La política de defensa de la competencia

Definición
Es el conjunto de normas y medidas que tratan de promover y mantener un proceso
de competencia efectiva en los mercados para conseguir una asignación eficiente de
recursos que origine un mayor bienestar de los consumidores.

A través de esta política, se pretende la defensa del consumidor mediante la

protección del proceso competitivo, la defensa del competidor, protegiendo a
los competidores pequeños de los rivales más fuertes, la equidad entre productores y
consumidores, evitando los convenios o acuerdos restrictivos entre empresas y así
conseguir la eficiencia dinámica de estas., así como controlar o eliminar, las fusiones,
excluyendo el abuso de una posición dominante, que limite el acceso a los mercados
o restrinjan la competencia y tengan efectos perjudiciales para el comercio.

Tiene su origen en el Tratado de Roma, de 1957, donde se crea el Mercado Común y

donde la política de competencia se configura como uno de los pilares de las políticas
comunitarias.

La regulación de la política de la competencia se contiene en el título VI del Tratado y

consta de dos secciones bastante diferenciadas: disposiciones aplicables a las
empresas y ayudas otorgadas por los Estados.

Cabe destacar las Disposiciones aplicables a las empresas: (Art. 81 del Tratado CE)

“Quedan prohibidos todos los acuerdos entre Empresas, las decisiones de

asociaciones de empresas y las prácticas concertadas que puedan afectar al comercio
entre los Estados miembros y que tengan por objeto o efecto impedir, restringir o
falsear el juego de la competencia dentro del Mercado Común.”

Política Antimonopolio:
Es el conjunto de medidas gubernamentales estratégicas, para alcanzar la asignación
eficiente de los recursos y establecer en un mediano y largo plazo las condiciones
para que los mercados del país operen en un ambiente de libre y de justa
competencia.

El objetivo es garantizar un mayor respeto de las normas de competencia de la Unión

Europea en interés de los consumidores y de las empresas, aligerando, al mismo
tiempo, el peso burocrático que sufren las empresas con actividades en Europa

Ámbito de aplicación:

• El presente Reglamento se refiere a las normas de aplicación de las

disposiciones del TFUE en los acuerdos, decisiones de asociaciones de
empresas y prácticas concertadas susceptibles de limitar la competencia
(artículo 101 TFUE) y los abusos de posición dominante (artículo 102 TFUE).
Política de Control de concentraciones entre empresas
Objetivo del Reglamento sobre el control de concentraciones

Reformar el marco reglamentario, reforzar el principio de “ventanilla única”, impulsar la

participación de las autoridades nacionales y simplificar el procedimiento de notación
e investigación.

Las medidas tomadas para el fomento de la competencia generan los siguientes

efectos positivos:

• La reducción en los costes de producción y en los precios de los productos.

• El incremento de la producción, permite el aumento de la demanda de trabajo y

una presumibles reducción del paro.

• Se estimula el desarrollo y el crecimiento económicos. Las innovaciones surgen

y se imitan más rápidamente.

• La competencia contribuye a la estabilidad económica (las decisiones de unos

pocos no condicionan la evolución de la economía)

Pero los efectos negativos se derivan de:

• Las pérdidas en los puestos de trabajo en los sectores que antes estaban
regulados.

• Los efectos sobre las empresas en ciertos sectores y regiones donde favorecía
la regulación.

• Las posibles desviaciones, provocadas por competencia desleal o por

imposición de limitación al acceso a algunos mercados.

Política de defensa de la competencia en España

La política de defensa de la competencia en España se encuentra en un periodo de
cambio debido:

- Promulgación de una nueva ley.

- La puesta en marcha de los órganos autonómicos.

Durante los últimos 20 años en España se ha llevado a cabo un proceso muy

importante de reforma y liberalización de numerosos sectores económicos, que
tradicionalmente habían estado sometidos a una fuerte regulación e intervención
estatal.

En particular este proceso liberalizador y privatizador se acelera, por la necesidad de

entrar a formar parte de la Moneda Única en 1999.
La intensificación del proceso de desregulación que se produce desde 1996, produce
la necesidad de potenciar la política de defensa de la competencia.