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SAGRADA tsXBtNA
30 SEPTIEMBRE 1943
A los venerables hermanos patriarcas, primados, arzobíspos, obispos y demds ordinarios en poz y comunión
1. Inspirados por el Divino Esplritu escribieron los Y en nuestro tiempo el Concilio Vaticano, para repro-
escritores sagrados los libros que Dios, en su amor bar doctrinas falsas acenca de la inspiración, declaró
paternal hacia el género humano, quiso dar a éste que estos libros han de ser tenidos en la Iglesia por
<<para enseñar, paÍa argüir, para corregir, para in- sagrados y canónicos, (no porque, compuestos única-
struir en la justicia, a fin de que el hombre de Dios mente por humana industria, hayan sido después apro-
seaperfecto y esté pertrechado para toda obra buena>l. bados por su autoridad, ni tampoco solamente por
Nada, pues, de admirar si la Santa Iglesia ha guardado contener una revelación sin error, sino porque, escritos
con suma solicitud un tal tesoro, venídole del cielo y con la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios
que tiene ella por fuente precioslsima y norma divina por autor, y como tales han sido entregados a la misma
de la doctrina de fe y costumbres, y como incon- Iglesia>8. Más adelante, cuando contra esta solemne
taminado 1o recibió de mano de los apóstoles, le de- definición de la doctrina católica, que a los libros
fendió de toda falsa y perversa interpretación, y con (enteros con todas sus partes)) atribuye una tal auto-
toda diligencia 1o ha empleado en el ministerio de ridad divina, qlJe goza de la inmunidad de cualquier
comunicar a las almas la vida sobrenatural, como error, algunos escritores católicos osaron coartar la
claramente 1o atestiguan documentos innumerables de verdad de las Sagradas Escrituras sólo las cosas de fe
casi todas las épocas. Y en tiempos recientes, cuando y costumbres, mientras todo 1o demás, perteneciente
el divino origen y la recta interpretación de las Sagra- al orden físico o al género histórico, lo reputaban como
das Letras se pusieron en duda de un modo especial, dicho de paso y sin conexión alguna con la fe, como
puso también la Iglesia especial empeño y estudio en ellos pretendían, nuestro Predecesor, de inmortal
defenderlas y protegerlas. Ya el Santo Concilio Triden- memoria, León XIII, en sus letras enclclicas Providen-
tino prescribió en solemne decreto que han de tenerse tissimus Deus, de 18 de noviembre de 1893, reprobó
<<por sagrados y canónicos los libros enteros con todas justísimamente estos errores y apoyó los estudios de
sus partes, como la Iglesia catílica acostumbró a los Libros Sagrados sobre bases y normas sapien-
leerlos y los tiene la antigua edición Vulgata latinu2. tísimas.
12
2. Y pues tenemos por conveniente conmemorar el
Tim. 3,16 s.
sSes,4 3Ses.3 c.2: Ench. Bibl.. n.62.
dec¡.I: Ench. Bibl..L.45.
Encíctca de S. S. Pío XII
término del quincuagésimo aniversario de la publica- juzgado que sería convenientísimo confirmar lo que
ción de aquella encíclica, que se tiene como ley funda- nuestro Predecesor sabiamente estableció y lo que
mental de los estudios bíblicos, Nos, conforme a la añadieron sus sucesores para reforzar y perfeccionar
solicitud que desde el principio de nuestro pontificadoa la obra, y decretar alavez 1o que al presente parecen
mostramos respecto de 1as sagradas disciplinas, hemos exigir los tiempos, para más incitar a todos los hijos
aSermo ad alumnos Seminariorum . in Urbe (die 24 iunii de la Iglesia que a estos estudios se dedican a empresa
1939): AAS 31 (1939) pp.245-25r. tan necesaria y tan laudable.
I. PARTE TTISTóNIC¿
Labor de los últimos Ponfíffces en racionalismo que por todas partes cundía, ya principal-
promover los estudios bÍblicos mente del desentierro y exploración de monumentos
antiquísimos hechos por doquier en las regiones del
LEóN XIII Oriente, el mismo Predecesor nuestro, impulsado por
3. El primero y principal empeño de León XIII fue la solicitud de su apostólico oficio, no sólo para que
exponer la doctrina acetca de la verdad de los Libros la preclara fuente de la revelación católica se abriera
Sagrados y vindicarlá de las impugnaciones. Por eso, más segura y abundantemente para la utiladad de la
con muy graves palabras, declaró que no hay error grey del Señor, sino también para impedir que en cosa
alguno en que hablando el hagiógrafo de cosas físicas alguna fuese deturpado, deseó y anheló <<que cada vez
<<siguiera las apariencias sensibles>, como dice el Angé- fuesen más los que convenientemente tomasen sobre
lico5, hablando <<o a modo de metáfora o como el sl y constantemente retuviesen el patrocinio de las
lenguaje en aquellos tiempos común lo exigla y aun Divinas Escrituras, y que principalmente aquellos a
hoy lo exige muchas veces en la vida ordinaria hasta quienes la divina gracia llamara a las sagradas órdenes
entre los más doctos>, pues (los escritores sagrados, o pusieran cada dla más diligencia e industria, como
mejor aún-son palabras de San Agustín6-el Espíritu es muy de raz6n,en leerlas, meditarlas y exponerlas)lo.
de Dios, que por ellos hablaba, no quiso enseñar a los 5. Por lo cual el mismo Pontíflce, asl como había,
hombres eso-es decir, la íntima constitución de las tiempo antes, aproba<lo y alabado la Escuela de Estu-
cosas visibles-, que de nada había de servirles parala dios Blblicos, fundad'a en San Esteban de Jerusalén
salvación>7; y esto (convendrá aplicarlo a las discipli- gracias a la solicitud del Maestro General de la Sagra-
nas afines, sobre todo a 1a historiu, esto es, refutando da Orden de Predicadores, y de la cual, como él mismo
<de modo semejante las falacias de los adversarios> y dijo, <los estudios bíblicos habían recibido gran incre-
defendiendo de sus impugnaciones la verdad histórica mento y los esperaba aún mayores)u, así en el último
de la Sagrada Escriturat. Que no puede tampoco año de su vida añadió una nueva disposición, por la
atribuirse error al escritor sagrado cuando <<al transcri- cual estos estudios, con tanto encarecimiento recomen-
bir los códices se les escapó a los copistas algo inexacto dados en la encíclica Providentissimus Deus, se perfec-
o queda en duda la genuina sentencia de algún lugar. cionasencadadlamás y con mayorseguridad se promo-
Por último, que no es en modo alguno lícito <restringir viesen, pues en 1as letras apostólicas Vigilantíae, de20
la inspiración de la Sagrada Escritura a algunas partes de octubre de 1902, instituyó un Consejo, o, como
tan sólo>, o conceder <<que erró el escritor sagrado, dicen, una Comisión de graves varones <que tuvieran
cuando la divina inspiración> no sólo excluye por sl por cometido procurar y hacer con toda la posible
misma todo error, <sino que lo excluye y rcchaza tan eficacia que los divinos oráculos tuvieran entre nosotros
necesariamente, cuan necesario es que Dios, Verdad toda aquella exquisita exposición que los tiempos
suma, no sea autor de error alguno, Esta es la antigua exigen y permaneciesen incólumes no sólo de toda
y constante fe de 1a Iglesia>e. mancha de error, sino de toda temeridad de opi-
4. Esta doctrina, pues, que con tanta gravedad nionesol2. Consejo siguiendo el ejemplo de nuestro
expuso nuestro Predecesor León XIII, la proponemos Predecesor, hemos afirmado y de hecho acrecentado,
Nos con nuestra autoridad e inculcamos que todos valiéndonos. como antes muchas veces, de su minis-
religiosamente la retengan. Ni con menor empeño es- terio para retraer a los intérpretes de los Libros
tablecemos que aun hoy han de seguirse los consejos Santos a las sanas normas de la exégesis católica que
y estímulos que él tan sabiamente añadió, conforme a los Santos Padres y Doctores de la Iglesia y los mis-
su tiempo. Pues como surgiesen nuevas y no leves mos Sumos Pontífices nos enseñaron18.
dificultades y cuestiones, ya por los prejuicios del
10Cf. LsoN'rs XIll ActaXltl p.328: Ench. Bibl.,n.67 s.
5Cf, I
q.70 a.I ad 3. ul,itt" apost, Hierosolymae in coenobio, d. d, 17 sept. 1892;
6De Gen. ad l¡tt., II 9,20: PL 34,270 s.; CSEL 28 (sect.3 pars LeoNrs XIII Acta Xll pp.239-241, v. p.240.
2) p.46. 12Cf. Lno¡rs Xlll Acta XXII p.232 ss.: Ench. Bíbl.' nn.l30-l4l;
7l¡oNrs XIII ActaXllI p.355: Ench. Bíb|., n.106. v. nn.130.132.
8Cf. BsN¡orcrus XV, enc. Spiritus Paracli¡¡zs: AAS 12 (1920) lsPontificiae Commissionis de Re Biblica Literae ad Excmos.
p.396; Ench. Bibl., n.47 1. PP. DD. Archiepiscopos et Episcopos Italiae d. d. 20 aug. i941:
el-¡o¡¡rs XIII Act a Xlll p.3 57 : Ench. Bibl., n.109 s. AAS 33 (1941) pp.46s472.
Encíclica de S. S. Pío XII
pÍo x
1907 <se encomendó a los monjes benedictinos el
6. Y no parece ajeno al propósito recordar aquí con cargo de hacer investigaciones y preparar los estudios
gratitud 1o más principal y útil que para el mismo fin en que se apoye la edición de la versión latina de las
hicieron después nuestros Predecesores, y gue podrla- Escrituras, que ha recibido el nombre de Vulgata>1s,
mos llamar complemento o fruto de la feliz empresa queriendo afianzar con mayor firmeza y seguridad
leonina. Y, en primer lugar, Pío X, queriendo propor- <esta laboriosa y ardua taÍea>r, que exige largos traba-
cionar un modo seguro de preparar buen número de jos y cuantiosos gastos, y cuya grande utilidad ponían
maestros recomendables por la gravedad y la pureza en evidencia los volúmenes ya publicados, levantó
de la doctrina, que en las escuelas católicas interpreten desde los cimientos el monasterio urbano de San
los Sagrados Libros, instituyó <<los grados académicos Jerónimo, y le dotó largamente de biblioteca y de
de licenciado y doctor en Sagrada Escritura, que ha- todos los otros medios de investigaciónle.
bría de conferir la Comisión Bíblicu1a, y luego dió la
ley acerca de la norma que habla de seguirse en los Solicitud de los Pontífices por la difusión
estudios de Sagrada Escritura en los Seminarios de de la Sagrada Escritura
clérigos, con el fin de que los alumnos seminaristas no 9. Ni parece haya de pasarse aquí en silencio cuánto
sólo conocieran ellos y penetraran la fuerza, el modo esos mismos Predecesores nuestros, al presentarse
¡'la doctrina de los Libros, sino que pudier4n, además, ocasión para ello, recomendaron ya el estudio, ya la
ejercer convenientemente el ministerio de la divina predicación, ya la piadosa lectura y meditación de las
palabra y defender de las impugnaciones los libros Sagradas Escrituras. Pues Pío X aprobó con toda
escritos con inspiración de Diosl5, y, finalmente, ((para vehemencia la Asociación de San Jerónimo, que pro-
que en la ciudad de Roma hubiera un centro de los cura persuadir a los fieles cristianos a seguir la en
más altos estudios de los Libros Sagrados, que con verdad laudable costumbre de leer y meditar los santos
1a mayor eficacia posible promoviese la doctrina bíblica Evangelios, y pone cuanto puede en hacérselo más
1' las disciplinas ajenas a ella, según el sentir de la fácil; y para que con mayores ánimos insistieran en lo
Iglesia catóüca', fundó el Pontificio Instituto Bíblico, comenzado, los exhortó diciendo ((que era cosa utilísi-
que quiso estuviera provisto de los más altos magis- ma, y la que mejor respondía a los tiempos)), ((pues
terios y de todo medio de erudición bíblica, y al que contribuye no poco a desarraigar la opinión de que
dió leyes y ordenaciones, proponiéndose en esto con- la Iglesia repugna la lectura de las Sagradas Escrituras
seguir <el saludable y fructuoso propósito> de León en lengua vulgar u opone a ello algrin impedimento>2o.
XIII16. Y Benedicto XV, al recurrir al décimoquinto centenario
de la muerte del Doctor Máximo en exponer las Sagra-
pÍo xl
das Escrituras, después de inculcar ahincadamente
7. Todo esto, finalmente, lo acabó nuestro próximo tanto los preceptos y ejemplos del mismo Doctor,
Predecesor, Pío XI, defelizmemoria, mandando, entre cuanto los principios y normas dadas por León XIII
otras cosas, que nadie en los Seminarios enseñase la y por él mismo, y recomendar otras cosas en esto
asignatura de Sagrada Escritura sin haber legítima- oportunísimas y que nunca deben darse al olvido,
mente obtenido grados académicos en la Comisión exhortó a <todos los hijos de la Iglesia, principalmente
Bíblica o en el Instituto Bíblico, después de haber a los clérigos, a unir la reverencia a la Sagrada Escri-
hecho el curso correspondiente; y dispuso que estos tura con la piadosa lectura y la asidua meditación de
_grados tuvieran los mismos efectos que los legítima- la misma>, y advirtió (que en estas páginas ha de bus-
mente otorgados en Sagrada Teología o en Derecho carse el alimento con que la vida espiritual se nutra
Canónico, <<Mandando, además, que a nadie se confi- para la perfección> y que <la principal utilidad de la
riese beneficio al cual canónicamente estuviera ajena Escritura está en el santo y fructuoso ejercicio de la
la carga de explicar al pueblo la Sagrada Escritura, si divina palabra>, y nuevamente alabó la obra de la
además de los otros requisitos no hubiera obtenido Asociación llamada con el nombre del mismo San
la licencia o la láurea en Escritura>, y exhortando a la Jerónimo, gracias a la cual se divulgan en muy gran
\.e2, tanto a los superiores mayorei de las órdenes extensión los Evangelios y 1os Hechos de los Apóstoles,
ieligiosas cuanto a los obispos del orbe catóhco, a en- <de suerte que ya no hay familia cristiana que de ellos
r.iar a las aulas del Instituto Bíblico a los más aotos de carezca, y todos se acostumbran a su cotidiana lectura
sus alumnos, para obtener allí los grados académicos; y meditacióo>21.
erhortaciones que confirmó con su ejemplo, señalando
con liberalidad rentas anuales a este fin17. Fruto de esta acción mrúltiple
8. Y el mismo Pontíflce, después que con el favor de los Pontífices
v ia aprobación de Pío X, de feliz memoria, el año 10. Y es justo y grato reconocer que no sólo en
virtud de estas instituciones, preceptoJ y estímulos de
t{Litt. apost. Suipturae Sanctae, d. d.23 feb¡. 1904: plIX l8Epistuia ad Revmum. D. Aidanum
Acta Gasquet d. d. 3 dec. 1907;
I pp.l76- 179: Ench. B¡b|., nn.t42-150, v. nn.l43-144. PIIX Acta IV pp. 117-119: Ench. Bibt.,n.285 s.
_,15Cf. Litt--apost. Quoniem in re biblica, d. d,.27 mart. 1906; leConst. apost, Inter praecipuas, d.
d. l5 iunii 1933: AAS 26
PIIX ActaIllpp.T2-76: Ench. Bibt., nn.155-173. v. n.155. (1934) pp.8s-87.
rol,itt. apost. Vinea electa, d. d. 7 maii
1909; AAS I (1909) 2oEpist. ad Emum. Ca¡d.
Casetta eui píam, d. d,. 2I ian. 1907;
:p.447449: Ench. Bibl., nn.293-306, v. nn.296 et294. PIIX ActaIY pp.23-25.
r7Cf. Motu proprio Bibliorum scientiam. ztEnc. Spiritus Paraclitus,
d. d. 27 aorills 1924: d. d. 15 sept. 1920: AAS 12 (1920)
\AS 16 (1924) pp.18G-182. pp.38 5422: Enc h. B ib 1., nn.457-508. v. ¡n.457.49 5.49 1.497.
Encíclica de S. S. Pío XII
nuestros Predecesores, sino tambrén por la obra y la y meditación, ya, en fin, cultivando y adquiriendo las
labor de todos aquellos que diligentemente los secun- disciplinas profanas útiles para la explanación de la
daron, ya estudiando, ya investigando, ya escribiendo, Escritura. Así, pues, por estas obras emprendidas, que
ya enseñando y predicando, ya también traduciendo y de dla en día se propagan y robustecen, como, por
propagando los Sagrados Libros, ha progresado no ejemplo, las Asociaciones en pro de la Biblia, los
poco entre los católicos la ciencia y el uso de las Congresos, las Semanas de asamblea, las Bibliotecas,
Sagradas Escrituras, pues son ya muchísimos los cul- las Asociaciones para meditar el Evangelio, concebi-
tivadores de la Escritura Santa que han salido y cada mos la no dudosa esperanza de que en adelante por
dla salen de las aulas en que se enseñan las más altas doquiera atezc&n más y más bien de las almas, reveren-
disciplinas en materia teológica y bíblica, y principal- cia, uso y conocimiento de las Sagradas Letras, siempre
mente de nuestro Pontificio Instituto Bíblico, los que con frtmeza, valentía y confiatza mantengan
cuales, animados de esta ardiente afición a los sagrados todos la norrna para los estudios bíblicos prescrita por
volúmenes, se la comunican al clero adolescente y León XIII, explicada con más claridad y perfección
continuamente le transmiten la doctrina que ellos por sus sucesores y por Nos confirmada y fomentada
bebieron. No pocos de ellos han también promovido es, en realidad, la sola segura y confirmada por
y promueven con sus escritos los estudios bíblicos, ya -que
la experienciu-, sin dejarse en modo alguno arredrar
editando los textos sagrados en ediciones hechas se- por las dificultades que, como en todo lo humano,
gún las normas de la crítica, ya explicándolos e ilus- suelen ocurrir, y no le faltará tampoco a esta preclara
trándolos, ya traduciéndolos para su piadosa lectura obra.
ffir#JJ'JiT"ff.'"",Xx*::1TJ'JkxT,',T'".H
arte de la qitica cuanto
ur -it-o itlto"''"
a;;;1;yff:T"".:Hg"[:.' i:: ,i:Íj:,",q:,:,?,:"
sino que expresament. ,ogurtn
rmpofancia de la crírica ar sumo p"irrn""
fextual <en bien ¿.i" gi"v á"'C;:;.r""_endada nrijl
a Su santi
nH.ab.4,l2.
20LsoNIs XIII ActaXlIl pp.345-346: Ench. Bibl.nn' ,94-96'
Encíclica de S. S. Pío XII
saque a luz todos los tesoros de sabiduría y prudencia exegeta de nuestros días no le queda ya nada que
que en ellas se encierran. añadir a lo que la
antigüedad cristiána produjo,
El estudio de los Santos paües cuando, por el contrario, son tantos 1os problemai
por nuestro tiempo planteados, que necesitan nueva
y Doctores catélicos
investigación y nuevo examen y estimulan no poco la
17..E1esto podrá el exégeta servirse muy bien del actividad del intérprete moderno.
estudio de las obras en que los Santos padres, los
Doctores de la Iglesia e ilustres intérpretes de las La índole de los escritores sagrados
Sagradas Letras en tiempos pasados las expusieron, ya 19. Nuestra época, como acumula nuevas cues_
que éstos, si a veces estaban menos provistos de eru- tiones y nuevas dificultades, asl también, por favor
dición profana y del conocimiento dé las lenguas que de Dios, suministra nuevos recursos y subsidios a la
^de
1os de nuestros tiempos, culminan, sin embárgo, exégesis. Entre ellos parece digno dé especial men_
conformidad con el oficio que Dios les dió en 1a Iglesia, ción el que los teólogos católicos, siguiendo la doc_
por cierta suave perspicacia de las cosas celestiales y trina de los Santos padres, y principalmente la del
una admirable agudeza de entendimiento, con que Angélico y Común Doctor, han éxploiado y expuesto,
íntimamente penetran las profundidades de la divina mejor y más perfectamente que en los pasadoi sigloé
palabra y ponen de manifiesto cuanto puede ser con_ solía hacerse, la naturale za y los efectoJ de la insplra_
ducente a la ilustración de la doctrina de Cristo y a la ción bíblica, pues, partiendo del principio de que el
santidad de la vida. De doler es, en verdad, que tan escritor sagrado, al escribir su libro, eJórgano-e in_
preciosos tesoros de la cristiana antigüedad sean de, strumento del Espíritu Santo, vivo y racionaf observan
masiado poco conocidos a muchos de los escritores de rectamente que, bajo el influjo de la divina moción, de
ruestros tiempos, y que todavía los cultivadores de la tal manera hace uso de sus facultades y energías, que
-ristoria de la exégesis no hayan llegado a hacer cuanto por el libro nacido de su acción puedan todos f¿óil_
.n cosa de tanla importancia parece necesario oara mente colegir <la índole propia de cada uno, y, por
c'onocorl¿r y estimarla como elü merece. Oialá sean así decirlo^, sus singulares características y ,urgo*8.
¡ruchos los que, examinando diligentementé los au- Ha de esforzarse, pues, el intérprete
iores y las obras de interpretación católica, y como todu dili_
gencia, sin descuidar luz alguna que hayan "on aportado
:lumbrando las casi inmensas riquezas en ellas acumu_ las modernas investigacio.r.r, poi
,adas, contribuyan eficazmente a que cada día más la índole
propia y las condiciones de vida del"orro".,
escritor sagrado,
l.carczca en qué alto grado vieron eilos la doctrina de el tiempo en que floreció, las fuentes, ya escriás, yá
--.s Libros Santos, cuánto la ilustraron, y los intérpre_ orales, que utilizó y los modos de decii que empleó.
::s modernos tomen de ellos ejemplo y oporrunos pues.así podrá mejor conocer quién fue el hagiógrafo
::gumentos. Llegaráse asl, al fin, rtna yez a la fecunda y qué quiso significar al escribir, y a nadie se 1é oóulta
:dón de la doctrina y espiritual suavidad en el decir que la suprema norma,para la interpretación es ver y
:: 1os antiguos y la mayor erudición y más adulto arte definir, qué pretendió decir el escritbr, como egregia_
:e los modernos, queproducirá indudablemente nuevos mente lo advierte San Atanasio: <Aquí, como conviéne
,.iros en el campo de las Divinas Letras, nunca sufi_ hacerlo en todos los otros lugares be la divina Escri,
::intemente cultivado, nunca exhausto. tura, hay que observar con qué ocasión habló el
Condición actual de Ia exégesis Apóstol; ha de atenderse con óuidado y exactitud a
cuál-es la persona, cuál el motivo qrr. t, indujo a
i8. Es también de esperar que nuestros tiempos escribir, no sea que ignorándolo uno, o entendiéndo
::d¡án en algo contribuir a una más profundá y una cosa por otra, yerre en la verdad de la sentencia>2e
:racta interpretación de 1as Sagradas Letras, pues no
:,:'cas cosas, y entre ellas principalmente las referentes Los géneros literarios
. -: historia, o apenas o insuficientemente fueron ex_ 20. Pero no es muchas veces tan claro en las pala_
:-;adas_por los expositores de los pasados siglos, ya bras y escritos de los antiguos autores orieniales,
: -e les faltaban casi todas las noticiás ,re""rurñs ou.u como lo es en los escritos de nuestra época, cuál sea
-:¡¡¿¡1¿r. Cuán difíciles y casi inaccesibles fuesen al_ el sentido literal, pues lo que aquéllos quisieion signi_
.--:as cuestiones para los mismos padres, se muestra, ficar no se determina por 1as sólas leyes de la gramá_
:,-: no hablar de otras cosas, en los conatos que mu_ tica o de la filología, ni por el solo óontexto del dis_
:- -.s de ellos repitieron para interpretar los primeros curso, sino que es preciso que el intérprete vuelva, por
=::¡ulos del Génesis; igualmente los repetidoi tanteos decirlo así, a aquellos remotos sigloi del Oriente-, y
:= San Jerónimo para traducir los Salmós de modo que con ayuda de la historia, de la arqueología, de lá
.c ', iese claramente su sentido literario de la leira etnología y otras disciplinas, discierná y distLtamente
- >:na, Hay, finalmente, libros santos, cuyas dificulta_ vea .qué géneros literarios, como dicen, quisieron
:'. de interpretación ha puesto al descubierto la emplear y de hecho emplearon los escritoreí de aquella
::.',;a presente, después que el más exacto conocimien_ vetusta edad, pues no siempre empleaban las mismas
": :: las antigüedades ha hecho surgir nuevos proble_ formas y los mismos modoi de deóir que hoy usamos
:;: que_ n_os hacen penetrar en la cosa con mayor
;r .::itud. Erradamente, pues, algunos, viendo mal BrNeorcrus XV, enc. Spiritus paraclitus: AAS
las ^,8^9f.Ench. Bibl.. n.461.
p.390;
112 (i920)
: : - Jiciones actuales de la ciencia bíblica, dicen oue al 2sContra Arianos,l 54: pG 26.123.
Encíclica de S. S. PÍo XII
nosotros, sino más bien aquellos que entre los hombres modos de decir y escrihir propios de los antiguos, que
de sus tiempos y lugares estaban é.r rso. Cuáles fueran
a cada paso lícita y corrientemente se empleaban enias
éstos, no puede el intérprete determinarlo de ante_ mutuas relaciones de los hombres. Exige, pues, una
mano, sino solamente en yirtud de una cuidadosa in_ justa ecuanimidad, que al hallar talei cosas en la
vestigación de las literaturas del Oriente. Esta, llevada divina palabra, que con palabras humanas se expresa,
a cabo en los últimos decenios con mayor cuidado y no se les tache de error, como tampoco se hace cuando
diligencia que anteriormente, nos ha úecho ver con se hallan en el uso cotidiano de lá vida. Conociendo,
más claridad qué formas de decir se usaron en aquellos pues, y exactamente estimando los modos y maneras
antiguos tiempos, ya en la descripción poética de las de decir y escribir de los antiguos, podrán resolverse
cosas, ya en el establecimiento de normas y leyes de muchas dificultades que contra la verdad y la fidelidad
vida, ya, por fin, en la narración de hechos y sucesos. histórica de las Sagradas Escrituras sé opo.r.o, y
Esta misma investigación ha probado ya con lucidez semejante estudio será muy a propósito para recibir
que el pueblo de Israel se aventajó singúlarmente a las
más plena y claramente la mente de1 autor saerado.
otras antiguas naciones orientales en escribir bien la
historia, tanto por la antigüedad como por la fiel El estudio de las antiguedades bíbücas
narración de hechos, lo cual seguramente procede del 22. Atiendary puos, también a esto nuestros culti_
carisma de la divina inspiración y del fin peculiar de vadores de los estudios blblicos con toda diligencia y
la historia bíblica, que es religioso. Sin embargo, nada omitan de cuanto de nuevo aporten ya laárqueo_
también entre los escritores sagrádos, como entre los logia, ya la historia antigua, ya el conocimiento de las
demás antiguos, se hallan cierias artes de exponer y
antiguas literaturas, ya cuanto contribuya a penetrar
narrar, ciertos idiotismos, propios, sobre todo, de las mejor en la mente de los antiguos escritorés, sus modos
'approximaciones,
lenguas semlticas, las llamadis y y maneras de discurrir, de narrar y escribir. y en esto
ciertos modos de hablar hiperbóiióos; más ain', í tengan en cuenta aun los católicos seglares que no
veces hasta paradojas, con las cuales más firmemente
sólo contribuyen al bien de la ciencia lrofaná. sino
se graban las cosas en la mente, cosa nada de admirar
que merecen bien de la causa cristiana si, como'es de
para quien rectamente sienta acerca de la inspiración
razón, se entregan con ahinco y constancia a la ex_
bíblica. Porque no hay modo alguno de decii de que ploración e investigación de las antigüedades y en la
entre los antiguos, principalmente los orientales, so]lía medida de sus fuerzas ayudan a resolver cuestiones de
servirse el humano lenguaje para expresar las ideas, este género, hasta ahora poco claras y conocidas.
que sea ajeno a los Libros Sagrados, siempre a con_
Pues todo humano conocimiento, aun profano, como
dición. de que. el empleado no repugne a la santidad y por. sl tiene una nativa dignidad y excelencia-por ser
verdad de Dios, como ya tenazmente lo advirtió él una cierta participación finita de la infinita ciencia de
gismo Doctor Angélico con estas palabras: (Las cosas Dios-, recibe una nueva y más alta dignidad y como
divinas se nos dan en la Escrituia al modo que los consagración cuando se emplea para ilustrar con más
hombres acostumbran usar>>so. pues así como efverbo clarcTuz las cosas divinas.
substancial de Dios se hizo semejante a los hombres
en todo, <<excepto el pecado>Br, asl las palabras de Dificultades resueltas
Dios, expresadas en lengua humana, se hacen en todo 23. Por la tan avanzada exploración de las anti_
semejantes al humano lenguaje, excepto el error, cosa güedades orientales de que hemos hablado, por la
que ya San Juan Crisóstomo alabó sobremanera como
más cuidadosa investigación de los mismos rextos
una sincatábasis o condescendencia de Dios provi_ originales, por un más amplio y diligente conoci_
dente y repetidamente aflrmó que se da en los iibros miento de las lenguas bíblicas y de todas las otras
Sagradoss2.
orientales, felizmente, con el auxilio de Dios. ha veni_
21,. Por esto el exégeta católico, para satisfacer a do a suceder que no pocas cuestiones que al tiempo
las actuales necesidadés de la ciencia bíblica al ex_ de nuestro predecesor de inmortal mémoria León
poner la Sagrada Escritura, demostrando y probando XIII suscitaban contra la autenticidad, antigüedad,
estar enteramente inmune de error, válgase también integridad y fidelidad histórica de los Libros Sáerados
prudentemente de este recurso e investigue lo que la los críticos ajenos a la Iglesia y otros hostiles á e[a,
forma o género literario empleado po. ét hagiografo hoy han quedado eliminadas y resueltas, pues los
pueda. contribuir para la verdade¡a y genuina inter-
exegetas católicos, usando rectamente de la ciéncia, de
pretación, y esté persuadido de que está parte de su que no pocas veces abusaban los adversarios, de una
oficio no puede desdeñarse sin gian detrimento de la parte han hallado interpretaciones conformes a la
exégesis católica. Pues no pocas veces-para no men_ doctrina católica y al genuino sentir de nuestros
cionar sino esto-, cuando muchos, caiareando, re_ mayores, y de otra parecen haberse al mismo tiemoo
prochan.al autor sagrado haber faltado a la verdad capacitado para resolver las dificultades que o,ru"uis
histórica o haber narrado las cosas con poca exacti- exploraciones o nuevos hallazgos trajeren o para su
tud, hállase que no se trata de otra qu. de los resolución dejó la antigüedad a nuestra época. De
"oru ati ha resultado que la confianza en la veidad v la
soComment. ad
Hebr.. c.I lect.4.
31Heb.4,15. fidelidad histórica de la Biblia, en algunos un tánto
-
32Cf. v.gr. In Gen.,I4: pG 53,34-35; In Gen.,ll 21:pG 53,121; debilitada, hoy en los católicos se hálla por entero
In Gen., III 8 : PG 53,135 : nom. i5 n ñ., a¿ I tS': pC -Sb,SZ r. restablecida, y hasta no faltan escritores, áun no ca_
Encíclica de S. S. pío XII
tólicos, que después de investigaciones emprendidas error de las Sagradas Escrituras, y satisfaga también
con_sobriedad y ecuanimidad han llegado a abando_
debidamente a las conclusiones ciertas de las discipli_
nar los prejuicios de los moderrro, y, pó, lo menos, acá
nas profanas. Y tengan presente todos los hijos dá la
o allá han vuelto a las más antigúai sentencias. Esta Iglesia que los conatos de esos valientes operarios de
gran mudanza se debe, por lo menos en gran parte,
la viña del Señor debenjuzgarlos no sólo con iusticia v
al incansable trabajo con que los expositores católicos
ecuanimidad, sino también con suma caridad, y debeí
de las Sagradas Letras, sirrarredrarJe ante dificultades
estar muy lejos de ese poco prudente espíritu que
y obstáculos de todo género, han puesto todo su juzga que hay que rechazar todo 1o nuevo por
empeño en procurar que se haga el debido uso de nuevo
o tenerlo a lo menos por sospechoso. y tengan, en
cuanto las investigaciones de los eruditos actuales primer lugar, ante los ojos que en las normas y leyes
proporcionaba para la solución de las cuestiones. va dadas por la Iglesia se trata de las cosas de fe-y cts_
en campo de la arqueologia, ya en el de la historia y tumbres, y que de lo mucho que en los Libros Sugru_
-el
la filología.
dos, legales, históricos, sapienciales y proféticos- se
Dificultades aún no resueltas contiene, son muy pocas las cosas cuyo ientido haya
sido declarado por la autoridad de la iglesia y no ,ón
24. Pero nadie se admire de que no hayan sido tampoco más aquellas en que unánimemente con-
todavía expeditas y resueltas todas las dificultades y
queden aún hoy graves cuestiones que agitan no poco
vienen los Padres. euedan, pues, muchas y muy
graves.cosas en cuyo examen y exposición puede y
la mente de los exegetas católicos. NJpor eso hay debe ejercitarse libremente el ingenió y la agideza d,e
que acobardarse, ni debe darse al olvidó que en las
los intérpretes católicos, para uiitidad de todos, para
humanas disciplinas acontece de modo semejante al adelantamiento cada dla mayor de la doctrin a sígiaaa
de la naturaleza, es decir, que, comenzadas,
poco a poco, y sólo después de muchos años "r"""r, l. para defensa y honor de la Iglesia. Esta verdadera
se re_ libertad de hijos de Dios, que ñelmente mantenga la
cogen Ios frutos. Así ha sucedido que ciertas cuestiones
doctrina de la Iglesia y como don de Dios reciba con
que en pasados años no habían sido resueltas y
esta_ gratitud y aproveche cuanto los conocimientos pro_
ban en suspenso, al fin en nuestra época, é1 pro- fano.s aporten, por todos exaltada y mantenida,
"on
greso de los estudios, han sido felizménte resueltas.
Lo
es
condición y fuente de todo sincero iruto y de todo
cual da esperanza de que también aquellas que hoy sólido adelantamiento en la ciencia católica, como
parecen muy arduas e intrincadas, al fin y al-cabo y
preclaramente nos lo amonesta nuestro predecesor
con esfuerzo constante llegarán a mostraise a plená de
feliz memoria León XIII, diciendo: <A'no quedar a
luz. Y si la deseada solución se retrasa largo tieápo y salvo la unión de los ánimos y a seguro los piincipios
el feliz éxito no nos sonríe a nosotros, iioo qu" ," de los varios esfuerzos de muóhos, no podrán.rp.rur_
reserya acaso a los venideros, nadie por eso se irrite,
se grandes frutos para el progreso de esta disciplinu3a.
pues justo es que también a nosotros nos toque
lo qué
ya en su tiempo advirtieron los padres, y principal_ Del empleo de Ia Sagrada Escritura
mente San Agustín3s: que Dios de intentó sembró en el ministerio sagrado
de
dlncultades lo-s Libros Sagrados, que él mismo in_
26. Quien considere la ingente labor que por espa_
spiró, no sólo para que más intensamente nos excitá_
cio de casi dos mil años se há echado sobie sila exé!e_
ramos a resolverlos y escudriñarlos, sino también para
sis católica para que la palabra de Dios, llegada
que, experimentando saludablemente los límitei de a l-os
hombres por las Sagradas Escrituras, tadá dla
nuestra inteligencia, nos ejercitemos en la debida más
perfecta y plenamente se entienda y con más vehemen-
humildad. Y nada de admirar si de alguna que otra te amor se ame, fácilmente se persuadirá de que
cuestión no se llega nunca a una solucién plenamente a los
fieles cristianos y sobre todo alos sacerdotes incumbe
satisfactoria, tratándose a veces de cosas obscuras y
el grave deber de usar mucho y santañente
demasiado remotas de nuestro tiempo y nuestra expe_ de ese tesoro
durante tanto tiempo y por sumos ingenios acumulado,
riencia, y también la exégesis, comó otras más graves pues no dió Dios a los hombres loi Libros
disciplinas, puede tener sus secretos, que, inaccesibles Sagrados
para satisfacer a su curiosidad o para facilitar
a nuestros entendimientos, con ningún esfuerzo materia
logre_ de estu-dio e investigación, sinó, como advierte el
mos descubrir.
Apostol, para que los divinos oráculos pudieran <in_
25. Pero en tal estado de las cosas, jamás debe cejar struir para 1a salvación por la fe en Cristó Jesús>, para
el intérprete católico en acometer una y otra vez las que <<el hombre de Dios sea perfecto, para toda
cuestiones diflciles aún no resueltas, lievado de un büena
obra apercibido>35. Deben, p.r"r, Ío, sacerdotes, a
fervoroso amor a su profesión y de una sincera de_
quienes está encomendado el oficio d. pro.urur'lu
voción a la Santa Madre Iglesia, no sólo para rebatir
salud eterna de las almas, después de recorrer
lo que los adversarios opongan, sino esforiándose por ellos
mismos con diligente 1as sagradas páginas,
hallar una solución que fiélmente concuerde con la _estudio
haciéndolas suyas por la oración y la Leditaciói,
cloctrina de la Iglesia, y principalmente con lo por ex-
ella poner cuidadosamente al pueblo estas soberanas
enseñado acerca de la absoluta inmunidad de ri-
todo quezas de la divina palabra en sermones,
homilías y
.."C{. S. Aucusr., Epist. 149 ad paulinum, n.34: pL
q.53 n.2: pL io,ti: Éi)i.'¡i"pi.33,644; De
ua n.tz, ^&l-itt._apost.
Bibl.,
Vigilantiae; LeoNrs XIII Acta XXII p.237: Ench.
{{?i'rnuo.u,,oníbus, n.136.
35Cf. 2 Tim 3.15,17.
Encíclica de S. S. Pío XII
v no fomenta la verdadera doctrina y la piedad
sólida;
exhortaciones; confirmar la doctrina cristiana con sen- llamado literal, y principalmente
p-porrgutt el sentido
i..rr"lu, tomadas de los Libros Sagrados; ilustrarla con
todo it con tanta solidez, explíquenlo tan sabia-
téotOli.o,
oreclaros eiemplos de la Historia Sagrada, sobre tal fervor, que lleguen sus
mente, incúlquenlo con
áet nvangétio de Cristo nuestro Señor, y todo esto
evitando ion cuidado y diligencia acomodaciones que ulo*oo, a eiperimentar en cierto modo 1o que los
r"gi"i. el propio individual arbitrio y tomadas de ¿ir"ip"f"" de jesucristo cuando iban a Emaús' que al
al asunto, lo cual no es usar' sino ;i;Gt palabras del Maestro exclamaron: <<¿No ardla
tttary u3"ttut nos
en verdid nuestro cotazón en nosotros mlentras
abusar ¿é tá ¿ivlna palabra. Expónganla con toda
"oíu,
De este modo serán las
y claridad, quelos fieles áxpUcaUa las Escrituras?>36
ól-uinu" f.ttas para los futuros sacerdotes de la Iglesia
"to*"n"i*, "ontantadistinción
no sólo se muevan y enciendan a ordenar rectamente uno
a concebir una suma veneración hacia ootu o p"r"trr" fo"ote de vida espiritual para cada
su vida, sino miniqterio de Ia
la Sagráda Escritura. Por lo demás, procuren los pre- v-"iiáé"t" y robustez del sagrado sl' Y si esto en
predicación que han de tomar sobre
lados acrecentar y perfeccionar cada dia más esta gravl
promo- verdad llegan a conseguir los profesores de esta
veneración en los ñelés a ellos encomendados' persuadidos
viendo cuanto. emprendan varones que, llenos de riáá?t"iñrlna en los Éeminarios, gócense
y il;";ú contribuido grandemente ala salud de las
apostólico,laudablemente procuran excitar
esplritu
fomentarintre los católicos el conocimiento y el amor
ui*lr. al adelantamiento de la causa católica y al honor
y la gloria de Dios.
d;I;t ilg;"das Escrituras. Fomenten, pues' ydifundir
ayuden
u f* uto"íu"lones propósito
cuyo sea
piadosas
Actualidad de la Palabra de Dios
entre los f,eles ejernplares de las Sagradas Escrituras' en los momentos Presentes
pti""ipuf*""te de los Evangelios, y procurar con todo hermanos
28. Todo esto que hemos dicho,venerables
unin"ó se haga bien y santamente su cotidiana lectura si bien es en todo tiempo necesario'
de u u-uáot hiios,
en las familiis cristiánas; recomienden eficazmente
puf^ttu y de obra, cuando las leyes litúrgicas 1o per- írge sin duda mucho más en los luctuosos nuestroso
se sumergen los pueblos y naciones casi
todos
-iturr, lás Sagradas Escrituras, que hoy, con la apro- mientras
dura guerra
en un piélago de calamidades, mientras Ia-
b;"id de la autoridad de la Iglesia' se traducen
las
a
ten- u".t*"tu triittut sobre ruinas, muertes sobre muertes'
lenguas vulgares, y tengan ellos, o hagan,que
u -i.ottut, excitados hasta 1a exacerbación
los mutuos
;;;;i;.t ta"gtaaot oradores muy perit-os, disertaciones sumo dolor vemos que en
-priUti"ut Todos los ádios de los pueblos, con
3 lecciones de asuntos bíblicos' de la cris-
sagrados ministros den su ayuda, en la medida
de sus ;;^;;";t se extingue no ya el sentimiento
y iiátá-u""ig"idad caridad, sino aun el de 1a misma
!
i"E rut, a las revistas periódicas que con.tanta loa A estas mortales heridas de la humana
ya para humanidad.
fruto se publican en varias partes del orbe' sino
ya ¿quién otro podrá poner remedio
fratar y exponer crentlficamente estas cuestiones' q"i""
"ottuiu.tt"iu, Príncipe de los Apóstoles' lleno de
u"o-o¿ar los frutos de estas investigaciones' bien áá".f u "t
y ;;;;"lrrfiurrru, invoóa con estas frases: <¿A quién
áirágtu¿o ministerio, bien a la utilidad de los fieles'
"utu
de vida eterna>>37'
áitJÉi"r"t convenientemente entre los varios órde- il;J, s"náti Trl tienes palabrastodos' poniendo en ello
nes y"clases de su grey. Y estérr persuadidos
todos los ;;;;;;necesario reducii a
loáo esfuerzo, a este nuestro misericordioslsi-
que t-odo esto y cuanto de más
ñáil-;nistrot'¿éapóstólico. y el amor a la divina """tt.o
-" n"á."t"r, pues Ei es e1 divino consolador de los
;;?;i estilo el celo
palabra invente a esté propósito, será para ellos un uifigi¿ot; nt qüien a todos-ya presidan con púb1ica
u"i-*i¿uá, ya estén sujetos con el deber de la
obedien-
eficaz auxiliar en Ia cura de las almas'
;; ü ,o-irlótt-"nseña generosa;-El en fin' y sólola
la verdadera probidad'
La enseñanza en los i"t"Lt"iusticia y la caridad
^Éi, paz y
;tiá puede ser fundamento y defensa de la
Seminarios
27. Perca nadie se le oculta que todo esto no
pueden '- tranquilidad.
la
antes' durante su -p""1 puede poner otro fundam-ento fuera del
los sacerdotes hacerlo bien si ellos
está, que es Cristo Jesús>38' Y a este Cristo'
""¿ie
que puesto
p"t*u".""iu en el Seminario, no han bebido Por
este
;;;";; ú;;dd, tanto más plenamente le conocerán
activo y perenne amor a la Sagrada Escritura' le amarán' tanto
a los que iot ttot"Ut"t, tanto más intensamente
iÑo, u.t"tt diligentemente los prelados' por *ár- n.m""te le imitarán, cuanto más movidos
se
i"t"á¡. e1 pater-nal cuidado de los de Seminarios'
cuanto pueda ,l*t* ut "onocimiento y lameditación de las Sagradas
que tampocó en esto se omita nada "Ét"iii"tut,
de este fin' Y los profesores principalmente del Nuevo Testamento'
conducir a Ia consecución las Escrituras
á" Sugruau Escritura de tal manera den en los Semi- P;;;,;.-; áice sán Jerónimo, <ignorar vida que
narios- toda la enseñanza bíblica, que armen a los ;t-ió;;;; " Cristo>3e, y 1e persuada aesta
y <si-algo hay en
permanecer
i¿u.".t que se forman para el sacerdocio y para el ání.ttgu al varón sabio
del conocimiento de entre 1as apretuias y tormentos.del mundo'
;t"iJ;ti;-áe ia divina palabra
ellas' sin qrr. más que todo es la meditación y la ciencia
"""7"1íi" de
las Divinas Letras y les infundan el amor a "r"o
de
i;; ;;i.t no puedén obtenerse frutos abundantes
ha de
36Lc24.32.
upottotu¿o. Pir 1o cual la exposición.exegética 37!n 6,69 -
teológica, witando inútiles disputas 38ICor 3,11'
sár principalmente
rfiu"b"., In Isaiam, prol:. PL 24'17'
v aquello quJmás bien nutre la curiosidad "S.
"i"lti.í¿" 10
Encíclica de S. S. Pío XII
las Escrituras>4o. Porque de aquí sacarán los que se ven de aquella gracia, preterida la cual y desconocida no
fatigados y oprimidos por la adversidad y la desgracia podrán los pueblos ni sus directores iniciar ni estable
verdaderos consuelos y divina virtud para padecer y cer la tranquilidad ni la concordia; de aquí, finalmente,
sufrir; desde aquí-desde los santos Evangelios-se sacafárn todos los conocimientos de Cristo, <que es la
nos muestra a todos Jesús, sumo y acabado ejemplar cabeza de todo principado y potestad>4l y <que se ha
de justicia, de caridad y de misericordia, y se le abren hecho para nosotros sabiduría de Dios y justicia y
al género humano, desgarrado y trepidante, las fuentes santificación y redención>42.
aoIo., In Ephesios, prol.: PL 26,439. arCol 2,10.
i2I Cor 1,30.
,
CONCLUSION
29. Expuestas, pues, y recomendadas estas cosas Lo que en los pasados siglos llevaron a cabo con fruto
referentes a la acomodación de los estudios escritu- aquellos preclaros intérpretes de las Sagradas Escritu-
rísticos a las necesidades del dla, resta ya, venerables ras, emúlenlo según sus fuerzas los del día, de manera
hermanos y amados hijos, no só1o felicitar con ánimo que, como en los tiempos pasados, tenga también hoy
paternal a todos y cada uno de los devotos hijos de la Iglesia doctores eximios en exponer las Sagradas Es-
1a Iglesia que fielmente siguen su doctrina y obedecen crituras, y 1os fieles de Cristo, gracias a1 trabajo y al
sus normas, por haber sido llamados y elegidos a cargo esfuerzo de aquéllos, perciban toda la luz, toda la
tan excelso, sino'alentarlos también a que con fuerzas fuerza persuasiva y todo el gozo de las Sagradas Es-
cada día renovadas sigan con todo empeño y cuidado crituras. Y en esta labor, ardua y grave en verdad,
cumpliendo la obra felizmente comenzada. Cargo tengan ellos también (por consuelo los Libros San-
excelso decimos; pues ¿qué cosa hay más sublime que tos))46, y acuérdense de la retribución que les aguarda,
escudriñar, explicar, exponer a los fieles y defender ya que <los sabios brillarán como la luz del firma-
contra los infieles la palabra misma de Dios, dada a mento, y los que a muchos enseñan la justicia, como
los hombres por inspiración del Espíritu Santo? Con estrellas por perpetuas eternidades>a7.
este espiritual alimento se nutre el alma misma del 30. Y entretanto, mientras a todos los hijos de la
intérprete (para memoria de la fe, para consuelo de la Iglesia, y nominalmente a los profesores de la ciencia
esperanza, para exhortación de 1a caridad>43. <<Vivir bíblica, al clero adolescente y a los oradores sagrados,
entre esto, meditar esto, no querer saber más que esto, les deseamos fervorosamente que, meditando con-
sólo esto buscar, ¿no parece ya habitar aquí en la tierra tinuamente los divinos oráculos, gusten cuán bueno y
e1 reino de los cielos?>aa Apaciéntense también con cuán suave es el espíritu del Señora8, a vosotros, vene-
este mismo alimento las almas de los fieles y de ahí rables hermanos y amados hijos, a todos y a cada uno
saque cada uno el conocimiento y el amor de Dios, y en particular, como prenda de los dones celestes y
el aprovechamiento de su alma, y la felicidad. Dense, testimonio de nuestra paternal benevolencia, os damos
pues, de todo corazón a esto los expositores de la de todo corazón en el Señor la bendición apostólica.
divina palabra. <Oren para entender>45; trabajen para Dado en Roma, en San Pedro, el dla XXX del mes
cada dia más profundamente penetrar en los secretos de septiembre, en la festividad de San Jerónimo, Doc-
de las sagradas páginas; enseñen y prediquen para tor Máximo en exponer las Sagradas Escrituras, el año
abrir a los demás los tesoros de la palabra de Dios. MCMXLIII, quinto de nuestro pontificado.
a3Cf. S.
PIO PP. XII
Aucusr., Contra Fausfum, XIII 18: PL 42,294; CSEL
25 p.400. a6IMac 12.9.
aaS. HrrnoN., Ep.53,10l PL22,54; CSEL 54 p.463. aTDan 12,3.
{5S, Aucusr., De doctr. chríst,,Ill 56: PL 34, 89. a8Cf. Sab 12,1.
ll