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Capitulo 1

Iba sentado en el tren del lado de la ventana. Miraba la sucesión de lomas verdes
y árboles , y los desniveles de tierra, que hacían parecer a la escena una persecución de
Tom y Jerry que pasan una y otra vez. Era una ola verde y a veces gris , que subía y
bajaba. Iba para lacapital federal . eso era todo lo que sabía mientras miraba por la
ventana. Le gustaba la ventana, para no tener que alternar con su ocasional compañero
de asiento. Detestaba cuando eso pasaba. Entonces tenía la distracción del paisaje.
Pensaba que se bajaria al final del recorrido. Que cuando el tren se detuviera
debería bajar con su mochila de campamento, a un lugar que desconocía. Según sabía
era un lugar , la capital, donde abundaba la gente. Eso le había hablado su madre sobre
la gente. Era perversa a veces, tenía que cuidarse de la gente. No debía tratarse con
extraños, bajo ninguna circunstancia, y allí estaba lleno de gente que qería perjudicarlo.
Hablaba de que iba a ser objeto de estafas, de robos, hasta de violaciones. Incluía este
paneo de delitos, el secuestro extorsivo. Ella lo tenía todo planeado, según lo que le
decía allá en la cocina de la casa de su pueblo. Te van a llamar desde un auto y te van a
ofrecer caramelos.
Pasaron por una barrera , donde había muchos camiones esperando cruzar. Pudo
ver al conductor de uno de ellos escupir hacia la tierra caliente, desde las alturas de un
Scania anaranjado. Éste tipo de detalles insignificantes, distraían su atención
inmediatamente, y se olvidaba de lo que estaba pensando.
Cierto. Hablaba de cómo su madre tenía planeada la logística de cómo se
llevaría a cabo su secuestro. Una persona, seguramente con una sonrisa malévola, sería
un pelado de lentes negros, desde un brillante auto negro, extendería su mano abierta y
en ellas habría varios caramelos de leche con envoltorio amarillo. Lucas, que era muy
goloso, iba a querer tomar los caramelos, y en un descuido, sin solución de continuidad,
ni advertencia previa que anticipara el movimiento, sería capturado. Los secuestradores
de chicos son muy rápidos. Se imaginaba en el asiento de atrás de la limousine, sobre el
asiento mullido y rodeado de interiores negros y plateados. El pelado estaría sentado al
lado suyo, y miraría distraídamente por la ventana, mientras se alejaban del Colegio
donde debía entrar esa mañana. Más tarde los diarios darían la noticia del secuestro de
Lucas Morrison, y su madre sería entrevistada por la prensa mientras lágrimas rodaban
por su rostro suave.
Se había despedido de su madre al subir al tren. Le pareció que lo abrazó muy
fuerte, como hacía tiempo no lo sentía. Le tocó la cara, y le sonrió. Él le dio un beso, se
dio vuelta y subió al tren.
Iba a extrañar su llegada a casa después del trabajo, cuando ella le hablaba de
muchas cosas. Y Lucas escuchaba muy atento, para saber como cuidarse. Él siempre iba
a estar solo y dependería de él mismo. Nadie lo iba a ayudar. Lucas era bueno
escuchando. mientras ella acariciaba su pelo. Casi siempre charlaban en la oscuridad, la
cubrecama blanca plegada a los pies de la cama, su madre en camisón transparente; él
recostaba su cabeza sobre el regazo de mamá, mientras ella jugaba con su pelo y lo
acariciaba. Hablaba de muchas cosas, le contaba cosas de la abuela, de él cuando era
chico, de la vida, de los peligros que acechaban, de las personas que querían
aprovecharse de uno, de que la ley regulaba todo lo que las personas hacían.
Una vez le mostró el Código Civil. Podría haber jurado que se trataba de un
libro; sin embargo ella le dijo que era una ley. Tenía tapas rojas, y sus hojas eran
lívidas y se movían con un sonido suave mientras giraban en el aire, hasta caer
planeando en la página anterior. Hubiera dicho que era una Biblia, aunque mucho más
gruesa. Le contó que su matrimonio estaba en el Código Civil. Después lo abría y
pasaba sus páginas de papel de seda, tratando de ubicar la parte dedicada al casamiento,
y le leía los artículos.
Lucas se acomodó un poco en el asiento de madera del tren. El movimiento
hacía que se fuera deslizando hacia abajo. Si su amigo Demian estuviera
acompañandolo, irían a buscar algún asiento vacío de primera clase, mucho más
cómodo y amplio, para aprovecharlo. Pero estaba solo, y necesitaba apoyo moral para
cometer ese pequeño delito, así que se conformó con la madera verde y dura.
No sabía la hora en que llegaría a la Capital. Su celular decía 20.30. Su padre le
había dicho que no tardaría más que cuatro horas en llegar, y hacía dos horas que
viajaba.
Se preguntó que haría para matar el tiempo. Levantó la cabeza para ver el techo
del vagón, y observó su mochila negra a través del hierro entramado del portaequipajes.
Inmediatamente le vinieron a la mente miles de imágenes de sus viajes por el Perú,
Ecuador, Bolivia, Chile. Tantos lugares había visitado! Tenía atesorados en su mente los
más bellos sentimientos. Allí se había sentido como el Che Guevara, como un
conquistador, como Indiana Jones, un expedicionario que conoce un territorio
desconocido. Durante los viajes se sentía como un investigador, un sociólogo, un
experto en religiones antiguas, y un músico. Toda esa interdisciplina, se reunía para él
en un solo personaje : El Viajero.
Recordó entonces a su hermano, con el que había hecho sus viajes. Todos en el
grupo escuchaban lo que tenía para decir, hablaba con claridad y pensando todos los
detalles prácticos que podrían surgir. A continuación, daba la mejor solución posible
para el dilema o la decisión que había que tomar. Entonces, por razones de practicidad,
y para evitar pensar, con frecuencia todos se adherían a Alejandro. Siempre se detenía, y
analizaba todo eficientemente. Así que Lucas, simplemente se dejaba llevar de la mano
por su sagaz hermano. Lo quería mucho, pero no llegaba a compartir ningún
sentimiento con él. Seguramente porque se trataba de un líder. O porque era una
especie de padre para el, aunque fuera su hermano menor.
Alejandro nació con la habilidad de comunicarse y de crear lazos. Se movía
seguro por el mundo, era querido por sus muchos amigos, había sido proclamado
capitán del equipo de rugby varias temporadas. Lucas nunca había tenido amigos en la
primaria, y cuando Alejandro tenía cumpleaños de sus amigos, su mamá conseguia que
Lucas fuera. Por supuesto no conocía a ninguno de ellos, pero era feliz de ser invitado y
de que lo dejaran disfrutar de las actividades recreativas.
Un gemido fino y agudo, de hierros oxidados, le taladró los dientes haciendo que
entreabriera los labios, creando una mueca diabólica parecida a la del Guasón. Le
pareció que nunca terminaría ese ruido, y que sus labios no iban a poder juntarse otra
vez. Era el silbato de la locomotora, avisando que estaba por llegar la última estación, el
final de la vía; luego vendría la consiguiente detención del tren, y la finalización de su
relajado viaje. Porqué siempre terminaban los paseos en lo mejor de sus recuerdos?

Capitulo 2

Esperó que se desalojara un poco el vagón, de pasajeros abruptos que apenas se


levantaban de sus asientos, querían estar, sin solución de continuidad, ya caminando por
el andén. Esto era físicamente imposible, pero sus sueños irreales los hacían atropellarse
unos con otros, en un conflicto por lograr bajar sus efectos personales del
portaequipajes y lograr bajarse del condenado vagón, todo a la vez.
Lucas no entendía porqué no esperaban unos dos o tres minutos más, luego de
haber estado cuatro horas soportando el calor y el traqueteo de las vías gastadas.
Bajó descolgándose, cargando su enorme mochila. Era un lugar gris y verdoso.
Estaba dentro de un enorme galpón, confeccionado con chapas transparentes verdes y
blancas. Bajo él, los trenes terminaban sus recorridos. Caminó siguiendo a la
muchedumbre negra y sin vida. De los pequeños puestos de panchos emanaban vapores
húmedos con olor a salchichas. Con razón la gente era tan miserable, comiendo lo que
comía. Y como parecía que la mayor parte del tiempo de sus vidas la pasaban dentro de
ese infame galpón negro, era de esperar que desarrollaran una capa de polvo sucio en
sus personas.
Su tío Federico lo tenía que estar esperando. Luego de atravesar los molinetes,
donde los guardas le pidieron el boleto (si no lo tenía lo mandarían otra vez a su
pueblo?) llegó al hall central de la estación.
Apenas lo recordaba, temía que no lo fuera a reconocer. La última vez que lo vio
era pelado, con una barba marrón en toda su cara. No veía a nadie que se pareciera a su
tío.
Esperó unos minutos. El reloj enorme del a estación decía que eran pasadas las
22.00. decidió llamar de su celular al negocio de Federico. Lo saludó efusivamente,
preguntándole cosas que mecánicamente fue respondiendo de la manera más escueta
posible, hasta que se comenzó a disculpar por no estar allí. Pero que si se tomaba el
subterráneo , llegaría sin problemas hasta el negocio, donde lo estaría esperando.
Cortó. Había una vieja con una pollera marrón y un pañuelo en la cabeza, que
arrastraba una bolsa de lana. En la otra dimensión sería una rubia llevando una valija
con ruedas, por la estación de un aeropuerto internacional. Pero estaba bajo un enorme
galpón de chapa plástica, que todavía conservaba algo del calor del mediodia adentro, y
había viajado cinco horas en un banco de madera. Continuó caminando mientras
pensaba a dónde había quedado el glamour. Una mujer morocha pasó caminando con
sus piernas adelante y su cuerpo siguiéndola detrás, usaba una calza fucsia por arriba de
la cintura, y era de una dolorosa delgadez.
Estaba en la estación de trenes con su mochila y sus ojos. Nunca había estado en
un lugar parecido en toda su existencia. Su pueblo era lo que más conocía, una plaza y
algunas manzanas. Las ciudades , le habían contando, solían tener una plaza en cada
barrio, o más. Conocía de una ciudad que era toda cuadrada, y que tenía una plaza cada
seis cuadras.
Empezó a caminar por el hall. El piso estaba cubierto de una gruesa capa de
polvo, tan gruesa, que bastaría que la empezaran a levantar de una de las esquinas, y se
levantaría toda junta, tirando a todas las personas al suelo como si fuera una alfombra.
Un verdadero asco.
Se imaginaba a toda la gente cayéndose de una sola vez, cuando vio el cartel de
subterráneo y comenzó a dirigirse hacia allí. En su camino se cruzó un bar de
sándwiches, y especialmente lo atrajo uno de salame que había en la vidriera, así que sin
oponer ninguna resistencia, entró y se pidió uno de esos, con una coca.
-Hola
-Hola, si traeme uno de salame y una coca.
-Bueno
-Ah, si puede ser por favor, mayonesa.
Que raro que hablaba cuando pedía algo. No formulaba bien las oraciones. No
quisiera molestarlo, señor mozo, pero no me traería por favor, si no le molesta claro
está, una mayonesa. Aborrecía esa cortesía enferma que se notaba genuflexa al hablar.
--- Si ya te traigo.
Así que acá estaba. Se iba a comer su primer sándwich de salame en la capital.
Tenía dieciocho años recién cumplidos,. Era una cuestión bastante interesante si uno se
ponía a pensar un poco. Había atravesado todas las etapas de educación, el jardín de su
pueblo, la primaria de su pueblo, y la secundaria. Sus pocos amigos quedaron lejos,
todo lo que tenía ahora, era su mochila, y ese lugar en la silla del bar. Y solamente lo
tenía por el tiempo que lo ocupara. Después de que pagara y se fuera, un nuevo cliente
se sentaría donde él apoyó su culo, y pediría un sándwich de salame. O de milanesa.
Pero sentía una ausencia. Estaba falto. Pero de qué? Tenía una mochila, tenía
algo de dinero, y ahora tenía uno de salame… solamente tenía lo que veía, y el cuerpo
en el que estaba metido. Iba a tener que mostrarse, intentar acercarse, para que le
dieran cosas, y para Lucas no era fácil. Estaba muy acostumbrado a ser visto y
complacido inmediatamente. Mami sabía al instante de mirarlo. Por supuesto que para
el común de las personas, como su jefe, o sus amigos , o las personas que no lo
conocían desde chico, nunca se iban a dar cuenta de que sufría por adentro de su alma.
Estaba casi siempre destrozado por la tristeza, arrepentido, se arrastraba por los rincones
del miedo en forma penosa, pidiendo perdón a cada paso que daba, sintiendo que todo a
su paso lo arrastraba y lo ensuciaba, perdón por favor, por destruirlo todo. Yo no fui por
favor, discúlpenme, no soy un vago, perdoneme. Era una sanguijuela culosa. Y su
mamá entendía como se sentía, y lo complacía sin que el emitiera un gemido, bastaba su
rostro. La tenía muy bien entrenada.
“No quiero perturbar su charla, con mi presencia irrespetuosa, por favor,
disculpen, se que soy una molestia para su hábitat”, decía con su tono de voz lastimero.
Su presencia chorreaba excusas todo el tiempo, y eso lo mantenía a distancia de los
demás. La distancia era buena, porque podía escaparse de ellos con gran facilidad.
Intentaba no crear ningún tipo de relación, para que nadie lo detuviera en la calle,
durante la escapatoria hacia su hogar.
Mordió el pan, y la mayonesa resbaló con el salame y comenzó a escaparse por
detrás, lo que fue corregido en el acto en una reacción rápida por su dedo, que se
embadurnó en crema amarilla. Luego lo chupó y tragó la ácida dulzura de la mayonesa.
Para sus adentros se había inventado varios cuentos. Era una compulsión,
encontrar explicaciones para sus manías. Uno que ahora estaba analizando, era que su
inconciente lo estaba guiando, en busca de una ascética soledad. Era él quien lo
mantenía aislado de los otros, porque quería dejar el camino libre para que pudiera
convertirse en escritor, músico, cantante, profesiones en las que es necesario, todo el
mundo lo sabe, y cualquier fanático del rock and roll puede afirmar, que las estrellas y
los escritores deben permanecer siempre solos. Cualquiera sabría que viven recluidos
en sus mansiones disfrutando de los millones, como él mismo lo haría si fuera famoso y
tuviera el dinero suficiente. Lucas, para el muy improbable caso de que se hiciera
famoso, seguro terminaría encerrado en su casa.
No estaba tan mal, si hay famosos que pueden vivir recluidos, por qué él no
podía llegar a ser famoso?
Muchas veces, sus padres, intentaron que Lucas saliera un poco más de su
hogar. Antes, cuando tenía tres años, le fascinaba el afuera. Cuando encontraba un
nuevo lugar, se imaginaba que era tan maravilloso como cualquier otro lugar hermoso
que ya hubiera visitado. Los comparaba y los veía con la misma hermosura, aunque se
tratara de las viejas torres de la iglesia del barrio. Lucas recordaba la República de los
Niños, o Disneyworld, al seguir con la mirada el cuerpo de la torre del campanario, y
terminar en su aguda punta.
Como viajero era bastante incierto, Nunca sabía hacia donde se dirigía. Pero
sabía perfectamente donde quedaba el lugar de donde había partido. En caso de que algo
se saliera de control, podría retornar haciendo el camino inverso. Esto lo tranquilizó,
porque podía levantarse de la mesa, esperar el próximo tren e irse de vuelta a su casa.
Empezó a sentir miedo de que algo saliera mal.
Estaba solo. No era un miedo como el que se puede sentir en la oscuridad. De
hecho no le temía en lo absoluto a la oscuridad, porque le recordaba tibios lugares y
caricias; la pieza de su madre, sus caricias, su mami, estar con mami, soñar con aquel
ignoto lugar oscuro dentro del cuerpo de su mamá, cuando obtenía todo lo que
necesitaba. Era por eso que la oscuridad le brindaba cobijo. De hecho, la prefería.
Disfrutaba encerrándose en roperos oscuros, se metía bajo la cama, se escondía.
Valorar de otra manera lo que recordaba de pequeño, lo sorprendió . Se dio
cuenta un poco que de más grandes, observamos los mismos recuerdos y apreciamos
otras cosas. Pero no es que los observamos desde las personas que estamos siendo, por
lo tanto estaríamos cambiándolos mientras los estamos observando, convirtiéndolos en
una cosa distinta a cuando los hechos se produjeron? Estamos cambiando la realidad,
mientras recordamos? Cambiamos aquella realidad? Es confiable nuestra memoria…
Todo esto se preguntaba Lucas, mientras su sándwich se había esfumado de sus
manos, con excesiva rapidez. Ahora quedaban él y la mesa sucia. Llamó al mozo, pagó
y salió otra vez al hall.
Pensó en la huida vil, miró los horarios en el tablero, supo que en media hora
salía un tren. Solamente media hora, y estaría volviendo al vientre, a la casa, la
seguridad, protección, normalidad, una preciosa rutina; ¡en casa de su mamá lo
esperaban múltiples medios de distracción, juguetes para pasar el tiempo, y él amaba
tanto a sus juguetes! Le habían comprado muñecos de personajes de acción, que Lucas
iba coleccionando. No estaba obsesionado como los coleccionistas minuciosos. Los
tenía para poder jugar con ellos. Hacer que se enfrentaran en complicadas batallas
donde triunfaba siempre el bien, y después, al ver que siempre terminaban igual las
historias, prefirió que ganara el mal; luego fue complicando aún más las tramas
agregando terceros , aliados, nuevos grupos, con intenciones diversas, pero siempre
había alianzas de los que eran malos con los malos, y de los buenos con los buenos. Iba
incorporando nuevas armas a sus combates, y sofisticados sistemas de transporte para
sus muñecos. Copió la idea de un amigo, de extender un hilo a través de la habitación ,
y luego usar un clip o un alambre en la cintura del personaje. El clip se enganchaba a la
soga, que estaba en desnivel, y se deslizaba de un extremo al otro de la habitación.
Al pasar por una tienda de revelado de fotos, vio una videocámara, y se le
ocurrió que podría filmar videos con los personajes y venderlos por Internet. Se llenaría
de dinero.
Lucas tiene a todos los personajes dentro de la mochila. Tiene al hombre rubio y
tremendamente fuerte, con su espada; tiene al corcel-tigre, de dura y roja capucha; tiene
al perverso hombre esqueleto, enemigo visceral del rubio fortachón, con su capucha
azul; aunque en realidad se trataba de la misma matriz plástica, aunque de colores
distintos, de manera que tenían el mismo físico ambos personajes, pero distinta su
cabeza de goma blanda.
Aquí quiero hacer un alto en los pensamientos que tenía Lucas, mientras aún
dudaba de volverse a su ciudad, y a la casa de Graciela, con su equipaje a la espalda,
asombrado por las nuevas visiones , y sus recuerdos, inmóvil por horas, mientras sus
recuerdos se agolpaban. Fueron segundos absolutamente percibidos por Lucas, pero que
a la señora de pañuelo en la cabeza no le importó, a la flaca deforme de calzas fucsias
no le importó, ni ninguna otra persona que pasara cerca se percató. Nadie podía saber
qué pensaba este chico.
Sin embargo, Lucas creía que todos eran testigos de su historia. Cada mirada que
sobre el se posara, inmediatamente entraba en contacto con su alma. Sentía que al mirar
o hablar a otra persona, se veían subtítulos con lo que estaba pensando.
Sentía que estaba dentro de la película en donde el actor es prisionero de un
reality show, que lo cría y luego lo observa el resto de su vida. La vida lo había puesto
ahí, para ser observado por todos. Todos lo verían, estaba seguro de ello. Era tan
hermoso, tan talentoso, de una simpatía inusitada, de una calidez inconmensurable, de
una alegría interna absoluta, se había transformado en una persona interesantísima, así
que iba a ser amado por todos de seguro.
Sin embargo, su realidad era bien distinta. Sus amigos eran apenas dos, su padre
no vivía ya con su madre. Él la había abandonado. Tenía dos hermanos mayores, que
habían emigrado al exterior. Uno, con el que había viajado a Perú, estaba en España.
Trabajaba en una estación de servicio, como gerente. El otro estaba viviendo en un
estado agrario en Estados Unidos, y hablaba prácticamente con acento yanqui.
Chateaba con ellos de vez en cuando iba al locutorio de su barrio, y veía sus imágenes
congeladas a través de la webcam. El, que era el último de los tres hermanos, vivía solo
con su madre. Pasaba sus días inventando juegos y abrazando a mamá.
Muy ocasionalmente iba a casa de sus amigos. De hecho, Lucas recuerda cada
una de las veces con mucha nitidez, y con la exactitud de una película. Eran hechos tan
ajenos a su rutina diaria, que su mente monótona y repetitiva los resaltaba.
Permanecer en su casa, constituía un verdadero programa, y por lo bien que lo
pasaba se le cruzaron muchas tentaciones de volver a su casa con su madre. El era
conciente que en las teorías psicológicas esto implicaba que estaba ansiando un retorno
al vientre materno, y establecía una relación simbólica entre la casa y el vientre ( un
lugar oscuro, cerrado, cómodo, donde esta todo lo necesario para permanecer durante
días ahí adentro). También era conciente que el cordón umbilical aún seguía vigente
para él. Pero, como todo era relativo, y la ciencia avanzaba, las consluiones de la
psicología cambiarían asíq ue esta toería no podía ser la última palabra. Así uqe se
enredaba en otras toerías, en otros ciclos interminables. Así, permanecía viviendo en un
sueño, y muchas veces no sabía si era uno suyo. El soñaba una vida, y su madre lo
soñaba a él en la vida que estaba llevando. Su madre lo soñaba y el se sentía irreal
haciendo el sueño de su madre. Pero también él podía soñar, y nunca se sentía tan real
como cuando se estaba imaginando una teoría, un conflicto, un análisis, o una
conclusión. La irrealidad de su realidad, iba a matarlo. Y la realidad de lo irreal lo
estaba engañando. Un engaño, una mentira, una proyección, un montaje. Detrás, el ser
más aburrido de la tierra, y menos motivado. Montó una película muy interesante para
exhibir, para no tener que entablar relaciones. A sus espaldas había montado la peor de
las farsas, la que se representa para uno mismo. Si hay algo que detestaba, era
relacionarse. Qué sentido había? Lo que él sabía, le era suficiente, si no sabía algo lo iba
a averiguar , así que otra persona no le podría enseñar nada que no pudiera consultar por
sus propios medios. Si existía Google, entonces: para qué los demás? Qué le podían
enseñar otras personas?
A veces se preguntaba si no era así, y todo resultaba una farsa creada por su
propia mente. Tenía varios complots posibles para con su inconciente. Todo era una
farsa inventada, el ser abogado, responsable, desde pequeño, para no hacer nada, y
tirarse a vivir la vida loca sin previo aviso, y en cualquier momento. Pero era una farsa,
siempre cumplía, era buen alumno, hasta que no pudo con la facultad, allí todo se
desmoronó y se dio cuenta que necesitaba rendir más intelectualmente en la facultad . le
fue fácil, hasta un punto. Tuvo que encontrar cosas en libros, hablar con gentes, con lo
que siempre detetstó trabajar en grupos, estar en grupo siempre le molestó, prefería leer
libros. Siempre estuvo así, hasta los trece años. A los trece años, viajó a una de las
regiones más fluviales de su país, donde había una gran cantidad de flora rivereña, con
lechos pedrosos en los ríos cristalinos, y bañasdos que se inundaban de río, que el rio
distribuia en piletas para el disfrute de ls hombres. Un paraíso terrenal. Una hermosidad,
el agua, los clavados, precioso. Pero la brusquedad apareció en aquel instante, uno de
sus compañeros, al que mucho odiaba, le inten´tó mostrar su pija, como recordaba este
hecho, no sabía si lo cambiaba al recordarlo. Tenía dos hipótesis sobre este hecho, o se
sintio ofendido o se sintio atraido por la pija de us compaleñro. Podemos decir que lo
que más le molestó, en cualquiera de los casos , y para simplificar un poco las confusas
ideas que asolaban la mente de Lucas, es que detestó observar pelos en el pubis de su
compalñero. Y eso le dio asco. Le iban a salir pelos? El no tenía . como era eso? Nunca
había visto pelos en una pija, no sabía uqele irían a salir, y le horrorizó la idea, dolerían
los pelos? Esas cosas negras saliendo de la piel, debían doler. Más adelante se haría
amigo de su pito, cuando conociera a la persona que lo ayudó a masturbarse, dos
hipótesis aquí, trataba de embaucarlo homosexualmente para que lo tocara? Su
inconciente era homosoexual? La realidad tan ansiada se encontraba entonces en una
mezcla entre el sentimiento y la relación, además de muchas certidumbres. Si nos
comportamos como espectadores, siempre estaremos llenos de interpretaciones. Como
lectores también, lloverán las razónes , sobre cada cosa que leamos, lloverán las
razones, cada pintura que veamos hará que nos llenemos de razones de interpretaciones
y de especulaciones, y de relaciones y de edatos, data data, siempre toda
inmanifestación dd proveniente de una persona, en un acto en una imagen en una frase
en unb libro, será objeto de muchas interpretaciones, pero vos le tneés que encontrar la
tuya. Vos asabés las q podrían tener los demás, pero vos? Cual es tu interpretación. Si
un conservador interpretaría de ésta manera la revolución de mayo, pero una persona
más de izquierda lo haría de una manera diametralmente opuesta. Estas informado de
todas las interpretaciones, yu la idea del derecho es no adoptar ninguna de ellas. No
hacer propia, ninguna. Porq son escapes, tretas, dibujos, excussas, que se didrán acorde
las circunstancias favorezcan las palabras que elegiremos usar para defenderlo , para
reclarmar su plata, para cobrar los cheques que haya, par abuscar donde se encuentra la
mayor cantidad de plata para defender a alquien . ojalá pudiera ser así, sería una
bendición para lucas poder ser interesado por el dinero. La gran cuestión en la vida de
Lucas, es que el dinero no le interesa en lo más mínimo. El, si pudiera verse dentro de
unos años, va a ser felíz con muy poco. Ahora esta comenzando un viaje nuevo, pero
luego entenderá que lo que llena sus días es estar dentro de su casa. O de su madre.

Capitulo 3

Luego de tantos pensamientos, que no duraron más de cinco segundos, o tal vez,
exagerando diez, Lucas abandona la idea de irse a su casa. Como esos libros narrados en
primera persona en los que el lector imagina el siguiente paso de nuestro personaje, o
mejor dicho, de nosotros mismos.
1. Decides volver a tu casa- ve a la página 1034.-
2. Quieres emprender una aventura plagada de misterios y de cosas insólitas, un
mundo nuevo lleno de cosas desconocidas, animales exóticos, mujeres
seductoras. –ve a la página 0.-
3. quieres ir al subterráneo a encontrarte con tu tío Federico.- ve a la página 1.-
Entonces abre el libro en la página numero 1 y se encamina a la boca del subte.
Son las 23 . a esa hora el subterráneo está cerrado. Se queda parado en la reja, sin saber
que hacer. La toma con su mano mirando hacia el pasillo iluminado que si lo pudiera
transitar llegaría hasta el tren que cómodamente lo llevaría a lo de su tío. Pero había
perdido tiempo comiendo el sanwich. No había tenido en cuenta que se iría y que
tendría que salir a conseguir otra cosa para evitar la caminata, o bien, esperar el autobús.
Qué importaba entonces? Ya se arreglaría. La realidad era esa reja cerrada, y no había
mucho para protestar. O empezaba a caminar lejos de la reja, o alguien iba a advertir su
infantil desolación, y sus deseos de gritar, “abranmée!!! Me quiero iiiir! Socorro!!!
Quiero volver a mi casa con mi mamá!!!!!”
Así gritaba su monstruo interno. Podemos decir que este muchacho tenía un
monstruo en su mente, pero es para que lo entiendan. Es una representación. No tenía
un monstruo, pero en cierta forma, tenía un monstruo. No se si me entienden.
Como es que sabemos tanto de Lucas? Porque somos Alienígenas. Hemos
jaqueado su mente, y, quien ustedes estan escuchando, es el Rastreador asignado a la
mente de Lucas. Mi nombre es Garpa-Nel. Cada mente de este planeta está jaqueada por
nosotros, y podemos oir lo que todos piensan. Trabajamos con dedicación exclusiva.
Seguramente los de la sección recursos y dineros, dirán que es un gasto innecesario, que
obtendríamos un margen de ganancias más alto, reduciendo los costos de personal, si
logramos que cada uno atienda a varios sujetos. Pero acá en el espacio exterior, años luz
de ustedes terráqueos malolientes, con sus apestosas necesidades de dinero y su
falibilidad para disfrutar, su imposibilidad de divertirse, de estar contentos, de estar
felices, el dinero es un elemento vil que nos hace reír de lo rudimentario de esa
costumbre de medir lo que se da y de medir lo que se recibe a cambio.
Les tengo que explicar que he decidido escribir estas notas , uqe voy pensando
acercad de Lucas, como su escuchador personal, para lograr una comprensión más
acabada y resumida de una de las mentes más maravillosas que he conocido.
Y no lo digo por enamoramiento, no . no es el amor arrebatado de lujuria de
hermosura, no es la absoluta tolerabilidad que tiene consigo mismo, de cómo el tolera
todo lo que viene de sí, ama todo lo que proviene de él, ama todo loque él es. Se
relaciona como si las cosas provinieran de él mismo. Las extrae de el mismo, las
compara con lo que esta viendo, y actúa de igual manera dque anteriormente lo hizo. No
comprende que las situaciones son nuevas a cada instante. No comprende que los
pensmisntos de los demás son otros. No puede entender que los que están a su lado,
tengan otros pensamientos, pretendan relacionarse, obtengan relaciones, no sabe como
los demás consiguen obtener relaciones, como lograr afecto. Desconoce la manera en
que se gana el afecto de una persona. El afecto hay que ganarlo, con esfuerzo, piensa
Lucas. El afecto hay que buscarlo, intentarlo, estar, aparecer, hacerse presente, irrumpir
en la vida mostrando afecto y todo el amor. Como mamá cuando entra en la pieza e
interrumpe su estudio. Ese es el amor, el que aparece de súbito, dice mil chistes y
después se va, dejando todo en silencio.
Pero basta, no hablemos más de un servidor, que bastante trabajo tengo en mi
cubículo analizando a Lucas a cada paso, mientras estoy escribiendo un libro sobre su
pasado. Estar haciendo dos tareas tan complicadas, e intentar la perfección en ambas,
solamente le está reservado a Dios, que puede atender a cada una de estas mentes.
Esta ahora en la reja del subte, y logró alejarse de ella. Bien, se ve que intenta
mejorar su situación. Sabrá que más hacer luego de eso? Lo más interesante, es que el
solo podía recibir la información de Lucas. Pero nunca podría emitir nada. La conexión
se instalaba imperceptiblemente durante la infancia. Un Observador Mental era
instalado dentro de cada ser humano que nacía. Esto era posible mediante un
Distribuidor en órbita alrededor de la Tierra, disfrazado de satélite. Claro, se tuvo que
disfrazar de satélite, cuando empezaron a rastrear más allá de la atmósfera de la tierra , y
entonces hubo que hacer invisible el distribuidor. Constaba de un micrófono de altísima
potencia, que detectaba el llanto de los niños. No existe en la tierra un sonido humano
más agudo. Ni siquiera los actores de doblaje podrían reproducir éstas frecuencias
encsordecedoras. El distribuidor enviaba entonces un pulso de energía con un nano
robot en su interior, a las coordenadas desde donde provenía el sonido. Allí ingresaba en
la corteza cerbral del nuevo humano, por vía cutánea (el nano robot era del tamaño de
una célula pequeña), atravesaba el hueso y se autoinstalaba. Funcionaba como un
programa espía dentro de una computadora; inmediatamente se conectaba con las
terminales sensitivas del individuo, con sus emociones y recuerdos, con sus impulsos
animales, e iba monitoreando los anhelos, ganas, ilusiones, reacciones, que iban
sucediendo. Nuestra raza está intentando entender durante mucho tiempo a los seres
humanos. Nosotros hemos nacido, sin ningun tipo de anhelos. No soñamos. No
sufrimos ningún sentimiento. No chocamos contra la pared , no sabemos lo que es
ignorar, no sabemos de las luchas internas de los seres. No tenemos ningun tipo de
conflicto interior con nostros mismos, ni jamás los tuvimos. Nuestros pensamientos
están sincronizados al momento de nacer . nuestra sociedad se basa en educación
instantánea, mediante tecnología de nano robots. Todo el conocimiento que nuestra raza
fue adquiriendo , es transmitido inmediatamente a la mente de los nuevos seres. De esta
manera, no debemos lidiar con los problemas que sí sufren los seres humanos (los
conocemos luego de milenos de estudio) en adquirir el conocimento básico, seleccionar
la atención para adquirir aquellos de su preferencia (alejando de su mente los otros
conocimientos), en el proceso que va desde lo más general a lo particular, y lograr la
especialización. Porque una persona debe convertirse en una parte del todo. Setá
destinada a eso. Y no hay otra cosa. El hombre se resiste cada segundo a fornar parte de
la vida, de ese debate nace la singularidad de la humanidad.
Los seres humanos son tan interesantes. Se unen para toda la vida con una
persona de su sexo opuesto. Tienen sus sexos divididos y no son completos por sí
mismos. No pueden completarse ellos solos. Nsosotros los alienigenas, nos podemos
autocompletar. Al momento de nacer ,ya estamos completos, solo nos queda pasar a ser
parte de la sociedad, sin solución de continuidad. Ni sieuiqera tenemos infancia.
Nacemos luego de adquirir la edad suficiente, y el conocimiento suficiente. Ahí recién
es posible nacer. Luego de pasar nuestra infancia en un estado de vegetales, conectados
a una matriz que nos induce placenteros sueños y alegría y felicidad. Pero luego la edad
de cada nuevo ser llega a la suficiente par aempezar participar en la función que la
nano- instrucción le asignó durante su período de conexión al a matriz.
Pero hemos extraviado el tema con mi introducción a la trama que habíamos
iniciado, viéndome compelido a revelar mi presencia al lector en cierto punto del relato.
Lucas pudo conseguir un autobús, preguntándole a una persona en el quiosco de
revistas, y estaba llegando a la inmobiliaria de su tío Federico.

Capítulo 4

Federico, hermano de su padre, administraba una pequeña inmobiliaria de


barrio. A pesar de lo reducido de sus operaciones, lograba buenos negocios. Su padre
había arreglado para que pudiera ocupar un pequeño departamento, por un alquiler
escaso, mientras Lucas estuviera en la facultad.
-que te parece? . cerró la puerta mientras encendía la luz.
Lucas miraba. Los pisos eran de madera vieja, las paredes estaban necesitadas de
pintura. Había una mesa enchapada en amarillo, que ya estaba perdiendo la madera
prensada desde una de las esquinas. Había un leve olor a humedad, pero no lo notaba
demasiado, incluso con el tiempo, lo iba a disfrutar. Siempre las cosas más
desagradables, terminan volviéndose costumbre. Después no sabía si era que estaba
acostumbrado al hecho desagradable, o acostumbrado a soportar.
- Esta bien. Es un monoambiente. La cocina es esa hornalla?
- Si.
- Que se yo. Está bien.
- Bueno que querés por lo que me dijo tu viejo, tuve que elegir uno barato. Vos
sabés que la guita hay que cuidarla.
- Si , hay que cuidar la plata.
- Bueno, no te quejes. Aca tenés las llaves. Apagá el gas cuando no lo estés
usando, creo que pierde un poco. El calefón es eléctrico, enchufalo cuando lo
estés usando nada más.
- Nada anda sin que yo tenga que estar por acá?
- Qué?
- Nada.
- Bueno pibe, me rajo, cualquier cosita tenés el teléfono de la inmobiliaria, no? A
ver cuándo nos tomamos una cervecita, eh?
- Dale buenísimo.
Se sacó la mochila y la puso en el piso. Fue hasta el colchón que estaba en un
rincón, sobre la madera, y se sentó. Estuvo un rato pensando en que era un lugar
espantoso, cuando al ver la ventana pensó que tal vez la vista sería buena. Se acercó
y levantó la persiana. Una ráfaga roja y blanca pasó rápidamente de izquierda a
derecha. Después otra. Otra. Un camión tocaba bocina.
Las luces rojas pasaban zumbando y doblaban la curva . Primero eran blancas, y
luego al doblar se volvían rojas. Desde la otra mano venían filas de pares de luces
blancas. Si se quedaba mirando un punto fijo, las luces se hacían multicolores al
pasar, como si alguien moviera una estrellita de pirotecnia, en un movimiento recto
de izquierda a derecha.
Buscó una silla, y se sentó delante de la ventana. Al fin había algo para ver!. La
vista lo ubicaba al costado de una autopista. Si abría las puertas de vidrio, y se
encaramara sobre la baranda, podría haberse ido caminando por el asfalto.
Ese era un pensamiento peligroso, el que había tenido, muy peligroso. Siempre
tenía ideas riesgosas, que le asustaban mucho. Cuando jugaron a trepar techos con
su amigo Demian en el pueblo, el soñaba con cruzar a la casa del vecion por una
viga de madera usada como puente. Pero debajo eran cinco metros hasta el suelo. Y
por lo menos, tres metros de equilibrista. Se imaginaba haciéndolo y eso le
provocaba un terrible vértigo. E inmediatamente desistía, o más bien, arrugaba.
Luego Demian le instaría a que cruzara. Demian le ayudó a perder el miedo al
riesgo, y a no pensar en lo peor antes de hacer las cosas, porque la mejor manera de
evitar el dolor es no exponiéndose. Pero Demian lo invitó a que se exponga y viera
que no ocurría nada.
Qué pensaría un artista al ver la ventana? Podría hacer un cuadro que captara el
movimiento de los autos , las luces traseras, las delanteras que avanzaban desde lo
lejos hasta irse por la izquierda? Podría capturar la plata del asfalto iluminado por la
luna? La sombra del guardarais central, barrido por las luces súbitas?
Porqué las personas admirarían tanto a los artistas? Estaba claro que algunas
personas admiran a tal o cual artista o estrella, solo de acuerdo a como les convine.
Si hablaban con gente de clase baja, intentaban rebajarse utilizando elementos de su
cultura para engatusarlos, entonces admiraba a un artista del populacho. Si
detectaba un cierto nivel, se ponía el disfraz de abogado, y elogiaba los intensos
trabajos de actores de carrera y prlongada trayectoria. Pero no le importaba lo que
hacía ese artista, solamente hablaba de cuánto le gustaba. No sabía que era lo que
hacía, nunca lo había visto en ninguno de sus trabajos. Sin embargo era un rosario
de admiración permanente por las dotes maravillosas de esa persona tan carismática,
tan elegante, aparte es un churro bárbaro. Si su mejor amigo era vago, se disfrazaba
del más pordiosero de los vagabundos. Pero los había sinceros, y que eran
conmovidos por su arte. No había momento en que un artista estuviera más vivo. Si
el aplauso es inminente, si la ovación sale del pecho, esa persona es artista para el
que admira.
Miraba por la ventana, sus luces que iban y venían. El ruido de los motores, yde
las bocinas, que pasaban velozmente doblando la curva. En alguna mala maniobra,
podrían salirse de la autopista y entrar en el departamento.
Tembló un poco. Se imaginaba los vidrios explotando hacia adentro, y un Fiat
uno blanco reventando las rejas y atropellándolo en esa misma silla donde estaba
sentado. Tardarían una hora en sacarlo de debajo de los restos de la mesa amarilla de
fórmica.
Las personas más extrovertidas, no acostumbran soñar, o bien, no les prestan
atención a sus sueños, Por eso admiran la capacidad de ensoñación y para traer a la
vida algo que nunca fue visto por nadie. Los artistas son capaces de mostrar algo
que nunca se vio antes. Los artistas conservaban la capacidad de dejarse llevar por
sus propios pensamientos, y no por sus recuerdos. Intentaban hacer algo nuevo. En
cambio el resto de la gente, se contentaba con repetir y sonreir y sentirse bien. Hasta
casi, eran felices. En cambio la lucha del artista por sorprender, es encarnizada.
Tiene que trascender la mera necesidad de comunicación, plagada de referencias
trilladas y de ocurrencias repetidas, para vapulearnos con algo escandaloso,
diferente, genial.
Lucas leía mucho. En algún momento su mamá lo empezó a dejar solo, y él
permaneció solo. Hasta que descubrió los libros, se aburría estando solo. No tenía
juguetes. No se los compraban, no podía distraerse con ninguna cosa. Vagaba por la
casa escondiéndose, jugando al investigador, descubriendo rincones secretos,
pregeañando extrañas historias. Observaba de cerca los rincones más oscuros y
llenos de polvo de los cuartos. Se arrastraba debajo de las camas, y de los roperos,
entre los zapatos. Se metía en los armarios, se escondía para que alguien lo buscara
y se sorprendiera. Se encerraba con llave en los baños. Cuando llegó Alejandro a la
casa, el aún seguía en soledad. Iba al jardín, pero no había hecho ningún amiguito.
Le gustaba mirar a las nenas, eso sí. Le fascinaban. Sus piernecitas, lo que
escondían debajo de los pintorcitos, las hermosas colitas en el pelo, su piel. Las
bombachas blancas de bambula. Cuando empezó la primaria pudo aprender a leer
sin dificultad. Sin embargo, Alejandro leía del diario algunas palabras, antes de
entrar en primer grado. Si la inteligencia otorga madurez, pronto Alejandro iba a ser
más maduro que Lucas.
Pero Lucas nunca tuvo intención de ser inteligente. Ahora es posible saberlo.
Los nano-robots de su cerebro accesaron su memoria sensible-emotiva, obteniendo
numerosas imágenes en formato .AVI de segmentos de su vida. Fue siempre
perezoso, solitario, soñador, e inexpresivo. Uno de los videos lo muestra en la clase
de matemáticas de primer grado. La maestra estaba explicando los números con
ayuda de unas varas de madera, que se llamaban regletas. Tenían diversos colores, y
suponemos que es una forma primitiva de enseñar los números. Era como traducir
los números a cubitos pequeños de madera, y rectángulos tridimensionales de
diferentes largos que iban creciendo en tamaño de acuerdo a que le agregaban un
cubito. De modo que un cubito blanco, era una unidad. Dos cubitos blancos, era otra
unidad, que era simbolizada por un rectángulo del mismo tamaño que dos cubitos
blancos puestos uno al lado del otro, pero de un color distinto. Ahora sabemos que
resultaban la piedra angular de la comprensión de las matemáticas, y que Lucas
había estado gran parte de su enseñanza acerca de las regletas, observando como sus
compañeros de banco las utilizaban para hacer torretas. Era mucho más divertido
hacer eso, que ponerse a hacerse preguntas acerca de cómo puede ser posible que
tres cubos entren en éste rectángulo? O que dos rectángulos equivalgan al
rectángulo. Tal vez Lucas tendría que haber repetido.
Fue así que Lucas no creció. Se negaba a hacerlo. No podía encontrar algo más
interesante para hacer que leer libros. Mientras, su hermano vivía plenamente en la
realidad. Conseguía amigos, lo invitaban a todos los cumpleaños, iba a fiestas con
chicas, iba a casa de sus amigos.
En otro video en formato .AVI que fuimos analizando, se reconstruye la historia
de los cumpleaños de Lucas. Los únicos dos que recuerda, fueron los que se
festejaron en El Tunel y en la casa del Mago Lúas. No habló con ningún amiguito en
esa fiesta, ni jugó con nadie tampoco. Si alguien le preguntaba a esos chicos que
supuestamente eran sus amigos, quién era el nene de la fiesta, seguramente no
sabrían de quien se trataba. Así era Lucas de pequeño, una especie de fantasmita.
Bueno y amistoso, pero despresente. En la lengua natal de nuestra tan adelantada
civilización, no existe una traducción al castellano de la palabra despresente, que
alcance el significado exacto. Lo más cercano es este neologismo.
Cuando una persona se encuentra presente, se comunica con los que están allí,
busca temas en común qué compartir, se interrelacionan, intentan llevar a cabo una
construcción tejiendo y urdiendo un desarrollo. Algo que los seres humanos
conocen con el nombre de charla. Durante ella, buscan a los demás abiertamente,
intentan captar su atención para poder relacionarse, y mirarse y conocerse, y con
suerte amarse, odiarse, pelearse, en fin, la vida.
Una persona ausente no está allí, simplemente está presente en otro sitio. Vale
decir que se encuentra o bien solo, o bien acompañado , pero no obstane presente.
Un despresente, es alguien que se encuentra en un molesto punto medio. En vez
de interrelacionarse, lo que quiere es desaparecer de la vista de los demás, quiere
correr a esconderse a la primera oportunidad, sufre con terror que alguien descubra
secretos terribles que esconde de todos. Que se masturba, que quiere cogerse a todas
las mujeres, que no le interesa tener charlas con las mujeres, sino cojerlas todas, etc.
Todos pensamientos abominables, plagados de animalidades y reacciones biológicas
irreflexivas, que los demás podrían descubrir. Entonces el despresente sonríe, lanza
alguna acotación para desviar el pensamiento de que los demás piensan que es raro o
loco, y permanece relajado hasta que llega el tan deseado momento de la despedida,
donde vuelca toda la alegría en la efusividad del saludo. Una vez más, vemos como
lo único que le agrada a Lucas , es el momento de la llegada, y luego, es una espera
prolongada hasta que todos se marchan. Claro que mientras permanece está
pergeñando el momento para el chiste certero y ocurrente. Bueno, a´si es su
personaje. Después de todo , solamente nosotros podemos ver la información que
nos mandan los nano-robots. Cuando dos amigos se encuentran, por más cercanos
que sean, nunca podrán tener interfaces de nano-robots. Nunca los humanos deben
enterarse de éstos monitoreos. El exterior de los humanos puede adquirir cualquier
forma, comportarse de cualquier manera. Mientras el interior es totalmente
ignorado, al punto tal, que tal vez, no exista para los seres humanos, un interior de sí
mismos. Hay algunos monitoreos que arrojan resultados negativos, no exhiben
ningún pensamiento ni afecto, ni conflicto, ni arrepentimiento, ni temor a la maldad,
ni temor a la burla. Sus videos son innumerables, casi son inmonitoreables. Son los
pensamientos internos de los seres retorcidos como Lucas lo que hace agradable mi
tarea. En parte estoy satisfecho por los descubrimientos hechos gracias a Lucas.
Bien podría transformarme en un hito de la antropología interplanetaria.
Lucas gozaba de ser siempre el más consentido, el más chiquito, el más
pobrecito. Mientras estaba solo, al no compartr sus ideas con nadie, su mamá le
contaba mil cosas de la manera en que ella las veía. Lucas averiguaba así como era
el mundo, a través de las respuestas de su mamá. No creía necesitar más nada,
además de lo que le enseñaban en el Colegio. Tenía a Dios y a Mamá, y a los libros,
a él mismo.
La autopista lo hipnotizaba, todos se iba arremolinando, sin que su mirada se
distrajera un minuto de los autos. Perono miraba la autopista, estaba mirando lo uqe
pensaba dentro de sí. Intentaba mirar las imágees que a él acudían. Lograr las fotos
de su pasado, de la forma más nítida posible.
Ni que hablar de las ocurrencias que le abordaban. Durante breves segundos
viajaba hasta el final de una idea, siendo la evolución un segmento incomprensible
para él; finalmente era abandonado allí, sin ropas, sin saber qué lo había traído hasta
el paisaje terrible en el que desembocaba. El mismo infierno.
Era teletransportado al infierno con cada nueva idea, ignorando el camino
seguido, y el lugar desde el cual había partido. Vagamente rememoró los signos que
fue respetando, hasta desembocar frente a una ventana pegada al carril derecho de
una autopista. O el izquierdo, de acuerdo a donde estuviera uno .
Las ocurrencias lo distraían durante eternos segundos, y luego lo largaban
impiadosamente cuando cometía el error de mirarse al espejo. Ahí se trataba del
verdero averno, su principal sufrimiento, el verdadero paisaje desolador. No el de
las ideas entretejidas febrilmente en discusiones eternas consigo mismo, sino su
imagen real.
Cuando era testigo, no de sus intrincadas ensoñaciones, de sus brillantes
parábolas psicológicas, de sus obsesiones psicologísticas, de sus arriesgadas
conclusiones científico-esotéricas. Cuando se desconectaba de la Matriz, y veía al
tipo que realmente era.
Un tipo, de unos 30 y pico de años, barbudo, de bigote canoso en uno de sus
lados, usaba el pelo largo atado en una cola de caballo, y sobre la cabeza se
levantaban diminutas hebras rotas de pelo, era de color castaño claro y muchos
tramos estaban encanecidos; caminaba con una leve corvatura, que intentaba
corregir hechando sus hombros hacia atrás pero sin éxito, he imprimía a su andar un
movimiento cansino hacia arriba y hacia abajo; sus ademanes eran finos, su voz era
pausada y respetuosa, lento en sus gestos y en sus ademanes, vivaz durante algunos
segundos, durante los que hacía alguna observación atinada, pero el noventa por
ciento de la charla permanecía ausente. Nunca miraba a nadie a los ojos durante
mucho tiempo, salvo que estuviera hablándole. Mientras no hablaba, miraba al vacío
y escuchaba atentamente toda la conversación a su alrededor, para opinar mirando a
la cara de su interlocutor luego de que decidiera que postura iba a tomar.
No importa en realidad lo que pensamos realmente, si actuamos moralmente.
Nuestros sondeos muestran que Lucas, mientras permanecía en silencio, buscaba
frenéticamente decir algo atinado y gracioso, que tuviera que ver con el tema de
conversación que se estaba desarrollando. Esto se producía en un grado mayor,
cuando el tema tratado no le interesaba. No entendía que alguien pudiera discutir en
serio de los temas que eran arrojados al ruedo de la charla. Fútbol, sexo, que quieren
las mujeres, repeticiones de programas de televisión, cámaras ocultas, hijos. Temas
espantosos. Que deseaba cambiar. Por eso intentaba desviar la charla, a veces con
tino, y otras veces infructuosamente.

Habían ido a una exposición de fotomontaje utilizando teconología digital.


Encontraron uno que mostraba el rostro del David, dividido en tres franjas separadas
de distintos colores. Una era la blanca del mármol blanco de la estatua, la otra era
amarillo pastel y la otra color plata. Lo intersante acerca de esta figura era que tenía
una gorra nazi, recortada de alguna fotografía de la segunda guerra mundial a juzgar
por el granulado y la escasa definición, con su svástica esmaltada en un círculo
blanco en el frente.

Lucas no sabía que iba a ocurrir. Por primera vez en la vida no podía llegar a
pensar lo que podría pasar. Estaba solo, en una ciudad. Daba lo mismo que fuera el
mismo país, era otro lugar absolutamente distinto al que estaba habituado. Su
pueblo, si pensaba en tamaño, era de unas veinte manzanas. La ciudad de uno, es el
país de uno. No se si alguien ya lo había dicho, pero para Lucas era así. Viendo por
la ventanilla del taxi, observó que habían transcurrido varias cuadras, así que por lo
tanto esta ciudad era más grande que su pueblo. Casi seguro, habían superado las
veinte de su pueblo. La cuestión de todo esto , era que en su pueblo podía saber todo
lo que lo esperaba. Sabía donde guardaba todo, sabía donde ir , sabía donde
quedaban todos los lugares. Acá no conocía nada, ni a nadie. Iba a poder decidir
todo. Iba a tener que decidir todo, mejor dicho, iba a cargar con el peso de las
decisiones. Lo que el no sabía, era la fuerza que llevaba dentro de sí mismo. Y como
iba a ayudarlo con sus consejos para tomar las decisiones que lo llevarían hacia
donde quisiera ir. Debía detenerse a escucharla, porque había sido largamente
olvidada, tanto que no recordaba si alguna vez la había escuchado. Tal vez no exista,
como los OVNIS. Una vez había leído que los OVNIS eran un invento pergeñado
por el gobierno de los EEUU. Con el fin de mantenter la atención de la ciencia en
dirección a localizar la vida extraterrestre tan necesaria. Buscar algo más, se hace
imperativo para el sostenimiento de la raza humana; sin una razón tan fuerte como
encontrar a nuestros hermanos marcianos o a alguna fuente de vida en el espacio
exterior además de nosotros, el hombre de desmoronaría. Se comenzaría a volver a
la tierra, hacia si mismo, hacia su inconciente. Retornaría a las bases de su esencia
personal, aceptando que no existen los extraterrestres ni Dios, ni destinos
controlados, . Además de la guerra, por supuesto.
Una particularidad de la manera de pensar de Lucas, era que se consolaba
pensando lo mal que estaba la gente que tenía a su alrededor, y se compadecía de
ello. Lo cierto era que ignoraba si estaban atravesando una mala situación, él
unicamente lo suponía, y, sospechosamente, pensar que lo estaban pasando mal lo
hacía sentir bien.
Algo que parecía costar trabajo que Lucas entendiera era que se iba a morir. Lo
iba a ser muy pronto, o iba a pasar un tiempo? El creía que una gran cantidad de
años. Por lo menos llegaría hasta los 80. le gustaba pensar que la mente operaba
sobre el cuerpo de manera milagrosa, y que cualquier cosa que su mente aceptara o
decidiera que era real, al instante lograría hacer lo que quisiera con su cuerpo. Y
porqué no podría hacerlo?
En ese momento empezó a escuchar una voz enorme que provenía desde el
fondo de su cerebro, en esas enormes planicies negras que logramos observar si
extendemos nuestra mirada hacia la oscuridad que ocupa el fondo de nuestras
cabezas:
“Con tu cuerpo, no podés hacer lo que querés? Un sacerdote de blanco, contestó
NOOOOO, no podés hacer lo que quieras con tu cuerpo. Tu vida no es tuya, es De
DIOS. DIOS ES DUEÑO DE TU VIDA. NO SE LA DES A NADIE MÁS, DIOS
TIENE TU VIDA, NO PODÉS DISPONER SOBRE ALGO QUE NO ES TUYO”
“El poeta de saco marrón , interrumpió al Sacerdote Blanco, y alzando los ojos
al cielo, le preguntó al aire, o a la niebla, o a la calle oscura, “COMO SERÁ MI
AMOR? EN QUE FORMA ESTARÁ METIDO? SERÁ UNA PERRA? UN
TRAVESTI? UNA HOJA DE BLOCK? COMO SERÁ MI AMOR? UN SALERO
DE PERLAS? UN GRUMETE DE CRISTANTEMOS, UNA GRULLA DE
SALSA, UN PELO DE COLA, UN CHOTO DE PARCHES, UNA PUTA EN
DESAVILLE, COMO SERA MI AMOR? UNA CATARATA INTERMINABLE
DE LETRAS EN MI CEREBRO QUE NO ME DEJAN PENSAR? LA GENTE A
MI ALREDEDOR SERÁ MI AMOR? EN LOS OTROS, EN ESOS, ESTARÁ MI
AMOR?
Un relator, desde la negrura del escenario, interrumpió al poeta de saco marrón,
y anunció con voz de trágico final, y separando perfectamente cada palabra : ”Ella
lo estaba esperando en algún lugar. Y esto era una certeza que de alguna manera, le
daba paz.” La luz se apagó.
Estaban juntos con Valentina. Lucas le tenía un poco de miedo, pero los
cuidados prodigados por ella, sus atenciones constantes, el permiso enorme de
haberlo dejado quedarse en su casa luego de que su tío lo echara del departamento,
todo eso, hacía que se sintiera seguro con Valentina para contarle cualquiera de sus
fantasías mas escabrosas. El exterior de Lucas no prevenía acerca de la perversidad
retorcida de su mente. Sería un hombre perfecto? O seguiría siendo Lucas?
No importaban esas preguntas, mientras estuviera con Valentina. Ella le había
dado un juego de llaves y entraba y salía a su antojo. Había obtenido una casa
propia, con una amiga dentro. Y una amiga que podría aceptar cualquier cosa de su
ser.
Igual, lo único que quería, era que le acariciaran mucho el culo. Y le chuparan
las tetillas. Y la pija. Ella lo hacía muy bien. Existiría alguien en le mundo que lo
hiciera mejor? Tenía que descubrirlo, o se quedaría con ella ,a para siempre? La
pregunta, creaba la incertidumbre.
Lucas se miraba en el espejo, después de sus interminables elucubraciones
mentales acerca de pajas mentales que se hacía todo el tiempo, y se reconocía. Veía
al Luquitas de Mamá. Y le daba miedo por él, quería cuidarlo.

Cánticos de Africa
En el aire helado
Fiesta de cuadrantes
La misma montaña
Caderas africanas
Sucias, tierra de la selva
Ennegrecidas pieles
Cuerpos dolorosamente enmaderados
Danzas y fuego
Tierra y humo
Diamantes en el techo mundial
Leños carcomidos por las llamas
Músculos de árboles
Enmarcan a los
Encabritados caballos.
Danza y noche
Fuego y rito
La creencia emocional que existía antes
Cuando vivíamos sobre la Madre Tierra.
Antes, de que nos dijeran que todo se iba a acabar
Antes, de la soja transgénica
Antes de los agroquímicos
De las semillas con el ADN alterado.
Antes de los aviones
De la red mundial de computadoras
Antes, cuando la televisión
Era reemplazada por los árboles
Los astros, los animales, el clima, la tierra, el agua, el fuego, el aire.
Los otros.
Cuando la experiencia y la vida, comienzan de nuevo.
Tu vida es nueva, recién comienza

Carroña de perro
Atranca la puerta
Pistea el destino
No vuelvas la vista

Sientes el calor
De un vagón
Plagado de gente
Subterraneo lleno
Una hora muy pico
Estoy por explotar del ahogo.

Quizás no exista
Mis letras encarnan el deseo de ser amado
Por alguien
Y nada más creo que vaya a suceder en mi vida

Lucas escribía en su cuaderno ausente. Y si todo fuera una farsa? Si toda su


imaginación hubiese sido inducida?
Seducido por la televisión, para convertirse en un héroe para sí mismo. Modelada su
película . Después de todo, concebía a su vida como una película, al mejor estilo
hollywood. Tenía sentido la contaminación de su mente, y que su mente se hubiera
transformado en un televisor o en una pantalla de cine. Eran alegorías demasiado
evidentes para no tenerlas en cuenta.
Entonces la idea de haber sido adoctrinado en una concepción de la realidad a
modod de una película que nosostros vemos nada más, es muy cómoda, pero la
dolorosa realidad, inducida. Por quien?=
Me la indujeron. Quien?
No me dieron cariño del bueno.
No eran buenas personas a mi alrededor las que había cuando era pequeño.
Creía que me bastaba con mi madre y mi padre.
Entonces buscó la única fuente de novedades, de excitación. Su madre y su
padre nunca lo emocionaron lo suficiente. El mundo externo presentaba mayores
emociones.

Cruzando la rama alta hacia el otro lado


Mi amigo me anima a cruzar
Estamos en lo alto del árbol
Y las copas se comunican
Quiero caminar sobre la rama
Hacia el otro árbol
Pero siento miedo.
Siento.
Tengo miedo
Tengo o siento
Se tiene algo en la mano
Se tiene algo y existe aparte
Tengo frío
Siento frío
Lo que se tiene, no existe.
Se tiene una cosa
Los sentimientos no se tienen.
Tengo amor
Tengo un amor
Qué es eso?
Tiene amor? Si aquí tengo cuánto le doy?
Dame amor
El amor no se da, se siente
No se entrecruza como un objeto que se da
Es un sentimiento, como todos a los que no estás acostumbrado.

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