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Definir el precio de un articulo o un servicio no es tarea fácil, la decisión puede acarrear el éxito o fracaso o
la indiferencia de nuestro clientes. En realidad, poner un precio lo hace cualquiera, lo duro es soportar las
consecuencias de una mala decisión. El precio es un atributo que posiciona el articulo o servicio en el
mercado. Es necesario decidir si estar en el rango alto menos poblado por la competencia.
Uno de los metodo más utilizados es       
   ! " ""#  toma en cuanta
la demanda. Habrá que realizar una encuesta del mercado, recolectando datos desde su propia empresa.
Lo que se debe conocer es el rango de precio que habitualmente se está pagando en el mercado, y hasta
cuanto estarían dispuestos a pagar los potenciales clientes. Si el rango de precio no es muy amplio (20%
entre el mínimo y el máximo) podrá utilizar el promedio como precio indicativo.
Una vez determinado el precio habrá que evualar cómo llegar a los costos y así determinará dónde ajustar
las cuentas. En cambio, si el rango es amplio y los precios estan distribuidos por todo el espectro, deberá
decidirse por una estrategia que se base en diferenciar su producto o servicio de los otros.
Cuando anuncie un precio, el con sumidor comparará el monto a pagar con el valor que va a recibir. Usted
debe procurar que el mercado este convencido de que pagará meno o el precio justo por el valor que
recibirá.
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La fijación de precios es el corazón del Marqueting. La falta de objetivos y estrategias claras para
determinar un precio puede ocasionar pérdidas de tiempo y dinero.
Además tendrá pocas chances de subsanar algún error, ya que el "%"#&$"
 Y si en el peor de los casos debiera cambiarlos, lo mí s aconcejable es rediseñar el producto o
servicio, cambiarle el nombre y relanzarlo.
Extracto de Revista Pymes.

El precio es el valor monetario que le asignamos a nuestros bienes o servicios al momento de venderlos.
Para poder determinar cuál será el precio o los precios de nuestros productos podemos usar dos métodos:
el método de costos, que consiste en sumar todos los costos del producto y luego añadirle el margen de
ganancia que queremos ganar, por ejemplo, el 25%. Y el método de promedio de mercado, que consiste en
determinar el precio de nuestro producto, basándonos en el promedio de los precios de los productos
similares al nuestro que existan en el mercado.

Sin embargo, determinar qué precio ponerle a nuestros productos, no debe ser una tarea tan simple, debe
ser una decisión que meditemos y analicemos bien. Estos dos métodos no deben ser usados
exclusivamente, pero sí debemos tomarlos en cuenta al momento de definir los precios, siempre debemos
saber cuáles son los costos de nuestros productos, de modo que, por ejemplo, tratemos de alejarnos lo
más posible del punto de equilibrio (donde los costos son iguales a las ventas). Y siempre debemos conocer
cuál es el promedio de precios de los productos similares al nuestro, de modo que nos sirva como
referencia para, por ejemplo, no alejarnos mucho de dicho promedio.

Al momento de definir el precio de nuestros productos, siempre debemos ponernos en el lugar de los
consumidores, cuánto creemos que estarían dispuestos a pagar por nuestros productos dados los precios
de los productos de nuestra competencia (sean productos similares o complementarios al nuestro), dadas
las características de nuestro producto, sus beneficios, su exclusividad, la identificación de la marca, el
lugar de la venta, etc.

Se suele pensar que tener precios bajos en comparación a los precios promedios del mercado es la mejor
forma de competir, sin embargo, debemos tener cuidado con ello. El tener precios bajos, nos da mayores
posibilidades de aumentar el número de clientes, así como la frecuencia de compra de nuestro producto,
pero con la desventaja de que además de tener un bajo margen de ganancia, al optar por precios bajos
necesitaremos una buena reducción de costos, por ejemplo, en los materiales que conforman nuestro
producto, y de ese modo, podríamos correr el riesgo afectar o reducir la calidad del mismo.

Antes que decidirse por poner precios bajos, es preferible que busquemos una diferenciac ión (algo que
podamos ofrecer que nuestros competidores no lo hagan), por ejemplo, calidad en el servicio. La opción de
los precios bajos es fácil de neutralizar por nuestra competencia y es difícil de poder mantenerla por un
tiempo prolongado.

En cuanto a los precios bajos, una estrategia podría ser optar por precios bajos cuando estamos
introduciendo un nuevo producto al mercado (precio de introducción), para de ese modo, lograr una
rápida penetración en el mercado, que el producto tenga una rápida acogid a, o para que se haga
rápidamente conocido. Para luego aumentar el precio por efecto de la demanda (aumentar los precios
cuando la demanda del producto llegue a ser alta).

El decidirse por precios medios, es decir, precios cercanos al precio promedio del m ercado, nos da la
ventaja de ser precios cómodos de manejar, pero la desventaja de que son los de mayor competencia.

Y en cuanto al optar por precios altos, nos dan la ventaja de lograr un mayor margen de ganancia, pero la
desventaja de la posibilidad de q ue tengamos menos clientes.

El ponerle precios altos a nuestros productos, puede tomarse como una estrategia, por ejemplo, cuando
estemos introduciendo un nuevo producto al mercado, y queramos aprovechar las compras hechas como
consecuencia de la novedad d el producto, o cuando queramos darle a nuestro producto una sensación de
calidad o de prestigio.

5 pasos para poner precio a un producto


http://www.slideshare.net/expovirtual/5-pasos-para-determinar-el-precio-de-un-producto

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