Cuando hablamos de familia nos referimos a la más universal de las instituciones sociales, la

unidad básica de la sociedad y la fuente de las primeras y más poderosas influencias a las
que está expuesto el individuo en todas las sociedades (Brullet1), representa para el individuo
un sistema de participación y exigencias en un contexto donde se generan y expresan
emociones, el medio donde se proporcionan satisfacciones y se desempeñan funciones (de
socialización (la principal); de regulación sexual; reproductiva; afectiva; de status y de
protección ) relacionadas con la educación y cuidado de sus integrantes; además de los
apegos establecidos, la familia es el sistema inicial en que los niños desarrollan sus
habilidades socioemocionales, aprenden valores, estableciéndose pautas de relación que le
permitirán luego ir interactuando con los diferentes sistemas. Pues bien, sabemos que la
familia es y forma parte de un sistema; entendiendo por sistema: a los conjuntos de
elementos que guardan estrechas relaciones entre sí, que mantienen al sistema directa o
indirectamente unido de modo más o menos estable y cuyo comportamiento global persigue,
normalmente, algún tipo de objetivo2. Las definiciones que nos concentran fuertemente en
procesos sistémicos internos deben, necesariamente, ser complementadas con una
concepción de sistemas abiertos, en donde queda establecida como condición para la
continuidad sistémica el establecimiento de un flujo de relaciones con el ambiente. Dichas
relaciones se dan dentro del modelo ecológico3 las que se jerarquizan de acuerdo a la
proximidad que el niño tiene con su entorno, dichos ambientes se agrupan uno dentro de
otro, siendo el más interno la díada (madre - hijo, profesor - estudiante), que está en directa
relación con la evolución del desarrollo, uno de los componentes del sistema es capaz de
observar cómo se desarrolla el otro. En los sistemas siguientes (tríadas, tétradas y
estructuras más grandes), la participación de terceros permite completar el desarrollo inicial
a partir de la interacción con otros, puesto que la integración de otras personas proporciona
elementos novedosos (no necesariamente constructivos) a la evolución de cada niño. Lo
anterior es aplicable al segundo nivel, es decir, las relaciones entre los entornos (hogar,
escuela, trabajo) permitirán un desarrollo integrado del niño, puesto que la comunicación,
participación conjunta e información de cada entorno, facilita la inserción social del mismo, a
la vez que sustrae conocimientos y experiencias que lo harán un ser social con un desarrollo
integrado.

Sabemos que la díada es el entorno inmediato del individuo y del cual este se hace parte, es
aquí en donde ocurren la mayoría de las acciones e interacciones del niño, cumpliendo un rol
fundamental la familia y el contexto escolar, ambos tienen en común un miembro y como lo
afirma Lodo – Platone (2002), desde la óptica de la teoría de sistemas cualquier conjunto de
individuos que compartan un mismo contexto e interactúen con cierta frecuencia y
permanencia en el espacio y el tiempo, tienden a generar características y pautas
diferenciadas de funcionamiento que lo distinguen de los demás. Así, familia y escuela se
convierten en dos sistemas humanos de referencia trascendental para la vida del niño; en
ellos se establecen relaciones interpersonales significativas que median para la
interiorización de la identidad personal y cultural; igualmente contribuyen a la adquisición de
destrezas y valores, los cuales se van ampliando durante su progresiva inserción social como
miembro activo y productivo de un país. Tanto la familia como la escuela ejercen influencia
sobre el desarrollo del niño. Ambos, por tanto, no pueden separarse del contexto histórico y
sociocultural que los involucra. Uno y otro proporcionan un clima afectivo, de permanencia,
de seguridad, de intercambio de valores, creencias, conductas y deben proporcionar a los
niños cierta estabilidad. Los dos, por tanto constituyen dos sistemas interrelacionados.

Concuerdo con Ximena Sepúlveda; al expresar el rol preponderante que tiene la familia en el
desarrollo integral de los niños. Para favorecer una familia sana es necesario que los
integrantes establezcan vínculos nutritivos, que sean capaces de reflexionar y aprender;
1
Material de estudio La Familia, base significativa para el aprendizaje, Unidad 1, Universidad del Mar, 2011.
2
Arnold, M. y Osorio, F. Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas, Departamento de Antropología. Facultad de
Ciencias Sociales Universidad de Chile. 1998.
3
Bronfenbrenner, 1979. Citado en “El Modelo Ecológico una Teoría para Fomentar el Desarrollo Integral de los Niños en Contextos Educativos”.
Diciembre 2010.
porque de esa forma los hijos serán la primera prioridad (Milicic, 2007), debido a que las
familias que generan individuos psicológicamente más sanos y en consecuencia más
proclives a resolver conflictos pacíficamente son aquellas que cubren mejor las necesidades
en las distintas etapas del desarrollo; El hecho de contar con un vínculo de apego que sea
seguro y que cubra de forma satisfactoria las necesidades afectivas desde la primera infancia
a la adolescencia ofrece la base para un desarrollo armónico que permite la promoción del
desarrollo integral de la persona, así como las buenas relaciones, y la comunicación positiva
con los demás, ya sean éstos adultos o niños4. En el ámbito educativo, los profesionales a
cargo deben fomentar la educación en los padres y de todos los integrantes que constituyen
la familia; así como la escuela es el segundo contexto de desarrollo que tiene mayor
importancia después de la familia, el contexto escolar es un lugar importantísimo para el
desarrollo, en él no sólo se fomenta el desarrollo cognitivo, el aprendizaje de contenidos y
conocimientos, sino que tiene un papel fundamental en el aprendizaje de la convivencia, en
la adquisición de normas, valores y actitudes, por ello debe ser el lugar idóneo en que se
eduquen no sólo de forma teórica, sino sobre todo de una manera eminentemente práctica,
los valores relativos a la paz, a la convivencia y a la solidaridad. En la escuela, el profesorado
sirve como modelo de aprendizaje para los niños. Sin olvidar al grupo de amigos que es
también importantísimo para el desarrollo y aprendizaje y, como todos sabemos, toma un
papel preponderante en la adolescencia y primeros años de la juventud.
Bibliografía

Arnold, M. y Osorio, F. Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas,

Departamento de Antropología. Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Chile. 1998.

Material de Apoyo para el Alumno. La Familia, base significativa para el aprendizaje. Unidad
1, Universidad del Mar, Chile. 2011.

Poblete, C. Influencia de los Microsistemas en el Desarrollo Físico, Cognitivo, Emocional y

Social del Niño y/o Adolescente. Diciembre 2010.

Poblete, C. El Modelo Ecológico una Teoría para Fomentar el Desarrollo Integral de los Niños
en Contextos Educativos. Diciembre 2010.

4
Bowlby, 1969; López, 1995 y 1999; Rodrigo y Palacios, 1998. Citado en “El Modelo Ecológico una Teoría para Fomentar el Desarrollo Integral de
los Niños en Contextos Educativos”. Diciembre 2010.
Faltó Profundizar En Relación A Como Ud. Como Profesional Del Ámbito Escolar Así Como Los
Diferentes Actores Educativos, Pueden A Través De La Relación Con Las Familias Orientar
En Torno A La Importancia De Fomentar Y Fortalecer La Relación Familia – Educación.