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NFPA 1600 y el rol de las alianzas

Por Olga Caledonia & Walter Grijalvo

Recientes desastres internacionales, sean naturales o causados por el hombre, han


aumentado el interés en la utilización o adopción de la NFPA 1600, Manejo de
desastres/emergencias y programas para la continuidad de los negocios. Muy cerca de
casa, tenemos la reciente crisis en Tabasco, México: tres cuartas partes de la ciudad de
Villahermosa se inundaron. Cifras alarmantes como un millón de damnificados, 300
desaparecidos y 70 muertos. Cinco años para recuperar las pérdidas materiales.
También, el terremoto del Perú que además de los enormes daños materiales y
pérdidas de vidas estremeció a todo el norte y oriente del país.

No queremos que el enfoque de nuestro editorial de fi n de año sea repasar tragedias y


mucho menos señalar a culpables. Por el contrario, esperanzados de un próspero año
venidero queremos presentarles una valiosa herramienta que nos facilitará el manejo
de desastres, emergencias y programas de continuidad de negocios. También nos
proporciona los criterios necesarios para evaluar los programas existentes o por
desarrollar, además de implementar y mantener los aspectos para la prevención,
mitigación, preparación, respuesta y recuperación de emergencias. La NFPA 1600 ha
demostrado ser un documento ampliamente utilizado a nivel internacional a lo largo de
regiones. Hoy en día existe un reconocimiento internacional de que los esfuerzos para
reducir peligros y riesgos de desastres deben estar sistemáticamente integrados
dentro de las políticas y proyectos nacionales. Estos esfuerzos deben apoyarse a través
de cooperación bilateral, regional e internacional, incluyendo alianzas.

El pasado agosto en Beijing, la NFPA participó como miembro principal del comité
directivo de la Primera Conferencia China- US sobre Manejo de Desastres. Los
patrocinadores de la conferencia fueron la Asociación China de Prevención de Desastres
y el Centro de Conferencia Internacional Chino para Ciencia y Tecnología con sede en
Beijing, y Global Interactions, Inc., de los Estados Unidos. Uno de los objetivos clave de
la conferencia fue desarrollar alianzas entre individuos, instituciones y agencias para
continuar el diálogo e intercambio, y para crear relaciones sostenibles que impactarán
el campo mundial de manejo de desastres. Las presentaciones técnicas de dos días
abarcaron desde investigaciones de terremotos a programas académicos a árboles
naturalmente resistentes al fuego utilizados como cortafuego. “La conferencia fue
evaluada como muy exitosa y los representante del PRC han expresado un interés en
una serie continua de conferencias sobre manejo de desastres”, nota Dean R. Larson,
miembro del comité técnico de la NFPA 1600 y miembro del comité directivo.

A finales de Junio 2007, la NFPA organizó una conferencia sobre la 1600 en Buenos
Aires, Argentina, en asociación con el Instituto Argentino de Normalización, IRAM. La
conferencia de un día reunió a más de1.800 profesionales de la industria de Argentina y
países vecinos. Hace unas semanas, a principios de diciembre la NFPA a través del
IRAM ha respondido al llamado del gobierno de Tucumán en la organización de un
Seminario de Gestión de Emergencias y Desastres. Estos son ejemplos de recientes
actividades realizadas por la NFPA para acelerar el intercambio de metodologías
acertadas y a fi n de poner énfasis sobre la importancia de las alianzas.

Desarrollada con aportes de organizaciones públicas y del sector privado tales como la
Agencia Federal de Manejo de Emergencias, la Asociación Nacional de Manejo de
Emergencias, y la Asociación Internacional de Manejo de Emergencias, la NFPA 1600 es
la única norma nacional o internacional a base de procesos existente que identifica
áreas funcionales clave y una estrategia global para estado de preparación de
desastres y continuidad de negocios tanto para organizaciones privadas como del
sector público. Tiene un “enfoque de programa total” con relación al manejo de
desastres y emergencias y la continuidad de negocios al proporcionar elementos,
técnicas y procesos comunes que pueden servir como una guía general a nivel
estratégico en el desarrollo del programa completo. La NFPA 1600 ofrece directrices
que ciudades y municipios pueden utilizar para desarrollar sus propios programas de
desastres, permitiéndoles coordinar y manejar sus recursos al preparase para,
responder a, y recuperarse de emergencias y desastres de gran escala. Dadas las
grandes diferencias entre los diversos tipos de industrias y organizaciones, los planes
más detallados y políticas y procedimientos a nivel operativo, es mejor desarrollarlos
empresa-por-empresa. La norma (disponible gratuitamente para descargar en inglés en
el sitio de la NFPA) es un recurso global significativo para el estado en la preparación
del sector privado, digno de mayor comunicación y utilización. Ha sido traducido al
castellano, francés, chino, japonés y coreano.
Es hora de afrontar el hecho que eventos como ataques terroristas y desastres
naturales ocurren. Y, la preparación que hemos hecho para enfrentar estos eventos, o
inclusive eventos rutinarios para los cuales dependemos de los departamentos de
bomberos, se convierte directamente en vidas salvadas. En NFPA, seguiremos con
nuestro trabajo a nivel local, nacional e internacional para asegurarnos que las
necesidades de los departamentos de bomberos y/o socorristas son entendidas por
parte de los funcionarios públicos así como la gente en si. Los desastres
frecuentemente causan la reexaminación de programas y procesos que tienen la
intención de asegurar la supervivencia. La edición actual de la NFPA 1600 (edición
2007) disponible en castellano, refl eja una reexaminación de programas de manejo de
desastres y emergencias y como resultado, la prevención se “agregó” como un
elemento principal separado. Para que las intervenciones preventivas sean efectivas,
se debe emplear evaluación de riesgo para identifi car los peligros que se pueden y
deben prevenir. Lo invitamos a darle un vistazo al documento de la NFPA 1600 en
http://www.nfpa.org/assets/files/PDF/NFPA1600.pdf y que lo comparta con las
adecuadas entidades privadas o públicas que pueden beneficiarse con un documento
utilizado y reconocido mundialmente.

360s
19/04/2009, 21:14
Por Donald L. Schmidt

Muchos términos describen la respuesta ante los desastres y la recuperación de éstos. En el sector
público, es utilizado el término “manejo de emergencias”. En los planes de respuesta ante el
terrorismo federal, son utilizados los términos “manejo de crisis” y “manejo de consecuencias”. En
el sector privado, se usan términos como “respuesta ante emergencias”, “manejo de crisis”,
“recuperación comercial”, “continuidad de los negocios”, o “manejo o administración de
desastres”. A pesar de la terminología, la recuperación de un desastre requiere un amplio plan que
comienza con la imposición de probables amenazas y consecuencias potenciales, y ofrece una
forma efectiva para administrar todos los recursos necesarios.
Entre las herramientas disponibles para ayudar a diseñar dicho plan, está la edición 2000 de la
norma NFPA1600, Programas de Manejo de Desastres/Emergencias y Continuidad de Negocios
(ahora también disponible en castellano), la cual presenta un conjunto de criterios comunes para
los programas de manejo de desastres, emergencias y continuidad del negocio que organizaciones
grandes y pequeñas pueden utilizar para mitigar, prepararse, responder y recuperarse ante un
desastre.
Aunque relativamente nueva, la norma NFPA 1600 es cada vez más utilizada por administradores
de emergencias públicas como Mike Austin, director de la División de Administración de
Emergencias, para evaluar los programas de manejo de emergencias a nivel local y estatal. Austin
a dado a los administradores de emergencias, en todo el estado, copias de la norma NFPA 1600
para usarlas en la evaluación de sus planes. The Emergency Management Accreditation Program,
EMAP (Programa de Acreditación de Manejo de Emergencias), un proceso voluntario de
reconocimiento nacional para programas de administración pública de emergencias a nivel estatal,
territorial y local, también utiliza la norma NFPA 1600 como base para los criterios frente a los
cuales se medirán los programas que buscan ser acreditados y o avalados.

Sorprendentemente, según un cuestionario desarrollado por el Comité Técnico sobre Manejo de


Desastres de la NFPA, la norma NFPA 1600 no es ampliamente usada en el sector privado, en
parte porque muchos administradores privados de emergencias no tienen conocimiento de ésta.
Aquellos que la conocen pero no la utilizan, aseguran que usan otras normas de continuidad del
negocio, documentos de la industria de seguros, y varios documentos de proyectos
gubernamentales.

Elementos del programa


La norma NFPA 1600 no es un manual o guía “how to” con páginas y páginas de instrucción sobre
la mejor forma para crear un extenso programa. Por el contrario, ésta destaca los componentes
importantes de un plan que permita a las organizaciones desarrollar un programa para satisfacer
sus necesidades particulares.
Los elementos de la norma NFPA 1600 son la identificación de peligros y evaluación de riesgos;
mitigación de peligros; administración de recursos; planificación; dirección, control, coordinación;
y comunicación y prevención. Otros elementos incluyen operaciones y procedimientos; logística e
instalaciones; entrenamiento; ejercicio, evaluación y acciones correctivas; comunicación de crisis;
educación pública; información; y finanzas y administración.

Identificación de peligros y evaluación de riesgos


Los eventos del 11 de septiembre pueden que hayan sido inimaginables, pero los administradores
de emergencias ya han identificado el potencial catastrófico del ataque terrorista, lo cual puede
tomar muchas formas, desde la química, biológica y radiológica hasta los más comunes
dispositivos incendiarios y explosivos. El terrorismo cibernético también es una amenaza creciente.
Aun los desastres naturales pueden causar desastres y billones de dólares en pérdidas.
Todas las entidades, públicas y privadas, deberían identificar y evaluar todos los riesgos que
pudieran tener impacto en su personal, propiedades, funcionamiento y medio ambiente. La
evaluación de riesgos debería cuantificar la probabilidad de estos incidentes y la gravedad de sus
consecuencias, haciendo que la salud y seguridad de la gente, incluyendo las brigadas de
respuesta ante emergencias sean la principal prioridad. Las organizaciones también deben
cuantificar el impacto que tendría un desastre en sus edificaciones, equipo, negociaciones, así
como la consecuencias financiera directas o indirectas. La obediencia reglamentaria no debería
descuidarse.
Un análisis del impacto comercial que cuantifique las emergencias potenciales de un riesgo, le
permitirá a una organización evaluar el costo-beneficio por los esfuerzos de investigación y
determinar cuanto invertir en planes de mitigación, respuesta y recuperación.

Mitigación de riesgo
Los administradores de emergencias deben dirigirse a todos los eventos que puedan conducir a
daños significativos, aunque solamente exista la más pequeña posibilidad de que sucedan. Los
esfuerzos exitosos de mitigación no solo pueden reducir las consecuencias de un acto terrorista,
sino que pueden también reducir la probabilidad de que éste ocurra.
Sitio de ubicación, diseño y planos del edificio, barreras físicas, sistemas de protección contra
incendios y seguridad humana, y una reserva de recursos colocados fuera de lugar deben ser
tenidos en cuenta cuando se planean los esfuerzos de mitigación. Medidas de seguridad efectivas
también pueden ayudar a prevenir las actos de terrorismo a menor escala.

Administración de recursos
En las horas y días que siguieron a los ataques del 11 de septiembre, las oficinas se esforzaban
por dar razón del personal, y los sistemas de comunicación que no estaban imposibilitados se
encontraban sobrecargados. Los sistemas de transporte estaban desorganizados, el acceso al
centro de Manhattan era limitado, y las firmas de servicios financieros se esforzaban por alistarse
para la reapertura de mercados. Condiciones como éstas pueden preverse y pueden elaborarse
planes con el fin de adquirir los recursos necesarios para ejecutar las estrategias predeterminadas
de recuperación.
Las operaciones de respuesta y recuperación efectivas que requieren fondos continuos, personal
entrenado, instalaciones y equipos apropiados, e incidentes a gran escala, tales como el ataque al
World Trade Center, necesitan un esfuerzo masivo y contínuo.
Administrar efectivamente todos estos recursos es esencial. Los administradores de emergencias
deben saber qué está disponible para ellos y asegurar que estos recursos darán los resultados
esperados por los peligros identificados en la evaluación de riesgos. Cualquier coacción o
limitación debe ser identificada para que pequeñas fallas puedan ser corregidos. Todos los
recursos necesarios deberán ser catalogados para facilitar su recuperación, y el acceso a éstos
deberá disponerse con anterioridad.

Planificación
Todas las organizaciones deberán tener un plan que cumpla con el reglamento y sea consistente
con la misión, visión, política de administración y finanzas de la organización. Este plan tiene
múltiples componentes, incluyendo estrategias de mitigación a corto y largo plazo en el cual se
asignan acciones específicas a individuos o equipos.
El plan de recuperación deberá incluir una lista de funciones críticas, en orden de prioridades, que
será modificada en los plazos definidos, así como el personal, procedimientos, y otros recursos
para efectuar restauraciones o proporcionar funcionalidad temporal. Un análisis de impacto
comercial que cuantifique el impacto financiero potencial en una organización puede justificar la
inversión de planificación.
Un programa de respuesta y recuperación total incluye planes individuales, cada uno realizado por
personal definido y coordinado con las autoridades externas.
Como mínimo, cada instalación necesita un plan de evacuación para asegurar que los ocupantes
sean notificados prontamente y se les diga si deben evacuar o permanecer en el sitio. Los
administradores de emergencias también deben coordinar con los servicios públicos de
emergencia para asegurar que las acciones tomadas por la administración del edificio sean
consistentes con aquellas tomadas por los comandantes de incidentes de incendio y policía. Los
planes adicionales pueden incluir combates contra incendio, respuesta ante materiales peligrosos,
tratamiento médico de emergencia, rescate técnico y respuestas ante amenaza de bombas o
agentes químicos o biológicos.
Cada plan debe desarrollarse y mantenerse de acuerdo con las regulaciones estatales y federales,
así como con las normas NFPA o prácticas recomendadas, incluyendo la norma NFPA 600,
Brigadas Contra Incendios Industriales; NFPA 471, Respondiendo a Incidentes de Materiales
Peligrosos; NFPA 1670, Operación y Entrenamiento para Incidentes de Rescate Técnico.
Dirección, control y coordinación
Así como responder y recuperarse de cualquier desastre, grande o pequeño, requiere la
coordinación de recursos masivos públicos y privados, la norma NFPA 1600 requiere un sistema de
administración de incidentes (IMS) y procedimientos para implementarlo. Las autoridades internas
y externas deben ser informadas sobre el IMS, y el desempeño, títulos y responsabilidades de
cada función deben ser identificadas y coordinadas.

COPLAN, plan de contingencia federal para la respuesta ante incidentes terroristas, incluye
decenas de agencias federales, muchas de las cuales interactúan con oficiales del estado y locales.
Las organizaciones privadas generalmente tienen muchas divisiones, departamentos y personal.
Un equipo de administración de nivel “senior” debe coordinar la respuesta colectiva con equipos
individuales de nivel “site” que realizan operaciones, tales como evaluación y conservación de la
propiedad, evaluación de daños, y recuperación de funciones críticas, además de los sectores de
finanzas, planificación y logística.

Comunicaciones
Un sistema confiable de comunicaciones que previene a quienes puedan ser afectados por una
emergencia, y pone sobre aviso a oficiales y miembros de organizaciones de respuesta, debe estar
en su establecimiento. Como mínimo, el equipo de administración debería ser capaz de utilizar
este sistema para decirle a los ocupantes que evacúen el edificio e informar a los servicios
públicos de emergencia.
Para una instalación mayor expuesta a riesgos que puedan conducir a consecuencias significativas,
informar a miles de ocupantes y dar cuenta y razón de cientos de evacuados puede ser una tarea
intimidante que requiere una investigación significativa y varios tipos de respaldo. Los equipos
múltiples que dirijan los refuerzos en coordinación con agencias públicas múltiples requerirán
radios, teléfonos y computadores múltiples, así como procedimientos sofisticados para asegurar
que toda la información sea transmitida y anotada.

Operaciones y procedimientos, logística e instalaciones


Deben establecerse procedimientos de funcionamiento normalizado para responder ante los
peligros creíbles identificados durante el proceso de evaluación de riesgos especificado en la
sección “Planificación” de la norma NFPA 1600. Estos procedimientos deben incluir la evaluación
de daños, operaciones de recuperación y continuidad de administración o gobierno.
El administrador de la emergencia también debe dirigir los procedimientos necesarios para
manejar efectivamente el personal y los recursos que sostienen el programa, y establecer centros
de operaciones primarias y secundarias para mantener las operaciones. Dos centros de
operaciones de emergencia aseguran que siempre habrá una instalación desde la cual se
dispongan y controlen los esfuerzos de respuestas y recuperación de la organización. Debe
asegurarse que éstos tengan conocimientos de los sitios designados y el transporte de personal.
No saber acerca de los centros de operaciones para emergencias y la falta de transporte fue un
problema de las consecuencias inmediatas del ataque del 11 de septiembre.

Entrenamiento
La norma NFPA 1600 requiere un programa de entrenamiento y educación que cumpla con la
reglamentación que sustenta el programa de respuesta y recuperación. Entrenar a todo el mundo
en una organización para responder segura y efectivamente frente a un desastre, incrementando
su conocimiento y puliendo su destreza, es crítico. Los miembros de los equipos de respuesta y
recuperación de emergencias deben desarrollar sus habilidades técnicas y aprender sus funciones
en el plan, y los administradores “senior” deben familiarizarse con las funciones y
responsabilidades que les asigne el plan. El entrenamiento de evacuación debe realizarse por lo
menos periódicamente de acuerdo con los códigos y normas aplicables, incluyendo el NFPA 1,
Código de Prevención de Incendios, y NFPA 101®, Código de Seguridad Humana.

Ejercicios, evaluaciones y acciones correctivas


Puesto que las condiciones y el personal cambian a través del tiempo, los planes de desastres
deben ser revisados regularmente para asegurar que hacen frente a las necesidades y
exposiciones cambiantes. Revisiones periódicas, pruebas, informes después del incidente,
evaluaciones del desempeño, y ejercicios le permitirán al administrador de emergencias evaluar la
efectividad del programa, determinar la habilidad de la gente para llevarlas a cabo y corregir
cualquier deficiencia. Las críticas después de un ejercicio o un incidente presentan una excelente
oportunidad para identificar las áreas que requieren mejoras. El tipo de alcance de estas
actividades puede variar significativamente, aunque todas son importantes.

Comunicaciones, educación pública e información sobre crisis.


Cuando ocurre una emergencia son esenciales las comunicaciones efectivas con los empleados,
reguladores, clientes, proveedores, el público, y otros interesados, como lo es la educación que
incrementa el conocimiento del público de su papel en la mitigación y respuesta. Para las
organizaciones privadas, el manejo de crisis y comunicaciones son cruciales para garantizar que
los interesados sean informados prontamente.

Finanzas y administración
Por último, pero de ningún modo menos importante, cada organización, grande o pequeña,
pública y privada, necesita procedimientos de contabilidad financiera para administrar
efectivamente su programa de respuesta y recuperación. Una recuperación efectiva de cualquier
compañía bien administrada, y una respuesta pronta y efectiva son a menudo requeridas por los
estatutos de la industria o por la ley.
Todas las organizaciones tienen una obligación con sus delegados, sean residentes de una
jurisdicción política u ocupantes de un edificio, proporcionar un medio ambiente seguro en caso de
lo inimaginable. La norma NFPA 1600 puede ayudarles a hacer justamente esto.

Todas las entidades, públicas y privadas, deben identificar y evaluar todo riesgo que pueda tener
un impacto sobre su personal, propiedad, operaciones, y medio ambiente. La norma NFPA 1600 no
es un manual o guía de “how-to” con páginas de instrucciones sobre la mejor forma de elaborar
un amplio programa. Por el contrario éste destaca los componentes de un plan general que
permite a las organizaciones desarrollar un programa que enfrente sus necesidades únicas.

El 14 de enero de 2000, la NFPA publicó la norma NFPA 1600, Programas de Manejo de


Desastres/Emergencias y Continuidad de Negocios. Esta norma que establece un conjunto común
de criterios para mitigar, preparase, responder y recuperarse ante desastres y emergencias, ha
sido aprobada por el American National Standards Institute (Instituto Americano Nacional de
Normas) y respaldado por la Federal Emergency Management Association (Asociación Federal de
Manejo de Emergencias), y la International Association of Emergency Managers (Asociación
Internacional de Gerentes de Emergencias).

El Comité Técnico de Administración de Desastres, creado en 1991, es responsable del desarrollo


de la norma NFPA 1600, la cual fue adoptada primero como una práctica recomendada en 1995. El
documento está actualmente en su ciclo de revisión y adopción en noviembre de 2003, y el comité
técnico aceptará comentarios del 24 de enero al 26 de marzo de 2003.

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