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Lo que es el deporte el deporte de este principio de milenio y fundamentales que justifican el deporte
practicado por el mundo olímpico. El de- actual, tema éste que a continuación ex-
“¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pre- porte griego tiene un significado religioso ploraremos con cierta profundidad.
gunta, lo sé; si tuviera que explicarlo a inmediato que el actual no posee, aunque El deporte moderno comporta una fun-
quien me lo pregunta, no lo sé”. San mantenga algo de esa significación en su ción utópica. La utopía, extraordinaria-
Agustín1 es el autor de esta extraordina- estructura y forma de funcionamiento. mente desarrollada por el inglés Tomás
ria y humilde respuesta sobre lo que es el Pero, ¿qué es lo que hay de común en Moro2 en el libro con ese mismo nombre,
tiempo. Realmente el tiempo es algo que esas formas tan dispares de actividades ha sido y continuará siendo uno de los
nos es tan próximo y al mismo tiempo tan denominadas deporte? La antropología principales vectores que orientan la vida
distante. De esta coordenada antropoló- responde a algunas de esas inquietudes. de nuestra sociedad occidental. A fin de
gica todos tienen su experiencia, quedan- Hay el cuerpo en movimiento. Hay el sen- cuentas, el sentido de la democracia es el
do incluso impresa en nuestro cuerpo. Por tido del sufrimiento para alcanzar un fin, sentido de la isla de la Utopía de Moro,
el cuerpo de la persona podemos saber la victoria en cualquiera de sus múltiples una isla donde la igualdad se vivía, don-
cuánto tiempo ha vivido. Pero decir lo manifestaciones. Hay la idea del cuerpo, de no había oprimidos ni opresores, don-
que es el tiempo se convierte en una ta- de lo lúdico. Hay la perspectiva de la ex- de no existían conflictos sociales.
rea ciclópea que ni los mayores filósofos citación que ese momento crea en cada Ahora el deporte moderno pretende
consiguen inequívocamente responder. Y uno. Hay una cierta forma de trascenden- exactamente la construcción de una “so-
¿qué es el deporte? También fueron mu- cia personal. Hay la conquista o la derro- ciedad lúdica”, donde los principios de la
chos quienes buscaron una definición ca- ta, la verdad o la mentira, la lucha o la su- igualdad de oportunidades y libre desafío
paz de ilustrar universalmente lo que es misión. Y por encima de todo, hay un con- se asumen como los únicos principios
esta actividad tan popular, tan generali- junto de valores que importa preservar aceptables. Sin embargo, sabemos que
zada en nuestra sociedad, pero al mismo para que el propio deporte no termine en esa igualdad no siempre es conseguida.
tiempo tan escurridiza a definiciones o a sí mismo, sino que se transporte más allá. Sin embargo, no podemos negar que es
conceptos fáciles e inmediatos. El deporte surge así como un verdade- mucho más buscada que en otras artes.
A lo largo de la vida, casi todos fuimos, ro microcosmos de nuestra existencia, da- En el deporte, el doping es duramente
por lo menos una vez, sujetos del depor- do que todas las categorías anteriormen- combatido. Pero, ha sido una lucha des-
te, sea para practicarlo o sea para disfru- te apuntadas no son exclusivas de esa ac- igual entre los diferentes países. Mientras
tarlo, pero continuamos sintiendo dificul- tividad, encontrándose diseminadas por que los atletas de incontables países tie-
tades cuando pretendemos definirlo. Y muchas otras que en apariencia se alejan nen que “jugar limpio”, otros, porque los
esto porque, tal vez, el deporte no sea irremediablemente del deporte moderno. medios tecnológicos de sus países lo per-
susceptible de una definición amplia. En rituales de algunos pueblos de la selva miten, podrán estar siempre al frente de
El deporte es un fenómeno temporal y amazónica que hemos venido estudiando la tecnología de la lucha anti-doping.
topográfico, es decir, se constituye en una encontramos algunas de las categorías Pero la idea que prevalece es la igual-
actividad enraizada en determinado tiem-
po y en determinado lugar. El deporte grie- * Traducido del portugués por Antonio Sánchez Pato.
go, base teórica del olimpismo moderno 1 San Agustín vivió entre los años 354 y 430 de nuestra era. La frase insertada en el texto forma parte del Li-
bro XI de las Confesiones.
propuesto y desarrollado por el Barón Pie- 2 Tomás Moro nació en Londres en 1478 y fue ejecutado por orden del Rey Enrique VIII en 1535, habiendo si-
rre de Coubertain, nada tiene que ver con do canonizado en 1935. El libro Utopía es un romance político-social.
mitir a través de un cuerpo de saberes de- Séneca es una realidad sagrada. Descar- ponder a la pregunta “quién es el hom-
bidamente estructurado. tes defendió que el hombre es un ser que bre?”, el problema se agranda. Como
San Agustín, sin lugar a dudas uno de piensa. Muchos otros autores, como Pas- alude Delfim Santos (p. 274) “situado el
los mayores personajes del cristianismo, cal, Marx, Engels, Nietzsche, Scheler, problema en referencia al «quién», no in-
al cuestionarse sobre el hombre (magna Bergson, Huizinga, con el famoso homo teresa conocer la enumeración de los in-
quaestio), utiliza la primera persona del ludens, y Edgar Morin, también probaron gredientes constituyentes del hombre”,
singular para designar el sujeto y el obje- sus versiones, pero éste ha resistido a la sino aquello que es exclusivamente hu-
to en cuestión7. El hombre interior surge prisión que una definición concluye9. Y no mano, irreproducible, “intransferible y
así en toda la plenitud y es, en gran me- es por el hecho de ser algo difícilmente conformado al propio objeto de la pre-
dida, esta concepción la que nos interesa traducible por palabras que el hombre de- gunta” (ídem, ibídem).
desarrollar en el deporte. Desde esta pers- ja serlo. Más importante que su definición Manuel Ferreira Patrício (1996), en
pectiva, el deporte, al fundamentarse en es, a buen seguro, su plena existencia. relación a la educación, va aún más le-
el hombre, en cada hombre, nos obliga a La filosofía tiene conciencia de la difi- jos, indagando ¿quién es el hombre que
buscar, sin cesar, el sentido oculto en sus cultad que conlleva compartimentar por nos compete formar en cada uno de los
manifestaciones. Entonces, la reflexión palabras al ser humano, por lo que no se- hombres?”, siendo posible proyectar es-
sobre el propio ser humano se erige como rá extraño que una actividad profunda- ta cuestión hacia nuestra área de inter-
la mayor cuestión agustiniana de la An- mente humana, como es el caso del de- vención.
tropología del Deporte. Además de cons- porte, tampoco se atenga a definiciones Las ciencias de la naturaleza, indiscu-
tituirse el hombre como fundamento del simples. tiblemente aquellas a las que más se ha
deporte, se asume también como su fina- Una definición, sea de hombre o, más recurrido para la construcción de los sa-
lidad (telos), en una clara perspectiva te- prosaicamente, de deporte, tiene que po- beres del deporte, no tienen capacidad
leológica que no cabe abordar en este seer dos características primarias: ser para identificar un ser que busca la tras-
simple ensayo. Repárese apenas que fun- amplia y, cual paradoja, restrictiva. Am- cendencia de su propia naturaleza. Y el
damento y finalidad se entrelazan en es- plia, pues debe considerar todo aquello deporte es, por encima de todo, una for-
ta relación entre deporte y hombre. que le incumbe. Restrictiva, dado que tie- ma de trascender del hombre y de expre-
ne que excluir de su enunciado todo lo sar ese deseo11. El deporte, más que una
Deporte y Persona Humana que no forme parte de su propio univer- manifestación (bio)física, es el sentido de
so. Esta tarea nos parece inmensa, desde una voluntad propia.
La pregunta hecha a Edipo “¿qué es el el momento que la universalidad de la de- Retomando las cuestiones anteriores,
hombre?” es universal, habiendo recorrido finición nunca está formalmente garanti- nótese que el “qué” se refiere a una rea-
gran parte de la historia de nuestra exis- zada, por lo menos más allá de un breve lidad estática, momentánea, mientras que
tencia8. Desde los presocráticos hasta los horizonte espacio-temporal. el “quién” invoca una dinámica y nuevas
autores contemporáneos, ha sido plantea- André-Comte Sponville pensó que ha- situaciones del hombre ante su propia
da esta cuestión y continúa estando por bría encontrado para el hombre un enun- existencia. El hombre es el ser que se
responder de forma inequívoca. Desde las ciado con aquellas dos características, construye en el tiempo y en el espacio,
teorías biológicas hasta las teorías más afirmando que ser humano es cualquier por lo que no nos es difícil aceptarlo co-
esotéricas, se ha invocado un poco de to- ser nacido de dos seres humanos. La po- mo un ser situado temporal y topográfi-
do para definir este impresionante ser. sible técnica de la clonación, de forma camente12.
Para Aristóteles, el hombre es un ani- horripilante, nos muestra que esto puede Temporal, pues hay un tiempo en el
mal político. Platón lo ve como un bípe- no ser así10. cual y mediante el cual el hombre se re-
do sin penas. Los estoicos-escolásticos lo Si para la cuestión “¿qué es el hom- aliza. Topográfico porque se concretiza
definen como un animal racional. Para bre?”, la solución no es fácil; para res- en un lugar propio, tópos, ese que le im-
prime determinadas características, in-
7 Sobre este asunto seguimos de cerca a San Agustín, en Confesiones, y a Giovanni Reale y Dario Antiseri, en cluso morfológicas13. Marcel Mauss decía
Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. vol. 1, pp. 371-400.
8 Según Julián Marías, la reflexión sobre el hombre es posterior a la reflexión sobre las cosas, siendo tardía en
que distinguía, sólo por la manera de ca-
la metafísica occidental. pp. 11-12. minar, un inglés de un francés, como to-
9 Encontramos en Anselmo Borges, en “Introdução” a la edición portuguesa del libro de Pedro Laín Entralgo dos nosotros conseguimos, con relativa
intitulado O que é o Homem, una excelente reseña sobre la evolución de la tentativa de respuesta a la cues-
tión sugerida por el propio título que, con el debido respeto, aprovechamos para referir en este breve ensa- facilidad, distinguir por la morfología un
yo. pp. 7-20. jugador de una modalidad de otro que
10 Ver nota anterior.
11 Ya tuvimos la oportunidad de exponer nuestro pensamiento sobre la trascendencia en el deporte en “Edu- practique otra, en una clara relación dia-
cação Física: em nome do rendimento ou em busca da excelência”, durante la Conferencia de Apertura de léctica entre causa y efecto.
la II Convenção das Escolas de Educação Física do Estado de Minas Gerais. Belo Horizonte, 21 de Noviembre
De esta forma se hace evidente la im-
de 2002.
12 Tenemos estos conceptos debidamente desarrollados en el capítulo “Da desportivização à somatização da portancia que la antropología tiene para la
sociedade”, como parte del libro Contextos da Pedagogia do Desporto. pp. 113-163. comprensión del deporte. Sin reflexionar
13 En su momento presentamos la tesis de la morfogénesis cultural del cuerpo humano, donde defendimos la
idea de que la propia forma del cuerpo depende mucho del lugar donde transcurre el proceso de vida. Pro- sobre el hombre, sin analizar su situación
vas de Agregação. y su contexto cultural, hacemos insufi-
análoga al recordman mundial de los 100 sentido superior de carácter deportivo, debiendo la Antropología del Deporte
metros lisos durante varias horas, sin nin- por lo que asumimos la definición ya proceder a la síntesis, intentando com-
guna parada para descansar. enunciada: “deporte es todo aquello que prender los datos de otras áreas del saber
La capacidad de salto de un canguro en cada momento se considera que es humano, proporcionándoles determina-
hace avergonzarse al mejor saltador deporte”. Deporte, por este conjunto de dos significados que no siempre los nú-
mundial. Una pulga, ese minúsculo e in- argumentos, es una estructura de senti- meros consiguen establecer. Es el caso,
significante animal, tiene una velocidad do proporcionado por la cultura que recientemente bien señalado, de la lectu-
de aceleración casi cincuenta veces supe- atribuye determinados significados y va- ra del metafórico libro de la vida.
rior a la de un cohete. Es también impre- lores a los diferentes movimientos hu- El hombre ya tiene capacidad para ha-
sionante la precisión de tiro de algunos manos, en una clara interrelación entre cer que el ADN exponga muchos de sus
peces que consiguen escupir a distancias los planos individual y social. secretos más íntimos, revelando miste-
proporcionalmente notables, con el fin de Es importante destacar que no es con- rios insondables, convirtiendo lo utópico
tirar de los árboles insectos de los que se dición suficiente, para que determinada en real, lo imaginario en algo tangible.
alimentan. Téngase en cuenta que los actividad o actitud asuma la condición de Esa lectura de la vida, sin embargo, dio
errores de cálculo motivados por las dife- deporte, la simple afirmación de la volun- lugar a sentimientos paradójicos. Sabe-
rencias de medio, no constituyen ningún tad individual, sino su plena aceptación mos ahora cómo es nuestra estructura
problema para estos pequeños animales. por parte de la sociedad o grupo al que se más sensible y, al mismo tiempo, toma-
Cuando vemos volar un halcón peregri- pertenece. Kluckhohn, una vez más, está mos conciencia de que, al final, no somos
no, cual misil, hacia su presa a una velo- bien presente en esta perspectiva. muy diferentes del resto de los seres vi-
cidad superior a 200 Km/h y acertar en el Así, entendemos que no es propiamen- vos. Al parecer, al nivel del ADN, la dife-
blanco, lo que presupone una extraordi- te el acto de moverse, aunque conscien- rencia entre un animal y nosotros puede
naria capacidad para percibir trayecto- temente –es decir, la motricidad huma- no llegar siquiera al uno por ciento.
rias, verificamos qué lejos estamos de es- na–, lo que es significativo y legitimador En su tiempo, Galileo y Copérnico pro-
tas performances, por lo que tenemos que de las Ciencias del Deporte, sino que es la baron que no somos el centro del univer-
interrogarnos sobre qué es el deporte. És- actitud del hombre en cada momento an- so. Después, Freud demostró que noso-
te no puede ser sólo el conjunto de estos te el movimiento desarrollado que, de es- tros, seres racionales, nos comportamos
elementos, sino algo más que eso. No ta forma, va configurando y reconfigu- muchas veces de forma inconsciente. Y
puede ser solamente el resultado de esos rando prácticas, pudiendo éstas alcanzar ahora nos vienen a decir que no somos
elementos provistos de un cuerpo de re- el estatus de deporte. Entonces, lo que le- muy diferentes de algunos animales. An-
glas, pues existen incontables actividades gitima, por ejemplo, una Facultad Univer- dré Langaney nos recuerda, incluso, que
humanas normalizadas que los combinan sitaria de Deporte y de Educación Física nuestros genes no son en modo alguno
pero que se alejan totalmente del con- no es el movimiento humano per se, sino originales. Es justo, entonces, que pre-
cepto de deporte. determinada forma de movimiento proce- guntemos: ¿qué es lo que vendrá a con-
Entonces, ¿qué es el deporte? Y para sado por la cultura, por los valores depor- tinuación para que nuestra auto-estima
esta respuesta las teorías o definiciones tivos vigentes. se atrofie aún más?
de cultura formuladas por Kröeber18 y Tenemos plena conciencia de la tauto- Pensemos en ese 1%, ese minúsculo
Kluckhohn19 nos prestan una extraordi- logía de la proposición anteriormente porcentaje que poco o ningún significado
naria ayuda. Deporte es aquello que no- presentada, pero, como ya indicamos, no estadístico tendrá cuando hablamos en
sotros añadimos a la naturaleza. Si co- conseguimos superar esta circularidad del millones y millones de escalones que com-
rrer, saltar, lanzar y luchar son activida- concepto de deporte. Vemos el deporte ponen nuestra escalera helicoidal. Pero es
des “naturales” (es evidente que moderno como una contextualización exactamente esa mísera diferencia la que
tenemos que tener alguna reserva en la axiológica temporal y localmente esta- nos hace trascender en relación a las otras
formulación de esta concepción), depor- blecida de gestos o actividades bastante formas de vida, sean ellas cuales sean. Es
te es aquello que añadimos a esos ges- simples que se hacen más complejos al ese 1% el que permite que una sinfonía
tos y/o conductas. Deporte, en cuanto gusto de cada sociedad y de cada época sea compuesta, un poema sea escrito, una
añadido, es el sentido cultural, incluso histórica. catedral sea levantada y que permite que
axiológico, que el hombre atribuye en Si durante largos periodos de tiempo se se transforme una actividad física (común
cada momento a esos elementos moto- buscó la “verdad” aisladamente en cada a la de muchos animales) en una tremen-
res constitutivos del patrimonio natural. una de las áreas científicas, casi en un da manifestación de cultura. Es que ese
Correr por sí solo no es deporte, excep- autismo intelectual, actualmente es im- 1% permite configurar un gesto, una ac-
to si fuera atribuido a esa carrera un portante emprender diálogos proficuos, tividad, una conducta animalizada en al-
go provisto de sentido humano o cultural,
18 Recuérdese que para Kröeber cultura es un añadido a la naturaleza. lleno de valores.
19 Para Clyde Kluckhohn, “cultura es un conjunto de modelos normativos compartidos por los miembros de de- A fin de cuentas, el deporte es la trans-
terminado grupo, y esos modelos sirven para regular la conducta del grupo, estando acompañados por san-
ciones en caso de incumplimiento de las normas”. Ahora, estimado lector, sustituya la palabra cultura por formación, por ese ínfimo diferencial, de
deporte y lea, íntegramente, la definición anterior. La similitud de conceptos no es pura coincidencia. desplazamientos, saltos, lanzamientos y/o
niente de los tiempos inmemoriales, es- Nótese que es a través de simples juegos rales angustias impuestas por la coorde-
tando debidamente comprobado por los que se consigue un desarrollo armonio- nada antropológica temporal.
relatos etnográficos29 y por la literatura so del cuerpo y de las capacidades voli- En todos estos ejemplos, que se podrían
universal. ¿Quién no se acuerda de los tivas, que así permitirán superar la vio- multiplicar casi hasta el infinito, percibi-
grandes héroes míticos del pasado que, de lencia intrínseca del ritual iniciático, mos una impresionante continuidad de
una forma u otra, se proyectaron más allá acontecimiento éste que posibilitará el algunos elementos, que sólo se distin-
de la condición humana, superando inclu- ascenso del niño a un mundo hasta en- guen por la expresión histórica que to-
so el tiempo? tonces prohibido, tal es el mundo de los man y/o por el nombre atribuido en las
A lo largo de los tiempos, estos ejes que adultos. Lúdico, rendimiento y supera- diversas sociedades. ¿Habrá pues tanta
rigen el deporte fueron contextualizados ción se entrelazan naturalmente en la diferencia entre un ritual de pubertad, un
a la luz de los diversos cuadros axiológi- existencia de estos pueblos imbuidos de juego tradicional y el deporte moderno?
cos por donde las diferentes sociedades se un determinado sentido. ¿No estaremos ante el mismo tipo de fe-
orientaban y orientan. Naturalmente, las Por otro lado, cuando analizamos las nómeno aunque en tiempos y cuadros
actividades se diferencian de pueblo a prácticas físico-recreativas de los diver- axiológicos distintos? Nuestra percepción
pueblo, de época en época, pero, a nues- sos periodos de la historia de la cultura nos impele para que aceptemos la posibi-
tro entender, mantienen intactas las ca- occidental, verificamos una vez más la lidad de una respuesta positiva a estas
tegorías referidas, no habiendo verdade- existencia de aquellos tres ejes funda- cuestiones, aunque conscientes de las di-
ras rupturas entre ellas. mentales. Es difícil afirmar que las justas ferencias apuntadas por algunos investi-
Sabemos que diversos autores, y aquí o los torneos medievales no comportan gadores32.
destacamos dos que durante mucho una función lúdica. Tampoco olvidemos En relación a lo expuesto estamos an-
tiempo trabajaron en conjunto, Norbert que esas luchas simuladas se constituían te dos conjuntos de elementos. El primer
Elias y Eric Dunning, ven el deporte mo- como auténticas formas de preparación conjunto, formado por la capacidad de
derno como una seria ruptura con las para las batallas futuras. desplazamiento, de saltar, de lanzar y de
prácticas anteriores, considerando así el Los juegos tradicionales, que muchos luchar –condiciones externas–, nos acla-
deporte como algo nuevo y reciente en la suelen contraponer al deporte, también ra sobre las acciones desarrolladas en el
historia de la humanidad. evidencian las características anterior- deporte.
Es evidente que no es nuestro propósi- mente apuntadas. Lógicamente la dimen- El segundo conjunto –valores intrínse-
to analizar aquí profundamente las tesis sión lúdica estará más patente que en las cos al hombre–, lo lúdico, el rendimiento
de estos dos importantes autores, sino otras, pero las más próximas a la idea de y el ideal de superación, nos ofrece una
tan sólo presentar otra visión, ésta naci- competición no son de despreciar31. pista sobre algunos de los porqué y para
da de los estudios realizados y ya citados El discurso que circula en grupos de qué del deporte.
en este texto. personas mayores practicantes de activi- De la combinación de estos dos con-
Durante nuestros recorridos por la dades deportivas asocia, no pocas veces, juntos elementales, asociados a aquello
amazonia brasileña30, tuvimos la ocasión una idea de vida con calidad a la capaci- que la sociedad acepta como valores del
de observar el desarrollo de varios ritua- dad de superar determinados imperativos deporte, surge, entonces, esta importan-
les, especialmente relacionados con el que el tiempo provocó. Y de cierta forma te actividad, realzándose así mucho más
paso de los niños a la vida adulta. Asis- consiguen este importante designio. Spir- la dimensión del practicante y bastante
timos a verdaderas pruebas físicas don- duso no parece tener dudas en afirmar menos, aunque sin despreciar, aquello
de el elemento superación es central. que una persona mayor, físicamente acti- que es ejecutado.
Sólo se entra en la vida adulta después va, posee niveles de fuerza mayores que Por otro lado, se considera el deporte
de superar determinadas pruebas, no ha- adultos sedentarios. Ahora bien, para no- como un fenómeno temporal y topográ-
biendo, muchas veces, otra oportunidad. sotros, superación y rendimiento coexis- fico, constituyéndose en una actividad
Sin embargo, cuando observamos los ten en esta forma particularizada de de- enraizada en determinado tiempo y en
juegos de los niños de esas comunida- porte, que se desarrolla con un fuerte determinado lugar. Las teorías únicas, tal
des, verificamos que están constituidos componente lúdico, o sea, a través de vez hegemónicas e indiscutibles, dan así
por elementos verdaderamente prepara- juegos casi infantiles. Envejecer “más len- lugar a una perspectiva más acorde con
torios para la superación de las dificul- tamente”, como sugiere Spirduso, es una nuestro tiempo, donde el hombre tiene
tades inherentes al ritual a que, ineludi- manifestación de rendimiento. Ser activo que ser entendido como el fin y nunca co-
blemente, ellos serán sometidos un día. durante más tiempo es superar las natu- mo un medio, estando el deporte al ser-
vicio de éste y nunca a la inversa. De es-
29 Consultar Mircea Eliade, en especial en el Tratado de História das Religiões. ta forma, una teoría sobre el deporte de-
30 Rui Garcia y Jefferson Jurema; Jefferson Jurema; Artémis Soares. Consultar nota n.º 20.
berá tener en consideración la diversidad
31 Mário Cameira Serra, en O Jogo e o Trabalho: episódios lúdico-festivos das antigas ocupações agrícolas e pas-
toris colectivas, alude con frecuencia a estas dimensiones. Por ejemplo, en la página 95, escribe “findo o dia humana, considerándose ella misma di-
de trabalho, os rapazes iam para junto do Rio Douro, tomavam banho e organizavam competições…”. versa, indicando posibilidades varias sin
32 Por ejemplo, Lévi-Strauss diferenciaba estas práticas afirmando que en la primera se entra diferente y se sa-
le igual, en cuanto que en el deporte se entra igual y se sale diferenciado. De forma alguna dividimos esta estigmatizar situaciones o actitudes.
posición que, a nuestro entender, es reductora en demasía.
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