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Zabdiel David Rodríguez BIB1013 Panorama del Antiguo Testamento

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La Rededicación de un Pueblo
según Esdras 10:1-17
por

Zabdiel David Rodríguez

Proyecto
presentado a Global University-ICI
en cumplimiento parcial para los requisitos de
BIB1043
Panorama del Antiguo Testamento
(Faith and Action Series)

Global University-ICI
Mayo, 2011
Zabdiel David Rodríguez BIB1013 Panorama del Antiguo Testamento
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LA REDEDICACIÓN DE UN PUEBLO

(Esdras 10:1-17)

Tesis: El libro de Esdras narra la historia del retorno de Judá a la Tierra Prometida.

Después de años de cautiverio, ellos tenían que reconstruir la ciudad, el Templo de

YHWH, pero también la sociedad. Dios los escogió como testigos a las naciones, pero

ellos habían olvidado el camino del Señor una vez más. En esta composición analizamos

uno de los episodios claves para restauración de la fe en Israel. Estudiaremos el proceso

necesario para la rededicación de un país que vuelve su corazón a Dios.

A. Todo comienza con el arrepentimiento… de uno.

Esdras, un brillante levita que amaba la Palabra de Dios, fue el primero en clamar a

Dios. Este lloró amargamente porque el pueblo se mezcló con otras naciones, razón por

la cual había venido el juicio de Dios sobre ellos.

Así como un aguacero comienza con unas pocas gotas, Esdras inspiró a los jefes del

pueblo a volverse a Dios. Su dolor por el pueblo infiel fue visible a todos, y la nación

entera acudió al llamado a arrepentimiento.

Esto es lo que hace un líder comprometido con una causa: da el ejemplo e indica el

camino a seguir. Cuando Dios quiere hacer que Su pueblo rectifique siempre inquieta a

personas para que pregonen Su Palabra e inviten a la gente a volverse a Él. Siempre está

en la búsqueda de “uno que se ponga en la brecha”.


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B. El arrepentimiento es compromiso y acción.

“Esdras se levantó e hizo que los jefes de los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo

de Israel se comprometieran bajo juramento, a cumplir lo que habían dicho” (v.5). El

arrepentimiento es un cambio de actitud, es renovar la mente y comprometerse con

una nueva senda. Ese día los judíos congregados bajo la fuerte lluvia reconocieron sus

pecados y decidieron cambiar. Se comprometieron con Dios a rectificar sus errores.

¡Esto es acción!

Es muy fácil decir que haremos esto o aquello, pero hacer promesas al Señor no es

un juego. Israel sabía lo costoso que es no cumplirle a Dios, por lo que a una se

humillaron y estuvieron dispuestos a separarse de sus parientes paganos. La voluntad es

muy importante, pero la eficiencia está en la acción.

Si queremos dejar atrás lo que desagrada a Dios, eso que nos estorba para seguir

adelante, entonces tendremos que estar comprometidos con el cambio. Esto es más

que hacer una declaración, es actuar según lo que Dios demanda. El arrepentimiento

verdadero lleva frutos: nos motiva a la acción. Es la única forma de concretar la

restauración.

C. Dedicación al extremo: Llegar hasta las últimas consecuencias.

La rededicación de los judíos consistía en observar las leyes de Dios que habían

abandonado, por lo que expulsaron a sus esposas e hijos extranjeros. Esta medida
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garantizaba que la fe del pueblo se mantendría pura y así Dios los miraría con agrado (si

proseguían en obediencia). Desde el comienzo del mes décimo hasta el primer día del

nuevo año se estuvieron resolviendo los casos de los hombres casados con paganas.

Aún los jefes del pueblo cumplieron con el acuerdo.

Cuando aplicamos correctivos en una situación, debemos llegar hasta el final. No

podemos atender a un enfermo y darle de alta sin completar su tratamiento. Dedicar

una vida a Dios requiere completar las acciones que nos pondrán de vuelta en Su

caminos.

Si queremos dedicar nuestra vida a Dios, o rededicarnos después de haber

transgredido sus mandamientos, debemos renovar nuestra vida, y llevar ese proceso

hasta las últimas consecuencias. Si hay que hacer restitución, hacerlo; si hay que dejar

algún hábito, hacerlo sin caer de nuevo en lo mismo. La acción es lo que le da la vida a la

fe y demuestra la seriedad de nuestro compromiso.

“Nosotros hemos desobedecido a nuestro Dios… Pero todavía hay esperanza para

nuestro pueblo… Haremos todo lo que tú y los que respetan el mandamiento de Dios nos

indiquen. Obedeceremos la ley de Dios” Esdras 10:2-3 (Traducción en Lenguaje Actual)

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