Bogotá, D.C., cinco (5) de octubre de dos mil cinco
(2005).
Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por
el apoderado de la sociedad INVERSIONES MOMO Y CIA S. EN C., contra la sentencia de fecha 9 de diciembre de 2004 proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué, en el proceso Casación Rad.26079
ordinario laboral promovido por CLARA INÉS
SANDOVAL TRUJILO contra la recurrente. I-. ANTECEDENTES
La actora mencionada demandó a la citada sociedad para
que se le condenara, en cuanto interesa al recurso de casación, a pagarle los salarios caídos por el no pago de prestaciones y salarios.
Como fundamento de su pretensión manifestó que la
demandada le pagó sus prestaciones sociales, al igual que sus primas de servicio y vacaciones con el sueldo fijo sin incluir las comisiones.
La sociedad demandada se opuso a la petición pues le
pagó todos los salarios y prestaciones a que tenía derecho, al igual que las bonificaciones o comisiones acorde con su gestión de venta. Propuso las excepciones de falta de legitimidad en la causa, prescripción, pago total de las obligaciones surgidas del contrato, inexistencia de la obligación, cobro de lo no debido y buena fe.
Mediante sentencia del 27 de junio del 2003 el Juzgado
Tercero Laboral del Circuito de Ibagué condenó a la demandada en cuanto concierne al recurso de casación a pagar la suma de $45.145,00 pesos diarios por concepto Casación Rad.26079
de indemnización moratoria por no pago de prestaciones
sociales, a partir del 6 de septiembre de 1998 hasta cuando se haga efectivo su pago.
II-. SENTENCIA DEL TRIBUNAL
Al decidir la apelación interpuesta por la apoderada de la
demandada el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué, en sentencia del 9 de diciembre del 2004, confirmó la providencia recurrida.
El Tribunal, luego de citar el contenido de los artículos
127 y 128 del Código Sustantivo del Trabajo, manifestó que los valores recibidos a título de comisiones jamás podrían entenderse como susceptibles de ser excluidos de la connotación salarial que ostentan, pues el artículo 127 no solo las mencionan expresamente sino que además son porcentajes sobre ventas y forman parte de lo que recibe el trabajador en dinero o en especie como contraprestación directa del servicio. Por lo tanto, no es válido que las partes acuerden que lo devengado por concepto de comisiones sobre las ventas pueda ser excluido de la base salarial para liquidar prestaciones. Casación Rad.26079
En cuanto a la adulteración del contrato de trabajo,
anotó, que aunque el representante legal de la demandada fue beneficiado con la preclusión de la instrucción, precisó que esta si existió en la cláusula adicional que consagra el punto en discusión, cuyo original que reposaba en poder de la demandada fue extrañamente extraviado por uno de sus empleados. Aclaró, que si lo anterior fue razón justificativa para desvincular al señor Morales de la investigación penal, no es motivo suficiente para exonerar a la demandada de la sanción prevista en el artículo 65 del C. S. del T.
III-. DEMANDA DE CASACIÓN
Inconforme con la anterior determinación, la parte
demandada interpuso el recurso de casación, con el siguiente contenido:
“4. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN
Pretendo con el cargo formulado la casación parcial de la
sentencia de segunda instancia, antes identificada, en cuanto confirmó la condena a indemnización moratoria impuesta por el a quo. En sede de instancia, solicito se revoque parcialmente la sentencia del juzgado en cuanto condenó a mí procurada por dicho concepto, y en su lugar la absuelva de la referida pretensión, y provea en Casación Rad.26079
costas como en derecho corresponda.
5. CAUSAL DE CASACIÓN
Con fundamento en la causal primera de casación laboral,
violación de la Ley sustancial, consagrada en los artículos 87 del C,P.L. y de la S.S., 64 del Decreto 528 de 1964 y 7° de la Ley 16 de 1969, formulo la siguiente acusación:
Cargo Único: violación indirecta, por aplicación indebida
de los artículos 59, 65, 149, 249, 306 y 307 del C.S.T.; 1° de la ley 52 de 1975, en relación con los artículos 27, 127 y 128 del C.S.T..
Dichos quebrantos normativos se produjeron como
consecuencia de los siguientes errores de hecho manifiestos:
1. Dar por demostrado, sin estarlo, que el cuerpo técnico
de investigaciones de la Fiscalía General de la Nación Seccional Tolima mediante experticia se pronunció sobre las adulteraciones al contrato de trabajo “por parte del representante legal de la demandada”.
2.No dar por demostrado, estándolo, que en dicha
experticia se dejó expresa constancia que “no es posible establecer si tanto patronos como los que hacen parte de las alteraciones fueron impresos por alguna de las fuentes localizadas en el Hotel Casa Morales”.
3. Dar por demostrado, sin estarlo, que la demandada
procedió de mala fe porque el contrato de trabajo fue adulterado encontrándose bajo su custodia.
4. No dar por demostrado, estándolo, que la Fiscalía
General de la Nación precluyó la investigación adelantada contra funcionarios de la demandada al no hallar Casación Rad.26079
responsabilidad de su parte en los hechos imputados por
la demandante.
5. No dar por demostrado, estándolo, que las partes
acordaron en el contrato de trabajo que celebraron que el porcentaje de la bonificación o comisión sobre ventas no hacía parte del salario.
6. No dar por demostrado, estándolo, que durante la
vigencia del contrato de trabajo la demandada pagó al demandante los salarios y demás beneficios laborales a que tenía derecho y cumplió sus obligaciones con la seguridad social.
7. No dar por demostrado, estándolo, que la demandante
recibió conforme la liquidación definitiva de prestaciones al momento de la terminación del contrato, e incluso después de terminado éste, el día 11 de septiembre de 1998, suscribió una constancia declarando a la demandada a paz y salvo por todo concepto.
8. No dar por demostrado, estándolo, que la demandada
procedió de buena fe en la liquidación definitiva de salarios y prestaciones debidos a la demandante a la finalización del contrato de trabajo.
Los anteriores errores de facto se produjeron a
consecuencia de la apreciación errónea de unas pruebas y de la falta de apreciación de otras, como se discrimina a continuación:
a) Pruebas erróneamente apreciadas.
• fIs. 432 a 435: análisis documento lógico hecho por el
cuerpo técnico de investigación de la fiscalía. • f 436 a 445: resolución de la fiscalía general de la nación, unidad primera de patrimonio económico, fiscal diecisiete. • fIs. 454 a 459: resolución de la fiscalía cuarta delegada ante el tribunal superior del distrito judicial, donde revocó Casación Rad.26079
integralmente la resolución de acusación que impuso la
fiscal diecisiete y en consecuencia ordenó preclusión de la investigación. • fIs. 62 y 416: contrato individual de trabajo a término indefinido. • f 9 solicitud de la empleada para que le presentaran las nuevas condiciones laborales por escrito y se le pagara el reajuste del salario de diciembre de 1997 y comisiones de noviembre y diciembre del mismo año.
• f 10 segunda solicitud de la trabajadora para que se
aclarara por escrito las nuevas condiciones laborales, de agosto 22 de 1998.
• f12 respuesta de la demandada a la trabajadora sobre
las condiciones laborales, de agosto24 de 1998.
b) pruebas inapreciadas.
• f 63 formulario de vinculación al instituto de seguros
sociales • f 64 formulario de afiliación a la eps salud total • f 67 carta de la ex trabajadora donde se declara a paz y salvo con la empresa hasta el día 6-9-98 • f 68 planilla de la empresa de afiliación a trabajadores al fondo de cesantías.
• f 70 a 76 relación de aportes al iss sept de 97, enero,
febrero, julio, agosto, sept de 98
• f 77 a 87 listado de autoliquidación de aportes al iss
para septiembre, agosto, julio, mayo, abril, febrero, enero de 1998, diciembre, noviembre de 1997.
• f 89 a 94: liquidación de novedades de la nómina para
agosto de 1998, julio de 1997.
• f 158 a 159: relación de novedades, sistema de
autoliquidación de aportes 97-98. Casación Rad.26079
• f 179: solicitud de vinculación a pensiones, salud y
riesgos profesionales.
DEMOSTRACIÓN
Consideró el ad quem que “la causa generadora de los
reajustes ordenados en la sentencia está constituida por la reflexión elaborada el a quo, según la cual el valor de las comisiones recibidas por la actora son salario y que por lo tanto la demandada debió tomarlos en cuenta como tal para la liquidación de las prestaciones de la trabajadora.” Este cargo no se trata de confutar el carácter salarial de tal beneficio, sino de desvirtuar el aserto del juzgador acerca de la mala fe de la conducta de la demandada.
1. Como fundamento para confirmar la condena a la
indexación moratoria adujo el tribunal que el cuerpo técnico de la Fiscalía General de la Nación, seccional Tolima, rindió experticia sobre las adulteraciones de que fue objeto el contrato de trabajo “por parte del representante legal de la demandada”. Este documento que obra a folios 432 a 435 fue erróneamente apreciado por el tribunal porque en ninguna parte el mismo se desprende que la Fiscalía haya concluido que las adulteraciones fueron hechas “por parte del representante legal de la demandada”, como infundadamente lo aseveró el Tribunal, aserto totalmente contrario al texto fidedigno de la mencionada probanza donde si bien se refiere a la adulteración, en ningún momento hace la sindicación contenida en el fallo recurrido Por lo anterior, como en el citado documento no se concluyó ninguna responsabilidad del representante legal de la demandada ni de ningún otro empleado directivo de la misma, no podía el tribunal con base en él deducir mala fe de la demandada. 2. De otra parte afirma el tribunal que el original del contrato de trabajo fue “extrañamente extraviado por uno de sus empleados”, refiriéndose a los de la Casación Rad.26079
demandada, y ocurre que fuera de las aseveraciones
de la parte demandante no hay ninguna prueba que acredite que tal aserción coincida con la verdad, porque lo cierto es que ningún elemento de juicio da respaldo a tan aventurada conclusión. 3. Tampoco hay prueba de que el contrato de trabajo haya sido adulterado cuando se encontraba en custodia de la demandada. Se trata de una afirmación huérfana de sustento probatorio. Pero de todos modos aún en el evento de que así haya ocurrido, de esa circunstancia no es dable inferir que haya sido algún directivo o representante laboral de la demandada el responsable de la alteración. Por el contrario, lo que se lee expresamente en la decisión de la Fiscalía es que “no es posible establecer si tanto patronos como los que hacen parte de las alteraciones fueron impresos por alguna de las fuentes localizadas en el Hotel Casa Morales”.
En consecuencia es ostensible el defecto valorativo del
tribunal al derivar una responsabilidad por simple sospecha, sin respaldo probatorio alguno.
4. Contrario a lo concluido por el ad quem acerca de la
mala fe de la demandada, es tan evidente que ella no existió, que la misma investigación penal, pilar esencial del tribunal para deducirla, terminó con preclusión para el representante legal de la demandada, señor Moisés Morales. Esta prueba fue mal apreciada por el sentenciador, así como la resolución de la Fiscalía 17 (Unidad primera de patrimonio económico), porque tal como se aprecia a folios 436 a 445 y 454 a 459, si bien inicialmente se dictó medida de aseguramiento, posteriormente se concluyó la ausencia de responsabilidad del señor Moisés Morales, ya que como se ve de manera fidedigna en el texto de la referida resolución, se revocó integralmente la resolución de acusación y se ordenó la preclusión de la investigación con base en que el sindicado no elaboró ni modificó el susodicho contrato, y que además la inferencia contraria quebrantaría el principio rector de la Casación Rad.26079
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culpabilidad, pues se desembocaría en una
responsabilidad simplemente objetiva, que fue la acogida erróneamente por la Sala Laboral del Tribunal Superior de Ibagué.
También se equivocó el tribunal al estimar, sin prueba
que lo respaldara, que la responsable de la adulteración fue la jefe del departamento de recursos humanos de la empresa, dado que la Fiscalía se limitó a echar de menos la declaración de dicha funcionaria en el proceso penal, pero no dedujo que ella fuese la responsable de la supuesta adulteración.
Conviene agregar que la Fiscalía en esta última resolución
no concluyó que la supuesta adulteración fuese propiciada por algún funcionario de la demandada, ni que fuera inspirada por ella, ni que fuera eficaz para conculcar los derechos de la trabajadora, sino que todos esos aspectos debían ser dirimidos por la jurisdicción ordinaria en la especialidad laboral, “escenario judicial competente, expedito e idóneo para debatir la naturaleza y alcances jurídicos de las modificaciones introducidas a las condiciones laborales preestablecidas”. Así se lee textualmente en el documento, por lo que el yerro fáctico del ad quem es protuberante porque de la decisión penal no surge responsabilidad alguna para el empleador o sus representantes.
Como no hay ninguna decisión definitiva de la Fiscalía de
la cual emerja responsabilidad de directivos de la empresa en un supuesto comportamiento reprochable, no le era dable al fallador inventarla, sin apoyo en las pruebas del proceso.
5.Erró también el tribunal al no tener en cuenta que
durante todo el desarrollo de la relación de trabajo, para las partes siempre fue claro que las llamadas comisiones o bonificaciones sobre ventas no harían parte del salario base de liquidación de prestaciones sociales. De manera que al margen de si se denominaban comisiones o Casación Rad.26079
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bonificaciones, al margen de su real encuadramiento
jurídico, lo cierto es que, para efectos de buena fe, en la ejecución del contrato para las partes siempre fue diáfano que no tenían connotación salarial. Así se acredita con el contrato de trabajo (folio 62) que fue mal apreciado por el tribunal, porque en él consta claramente, de una parte, que su finalidad era que la trabajadora “desempeñara a cabalidad sus funciones”, tal como aparece en ambas cláusulas del reverso del contrato, estipulación que no fue desconocida en el proceso por la parte promotora de la litis; y de otra lado, da fe dicho documento que trabajadora y empleadora acordaron expresamente que tales beneficios no hacían parte del salario para efectos legales.
Con prescindencia de si esa cláusula es válida o no, al
margen de si ese beneficio es salario o no (lo cual exigiría un examen jurídico detenido ajeno a los propósitos del cargo), lo indubitable es que en el plano de los hechos, es indiscutible la buena fe de la demandada porque su proceder se ajustó estrictamente a lo convenido con la demandante.
Por lo dicho, el contrato de trabajo celebrado entre las
partes (folio 416) también fue mal apreciado por el tribunal, porque así se hubiera incluido el término comisión o el de bonificación, la verdad es que no tiene discusión que para uno o para otro evento las partes estipularon que dada la modalidad del beneficio y “por ser recursos para que desempeñe a cabalidad su funciones” (la trabajadora), “no hace parte del salario”. Por tanto, independientemente del bautismo jurídico, las partes convinieron que la finalidad del beneficio no era retribuir servicios sino facilitar el cabal cumplimiento de las funciones, motivo por el cual para efectos de la buena fe es perfectamente razonable y atendible el acuerdo sobre exclusión salarial. Casación Rad.26079
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6. No dio por demostrado el tribunal que durante la
vigencia del contrato de trabajo la demandada pagó al demandante los salarios y demás beneficios laborales a que tenía derecho y cumplió sus obligaciones con la seguridad social. Este error se originó en la falta de apreciación de los documentos que se mencionan a continuación: Comprobantes de pago de la prima de servicios del primer semestre de 1998, segundo de 97, nómina de agosto de 1997 a marzo de 1998, nóminas de junio y julio de 1998 (Fls. 15 a 34); comprobante de pago de nómina junio de 1998 (Fls. 95 a 96); promedio de nómina de enero a junio de 1998 (F. 97); Liquidación de las novedades de nómina para junio, mayo, abril, marzo, febrero, enero de 1998 (Fls. 98 a 116); Comprobante pago de nómina para enero 1998, diciembre, noviembre (Fls. 117 a 120); liquidación novedades de nómina noviembre, octubre, septiembre de 1997 (Fls. 121 a 127); acumulado por empleado a septiembre de 1998 (FI 128); liquidación novedades de nómina y comprobantes de pago para septiembre, agosto de 1997 (FI 129 a 137); comprobante de pago de prima de servicios para segundo semestre de 1997 (FI 138); liquidación anual de cesantías para diciembre de 1997 (FI 139); comprobante de pago prima de servicios segundo semestre de 1997 (FI 178); recibo de comisiones de octubre de 1997 (FI 180 a 181); recibo de comisiones de julio, agosto y septiembre de 1997 (FI 182 a 184); pago de comisiones julio y agosto 1997 (F. 193); pago anticipos agosto de 1994 (F. 194); liquidación de comisiones (Fls. 195 a 198); anticipo de comisiones agosto de 1997 (F. 199); anticipo comisiones mes de noviembre 98 (E. 208); anticipo comisiones febrero 98 (Fls. 209 a 210); comisiones enero y febrero 1998 (F. 274); comisiones Marzo y Abril 1998 (F. 279); cancelación comisiones mayo 1998 (F. 285); consignación a nombre de la trabajadora (E. 351); comprobante de pago de sueldo base, recargos, subsidio de transporte, aportes seguridad social (F. 408). Todos estos documentos acreditan que para las partes siempre fue tema pacífico y claro que las comisiones o bonificaciones sobre ventas no hacían parte del salario. Casación Rad.26079
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Todo lo dicho está ratificado con la correspondencia
cursada entre las partes sobre el particular, en especial la que obra a folios 9, 10 y 12 del expediente. En efecto según el folio 9, el 24 de enero de 1998 la demandante solicitó a la demandada se le informara por escrito las nuevas condiciones laborales que había “acordado con el señor Morales”. Igualmente, de conformidad con el documento de folio 10 la demandante pidió a la demandada se aclarara por escrito sus condiciones laborales y particularmente la forma de liquidar las comisiones sobre ventas y que se le hiciera entrega de su contrato de trabajo. Al folio 12 consta la respuesta dada por la demandada a la promotora de este proceso en la cual especifica que la bonificación sobre ventas es del 2%, se le ratifica que estos pagos “según lo acordado no constituyen salario; por lo tanto no hacen promedio para pago de prestaciones sociales”. Por ello, estos documentos que simplemente los menciona el tribunal en su fallo, no obstante haberlos visto fueron mal apreciados dado que mal podría la demandada a la terminación del contrato sorprender a la trabajadora o engañarla, con algo inusitado, cuando tales probanzas acreditan que desde antes del finiquito laboral ya le había expresado a la ahora demandante (sin objeción de su parte) que dichos beneficios no tenían connotación salarial, lo que evidencia un proceder transparente de la demandada, totalmente contrario al inexplicablemente concluido por el tribunal.
Nótese adicionalmente que la información y precisión
sobre estos hechos comunicados por la demandada al demandante en la carta del 24 de agosto de 1998, que el tribunal se limita a mencionar (folio 14 del fallo), no mereció inconformidad ni reparo alguno por parte de la demandante, por lo que es inexplicable que el sentenciador haya concluido la mala fe, siendo que se desprende de ellos un comportamiento transparente y diáfano. Casación Rad.26079
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7. No dio por demostrado el tribunal que la demandante
recibió “conforme” la liquidación definitiva de prestaciones al momento de la terminación del contrato, e incluso después de terminado éste, el día 11 de septiembre de 1998, suscribió una constancia declarando a la demandada a paz y salvo por todo concepto.
Si bien apreció el tribunal la liquidación definitiva de
prestaciones que obra a folio 13, fue mal estimada porque en ella consta que no hubo ninguna objeción por parte de la demandante y por el contrario, acredita en forma contundente dicho documento que ella no tenía ningún reparo, por el contrario estaba de acuerdo con la liquidación final porque expresamente dejó consignado con su firma la siguiente leyenda “RECIBI CONFORME”.
Incluso días después de terminado el vínculo laboral, el
día 11 de septiembre de 1998, suscribió la demandante una constancia expresa, que el tribunal no apreció (folio 67) conforme a la cual se acredita con el esplendor que irradia su simple lectura, que la demandante declaró “a paz y salvo por todo concepto hasta la fecha, a la empresa Inversiones Momo y Cia S en C Hotel Internacional Casa Morales, en la que laboré hasta el día 06-09- 98.”
8. En suma, si no se dedujo judicialmente que alguno de
los representantes de la demandada hubiese actuado de mala fe, si por el contrario se precluyó la investigación penal, si las partes acordaron expresamente que los beneficios por ventas no hacían parte del salario porque su finalidad fue la que plasmaron en el avenimiento, si así lo entendieron las partes durante toda la ejecución del contrato con las liquidaciones de beneficios, si a la terminación del nexo la demandante dejó expresa constancia que recibía conforme la liquidación final de prestaciones, y aún más, si después de la extinción del contrato en forma paladina declaró a paz y salvo a la demandada por todo concepto, es una verdad inconcusa Casación Rad.26079
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la buena fe, por lo que la conclusión del Tribunal
realmente es disparatada.
Puede advertir adicionalmente esa respetable Sala cómo
la ilegal condena del tribunal produce el ilógico efecto de que un contrato de trabajo de duración tan efímera, ya que sólo rigió año y medio, genere una sanción moratoria de 7 años de salarios caídos, lo cual no sólo es ilegal y aberrante, sino manifiestamente injusto, con mayor razón si se demostró de modo palmario la buena fe de la demandada.”(Folios 13 a24 del cuaderno de la Corte).
IV-. CONSIDERACIONES DE LA CORTE
El recurrente considera que la empresa actuó de buena fe
por los siguientes hechos:
1-. Porque judicialmente no se dedujo que algunos de los
representantes de la demandada hubiese actuado de mala fe y por el contrario se precluyó la investigación penal.
Eso es cierto, pero también lo es que en esa misma
providencia se dijo que la jurisdicción ordinaria laboral es el “escenario judicial competente, expedito e idóneo para debatir la naturaleza y alcances jurídicos de las modificaciones introducidas a las condiciones laborales preestablecidas.”(Folio 458).
Y el Tribunal no desconoció esa circunstancia, cuando
manifestó que “Esta Sala no tiene porque entrar a Casación Rad.26079
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cuestionar lo que el Fiscal del caso resolvió, pero de lo
que no queda duda, es que el documento que contiene el contrato de trabajo fue adulterado precisamente en la cláusula adicional que consagra el punto en discusión....y aunque fue la razón evidentemente justificativa de la desvinculación del señor Morales de la investigación penal, no lo es como motivo suficiente para exonerar de la sanción establecida en el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo a la sociedad convocada al proceso, toda vez que la documental de marras fue adulterada encontrándose bajo la custodia de la demandada.”(Folio 22).
2-. Que las partes acordaron expresamente que los
beneficios por ventas no hacían parte del salario.
El Tribunal con apoyo en los artículos 127 y 128 del C.S.
del T. se refirió a los pagos que integran el salario y cuales no, para concluir que no es válido que las partes acuerden que lo devengado por concepto de comisiones sobre las ventas pueda ser excluido de la base salarial para liquidar prestaciones, porque se trata de una retribución directa en su más pura y genuina significación.
Al respecto es pertinente recordar lo dicho por esta
Corporación: Casación Rad.26079
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“Es por lo anterior que el tema puntual en discusión se
reduce a determinar si en perspectiva del ordenamiento jurídico existente tiene o no eficacia jurídica el acuerdo de voluntades dirigido a sustraer como pago constitutivo de salario y, por ende, a excluir del que sirve de base a la liquidación de prestaciones sociales, lo reconocido al trabajador por concepto de comisiones; pues de tal definición depende la prosperidad de los cargos.
En relación con el aludido tema debe la Sala recordar que
en reiteradas oportunidades ha puntualizado, interpretando para ello lo que al efecto prevén los artículos 127 y 128 del Código Sustantivo del Trabajo, modificados por los artículos 14 y 15 de la ley 50 de 1990, que carecen de eficacia los acuerdos inter - partes que desconozcan el carácter salarial a las comisiones; hermenéutica que viene delineando desde la sentencia del 29 de enero de 1997, radicación 8426, la cual se ha mantenido, entre otras, en las de octubre 28 de 1998, radicación, 10951, diciembre 10 de 1998, radicación 11310, febrero 19, octubre 1º y noviembre 14 de 2003, radicaciones 19475, 21129 y 20914, respectivamente. Y es así como en la primera de las providencias citada se expuso:
“ (…) observa la Sala, por vía de doctrina,
que con arreglo al artículo 127 del C.S. del T. las comisiones pactadas entre el empresario y el trabajador son factor de salario en su integridad, sin que sea dable escindirlas en sumas que se otorgan como alojamiento y gastos de representación. Si las partes desean convenir estos últimos conceptos para que sean devengados por el empleado, lo pueden hacer en otra estipulación con las consecuencias que permite el artículo 15 de la ley 50 de 1990 (exclusión para efectos de prestaciones sociales), pero sin afectar la autonomía que revisten las comisiones, las que dada su naturaleza y previsión legal, siempre tienen una connotación salarial, por Casación Rad.26079
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lo que un pacto en contrario sería ineficaz “.”
(Rad. 21941 – 26 abril de 2004).
“Luego, si como lo halló demostrado el propio juzgador,
el pago realizado al accionante tenía todas las características del salario y correspondía realmente al concepto de comisiones, independientemente de la denominación que se le diera, no podía excluirse como parte del salario retributivo del servicio, porque, tal cual lo señala el recurrente, esa naturaleza salarial proviene del artículo 127 del Código Sustantivo del Trabajo, y no se le puede desconocer por lo dispuesto en el 128, puesto que él no permite restar el carácter salarial de cualquier pago al que se refieran los acuerdos celebrados por los contratantes, sino que procede sólo frente a algunos auxilios o beneficios. Pero en modo alguno puede aceptarse que esa última normatividad incluya todos los conceptos o rubros, como las comisiones, que por su origen, quedan por fuera de la posibilidad que ofrece el mencionado artículo 128, de negar la incidencia salarial de determinados pagos en la liquidación de prestaciones sociales o de otras acreencias laborales.
De allí que no podía, sin trasgredirse la ley, darle validez
al pacto o escrito por medio del cual se desfiguraba la naturaleza salarial de las comisiones, porque el artículo 43 del C. S. del T. prevé la ineficacia de las estipulaciones o condiciones que sean contrarias a la ley.”(Rad. 22069 – 27 septiembre 2004).
“Lo anterior resulta suficiente para la improsperidad de
los cargos, con más veras, porque reiteradamente esta Corporación interpretando los artículos 127 y 128 del Código Sustantivo del Trabajo, modificados por los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de 1990, ha sostenido, como lo puntualiza el Tribunal, “que las comisiones por expreso mandato legal son salario y por lo mismo carecen de eficacia aquellos acuerdos Inter.-partes que le desconozcan ese carácter. (Ver entre otras, sentencia del Casación Rad.26079
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29 de enero de 1997, expediente 8426)”, sentencia de 19
de febrero de 2.003, radicación 19475.
En tal sentido se refirió esta Sala de Casación en
sentencia de homologación del 18 de octubre de 2001, radicación 16874, cuando posterior a transcribir el artículo 127 del Código Sustantivo del Trabajo, reformado por el 14 de la Ley 50 de 1990, asentó:
“Estos factores por integrar el núcleo esencial de la
noción legal del salario no pueden ser alterados por las partes ni por los laudos arbitrales. De manera que los pagos en rubros tales como la propia remuneración ordinaria, los recargos por trabajo nocturno, horas extras, trabajo en días de descanso obligatorio, porcentaje sobre ventas o comisiones, no pueden ser desnaturalizados de su connotación salarial, así sea por los avenimientos de las partes, porque el legislador por constituir una retribución “directa” del servicio y por pertenecer todos ellos a la estructura fundamental del salario, les asigna de modo insustituible tal condición, a menos que sea la propia ley que permita hacer excepciones como ocurre, entre otros conceptos con las primas legales de servicio, los eventos del artículo 14 de la ley 50 de 1990 y los salarios básicos para liquidar prestaciones” (el subrayado está por fuera de texto).”(Rad. 20914 – 14 noviembre 2003).
3-. Si así lo entendieron las partes durante la ejecución
del contrato con las liquidaciones de beneficios, si la demandante dejó expresa constancia de estar conforme con la liquidación final de prestaciones sociales y declaró a la demandada a paz y salvo por todo concepto, se debe concluir que la empresa actuó de buena fe. Casación Rad.26079
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Al respecto, se debe anotar, que el hecho de haber
cumplido la empresa con sus obligaciones durante la vigencia del contrato, no significa que al final del mismo no hubiera incumplido su obligación de pagar las prestaciones sociales incluyendo todos los factores salariales, concretamente las comisiones o bonificaciones por ventas.
Es decir, que el pago de la indemnización prevista en el
artículo 65 del C.S. del T. depende de si a la extinción del vínculo laboral el empleador no paga al trabajador los salarios y prestaciones debidos, de lo cual se desprende que es con referencia a ese momento que debe analizarse el comportamiento patronal para atribuirle o no buena fe en el mismo.
Además, el hecho que durante la vigencia del contrato de
trabajo la demandante no hubiere reclamado sobre la naturaleza de esos pagos, no se puede entender que ese comportamiento prima sobre el mandato legal.
Lo mismo puede decirse en cuanto a la constancia de
conformidad y el paz y salvo por todo concepto, pues al tener dichos derechos el carácter de irrenunciables, nada impide que posteriormente, como aquí ocurre, se acuda a la justicia laboral para el reconocimiento y pago de sus derechos. Casación Rad.26079
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4-. Finalmente, se dice que es ilógico que un contrato de
trabajo que sólo rigió año y medio genere una sanción de siete años de salarios caídos.
Se ha dicho por esta Corporación, que lo irrito de lo
adeudado no implica exoneración de la sanción moratoria por el no pago oportuno y completo de salarios y prestaciones sociales.
Además, dicha indemnización no es proporcional o
depende de la duración del vínculo laboral, sino que se causa en atención al tiempo que transcurra entre la terminación del contrato de trabajo y el momento en que se cancelen de manera completa las sumas adeudadas.
Por lo tanto, no incurrió el Tribunal en la violación de la
ley que se le atribuye en el cargo, el que en consecuencia no prospera.
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,
Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué el 9 de diciembre de 2004, en el proceso. seguido por CLARA INÉS SANDOVAL TRUJILLO contra la sociedad INVERSIONES MOMO Y CIA S. EN C. Casación Rad.26079
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Sin costas en el recurso extraordinario, por cuanto
no hubo oposición.
Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el
expediente al tribunal.
EDUARDO LÓPEZ VILLEGAS
GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA CARLOS ISAAC NADER
LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ