Sei sulla pagina 1di 9

Primera generacion

Inicio

El cielo es azul, la tierra es cubierta por el pasto verde y los rios son tan claros.
Los animales andan por toda la naturaleza, dejando sus huellas.
Y yo, Ryan, soy feliz por eso. Y sin olvidar, de estar casado con la mujer mas bella que allan visto
mis ojos.
Viviendo de la tierra y sin preocupaciones. Es asi como vivo.

Hace poco me visito Hank Smith, mi amigo de la infancia y hoy herrero de la ciudad.
- Vaya. Te ha ido bien, Ryan.
- Por supuesto. No subestimes la fuerza de un granjero.
- Jojo. Y tu subestimes la de un herrero. Pero dejando al lado nuestras fuerzas. ¿Cómo esta tu
familia? He escuchado que ha andado mal el clima por estos dias.
- Pues me tiene preocupado la salud de Carol. Ella es muy enfermiza y siempre ando cuidando
cualquier detalle.
- Jeje. Que envidia. Ya han pasado bastantes años y aun sigues casado.
- ¡Hey! ¡Parecia que insultabas a mi esposa!
- No, no.
- Solo bromeaba. Aunque tienes razon, pero es porque la amo desde lo profundo de mi corazon.
- Jojo. Si, hasta hay dos pruebas de…
- No hables asi de los hijos de otros.
- Si… hijos…
- Oh. Perdoname por eso.
- ¡Ja! ¡Ni que fueras el culpable!

Aun me siento culpable por lo de ayer con Hank. Él es un buen hombre, pero veo en sus ojos la
soledad y la tristeza por no encontrar a su otra mitad en el amor.

Mi familia esta conforma por mi esposa Carol de 29 años, mis dos hijos Zito y Jullk de 16 y 15
años respectivamente, y yo de 27.
Si. Me case a los 11 años con Carol cuando ella tenia 13 años. Y la razon es simple. Yo la amo
desde el momento en que la vi.
Ambos eramos huerfanos después de una batalla que se dio, donde se involucraron nuestros
padres y donde ellos fallecieron por protegernos. Asi mismo, me las ingenie para cuidar de mi
familia a temprana edad.

El clima empeoro por mucho.

Hoy. A Carol le afecto el cambio de clima y ha caido en cama por una fuerte fiebre.
Mande a llamar por el doctor Marcus Mint.
- ¿Cómo esta ella? ¿Se aliviara pronto?
- Ryan. Lamento decirte esto. Pero tu esposa no pasara por esta noche.
- ¡¿Qué?!
- Disculpame. No se que enfermedad sea, no habia visto nada igual.
- No… no… ¡No!
Antes de que el doctor Mint me dio unos remedios para bajar la fiebre de Carol.
La fiebre de ella ceso lo suficiente para ver nuevamente a su familia, siendo conciente de lo que
aconteceria esa noche.
- Zito. Jullk. Por favor, dejenme a solas con su padre.
Ellos nunca desobecieron sus palabras, ni ayer ni ahora.
- Ryan. Eres un buen hombre.
- Eh… espera. No me digas que…
- Si. Ha llegado…
- ¡No! ¡No, por favor!
- Escuchame, Ryan. Yo me enamore de ti cuando te vi por primera vez. Y esa amor se hizo mas y
mas fuerte con el pasar de los años. Tambien por ver a mis hijos crecer y hacerles saber lo
magnifico que eres como padre.
- Carol.
- Pero… hoy.
Aprete mi mano con la suya. Sintiedo como la fuerza de nuestra carne, huesos y sangre se
despedia del otro. Cada vez mas dejando de sentir la fuerza de Carol.
- No te vayas. No te vayas. No me dejes solo.
- Amor mio. Aun tienes a nuestros hijos de tu lado, ellos te daran la compañía. Y no me enojare si
encuentras a otra…
- ¡No! ¡Tu eres a quien amo! ¡Solo a ti!
No me importaba que Zito y Jullk estuvieran detrás de la puerta y me escucharan.
- Ryan. Te amo. Cuida de nuestra familia.
- ¿Eh...?
En ese instante. Los ojos de Carol se cerraron, pero su rostro mantenia una dulce sonrisa. Y su
mano dejo de apretar la mia.
Lloré por toda la noche hasta que mis lagrimas dejaron de salir de mis ojos, mi garganta dejo de
producir mi agonizante llanto cuando se me terminaron las fuerzas de hacerlo.

Zito, Jullk, Hank, algunos conocidos y yo, dimos sepultura al cuerpo de Carol, dejandola al lado de
las tumbas de nuestros padres.

Pasaron cinco dias después del funeral y Zito empezo a dar signos de aquella enfermedad.
La desesperación me invadio y deje de pensar por mi propia salud.
No queria perder a nadie mas.

Mi dolor por mi hijo crecio cuando no encontre a nadie mas que pudiera ayudarme, incluyendo a
otros doctores y a un hechicero que me tope, pero que igualmente no podia hacer nada.
- Mi magia es fuerte, pero no puedo curar algo que no se debe curar.
- ¡¿De que esta hablando?!
- Como yo lo veo. Esto es cosa divina. Es el destino.
- ¿Divina? ¿Destino? ¡¡No trates de verme la cara de tonto!!
- ¡Escucha! El destino lo controla todo. Incluso nuestra reunion.
- ¿Me estas diciendo que no importa lo que haga, todo sera asi?
- Asi es. Tu vida esta predestinada de principio a fin.
Buscaba cualquier consuelo, pero las palabras del hechicero resonaban en mi cabeza.

Ahora Zito se ha ido.


Jullk y yo no sabemos que hacer, mas que vernos a los ojos y admirar la tristeza dentro de ellos.

Jullk decidio irse con Hank. Asi tal vez puede hallar algo de tranquilidad.
Yo. Yo no se que pensar.
- ¿Qué debo hacer? ¿Qué?
Queria que Dios me respondiera.

Quizas me he vuelto loco.


Todo empezo ese dia lluvioso, cuando daba un paseo para encontrar repuesta.
- No le preguntes a quien no te repondera.
- ¡¿Eh?! ¿Quién esta ahí?
Preguntaba al aire, pero esa voz la escuchaba dentro de mi cabeza.
- ¿Por qué te escucho tan claro y no te veo?
- Oh. ¿Quieres verme? Aproximate al rio de a lado.
Obedeci sin resistencia. Mire al rio, pero la corriente era fuerte y las gotas de lluvia distorsionaban
mi reflejo en el agua.
- ¿Ahora me ves?
- Es mi reflejo.
- ¿De verdad lo es?
Repentinamente la lluvia ceso un poco y pude ver con mas claridad mi reflejo.
- ¿Qué clase de broma es esta?
- Jeje. Aunque me ria, esto no es ninguna broma.
Mis ojos no podian creer lo que veian. Ese reflejo se parecia a mi…
- Jeje. ¿Tienes algo que decir? Sino, mira con mas detalle.
Esos ojos. Esos ojos rojos. Esos ojos llenos de odio.
- ¿Es brujería?
- No. Es la realidad. Es lo que tu corazon desea.
- ¡No! ¡Eso es mentira!
Me arrodille para ver mas de cerca y comprobar que no era una ilusion. Tocaba con mi mano la
corriente del rio, dejandome ver que no era una pesadilla.
- Esto sucede cuando has tenido una vida dura. ¡Estos son los frutos de lo que cosechas!
- No…
- ¡Si!
¿Cómo era posible? No lo se. Me miraba y me veia a mi y a la vez no.
Ese yo parecia estar hecho por hojas o hilos. Pero lo que me llamaba la atención era el rostro, uno
que tenia una expresión tenebrosa. En ella tenia una sonrisa cruel y malvada, y dentro de ella
tenia unos colmillos afilados. Ademas, esos ojos rojos parecian estar teñidos por la sangre.
- ¿Ahora que piensas?
- Esto… ¿Realmente soy yo?
- Por supuesto. Esto es lo que somos en verdad.

Ahora que estoy solo en la granja, tengo muchas cosas en las que pensar.
- ¿Por qué ha sucedido esto?
- ¿Sigues preguntandole a quien no quiere responder?
- Callate… no quiero escucharte, demonio.
- ¿Demonio? Bueno, podria decirse que lo soy. Pero soy el que esta dentro de ti.
- ¡Te dije que te callaras!
- Gritando nunca me ire y tampoco dejare de hablar.
Cada vez mas su voz se convertia en la mia o la mia en la de él.
- ¿Por qué yo, te preguntas? Es facil. Por que a Dios le dieron las ganas de molestarte.
- Basta.
- Piensalo. Primero tus padres y los de Carol. Los duros y agotadores trabajos por los que pasaste
para darles de comer a tu familia. La muerte de ella y de tu hijo… ¿a caso quieres mas?
Todo eso es verdad. Mi vida siempre ha sido asi. Y todo porque asi estoy a destinado a serlo.
- Pero… ¿Qué tal si puedes cambiar tu destino y recuperarla?
- ¡¿Qué?!

Mas y mas no puedo dejarle de darle la razon.


Siento que estoy perdiendo algo.
Por cierto, mi nombre es Ryan Jhonson.
- Estoy dentro de ti. Soy tus deseos mas profundos.
- Mentira. Si tu fueras yo. ¿Por qué tendria ese aspecto de demonio?
- Jeje. Mis respuestas son sencillas y simples. Y sobre eso, es porque tu no eres una buena
persona después de todo, Ryan.
- ¿Qué?
- Deberas recordar esto: “Hay oscuridad porque hay luz y hay luz porque hay oscuridad”. Y
nosotros somos esa oscuridad. Si tan solo me dejaras salir, verias tu verdadero ser.
Mi verdadero ser. Yo. Yo no soy una buena persona crei.
- Ahora piensa y recuerda toda tu vida. Desde muy joven perdiste a tus padres, poniendote un
gran peso sobre tus hombros. Y ahora has perdido a dos seres queridos.
Es cierto. La unica ocacion justa para mi fue cuando yo tome el control por mi familia.
- Usa la fuerza para obtenerlo todo. Has ver la verdad a los demas. Toma todo el control.
Si. ¿Por qué deberia lamentarme? No he muerto. Y con mi propia fuerza conseguire todo para mi.
- Asi es. ¿Dónde estaba Dios cuando mataron a tus padres?
- Si. ¿Dónde estaba?
- ¿Y donde estaba cuando se llevo a tu esposa y a tu hijo?
- ¿Dónde?
- Enfrente de ti. Mirandote como sufrias, ya que, a él no le importa un simple humano como tu.
Senti una furia inmesurable. Escuchar eso, hizo que mi corazon se rompiera y se vaciara de mis
sentimientos. Perdi mi corazon. Ya no habia nada.
- Dejame salir y con nuestra fuerza le arrebataremos el alma de ella.
- Si. ¡Si!
En esos momentos ya no queria escuchar mas palabras de consuelo. Ahora todos me
escucharian a mi. ¡Me obedeceran!
- Tan solo dilo.
- ¡Yo! ¡Ryan Jhonson! ¡Hallare la forma de traerte de vuelta Carol!

Cuando me di cuenta de lo que sucedia, la granja estaba completamente destruida y hecha


cenizas.
¿Quién era yo ahora?
- Ryan.
- ¿Huh? ¿Carol?
Todo fue envuelto por una intensa luz enceguecedora. Y enfrente de mi vi una silueta conocida.
- Calma, Ryan. ¿Qué estas haciendo?
- Jeje. Es bueno verte Carol. ¿Te envio para detenerme? ¿Ahora le importa lo que hago?
- He venido porque yo lo quice y se lo pedi. Y quiero que…
- ¡Pues yo quiero que vuelvas a mi lado!
- Ryan. Te has cegado por tu propia ira y tristeza. Y la has convertido en maldad.
- Pero si siempre lo he sido.
- Ryan. Despierta antes de que sea tarde.
Esa luz desaparecia junto con ella y su voz tambien lo hacia.
- ¡¡Este es mi destino!!

¿Quién tiene razon? No lo se.


A partir de hoy no tengo nada que ver con Dios. Y cualquiera que se oponga en mi camino lo
destruire con mis propias manos.

Ese vacio onde se encontraba mi corazon, ahora es habitado por la oscuridad que dormia dentro
de mi. Porque yo siempre fui, soy y sere una persona mala.
Primera generacion
El dragon negro.

Uther Pendragon, rey de una pequeña comarca, quien deseaba a Igraine, esposa de Gorlois,
duque de Tintagel. Uther ordeno al mago Merlín que embrujara a Igraine para que, cuando él
entrara a los aposentos, ella creyese que se trataba de su esposo. Uther aprovecho la oportunidad
de acostarse con ella. Despues, Igraine, engendro un hijo a quien llamo Arturo. Cuando Garlois
murió, los sabios de Corualles aconsejaron a Igraine que se casara con el rey Uther.
Cuando el niño nace, es tomado por Merlin, quien lo entrega a sir Hector. Igrane y Garlois habían
tenenido a Morgause, Elaine y Morgana, hermanas mayores de Arturo. Las dos se casarian y la
pequeña Morgana seria enviada a la isla de Avalon con Merlin y la Dama del lago, donde se
convertiría en sacerdortisa, maga y, después, sucesora de la Dama.
A los 16 años, Arturo va con su padrastro y el hijo de este, Kay, a Londres, donde caballeros de
toda Ingleterra intentan sacar una espada de su prisión en un yunque que a la vez se
enconcontraba prisionera de un trozo de mármol. La leyanda cuenta que quien la liberase seria
rey de Inglaterra. Infatiblemante todos caballeros intentaron extraer la espada, pero es Arturo, sin
ser caballero, quien logra liberarla, y le es revelada su verdadera identidad. Con la resistencia de
todos los presentes, es proclamado rey, sin embargo, poco a poco todos lo aceptan y Arturo jura
impartir justicia a todos los hombres de Inglaterra sin tener en cuenta su posición social. Unos días
antes Arturo se había acostado con una bella joven. Esta no era otra que Morgana, su media
hermana. Cuando se enteraron de lo que habían hecho, Morgana huyó, tuvo a su hijo en secreto y
lo llamo Mordred.
Poco después Arturo pierde su espada en una batalla. El mago Merlin lo acompaño a un lago en
cuyo fondo había un castillo en el cual vivía una hechicera llamada Nimue, la Dama del lago. Esta
mujer guardaba una espada maravillosa, Excalibur. Arturo le pidió la espada, Nimue se la regaló.
Merlin observó la vaina mágica de Excalibur: “Guarda bien esta vaina” le advirtió al rey, “Ya que
mientras la tengas no perderas sangre, pero un dia llegara una mujer en la que confiaras y te la
robara.”
Ya en su castillo de Camelot, Arturo se rodea de los caballeros mas valientes y honestos:
Lancelot, hijo adotivo de Nimue, Perceval, hijo de Pellinore, Gawain, hijo del rey Lot y Morgause y
otros . Con quienes fundo la Orden de la mesa redonda. Bretaña goza, entonces, de doce años de
paz. Se casó con Ginebra, hija del rey de Cameliard.
Los caballeros de Arturo, en busca del Santo grial, combatían en bosques sombrios y castillos
contra duendes, dragones y otras bestias, y regresaban a Camelot a contar sus aventuras en la
mesa redonda donde se reunian.
Arturo fue ayudado por Merlin hasta que este desapareció junto a su amada Nimue y fue
encerrado por ella en una colina hueca. Morgana aprovecho esta situación para robar la vaina de
Excalibur y arrojarla al mar. Morgana actuó asi con Arturo debido al matrimonio que su hermano la
había obligado a contraer con el rey Uriens, y porque Ginebra, la prometida de Arturo, había
expulsado de la corte a Guiamor, su amante.
Durante la búsqueda del Santo grial, todo apunta a que sir Lancelot iba a encontrarlo, pero su
amor por la reina no lo hizo digno. Cuando paso una noche en el castillo de Corbenic, donde vivía
el Rey que custodiaba la reliquia, la hija de este rey, Elaine, se enamoro de Lanzarote, y usando la
magia, tomó la forma de Ginebra para yacer con él. De esta unión necería Galahad, quien
encontraría el grial.
Mordred se entera del idilio de Ginebra y Lancelot y lo denuncia ante Arturo, que se ve obligado a
condenar a la hoguera a su esposa, según las leyes. Lancelot salva a la reina y huye con ella a
Francia, aunque luego se ve obligado a devolvérsela a Arturo.
Arturo sale en persecución de Lancelot y deja a cargo a su hijo Mordred, quien se apodera del
trono e intenta seducir a Ginebra. Al regreso de Arturo, él y sus caballeros deben luchar para
recuperar el trono, en la batalla de Camlann. Arturo se enfrento a su hijo, al que atraviesa con su
lanza.
Pero Mordred, antes de morir, hiere fatalmente a Arturo, y muere.
La historia cuenta que su hermana Morgana llevó el cuerpo de Arturo en una barca hasta las
orillas de Avalon junto con otras reinas-hadas más, quienes eran Igraine, Elaine, Nimue, la reina
de Gales del norte y la reina de las Tierras Baldías. Posteriormente, cuando Ginebra muere, es
sepultada por Lancelot junto a la tumba de Arturo.
Posteriormente, Excalibur fue devuelta a Nimue por Morgana. Para sorpresa de Morgana, Nimue
habia recuperado la vaina de Excalibur.

En el dia que Arturo fue proclamado rey tambien fue el dia en que Ryan Jhonson desaparecio en
las montañas. Suceso que fue confirmado por Hank y Jullk, cuando vieron que él se adentro al
bosque proximo de Camelot.
Transcurrieron los años hasta el momento que fue el rey Arturo enterrado en Avalon y tambien el
regreso de Ryan. Pero aquel hombre se encontraba en una cueva, de la cual salio para regresar
con sus conocidos.
- Oye, Jullk. Ayudame con este caballo.
- Si, tio Hank.
La herreria se encontraba en el corazon de la ciudad, dando una vista enfrente a aquel yunque
sobre el mármol.
- Parece que tendremos tanto trabajo por lo de ayer.
- Eso creo. A menos que esta bestia sea difícil de controlar.
- Supongo, Jullk…
Repentinamente el caballo se puso nervioso y empezaba a dar relinchos de temor.
- ¡Hooo! ¡Hooo! ¿Qué te sucede?
- Creo que no le agrada la presencia de alguien.
El ambiente se torno muy frio.
- ¿Huh? ¿Ryan?
- ¡Padre!
Los dos voltearon hacia la puerta, pero se sorprendieron al ver a quien estaba parado ahí.
- ¿Eres tu, Ryan?
- Claro. Viejo amigo. ¿Quién mas seria?
Jullk no podia creer lo que veia. Su padre que habia desaparecido hace muchos años, parecia que
no habia envejecido en lo absoluto. Eso si era bastante sospechoso, viendolo de una forma.
- Supongo que se estan preguntando porque no he envejecido.
- ¿Cómo? Parecio que escucho mis pensamientos.
- Y no. No puedo escuchar los pensamientos. Yo tambien preguntaria por eso viendome asi.
Aquel reflejo que vio Ryan, ahora estaba enfrente de ellos.
- ¿Puedes sentirlo, Jullk?
- Si. Es como si este frio viniera de mi padre.
El caballo se ponia mas y mas nervioso al ver la maligana expresión de Ryan.
- Maldito caballo. ¡Silencio!
Y el caballo se resguardo en un rincón, se sento ahí y dejo de producir algun sonido.
- Asi esta mejor.
La herreria se volvio tan fria como para hacer que el fuego se apagara.
- Vuelvo a preguntar. ¿Eres tu, Ryan?
Pero la expresión de Ryan no cambiaba de esa terrible sonrisa.
- Y vuelvo a responder. Si. Soy yo.
Un mal presentimiento tenian Hank y Jullk.
- Oh, si. Vengo por ustedes.
Desde ese dia no se volvieron a ver a Hank ni a Jullk.
El bosque tenia grandes misterios que una persona no podria entender, pero lo mas misteriosote
ahí era un gran lago que se encontraba en el centro del bosque.
- ¿A dónde nos llevas?
- Pronto lo veran.
Hank y Jullk seguian a Ryan por el camino que él recorria. Llegando al lago.
- Que hermoso.
- Si que lo es, Jullk. ¿A que hemos venido, Ryan?
- En el fondo del lago esta un castillo, en el habita una hermosa hada-reina y custodia una
poderosa espada.
- ¡Espera! ¿quieres que le pidamos esa espada al ser que vive ahí?
- Exacto.
Jullk lo recordo. Ahí vivia Nimue, la Dama del lago.
- ¡No! ¡Esa es Excalibur! ¡Y pertenecia a nuestro rey!
- Tiempo pasado. Hay que proseguir y mas si son mis planes.
Hank tambien lo recordo, ya que, él y Jullk fojaban y armaban espadas, escudos y armaduras para
La Orden de la mesa redonda.
- Es cierto. No podemos.
- Jeje. Sabia que responderian asi. Por eso…
Los ojos rojos de Ryan brillaron con fervor.
- Lo haran aunque no lo quieran.
Hank se quedo parado mientras Jullk se dirigia al lago.
Una vez que Jullk llego a orillas del lago, una mujer vestida elegantemente y de gran bella, surgio
del agua.
- ¿Tu eres La Dama del lago?
- Si.
- Entonces entregame a Excalibur.
- Si tu lo pides.
Ella bajo hacia su castillo y volvio a la superficie con la espada en sus manos.
- Aquí tienes. Tomala por favor.
- Gracias.
Al momento de que Jullk toco la espada él volvio a recobrar su cnciencia.
- ¿Eh? ¿Qué sucedió?
- Excalibur es una espada sagrada. En ella esta la justicia y la bondad. Por favor, cuida de ella. Y
ella te mostrara el camino del bien.
- Pero… pero mi padre.
- Tu padre tomo el camino del mal y la corrupción. Depende de ti salvarlo de ese camino.
Nimue volvio a su castillo.
- Es verdad. Senti algo calido cuando la toque. ¿Es esto justicia?
Jullk volvio con Ryan y Hank.
- ¿No vas a preguntar para que la quiero?
- Supongo que para usarla.
- No seas ingenuo. Excalibur no luchara a mi lado aun si la forzo.
- ¿Entonces la destruiras?
- Jeje. Quisiera, pero no tengo el nivel para destruir algo que se considere sagrado.
- Ya veo. Si esta espada imparte esa justicia. Él trata de ocultarla de alguien que pueda usarla en
su contra. ¿Qué plan tendra?
- Dasela a Hank. Él es el herrero.
Hank la tomó y tambien recobro su conciencia.
- Maldito Ryan.
- ¿Ya ven porque la quiero? Anula mis ordenes. Si que es poderosa y peligrosa.
En ese dia, Nimue entro a la montaña hueca con Merlin, dejando a Morgana en el lago.
Por donde caminaba Ryan, los animales dejaban de hacer movimiento, esperando a que él se
fuera de ahí, ya que su presencia era aterradora.
- Desde los insectos hasta los ciervos se detienen. No los culpo. ¿Qué te ocurrio, Ryan?
- Bien. Ya falta poco.
Una rapida mirada al camino que recorrian, Hank reacciono.
- Espera. Este camino nos conduce a aquel lugar.
- Oh. Ya recordaste.
- ¿Qué es, tio Hank?
- Vamos al lugar mas peligroso del bosque. Donde vive un dragon, pero cualquier dragon.
- ¿Dragon? ¿Hablas de…?
- ¡Llegamos!
El unico lugar al que no entraban los animales era donde vivia el dragon, una bestia que ataca y
mata a quien sea que entre a sus dominios.
Su guarida es una cueva obscura donde deposita los cuerpos de sus presas que después comera,
pero afuera de la cueva se haya un horrible escenario. Un campo quemado, lleno de esqueletos
tanto de animales como de hombres, cientos de armas, escudos y armaduras que una vez se
alzaron contra el dragon.
En el aire aun se respiraba la carne quemada y la sangre derramaba en ese lugar.
- ¿Nos vas a sacrificar al dragon, Ryan?
- Jeje. No digas tonterias, Hank. Ustedes han venido a presenciar como lo mató.
Cualquiera que matara a un dragon se convirtiria en una leyenda, ademas se sabe que si
encuentras el escondite de uno y lo matas, grandes tesoros se te cederan. Esos son los detalles
mas conocidos en las leyendas de los mata dragones.
- ¿Crees que el tesoro del dragon vale lo suficiente para arriesgar tu vida?
- Si hablas de muerte, Hank. Mi corazon ya ha muerto.
Hank y Jullk se ocultaron detrás de los pocos arbustos que quedaban a los alrededores de la
entrada de la cueva.
- ¡¡Sal de ahí, dragon!! ¡¡Te llego la hora de la muerte!!
- Se ha vuelto loco.
- Quisiera que eso fuera cierto, tio Hank. Pero pacere mas cuerdo que nosotros.
Al grito de Ryan, el dragon salio a toda prisa desde su escodite.
Un enorme dragon alado, con la piel negra como la noche, con grandes garras, dientes
amenazantes de muerte y unos ojos rojos carmesí, iguales a los de Ryan.
- Jejeje. Te matare y obtendre el mayor tesoro que un dragon puede dar.
El dragon se lanzó hacia Ryan tratando de devorarlo de un mordisco, pero Ryan demostro una
gran fuerza y detuvo la mandibula.
- Jeje. Con esta fuerza has matad a tantos. Que patetico.
Ryan forzó la mandibula del dragon, dislocandola y provocando un gran dolor al dragon. Saltó de
la boca y se puso a un lado del rostro del dragon y le dio tres golpes a la mandibula.
El dragon cayo inconciente por unos instantes, volviendo a reincorporarse en sus patas traseras.
- Vaya. Tu resistencia es mayor de lo que pense. Pero…
Ryan corrio directo al estomago del dragon y este lanzó sus garras a él, fallando en el intento de
acertarle. Por otra parte, si acerto Ryan con un derechazo al estomago.
- Te falta mucho para vencerme, estupido dragon.
Salto Ryan y con su izquierda golpeo la dislocada madibula la cual se partio en dos pedazos,
siendo asi que el dragon cayera de espaldas.
El dragon volvio a reincorporarse en sus cuatro patas, dejando ver la cantidad de sangre que salia
de su boca, pero sin dudar de lanzar sus llamas hacia Ryan, cubriendolo por completo.
- Jejejeje. Ya te dije que no me podras vencer.
Ryan se acercaba al dragon y este seguia lanzando sus llamas, esperando a que diera resultado
su ataque.

Potrebbero piacerti anche