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RECONOCIMIENTO AL AVANCE LATINOAMERICANO.

María Fernanda Marcano Pérez.

Cuando vemos los acontecimientos que atacan al mundo en la actualidad, en especial los
naturales, es difícil no ponerse a pensar que son una especie de consecuencia divina a las malas
decisiones del hombre, en su defecto de los pueblos. Con lo anterior no busco de culpar a los Pueblos (o
como me gusta llamarlos los Ciudadanos), de los desastres naturales que hay pero es obvio que si
tienen culpa de las elecciones políticas que realizan y por ende de las consecuencias que estas traigan.

Bien dicen por ahí que para comprender las acciones de un Estado en su Política Exterior y
Política Internacional hay que saber la historia del mismo, porque de su pasado emana las acciones del
presente y las consecuencias del futuro. Si se ubica desde este aspecto el análisis de América Latina, en
la última década y un poco mas se puede observar un cambio total y muy positivo en general, sobre todo
a la hora de tener mayor participación e importancia a nivel intercontinental. No es un hecho consagrado
pero ¿quién podía imaginarse que Colombia con más de 50 años de enfrentamiento interno iba poder en
8 años recuperar parte de la seguridad que habían perdido?, o que Chile después de la Dictadura que
vivió con Pinochet iba a llegar a establecerse como uno de los países de mayor Democracia en el
Continente, además de un alto impacto en su crecimiento económico. La clave en común de ambos
ejemplo está en la evolución de las Relaciones Internacionales porque de esta manera se dejo de ver a
los Países Latinoamericanos como decía Galeano en su escrito “…el patio trasero de los Estados
1
Unido…” , el Derecho Internacional porque es el que a medidas que parecen lentas van teniendo
efectividad en imponer un respeto, el dialogo, la negociación y la tolerancia porque siempre existe un
interés.

El Derecho Internacional y las Relaciones Internacionales modernas, se hallan en mi opinión en la


cúspide de su interacción, y ya no queda más que continuar una meseta de entendimiento, diálogo y
negociación, como mencioné anteriormente, para dar paso a la evolución de las Relaciones entre el
Hombre y los Estados en representación. Las guerras y los enfrentamientos tradicionales como siempre
los hemos conocido se ven proscritos por otros métodos, que no son respetables pero si de interés,
como por ejemplo una clase de negocio, pero a pesar de ello se ha visto la imposición de los métodos
más pacíficos, efectivos y de concertación a lo anterior; lo cual llena de orgullo el avance de la Política en
los Estados Americanos. De alguna manera parece haber un efecto espejo aquí, los Ciudadanos están
tomando acciones muy positivas para su desarrollo, pero aun hay Pueblos que caen en las ingenuidades
o manipulaciones si se quiere de lo que en algún momento se pensó que no volvería a ocurrir jamás.
Hago la distinción entre Pueblo y Ciudadano porque para recibir el respeto y la altivez del resto hay que
comenzar en casa, y ese parece haber sido el digno ejemplo de algunos países como Chile y Brasil,
mientras que otros solo quedan en las diatribas menores y haciendo revuelos innecesarios con la
excusas de cambios y revoluciones, pero que en el fondo solo tienen un único interés, la perpetuidad del
poder.

Las Revoluciones ya quedaron en la historia, las verdaderas llegaron se instalaron y


evolucionaron, las demás se reinventaron pero continuaron en el pasado, uno que por cierto no volverá,
muy a pesar de saberse que la historia es cíclica y se repite, nunca pasa en vano en la mente del
Hombre. Si los habitantes de un País quieren ser tratados con respeto, primero deben respetarse a sí
mismos, respetar sus identidades y no permitir que cambios de humo vengan a ofrecer algo que no son,
deben comenzar a pensar como Ciudadanos y dejar atrás como paso evolutivo el ser un mero Pueblo.

1
Galeano, E. (1971). Las Venas Abiertas de America Latina. Bogota, Colombia: Biblioteca Eduardo Galeano. T Editores.

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