viese que hacer frente a la oposición y resistencia? Había visto al Rey, el Señor
de los ejércitos; había oído el canto de los serafines: ‘Toda la tierra está llena
de su gloria’, y el profeta había sido fortalecido para la obra que tenía delante
de sí. Llevó consigo a través de toda su larga y ardua misión el recuerdo de es-
ta visión” (Joyas de los testimonios, tomo 2, p. 349).

Considera: Analiza las semejanzas que existen entre los tiempos de Isaías y
los nuestros. ¿Qué desafíos similares afrontan los obreros de Dios en nuestros
días? ¿Por qué era tan importante que Isaías fuera moralmente puro antes de
continuar su obra?

* Compara la visión que le dio confianza a Isaías con la revelación que Dios le
dio a Job en Job 38 al 41. ¿En qué forma fueron similares las respuestas de Job

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y de Isaías? (Ver Job 42:1-6.) En ninguna de las dos revelaciones Dios dio res-
puestas. En cambio, ¿qué ofreció Dios? ¿Por qué crees que lo hizo así?

II. Vestiduras que permanecen


(Repasa, con tu clase, Isaías 51:6-8; y 61:3, 10).

Isaías era un poeta de talento cuya consagración a la obra de Dios y la capaci-


tación del Espíritu Santo para su misión eran evidentes aun en sus primeros es-
critos. Sin embargo, la madurez y la percepción profética que resultaron de sus
largos años en el ministerio se reflejan en los capítulos finales, y “constituye
una obra maestra que sobrepuja, en profundidad de pensamiento y majestad
de expresión, aun a los excelentes pasajes de la primera parte del libro” (Co-
mentario bíblico adventista, tomo 4, p. 127).

Isaías compara el poder del brazo extendido de Dios para librar, vestido de
fortaleza, con la transitoriedad de la tierra. En harapos gastados, la tierra se
bambolea en su última agonía. El poder de los hombres malvados es carcomi-
do como las vestiduras de lana son destruidas por las polillas. Pero cuando nos
volvemos a Dios, recibimos coronas de belleza, y vestiduras eternas de salva-
ción y alabanza. Por causa de la cubierta divina del manto de salvación, nos
vemos como un novio, ataviado con las vestiduras gloriosas de un sacerdote o
como una novia dispuesta, espléndidamente adornada.

En contraste, Isaías presenta al Mesías no con algo hermoso o majestuoso en


su apariencia, sino con una forma desfigurada y arruinada, golpeada hasta de-
rramar sangre por nuestros pecados. Está vestido con los inmundos harapos de
nuestra pecaminosidad, recibiendo el castigo que nosotros merecemos, para
que podamos vestir el magnífico manto que él merece (Isaías 52:14-53:12).

Considera: ¿De qué modo las metáforas y comparaciones de Isaías nos ayu-
dan a visualizar mejor lo que hace la salvación de Dios en nuestro favor?
¿Cómo estos términos nos ayudan a comprender mejor la humillación de Cris-
to y lo que significa tener lo que le pertenece a Cristo, en vez de lo que noso-
tros merecemos?

SOLO PARA LOS MAESTROS: AYUDA A LOS MIEMBROS DE TU CLASE A EXAMINAR


PASO 3 CÓMO LAS EXPERIENCIAS DE ISAÍAS Y SUS DESCRIPCIONES METAFÓRICAS PUEDEN
¡Aplica! TRANSFORMAR SU COMPRENSIÓN DE CÓMO DIOS ESTÁ OBRANDO EN SUS VI-
DAS.

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Aplicaciones para la vida:

1. ¿Cómo has madurado en tu caminar cristiano? ¿Cómo tus talentos han des-
arrollado una profundidad de expresión, especialmente al revelar vislum-
bres de Dios? ¿O ésta es solo una experiencia para los profetas de Dios?
¿Por qué sí o por qué no? ¿Cómo estás usando los dones que Dios te ha da-
do para testificar en tu comunidad y a las naciones que te rodean?
2. Isaías recibió una visión que confirmaba su llamado y le dio fuerzas para
llevar adelante sus deberes, a pesar del contexto poco animador de la obra
de su vida. ¿Cómo encontramos tal seguridad para la vocación de nuestra
vida? ¿Tienes algún ejemplo similar que puedas compartir con tu clase, en
el que Dios te dio afirmación y valor para trabajar para él?
3. Isaías fue purificado con un carbón encendido del altar antes de que se le
extendiera el llamado para que trabajara con un pueblo obstinado. ¿Cómo
se nos capacita hoy para desarrollar nuestra vocación?
4. Visualízate vestido del glorioso y eterno manto de salvación, parado junto
al trono, alabando a Dios por todo lo que hizo en tu favor. ¿Por qué este
vestido es algo que puedes vestir ahora? ¿Cómo es posible estar delante del
trono ahora, brillando con el gozo de la liberación?

SOLO PARA LOS MAESTROS: OFRECE ESTAS ACTIVIDADES CREATIVAS COMO


PASO 4 OPORTUNIDADES PARA PONER EN PRÁCTICA DURANTE LA SEMANA PRÓXIMA LO
¡Crea! APRENDIDO. PUEDES CONCLUIR TU CLASE CON EL HIMNO MENCIONADO EN LA
ACTIVIDAD 3, O LA LECTURA ANTIFONAL DE LA ACTIVIDAD 4.

1. Representa visualmente el contraste entre la desfiguración que sufrió Cristo


en el Getsemaní y en la cruz, con una pareja en el esplendor de la boda.
2. Celebra la fortaleza con que está vestido el brazo liberador de Dios. Crea
una escultura de ese brazo, contigo en su palma.
3. Memoriza el himno “Rey de mi vida”, No. 287 del nuevo Himnario Adven-
tista, y úsalo en tu devoción personal mientras meditas en que Cristo tomó
sobre sí lo que nosotros merecemos para que podamos tener lo que él me-
rece.
4. Divide tu clase en dos grupos y reciten la lectura antifonal No. 625, “Sal-
vación”, del nuevo Himnario Adventista. Desafía a tu clase a compartir este
mensaje con alguien que conozcan en la semana próxima.

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