Sei sulla pagina 1di 38

SELECCIÓN DE LA TECNOLOGÍA

En el área empresarial, la tecnología incluye las habilidades, técnicas,


procedimientos, equipos y sistemas para llevar a cabo un trabajo. Cuando las
empresas diseñan o rediseñan sus subsistemas de Operaciones han de tomar
decisiones relacionadas con los métodos y equipos, esto es, con la tecnología a
emplear en la producción de bienes y servicios. El acierto o fracaso en la selección
de la tecnología adecuada ejerce importantes repercusiones estratégicas sobre la
empresa.

Las distintas tecnologías empleadas por una empresa no generan necesariamente


el mismo impacto competitivo. El dominio de alguna de ellas es una condición para
el éxito, dadas sus repercusiones sobre costes y diferenciación, mientras que la
contribución de otras puede ser menos importantes, bien por tener poca influencia
sobre los objetivos mencionados, bien porque pueden acceder a ellas todos los
componentes de una industria.

Podemos clasificar las tecnologías en tres grupos: básicas, claves y emergentes.


>> Las básicas son utilizadas intensamente por la empresa, pero que están al
alcance de cualquier competidor. En muchos casos, su dominio les permite
conseguir una ventaja competitiva temporal, pero no sostenida.

>> Las claves son las que, en un momento dado, ejercen el mayor impacto;
constituyen la fuerza conductora de la competencia y la fortaleza, que las distintas
firmas tienen en relación con ellas, se refleja en sus posiciones competitivas. Su
dominio se convierte en una cualidad distintiva e indispensable, necesaria para
aquellas entidades que quieren alcanzar el éxito en un determinado proyecto.

>> Las emergentes son las que se encuentran en la etapa de desarrollo. Su


empleo en un proyecto empresarial determinado es, por el momento, marginal; sin
embargo, en un futuro, podrían tener un impacto potencial importante y algunas
podrían pasar a ser
tecnologías clave.

La caracterización de cada tecnología dependerá, esencialmente, del papel que


desempeñe dentro de cada actividad emprendida por la empresa, pudiéndose dar
la circunstancia de que una tecnología dada pueda pertenecer indistintamente a
las tres categorías señaladas en función del proyecto en el que se aplique.

La elección de la tecnología parece un problema de oportunidad, imaginación y


creatividad, además de disponibilidad de recursos técnicos y financieros. Además
del presupuesto de capital, hay que tener en cuenta la compatibilidad con la
estructura organizativa y métodos de trabajo existentes; efectos sobre el personal.
medio ambiente, etc.

La elección no se puede considerar como una sola acción, sino un proceso que
incluya la investigación tecnológica continua, la elección de tecnologías adecuadas
y la implantación de la elegida (todo ello con el apoyo y asesoramiento
especializado)
5-b. La Generación y Selección de Tecnología.

La tecnología, al igual que la información genética, sufre los procesos de


generación de variabilidad, transmisión, selecci6n y adaptación.

En general se puede afirmar que en cualquier empresa, en algún momento de


su existencia, se producen mutaciones tecnológicas. En una pequeña empresa,
la producción de nueva tecnología, puede originarse simplemente como
consecuencia de la adaptación de tecnología adquirida a las condiciones
locales, o por las variaciones introducidas en determinados componentes
tecnológicos de diferentes orígenes para que funcionen conjuntamente. En
cambio algunas grandes empresas están dotadas de departamentos de
investigación especializados en la creación, selección y desarrollo de nuevas
tecnologías. Mediante esos procesos la información tecnológica existente está
en continuo crecimiento no sólo cuantitativo, sino también cualitativo, es decir,
no sólo aumenta la cantidad de RCM portadores de la tecnología existente,
sino también aumenta la variedad de información tecnológica.

En un momento determinado, la cantidad de información tecnológica que se


puede producir es muy superior a la que puede ser adoptada por las empresas
existentes. Es el fenómeno malthusiano por el que la tasa potencial de
crecimiento cuantitativo y cualitativo de la información tecnológica es muy
superior a la tasa de crecimiento numérica de RCM y de empresas. Como
consecuencia de ello, las diversas tecnologías nacientes compiten entre si y
sólo sobreviven las mejor adaptadas al medio ambiente en el que se desarrolle
su existencia. El fenómeno de la competencia surge en diversos momentos y
de diferentes formas. Veamos, por ejemplo, como se produce el fenómeno en
el caso de las tecnologías aparecidas en un departamento de investigación de
una gran empresa.

En la mente de los investigadores -inventores es una expresión algo


trasnochada, pero que expresa muy bien de qué se trata- surgen gran cantidad
de nuevas ideas tecnológicas. De la misma forma en que sólo uno de los
espermatozoides producidos por un macho llega a fecundar el óvulo femenino
y son en su mayor parte eliminados, ya en la misma mente de los inventores se
produce una primera selección entre diversos proyectos tecnológicos. Las
ideas supervivientes a esa primera selección, alcanzan una manifestación
física en forma de gráficos, diagramas y explicaciones sobre un papel. Algunos
incluso llegarán a incorporarse a RCM experimentales: prototipos, modelos a
escala, etc. De la misma forma que no todos los hijos concebidos en el seno de
una hembra llegan a alcanzar una vida independiente, sólo algunas nuevas
tecnologías llegarán a comercializarse y a la nueva fase de competencia y
selección. ¿Cuántos "motores por combustión de agua" se habrán ideado,
diseñado e incluso experimentado en estas años de encarecimiento de la
energía?

La última fase de competencia y selección de la tecnología, cuando


incorporada y multiplicada en RCM se comercializa, resulta más familiar por
estar sometida a las conocidas leyes del mercado estudiadas por nuestra
ciencia. A pesar de ello destacará algunos fenómenos poco analizados pero
que presentan cierto interés cuando los observamos desde una óptica
darwinista, algunos ejemplos de diferentes posibilidades evolutivas de especies
tecnológicas.
Los martillos, al igual que las tortugas, han resultado ser una especie que
sobrevive muy bien en gran diversidad de ambientes. Con muy ligeras
variaciones en su diseño, materiales y funcionamiento, han sobrevivido durante
larguísimos periodos de tiempo.

La yunta para bueyes, la rueda de hilar, la lámpara de aceite, al igual que


algunas especies de grandes reptiles, hubo un tiempo en el que manifestaron
una gran eficacia (eficacia darwiniana es sinónimo de adaptación al medio
ambiente), y se extendieron por todo el mundo. Sin embargo son actualmente
especies en vías de desaparición o sólo se encuentran en forma fósil.

Algunas especies animales han conocido momentos de gran expansión,


momentos en que estaban en franca regresión y nuevos periodos de
resurgimiento con mayores o menores diferencias morfológicas. Un paralelo
tecnológico puede encontrarse en la utilización de hélices para recoger y
transformar la energía eólica. Aunque era una tecnología ya conocida en el
imperio romano, no comienza a extenderse hasta la edad media. Tras la
revolución industrial, llega casi a desaparecer y hoy nuevamente resurge con
algunas trasformaciones

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Introducción.

La tecnología se ha convertido en un factor importante en las empresas y en


nuestras vidas. El impecable avance de la tecnología se ha denominado
“determinismo tecnológico”, lo cual quiere decir que la tecnología determina el
curso de la sociedad.

Definiciones.

Una definición de la tecnología es la aplicación de conocimientos para resolver los


problemas humanos. Una definición más delimitada es: El conjunto de procesos,
herramientas, métodos, procedimientos y equipo que se utiliza para producir
bienes y servicios.

Existen muchas posibles selecciones de tecnología para un proceso específico.


Sin embargo, las decisiones sobre la selección de proceso y de la tecnología se
relacionan y se entrelazan íntimamente, en la práctica ambas decisiones se toman
en conjunto.

La tecnología y el administrador.

¿Que debe saber el administrador sobre la tecnología?

Después de todo, ¿no es cierto que los temas de tecnología deben dejarse a los
científicos y a los ingenieros? ¿Cómo se puede esperar que un administrador
domine las complejidades de la tecnología cuando los tecnólogos han pasado su
vida estudiando el tema? Estas son preguntas importantes y reflejan los temores
de algunos administradores sobre la tecnología.

El administrador debe preocuparse por las características de rendimiento de la


tecnología y no por sus detalles técnicos. Las decisiones de selección de
tecnología son de extrema importancia y requieren de atención especial. Los
administradores deben de estudiar el proceso de operaciones a profundidad antes
de hacer una selección de tecnología. El administrador debe de evaluar las
características de rendimiento de la tecnología junto con sus implicaciones
económicas y administrativas.

La tecnología y la sociedad.

En los últimos años sociólogos y economistas comenzaron a tomar en


consideración la “tecnología apropiada”, “la simplicidad voluntaria” o el concepto de
que lo pequeño es hermoso.

De acuerdo con este pensamiento, la tecnología moderna avanzo demasiado en


términos de eficiencia y mecanización, hasta un punto donde los valores humanos
y ambientales se han visto sacrificados. Estos efectos se reflejan en la baja
satisfacción con los puestos, la pérdida del sentido de significado de trabajo, el
ausentismo, la contaminación ambiental y otras enfermedades sociales.

De acuerdo con este pensamiento, la manera de resolver estos problemas es


seleccionar una tecnología mas apropiada (una forma mas baja de tecnología con
menos efectos sociales y ambientales).

Selección de la tecnología.
Se ha estado acumulando una evidencia considerable de que Estados Unidos no
invierte lo suficiente en su base tecnológica como para conservarse en una
posición competitiva. Se sugiere que esto se debe a un gran número de razones.

Estas van desde las altas tasas de interés hasta la regulación gubernamental de la
inflación. Sin embargo, hasta hace poco tiempo no se puso suficiente atención a la
administración misma como una de las razones clave.

¿QUE SON LOS CRITERIOS PARA SELECCIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS? Son


los requisitos exigidos necesarios para llevar a la máxima optimización los
recursos productivos y de servicios, trata de seleccionar las herramientas
tecnológicas de forma racional, una tecnología apropiada que se encuentre en
armonía con las necesidades ambientales y humanas de la sociedad.

¿DONDE SE HACEN LOS CRITERIOS PARA SELECCIÓN DE TECNOLOGÍAS?


los de fabricación en el departamento de manufactura. Quien hace los criterios
para la selección de tecnologías, Puede ser el gerente de la empresa (no
necesariamente el dueño), se puede tercerizar la búsqueda o pueden ser por
recomendación de un empleado.

En esta etapa es recomendable que intervenga un grupo multidisciplinario que


debería estar conformado por ingenieros, expertos financieros, y usuarios finales,
dado que ellos manejan información vital para llevar acabo buen proceso de
selección acorde a las necesidades y capacidades de la empresa.

-Ingeniero: analiza los detalles técnicos de la tecnología que piensa incorporarse a


la empresa.

-Experto financiero: evalúa las implicaciones financieras del hecho.

-Usuario final: conoce bien el problema que debe resolverse con la adquisición de
la nueva tecnología.

EJEMPLOS DE LOS CRITERIOS DE SELECCIÓN DE TECNOLOGÍAS:

primer ejemplo:

Transferencia de Tecnología en América Latina y el Caribe.

Criterios de selección de tecnología. Es obviamente necesario que quien busca y


elige alternativas tenga criterios muy claros, previamente establecidos, sobre como
evaluar las alternativas que él descubra. Para ello es indispensable, por cierto, una
cabal comprensión del contenido de cada una de las alternativas en estudio.

Como vía de ejemplo podemos citar algunos criterios de evaluación de alternativas


Tecnológicas:

- impacto social (incidencia sobre empleo).

- Uso de recursos locales (materias primas, materiales, energía).

- Escala de producción.

- Uso de capacidades de ingeniería y de fabricación de equipos locales.

- Vida esperada y grado de obsolescencia.


- Complejidad (alto nivel de instrumentación, facilidad de mantenimiento.

- Rendimiento (productividad referida a materias primas mano de obra, Inversión)”.

SEGUNDO EJEMPLO DE LOS CRITERIOS DE SELECCIÓN DE


TECNOLOGÍAS:

SELECCION DE TECNOLOGIA CRITERIO DE SELECCION

ALTERNATIVAS **

A B C D E

. Costo de la tecnología

2. Disponibilidad

3. Calidad de los productos obtenidos

4. Costos de Producción

5. Inversión requerida

6. Rendimiento

7. flexibilidad de operación

8. Posibilidad de desarrollo futuro

9. Subproductos y residuos del proceso

10. Otros ***

1. La Gestión Tecnológica en la empresa

2.

3. Planificación tecnológica y estratégica

4. Innovación tecnológica

5. Condiciones para que haya innovación

6. Transferencia tecnológica

7. Búsqueda internacional de Tecnología

8. Criterios de selección de Tecnología

9. Clasificación de fuentes y referencias de Tecnología

10. Factores para la toma de decisiones

11. Bibliografía
La Gestión Tecnológica es conocimiento y es una práctica. Es un sistema de
conocimientos y prácticas relacionados con los procesos de creación, desarrollo,
transferencia y uso de la tecnología. Algunos conciben este sistema como "una
colección de métodos sistemáticos para la gestión de procesos de aplicación de
conocimientos, extender el rango de actividades humanas y producir bienes y
servicios" (Kanz and Lam, 1996). Mientras otros, como el NationalResearch
Council (NRC) de Estados Unidos, lo considera integrado por los conocimientos de
"ingeniería, ciencias y disciplinas del área de gestión, para planear, desarrollar e
implementar capacidades tecnológicas en el diseño y el logro de los objetivos
estratégicos y operacionales de una organización" (Khalil, 1998). Es un sistema de
conocimientos o región de conocimientos, en los términos que plantea Mario Díaz
(1995) la organización del conocimiento; constituido por conceptos y proposiciones
sobre relaciones entre estos conceptos, modelos y teorías sobre los procesos de
toma de decisiones y ejecución de acciones relacionados con las tecnologías, en
organizaciones, empresas, países y regiones.

Pero la gestión tecnológica no es un campo del saber meramente especulativo


sobre la tecnología y su desarrollo. Es también una práctica so-portada en un
conocimiento derivado del análisis y la interpretación de las observaciones del
comportamiento del desarrollo tecnológico, como proceso social, y resultado de las
observaciones de este proceso en organizaciones y países, y de su relación con el
proceso de desarrollo global de las sociedades modernas.

Los procesos objeto de estudio de la gestión tecnológica, en tantos procesos


sociales, son procesos complejos, multidimensionales, inseparables de su contexto
y de la globalidad de los procesos sociales; y, por tanto, sus estados y
características involucran dimensiones históricas, económicas y sociológicas. Si
bien ellos han sido considerados bajo ángulos y perspectivas distintas por
disciplinas como la historia, la economía, la sociología y la psicología, cada una
con su enfoque particular y sin pretensión alguna de una explicación total, es la
gestión tecnológica, como región de saberes y un campo de conocimiento
transdisciplinario, la que conjuga y relaciona es-tos saberes parcelados, mediante
su recomposición y recontextualización, para construir una mejor visión que
incorpora la totalidad de características del proceso.

En la dimensión económica del desarrollo tecnológico, afirma Katz, resulta obvio


que no pueden usarse los mismos modelos teóricos para describir las
complejidades e idiosincrasia de sociedades con grados extremadamente
diferentes de madurez y desarrollo económico.

La Gestión Tecnológica en la empresa

[pic]

La Gestión Tecnológica en la empresa es la aplicación de un conjunto de prácticas


que le permiten establecer una estrategia en materia de tecnología congruente con
sus planes de negocio.

En el ambiente empresarial la gestión tecnológica se revela en sus planes,


políticas y estrategias tecnológicas para la adquisición, uso y creación de
tecnología, así como cuando se asume la innovación como eje de las estrategias
de desarrollo de los negocios. También es evidente cuando en la cultura de las
empresas se ha logrado "crear una mentalidad innovadora, enfocada hacia el
aprendizaje permanente que sirva de sustento al crecimiento de la competitividad
en el largo plazo" (Colciencias, 1998).

La iniciación de un plan Tecnológico consiste en aplicar las siguientes acciones o


pasos

Inventariar

Consiste en recopilar tecnologías disponibles a nivel mundial lo cual implica


conocer las tecnologías utilizadas y dominadas por la empresa que constituyen su
patrimonio tecnológico.

Vigilar

Significa estar alerta sobre la evolución de nuevas tecnologías, sistematizar las


fuentes de información de la empresa, vigilar la tecnología de los competidores.
Identificar el impacto posible de la evolución tecnológica sobre las actividades de la
empresa.

Evaluar

Determinar la competitividad y el potencial tecnológico propio, estudiar posibles


estrategias de innovación e identificar posibilidades de alianzas tecnológicas.

Enriquecer

En esta etapa se trata de:

• Diseñar estrategias de investigación y desarrollo,

• Priorizar tecnologías emergentes, clave y periféricas,

• Definir una estrategia de adquisición de equipo y tecnologías externas,

• Definición de proyectos conjuntos o alianzas,

• Determinar estrategia de financiamiento a proyectos.

Asimilar

Una vez que haya repasado los pasos anteriores ahora procede asimilar y actuar,
en la explotación sistemática del potencial tecnológico mediante:

• Programas de capacitación,

• Documentación de tecnologías de la empresa,

• Desarrollo de aplicaciones derivadas de tecnologías genéricas.

• Gestión eficiente de recursos.

Proteger

Por último resta proteger la tecnología de su empresa a través del establecimiento


de una política de propiedad intelectual que incluya: patentes, derechos de autor,
marcas, diseños industriales y secretos.
Cabe indicar que equivocadamente se piensa que la tecnología es un aspecto que
tiene que ver solamente con actividades de la producción a través de los
cuestionamientos sobre cómo mejorar un producto existente, cómo ingeniar uno
nuevo y cómo hacer más productos.

No, la tecnología es una herramienta que está vinculada con todas las actividades
de la empresa, existiendo tecnología para (entre otras muchas):

|El diseño del producto |La capacitación de recursos


humanos |

|El desarrollo de software |El almacenamiento


|

|El diseño del envase |El desarrollo del personal


|

|El desarrollo del producto |La mercadotecnia


|

|El diseño del embalaje |La motivación del personal


|

|La planificación y presupuesto |Los canales de


distribución |

|El manejo de los materiales |Los sistemas de


información y |

| |Comunicación
|

|La administración de oficinas |El diseño y operación de


plantas en toda la cadena de actividades de la |

| |empresa
|

|El transporte |
|

[pic]

En una empresa que ha incorporado la gestión tecnológica en su cultura, las


actividades propias de ella están incorporadas en su cadena de valor y son
realizadas en forma sistemática mediante unos procesos básicos que desarrollan
funciones de gestión tecnológica. Procesos que integran competencias
tecnológicas, competencias de gestión y recursos disponibles para la empresa en
el cumplimiento de sus propósitos, objetivos, estrategias y operaciones. Procesos
que involucran también el uso de datos, información y conocimientos, y la
interacción social de personas en la creación de conocimiento y el desarrollo de
innovaciones para la creación de valor y de ventajas competitivas (Gaynor, 1996).
Entre estos procesos pueden mencionarse: la gestión del conocimiento, el
monitoreo y la inteligencia tecnoeconómica, la evaluación de alternativas
tecnológicas, la negociación de tecnología, la transferencia de tecnología, la
asimilación y adaptación, mejoramiento y la investigación y el desarrollo.

En términos generales, los procesos de gestión tecnológica en la empresa


involucran funciones básicas, como: "identificación, evaluación y selección de
tecnologías, desagregación de paquetes tecnológicos, negociación de tecnologías,
construcción y puesta en marcha de sistemas productivos, uso y asimilación de
tecnologías, adaptación y mejoramiento de la tecnología, generación y
comercialización de nuevas tecnologías" (Ávalos, 1993). El alcance de las
actividades de gestión tecnológica va más allá de las consideradas como básicas.
El espectro es más amplio e incluye: suministro, monitoreo, análisis y evaluación
de información técnica y prospectiva tecnológica; evaluación tecnológica de la
empresa; planificación del desarrollo tecnológico; gestión del financiamiento del
desarrollo tecnológico; identificación, selección y reclutamiento de asesores
técnicos; formulación y ejecución de políticas de capacitación del recurso humano;
planteamiento, prevención y protección de derechos de propiedad intelectual; y
muchas más.

Ávalos (1993), por ejemplo, agrupa los procesos de gestión tecnológica en la


empresa en tres ámbitos: el de la adquisición, el de su uso propiamente dicho y el
de la realización de actividades de investigación y desarrollo, en los que ubica
algunas de las funciones de gestión tecnológica antes señaladas.

La adquisición de tecnología tiene un papel importante en el proceso de


acumulación de capacidades tecnológicas y por ello se le asigna el propósito
general de convertir los procesos de compra de tecnología en procesos que
permitan una verdadera transferencia de tecnología; orientando la gestión a
adquirir las capacidades tecnológicas para usar adecuadamente la tecnología,
adaptarla y mejorarla, más que a adquirir una capacidad productiva. En las etapas
globales para la adquisición de tecnología, Ávalos incluye: búsqueda de
información, selección, evaluación, negociación y adopción de tecnología; y
considera fundamentales para el proceso de adopción: el diseño de ingeniería, la
compra de maquinaria y equipos, la construcción, el montaje, la prueba y puesta
en marcha de los sistemas productivos.

Destaca también Ávalos la necesidad de hacer gestión tecnológica durante el uso


de la tecnología, desarrollando estrategias diseñadas para convertir la experiencia
en producción y mantenimiento, y en procesos de aprendizaje deliberados,
mediante la observación, registro y análisis de esa experiencia. O sea, que la
gestión tecnológica en el uso de la tecnología, tiene el objetivo de usar la
experiencia como fuente de aprendizaje consciente, racionalizándola para adquirir
conocimientos complementarios a los que se recibieron del proveedor de
tecnología. Procesos de aprendizaje planeados, organizados y desarrollados para
una asimilación plena de la tecnología, y lograr así una explotación de su máximo
potencial, con la optimización, adecuación y adaptación a las condiciones
cambiantes del mercado donde opera.

Son críticas, en todos los procesos de gestión tecnológica, las actividades para la
vinculación e interacción de los distintos actores y agentes involucrados en el
proceso de desarrollo tecnológico. Son ellas, actividades requeridas para hacer
efectiva la integración de capacidades tecnológicas, y para la búsqueda proactiva
de insumos del mercado, así como de información, de contribuciones tecnológicas
externas y de recursos financieros. Resultan cruciales para el éxito de las in-
novaciones las vinculaciones con otras empresas, con proveedores de insumos,
materiales y tecnología, con clientes y usuarios potenciales del resultado de la
innovación, con universidades y centros de desarrollo tecnológico, con firmas de
ingeniería y consultoría; que no pueden dejarse a la generación espontánea o
casual, sino que deben ser planeadas, organizadas y ejecutadas en forma
deliberada, es decir, gestionadas.

Planificación tecnológica y estratégica

Desde tiempos remotos conocer el futuro ha atemorizado e intrigado a la


humanidad y aunque hoy en día resulta imposible despejar esta incógnita, la
construcción de probables escenarios futuros a partir del uso de tecnologías y
herramientas que se han ido incorporado a las metodologías de planificación
estratégica nos permite predecir rutas alternativas y elegir la que a nuestro criterio
resulte la más probable. De aquí en adelante con este mapa teórico del futuro nos
tocará navegar manejando con flexibilidad las desviaciones que la práctica nos
imponga. Un buen plan es aquel que logra elaborar un excelente análisis de
situación y en consecuencia permite que la ruta elegida sea lo suficientemente
precisa para evitar serios desvíos -a los cuales nos enfrenta la realidad en la
práctica-, por lo que el diseño de planes de contingencia, sistemas de monitoreo y
estructura organizacional descentralizadas y flexibles complementan un exitoso
proceso de planeación estratégica.

Concluido el proceso de elaboración del plan estratégico queda por delante la


importante tarea de gestionar la implementación del plan, aspecto que requiere el
compromiso explícito de la alta gerencia y habilidades de liderazgo para movilizar
a las personas y los recursos de la organización en función de los propósitos
definidos. Siendo así, el proceso de planeación estratégica es continuo, la
planeación estratégica precede y preside las funciones de dirección de la empresa.
La planificación estratégica tiene dos connotaciones relativamente diferentes;
realizar un "mapa" de las probables decisiones futuras de una organización
(Empresa privada o Institución pública) o diseñar una ruta de acción personal para
el futuro. En ambos casos nos enfrenta a la incertidumbre de qué pasará en el
futuro y cómo actuaremos de manera conveniente para cumplir nuestros
propósitos fundamentales.

[pic]

Al final las dimensiones personal e organizacional se entretejen en tanto el rumbo


que elegimos para nuestras organizaciones influirá en las personas y viceversa. En
general se trata de la interacción entre entorno y el interno de los entes y la
habilidad de estos para configurar estrategias que nos permitan aprovechar
nuestras fortalezas internas y las oportunidades externas.

Durante los últimos años, en los países industrializados, la planeación corporativa


ha tenido que ver con hechos determinantes del cambio. Como resultado desde su
generalizada Introducción en la década del 60, el estilo de la planificación
estratégica ha pasado por varias fases.

Fases
Para ver el cuadro seleccione la opción "Descargar" del menú superior

La Planeación Estratégica se caracteriza por:

• Aplicación de la intuición y el análisis para determinar las posiciones futuras que


la organización o empresa debe alcanzar

• Proceso dinámico lo suficientemente flexible para permitir -y hasta forzar-


modificaciones en los planes a fin de responder a las cambiantes circunstancias.

• Componente intermedio del proceso de planeación, situado entre el pensamiento


estratégico y la planeación táctica.

• Trata con el porvenir de las decisiones actuales, observa la cadena de


consecuencias de las causas y efectos durante un tiempo, relacionadas con una
decisión real o intencionada que tomara la dirección.

• Identificar y llevar a la practica los objetivos a Largo Plazo de la empresa.

La planeación estratégica es un proceso que mantiene unido al equipo directivo


para traducir la misión, visión y estrategia en resultados tangibles, reduce los
conflictos, fomenta la participación y el compromiso a todos los niveles de la
organización con los esfuerzos requeridos para hacer realidad el futuro que se
desea.

En cuanto a la planificación Tecnológica esta debe de actuar sobre todas las


etapas del proceso, básicamente sobre la de movilización del potencial productivo
y la de capacidad innovativa.

Se deben tener presentes, además, las oportunidades tecnológicas y de


mercados; la conducta dinámica de las empresas y de las élites industriales; las
elasticidades sectoriales de cambio técnico; el control de los medios de
producción; etc.

Para el desarrollo tecnológico se requieren recursos físicos, humanos y


financieros. En particular para el financiamiento del desarrollo tecnológico -
innovativo, es necesario disponer de fondos para cubrir el "riesgo tecnológico" de
las empresas, mediante una serie de medidas coherentes que tiendan a favorecer
a aquellas que estimulen el concepto de innovación y de autonomía tecnológica,
que tiendan a crear "incubadoras de empresas" y "empresas de base tecnológica"
y que capaciten "emprendedores con el objetivo de apoyarles en el diseño de
políticas de innovación y desarrollo tecnológico a través del los estudios previos
necesarios (demanda tecnológica, oferta e innovación y capacidad
investigadora...), así como del definitivo proceso participativo y consensuado de
elaboración de la estrategia.

Estrategias tecnológicas

|De infraestructura |De comercialización |

| | |

|De diseño |De organización y gestión |

| | |
|De producción |De personal |

| | |

|De servicios |De negocios |

| | |

|De marketing |De conocimiento |

[pic]

Innovación tecnológica

Una de las fuentes principales para la generación de conocimiento en la empresa


es la Innovación Tecnológica. Esta puede tener identidad y vida propia dentro de la
organización, pero es bajo el resguardo de la Gestión del Conocimiento cuando
queda integrada totalmente dentro de los procesos de negocio de la empresa

A continuación tendremos distintas interpretaciones del concepto de Innovación

1. mercado.

2. Creación o modificación de un producto y su introducción en un

3. Este fenómeno implica la introducción exitosa en el mercado, en los procesos


de producción o en las propias organizaciones, de nuevos productos, tecnologías o
servicios intensivos en conocimiento, así como la subsiguiente difusión en la
sociedad.

4. Consiste en aportar algo nuevo y aún desconocido en un determinado contexto.

5. El manual de Frascati (OCDE, 1992) indica que la innovación es la


transformación de una idea en un producto vendible nuevo o mejorado o en un
proceso operativo en la industria y en el comercio o en nuevo método de servicio
social.

6. Una innovación es una introducción exitosa de un nuevo producto en el


mercado.

Es necesario marcar la diferencia entre invento e innovación por cuanto solo una
pequeña proporción de las patentes (menos de 10%) llegan a convertirse en
innovaciones en la sociedad.

Viendo lo que todo el mundo ve, leyendo lo que todo el mundo lee, oyendo lo que
todo el mundo oye, innovar es realizar lo que nadie ha imaginado, todavía.

Si analizamos esto tendremos que no solo es necesario crear algo sino buscar que
este pueda ser difundido ante la sociedad y que la misma perciba un gran
beneficio de este, lo que conocemos como niveles de penetración en la sociedad.

Es decir, que una idea, una invención o un descubrimiento se transforma en una


innovación en el instante en que se encuentra una utilidad al hallazgo.

Clases de Innovación:
Según el objeto de la innovación

1. Producto: Fabricación y comercialización de nuevos productos o mejores


versiones de productos existentes, ya sea mediante tecnologías nuevas
(microprocesadores, videocasetes, etc.) o mediante nuevas utilizaciones de
tecnologías existentes (walkman, agenda electrónica, etc.). Un ejemplo de este
tipo de innovación es el teléfono móvil, donde si analizamos las tres condiciones
simultáneas que debía tener un producto para ser innovador, tenemos la siguiente
situación:

1. Tecnología de comunicaciones celulares: muy diferente de la convencional,


pero suficientemente madura.

2. Necesidad de la sociedad: hablar en cualquier momento, desde cualquier sitio.

3. Coste aceptable: equiparación progresiva a los costes de la telefonía fija.

1. Según el impacto de la innovación

Viene determinada por la relación con la situación anterior de las necesidades


de la sociedad.

2. Proceso: Instalación de nuevos procesos de producción para mejorar la


productividad o racionalizar la fabricación, ya sea para la fabricación de productos
nuevos o para la fabricación más eficiente de productos existentes (como por
ejemplo la nueva técnica de litografía para fabricación de memorias RAM).

3. Incremental: Se parte del conocimiento adquirido y de la identificación de sus


problemas. Se suele buscar una mejor eficiencia en el uso de materiales y una
mejor calidad de acabados a precios reducidos.

Ejemplo: electrónica de consumo japonesa.

Según el efecto de la innovación

4. Radical: Se desarrolla a partir de resultados de investigación. Su éxito


comercial (condición para que puedan considerarse realmente innovaciones)
depende de muchos factores pero uno es básico: responder a necesidades
insatisfechas del ser humano en un momento histórico determinado que son
repentinamente aceptadas por la mayoría.

Ejemplo: transistor frente a válvula de vacío.

1.

2. El mercado al que van dirigidos es el mismo (usuarios y necesidades


predefinidos).

3. La funcionalidad básica de los productos se mantiene

Ejemplo: DRAM 64Mb (frente a RAM 4Mb).

5. Continuistas: Buscan mejorar las prestaciones (reduciendo costes,


incrementando la funcionalidad, respondiendo a problemas identificados
previamente en el proceso de fabricación, etc.) pero sin alterar dos elementos
básicos:
6. Rupturitas: Suelen ser innovaciones que conducen a productos con
prestaciones inferiores, a corto plazo. Pero presentan otras características que los
clientes valoran por encima de los productos anteriores (más barato, más simple,
más pequeño o más fácil de usar).

Ejemplo: PC (peores prestaciones que el mini ordenador).

Innovación tecnológica

[pic]

Con los conceptos planteados anteriormente procederemos a analizar todo lo que


implica la innovación tecnológica y el entorno en el cual es desarrollado.

la riqueza de una empresa o de cualquier comunidad humana proviene del trabajo


de las personas. Para la misma cantidad de trabajo, las formas de organización y
capitalización de ese trabajo, la dotación en infraestructuras, el capital de
conocimientos de las personas, entre otros factores, permiten que la riqueza se
cree y se consolide con mayor o menor velocidad, pero ninguno de estos factores
se extrae directamente de los mercados financieros.

La innovación tecnológica es un requisito de la creación de riqueza. En las


economías desarrolladas y competitivas, sólo existen tres formas de que el trabajo
de las personas produzca nueva riqueza empresarial de manera sostenible: captar
y fidelizar clientes, incrementando la cuota de mercado en una actividad
determinada; optimizar procesos, incrementando la productividad del trabajo y,
sobre todo, desarrollar nuevos productos y servicios para crear actividades
enteramente nuevas. En estos tres frentes, poco se puede hacer sin innovación.

Por supuesto, muchas iniciativas pueden no ser tecnológicas: por ejemplo, se


puede incrementar la cuota de mercado fusionándose con empresas
competidoras, o aumentar la productividad trasladando actividades a países o
regiones con estructuras de costes más favorables, o desarrollar nuevos productos
a partir de brillantes ideas con escaso o nulo componente tecnológico.

Pero la innovación tiende a ser cada vez más tecnológica. Nuestra sociedad vive
inmersa en una espiral ascendente de tecnología. Ya somos una comunidad muy
tecnificada, en la que cada vez más procesos del día a día dependen de la
tecnología, y cambiar esos procesos o lanzar nuevos productos y nuevos hábitos
requieren a su vez una mayor intensificación tecnológica.

En este sentido podemos ver de manera gráfica la importancia de la innovación


tecnológica en la actualidad, La siguiente figura representa esquemáticamente la
relación existente entre la innovación, la innovación tecnológica, y la I+D. Como se
puede ver, la innovación tecnológica es un tipo particular de innovación en la que
la tecnología juega un papel fundamental.

Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

La historia más reciente, existe un creciente consenso entre los economistas en


afirmar que el origen de la larga y sorprendente expansión económica de Estados
Unidos en los años noventa estuvo en gran medida en el impacto positivo, sobre la
productividad y el crecimiento empresarial, de las tecnologías de la información
que se empezaron a introducir masivamente en las empresas a finales de los años
ochenta.

El éxito de la innovación tecnológica depende de una conjunción acertada de


factores sustancialmente independientes entre sí: curva de madurez de la
tecnología correspondiente, demanda latente del público, conceptos y modelos de
negocio viables, profesionales cualificados capaces de transformar ideas en
realidades y, por último, recursos financieros.

Entre otras cosas, la complejidad de la innovación implica que se necesita tiempo


para llevarla a buen termino. Si analizamos pasadas revoluciones tecnológicas,
vemos que tuvieron que pasar entre 20 y 30 años, para que la electricidad, los
teléfonos o los ordenadores alcanzaran cuotas de penetración del 40% de los
hogares en Estados Unidos, fueron necesarios 40 años para que hubiera
electricidad y nada menos que 65 años para que hubiera teléfono en el 80% de los
hogares.

En el siguiente grafico veremos el proceso de la innovación. La tecnología


constituye un input para el proceso de innovación del que se obtendrán unos
outputs que podrán transformarse, a su vez, en unos imputa siempre que estos
últimos encierren unas tecnologías que realimenten otro proceso de innovación.

Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

Objetivos de la Innovación Tecnológica

1. Mejorar la competitividad de las empresas aumentando el nivel tecnológico


mediante la creación de nuevas tecnologías aplicadas a productos y procesos.

2. Gestionar la concesión de ayudas públicas para la mejora de la tecnología.

3. Fomentar las tareas de investigación y desarrollo.

4. Potenciar la colaboración entre empresas, universidades y centros de


investigación.

5. Promover la transferencia de tecnología y organiza sesiones de divulgación que


ponen en contacto la oferta y la demanda de tecnología.

CONDICIONES PARA QUE HAYA INNOVACIÓN

Para que exista una innovación tecnológica real tienen que darse simultáneamente
tres condiciones:

1. Un uso de tecnologías mejores que las anteriores

1. Un producto que no sea tecnológicamente avanzado puede quedarse obsoleto


en muy poco tiempo.

2. Ejemplo: sistemas de control de riego automático basados en relés.

1. El nuevo producto puede pretender cubrir una necesidad que la sociedad no


tiene o no valora, o hacerlo a un coste socialmente inaceptable.
2. Ejemplo: las necesidades energéticas constituyen una necesidad básica de
la sociedad, pero cubrirla con centrales nucleares ha obtenido un rechazo en
muchos países.

1. Dirigirse a unas necesidades que la sociedad acepte

1. Un nuevo producto que sustituya a otro no puede introducirse en el mercado


a un precio que impida su adquisición por la mayoría del segmento de
consumidores a los que va dirigido.

2. Introducirse en el mercado a unos costos que éste acepte

Razonamiento

Quien crea que las necesidades de comunicación de los seres humanos en su vida
profesional y personal, se agotan con las formas actuales de la telefonía y
transmisión de datos, desconoce el carácter radicalmente social de la naturaleza
humana.

Con las nanotecnologias al rescate, estas células fundamentales de las


tecnologías de la información seguirán duplicando sus prestaciones cada 18
meses, al menos durante 10 o 15 años mas con base en el silicio y posteriormente
con otros materiales, por ese lado el motor tecnológico de la innovación seguirá
muy vivo.

Las actuales tendencias para la generación de capacidades de innovación parten


de identificar aquellos factores que logren integrar funciones productivas con la
generación de conocimientos, de la existencia de organismos capaces de asumir
los riesgos que la innovación supone, de un nuevo rol del Estado mucho más
activo y del diseño de instrumentos para la transferencia de tecnología. En
definitiva se requiere un cambio cultural frente a una nueva forma de competir en
los mercados.

Los gobiernos deben asumir un papel mucho más activo en materia de apoyo a la
competitividad, un papel que supone crear las condiciones favorables para la
innovación, atendiendo y profesionalizando los instrumentos para considerar
realidades muy disímiles, incluso dentro de un mismo país, atendiendo diferencias
desde un punto de vista sectorial o territorial.

Necesitamos generar una visión propia, que atienda la realidad de nuestros


países, que parta de nuestra cultura, que sea integradora, donde los factores
sociales que inciden en la capacidad de innovación sean correctamente
interpretados. En numerosos países se han venido desarrollado diversas e
interesantes experiencias, pero la importancia estratégica que se le atribuye a la
ciencia y la tecnología sigue siendo relativa si tenemos en cuenta el porcentaje del
PIB que se destina en la mayoría de nuestros países. Las empresas se siguen
demostrando poco activas en materia de innovación.

Transferencia Tecnológica

La evolución económica de las empresas está ligada a un proceso de cambio


tecnológico de sus aparatos productivos, en que los métodos y sistemas de
producción y comercialización de bienes y servicios son sustituidos por otros más
eficientes o para producir nuevos productos, para satisfacer las demandas y
gustos del cliente.

Proceso de Transferencia Tecnológica

El proceso del cambio tecnológico puede ser el resultado de una tecnología local o
una transferencia foránea. En nuestro país por lo general los cambios tecnológicos
se dan por la transferencia de tecnologías desarrolladas por países más
avanzados.

Según Ignacio Avalos la transferencia de tecnología implica la transferencia de una


capacidad tecnológica para usar adecuadamente, adaptar y mejorar la tecnología
comprada. Todos los esfuerzos de negociación deben orientarse hacia la
obtención de los conocimientos y habilidades o destrezas operativas relacionadas
con los productos, procesos y métodos de producción, las máquinas y los equipos,
las materias primas e insumos, los métodos de organización de la empresa y el
trabajo.

Con la importación de estos bienes se da un flujo de información; esta información


puede estar contenida en los documentos técnicos sobre su operación,
mantenimiento, diseño y fabricación (software) o asociada con el entrenamiento de
personal técnico (know-how).

La importación de tecnología en sí no es un problema, los problemas se presentan


o se generan por una mala selección de la tecnología o por una contratación
perniciosa.

Los problemas involucrados o derivados de la transferencia de tecnología se


pueden agrupar en problemas relacionados con el costo y uso de la tecnología,
problemas generados por la falta de capacidades tecnológicas, problemas
originados en la debilidad de la infraestructura científica y tecnológica y problemas
causados por la falta de autonomía para la toma de decisiones en materia
tecnológica.

Las necesidades para transferir tecnologías sanas deberán identificarse a las


disponibilidades de los recursos naturales y humanos para realizarlos. Las
barreras van desde el desconocimiento adecuado de los recursos, la falta de
conocimiento sobre lo que se puede realizar con ellos, condiciones para realizar
inversiones, seguridad jurídica, falta de conocimiento tecnológico y la falta del
conocimiento del proceso de transferencia de tecnología.

Objetivos de la Transferencia de Tecnología.

• Convertir la inversión directa en un motor de crecimiento de la economía.

• Convertir la inversión privada en el máximo generador de empleo.

• Generar la producción de bienes y servicios competitivos en el mercado nacional,


regional e internacional.

• Contribuir a que la inversión directa incremente la competitividad del país.

• Potenciar la capacidad, aprovechamiento y conservación de los recursos del


país.
• La comunicación y retroalimentación entre los actores responsables de la
definición e implementación de la estrategia de inversiones y los responsables del
uso y desarrollo de la Tecnología; fundamentales para el desarrollo de los países.

Mecanismos para la efectividad de transferir Tecnología

[pic]

Es importante caracterizar y entender la problemática de la transferencia de


tecnología, en atención a que la acción de transferir debe ser complementada con
las de absorber, perfeccionar y aplicar. Los aspectos como son el de búsqueda,
evaluación y selección de tecnología, forman parte fundamental para la
transferencia de tecnología. Varias acciones son:

• La detección de la demanda o la existencia misma del proyecto.

• La formulación de la demanda, que es la definición de los requerimientos


tecnológicos que se necesitan.

• La búsqueda de alternativas tecnológicas.

• La evaluación y selección.

• La negociación.

• La adaptación, implementación y absorción de la tecnología.

Búsqueda internacional de Tecnología

La Búsqueda de Tecnología se puede categorizar en tres tipos con un enfoque


internacional:

• Búsqueda General: los usuarios industriales, privados o estatales, necesitan para


el desarrollo de un sector, industria o conjuntos de industrias, un conocimiento
general sobre las tecnologías existentes en el mercado mundial relacionadas a tal
sector o industria. Es preciso conocer las grandes variables tecnológicas para las
diferentes alternativas disponibles de tecnologías que sirven a un mismo fin
industrial específico.

• Búsqueda de Condiciones: es la búsqueda internacional de las condiciones de


negociación de la tecnología. No se trata de ver qué modalidades y condiciones
más favorables pueden obtenerse para la adquisición de una tecnología en
términos de regalías de precios de productos intermedios y de bienes de
producción, de créditos, plazos, restricciones al uso de la tecnología, etc., sino que
debe incluir el examen del posible impacto de las tecnologías importadas en el
país o región usuaria, la utilización eficiente de insumos locales; las posibilidades
de asegurar la exportación de los productos resultantes, la posibilidad de aprender
los principios mismos de la tecnología por parte de los usuarios, etc.

• Búsqueda de tecnología específica: se trata de una investigación de alternativas


tecnológicas, relacionadas con un proyecto determinado, previo a su realización.
Se trata de proyectos específicos, con parámetros determinados que requieren
para su realización de insumos tecnológicos bien definidos, cuya complementación
con insumos locales debe haber sido evaluada previamente. Este tipo de
búsqueda cubre no solo los canales usuales de comercialización de tecnología,
sino que puede y debe incluir la búsqueda de informaciones técnicas que permitan
si copia simple o adaptación de tecnologías disponibles, sin que implique
necesariamente pago alguno.

Criterios de selección de Tecnología

Algunos criterios de evaluación tecnológicas son:

• Impacto social (incidencia sobre empleo).

• Uso de recursos locales (materias primas, materiales, energía).

• Escala de producción.

• Uso de capacidades de ingeniería y de fabricación de quipos locales.

• Vida esperada y grado de obsolescencia.

• Complejidad (alto nivel de instrumentación, facilidad de mantenimiento).

• Rendimiento (productividad referida a materias primas mano de obra, inversión).

Otros métodos utilizados en diversos proyectos:

• Método de búsqueda aleatoria: se busca información tecnológica en la


bibliografía, los "abstracts", revistas y artículos especializados, y las referencias de
las fuentes de información, como ser centros de documentación y empresas.

• Método de búsqueda sistemática: recurrimos a la información patentada y el


Know-how y los conocimientos no patentados. Partimos del hecho de que tenemos
ciertos conocimientos de lo que queremos conocer sobre la tecnología y por lo
tanto la aplicación del método se hace más efectiva.

• Método de búsqueda estructurada: se hace un relevamiento a nivel mundial de


los proveedores y usuarios de la tecnología y de los fabricantes de equipos, a
quienes se contactan, evaluando la información suministrada por los mismos.

Factores para la toma de decisiones

Algunos factores que deben tomarse en cuenta para la elección de uno o varios
procesos tecnológicos se agrupan en estas categorías:

• Factores técnicos relacionados con la materia prima.

• Factores técnicos relacionados con la localización e infraestructura.

• Factores relacionados con el objetivo de la planta.

• Factores económicos directos.

• Factores relacionados con la confiabilidad de la planta (empresa, organización,


etc.).

[pic]
Resumen

La enseñanza de la ciencia no ha conseguido todavía aclarar adecuadamente las


diferencias y relaciones entre ciencia y tecnología. En el artículo se describe
brevemente esta situación y se consideran tres criterios para el análisis del
confuso panorama existente en este terreno: las características propias del
conocimiento tecnológico, las actitudes ante las publicaciones y las finalidades de
los laboratorios de investigación académica e industrial. Por último, se señalan
algunas implicaciones educativas del tema desde la perspectiva de la
alfabetización científica y tecnológica.

Breve crónica de una confusión

La gran mayoría de los intentos realizados para introducir algunos conocimientos


de tecnología en la enseñanza de la ciencia, desde la perspectiva de ciencia
integrada con tecnología (UNESCO, 1990), han contribuido más bien a reforzar
una visión deformada de la tecnología jerárquicamente subordinada a la ciencia, o
a favorecer su identificación errónea con la ciencia aplicada (Acevedo, 1995,
1996). Esta imagen, muy arraigada popularmente, se ha ido extendiendo desde la
ciencia a través de la divulgación científica, la enseñanza de la ciencia y la propia
didáctica de las ciencias experimentales. Así mismo, los esfuerzos que se vienen
haciendo, desde la década de los ochenta, para dar una orientación CTS (Ciencia,
Tecnología y Sociedad) a los contenidos de los curricula de ciencias y tecnología
no han contribuido, en general, a aclarar con cierto rigor las relaciones y
diferencias entre ciencia y tecnología, a pesar de que entre sus objetivos se
encuentra mejorar la comprensión de la naturaleza de ambas. En muchos casos
incluso se ha conseguido favorecer la confusión en este campo. Por ejemplo, en
las primeras versiones del SATIS (Science and Technology in Society), conocido
conjunto de materiales curriculares CTS de Gran Bretaña, la tecnología se define
como "el proceso por medio del cual se hace posible la aplicación de la ciencia
para satisfacer las necesidades humanas", lo que, sin duda, supone dar un punto
de vista sesgado.

A la hora de distinguir entre ciencia y tecnología, también han creado desconcierto


determinados historiadores sociales de la ciencia como, por ejemplo, Bernal (1964)
cuando dice que: "La principal ocupación del científico es encontrar el modo de
hacer las cosas, mientras que la del ingeniero consiste en hacerlas." (p. 42 de la
traducción española). Igualmente, tampoco ayudan demasiado a aclarar este
panorama algunas de las orientaciones oficiales de los curricula españoles de la
Educación Secundaria Obligatoria (actualmente modificados), tal y como se
desprende de la lectura de los dos siguientes párrafos extraídos de las mismas.

"A lo largo de este último siglo las Ciencias de la Naturaleza han ido
incorporándose progresivamente a la sociedad y a la vida social, convirtiéndose en
una de las claves esenciales para entender la cultura contemporánea, por sus
contribuciones a la satisfacción de necesidades humanas. Por eso mismo, la
sociedad ha tomado conciencia de la importancia de las ciencias y de su influencia
en asuntos como la salud, los recursos alimenticios y energéticos, la conservación
del medio ambiente, el transporte y los medios de comunicación." [De la
introducción al área de Ciencias de la Naturaleza que aparece en el RD 1007/91
(anexo I, p. 35), (MEC, 1991)].

"La ciencia y la tecnología tienen propósitos diferentes: la primera trata de ampliar


y profundizar el conocimiento de la realidad; la segunda de proporcionar medios y
procedimientos para satisfacer necesidades. Pero ambas son interdependientes y
se potencian mutuamente. Los conocimientos de la ciencia se aplican en
desarrollos tecnológicos; determinados objetos o sistemas creados por aplicación
de la tecnología son imprescindibles para avanzar en el trabajo científico; las
nuevas necesidades que surgen al tratar de realizar los programas de
investigación científica plantean retos renovados a la tecnología. Comprender
estas relaciones entre ciencia y tecnología constituye un objetivo educativo de la
etapa." [De la introducción al área de Tecnología que aparece en el RD 1007/1991
(anexo I, p. 74), (MEC, 1991)].

El primero de ellos podría referirse con toda propiedad más a la tecnología que a la
propia ciencia, de acuerdo con lo que se indica explícitamente en el segundo texto.
En cualquier caso, transmite una visión utilitarista de ésta casi exclusivamente
centrada en su dimensión tecnológica, una perspectiva que es coherente con el
nuevo paradigma de Desarrollo e Investigación (D+I) -en ese orden- que domina la
política científica y tecnológica desde la última década del siglo XX (Acevedo,
1997c). Esto contrasta con lo que se dice en el segundo párrafo, donde se
destaca, sobre todo, el punto de vista teoricista e idealista de la ciencia académica.
En éste parece que la diferencia entre la ciencia y la tecnología se establece
atribuyendo a la primera sólo la búsqueda de conocimiento y comprensión sobre el
mundo natural, y la de soluciones a problemas prácticos de la vida cotidiana y de
la propia ciencia a la segunda de ellas. Por otro lado, dejando aparte los aspectos
epistemológicos relacionados con la naturaleza de la ciencia y de la tecnología, en
el segundo texto subyace, en su conjunto, una visión jerarquizada de las
relaciones entre ciencia y tecnología, en la que ésta se subordina a aquélla como
instrumento útil para resolver sus necesidades. La tecnología se percibe en cierto
modo de manera servil hacia la ciencia para que ésta pueda seguir elaborando
conocimiento teórico, que a su vez nutre a la tecnología; un punto de vista popular
al que ha contribuido interesadamente la ciencia, pero profundamente deformado
tal y como se ha subrayado antes. Podrían multiplicarse ejemplos como los
señalados (véanse, p.ej., Layton, 1988; Price y Cross, 1995), pero creemos que los
expuestos aquí son suficientes para ilustrar el confuso panorama existente en este
ámbito.

Relevancia didáctica del problema planteado

Las concepciones que se tengan de la ciencia y la tecnología, así como de sus


relaciones y diferencias, condicionan en buena medida las finalidades y los
objetivos de la educación científica y la educación tecnológica, lo que, a su vez,
conduce a dotar de distintos significados a las expresiones alfabetización científica
y alfabetización tecnológica, presentes ambas durante los últimos años en
numerosos informes de política educativa de diversos países y en las posiciones
de influyentes asociaciones profesionales de profesorado, sobre todo del ámbito
cultural anglosajón. Por ejemplo, en el caso de la tecnología Gilbert (1995) ha
hecho notar que puesto que no hay una definición de ésta que sea aceptada por la
mayoría, menos la habrá aún para la educación tecnológica. La consecuencia
obvia de esto será la formulación de distintas finalidades y objetivos para la
enseñanza de la tecnología, y los consiguientes diversos significados de la
alfabetización tecnológica (Acevedo, 1996), dependiendo del punto de vista
adoptado. Así, puede considerarse necesaria la educación tecnológica para la
orientación vocacional y la preparación pre-profesional de la juventud ante el
mundo laboral, para dar a conocer uno de los logros más importantes alcanzados
por la humanidad en todos los tiempos, para desarrollar capacidades para la
evaluación y el uso responsable de la tecnología como ciudadanos, etc., de
acuerdo con las diferentes razones -principalmente económicas, culturales y
sociales- que suelen esgrimirse con el fin justificar la introducción de la tecnología
en el curriculum de la educación obligatoria (Gilbert, 1992; Medway, 1989).

Por otra parte, en relación ahora con la enseñanza de la ciencia, Reid y Hodson
(1989) han destacado la importancia del principio educativo de comprensividad
conocido como ciencia para todos en la Educación Secundaria Obligatoria, que fue
asumido hace aproximadamente veinte años por la política educativa del Reino
Unido de Gran Bretaña y se ha intentado potenciar desde entonces (Fensham,
1985). Sin embargo, aunque el lema parece estar recibiendo cierto apoyo, necesita
de una clarificación ya que puede tener diferentes significados, lo que nos lleva
otra vez a las finalidades de la educación científica, la idea de alfabetización
científica y la concepción de la ciencia. Como señalan Reid y Hodson (1989), los
teóricos del curriculum tienden a clasificar los diseños curriculares como centrados
(1) en la materia: estructura y métodos de la disciplina; (2) en el alumno: desarrollo
de aspectos psicomotrices, cognitivos y afectivos; y (3) en la sociedad: inserción y
participación social responsable y activa. Se considera aquí que estas tres
finalidades educativas deben estar presentes en todo proyecto curricular que
pretenda ser equilibrado. Ahora bien, si se asume que cualquier propuesta
fundamentada de la enseñanza de una asignatura -o de un área de conocimientos-
debe comenzar con una declaración de las finalidades que se pretenden con ella, y
que éstas no sólo derivan de la teoría del curriculum sino también de la noción que
se tenga de la materia -la ciencia y la tecnología en el caso que nos ocupa-,
parece claro que es necesario hacer explícitas de alguna manera estas nociones y
relacionarlas con las finalidades educativas de los curricula de ciencias y de
tecnología.

Dar una definición de ciencia o de tecnología no es fácil porque pueden significar


muchas cosas. Sin embargo, la cuestión es importante, habiendo sido recogida por
Aikenhead y Ryan (1992) dentro de una dimensión en la que, además, se incluyen
la comprensión del significado de investigación científica y desarrollo tecnológico
(I+D) y de las relaciones entre la ciencia y la tecnología -las diferencias y las
conexiones entre ambas-, del VOSTS(2) (ViewsonScience-Technology-Society),
instrumento elaborado para la evaluación de las creencias, concepciones y
actitudes sobre numerosos aspectos del campo de conocimientos CTS
(Aikenhead, Ryan y Fleming, 1989). A la hora de definir, es frecuente hoy en día
hacer más énfasis en el proceso que conduce a la generación de resultados, es
decir, en la práctica tecnológica y la práctica científica. Desde esta perspectiva, en
este estudio se asume el modelo conceptual de la práctica tecnológica de Pacey
(1983) y la extensión para la práctica científica hecha por Acevedo (1994, 1997b).
Cada uno de ellos abarca tres dimensiones: técnica, organizativa e
ideológica/cultural. En ambos casos la dimensión técnica define lo que
habitualmente se entiende, de manera restrictiva, por práctica tecnológica y
práctica científica. La inclusión de las otras dos dimensiones -la organizativa y la
ideológica/cultural- permite una generalización de los significados de la tecnología
y la ciencia, ampliados ahora con la consideración del ámbito social, que se
denomina en cada modelo como sociotecnología y sociociencia. En el cuadro
siguiente se señalan algunos aspectos que sirven para describir las dimensiones
referidas, tanto para la práctica tecnológica como para la práctica científica.

Dimensiones de la práctica tecnológica y la práctica científica

|Práctica tecnológica |Práctica científica


|

|Dimensión técnica |Dimensión técnica


|

|Conocimientos disponibles. |Conocimientos disponibles.


|

|Capacidades y destrezas necesarias. |Capacidades y destrezas


necesarias. |

|Técnicas de fabricación y mantenimiento. |Métodos y procesos de


investigación. |

|Recursos humanos, instalaciones, etc. |Recursos humanos,


laboratorios, etc. |

|Herramientas, instrumentos, máquinas, etc. |Instrumentación


científica y tecnológica. |

|Materias primas, recursos físicos, productos obtenidos, desechos|Conocimientos


producidos: ciencia privada y ciencia pública. |

|y vertidos, etc. |
|

|Dimensión organizativa |Dimensión organizativa


|

|Política tecnológica: planificación y gestión. |Política científica:


planificación y gestión. |

|Mercado, economía e industria. |Fondos económicos y


subvenciones a la investigación científica. |

|Sistema de recompensas en las comunidades de tecnólogos |Sistema de


recompensas en las comunidades de científicos |
|(médicos, ingenieros, etc.) |(físicos, biólogos, químicos,
etc.) |

|Sistema de relaciones entre agentes sociales (empresarios, |Relaciones entre


grupos de investigación. |

|sindicatos, etc.) |Actividad profesional investigadora.


|

|Actividad profesional productiva. |Formas de difundir la ciencia:


publicaciones, congresos, etc. |

|Distribución de productos tecnológicos. |Usuarios y consumidores


de la ciencia. |

|Usuarios y consumidores de los productos tecnológicos. |


|

|Dimensión ideológica/cultural |Dimensión ideológica/cultural


|

|Finalidades y objetivos de la tecnología. |Finalidades y objetivos de


la ciencia. |

|Sistemas de valores y códigos éticos. |Sistemas de valores y


códigos éticos. |

|Creencias sobre la técnica y el progreso. |Creencias sobre la ciencia


y el progreso. |

|El papel de la creatividad en la tecnología. |El papel de la creatividad


en la ciencia. |

Basándose en este modelo de Pacey, Gilbert (1992) distingue, según qué


aspectos se atiendan preferentemente en los contenidos, tres maneras de enfocar
la educación tecnológica: (1) enseñanza para la tecnología, que se centra en los
aspectos de la dimensión técnica y suele ser la perspectiva más habitual pero
también la más restringida; (2) enseñanza sobre la tecnología, que está más
orientada hacia las cuestiones sociotecnológicas, es decir, a las relacionadas con
las dimensiones organizativa e ideológica/cultural y es característica de la
educación CTS, sobre todo en muchos cursos que se imparten dentro del ámbito
de los estudios sociales y de humanidades; y (3) enseñanza en la tecnología, que
toma en consideración todas las dimensiones del modelo. Gilbert (1992) subraya
que adoptar este último punto de vista conduce a una enseñanza comprensiva y
más holística de la tecnología y a una educación tecnológica más equilibrada.

De manera similar, a partir del modelo propuesto para la práctica científica,


también se puede diferenciar entre (1) enseñanza para la ciencia, basada en su
dimensión técnica; (2) enseñanza sobre la ciencia, dirigida hacia los aspectos del
ámbito sociocientífico que abarca las dimensiones organizativa e
ideológica/cultural; y (3) enseñanza en la ciencia, que pretende tomar en cuenta,
de manera equilibrada, todas las dimensiones del modelo. Generalmente, en
nuestras aulas suele predominar el enfoque para la ciencia basado en la estructura
de la disciplina, que casa mal con el lema de ciencia para todas las personas
indicado antes, pero en la actualidad parece estar empezando a darse un cierto
desplazamiento en la educación científica hacia la enseñanza sobre la ciencia, de
acuerdo con las ideas del movimiento CTS. Sin embargo, esta nueva situación no
debería hacernos olvidar las otras orientaciones posibles (Reid y Hodson, 1989)
(3).

Por un lado, los modelos conceptuales de la práctica tecnológica y la práctica


científica, cuando se toman en cuenta todas sus dimensiones tal y como se
sostiene en las enseñanzas en la tecnología y en la ciencia, encajan bien con las
finalidades educativas derivadas de la teoría del curriculum que se han indicado
más arriba, sobre todo con las orientadas hacia la materia y la sociedad, y también
pueden conectar bien con las centradas en el alumno, especialmente a través de
la formación en valores y actitudes, lo que repercutiría positivamente en la atención
educativa al ámbito afectivo. No obstante, conviene recordar que los actuales
curricula de ciencias y de tecnología están todavía bastante lejos de alcanzar el
deseado equilibrio sugerido por las enseñanzas en la ciencia o en la tecnología.
Por otro lado, las nociones de práctica tecnológica y práctica científica que,
respectivamente, se desprenden de dichos modelos también pueden ser útiles
para el análisis de criterios que permitan diferenciar y relacionar la ciencia y la
tecnología, lo que constituye el principal propósito de este trabajo.

Fundamentos para la elección de los criterios

Con el fin de contribuir al debate sobre la situación descrita, se analizarán tres


criterios para diferenciar entre ciencia y tecnología, lo que posiblemente permitirá
también ayudar a comprender mejor sus relaciones mutuas. Para fundamentar los
mismos se utilizan, además de las dimensiones de los modelos de la práctica
científica y la práctica tecnológica que se acaban de exponer, los valores de la
ciencia (Longino, 1983, 1990) y de la tecnología (Layton, 1988), distinguiendo,
como hacen estos autores, entre valores constitutivos y valores contextuales.

Generalmente, suele considerarse que los valores constitutivos son esenciales


para la práctica científica. Éstos aparecen reflejados en el ethos normativo de la
ciencia moderna establecido por Merton (1973), definido por el siguiente esquema:
(1) universalismo, el conocimiento científico debe mantenerse al margen de los
prejuicios de tipo personal, de otra forma, tiene que ser independiente de otras
razones distintas a las puramente científicas; (2) comunalismo, el conocimiento
científico debe considerarse una propiedad pública, teniendo que evitarse el
secreto y el hermetismo en su comunicación; (3) desinterés, la ciencia debe
cultivarse para hacer progresar el conocimiento en sí mismo y no por otros
intereses particulares; y (4) escepticismo organizado, el conocimiento científico
tiene que ser sometido a un examen crítico objetivo, debiendo considerarse
provisional cualquier hipótesis no verificada por los métodos de la ciencia. Los
valores constitutivos de la ciencia están ligados a las finalidades y objetivos de la
práctica científica tal y como se perciben idealmente por las propias comunidades
científicas; además, también suelen formularse como objetivos de la enseñanza de
la ciencia(4). En cambio, los valores contextuales de la ciencia se relacionan con el
ambiente social, político y cultural en el que se desarrolla la práctica científica;
entre los mismos pueden citarse, como ejemplos, el utilitarismo, los beneficios
económicos, las creencias religiosas, las ideologías políticas y la cuestión social
del género en la ciencia. A menudo, se ha supuesto que la ciencia, la "buena
ciencia" al menos, estaba al margen de estos valores, pero cada vez se están
teniendo más en cuenta para comprender mejor la naturaleza de la ciencia y su
práctica. La actividad científica es también -algunos dicen que sobre todo- un
proceso social que incluye un conjunto de valores e intereses de la sociedad en la
que está inmersa, los cuales están detrás de cada línea de investigación científica
emprendida. Así ocurre, por ejemplo, cuando se consideran las áreas de
conocimiento científico que reciben más apoyo social, moral y financiero por parte
de los gobiernos y las empresas industriales. Sin embargo, los valores
contextuales no han recibido aún la atención que merecen en la enseñanza de la
ciencia.

La cuestión de los valores en la tecnología ha sido quizás algo menos tratada que
en la ciencia (véase como notable excepción Pacey, 1983) y, en general, la
enseñanza de la tecnología se ha ocupado muy poco de ella. Es bastante probable
que los tecnólogos tengan algunos valores propios similares a los de los científicos
y otros investigadores. No obstante, cuando nos fijamos en la organización de
ambos tipos de comunidades, las diferencias entre los valores constitutivos de la
ciencia y la tecnología pueden hacerse más evidentes. Las normas ideales
mertonianas de la ciencia académica no son precisamente las mismas que las de
las comunidades de tecnólogos (Layton, 1988). Además, en la tecnología la
separación entre valores constitutivos y contextuales resulta más difícil y menos
efectiva aún que en la ciencia, ya que allí es más fácil asumir la implicación de los
valores contextuales por ser éstos también intrínsecos, de manera natural, a la
propia empresa tecnológica. Resulta claro que la práctica tecnológica tiene
profundamente incorporada valores. Como se acaba de indicar, en la actividad
tecnológica aparecen mezclados valores constitutivos de la tecnología -tales como
racionalidad técnica, virtuosismo tecnológico, eficiencia, estética, economía, etc.-
con valores contextuales -como, por ejemplo, razones de beneficio económico,
bienestar social, prestigio nacional o industrial, poder político, militar o empresarial,
la influencia del género, etc.-; valores que subyacen en la elección de los
problemas a resolver con la tecnología, en el propio diseño tecnológico y en los
criterios que se utilizan para evaluar los resultados de la opción elegida. Por tanto,
ambos tipos de valores están presentes en las innovaciones tecnológicas, suelen
transmitirse cuando se transfiere una tecnología -pudiendo en tal caso entrar en
conflicto con otros valores contextuales de la sociedad receptora- y, por último, se
muestran en desacuerdo con los valores sociales dominantes cuando una
determinada tecnología queda desfasada o se abandona.

Teniendo en cuenta todo esto, se han seleccionado tres criterios con capacidad
para poner en juego valores constitutivos y contextuales de la ciencia y la
tecnología, así como diversos aspectos de las dimensiones de los modelos de la
práctica tecnológica y la práctica científica que se asumen en este trabajo. Estos
criterios son: (1) las características propias del conocimiento tecnológico, (2) las
actitudes ante las publicaciones: artículos versus patentes y (3) los propósitos de
los laboratorios de investigación académica e industrial. En cierto modo los dos
últimos no son del todo independientes entre sí, pero por claridad en la exposición
se abordarán por separado. Además, se acepta de antemano que las profundas
relaciones existentes hoy en día entre la ciencia y la tecnología, dentro del
complejo sistema conocido como tecnociencia, y los enormes cambios sociales
producidos desde el nacimiento de la ciencia moderna, especialmente durante la
segunda mitad del siglo XX, pueden dificultar su aplicación nítida. De todas formas,
los criterios elegidos permiten prestar más atención a importantes cuestiones de la
actividad científica y tecnológica que habitualmente se olvidan en la enseñanza de
la ciencia o de la tecnología, pese a su interés para una mejor comprensión de la
naturaleza y la práctica de ambas. Así mismo, muestran la influencia del contexto y
en parte, como consecuencia de éste, las intrincadas y cambiantes relaciones
entre ciencia y tecnología de la época actual respecto a las de otros momentos del
pasado.

Las características propias del conocimiento tecnológico

Hay que empezar reconociendo que, en la actualidad, la tecnología utiliza métodos


sistemáticos de investigación semejantes a los de la ciencia, así mismo hace uso
de los hallazgos de ésta. Pero esto no justifica la creencia de muchos profesores
de ciencia al manifestar que: "la tecnología se considera la aplicación con fines
prácticos del conocimiento, las leyes y los principios científicos" (Rennie, 1987); de
otra manera, ven la tecnología como una forma de ciencia aplicada que está
subordinada en gran medida a la ciencia básica. En otros trabajos se han
mostrado ya las deficiencias del modelo lineal y epistemológicamente jerárquico de
las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad: "la tecnología no es sinónima
de la ciencia aplicada" (Acevedo, 1994, 1997a). En efecto, la tecnología no se
limita a tomar prestadas sus ideas de la ciencia para dar respuesta a determinadas
necesidades humanas y a algunos problemas sociales importantes, sino que llega
a configurar estos problemas (Acevedo, 1996); además, con tal fin, ha desarrollado
sus propios métodos, perviviendo aún en ella algunas características específicas
de los oficios tradicionales, conocimientos tácitos y habilidades técnicas, esto es
know-how, de acuerdo con el argot norteamericano al uso desde 1897 (Cardwell,
1994).

La creencia apuntada por Rennie (1987) ignora igualmente la posibilidad de teorías


tecnológicas muy elaboradas. Para muchas personas la existencia de teorías que
proceden de la tecnología no es tan evidente como la de teorías científicas. Sin
embargo, se han elaborado muchas, por ejemplo desde la medicina, la informática
o las muy diversas ingenierías; incluso algunas de ellas han contribuido, y
continúan haciéndolo, al desarrollo de teorías científicas (Sanmartín, 1987, 1990).
Ahora bien, conviene no olvidar que el criterio de validez de una teoría tecnológica
no es tanto que sea verdadera, o en un plano más modesto verosímil, sino que
funcione en la práctica y sea útil (Mitcham, 1989), lo que supone tener que
diferenciar entre racionalidad científica y racionalidad tecnológica. En suma,
aunque la ciencia es una fuente importante de conocimientos hay otras posibles en
nuestra cultura occidental, siendo la tecnología una de ellas.

El conocimiento tecnológico, que es esencialmente interdisciplinar y pragmático,


está orientado hacia una praxis concreta para la resolución de problemas
complejos y la toma de decisiones en cuestiones que afectan a la sociedad. En él
conviven conocimientos de carácter proposicional, obtenidos a partir de diversos
campos, y conocimientos operacionales relacionados con el saber hacer. El
conocimiento tecnológico tiene, pues, un carácter propio que lo diferencia, formal y
sustancialmente, del originado por la ciencia básica. Así mismo, las operaciones
de diseño, desarrollo y evaluación de tecnologías se ajustan a una lógica diferente
y más compleja aún que la de la investigación científica. Fleming (1989), siguiendo
a Staudenmaier (1985), ha destacado sus principales componentes: (1) Conceptos
científicos que, en cualquier caso, tienen que volverse a elaborar rebajando su
nivel de abstracción, para así poder adaptarse a las necesidades y al contexto del
proyecto de cada diseño tecnológico. (2) Conocimiento problemático, referente a
determinados aspectos discutibles de la actividad tecnológica, como pueden ser
los posibles impactos sociales y medioambientales de una tecnología, ciertas
dificultades que aparecen al adoptar una innovación tecnológica, las que surgen
con una tecnología diseñada para un contexto determinado al transferirla a otros
ambientes culturales diferentes, etc. (3) Teoría tecnológica, considerada como un
cuerpo de conocimientos que usa métodos experimentales sistemáticos similares a
los de la ciencia pero centrados en el diseño, la construcción y el comportamiento
de artefactos y sistemas tecnológicos; una teoría tecnológica supone siempre una
reflexión sobre la práctica tecnológica, por lo que puede considerarse como
mediadora entre ésta y las teorías científicas más abstractas. (4) Pericia técnica o
know-how, entendida como procedimientos y técnicas específicas con
instrumentos y máquinas acompañados de un conjunto de criterios pragmáticos
que se basan, sobre todo, en un conocimiento tácito casi imposible de codificar.

Es importante destacar que estos componentes adquieren su pleno significado


como consecuencia de la tensión existente entre el diseño tecnológico y las
restricciones del contexto social y cultural (Staudenmaier, 1985); en otros términos,
en el conocimiento tecnológico se ponen de manifiesto tanto los valores
constitutivos como los contextuales de la tecnología. Se puede concluir
destacando que, del mismo modo que existen comunidades de científicos, los
ingenieros, médicos y otros profesionales constituyen comunidades de tecnólogos
que tienen su propio ámbito de problemas, teorías, métodos, procedimientos y
técnicas en donde se emplean elementos derivados del conocimiento científico,
aunque adaptados a su peculiar y característico modo de hacer, junto con
conocimientos tácitos de carácter técnico, tradiciones basadas en la experiencia
acumulada y prácticas empresariales relacionadas con la comercialización y el uso
de sus productos y servicios.

Las actitudes ante las publicaciones: artículos versus patentes

Según Price (1972) las actitudes de los científicos y los tecnólogos ante las
publicaciones marcan una importante diferencia entre la ciencia y la tecnología.
Las revistas de investigación científica contienen información avanzada de dominio
público, y se supone que los científicos académicos elaboran artículos para dar a
conocer formalmente los resultados de sus investigaciones a la comunidad
científica a la que pertenecen. Sin embargo, como las relaciones más o menos
informales entre los investigadores -favorecidas en los últimos años por la
existencia de modernos y rápidos medios de comunicación como el fax, el correo
electrónico o las redes informáticas- hacen que hoy en día la información más
significativa fluya continuamente entre ellos, a menudo ésta se conoce antes de
ser publicada, al menos por aquellos científicos que se encuentran en el frente de
las líneas de investigación. Por tanto, quienes investigan en ciencia básica no
publican solamente para cumplir con la norma -tácitamente admitida por la ciencia
y expresada por el comunalismomertoniano- de comunicar públicamente sus
trabajos, sino también, y quizás sobre todo, porque desean ver plasmados sus
hallazgos en una revista científica prestigiosa ya que esto, junto con las citas del
artículo hechas por otros autores, suele implicar el reconocimiento institucional de
su aportación a la ciencia (Guggenheim, 1982; Merton, 1973). Al mismo tiempo, los
habituales sistemas empleados para la promoción personal y la concesión de
subvenciones a la investigación, dentro de la organización universitaria adoptada
en muchos países, obligan todavía a la mayoría de estos científicos a publicar de
manera imperiosa, a veces demasiado apresuradamente, siguiendo la conocida
máxima de "publica o perece".

Ahora bien, no hay que olvidar que otros científicos trabajan en el campo
tecnológico o en la investigación industrial. En un estudio clásico Ellis (1972)
mostró que muy pocos de éstos se oponen a las restricciones que se dan en las
empresas para publicar artículos y que la mayoría comprenden y justifican esta
situación. También señaló que estos científicos tampoco parecen estar demasiado
preocupados por obtener su reputación mediante el sistema de publicaciones aún
vigente fuera de la organización empresarial, ya que son otros sus intereses y
motivaciones. En el caso de la tecnología la tradición no es la misma que en la
ciencia académica; el principal deseo de la mayoría de los tecnólogos y científicos
industriales es contribuir a patentar en vez de publicar. Además, hay que
considerar que en las revistas técnicas los artículos no suelen tener la misma
función que en las revistas científicas, puesto que sirven especialmente para
actualizar la información tecnológica y, sobre todo, para justificar los catálogos de
productos y los anuncios publicitarios que muestran la situación de la técnica en
cada tecnología.

Hecha esta distinción, es de justicia hacer referencia ahora a un fenómeno


relacionado con las publicaciones que es cada vez más habitual en la ciencia
contemporánea. Aunque en líneas generales el progreso de la ciencia sigue
apareciendo reflejado en las revistas de investigación científica y aún se continúa
publicando a gran ritmo, lo cierto es que está aumentando la tendencia a que parte
del conocimiento producido no se difunda por la comunidad científica tan
libremente como antes (Ferné, 1989), lo que está dando lugar a un nuevo marco
de relaciones institucionales que entra en colisión con el tradicional comunalismo
del esquema mertoniano de la ciencia académica y con la necesidad que tienen
los científicos de comunicarse entre sí. En gran medida, esta situación es
consecuencia de la creciente exigencia de interés tecnológico a la investigación
científica, debido a la mayor dependencia de ésta de los encargos y subvenciones
de los gobiernos y las empresas, así como de las nuevas formas organizativas
derivadas de la creación de redes internacionales que controlan buena parte del
conocimiento esencial y la difusión de ideas y resultados, sobre todo en algunos
campos estratégicos de investigación punta. De esta manera, en el mundo actual,
el consabido secreto relacionado con la organización de las investigaciones
científicas de carácter industrial y militar se está extendiendo al campo de la
ciencia académica, que cada vez está siendo más dirigida por las finalidades
tecnológicas.

El criterio analizado pone de manifiesto cómo los sistemas de recompensas de la


ciencia académica y la tecnología -incluyendo aquí a la ciencia industrial-, incluidos
en la dimensión organizativa de los modelos expuestos para la práctica científica y
la práctica tecnológica, pueden influir mucho en las actitudes de los profesionales
ante la comunicación pública del conocimiento, considerada ésta como un valor
constitutivo de la ciencia académica, y establecer así una cierta diferencia entre
ésta y la tecnología. En el caso de la ciencia moderna, desde su nacimiento en el
siglo XVII, el interés por las publicaciones ha estado casi siempre aparentemente
de acuerdo con la norma del comunalismomertoniano, aunque solamente fuera por
razones de reputación y autoridad personal. Pero, por otra parte, los cambios
sociales acaecidos desde entonces -sobre todo políticos y empresariales- han
influido y lo están haciendo tanto en la ciencia actual que cada vez hay más
restricciones y controles externos al dominio público del conocimiento científico, al
menos en algunas áreas de investigación (Acevedo, 1997c). Puede percibirse así
cómo ciertos valores contextuales -como el utilitarismo, los beneficios económicos,
el prestigio nacional, los poderes político y militar, etc.- condicionan, a través de
diversos aspectos de las dimensiones del ámbito sociocientífico, determinados
valores considerados desde siempre como constitutivos de la ciencia académica.
Debido a esto se está empezando a cuestionar la efectividad actual del criterio
analizado por estar difuminándose en el presente algunas de las fronteras que
antaño existían entre la ciencia y la tecnología.

Los propósitos de los laboratorios de investigación académica e industrial

Para Latour y Woolgar (1979)(5) un laboratorio de investigación en ciencia básica


puede verse, al menos parcialmente, como un centro de producción de artículos
científicos destinados a su publicación en revistas de la especialidad. El dinero
gastado en estos laboratorios parece emplearse fundamentalmente en elaborar
conocimientos que a su vez generan artículos. Estos sociólogos de la ciencia
describen su contenido como una literatura persuasiva para convencer a los
lectores -los miembros de la correspondiente comunidad científica- de la validez de
los resultados de las investigaciones realizadas, para que así puedan pasar a
formar parte de la ciencia pública de su época. La investigación científica que se
realiza en estos laboratorios parece tener como uno de sus fines la producción de
conocimiento básico susceptible de publicarse, que está destinado a aumentar la
comprensión, explicación y predicción de eventos y fenómenos. Pero éste es tan
sólo uno de sus propósitos, ya que hoy en día se persiguen tantas metas con la
investigación científica que cualquier intento de describirla con brevedad resultaría
parcial e insuficiente. En efecto, la investigación que se realiza en los laboratorios
científicos también está orientada a la elaboración de conocimiento práctico
encaminado a su aplicación tecnológica, incluso cuando este conocimiento
procede de la investigación básica universitaria, que muchas veces es estratégica
o dirigida.
En el campo industrial y tecnológico, el principal motivo que suele darse en las
empresas para justificar la creación y financiación de laboratorios de investigación
y desarrollo es que los avances en ciencia y tecnología que pueden conseguirse
en éstos conducen a la obtención de patentes, las cuales se convertirán en nuevos
procesos de fabricación y productos comerciales mejores y quizás más baratos
que los anteriores, lo que a su vez dará lugar a más beneficios económicos. No
obstante, Basalla (1988) ha señalado que además de esta estrategia empresarial
agresiva de la investigación industrial, que persigue las innovaciones tecnológicas,
existe otra defensiva menos conocida. Un laboratorio industrial también puede
estar destinado a generar patentes que probablemente nunca se convertirán en
productos comerciales o en mejoras de los procesos de fabricación, sino que se
utilizarán para protegerse frente a la amenaza potencial de otros competidores
innovadores y defenderse así de las empresas rivales. De esta manera, puede
mantenerse un laboratorio industrial con objetivos mucho más conservadores que
los que se reconocen habitualmente; esto es, con el fin de moderar el ritmo de
aparición de innovaciones tecnológicas en un determinado sector comercial y
conservar así durante algún tiempo la hegemonía adquirida.

Por otro lado, tradicionalmente se ha considerado que la investigación académica


suele disponer de mayor libertad para definir sus propios objetivos, mientras que
las metas de la investigación industrial vienen siempre impuestas por los intereses
comerciales de la empresa, tanto si responden a una estrategia agresiva como si
lo hacen a una defensiva. Ahora bien, aunque en la actualidad todavía hay
bastantes científicos que trabajan en las universidades con cierto grado de libertad
en pos de la ciencia básica, no conviene olvidar que, cada vez más, también se
hace investigación universitaria por encargo de las empresas y los gobiernos,
sobre todo en los países más desarrollados, de tal forma que buena parte de lo
que se investiga en ciencia básica está siendo condicionado por finalidades y
metas tecnológicas. En palabras de Pacey (1983): "Gran parte de la ciencia opera
de este modo, con objetivos situados fuera de la práctica tecnológica pero con una
función práctica dentro de ella." (p. 21 de la traducción española).

Respecto a quién debe marcar las finalidades y objetivos de la investigación


científica, resulta necesario recordar que uno de los elementos básicos de la
política científica y tecnológica de cada nación es la asignación de recursos a los
proyectos de I+D; hecho que se ha convertido en algo especialmente importante
desde la segunda mitad del siglo XX, debido tanto a la gran profesionalización de
la ciencia contemporánea -y los cuantiosos gastos que origina- como al enorme
interés social alcanzado por la ciencia y, sobre todo, por la tecnología. Apoyando
ciertas investigaciones y marginando otras, la sociedad, los grupos de presión y los
gobernantes influyen en la configuración de la ciencia y la tecnología que se hace
en un país en una época determinada. Ahora bien, la necesidad social de planificar
y gestionar los recursos destinados a financiar la investigación científica y el
desarrollo tecnológico no debería conducir a los políticos y gestores a caer en un
excesivo dirigismo, exclusivamente orientado hacia objetivos tecnológicos
concretos a conseguir a corto plazo, ya que la investigación básica, que prepara
científicos y genera conocimientos, también es fundamental para la innovación
tecnológica (Feinberg, 1985)(6).

Por último, hacer notar que, si los propósitos de los laboratorios y de las
investigaciones que en ellos se realizan están ligados de alguna manera a la
publicación de artículos científicos y a la obtención de patentes industriales, resulta
claro que parte de lo expuesto en lo tratado para este criterio es complementario
de lo desarrollado respecto al anterior. Como se ha mostrado, en ambos casos se
ponen en juego valores constitutivos de la ciencia y la tecnología y la importante
influencia de los valores contextuales, que alcanzan no sólo a qué es lo que se
investiga sino incluso a la manera en que se construyen los conocimientos
científicos y tecnológicos.

Conclusiones e implicaciones educativas

Algunas de las investigaciones realizadas en los últimos años sobre las actitudes y
creencias CTS han puesto de manifiesto que muchos estudiantes y profesores
tienen dificultades para distinguir entre ciencia y tecnología (véase un resumen de
las mismas en Acevedo, 1995, 1996)(7). Esta situación es común también para la
mayoría de los ciudadanos, los cuales consideran que, de hecho, los éxitos
científicos son triunfos tecnológicos y atribuyen a la ciencia buena parte de los
problemas que origina la tecnología. Desde luego hay que reconocer que, durante
la segunda mitad del siglo XX, se han intensificando mucho las relaciones entre la
ciencia y la tecnología y que estas relaciones han cambiado de orientación,
especialmente si tenemos en cuenta la creciente imposición a la investigación
científica de compatibilidad con las finalidades tecnológicas, y que los criterios
clásicos de racionalidad científica están empezando a ser desplazados por los de
racionalidad tecnológica (Acevedo, 1997c). La ciencia que, a finales del siglo XIX,
se había apropiado jerárquica e interesadamente de la tecnología, está cada vez
más al servicio de ésta, hasta el punto que un siglo después, en los albores del
XXI, parece estar produciéndose un cambio del paradigma de Investigación y
Desarrollo (I+D) por otro nuevo que es más Desarrollo e Investigación (D+I).

Los actuales curricula supuestamente dirigidos a proporcionar una cultura científica


y tecnológica para todas las personas, orientados por finalidades educativas
centradas en el alumno, la ciencia, la tecnología y la sociedad, no pueden dejar al
margen el análisis de las relaciones y diferencias entre la ciencia y la tecnología,
tanto en el pasado como en el presente. No basta simplemente con reconocer que
las actividades científicas conllevan diversas tecnologías y que para resolver los
problemas tecnológicos de hoy hacen falta ideas, conceptos y teorías científicas;
es indispensable avanzar más en el significado de las nociones de ciencia y
tecnología, incluyendo la presencia de lo social en la naturaleza y la práctica de las
mismas, ya que ambas son construcciones humanas. Es necesario, además,
provocar la reflexión sobre los impactos que la ciencia y la tecnología ejercen en la
sociedad, los cuales pueden alcanzar al sistema de valores sociales dominante, en
ocasiones incluso más allá de las finalidades y previsiones que inicialmente se
pensaban; a la vez, también hay que favorecer la comprensión de cómo los
valores sociales intervienen como valores contextuales en la forma de
desarrollarse, relacionarse y diferenciarse la ciencia y la tecnología.

Resulta notorio que muchos de los proyectos curriculares que intentan seguir estas
pautas están contribuyendo a confundir, en un sentido u otro, la ciencia y la
tecnología. Así, por ejemplo, cuando se introducen algunos aspectos de la
tecnología en la enseñanza de la ciencia, mediante un enfoque de ciencia
integrada con tecnología o siguiendo cualquiera de las propuestas CTS que
destacan sobre todo las aplicaciones tecnológicas, es preciso hacer explícitas las
características propias del conocimiento tecnológico que permiten diferenciarlo
formal y sustancialmente del científico, de acuerdo con lo que se ha señalado en
este estudio. En caso contrario, como ya ha ocurrido muchas veces (véanse
algunos ejemplos en Acevedo, 1995), es fácil llegar a considerar la tecnología
como una consecuencia de la ciencia pura, jerárquicamente subordinada a ésta.

Por otro lado, los enfoques CTS que dan más énfasis a los aspectos sociales de la
ciencia y la tecnología contemporáneas y a la influencia de los valores
contextuales sobre éstas, centrados casi totalmente en una enseñanza donde se
las considera preferentemente procesos sociales, suelen presentarlas
indiferenciadas como el complejo sistema global de nuestro tiempo denominado
tecnociencia, lo que sin duda hace perder muchos matices de las características
de ambas (Niiniluoto, 1997)(8). Quizás esto sea consecuencia de que ha sido
probablemente en el ámbito social, en las dimensiones de la sociociencia y la
sociotecnología de los modelos de la práctica científica y la práctica tecnológica
que han servido de referencia en este trabajo, donde se ha producido una mayor
aproximación entre la ciencia y la tecnología, habiéndose difuminado más las
fronteras entre las dos. Para evitar confusiones no deseables es recomendable, en
este caso, acudir al uso de criterios como el de las actitudes ante las publicaciones
y las patentes o el relacionado con las metas que se pretenden con los laboratorios
de investigación académica e industrial, que, aunque en la actualidad parezcan
estar perdiendo capacidad para diferenciar la ciencia de la tecnología, bien
utilizados pueden aún favorecer una mejor comprensión de la evolución histórica
de las relaciones y diferencias entre ambas, no sólo desde el punto de vista social
sino incluso desde el epistemológico.

Lamentablemente, las cuestiones abordadas en este estudio no se tratan casi


nunca en la educación científica y tecnológica, pese a su interés para que los
estudiantes lleguen a conocer mejor cómo funcionan la ciencia y la tecnología. Es
necesario incluirlas para que se comprendan algunas de las diferencias que hay
entre ciencia y tecnología y, también, para que se puedan entender mejor sus
relaciones en el pasado, en el presente y las que se vislumbran para el futuro
próximo. Se aboga, pues, por dar el lugar que merece a la dimensión tecnológica
en el ámbito de la enseñanza de la ciencia (Maiztegui et al., 2002), algo que
habitualmente se ha venido olvidando con demasiada frecuencia.

Referencias bibliográficas

ACEVEDO, J.A. (1994). La dimensión social de la ciencia y la tecnología. Una


perspectiva CTS del desarrollo tecnológico y su evaluación. Ponencia expuesta en
las Jornadas de Industrias Químicas: "En torno a treinta años de historia". Huelva:
AIQB y CEP.

ACEVEDO, J.A. (1995). Educación tecnológica desde una perspectiva CTS. Una
breve revisión del tema. Alambique, 3, 75-84. En línea en Sala de Lecturas CTS+I
de la OEI, , 2001.
ACEVEDO, J.A. (1996). La tecnología en las relaciones CTS. Una aproximación al
tema. Enseñanza de las Ciencias, 14(1), 35-44.

ACEVEDO, J.A. (1997a). Cómo puede contribuir la Historia de la Técnica y la


Tecnología a la educación CTS. En R. Jiménez y A. Wamba (Eds.): Avances en la
Didáctica de las Ciencias Experimentales. Huelva: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Huelva, 287-292. En línea con el título "¿Qué puede aportar la
Historia de la Tecnología a la educación CTS?" en Sala de Lecturas CTS+I de la
OEI, , 2001

ACEVEDO, J.A. (1997b). La educación CTS en el Bachillerato LOGSE: la materia


optativa "Ciencia, Técnica y Sociedad" en Andalucía. En R. Jiménez y A. Wamba
(Eds.): Avances en la Didáctica de las Ciencias Experimentales. Huelva: Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Huelva, 333-339. En línea con el título "La
asignatura "Ciencia, Técnica y Sociedad" en la Comunidad Autónoma de
Andalucía." en Sala de Lecturas CTS+I de la OEI, , 2001

ACEVEDO, J.A. (1997c). ¿Publicar o patentar? Hacia una ciencia cada vez más
ligada a la tecnología. Revista Española de Física, 11(2), 8-11. En línea en Sala de
Lecturas CTS+I de la OEI, , 2001

ACEVEDO, J.A. (1998). Tres criterios para diferenciar entre ciencia y tecnología.
En E. Banet y A. de Pro (Eds.): Investigación e Innovación en la Enseñanza de las
Ciencias. Vol I. DM Murcia, 7-16.

ACEVEDO, J.A. (2001). Una breve revisión de las creencias CTS de los
estudiantes. Sala de Lecturas CTS+I de la OEI. .

ACEVEDO, J.A., VÁZQUEZ, A., MANASSERO, M.A. y ACEVEDO, P. (2002b).


Persistencia de las actitudes y creencias CTS en la profesión docente. En línea en
Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias, 1(1), .

AIKENHEAD, G.S. y RYAN, A.G. (1992). The development of a new instrument:


"Views on Science-Technology-Society" (VOSTS). Science Education, 76(5), 477-
491.

AIKENHEAD, G.S., RYAN, A.G. y FLEMING, R.W. (1989). Views on science-


technology- society (form CDN. mc. 5). Saskatoon (Canadá): Department of
Curriculum Studies, College of Education, University of Saskatchewan. En líneaen .

BASALLA, G. (1988). The evolution of technology. Cambridge University Press,


Cambridge. Traducción de J. Vigil (1991): La evolución de la tecnología.
Barcelona: Crítica.

BERNAL, J.D. (1964).Science in History.Londres: Watts. Traducción de J.R.


Capella (1967): Historia social de la ciencia. Barcelona: Península.

CARDWELL, D. (1994). The Fontana History of Technology.Londres: Harper


Collins Publishers. Traducción castellana (1996): Historia de la Tecnología. Madrid:
Alianza.

ELLIS, N. D. (1972). The occupation of science. En R. Barnes (Ed.): Sociology of


science. Harmondsworth: PenguinBooks, 188-205. Traducción de N.A. Míguez
(1980): Estudios sobre sociología de la ciencia. Madrid: Alianza, 185-202.
FEINBERG, G. (1985). Solid clues. Nueva York: Simon&Schuster. Traducción de
J. Iglesias (1986): Claves ciertas. Barcelona: Salvat.

FENSHAM, P.J. (1985). Science for all: A reflective essay. Journal of Curriculum
Studies, 17(4), 415-435.

FERNÉ, G. (1989). La ciencia una nueva mercancía. Mundo científico, 9(91), 564-
571.

FLEMING, R.W. (1989). Literacy for a technological age. Science Education, 73(4),
391-404.

GILBERT, J.K. (1992). The interface between science education and technology
education.International Journal of ScienceEducation, 14(5), 563-578.

GILBERT, J.K. (1995). Educación tecnológica: una nueva asignatura en todo el


mundo. Enseñanza de las Ciencias, 13(1), 15-24.

GUGGENHEIM, A. (1982). Cuando los sociólogos estudian la literatura científica.


Mundocientífico, 2(20), 1224-1226.

LATOUR, B. y WOOLGAR, S. (1979). Laboratory Life: The Social Construction of


Scientific Facts. Londres: Sage. (2ª edición, 1986, Princenton, NJ:
PrincentonUniversityPress). Traducción de E. Pérez Sedeño (1995): La vida en el
laboratorio. La construcción de los hechos científicos. Madrid: Alianza.

LAYTON, D. (1988). Revaluing the T in STS. International Journal of Science


Education, 10(4), 367-378.

LONGINO, H.E. (1983). Beyond "Bad Science": sceptical reflections on the value-
freedom of scientific inquiry. Science, Technology and Human Values, 8(1), 7-17.

LONGINO, H.E. (1990). Science as social knowledge: Values and objectivity in


scientific inquiry. Princenton, NJ: PrincentonUniversityPress.

MAIZTEGUI, A., ACEVEDO, J.A., CAAMAÑO, A., CACHAPUZ, A., CAÑAL, P.,
CARVALHO, A.M.P., DEL CARMEN, L., DUMAS CARRÉ, A., GARRITZ, A., GIL,
D., GONZÁLEZ, E., GRAS-MARTÍ, A., GUISASOLA, J., LÓPEZ-CEREZO J.A.,
MACEDO, B., MARTÍNEZ-TORREGROSA, J., MORENO, A., PRAIA, J., RUEDA,
C., TRICÁRICO, H., VALDÉS, P. y VILCHES, A. (2002). ¿Alfabetización científica
o alfabetización científica y tecnológica? Ponencia presentada en el II Congreso
Internacional de Didáctica de las Ciencias, La Habana (Cuba). Febrero 2002.

MANASSERO, M.A., VÁZQUEZ, A. y ACEVEDO, J.A. (2001). Avaluaciódels temes


de ciència, tecnologia i societat. Palma de Mallorca: Conselleriad’Educació i
Cultura del Govern de les Illes Ballears.

MEC (1991). Real Decreto 1007/1991, de 14 de junio, por el que se establecen las
enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria.
BOE, Madrid.

MEDWAY, P. (1989). Issues in the theory and practice of technology education.


Studies in Science Education, 16, 1-24.
MERTON, R.K. (1973). The sociology of science.Theoretical and empirical
investigations. Chicago, IL: University of Chicago Press. Traducción de N.A.
Míguez (1977): La sociología de la ciencia. Investigaciones teóricas y empíricas.
Madrid: Alianza.

MITCHAM, C. (1989). ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Barcelona: Anthropos.

PACEY, A. (1983).The Culture of Technology.Cambridge, MA: MITPress.


Traducción de R. Ríos (1990): La cultura de la Tecnología. México DF: FCE.

NIINILUOTO, I. (1997). Ciencia frente a Tecnología: ¿Diferencia o identidad?


Arbor, 620, 285-299.

NÚÑEZ, J. (1999). La ciencia y la tecnología como procesos sociales. Lo que la


educación científica no debería olvidar. La Habana (Cuba): Ed. Félix Varela. En
línea en Sala de Lecturas CTS+I de la OEI. , 2001

PRICE, D.J. DE SOLLA (1972). Science and technology: Distinctions and


interrelationships. En R. Barnes (Ed.): Sociology of science. Harmondsworth:
Penguin Books, 166-180. Traducción de N.A. Míguez (1980): Estudios sobre
sociología de la ciencia. Madrid: Alianza, 163-177.

PRICE, R.F. y CROSS, R.T. (1995). Conceptions of science and technology


clarified: improving the teaching of science. International Journal of Science
Education, 17(3), 285-293.

REID, D.J. y HODSON, D. (1989).Science for all.Londres: Cassell. Traducción


española de M.J. Martín-Díaz y L.A. García-Lucía (1993): Ciencia para todos en
Secundaria. Madrid: Narcea.

RENNIE, L.J. (1987). Teachers' and pupils' perceptions of technology and the
implications for curriculum.Research in Science&TechnologicalEducation, 5(2),
121-133.

SANMARTÍN, J. (1987). Los nuevos redentores. Reflexiones sobre la ingeniería


genética, la sociobiología y el mundo feliz que nos prometen. Barcelona:
Anthropos.

SANMARTÍN, J. (1990). Tecnología y futuro humano. Barcelona: Anthropos.

STAUDENMAIER, J.M. (1985). Technology’s Storytellers: Reweaving the Human


Fabric. Cambridge, MA: MIT Press.

UNESCO (1990).The teaching of science and technology in an interdisciplinary


context.Science and TechnologyEducationDocument Series, 38. París: UNESCO.

VALDÉS, P., VALDÉS, R. y MACEDO, B. (2001). Transformaciones en la


educación científica a comienzos del siglo XXI. Didáctica de las Ciencias
Experimentales y Sociales, 15, 95-115.

VÁZQUEZ, A. y MANASSERO, M.A. (1997). Actitudes y valores relacionados con


la ciencia, la tecnología y la sociedad en alumnado y profesorado. Implicaciones
para la educación de las actitudes. Memoria final de investigación. Madrid, MEC-
CIDE.
VÁZQUEZ, A. y MANASSERO, M.A. (1998). Actituds de l'alumnatrelacionadesamb
la ciència, la tecnologia y la societat. Palma de Mallorca: Conselleriad'Educació,
Cultura i Esports.

BIBLIOGRAFIA

[pic]

http://www.gsi.dit.upm.es/~fsaez/innovaciontecnologica.html

Ávalos, 1. "Aproximación a la gerencia de la tecnología en la empresa". Martínez


E. (editor). Estrategias, planificación y gestión de ciencia y tecnología. Edito-rial
Nueva Sociedad.Caracas Venezuela. 1993.

Arrow, K. "Economic welfare and the allocation of resources for invention in


National Bureau of Economic Research. The rate and direction of inventive
activity".Princeton University Press.Princeton. 1962 (Citado por Katz, 1990).

Colciencias, "Plan estratégico del programa nacional de desarrollo tecnológico


industrial y calidad", 2000-201W, Santa fe de Bogotá, mayo de 2000.

Gates, B. "Los negocios en la era digital". Plaza Janés Editores S.A. Barcelona.
1999.

Gaynor, G. "Management of Technology: description, scope, and implications.


Gaynor, H. (ed.). "Handbook of Technology Management".McGraw-Hill. New York.
1996.

Waissbluth Mario, et al. "El paquete tecnológico y la innovación". BID-SECAB-


CINDA (editores). Conceptos generales de gestión tecnológica. Santiago de Chile.
1990.

Christian P.

http://www.mitecnologico.com/Main/CriteriosParaLaEleccionDeLaTecnologia

Potrebbero piacerti anche